Cerca de 650 niños y niñas de las escuelas heredianas vivieron experiencia científica en la UNA

El objetivo fue celebrar el Día de la niñez Científica y reafirmar el compromiso de la Universidad Nacional con la educación y formación de futuros científicos y científicas del país.

Este 5 de setiembre celebramos el Día de la niñez Científica, bajo el lema construyendo la ciencia del mañana, donde estudiantes de entre 7 y 12 años de las escuelas públicas de San Pablo, Puente Salas, Los Ángeles, la Alfredo Volio y la Rodolfo Peters Schneider visitaron las instalaciones del Fondo de Beneficio Social UNA-SITUN en Santa Lucía de barva de Heredia.

Esta actividad es organizada por el Laboratorio de Didáctica e Innovación de las Ciencias (LADICIEN), y otras unidades académicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional (UNA), que prometen una serie de espacios interactivos diseñados para estimular su curiosidad científica y fomentar el amor por el conocimiento.

“La intención de esta actividad es justamente que los niños puedan disfrutar del despertar de vocaciones científicas a través de la exploración y la vivencia de experiencias científicas en donde juegan y aprenden”, dijo Adriana Zúñiga Meléndez, académica de la Escuela de Ciencias Biológicas. 

El evento se dividió en 17 estaciones que incluían topografía, matemática, robótica, astronomía, física y química. En el «Reino de la Vida», los pequeños disfrutaron de puestos como «Montañas de fuego», «Entre plumas y hullas», «Ecos del pantano», «UNA aventura marina», «El Mundo de los hongos» y «Artrópolis». 

La «Galaxia de los descubrimientos» presentó espacios como «Topoaventura», «Mateaventuras» (MUCYM), «STEM robótica y juegos», «Viajemos al espacio» y «Estacionarte». Estas actividades combinaron educación y entretenimiento al enseñar conceptos de matemática, robótica, y exploración espacial de manera lúdica e interactiva.

En el «Mundo laboratorio de los elementos», los participantes pudieron experimentar con actividades como «El Arcoíris de la química», «El Misterio de la química», «Cuidemos el agua» y el «Taller del reciclador mágico». Esta fue la oportunidad de explorar la química y el ambiente a través de experimentos prácticos y juegos educativos.

Para cerrar la jornada, el «Rincón científico» ofreció un espectáculo dinámico y participativo para dejar una huella científica en cada participante. 

“Este año quisimos incorporar una estación que llamamos En los zapatos de los científicos, en donde le dimos la oportunidad a los niños de tres escuelas, para que nos compartieran sus experiencias sobre el quehacer científico” comentó Zúñiga.

Aaron Durán Araya, tiene 11 años, y estudia sexto año  en la Escuela Manuel Francisco Carrillo. Su idea, cuenta, fue hacer un proyecto donde la tecnología ayudara a contar con un aula inteligente. “Yo descubrí que el uso de Arduinos es fascinante. Estos se utilizan como mini controladores que funcionan de acuerdo con la instrucción programada”. En el futuro, Aaron sueña con estudiar ingeniería en sistemas. 

Para Lucía Añez Zúñiga, quien cursa el quinto grado en la Escuela Adventistas Bilingüe, una de sus mayores preocupaciones es la contaminación del agua. “Yo lo que hice fue un purificador de agua, donde logra eliminar el 99% de las bacterias. Esta no es agua potable pero se puede usar para lavarse las manos, los platos o regar el jardín. 

En esta exposición también participó Samuel Herrera Zúñiga, de la Escuela de Platanares, quien cursa el tercer grado. 

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Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica