Ni dictadura ni tiranía. Tampoco la democracia ideal
Gerardo Hernández Naranjo
Tenemos una democracia liberal representativa fuerte en procedimientos, a la que el neoliberalismo ha vaciado de contenidos (Libertades, Derechos, Equidades, Igualdades) y ha debilitado la capacidad de respuesta a necesidades y demandas de la población (Resultados).
Se han reforzado las lógicas del libre mercado al tiempo que se han debilitado los mecanismos distributivos y solidarios de nuestro Estado Social de Derechos.
Por eso el sistema democrático ha perdido apoyo y la población está más propensa a escuchar la promesa de dar resultados aunque sea con prácticas autoritarias.
Hoy estamos en una nueva fase del neoliberalismo, impulsada por Chaves (no hay cambio), aderezada de más autoritarismo, populismo, matonismo, mentira, bullying político, berrinches, etc. etc. (ese es el cambio), que amenaza ahora también la parte más sólida de nuestra democracia: la de los procedimientos (Estado de Derecho, Competencia Política, Participación, Rendición de cuentas vertical y horizontal).
¿Lo vamos a permitir?
Solo hay un camino para evitarlo: renovar y reforzar nuestro sistema democrático, retomando el camino de la distribución de la riqueza, la justicia social, los mecanismos de solidaridad y la profundización de los derechos de todas y todos.
Costa Rica ya conoce parte de ese camino: hacer desde la política lo que el mercado por sí mismo nunca hará: una sociedad más justa, equitativa, solidaria y pacífica.