Erosión en las zonas costeras causaría impacto en la zona marítima terrestre y en especies marinas como las tortugas baula y carey.
El deshielo de los polos y el aumento de la temperatura del planeta, además de las actividades producidas por las personas, provocan un aumento de la erosión en las zonas costeras. La acción del oleaje y las corrientes marinas, arrastran el material erosionado hacia los pastos marinos, los arrecifes de coral y algas marinas afectando la penetración de la luz y por tanto, dificultando el proceso de fotosíntesis; además, las tortugas marinas pueden encontrar mayores obstáculos para su anidación.
“El mar puede llegar a inundar algunos sitios, esto puede causar impacto en la zona marítimo terrestre que se movería hacia adentro en la tierra firme y que podría, incluso afectar propiedad privada”, explicó Lilliana Piedra, académica de la Escuela de Ciencias Biológicas.
Belleza amenazada
La tortuga carey anida en las costas caribeñas, no solo es perseguida por sus huevos y carnes sino también por la belleza de su caparazón; esto la coloca en la lista de especies en peligro de extinción. La carey enfrenta ahora un nuevo reto para su sobrevivencia: la erosión de las playas que se convierte en una barrera para que puedan depositar sus huevos de forma segura. “Las tortugas salen del mar y se encuentran con que en la playa hay barreras de erosión que les impiden avanzar hasta sitios donde el agua marina no alcance sus huevos. Pueden hacer varios intentos, pero se encuentran con cúmulos de arena, ramas y rocas; al no poder cruzar estos obstáculos se deben retirar a otras playas, donde probablemente les suceda lo mismo”, dijo Piedra.
Posible estero
En Puerto Vargas, contiguo a playa Cahuita, la erosión se observa en las decenas de árboles caídos o con sus raíces socavadas, así como en las huellas del agua salada sobre los pantanos de agua dulce. “La vegetación de los pantanos no tiene adaptaciones para sobrevivir en agua salada, por eso empieza a morir. Probablemente, en unos cinco años se puede dar una transformación de la costa con el establecimiento de pequeños esteros en esta zona”, comentó Piedra.
De acuerdo con la investigadora, este proceso de intromisión del mar se hace cada vez más evidente, y se tendrían que tomar ciertas medidas para la mitigación. “En 20 años podríamos tener cambios en las actividades socioeconómicas, podríamos perder incluso territorio continental. Se podrían tomar ciertas medidas como la restauración de la vegetación, pero debemos tomar en cuenta que este fenómeno está ocurriendo en cerca del 80 por ciento de las playas del Caribe, así que debe ser una decisión de país”, detalló Piedra.
Otras acciones individuales que se podrían desarrollar son el reducir, reutilizar, reciclar y recuperar los desechos como una medida de mitigación ante el cambio climático.
Corales en riesgo
La dinámica de los corales, de acuerdo con Lilliana Piedra, académica de la Escuela de Ciencias Biológicas, también puede cambiar consecuencia del aumento del nivel del mar, de las temperaturas así como la acidificación del océano. “Con este proceso, también se produce una reducción en el carbonato disponible para que los corales, moluscos y otros organismos lo fijen para formar estructuras calcáreas como exoesqueletos o conchas”, explicó Piedra.
Enviado a SURCOS por UNA Comunicación.