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Los colores socialistas del diputado Dragos Dolanescu

Vladimir de la Cruz

El diputado Dragos Dolanescu Valenciano ha venido haciendo gala de su ignorancia, de su falta de conocimiento, de su estupidez, de lo tonto que es, en tanto le falta inteligencia, que lo hace parecer un idiota o imbécil, y de gran falta de entendimiento básico en educación y cultura general, y de cultura política en particular, por la forma como se expresa en su Facebook, en el salón Plenario de la Asamblea Legislativa, en sus opiniones dadas a periodistas.

Como tonto que se exhibe hace gala de su escasa inteligencia, de su poca capacidad de comprensión, de su reducida razón, de su falta de inteligencia emocional política.

Es un retrasado mental político, esto es, que no está al día, que no está actualizado, en los conceptos, en los términos, en el lenguaje correcto para calificar o referirse a determinados fenómenos sociales y políticos, que se ha quedado con estereotipos rancios, desactualizados, o lo que es peor, que trata de activarlos en escenarios y contextos que no son los actuales, y por ello suenan desfasados, provocándose un daño a sí mismo por lo que dice, que ha de ser incomprensible para él mismo. Decía Montaige que lo más grave de decir las estupideces, partiendo que cualquier persona las puede decir con libertad, es decirlas con énfasis, como hace el Diputado Dolanescu. El mismo Albert Einstein decía que para él solo había dos cosas infinitas, el universo y la estupidez, y en este caso parece que la estupidez que adorna al diputado es más que infinita. Por eso cuando el diputado Dolanescu atiende con sus respuestas, o por sus propias intervenciones, ciertos temas, pareciera no emitir palabras, pareciera que está rebuznando, lo que es propio de los burros, que emiten sonidos desagradables.

Hay quienes han establecido tres tipos de estupidez, o que se manifiesta en tres grados. El de la Ignorancia-Confianza, que es el que se considera más alto grado de estupidez, cuando quien la realiza lo hace asumiendo situaciones de riesgo, de cualquier tipo que sea, como esta crítica y las que le han llovido a propósito de sus comentarios, careciendo de habilidad, destreza o conocimiento para resolverlas, siendo consciente de las propias consecuencias de lo que producen. Está el nivel de la Falta de Control, que es un grado medio de estupidez, que se manifiesta cuando su comportamiento, en este campo, es obsesivo compulsivo sin capacidad de autocontrol, que es lo que manifiesta el diputado Dolanescu cuando oye la palabra Socialismo, me imagino que Comunismo también, y ni que decir Anarquismo, y hasta cuando ve Rojo por todo lado como símbolo de socialismo, comunismo, o de bolivarianismo, o de confundir banderas con sistemas políticos o formas de ejercer gobiernos, como confundir el color rojo de la Bandera de Venezuela con el ejercicio de Gobierno que allí se lleva. El tercer nivel de la estupidez, o grado, es la Distracción cuando no resuelven cosas prácticas porque se distraen, que es cuando, por ejemplo, ante una Ministra que viste toda de Rojo, y anda en su cuello, colgándole hasta el frente una pañoleta de diversos colores, de múltiples colores, por ser representativa de todas las banderas, de todos lo países del mundo, que forman parte de las Naciones Unidas, y como los colores básicos son pocos, son usados de diversas maneras para hacer las banderas, y por ello, casi en todas se usa el color rojo. Hay incluso una práctica internacional de confección de banderas oficiales, de modo que no se repitan de manera exacta.

Milagro fue que no hubiera acusado a la Ministra que su pañoleta de múltiples colores defendía y propiciaba el movimiento LGBTIQ.

Cuando el diputado Dolanescu ve un arcoíris, seguramente, sale en carrera a esconderse, debajo de la cama, o donde pueda, creyendo que es un Mensaje del Cielo a favor, y alentando, el movimiento LGBTIQ. ¿O pensará que en el cielo, o en la atmósfera, hay infiltrados socialistas y chavistas, que en el rojo del arcoíris envían algún mensaje cifrado?

La escala de colores reconoce colores primarios, rojo, verde y azul, colores secundarios, amarillo, cian y magenta, y colores terciarios, naranja, lima, verde cian o esmeralda claro, cerúleo o azur, violeta o fucsia.

A propósito de la pañoleta de la Ministra hay que señalar que las pañoletas y bufandas se usan desde el antiguo Egipto. Se han usado para demostrar rango, grados militares, clase, distinción, elegancia, coquetería, atracción, glamour, hasta para incitar al amor y probablemente a las feromonas. ¿Será esto lo que alborotó al diputado Dolanescu? A la Ministra se le veía muy bien, junto con su vestido totalmente Rojo. No podemos negar que atrajo la atención, y las feromonas políticas, del diputado Dolanescu, solo que tontamente.

Pareciera que el diputado Dolanescu nunca ha abierto un manual de ideas políticas, de doctrinas políticas, o como también las llaman, de ideologías políticas. Le encanta presentarse como torpe, soso y bobo. Y como tonto que le gusta actuar solo tonterías dice. La tontería es la cualidad del tonto. El tonto no dice tonteras. Tonteras es donde están los tontos, es su cualidad, es su medio. En otra dimensión podemos afirmar que el color negro se considera la ausencia de colores y el color blanco como la suma de todos los colores.

Empezando por aquí, el ROJO es un color PRIMARIO, que resulta de la visión tricromática humana. El color primario, también llamado primitivo, es el que resulta sin mezcla de ningún otro color. Así puede entenderse que el color ROJO es puro, es por ello en cierta forma símbolo de pureza.

En la simbología o propiedad de los colores se le atribuye al color Rojo lo siguiente, entre otras cualidades, la energía, la vitalidad, el poder, la fuerza, el apasionamiento, el valor, la sangre, la vida, lo prohibido, la sexualidad, la afectividad, la fuerza creativa, la lujuria, la pasión, el amor, el coraje, el sacrificio. ¿Envidia del diputado Dolanescu si le faltan algunas de estas cualidades? Hasta se le atribuye facultad para superar la depresión. Podría vestirse de rojo, el diputado Dolanescu, o por lo menos ponerse una corbata roja, que es similar a la pañoleta de la Ministra, para superar la depresión, y temores, que le causan sus fobias contra este color.

Son los ojos de los seres humanos los que tienen la capacidad, por sus células receptoras, y como respuesta fisiológica, ante las distintas frecuencias de luz y sus interferencias, el poder distinguir los colores. El ojo humano normal responde a las longitudes de onda específicas de la luz roja, verde y azul, lo que se llama receptores tricromáticos, que a la vez son los que permiten, por estimulación, proporcionar la amplia gama de colores que generalmente vemos.

Hay algunos seres, incluidos humanos, especialmente, que tienen la capacidad de ver de manera tetracromática, con cuatro colores, con ultravioleta, y muchas especies animales, mamíferos, son dicrómatas, que solo ven dos colores primarios, lo que genera el daltonismo, que es cuando se ven de manera incorrecta y no se perciben bien los matices, especialmente, del rojo y el verde. En este caso, del diputado Dolanescu, no sé si es daltónico que solo ve ROJO por todo lado, sin ver su propio Rojo, que seguramente lo ve verde o quien sabe cómo lo ve, porque la bandera de su partido político tiene el color Rojo.

Para el diputado Dolanescu la imagen fresca de la Ministra fue una exhibición orgullosa de los colores socialistas del Partido Acción Ciudadana, que incluye en su bandera política el rojo, junto al amarillo, como la tiene mi gran Club Sport Herediano, o como la tiene la Liga Deportiva Alajuelense, que en el caso de la Liga es una bandera típicamente anarquista. Según el diputado Dolanescu salir vestida así, con la pañoleta, no hizo referencia al vestido rojo completo que llevaba la Ministra, era aludir al “chavismo y al régimen comunista cubano”. Probablemente obnubilado, por el rojo de la pañoleta, no vio el rojo del vestido de la Ministra, como el cuento del Rey, por lo que terminó viendo a la Ministra, como si fuera la Marianne de la Revolución Francesa, en la pintura de Eugene Delacroix, de 1830, “La Libertad guiando al pueblo”… como la quería ver, con solo la pañoleta puesta… desnuda políticamente… sin ropa… con la pañoleta apenas cubriéndole finamente sus pechos… solo que Marianne, tenía solo descubiertos sus pechos… ¿Fue así diputado Dolanescu?

La Bandera de Cuba apenas tiene un pequeño triángulo rojo con una estrella blanca al centro, con tres franjas azules y dos blancas. La Bandera de Puerto Rico, al contrario, tiene las tres franjas rojas, dos blancas entre ellas y el triángulo, igual al de la Bandera de Cuba, pero en azul. ¿Sería que el diputado Dolanescu vio la Bandera de Puerto Rico, y en su ignorancia la confundió con la de Cuba?

Y, a propósito de la Bandera de Venezuela, hay una leyenda sobre su gestación. Dicen que el Gran Prócer de la Independencia Francisco Miranda, que luchó en la Independencia de los Estados Unidos, que luchó, y muy activamente en la Revolución Francesa, al punto que su nombre está en el Arco de Triunfo en París, y que fue uno de los grandes gestores de la Independencia de Venezuela y lo que llegó a ser la Gran Colombia, gestionando fondos para financiar la Revolución de Venezuela y de Sur América, en Europa llegó hasta la Corte del Zar de Rusia. Allí convenciendo a la Zarina sobre la importancia de la gesta independentista y de la necesidad de financiamiento, la Zarina le preguntó: “¿Y tienen Bandera en su lucha?”, y él viendo a la Zarina le respondió: “Sí, amarillo como su cabello, azul como sus ojos, y rojo como sus labios” …y la Zarina cayó… con la ayuda que se le pedía. De manera que ese rojo de la Bandera de Venezuela nada tiene que ver con el rojo que después, usaron los anarquistas, los socialistas y los comunistas, y que hoy emplean todos los que quieran usarlo, los socialcristianos de Costa Rica lo utilizan, y hasta los libertarios de Costa Rica lo usan…

Los colores amarillo, azul y rojo lo usan de igual manera, de arriba hacia abajo, las banderas de los países de Venezuela, Colombia y Ecuador, la de Venezuela con 8 estrellas en arco al centro en su franja azul, la de Colombia sin ningún elemento en ella, y la de Ecuador con el Escudo Nacional incorporado al centro. La de Colombia y Ecuador iguales en su franjas, siendo la amarilla ligeramente más ancha que la azul y la roja, mientras en la de Venezuela las tres franjas son iguales. ¿Cuáles Banderas vería el diputado Dolanescu?

La Bandera Roja, como emblema, ha sido usada por las corrientes políticas socialistas y comunistas, también por los socialdemócratas y los laboristas europeos (Inglaterra y Francia). En el movimiento obrero, y sindical internacional, también se ha usado. Está directamente asociado a la Gran Revolución Francesa de 1789, cuando se anunciaba con ella que el Ejército iba a actuar para aplacar rebeliones.

Se usó en el siglo XIX como símbolo de los movimientos revolucionarios y en la lucha de la Comuna de París, en 1871. Con el triunfo de la Revolución Rusa se impuso como Bandera de Rusia, luego de la Unión Soviética, hasta 1991, y del movimiento comunista internacional surgido con la III Internacional Comunista fundada por Lenin, en 1919.

Algunos Estados socialistas la han usado como bandera nacional, la República Popular China, Vietnam, la República Democrática de Afganistán, durante un breve período, 1978-1980, la República Popular del Congo, La República Popular de Kampuchea, la República Socialista de Albania, desde 1946 hasta 1992. Muchos partidos comunistas la han usado como símbolo. Hay países no socialistas que tienen la Bandera Roja como emblema nacional.

Cuando el Rojo se ha usado combinado con el Negro en el movimiento revolucionario y obrero internacional, ha sido como un elemento para significar el rojo por la vida y el negro por los caídos en las luchas. De esta forma era una bandera muy usada por los anarquistas. En el movimiento obrero mexicano cuando una empresa o fábrica entra en huelga cuelgan banderas rojas y negras, en sus exteriores, para significar que se está en huelga.

Movimientos políticos revolucionarios como el Movimiento 26 de Julio, en Cuba, y el Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, han usado la Bandera Roja y Negra, como propia de esos movimientos. En Cuba esa bandera no es la oficial de Cuba ni lo es tampoco en Nicaragua. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, en El Salvador, usó la Bandera Roja, con sus iniciales al centro, y una estrella blanca en la esquina superior izquierda, y en una ocasión con una Hoz y el Martillo, sin que esta Bandera fuera la del Gobierno o del país, cuando gobernaron El Salvador recientemente.

En términos políticos el diputado Dolanescu no sabe en qué país vive, ni sabe qué tipo de gobierno existe. No conoce la historia económica del país ni cual ha sido el desenvolvimiento y desarrollo económico social de Costa Rica.

No tiene idea de qué pasó en la década de 1940, bajo los gobiernos de Rafael Ángel Calderón Guardia y de Teodoro Picado, cuando junto a la Iglesia Católica se aliaron al Partido Comunista de Costa Rica, denominado Vanguardia Popular desde 1943, para producir una gran alianza y atender la difícil época de la crisis de la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en Costa Rica.

Tampoco tiene idea que el Gobierno de Rodrigo Carazo Odio, que tuvo a Rafael Ángel Calderón Fournier de Ministro de Relaciones Exteriores, inició los procesos de privatización capitalista de empresas públicas, como fue el caso de CODESA.

No tiene idea de que desde 1982, con el ascenso al Gobierno de Luis Alberto Monge Álvarez se impuso hasta ahora el modelo político estructural de los Planes de Ajuste Estructural y que, desde 1990, arrancando con el líder de su Partido, en la Presidencia de la República, Rafael Ángel Calderón Fournier, se impusieron los Tratados de Libre Comercio como marco general de las relaciones económico, comerciales y productivas del país, hasta hoy. Desconoce que estos elementos son claves del desarrollo capitalista de Costa Rica desde esos años hasta hoy, y que desde el siglo XIX ha imperado un proceso evolutivo de capitalismo como régimen social, económico y político en el país.

El diputado Dolanescu ha pasado por muchas universidades, ha logrado muchos títulos, de distinta naturaleza, y dudosa calidad por sus resultados, que obviamente lo han dejado como un analfabeta político e histórico nacional, como un ignorante extremo en cosas básicas de nuestra historia, nuestra cultura, nuestra política y desarrollo institucional.

Está claro que el diputado Dolanescu ha pasado por muchas universidades, y algunos cuantos cursos de carácter universitario, pero más claro está que esas Universidades, a las que él asistió, pareciera que no han pasado por él.

En fin, como dice el refrán, lo que la Naturaleza no da, Salamanca no presta, ni las universidades por las que él pasó, a la carrera, tampoco se lo han dado…

Un consejo para el diputado Dolanescu: vaya a ver un oftalmólogo para tratar su daltonismo y le trate de corregir su visión distorsionada del rojo, o a un sicólogo o siquiatra, según el caso, para sus fobias al rojo y para su paranoia y trastorno mental delirante, respecto al color rojo, y a estar viendo la intromisión del socialismo y el comunismo en la gestión del gobierno del Partido Acción Ciudadana, que según usted, ha venido denunciado desde hace dos años.

Le hace falta asistencia médica profesional, que no se la están dando los profesionales médicos de la Asamblea Legislativa.

Consúltele al menos al Dr. Rodolfo Hernández, su líder político inmediato en su Partido, especialista en niños, que lo puede atender como un infante llorón y gritón en política. Tal vez sea algo que trae desde la niñez.

Y, aunque el diputado Dolanescu no lo crea, es el mejor distractor que tiene el Gobierno del Partido Acción Ciudadana. Todo lo que dice y hace el diputado Dolanescu distrae, por las tonterías que dice, de la atención pública de los principales temas nacionales, sociales, económicos, políticos y pandémicos que afrontamos.

Sus intervenciones son distractores políticos que le hacen gran favor al gobierno en las políticas y acciones que impulsa. ¿Será un gallo tapado del Gobierno en este sentido?, o ¿un Caballo de Troya entre y ante las huestes populares? … sin pan pero con circo.

Asamblea Legislativa, formación política, historia