Fútbol y Política: una reflexión filosófica provisional

Jiddu Rojas Jiménez

1) El fútbol profesional como cualquier actividad comercial en nuestra sociedad, está capturado por el Mercado. Y eso no puede ser excepción en Costa Rica.

Esta determinación, está agravada por nuestras cuestionadas dirigencias de clubes, en un país periférico y dependiente, y sin una cultura sana deportiva, y con políticas institucionales deportivas carenciales.

Sin duda todo eso es cierto.

2) Muy posiblemente, además, la ‘cultura futbolera’, reproduzca como muchas otras actividades humanas, sesgos propios del Patriarcado, o de las diferentes asimetrías sociales, propias de una sociedad de clases.

Estamos claros.

En Costa Rica como en América Latina, además, es parte constituyente de nuestra identidad cultural contemporánea. Aclaro, en términos conceptuales relacionales y no ‘esencialistas’.

Y por esto eso la Final del Campeonato de Fútbol Nacional es un evento masificado. Eso es un dato sociológico.

Hasta aquí coincido con algunos y algunas.

3) Dicho lo anterior, es una soberana pedantería y una majadería, tener que soportar dizque opinando a un sector de nuestra Izquierda local y a un Progresismo, que se creen impolutos, angelicales, como sin cuerpo y sin deseo, «almas bellas», contemplativos, transparentes, pero «transparente» con vocación de policía moral. Y esto, en mi opinión, es peligrosísimo políticamente.

4) Lo señalo con contundencia, no sólo porque me parece una especie de opción estética elitista y ‘snobista’, ante la vida cotidiana.

Sino porque además, es políticamente reaccionario y nos aísla de las vivencias populares y de la cotidianidad popular.

Es una apuesta peligrosa y llorona por una izquierda todavía más marginal.

Caute, Spinoza dixit.

5) Por cierto, ‘popular’ no es ‘populista’. Lo Popular no es sinónimo de chabacano, de machista, de inculto, o de poca Ilustración, o de mal gusto. Recomiendo releer a José Luis Najenson en el tema de Cultura Popular y a la llamada corriente conceptual «subjetivista» de los teóricos de las culturas populares y su Hermenéutica.

Revisemos su texto clásico «Cultura, ideología y nación en América Latina» (UNAM, 1981).

6) «Popular» entonces es lo que ayuda, lo que construye identidad, lo que acompaña e inspira, lo que en plano simbólico constituye, lo que nos provoca a hacer consciencia-para-sí (O sea con proyecto humano con autoconciencia).

Eso es popular.

7) Por eso Silvio Rodríguez, o Rubén Blades, o Peter Gabriel, Pink Floyd, o The Clash, o The Beatles, o los Festivales de Poesía, o Roberto Arlt, o Beethoven o Diego de Rivera, o hasta Picasso y Remedios Varo, pueden ser ‘populares’.

Depende del contexto comunicativo obviamente y de nuestra resignificación.

¡Porque ‘Lo Popular’ tampoco es sinónimo de ‘Pop’!

Tampoco significa que todo lo popular sea sinónimo de contestario. No necesariamente.

Y tampoco significa jamás, jamás, que haya desvalorizar a las Vanguardias Artísticas. (Al contrario, personalmente las prefiero).

Son temas estéticos y culturales diferentes, con sus particularidades socio-históricas, sus propios lenguajes y técnicas, y sus complejos mundos simbólicos interiores.

8) Pero así también serían populares, Diego Maradona, el Doctor Sócrates y el Corinthians durante la Dictadura militar de Brasil, Jürgen Klopp, el Rayo Vallecano (de Vallecas obvio), Alejandro Morera Soto, Mario Balotelli, el Atlético de Bilbao, el Boca Juniors, e incluso alguna vez, el Bar¢a, La Libertad, o el Orión.

Por eso mismo, el Real Madrid aún con nuestro Keylor o la Lazio en Roma, o River Plate, o Pelé pesa a su extracción popular, son equipos y referentes de masas, y seguidos por millones de pobres, pero difícilmente puedan ser equipos o referentes de vocación popular -liberadora. Pero esto no está escrito en piedra.

9) Y por favor, atención, no quisiera pontificar… ¿Quién o qué es «popular» y quién o qué no?

Suena a falsa oposición e innecesaria dicotomía. Suena a peligroso discurso edificante.

Mejor pongamos el ejemplo político concreto (no «politicista») del famoso equipo del Real Madrid.

El equipo preferido de la Dictadura de Franco y de la derecha de Madrid y del Españolismo matón.

¿Ustedes creen que la nueva izquierda española, Podemos de Pablo Iglesias, o Más Madrid de Errejón (no se diga el PSOE) renuncian a apoyar a su Selección Nacional de Fútbol (aún y cuando usa esa bandera Franquista y monárquica, y no la Tricolor de la República), o que en el caso de Errejón renuncia a apoyar al Real Madrid, su ciudad natal y la de su Padre, militante torturado por el Franquismo? Nunca. Son madrileños.

I.Errejón incluso disputa y resignifica en público el fútbol del Real Madrid. ¡Autenticidad y estrategia política!

10) A ‘contrario sensu’, el Atlético de Madrid, equipo rival madrileño de extracción más popular, conocido como «Los Colchoneros «, tuvo a un corrupto dirigente populista de extrema derecha como Jesús Gil Gil, muerto en el 2004. Mientras, Joaquín Sabinas le sigue cantando a su equipo de juventud, pero nunca dejó de ridiculizarle…

Lo mismo Macri, un Neoliberal de derechas, que fue el Presidente del Boca Juniors, fundado por obreros y anarquistas. Claro, es un insulto a las luchas obreras y populares de Buenos Aires y Argentina. ¿Y?

Pero bueno, así es la industria cultural de masas, le guste T. Adorno o a W. Benjamín.

11) Sigo con otro maravilloso ejemplo nuestro: Me dijeron que lo mismo que el finado compañero José Merino, ex diputado de izquierdas costarricense, nacido en España, y que era un gran fan del Real Madrid.

Desde luego, reconocemos que una institución deportiva tan importante (como esos súper clubes), son un campo de goce, de disfrute y de disputa simbólica en la tensión de la vida cotidiana; pero no se le pueden regalar al enemigo, menos fundamentado en prejuicios o ‘principismos’ ingenuos.

12) Otro testimonio histórico tico:

Cuando hace muchas décadas un dirigente comunista de línea «dura» (o sea enemigo de Manuel Mora Valverde) increpó a un adolescente comunista sólo por ir con Saprissa (sic), diciéndole:

—»¿Cómo apoya Usted a un Equipo que es contratado como distraccionismo al proletariado en plena Huelga Bananera y es llevado a la Zona Sur por la patronal?»

La Respuesta del niño comunista hijo de un gran Dirigente, fue muy sabia y dijo más o menos así:

—»Diay porque el Enemigo de clase, la Patronal Bananera, es muy astuta a diferencia suya, y si llevan a Heredia (su equipo) pues ningún obrero va al partido y todos irían a Huelga…»

13) Excursus sobre la estética y lo popular:

Advertimos que tampoco significa que el “creador” tenga la obligación de componer, de escribir, o de pintar, o de filosofar ni para las masas (obviamente), ni para alguna causa política, ni siquiera para su comunidad o su lugar social.

Cada creador/a no está obligado a nada, salvo su propia autenticidad y al rigor de la técnica escogida (si le da la gana). Su entorno y sus pares juzgarán su producción, y sino la historia lo hará.

Además si alguien no le gusta el fútbol, como a millones de personas, pues eso no lo demerita políticamente, ni culturalmente, ni puede ser sinónimo de ningún carácter elitista ‘per se’, etc.

En China Popular el Campeonato de Ping Pong debe ser más popular que el de Fútbol.

Y en Cuba lo es el Béisbol. Igual en República Dominicana, Puerto Rico, y antes en Nicaragua y Panamá. Todos países invadidos o agredidos por las Tropas Norteamericanas. Sumo Venezuela igualmente.

Y en Pakistán el deporte nacional oficial es el Hockey sobre Césped pero igual que en la India, el Cricket es el más popular. Todas invenciones coloniales inglesas.

En Estados Unidos ni se diga, Fútbol Americano (que no llega a Rugby), Baloncesto, Béisbol, etc.

En los países nórdicos deportes de invierno, es lógico, etc.

Estamos claros.

Todo esto resultan ‘verdades de Perogrullo’, pero es necesario verbalizarlas para ‘cuidarnos en salud’.

14) Dicho lo anterior, prosigo con el tema inicial:

Y el Fútbol, y no sólo en Costa Rica y América Latina, sino que muchos los pueblos del Mundo, devino en el juego de masas y el deporte popular por excelencia. De ahí su necesaria cooptación por el feroz Mercado. Es una economía de miles de millones de dólares.

Ni hablar de la llamada Guerra del Fútbol entre Honduras y El Salvador en 1969 con asesores militares norteamericanos en ambos lados, o de las atrocidades perpetradas por la Dictadura Argentina durante el Mundial de 1978. Etc.

Por esto mismo, lo han convertido en una subcultura de ‘masas’, con multimillonarias instituciones comerciales diseñadas como parte de la gran industria cultural de masas global. Obviamente.

15) Porque aclaramos, ‘Pueblo Social’ y ‘Pueblo Político’, como categorías de análisis social, no significan masas con consciencia-en- sí nada más… Es decir regozadas en su habitual brutalidad asignada por las clases dominantes. (Y claro dónde el Fútbol ha cumplido un papel alienante). Popular no es el obrero que llega sobrexplotado, con ganas de intoxicarse y que explota agrediendo a su compañera e hijos. Eso no es Pueblo Político, ni cultura popular, ni resistencia, sino todo lo contrario.

16) Nota de Filosofía Política: Esas categorías son tomadas de Helio Gallardo, inspirado según escribe, en la «Segunda Declaración de la Habana» de 1962, pero a mi juicio donde Helio reformula a su vez las categorías de «Consciencia de clases en sí» versus «Consciencia para sí» de Gyorgy Lukács (György Lukács IL) en su famoso artículo, «¿Qué es Marxismo Ortodoxo?» compilado en su libro «Historia y Consciencia de Clase» (1975) [1923]. Barcelona: Ed. Grijalbo.

También Sartre en su célebre texto de difusión «El Existencialismo es un Humanismo», las utiliza esas categorías en un sentido más universal. Lo cito porque al parecer, fue una temprana influencia en el maestro Gallardo.

Al revés, son colectivos, a veces hasta fuerzas sociales, en proceso de dejar de ser «masas», y autoconstruyéndose como sujetos sociales.

O sea, masas dejando de ser ‘masas’, y asomándose a soñar con su autodeterminación.

17) Obviamente, por todo lo anterior, la «cultura del fútbol» y sus dirigencias comerciales, nacionales e internacionales, será manipuladas o responden directamente a diferentes intereses comerciales, políticos, culturales, etc. Así suele pasar, y es un tema estructural. (Tampoco debe sonar a una justificación pasiva de lo injustificable).

En el mejor de los casos, el fútbol comercial, pues se limita a reproducir por la misma inercia estructural, la violencia simbólica de una sociedad clasista, racista, sexista, etc.

Debemos lidiar con este amargo dato.

Nada nuevo bajo el Sol.

18) Ahora, una izquierda realmente amplia, democrática, ciudadana, moderna, y que no renuncie a la consigna de una Patria Inclusiva (Matria), debería entender, que por lo tanto, el fútbol es un campo de batalla semiótico, cultural y político (de construcción de lo popular-para – sí), y que no se debe regalar a los sectores dominantes, a las dirigencias comerciales de Clubes, o a los medios que lucran con la pasión popular, y a las mafias del fútbol local e internacional.

Más Táctica y Estrategia. Pero además no cae mal ensuciarse de pueblo un poco más…

Ya la Pandemia es suficientemente dura, para agregarle el Sectarismo y más falta de alegría.

Por lo demás, no pretendo cerrar el tema, ni mucho menos, pero si señalar ciertos ‘mecanicismos’ disfrazados de pedantería.

En fin, bienvenido el debate racional y dialógico, más allá de la típica (justa y necesaria) ‘chota futbolera’. Y por supuesto, nuestro Fútbol profesional, necesita una urgente Reforma integral. Lo del ex- directivo nacional, detenido en tierras imperiales, Eduardo Li, por ejemplo, no debe jamás poder repetirse. Pero sería el comienzo apenas…

En fin, escuchemos más las necesidades simbólicas y culturales y existenciales, de nuestros sectores populares.

¡No se regala la identidad popular!

¡Se disputa! ¡Se resignifica!

Gracias, mi opinión fraternal.

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