Muchos jóvenes en Centroamérica desistieron de convertirse al sacerdocio, por el dogma del celibato dentro de la iglesia católica. Cambiar algunas de sus creencias y más si son categorizado dogmas, puede llevar más de un siglo en discusiones dentro de toda la estructura eclesiástica.
Recientemente una monja de la orden Franciscana, Raffaella Petrini, religiosa y profesora italiana fue convertida en la presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 1 de marzo de 2025. Fue secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano de 2021 a 2025.
En la iglesia católica, el machismo es predominante. Es la primera mujer en ocupar el cargo y una de las funcionarias de más alto rango del Vaticano.
Nos preguntamos, cuánto tiempo más pasará para que la Iglesia Católica acepte, como lo ha hecho la Iglesia Anglicana, que es natural en el ser humano tener una pareja del sexo opuesto e integrar una familia.
Las iglesias se enriquecen y elevan su calidad humana cuando integra a la mujer en toda su estructura.
Recordemos cuando a la mujer no se le permitía ubicarse en las primeras filas de asientos en la iglesia católica. Desde que eso cambió, ha habido un crecimiento en ella.
Seguro es que entre menos machismo haya dentro de la iglesia, mayor será el poder de influencia social y religiosa en ella.
Actividades culturales, talleres y música para celebrar la sororidad, la diversidad y el legado de las mujeres en la música
San José, Costa Rica – 2 de febrero de 2024 – Con el espíritu de fortalecer los lazos entre mujeres artistas y activistas, se anuncia “Tremendas Fest”, un encuentro cultural que reunirá a la agrupación colombiana Enkelé y a la costarricense Son Semillas en una serie de actividades durante el 8 y 9 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
El evento, apoyado por Karma Music en producción técnica, incluirá talleres pedagógicos, participación en la conmemorativa marcha del 8M y una rueda de tambores con las agrupaciones tamboreras hermanas Manitas Muscarinas y Tocá el Tambó.
Cultura, tambores y resistencia feminista
Enkelé, colectivo de 6 mujeres colombianas, llegará a Costa Rica para compartir su propuesta de “bailes cantaos”, una expresión afrocaribeña que desafía los roles históricos de las mujeres en la música. Por su parte, Son Semillas, quinteto de jóvenes migrantes, afrodescendientes y disidentes, presentará su nuevo tema “Salvaje”, un himno que reivindica la libertad plena de las mujeres. Juntas, buscan crear un puente entre las raíces ancestrales de ambos países y la lucha contra el machismo.
Agenda de actividades
8 de marzo
10:00 AM – Taller “Colombia también tiene tambora” (inscripción: 5000 colones).
4:00 PM – Parque Central (San José): Participación en la Marcha Autoconvocada 8M, con creación de consignas colectivas.
7:00 PM – Centro Cultural España: Concierto por la sororidad (evento previo al Tremendas Fest).
9 de marzo – TREMENDAS FEST 2025 Starview, Barrio Otoya
Valor de la entrada en preventa: ₡6mil colones. El día del evento: ₡8mil colones
Adquirir entradas con Valeria Vindas Núñez al 83512590
3:00 – 6:00 PM: Concierto principal con:
Son Semillas: Letras rebeldes y ritmos arraigados en la tradición oral.
Enkelé: Tambores y voces que honran la herencia africana.
6:30 PM – 9:00 PM: Rueda de tambores, voces y semillas : Participación especial de Tocá el Tambó y Manitas Muscarinas .
Enfoque pedagógico y comunitario
El Tremendas Fest no solo es música: es un espacio para reflexionar sobre el papel de las mujeres en la cultura. Incluirá talleres donde se compartirá conocimiento sobre el ritmo de tambora y diálogos sobre la creación artística como herramienta política y de transformación comunitaria. “Queremos que cada encuentro fortalezca los vínculos entre las mujeres que hacen música en Costa Rica”, afirma Laura Ángel, integrante de Son Semillas.
Aliados y patrocinadores
El evento cuenta con el respaldo técnico de Karma Music dirigido por María José Araya, empresa comprometida con proyectos que amplifican las voces de las mujeres en la escena nacional. Además de la colaboración del Centro Cultural España y del WILAFEST.
Contacto para medios: Laura Ángel Córdoba – Coordinadora de Prensa Correo: sonsemillasmusica@gmail.com| Tel: +506 71375150
Nota: Fotos en alta resolución y entrevistas con las artistas disponibles bajo solicitud.
Sobre Tremendas Fest: Iniciativa que visibiliza el trabajo de mujeres en la música, promoviendo la equidad de género y la pluriculturalidad. En 2025, une a Costa Rica y Colombia en un diálogo sonoro sin fronteras.
Las organizaciones de mujeres integrantes del Foro de Mujeres INAMU nos manifestamos ante los femicidios ocurridos en nuestro país.
La violencia contra las mujeres es un problema social complejo, multidimensional y multicausal que afecta a nivel nacional y hoy se refleja en la cifra alarmante de 5 femicidios en lo que va del año 2025.
Creemos urgente que como sociedad entender que el aumento de la violencia siendo que esta es una construcción social que permea toda la sociedad de diferentes formas.
Primero.Nos solidarizamos con los familiares de las víctimas de femicidio
Recordamos la necesidad que la Asamblea retome la ley de reparación integral a las personas sobrevivientes de femicidio para que pueda ser aplicada.
Segundo. Exigimos la Declaratoria de emergencia.
Según el artículo 21 de la ley de penalización los femicidios han aumentado en un 200% en esta administración y los homicidios dolosos de mujeres han aumentado en un 65% lo que nos habla que nuestro país está cayendo en una crisis profunda acompañado del aumento de la desigualdad y la precariedad de la vida donde las mujeres llevan la peor parte y se les toma como objeto y toman control de su vida y entorno.
Tercero.El Estado tiene la obligación y el deber de garantizar el bienestar y respeto a la vida de las mujeres.
Que esto ocurra requiere del compromiso de toda la institucionalidad.
Instamos a las instituciones asumir como una prioridad la generación y puesta en marcha estrategias concretas que respondan a los reclamos que por muchos años han hecho las mujereres en la búsqueda de la erradicación de la violencia contra las mujeres y una mejor calidad de vida y el respeto de la vida de las mujeres.
Cuarto.Que la Asamblea legislativa trabaje en la gestación de leyes que atiendan los nuevos aspectos que potencian la violencia hacia las mujeres -narcotráfico -trata entre otros.
Consideramos que la reducción en edad de en las relaciones impropias en el gobierno de Alvarado debe revertir y volver a la mayoría de edad.
Que se garantice el cumplimiento y la aplicación de leyes convenios y convenciones internacionales existentes que fomenten la igualdad de género.
Invitamos a las autoridades judiciales a apegarse al estricto proceso de las leyes que garanticen la integridad de las mujeres y el cumplimiento de las sanciones para el agresor.
Quinto.Invertir en el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres que trabajen en la defensa de los derechos de las mujeres.
Abordar las múltiples formas de discriminación a las que se enfrentan las mujeres a diario.
Sexto. Exigencia de servicios de atención a las mujeres víctimas de violencia
La violencia contra las mujeres no conoce horarios de oficina, por ello la atención deben ser adecuados, a tiempo y en horario 24/7 con personal sensibilizado y profesionalmente preparado.
Sétimo. Demostrar con acciones concretas el rechazo de la cultura de la violencia en todas sus odiosas formas.
Fortalecer una práctica de comunicación asertiva con mensajes que no normalicen la violencia, sin exaltación de la misoginia, ni utilice gestos, desde los medios de difusión masivas, estructuras gobierno y otras instancias.
Octavo. Crear y/o fortalecer estrategias para abordar la violencia machista y patriarcal.
La violencia machista y patriarcal es parte de una construcción social que permea toda la sociedad. Trabajar para deconstruirla debe ser una tarea permanente como la solución a un problema que solo genera más dolor y sufrimiento.
Noveno.Impulsar campañas permanentes y visibles para sensibilizar a la sociedad sobre la violencia hacia las mujeres.
Las campañas deben estar orientas a que la población reconozca que el uso de la violencia es una forma de control de la vida de las mujeres y puede causar daños irreparables en las personas que las sufren y es un flagelo para toda la sociedad.
Decimo. Trabajar desde toda la sociedad para construir un futuro mejor.
La lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y lograr una sociedad más justa, reconstruida desde la formación desde los años preescolares promoviendo y motivando espacios para aprender a escuchar y creer en los relatos de las sobrevivientes.
Enseñar a las próximas generaciones sobre los impactos de la violencia machista y patriarcal, reconocer rasgos patológicos de la persona violenta para que sepan reconocerlos y que se alejen de ellos y no terminen engrosando la lista victimarios y victimas de femicidio.
Por último.
Invitamos a los formadores de los y las comunicadoras, a los y las comunicadoras y a toda la sociedad a conocer sobre los principios del feminismo y su posición política, económica y cultural para que entiendan que su objetivo es generar conciencia y condiciones para la transformación de relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas y eliminar cualquier forma de violencia contra las mujeres, la mitad de la población del país, en los ámbito públicos y privados, incluida la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación. El feminismo nunca ha Matado a nadie, el machismo sí.
Instamos a la población a unirse en un movimiento contra el femicidio, que es la lucha permanente del feminismo, que busca poner en evidencia, discutir y proponer las distintas manifestaciones de las violencias, no solo aquellas que son evidentes, no solo el femicidio, sino también aquellas otras violencias cotidianas que son las que permiten el avance de las violencia que terminan en femicidio, como las otras manifestaciones de violencia que hemos visto en los últimos años hacia niñez, juventud, personas con discapacidad y personas mayores, poblaciones vulnerabilizadas como efecto de lo que estamos viviendo.
PREVENCIÓN ES LA ÚNICA MANERA DE DETENER LA VIOLENIA ANTES INCLUSO DE FEMICIDIO.
Ante los lamentables hechos de violencia contra mujeres vinculados a sus parejas sentimentales, la Defensoría de los Habitantes pide respeto por las víctimas y sus familiares. Sin lugar a dudas, este tipo de violencia debe ser objeto de discusión e indignación a viva voz, como reproche ante conductas que reproducen patrones machistas en donde la mujer es una posesión del perpetrador y creen tener la potestad de su vida o de su muerte.
El año pasado, 82 mujeres murieron en forma violenta, delitos de los cuales 26 ya han sido reconocidos como femicidios y 40 faltan por clasificar, es decir, asesinatos por su condición de género en manos de sus esposos o compañeros sentimentales. Según datos del Observatorio de Igualad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, en el año 2023 un total de 11 muertes violentas de mujeres por razón de género ocurren cada día en la región. Decimos que, por su condición de género, porque precisamente por el hecho de ser mujeres, sus parejas las consideran de su propiedad y ante diferentes circunstancias en sus relaciones, se atribuyen el poder de disponer de ellas a tal punto de quitarles la vida, incluso en frente de sus propios hijos e hijas. Esto no tiene otro nombre y, ocultarlo o disimularlo, no hace más que fortalecer tal modelo patriarcal que aún prevalece en nuestra sociedad.
A nivel del sistema institucional, Costa Rica cuenta con un importante conjunto de herramientas jurídicas para atender y prevenir la violencia de género; sin embargo, la cuestión preventiva está dejando que desear y esta labor no es solo del Estado, sino de toda la sociedad.
Se trata de una cuestión cultural. Una sociedad que normaliza la violencia en todas sus formas y ámbitos, fomenta el caldo de cultivo para someter aún más a los grupos vulnerabilizados, entre ellos, históricamente a las mujeres.
El femicidio es la máxima expresión de violencia contra las mujeres, pero previo a este, el maltrato verbal, la discriminación, la misoginia, los golpes, la violencia sexual, la violencia económica, la discriminación laboral, el acoso y el menosprecio, entre otras vejaciones, son violencia por razón de género, todas las cuales deben ser visibilizadas, atendidas y sancionadas.
La educación en el hogar, la comunidad y, por supuesto, el centro educativo, es la clave para que podamos revertir ese patrón, pero lamentablemente, tal factor de protección, cada día se reduce y debilita, para muestra, incluso las últimas decisiones gubernamentales, así como las muertes violentas cuya noticia escuchamos cada mañana.
Esta violencia se reafirma con manifestaciones de menosprecio a las víctimas y sus familiares, cualesquiera sean las circunstancias de las relaciones de éstas con el femicida. Si es joven, si es mayor, si tiene estudios, si no los tiene, si es o no de recursos económicos, todos estos son elementos que no justifican bajo ningún motivo el quitar una vida, o dos, cuando hay un embarazo de por medio.
Ya no es solo empatía y respeto, es posicionamiento claro en contra de la violencia hacia las mujeres, lo que debe ser nuestra reacción social ante estos hechos. Todas las personas y, con mayor razón quienes tienen canales de difusión de cualquier índole, debemos señalar, rechazar y reprochar la violencia en donde corresponde, sea en el perpetrador. Intentar trasladar culpas hacia las víctimas o sus familias, nos hace cómplices de una realidad que no puede ser tolerada más.
Este 25 de noviembre a las 5:00 p.m. en el Parque Central de San José se estará dando la Gran Marcha Nacional del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
La marcha está organizada por diversas organizaciones universitarias, activistas e independientes.
Le invitamos a participar de esta marcha, y hacer que se escuchen sus voces: ¡Basta de violencia machista en Costa Rica! ¡Ni una menos! ¡Emergencia ya!
Nos encontramos consternadas y profundamente indignadas por otro caso de femicidio en Santiago de Palmares. Con gran pesar, informamos que Floribeth Monge Anchía, una mujer valiosa y querida por su comunidad, ha sido víctima de esta violencia intolerable.
Este feminicidio no es un caso aislado, sino parte de una trágica tendencia que continúa cobrando vidas de mujeres en nuestra sociedad. Es un doloroso recordatorio de la urgencia de tomar medidas efectivas para prevenir y erradicar la violencia de género.
Llamamos a la acción
Exigimos que las autoridades competentes investiguen este caso a fondo y que se haga justicia de manera expedita. Es crucial que los responsables de este crimen sean identificados, capturados y juzgados conforme a la ley.
Instamos al Estado a asumir su responsabilidad en la protección de las mujeres y en la implementación de políticas públicas efectivas para prevenir la violencia de género. No podemos permitir que más mujeres sean víctimas de esta violencia brutal y sistemática.
Extendemos nuestro más profundo apoyo y solidaridad a la familia y amigos de Floribeth,. Es hora de actuar de manera decisiva y urgente. No podemos tolerar más pérdidas de vidas humanas debidas a la violencia de género.
Instamos a la comunidad a no permanecer en silencio frente a estas injusticias. La violencia contra las mujeres no puede ser tolerada ni normalizada.
Nos comprometemos a seguir luchando por un cambio real y tangible en nuestras comunidades. Este feminicidio nos duele profundamente y nos impulsa a redoblar nuestros esfuerzos en la lucha contra la violencia de género.
Justicia para Floribeth y para todas las mujeres que han perdido la vida debido a la violencia de género. No descansaremos hasta lograr un mundo donde todas las personas puedan vivir libres del miedo.
Enid Cruz Ramírez Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo
Ocurrió hace unos cuantos años, en el 2019 para ser exacto. Me topé de manera accidental con el programa radial de una conocida periodista. Se supone que estaban haciendo la despedida al Mes del Hombre (sic). Era el último programa del mes dedicado al género masculino supongo yo.
En días pasados algunos amigos jocosamente habían enviado un meme de un hombre abrazándose a sí mismo y decía, te felicitamos en este día porque posiblemente ninguna amiga lo vaya a hacer hoy. Era sólo un chiste, por supuesto, pero resultó así, con alguna excepción.
El punto es que, en dicho programa, que se celebraba supongo yo, en homenaje al hombre, y por supuesto para generar reflexión sobre temas de masculinidad, se concentró en analizar el dramático testimonio de una señora, que hablaba del maltrato recibido por su esposo. El programa se volvió un poco lacrimoso y además cargado de referencias al machismo, a la agresión de los hombres y a los hombres tóxicos.
Honestamente me alegré mucho de que sólo un “mes del hombre” haya en el año. Aunque este tema y este tipo de tratamiento es recurrente todos los días. Por otra parte, pensé que la referencia a los hombres agresores y los testimonios de este tipo son usuales durante las efemérides femeninas. Pero me pareció bastante curioso y poco creativo terminar el mes del hombre con el mismo abordaje.
Y es que el punto es el siguiente: no dudo, ni yo, ni otras personas, hombres y mujeres, que el tema de la violencia de género es sumamente grave y debe ser atendido, y el femicidio, erradicado. De lo que no estoy seguro es que la forma de abordar el tema de la masculinidad, del género hombre, de la mujer, o de la relación hombre-mujer, deba ser siempre la misma. Ni siquiera estoy seguro de que los temas de violencia deban ser los que eclipsen toda la rica gama de posibilidades temáticas y realizaciones del vínculo hombre mujer.
Pero hay algo más que me preocupa. ¿En qué momento ser hombres se convirtió en sinónimo de femicida o de agresor? ¿En qué momento la agresión como tema pasó a ser esa la única faceta de la masculinidad, y del aporte que damos a la familia y a la sociedad?
Como persona y como hombre, me rehúso a tener que cargar con la culpa de los femicidas. Ni siquiera con la responsabilidad del patriarcado como fenómeno histórico. Ni con las agresiones reales o imaginadas de mi padre, ni mis abuelos. Simple y sencillamente no me reconozco en ese estereotipo.
Pienso que soy parte de una generación que, por las razones que sea, ha empezado a cambiar de ruta. Nos ha tocado, a veces con mucha incertidumbre y mucho dolor existencial, y mucha agresión de la que nadie habla, dar un cambio en nuestra conducta. Las más de las veces sin ninguna orientación, más allá que la experiencia misma, ensayo-error. No ha sido fácil, y estamos en ello. Y no espero ningún reconocimiento para esta generación de hombres en proceso de cambio. A esos hombres en transición uno los ve todos los días con sus niños y niñas de la mano, cambiando pañales, haciendo oficios domésticos, siendo compañeros de sus compañeras. Pero es curioso, los discursos anti-hombre provenientes de la institucionalidad y desde la prensa, y cierto sector profesional, no los ha descubierto aún en su histórico proceso existencial de cambio.
Mas, sin embargo, experimentamos a diario una descarga brutal, emocional, visceral, en contra de todo el género masculino, al que somos acreedores por el solo hecho de haber nacido hombres. Como decía arriba, no me siento responsable ni portador de la responsabilidad o de los actos de todos los hombres que me precedieron. Yo no soy responsable del patriarcado, ni del machismo histórico, ni mis congéneres contemporáneos tampoco.
Y es que algo no anda bien, cuando cada vez que encendés la radio o la tv, te encontrás con programas que repiten casi que por moda (en sentido estadístico), la misma bofetada indiscriminada, que no va al agresor, sino a todos los congéneres masculinos. Recientemente me decía un amigo que participa en colectivos sociales donde hay gran presencia de muchachas vinculadas a grupos activistas en temas de género, acerca de lo mucho que le cuesta expresar sus reflexiones y posiciones, solamente por el hecho de ser hombre. Y es que, cuando no podés expresarte y discrepar sin exponerte a un ataque indiscriminado y a mansalva, fundamentalmente por el hecho de ser hombre, algo está ocurriendo, lo mismo que cuando no podés expresarte sólo por ser mujer, y eso lo entendemos también. Y es que estamos pasando a la misma realidad enfermiza e injusta, de la que estamos pretendiendo salir, solo que invirtiendo el signo.
Igual que en el esquema anterior, donde la institucionalidad, la convención y el sentido común, defendía al varón en contra de la mujer, estamos pasando a un esquema de inequidad inversa, donde hay una institucionalidad y un sentido común, que defiende a la mujer y pone en situación de injusticia y desventaja al hombre, por el solo hecho de serlo. Que lo digan los padres de familia que luchan porque injustamente se les impide ver a sus hijos, a veces tan solo por el capricho de alguien.
En algún momento me tocó llegar a hacer fila en el Patronato Nacional para plantear un tema relacionado con el bienestar de mi hijo y encontrarme con el rostro de personas, ante las cuales, yo era sospechoso de algo, cuando no culpable ad-portas, solamente por el hecho de ser hombre, casi que sin haberme escuchado.
He tenido guardadas estas reflexiones posiblemente desde el 2019. Hoy me animé a sacarlas a la luz, porque alguien me mandó un “saludo del día del hombre”. Fue una querida amiga, pero me envía un texto donde dice: “Feliz día del hombre, porque no todos los hombres son iguales, existen hombres buenos”.
Bueno, yo por mi parte agradezco mucho la “deferencia”, pero no me identifico con la “diferencia”. Soy hombre, igual a todos. Pertenezco al género humano. Estoy en proceso de aprendizaje y evolución. Y esperaría que ustedes, mujeres, gays, lesbianas, TAMBIÉN.
Se trata de una lucha colectiva por la convivencia y el amor. Se trata crear un mundo mejor para todos, con esperanza. Ahí estarán nuestros hijos e hijas, y no podrán nacer marcados con ningún tipo de culpabilidad, ni por su género, ni por su orientación. Nunca más.
Sí entendido esto alguien me dice, feliz día del hombre, acepto y doy las gracias.
¡Feliz día para todos y todas!
Publicado en Facebook y compartido con SURCOS por el autor.
Debo de reconocer que luego de la alharaca de vestimentas rosa relacionadas con el lanzamiento de la película Barbie, tanto en Costa Rica como a nivel internacional, no tenía la menor expectativa sobre los alcances de la misma.
La primera advertencia vino de parte de una de mis sobrinas, quién haciendo un resumen de la misma, trajo a colación los conceptos de machismo, patriarcado y misoginia; todo un logro comprensivo para una chica de quince años, formada toda su vida en centros educativos de naturaleza católica, y para rematar, viviendo en una sociedad que privilegia valores conservadores que cosifican y discriminan a la mujer.
El empujón definitivo para verla lo encontré en un video que me llegó por Whatsapp, en el cual una mujer del movimiento profamilia atacaba la película, y aducía que la misma procuraba destruir los valores de la familia tradicional.
Barbie plantea una ficción temporal y espacial que se enfrenta de manera violenta en varios planos con la realidad en la que nos desenvolvemos. En primera instancia, encontramos una sociedad material, perfectamente organizada alrededor de la protagonista, y en la cual dominan las mujeres hermosas y estilizadas, con una organización social superficial, inamovible, repetible todos los días.
En contraposición a ese escenario, el acercamiento de Ken a la sociedad humana, le hace copiar y disfrutar de los “mejores valores” del patriarcado, para imponerlos en Barbieland, mediante un supuesto proceso democrático (dicho sea de paso, manipulado) que terminaría beneficiando a los machos.
Barbie, la película, coquetea con algunas explicaciones y posibles soluciones al nefasto patriarcado, incluso hace una velada crítica a la sociedad capitalista norteamericana. Aunque, es insuficiente en explicaciones (léase a Simone de Beauvoir, Rita Segato o Judith Butler) hay que reconocer que para ser una comedia de cuño hollywoodense, se toma algunas libertades políticas de mal gusto para algunos de los sectores más conservadores: la mujer dueña de su cuerpo, de sus afectos, de sus proyectos personales, de su capacidad organizativa.
Barbie, la película, habría sido imposible en nuestras sociedades hace unos 15 o 20 años, lo que hace alusión a los limitados, pero decididos avances que el movimiento femenino ha venido alcanzado, pero que en cualquier momento pueden ser cercenados como de hecho ya ocurre en El Salvador, Estados Unidos de América o Polonia.
Tengo la sospecha que a diferencia del capítulo titulado “Lisa contra la Baby Malibú” (Los Simpson, 1994, quinta temporada), en el cual solo una niña aprovechaba el trabajo crítico de Lisa, esta producción cinematográfica influirá de manera positiva en millones de mujeres y varones, deconstruyendo así prácticas nocivas para el desarrollo de la humanidad. Sobre el particular, en 1992 Gabriel García Márquez externó una idea que tiene plena vigencia: “Lo único realmente nuevo que podría intentarse para salvar la humanidad en el siglo XXI es que las mujeres asuman el manejo del mundo (…) Sería, por primera vez en la historia, una mutación esencial del género humano (…) Pero, aunque solo fuera por eso, la inversión de poderes es de vida o muerte”.
Al final de la comedia, en esas reservas que permite la ficción, me encantó que Barbie, la muñeca, se convirtiera en una humana imperfecta, y que, de paso, se decantara por ser una chancletuda; el pensamiento crítico en plena construcción, tan necesario en una sociedad en que se exaltan la discriminación, el odio, la exclusión social, el individualismo, y el nefasto neo fascismo que ya toca a nuestras puertas.
Comunicado del Observatorio de Medios de Comunicación y Género (GEMA)
Costa Rica a la deriva… Se gestiona por la vía del oportunismo
Desafortunadas declaraciones (a Telediario canal 8) por parte del jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, sobre la búsqueda del financiamiento para la ruta 27 ponen en evidencia el oportunismo, el machismo, el desconocimiento, la falta de criterio y sensatez de la administración actual. Acomodando (una vez más) las circunstancias para obtener provecho y beneficio, pero obviando principios éticos relevantes que benefician la colectividad.
El jerarca de uno de los ministerios cruciales en el desarrollo del país, trátese de transportes público y privado, construcción, ampliación y mantenimiento de carreteras y vías, actividad portuaria, obra pública, entre otras funciones derivadas por ley, se refiere a las contrataciones públicas comparándolas como cuando se “busca novia, pero hay varias intenciones”.
Para no violentar de nuevo la dignidad de las mujeres que representan la mitad de la ciudadanía, y son sujetas de derecho a una vida libre de discriminación y violencia; no vamos a reproducir su censurable mensaje, en el que compara el oportunismo de su gestión, con el comportamiento patriarcal que “cosifica” a las mujeres colocándolas como productos de elección y consumo.
El país paga 5,3 millones de colones por minuto por concepto de intereses por préstamos a entidades internacionales. Estamos viviendo el año más violento de la historia en Costa Rica (solo hablando de crímenes). Se ha recrudecido la ola de violencia contra mujeres y niñas. Las mujeres siguen desempleadas, la salud pública peligra y vemos como se fortalecen nuevas formas de violencia y exclusión.
Este país apunta a la deriva con esta administración, y la ciudadanía amanece cada día con nuevas y más desagradables formas en las que se instrumentaliza el socavamiento de la institucionalidad pública. Son muchos temas que merecen discusión, pero no podemos permitir, que un jerarca se refiera a las mujeres de forma misógina como si fueran golosina o premio. Es inaceptable.
Las autoridades de gobierno y órganos de control deben exigir una disculpa pública y su renuncia por tratarse de una forma irrespetuosa de validar la relación con las mujeres, haciendo uso del oportunismo, en un contexto absolutamente machista.
Solicitamos a las señoras y señores del Consejo de Gobierno, que empiecen un procedimiento disciplinario contra un ministro, que no sólo no sabe hacer su gestión mediante procesos planificados y ordenados, si no que compara su oportunismo como el de un coqueteo machista y depredador.