Marcos Chinchilla Montes
En su gran pickup, el conductor del vehículo 262511 ostentaba su violencia y desfachatez ante los demás.
Como si estuviera solo en la carretera, intentó colarse de manera irrespetuosa y prepotente en el embudo que se hace en el tramo que se construye en la circunvalación a la altura de Zapote. Quién manejaba un carrito azul pequeño, en el carril que le tocaba y con bastantes metros de avanzar por este, simple y sencillamente no le dio campo; el violento macho intento sacarlo de la carretera, obligarlo a que le diera campo, pero el azul se mantuvo hasta que al pickup no le quedó otra que detenerse para no pegar contra el muro de concreto.
Herido con haber sido desafiado y vencido por esa minúscula carrocería, lo adelantó por la derecha en medio de huecos y piedras y se detuvo en media carretera; desafiándolo, no dejándolo pasar, diciendo: yo soy el rey herido y merezco respeto.
A un conductor como el del vehículo 262511, debería quitársele la licencia al menos por dos años. Esas muestras de soberbia, violencia, desplante machista y desprecio por el resto de la humanidad, no deberían tolerarse en carretera.
Imagen ilustrativa tomada de: iStockPhotos.
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