Nosotras, mujeres y aliados que firmamos este manifiesto en el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer del miércoles 8 de marzo del 2023.
Considerando:
Nuestra pertenencia a organizaciones sociales, colectivas, asociaciones e instituciones que procuran el bienestar a la ciudadanía que habita Costa Rica y que trabajamos para poner a las mujeres en un justo sitial de reconocimiento y respeto.
La vigencia de nuestro compromiso de incidir socialmente en el territorio y políticamente ante los gobiernos de turno para que se respete nuestra vida, integridad y derecho a ser protagonistas de nuestra vida sin interferencias, imposiciones, ni menoscabo en virtud de nuestro género.
Que vivimos contextos crecientes de intolerancia, violencia de género, expresiones de discriminación aunadas a alza afectaciones visibles del cambio climático; Contextos de los que como mujeres somos testigo y víctimas al mismo tiempo.
Repudiamos:
Las declaraciones estigmatizadoras y peyorativas dirigidas a las mujeres en la vida política y pública, incluidas las defensoras de los derechos humanos.
El proyecto de ley 23.217 presentado por la ex defensora Catalina Crespo Sancho y, que pretende reformar la estructura organizacional de la Defensoría de los Habitantes, pues afectaría los servicios que esta defensoría presta a las mujeres.
b) Las elevadas tasas de desempleo y empleo por cuenta propia entre las mujeres, la excesiva representación de las mujeres en el sector informal de la economía y los limitados planes de protección social para las mujeres que trabajan en él.
Reiteramos:
La imperiosa necesidad de que se establezcan medidas encaminadas a facilitar el acceso de las mujeres al empleo formal de acuerdo con la meta 8.5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre el logro de un empleo pleno y productivo y un trabajo decente para cada habitante.
Que es imprescindible la elaboración de una estrategia para garantizar el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra y sus correspondientes títulos y mejore su seguridad de la tenencia de la tierra.
El necesario aumento de mujeres rurales que se beneficien efectivamente de los proyectos de desarrollo rural y la participación de las mujeres en las instancias decisorias que determinan la gobernanza territorial.
Que se adopten medidas jurídicas y normativas para proteger a las mujeres embarazadas durante el parto, se sancione la violencia obstétrica, refuerce los programas de fomento de la capacidad destinados al personal médico, y vele por la supervisión periódica del trato dispensado a las pacientes en hospitales y centros de atención de la salud.
Que se facilite un acceso efectivo de las mujeres rurales a tecnologías de la información y las comunicaciones y a las redes móviles para asegurar su derecho a la igualdad de oportunidades.
Establezca y utilice mecanismos eficaces de consulta para obtener el consentimiento libre, previo e informado de las mujeres indígenas y afrodescendientes para los proyectos de desarrollo y de otros usos de sus tierras y recursos naturales.
Coordinar con organizaciones como el Despacho de la mujer, la Defensoría de los Habitantes, entre otros, para abordar a aquellas mujeres menores de edad y mujeres en general, que se encuentran en riesgo social.
Formar asociaciones de desarrollo social para mujeres, jefas de hogar, las cuales hoy se encuentras desempleadas, y permitirles poder desarrollar algún tipo de emprendimiento a corto plazo que les pueda generar algún ingreso económico para sus familias.
Tener fácil acceso a instituciones como el INA, IMAS, entre otras, para una vez identificado y calificado el grado de escolaridad se pueda desarrollar algún programa específico para dar atención a las mujeres en riesgo social.
Nos comprometemos a:
Seguir fortaleciendo nuestros procesos de incidencia y promover procesos de auditoría social, articulando esfuerzos en torno al cumplimiento de los compromisos del Estado Costarricense.
Trabajar de la mano con las instituciones idóneas, para iniciar de inmediato un mapeo general de las mujeres que, según la edad, escolaridad y riesgo, podamos dar la atención y el acompañamiento necesario, para dirigirlas al lugar correcto, que puedan ser atendidas y darles seguimiento de poder reinsertarlas a la sociedad.
Mapear aquellos niños que hoy se encuentran en riesgo social, brindar el apoyo necesario para lograr que regresen a las escuelas, este mapeo se debe realizar desde cada escuela de la provincia, investigar porque nuestros niños hoy están abandonando las aulas.
Trabajar con las instituciones de ayuda social para poder brindar la ayuda económica que hoy enfrenta nuestros hogares con tanto desempleo en la región.
Dar fortalecimiento necesario para empoderar a aquellas mujeres que hoy se encuentran en riesgo, (femicidio), encontrar la forma de lograr que esas mujeres puedan recibir la atención de forma inmediata. Un ejemplo de trabajo en este empoderamiento se puede logar a través el MEP, logrando insertar un programa de educación a nivel nacional de empoderamiento y educación a nuestros niños y jóvenes, ejemplo de esto es el programa DARE, que se recibía en las escuelas, el cual logro buenos resultados.
Asimismo, instamos a nuestros gobernantes a una declaratoria de emergencia, dado al alto grado de desempleo y de violencia que hay en nuestra provincia, necesitamos que mediante mecanismos gubernamentales e institucionales se formen grupos de trabajo para poder generar fuentes de trabajo a nuestras mujeres jefes de hogar, dar seguimientos mediante el Patronato Nacional De La Infancia a aquellos niños que hoy día están en riesgo.
Conclusión
Recordarles que no estamos pidiendo que nos regalen las cosas estamos, solicitando el apoyo para poder instruir, a nuestras mujeres y educarlas en pos de una seguridad social más segura, justa y equitativa, para que puedan ganarse el sustento de sus familias, y rescatar a nuestros hijos e hijas de la delincuencia y del narcotráfico que tanto aqueja a nuestra provincia, dándoles una oportunidad de una educación y un trabajo digno para que puedan servir a la patria y de esa forma podamos vivir dignamente y desarrollar el potencial que tenemos. Una sociedad fortalecida hace un país desarrollado.
Tenemos las herramientas a nivel de gobierno, solo debemos de activar a los Ministerios, las Instituciones, Municipalidades, Universidades, Organizaciones de bien social y la sociedad civil, a que se creen mecanismos de detención temprana y atención inmediata y eficaz a estos problemas que hoy vivimos en el país.
Las mujeres limonenses levantamos la voz ante todos los males sociales que nos aquejan, somos un pueblo pluricultural que aporta mucho a nuestro país y el cual merece ser escuchado y atendido.
Honremos la democracia, somos el 50% de la población, seamos el 50% de la representación.
El Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica celebra que la Sala Constitucional mediante voto número 2023-002951, les advierte a los partidos políticos, la obligación que tienen de aplicar en las próximas elecciones municipales los criterios de paridad de género horizontal en las candidaturas a todos los puestos uninominales de elección popular, es decir, las alcaldías, las sindicaturas e intendencias.
Con este voto, el Tribunal Constitucional tutela definitivamente el principio de igualdad promoviendo la participación sustantiva de las mujeres en los procesos políticos electorales, se reafirma una vez más que los derechos políticos de las mujeres son derechos humanos que deben de ser garantizados y protegidos por el Estado Costarricense.
El Código Electoral Ley 8765, incluyó el principio de participación política por género, mediante el artículo 2, señala que la participación política de las mujeres es un derecho humano reconocido en una sociedad democrática, representativa, participativa e inclusiva, al amparo de los principios de igualdad y no discriminación. Consideramos que para las elecciones municipales del 2024, los partidos políticos deberán utilizar el mecanismo de alternancia, de forma que los sexos no se repitan de manera consecutiva, sea este un orden horizontal o vertical. Se respeta claro está la paridad en las nóminas a puestos plurinominales.
El voto 2023-002951, es además coherente con los instrumentos jurídicos del derecho internacional y las recomendaciones que ha orientado el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), indicando que las medidas afirmativas para la eliminación de la discriminación contra la mujer buscan que el principio de igualdad no se quede en una formalidad, sino que debe de permitir la igualdad real y sustantiva de las sociedades democráticas. Una vez más recordamos que no estamos hablando de privilegios, sino de los derechos que nos asisten a las mujeres, encaminados a superar la subrepresentación política en los puestos públicos. Por ejemplo, para las elecciones municipales 2020 solo alcanzaron el puesto de la Alcaldía 8 mujeres, los 74 puestos restantes quedaron en manos de hombres.
En este mismo sentido, el espíritu establecido en la Ley 8765, hace catorce años, incluyó en la legislación electoral los derechos políticos de la mujer, el espíritu de la y el legislador fue entonces consignar, bajo el principio de paridad que en todas las nóminas deben de estar representadas en un 50% las mujeres y un 50% los hombres. Con los criterios expresados por la Sala Constitucional finalmente se logra sustancialmente aplicar el principio de igualdad política electoral entre mujeres y hombres.
El Foro de Mujeres Políticas por Costa Rica invita a todas las mujeres a participar de lleno en las elecciones municipales. Este año conmemoraremos el Centenario de la Liga Feminista Costarricense, honraremos el legado de las sufragistas acompañando y estableciendo alianzas entre todas las organizaciones de mujeres y feministas, junto a las mujeres de partidos políticos que estén dispuestas a postularse, a liderar y a transformar sus comunidades, distritos y cantones, en definitiva, a transformar la Costa Rica del siglo XXI que debe ser igualitaria y libre de toda forma de violencia contra las mujeres en toda su diversidad.
Queremos hacer un reconocimiento por las acciones emprendidas para alcanzar este logro democrático, a las ExDiputadas Carolina Hidalgo Herrera, Catalina de la Concepción Montero Gómez, Kyra De La Rosa Alvarado, Laura María Guido Pérez, Maureen Cecilia Clarke Clarke, Nielsen del Socorro Pérez Pérez, Paola Viviana Vega Rodríguez, Shirley Vianey Diaz Mejías, Sylvia Patricia Villegas Álvarez y a la señora Haydee María Hernández Pérez, gracias por su permanente compromiso en el fortalecimiento de los derechos humanos de las mujeres y del sistema democrático costarricense.
Este logro es producto de las luchas del movimiento feminista y amplio de mujeres, entre ellas la Liga Feminista Costarricense, fundada el 12 de octubre de 1923, y la institucionalidad pública para la igualdad de género, especialmente el Instituto Nacional de las Mujeres.
En el marco del Día Internacional de las Mujeres se realizó un encuentro de mujeres recuperadoras y defensoras de los territorios con la magistrada Damaris María Vargas Vásquez/vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia y Magistrada Iris Rocío Rojas, ambas de la Sala Primera. Participaron las mujeres recuperadoras de pueblos originarios, Roxana Figueroa Calderón, Estefany Figueroa Cabrera, Danny Nájera Díaz, Patricia Calderón Figueroa, Yamileth Rojas Delgado. En otras actividades de fueron acompañadas por Zeidy Rodríguez Guerra, Gnöbe del territorio Comte Burica y lideresa del Frente Nacional de Pueblos Indígenas.
Patricia Calderón Figueroa del Pueblo Bribri de Salitre le aseguró a las magistradas que las recuperaciones de las tierra-territorio “solo se puede comprender desde lo más profundo de nuestra espiritualidad, pues no las realizamos simplemente para volver a las tierras que de por sí nos pertenecen, sino para preservar nuestra cultura y recuperar la forma de vida que fuimos perdiendo cuando nos quitaron la tierra y la cultura”. “Para Sibú (Dios Bribri), dijo, “la tierra era una mujer, y por eso las mujeres asumimos la responsabilidad de recuperar la tierra y quitarnos la mentalidad no indígena que no respeta la tierra”.
Danny Nájera del Pueblo Brörán y recuperadora de Crun Yaigó recordó que el 85% de su territorio estaba en posesión de no indígenas y le explicó a las magistradas: “las mujeres indígenas tenemos un especial apego a la tierra y a nuestros hijos. Cuando le heredamos la tierra a nuestros hijos también les heredamos la cultura y la espiritualidad”.
Roxana Figueroa, Bribri de Crun Shurín y las demás indígenas, les hablaron a las magistradas cómo se realizan las recuperaciones, los cambios que se han dado en la tierra ahora convertida en campos de cultivos de alimentos y en gran parte dedicada a la conservación de la naturaleza. También les explicaron las innumerables agresiones que siguen enfrentando por parte los usurpadores que no aceptan su condición ilegal, ya conformada así por la misma Sala I y la Sala IV. Precisamente por las sentencias de las Salas y del Juzgado Civil, trabajo y familia de Buenos Aires, que reconoció que es a gente indígena de China Kichá “a quienes la ley les faculta para ejercer el derecho a la propiedad colectiva” sobre sus tierras, que se empieza ver un cambio positivo, que esperan se reafirme.
Los acuerdos alcanzados incluyen que las Magistradas visitarán territorios indígenas, que las Magistradas recibirán “un compendio de casos y los motivos por los cuales no se han resuelto, así como el actuar que estiman es ineficiente de parte de las y los defensores públicos y de las Fiscalías”. Además, se verá la posibilidad de que “desde el Poder Judicial se brinde capacitación sobre derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres en particular.
La Magistrada Damaris Vargas Vásquez en su condición de directora del Proyecto Política de Acceso a la Justicia de Pueblos Indígenas, aseguró que brindará información acerca proyectos del Poder Judicial encaminados a una mejor aplicación de la justicia. Las magistradas reiteraron que el encuentro, tuvo particular importancia por realizarse el 8 de marzo, y se comprometieron a trabajar en conjunto con las mujeres indígenas atendiendo problemas puntuales y buscando soluciones efectivas.
El encuentro fue facilitado por el proyecto “Pueblos Originarios-Universidades Públicas (POUP)“ del Consejo Nacional de Rectores, que además de ese intercambio, incluyó foros y entrevistas en varias universidades, todo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Durante 15 años aproximadamente, la Asociación Mulabi/ Espacio Latinoamericano de Sexualidades y Derechos, ha trabajado para aportar su granito de arena con el fin de que las poblaciones LGBTIQ+, en particular las personas trans e intersex cuenten con mejores condiciones de vida, a través de nuestras áreas de capacitación y de incidencia política.
Sin embargo, Costa Rica no es un país elegible para las agencias financiadoras porque lo consideran un país de renta alta, y esto ha hecho que muchas organizaciones terminen cerrando sus puertas, lo cual es lamentable, porque toda su labor se ve truncada, sus beneficiarios se quedan sin donde acudir y el personal sin su fuente de sustento.
Por ende, están pidiendo contribuciones a su SINPE: 89973910. Su contribución les permitirá solventar los gastos de los servicios básicos, materiales, traslados a los lugares de las capacitaciones y honorarios simbólicos para sus colaboradores.
Ayer, 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y el Proyecto de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, desarrollado desde el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN) expresan la necesidad de converger en las luchas contra las diversas opresiones y desigualdades, por lo que aunado a un video que se puede encontrar en su página de Instagram comparten las siguientes preguntas:
Cuando veo algo RACISTA, pregunto: ¿Dónde está el PATRIARCADO en esto?
Cuando veo algo SEXISTA, pregunto: ¿Dónde está el CLASISMO en esto?
Cuando veo una DESIGUALDAD DE CLASE, pregunto: ¿Dónde está la XENOFOBIA en esto?
Este 8 de marzo se lanzó la convocatoria al curso virtual de género entre Mujeres 2023: «Caminando hacia la igualdad y equidad de género», que iniciará el 27 de abril; las inscripciones están abiertas.
El curso tiene un enfoque de educación popular y biocéntrica y el objetivo general del curso es contribuir al desarrollo integral de las mujeres de modo que cuestionen, deconstruyan y transformen creencias, actitudes y comportamientos que generan las desigualdades de género en la vida personal y social.
El curso será facilitado por especialistas regionales en la temática de género y metodologías de educación popular y biocéntrica. Está estructurado en ciclos de cuatro talleres, a desarrollarse en doce sesiones: una sesión introductoria de apertura y tres sesiones por taller. El cuarto taller estará enfocado en brindar herramientas metodológicas que faciliten el trabajo con mujeres en las comunidades y sociedad en general.
La metodología del curso contempla procesos de reflexión individual y colectiva, intercambios de saberes contrastándolos con teorías de género vigentes, utilización de técnicas de carácter lúdico y alternativo como: aromaterapia, arteterapia, danzas rituales, entre otras disciplinas que generan la libertad de expresión y plantean aprendizajes de carácter teórico-vivencial con sentido de identidad grupal.
Las personas participantes deberán conectarse a todas las sesiones virtuales ya calendarizadas. Al finalizar el curso se extenderá un certificado de participación a quienes cumplan con los requisitos que demanda el proceso: haber participado al menos en el 70% de las sesiones y haber cumplido con las asignaciones de cada encuentro. En el caso de personas enviadas por organizaciones es de vital importancia garantizar que éstas sean las mismas durante todas las sesiones, ya que el curso tiene una secuencia temática y metodológica.
CEP ALFORJA enviará con antelación el listado de materiales didácticos necesarios a quienes participen de forma individual y a las organizaciones que delegan participantes.
En el caso de las organizaciones, se les pide garantizar dichos materiales a sus participantes los que serán utilizados a lo largo del curso. Adicionalmente, se facilitará a cada participante el enlace de descarga de todos los materiales escritos y audiovisuales que se utilizarán en cada sesión.
Para la realización de los talleres, CEP ALFORJA utiliza la plataforma de videoconferencias ZOOM. Los enlaces se envían un día antes de cada sesión a los correos electrónicos previamente registrados desde el proceso de inscripción. Es importante que las personas participantes cuenten con equipos apropiados (laptop o computadora, evitar los teléfonos), buena conexión de internet y dispongan de un espacio con cierta privacidad.
Para ver la información completa puede acceder al siguiente enlace: https://bit.ly/3LhFdWO
El Comité para la Eliminación de la Discriminación es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
La Coordinadora de Lucha Sur Sur en sus redes sociales compartió las observaciones finales sobre el Octavo Informe Periódico de Costa Rica, emitido el pasado 23 de febrero de 2023, en donde se refieren a mujeres indígenas y afrodescendientes y el cambio climático y la reducción del riesgo de desastres.
Llildrey Vanessa Vargas Arroyo Estudiante de la Sede Guanacaste, Universidad de Costa Rica
¡ESTE 8 DE MARZO RECORDEMOS LOS CIMIENTOS DEL FEMINISMO!
A sabiendas de que la autora Yadira Calvo es fiel amante de los testimonios de las mujeres que lucharon por la defensa de sus derechos en Costa Rica, es posible deducir que la feminidad fue cuna de un poder que aún se sigue gestando en las mujeres ticas.
Considero que faltan muchas discusiones por llevar al plenario legislativo; no refiriéndome solamente a similares a las que ya se dan, como: los derechos sexuales y reproductivos; sino las orientadas a mujeres indígenas, mujeres de pueblos rurales y mujeres con discapacidades motoras, (que no les impidan desarrollar otras habilidades, como la docencia o el emprendedurismo en áreas no convencionales); pero que no sean solamente del casco central sino de zonas alejadas, dentro del país. No es lo mismo la ruralidad de Heredia que la ruralidad de la Zona Sur (Talamanca).
Estas mujeres necesitan con urgencia más casetas policiales cerca, más oficinas y personal capacitado y dispuesto a brindar un servicio, instituciones como: CEN CINAI, Bomberos, INAMU, INA, AyA, sedes del INS, Cruz Roja, CCSS y EBAIS… y necesitan mayores fuentes de empleo y capacitación para optar por puestos de trabajo y otros medios de igual o mayor alcance. Estas intenciones han sido eternas, sin embargo; se dan por sentado queriendo innovar; pero no se puede tener un Lamborghini si se va a meter a una calle inundada de barro, o a una casa llena de goteras. Muchos no viven, sino que sobreviven. Primero se debe arreglar la vida y luego la calidad de vida.
Creo firmemente que estos temas se han dejado de seguir desde hace muchos años. A muchos políticos les gusta copiar legislación de otros países, pero no han preparado a la población ni mejorado sus condiciones. Hace un par de años escribí personalmente, mediante Facebook, a una miembro de la Municipalidad de San Carlos para ver qué sabían ellos sobre unas carreteras intransitables por el barro rojo y deseando saber por qué no se había hecho algo al respecto en Pocosol (La Ceiba, Tiricias, Coopevega, Llano Verde, El Concho; entre otros), y no se dignaron a responder. Solamente esperaba una respuesta para llamar su atención y alzar la voz por ese problema, que creo que todavía sigue igual. Dudo que hayan visto mi mensaje. Porque la gente piensa que ya deben estar haciendo algún trabajito por ahí y, sin embargo, nadie da seguimiento a eso.
Seguramente los encargados piensan: “¡ah, esa pobrecita gente de aquellos pueblos allá tan allá!”, sin pensar realmente en que también son costarricenses, que cantan el himno a todo pulmón, que ven en la bandera su refugio y el de su cultura y costumbres… He visto cómo los niños, niñas y adultos en zona rural, sienten las fechas cívicas y la manera en que sin importar si es bajo el sol o bajo la lluvia, se reúnen y conmemoran dichas fechas patrias. Padres y madres de familia envían a sus hijos a escuelas casi en ruinas por las condiciones climatológicas; demostrando esfuerzo y dedicación por su futuro y son merecedores de apoyo y atención por parte del Estado.
¡NO DIMENSIONAMOS LA GRAVEDAD DE ESTE DESCUIDO!
Particularmente, hace falta mayor presencia femenina; ojalá de mujeres lejanas al centro del país, y mayor consciencia del significado de equidad, para conseguir que a la mujer se le otorguen derechos sin poner sobre la mesa otros asuntos antes que lo que demanden ellas al Estado. Por ejemplo, que se pongan sobre la mesa temas de inflación, impuestos, negociación internacional o incluso temas de corrupción y demás, posponiendo la discusión definitiva de temas referentes al género femenino, como el acceso a tampones y toallas que tenga la niña y mujer en sitios de difícil transitabilidad. En Pocosol; en las fincas enormes, tienen que salir a caballo cuando no cuentan con un carro de trabajo o un “Chapulín”.
¿Y las que no tienen ni siquiera un caballo?
Afirmo que la situación era precaria hasta hace unos 10 añitos; pues, tuve la oportunidad de visitar “Los Lirios de Santa Rosa de Pocosol”, donde tomamos agua de pozo. Cualquier emergencia que se de ahí y que merezca una ambulancia, debe soportar un viaje de dos horas o más, sólo para llegar a la carretera donde se espera un bus que pasa como dos o tres veces al día.
¡HAY QUE SEGUIR PROPICIANDO EL CAMBIO DE MENTALIDAD CULTURAL!
Sobre las portadas de prensa es claro que ha habido un cambio de perspectiva a nivel social. Pero a nivel cultural todavía falta mayor sensibilización, que en mi opinión se ha visto distorsionada por tanta polémica en manifestaciones feministas. No obstante, un verdadero cambio se verá hasta que salgan de función los viejos modelos de política. Los líderes actuales, son en algunos casos hombres longevos que tienen muy marcada su forma de proceder y no ceden ante casi nada. Debe entrar personal joven, con nuevos aires y nuevas visiones; que sí, vean con aras al futuro, pero que se ocupen también de lo más básico y necesario para las poblaciones alejadas, de las montañas de Talamanca, Guatuso, entre otras, así como las costas del territorio nacional, para que lleguen más oportunidades de negocio y trabajo, más turismo, más salud, más de todo. ¡Qué lo que hay en San José, Heredia, Alajuela y Cartago, exista también y en igual medida en todo pueblo de Costa Rica!
Eso sí que sería un aporte contra la discriminación.
A pesar del auge que ha tenido el feminismo con discusiones como el divorcio, aborto y otros temas; no parece ser suficiente si se contrasta con las necesidades que pasan desapercibidas y que resultan ser, incluso, ignoradas por culpa de las manifestaciones desordenadas que desvían la atención de las causas justas que son pedidas.
Necesidades como el acceso al agua potable, nuevas escuelas, colegios y universidades, centros de salud, farmacias, oficinas regionales de bancos, cajeros automáticos, y más fuentes de empleo; son justas y merecedoras de atención por parte de los miles de mujeres que, de hecho.
El feminismo actual, aunque se basa en el feminismo de antaño, debe ampliar su enfoque, debe abrirse a nuevas posibilidades para la mujer rural y con discapacidad volviendo su mirada a los aspectos más básicos de la civilización, para buscar la forma de actualizar las escuelas de zonas indígenas, entre otras.
Bien lo dijo la actual ministra de educación pública de Costa Rica: “muchos docentes rechazan ofertas de propiedad por tratarse de lugares lejanos al centro del país”, y considero que esto se debe a una falta grave de empatía; porque es muy bonito hablar de equidad e igualdad de género yendo a destrozar lugares públicos; como ha pasado en México, o simplemente estando sentados en el plenario legislativo; pero sin pensar en las mujeres que día con día trabajan bajo el sol, andando en caballos por caminos de lastre (que bien pudieran ser asfaltados por sus municipalidades), o que tienen que caminar largas distancias por ir a conseguir un tampón o una pastilla para sus dolores menstruales, o viendo a sus ancianitos y niños enfermar sin tener fácil acceso a un “ebais” (que debería estar presente en toda comunidad costarricense).
Jovencitas que aguantan el dolor de su menstruación por vivir bajo un techo con goteras, ancianitas que cuando se enferman tienen que viajar y mendigar un espacio para quedarse si las dan de alta en el hospital, porque no tienen familiares cerca. Todo eso debe hablarse, debe darse a conocer en escuelas, colegios y universidades de todo el país, para crear conciencia y que en esta o futuras generaciones se efectúen los cambios que urgen. No los que se quieren a futuro, sino los que urgen.
Las causas son buenas; pero se deberían acatar las prioridades… A Costa Rica le falta camino para conseguir el ideal que se propone, y es responsabilidad de todos y todas opinar, concientizar y luchar para que poco a poco los fondos del Estado se enfoquen en sanar esas poblaciones tan heridas por el olvido.
Siempre ha sido un buen momento para involucrarse. Lo que pasa es que, por no hablar de las necesidades urgentes, las mujeres hemos perdido el interés en la política y se ha aprovechado ese silencio para que los hombres que están en política y que tienen sed de poder, jueguen cada vez más astutamente, bajando el porcentaje de imagen femenina que se vea en las papeletas y en publicidad de las elecciones. En realidad, no es cultura tica que las mujeres conversemos sobre estos temas a la hora del café de la tarde, o en las fiestas familiares. culturalmente, eso es cosa que hacen solo los hombres “profesionales” de la familia. Y es algo que debe cambiar.
Hablando sobre las próximas elecciones, específicamente orientándose con respecto a la “paridad en las papeletas de votación”, considero que sería un buen objetivo propiciar que las mujeres políticas ocupen un mayor número de espacios en las papeletas. Porque de nada sirve que haya “paridad” si de igual forma las opciones no son parejas y es mayor la cantidad de hombres propuestos. De las dos opciones, muchas personas que no conocen nada del tema, se van a ir por la opción que se repita.
Aunque tampoco se debería “satanizar” a todos los hombres políticos; pues para que se abrieran espacios y se crearan más leyes a favor de las mujeres, tuvo que haberse doblegado al menos un hombre que estuviera involucrado. Por supuesto que todo fue a raíz de una ardua y dificultosa lucha y persistencia femenina; hay hombres que han sido sensibilizados y no se deben meter en un mismo saco.
¡LAS MUJERES COSTARRICENSE ESTÁN LISTAS PARA ACTUAR!
Si nos referimos al nivel de preparación emocional, mental y psicosocial que han tenido las mujeres a través de los años, se ha demostrado que estamos en capacidad para afrontar este tipo de asuntos con dignidad y excelencia; inclusive de mejor manera que los mismos hombres.
Esto lo menciono puesto que, “Las Sufragistas”, hay un momento en que una de las actrices dice que no sabría qué hacer si obtuviera el voto femenino, pues al no haber tenido esa posibilidad nunca, jamás lo había pensado tan a fondo; pero que ella sabía que sería un gran cambio para su vida. Actualmente se sabe qué; con el simple hecho de haberlo intentado, se demostraba un potencial gigante para la adaptabilidad y el desarrollo colectivo de la mujer a nivel mundial.
En el caso particular de Costa Rica, Ángela Acuña Braun con la Liga Feminista que fundó junto a otras, abrió un “portillo” de posibilidades para el desarrollo social de las mujeres. Esto ha permitido desde cambios en la perspectiva sobre el género femenino, hasta cambios a nivel educativo dejando atrás. Siendo entonces una base con que se afirma el hecho de que las mujeres costarricenses, hoy más que nunca en la historia, se encuentran preparadas y en total capacidad para ocupar puestos de alto rango en la política costarricense. Pero se debe preparar el terreno para ellas; ya que son blancos fáciles para “tiburones políticos”, que querrán a toda costa, desviar fondos, rechazar proyectos de ley e incluso sacarlas del juego para meter a sus amigos.
Las mujeres de generaciones anteriores lograron crear organizaciones que iban desde una oficina para la salvaguarda de las trabajadoras domésticas hasta la comentadísima Gota de Leche, que velaba por los infantes. Siendo que ellas pudieron incursionar en eso, con mil dificultades y con todos los hombres en contra; las mujeres que ahora trabajen en política definitivamente podrían alcanzar mayores objetivos. Que existan organizaciones para las mujeres, disminuye el miedo, disminuye la timidez y propicia la excelencia en nosotras, para trabajar con estándares incluso mejores que los estándares masculinos.
Para todo esto, mi premisa será que las mujeres actuales en política están más preparadas que las mujeres de antaño, y sin embargo las de antaño fueron más reconocidas por sus actos. Entonces, debe hablarse este tema desde un ángulo sano y sin extremismos, para que quienes vienen detrás absorban los ideales buenos de construcción y desarrollo comunal en toda la nación y se animen a incursionar en política.
¡DEBE SER UN HONOR Y NO UNA VERGÜENZA, DECLARARSE FEMINISTA!
Contemplando la trayectoria que ha tenido el feminismo desde sus inicios; que han sido pilares puros y con convicciones orientadas a la empatía y equidad lo que le dio vida, el recuento de sus aportes iniciaría más atrás que la misma lucha por el voto femenino. Las luchas han nacido desde la necesidad de defensa de todo un género, maltratado y sometido a la voluntad masculina. No obstante, en su recorrido sí hay cuestiones que podrían considerarse como los principales motivos de las luchas y manifestaciones de las mujeres.
El voto femenino fue el estandarte que dio paso a nuevos objetivos, como la creación o modificaciones de leyes laborales, educativas, organizativas; entre otras.
Con el pasar de las décadas y del cambio en la legislación, han surgido entonces nuevas necesidades por cubrir para los diferentes grupos sociales de mujeres: las mujeres migrantes, con discapacitad, indigenas, privadas de libertad, trabajadoras (desde servidoras domésticas del sector público y privado), emprendedoras o empresarias, amas de casa, hijas forzadas a matrimonios por conveniencia, niñas y mujeres abusadas; entre muchas otras.
¡SE DEBE INICIAR YA, PARA VER FRUTOS PRONTO Y NO DÉCADAS DESPUÉS!
Costa Rica urge de mentes nuevas, frescas, que vengan con ideas que mejoren la calidad de vida de las personas en zonas de difícil acceso. No solamente merecen atención las mujeres de zona urbana. Son las de aquellos sitios donde ni siquiera servicio de bus existe, las que urgen de ayuda y atención.
Humanismo, amor al prójimo y consciencia social para respetar todas las ideologías sanas que existen y que existirán. Esa es la premisa que se usa y la que se debe seguir usando.
Como estudiantes, hay que sentir orgullo de tener acceso mediante los profesores, a este tipo de información, pero también respeto y sentido de responsabilidad, porque, en definitiva, la misma, cambia la manera de pensar y de ver las cosas que están sucediendo alrededor del globo terráqueo. Estos retrasos en la infraestructura social de un país, lo vulnerabilizan.
Ahora no puedo dejar de pensar en las niñas, jóvenes y adultas mayores que pueden estar con frío, lluvia, barro, sol, agua sucia y trabajo pesado, en un país que se está enfocando en políticas nuevas que son buenas, pero quita la atención, recursos y trabajo, de las urgencias…
Aprovecho estas últimas líneas para agradecer profundamente a la amabilísima profesora Rocío Abarca Sánchez (UCR), por haberse esmerado tanto en su labor y hacer de su guía un espacio de reflexión todas las mujeres indígenas, con discapacidad, migrantes, profesionales o no y demás; razón por la cual yo, personal e individualmente, dirigí mi atención a la mujer rural.
A continuación se comparte el comunicado oficial sobre la posición de activistas, organizaciones y colectivas feministas para este 8M, #8mcr #8m23:
8M ¡Por nuestro derecho a decidir!
Una vez más, en el marco del Día Internacional de las Mujeres, diversas organizaciones de sociedad civil, activistas independientes, movimientos y colectivas feministas y antipatriarcales tomamos las calles de Costa Rica para la lucha colectiva y diversa, exigiendo el respeto y la garantía de nuestros derechos humanos. Nos manifestamos por la dignidad de las mujeres con discapacidad, indígenas, afrodescendientes, lesbianas, bisexuales, queer, defensoras del medio ambiente, trabajadoras sexuales, mujeres trabajadoras en condiciones precarizadas, madres, niñas, trans, y personas no binaries, la interseccionalidad es la base de nuestras demandas.
Nos encontramos firmes, en pie de lucha y decidimos no callar ante las violencias ejercidas contra nuestros cuerpos y territorios en manos de un gobierno misógino y autoritario que violenta los principios democráticos; ante un presidente acosador sexual que de forma sistemática pretende acallar las voces disidentes y menoscabar los derechos de las mujeres, personas trans y no binaries.
Caminamos a favor del acceso al aborto legal, seguro y gratuito, levantamos nuestra voz por nuestro derecho a decidir, y rechazamos rotundamente los intentos del Ejecutivo por derogar la norma técnica de aborto terapéutico y violentar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las personas gestantes. No toleraremos que dogmas religiosos, conservadores, anti derechos y anti científicos rijan sobre nuestros cuerpos y vidas.
Bajo esta línea, denunciamos la violencia ejercida por parte del sector salud y quiénes le dirigen, hacia las mujeres y personas gestantes con discapacidad, al no permitirles tomar decisiones sobre sus cuerpos, sus maternidades, y su salud reproductiva y sexual. Asimismo denunciamos la falta de acceso a un sistema de salud que cubra todas nuestras necesidades, sin considerar que es imposible atendernos de manera digna. ¡Contra el capacitismo y el modelo médico de discapacidad!
No daremos un paso atrás en la garantía de nuestros derechos sexuales y reproductivos, por esto nos solidarizamos con las mujeres y personas gestantes de la región que enfrentan aún la prohibición absoluta y criminalización del aborto. Continuamos reclamando educación sexual integral, laica, científica y feminista; anticoncepción gratuita; justicia menstrual; el cese de la violencia obstétrica; y maternidades deseadas y libres de violencia. La dignidad es nuestro punto de partida. Nos unimos al llamado de Justicia para Beatriz, mujer joven salvadoreña que retó al sistema penal al solicitar la interrupción del embarazo para preservar su vida e integridad y cuya lucha representa una oportunidad para el avance de nuestros derechos en toda América Latina y el Caribe. ¡La maternidad será deseada o no será!
En este sentido, abogamos por el derecho a una maternidad rebelde, libre de violencia y niñes y adolescentes que resisten al sistema adulto. Por una educación en materia de menstruación, que sea libre de tabúes o estigmas, y que la propuesta de ley para que los productos menstruales disminuyan su costo sea aprobado de forma inmediata. Por el compromiso por parte de las instituciones y entes en materia de salud para garantizar que los partos sean libres de violencia obstétrica.
Reivindicamos la protección de los pueblos originarios, evitando así la violencia incrementada por la defensa de sus derechos y territorios afectados por decisiones gubernamentales como el Acuerdo Escazú, el cual aboga a favor del Medio Ambiente y de velar por políticas públicas estructurales que procuren la preservación ecológica contra actividades extractivas, así como la seguridad de quienes defienden los territorios de estos pueblos.
Demandamos la aprobación de una ley trans que proteja y respete el derecho de autodeterminación de la identidad de las personas trans y no binaries, así como el acceso a tratamientos de afirmación de género sin excluir les niñes LGBTQIA+. No aceptamos ningún discurso de odio en contra de las personas trans y una vez más decimos: ¡Las mujeres trans son mujeres!
Nos solidarizamos con las mujeres y personas no binaries nicaragüenses, migrantes, presas políticas y quienes resisten a la dictadura. Sabemos que muchas marchan aquí porque no pueden en su país, siempre serán bienvenides a marchar con nosotres. Enaltecemos sus voces y la valentía con la que se manifiestan.
Realizamos un vehemente llamado a la lucha contra la desigualdad social, narcotráfico y violencia que acoge a las comunidades donde residen mayoritariamente las personas afrodescendientes, exigimos el reconocimiento de la autoidentificación étnica-racial en los censos y estadísticas del país. Además, hacemos hincapié en el caso de racismo hacia una niña del cantón de Aserrí, la educación debe de ser laica, intercultural y crítica en los programas del Ministerio de Educación. Asimismo, consideramos necesario retomar el avance que representa la Ley N° 10001: Acciones afirmativas a favor de las personas afrodescendientes, que si bien queda con vacíos importantes, representa un buen inicio para reconocer la deuda histórica que tienen los gobiernos con la población.
Este 8M seguimos buscando justicia para las que ya no están, alzamos nuestra voz y gritamos sus nombres. Le exigimos al Poder Judicial que resuelva los casos por femicidio con la debida diligencia que sus puestos y la Convención de Belém do Pará exigen, así como extender el alcance de este concepto. Lo cual implica la necesidad de que los procesos judiciales sean eficientes, no se prolonguen innecesariamente y que no sean revictimizantes para las víctimas, sus familias y personas cercanas a ellas.
Denunciamos las acciones del Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa por desmantelar el Estado de derecho, por las desmejoras en la educación, los ataques a la Caja Costarricense del Seguro Social y la vulneración a la división de poderes. Lamentamos la instrumentalización del INAMU y el uso de la institución para desproteger los derechos de las mujeres.
Marchamos en contra de la creciente desigualdad económica que se vive en el país y que coloca a las mujeres, jóvenes, migrantes, personas racializadas y no binaries en condiciones
de mayor vulnerabilidad y pobreza. El ajuste económico del FMI que impone recortes para desmantelar las instituciones públicas compromete el Estado de Derecho y vulnera los derechos de las personas trabajadoras. Propuestas como las jornadas de 12 horas y el no reconocimiento social y económico del trabajo doméstico y las labores de cuido incrementan las brechas de desigualdad. Contra la precarización de las mujeres trabajadoras, el acoso sexual en el trabajo, la gran brecha salarial, el desmantelamiento de la Red Nacional de Cuido y los programas de bien social. Reivindicamos el trabajo de las mujeres migrantes, de las mujeres que trabajan en el cuido y en labores domésticas, de las trabajadoras sexuales y trabajadoras del sector informal. La lucha de las mujeres obreras es nuestra lucha.
Este 8 de marzo nos manifestamos porque exigimos un cambio. Reclamamos el respeto pleno de nuestros derechos y resistimos a un sistema que nos oprime y violenta. Marchamos por el derecho a decidir libremente sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestra dignidad.
¿Cuáles son los retos que actualmente enfrentan las mujeres en América Latina?
Es el 2023 y las mujeres en toda su diversidad seguimos sufriendo las consecuencias del patriarcado, este sistema que permanece arraigado en nuestras culturas y sociedades, y del cual se derivan múltiples formas de violencias y discriminación.
Si bien es cierto que, en los últimos 50 años, hemos visto importantes avances institucionales y normativos a favor de los derechos de las mujeres, también lo es que persisten desafíos para lograr una efectiva igualdad de género y, consecuentemente, una mayor protección a nuestros derechos. A continuación, me referiré a algunos de esos desafíos desde una perspectiva latinoamericana.
El patriarcado: el origen de todos los males
Aún sigue siendo el mayor desafío para lograr una efectiva protección de las mujeres, y constituye el origen de muchos de los problemas que enfrentamos. Si las sociedades continúan funcionando sobre la base de una supremacía de los hombres por encima de las mujeres, seguirá siendo muy difícil combatir y eliminar las violencias y discriminación que cotidianamente nos afectan. Derribar el patriarcado, es una prioridad.
Lamentablemente, en América Latina cada vez hay una mayor influencia de grupos fundamentalistas o religiosos que tienen fuertes alianzas con sectores políticos y económicos poderosos, lo que ha incidido en la aparición de propuestas que buscan perpetuar el patriarcado y reforzar los estereotipos que lo alimentan.
Algunos de estos grupos se presentan como “provida”, pero su trabajo va más allá de luchar contra el derecho al aborto. En la práctica, sus propuestas buscan mantener el statu quo y que las mujeres sigamos subordinadas en los espacios públicos y privados.
Un ejemplo reciente y simbólico se observó en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, celebrada en Perú en el 2022, cuando varias delegaciones estatales (por ejemplo, Paraguay y Guatemala) abogaron por eliminar todo lenguaje sobre igualdad de género y la interseccionalidad, lo cual no es un hecho aislado sino una estrategia sistemática desde hace varios años. En Costa Rica, hace tan solo unos días, el Consejo de Educación ordenó modificar todo documento interno del Ministerio de Educación para que no se use el lenguaje inclusivo, sino solamente el masculino, con el argumento de que así lo ordena la Real Academia Española.
La falta de acceso a derechos sexuales y reproductivos: la piedra angular de nuestros derechos
La Declaración Universal de Derechos Humanos señala en su artículo primero que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Sin embargo, en el caso de una gran mayoría de mujeres y personas con capacidad de gestar, el derecho a la igualdad y el reconocimiento a nuestra dignidad se violenta ante la negativa a prestar servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y acorde con nuestras necesidades, en particular el acceso al aborto, libre, seguro y gratuito.
En América Latina, ocho países permiten el aborto hasta cierto plazo, diez en al menos en una causal, y cinco lo prohíben totalmente. Esto quiere decir que millones de mujeres y personas con capacidad de gestar, tienen el riesgo de morir si llegan a necesitar un aborto y les es negado.
Además del acceso al aborto, también subsisten desafíos como el acceso a anticonceptivos de calidad. Venezuela es uno de los ejemplos más preocupantes. En este país, un estudio reciente señaló que solo el 26% de mujeres en edad reproductiva usan anticonceptivos. Adicionalmente, en Chile, en el 2020 se distribuyeron anticonceptivos defectuosos en el sistema público de salud y farmacias, generando que, al menos 111 mujeres empobrecidas, quedaron embarazadas sin desearlo.
Por otra parte, la educación sexual integral también permanece como un pendiente en varios países de la región. Un dato curioso es que los mismos grupos fundamentalistas que se manifiestan contra el aborto, también se oponen a la educación sexual, que sería una política idónea para evitar embarazos no deseados. En Costa Rica, en el año 2018, cientos de padres impidieron el inicio del curso educativo por estar en desacuerdo con la educación sexual integral que se daría a estudiantes de secundaria. En Colombia el tema tampoco avanza.
La falta de acceso a derechos económicos, sociales y culturales: ¿cómo luchar si se está sobreviviendo?
La falta de satisfacción de necesidades básicas como acceso a alimentación, vivienda y empleo digno, es otro de los grandes pendientes que enfrentamos, en un gran porcentaje, las mujeres.
La feminización de la pobreza es un fenómeno poco honroso y da cuenta de la discriminación histórica que persiste. El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIGALC) afirma que “los esfuerzos de reducción de la pobreza en la región no han beneficiado de igual manera a hombres y mujeres, ni ha tenido el mismo ritmo, y que finalmente los hogares pobres concentran una mayor proporción de mujeres en edades de mayor demanda productiva y reproductiva. En 2019, por cada 100 hombres viviendo en hogares pobres en la región, habían 112,7 mujeres en similar situación”.
En cuanto al empleo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó en el 2022 que, de los 23,6 millones de puestos de trabajo de las mujeres que se perdieron en el peor momento de la crisis por COVID-19, aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones a finales de 2021. Sin embargo, en el caso de los hombres ya se habían recuperado prácticamente por completo los 26 millones de puestos perdidos. En palabras de la OIT “la pandemia agudizó desigualdades estructurales existentes. Las mujeres rurales, las jefas de hogar con niñas y niños pequeños, aquellas de menos formación y educación, mujeres indígenas y afrodescendientes han sido más afectadas. Las brechas de género, tanto en la participación como en los ingresos, son persistentes en las mujeres con menores ingresos y menor nivel educativo”.
La falta de redistribución de los cuidados: todo bien con la igualdad hasta que les toca a otros ceder sus privilegios
Cada vez más los movimientos feministas reclaman políticas públicas integrales que permitan redistribuir la responsabilidad de los cuidados. Históricamente, el cuidado de los hijos e hijas, de los padres y familiares con alguna enfermedad o condición que genere dependencia, ha estado a cargo de las mujeres en las familias. Como consecuencia, este grupo tiene dobles o triples jornadas laborales, muchas veces sin remuneración alguna.
En la práctica, mantener la responsabilidad de los cuidados en las mujeres implica que tengan más barreras para acceder a educación y empleo de calidad, o que se sometan a jornadas extenuantes para cumplir con todas las tareas.
Redistribuir los cuidados es un pendiente indispensable para que las mujeres puedan acceder a sus derechos en condiciones de igualdad. Oxfam señala que, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la OIT, las mujeres dedican tres veces más tiempo al sostenimiento del cuidado de la vida en América Latina y el Caribe.
Redistribuir supone que otras personas también tienen que hacerse cargo, y esto implica que los hombres deben asumir tareas domésticas o de cuidado, renunciando a algunos de los privilegios que por siglos han ostentado. Además, el Estado debe promover las reformas legales y las políticas públicas necesarias para que esta redistribución sea efectiva.
Las violencias en los espacios físicos y digitales
Las mujeres seguimos enfrentando diversas formas de violencia. Si bien en la mayoría de los países se han creado instituciones específicas para combatir este flagelo, y tipos penales como el feminicidio, la violencia sexual, la violencia doméstica, entre otras, estos avances no han significado menos violencia. En el año 2021, el citado OIGALC señaló que 4473 mujeres fueron asesinadas en América Latina y el Caribe, es decir, 12 muertes violentas por razones de género cada día.
La violencia sexual en algunos países latinoamericanos es alarmante. En 2021, en Honduras se presentaron ocho denuncias diarias de violencia sexual contra niñas y mujeres, mientras que ese mismo año en El Salvador hubo un aumento del 5% en embarazos forzados en niñas y adolescentes de 10 a 14 años.
Además de la violencia en espacios físicos, también enfrentamos violencia y acoso en el espacio digital. Un informe elaborado por ONU Mujeres señala que “la violencia de género en línea está silenciando voces”.
Sistemas de justicia ciegos e indolentes ante el sufrimiento de las mujeres
Frente a los problemas señalados, hay que analizar el rol de los poderes judiciales latinoamericanos en garantizar y proteger los derechos humanos de las mujeres. En el año 2022, fuimos receptoras de una decisión histórica que reconoció nuestro derecho a decidir sobre nuestros proyectos de vida y nuestros cuerpos: la sentencia de la Corte Constitucional en Colombia que despenalizó el aborto hasta la semana 24 (Causa Justa), y que es un caso emblemático que debe inspirar a otros tribunales nacionales.
Si bien es cierto que es posible encontrar ejemplos positivos de acceso a la justicia para las mujeres, también es importante destacar que, en muchos países latinoamericanos, los sistemas de justicia no están a la altura de nuestras necesidades. Esto es así porque se carece de un enfoque de género e interseccional en la aplicación de la justicia, y también porque no hay suficientes garantías de independencia, lo que hace que muchos jueces y juezas respondan a las presiones de grupos fundamentalistas y mantengan barreras para el acceso a numerosos derechos.
Conclusiones
Los citados desafíos no son exhaustivos de los múltiples problemas que todavía enfrentan las mujeres en Latinoamérica. Constituyen un breve repaso que tiene como objetivo recordar la importancia de continuar reivindicando los derechos, aunque ello signifique incomodar a quienes sostienen el statu quo. Nuestras luchas nunca han sido fáciles y tampoco nos han dado derechos de manera gratuita. Aunque las amenazas persisten, son latentes y, en algunos casos muy graves, en la actualidad existen movimientos feministas vibrantes que en cada país están transformando sus realidades. Al conmemorarse un nuevo Día Internacional de la Mujer, vale la pena honrar las luchas de las antecesoras que lograron abrirnos camino, así como las luchas de quienes hoy, día a día, entregan sus vidas y levantan sus voces para decir que nunca más aceptaremos un mundo que no sea igualitario y justo. A ellas y elles, todo el honor y la gloria.