Majes, pero no tontos

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

Algunos por venir de otro lado o haber pasado mucho tiempo fuera, no conocen a los ticos.

Esa actitud pasivo-agresiva que descoordina la boca de las acciones.

En los ticos, del dicho al hecho, hay mucho trecho.

Al costarricense le gusta la “masa aguada” esa que no es ni chicha ni limonada, llevar la corriente, hacer creer las cosas, pero por detrás, con la mano, el signo de cómo se paran las loras.

Eso que según lo resuelto por la Sala Constitucional, iba a tirarlos a la calle, a golpear cacerolas para apoyar al “ciudadano distinguido “quien come ceviche peruano en una mansión o al forastero en su propia tierra, aislado en la magna residencia con sus sueños “bukeleanos”.

El tico se hace el maje, pero no es tonto, nadie como el gran Constantino Láscaris, autor del libro “El Costarricense” para auscultar el alma nacional, ya es tiempo de escribir, el remozado, segundo tomo.