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En homenaje a la derrota final del heroico pueblo palestino

En homenaje a la derrota final del heroico pueblo palestino.
Acuerdo de paz EE. UU. – Israel. sobre Palestina
Tin Libertad
Octubre del 2025

Martín Murillo

Ana Frank. El diario de Palestina. Trilogía de un genocidio
Poema uno.

De tu furtivo diario, al relato que replica tu holocausto

Pequeña Ana, niña de la guerra, niña de la historia,
botas fratricidas sepultaron tu fresca existencia,
niña quinceañera, sumida bajo el holocausto sátrapa
que cerró tus ojitos desde el tifus del exterminio.

Fue tu relato escrito con llanto, dolor y sufrimiento,
memoria plena de inocentes incontables promisorias vidas
desgarradas por alambras, púas, crueles ardorosos hornos
del sacrificio total. Feroces chimeneas. Testigos silentes…

Ana, Anita, niña de la guerra, diste tu vida, tu valentía
en aterradora resistencia al genocidio que borraba tu
estirpe desde el despiadado sacrificar de tu linaje
Hombres y mujeres, infantes y ancianos masacrados.

Mas, no bastó tu diario, agónico registro de dolorosas
memorias, para saldar la sed de poder a sangre y fuego;
Hoy, parte de tu estirpe despliega su lacerante genocidio.
Ana Frank. Un diario de holocausto que traza Palestina.

 

Ana Frank. El diario de Palestina. Trilogía de un genocidio

Poema dos.

De tu furtivo diario, al desgarrador escribir de su réplica

Te pienso Ana, escondida en la derruida fría bohardilla,
me derrumba saberte atorada en el descarnante desván
cuando rugientes tacones anunciaban repentinos asaltos
de los perros del Reichstag en pos de la brutal aprehensión.

Cuando después de miles y miles de estoicos heroísmos
rescatabas tu vida, la de los tuyos, una, y otra y otra vez.
tu respiración en vilo, tu surgir del pavor de los cruentos
escombros, en el destellante aniquilar del bombardeo.

Pero Ana, hoy, los tuyos, los que más allá de vos, de tu vida
flamean soberbias insolentes banderas del azul sionismo,
hacen cruzar las orugas de modernos asesinos panzer;
escuelas, hospitales, hogares. Fieros escombros de muerte.

¿Qué se hizo tu diario? ¿Por qué los descendientes de
tu dolor, olvidaron tus trazos de memoria y resistencia?
¿Por qué avanzan rampantes convocando muerte, dolor
metiendo el ruido poderoso de pertrechos, obuses…

 

Ana Frank. El diario de Palestina. Trilogía de un genocidio

Poema tres.

De tu furtivo diario, al narrar del holocausto palestino

Pequeña Ana, niña de la guerra, niña de la historia,
niña de las ciudades destruidas, tortuosas cenizas,
escombros sinestros de fuego, llanto, roja viva sangre.
Ana Frank, ¿conociste los olivares de la meseta palestina?

Ana, niña del holocausto, memoria viva, dolor brutal,
¿podrías escribir hoy, el diario de la sangrante Palestina?
¿Rasgarían tus temblorosas manos de nuevo el firme trazo
de tu sufrir en el lienzo confidente de la tragedia palestina?

Ana, ya no quedan edificios, ni casas ni calles ni hogares.
Ya no existen ni bohardillas, ni desvanes, ni sótanos de vida.
Las crudas botas han segado la ciudad, el campo, todo espacio.
No hay veredas vivas, como muertos yacen los tiernos olivos.

Niña quinceañera, mártir judía del ario exterminio, asqueroso,
no podemos olvidarte, no podemos callar las letras de tu diario.
Mas, sobre todo, no podemos dejar de escribir tu nuevo registro.
Ana Frank. El diario de la agonizante heroica patria, Palestina.

En homenaje a la derrota final del heroico pueblo palestino.
Acuerdo de paz EE. UU. – Israel, sobre Palestina
Tin Libertad
Octubre del 2025
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cultura, Martín Murillo, Palestina, poesía