Pronunciamiento feministas ante la violencia policial durante el 25N

SURCOS comparte la siguiente información:

El 25 de noviembre, en el marco de la marcha por la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres realizada en San José, oficiales de la Fuerza Pública y la GAO agredieron física y verbalmente a las participantes,con especial ensañamiento a las compañeras migrantes. En reiteradas ocasiones,contingentes de hasta 20 oficiales invadieron la marcha desde ambos costados de la calle, empujando y golpeando a decenas de mujeres que se manifestaban exigiendo un alto a la violencia.

La marcha avanzaba sobre la Av. Segunda. El primer momento de represión ocurrió alrededor de las 6:00 pm, a la altura del Paseo de los Estudiantes cuando la policía se ensañó contra una mujer nicaragüense, defensora de Derechos Humanos. Ella fue acorralada por 6 oficiales. Ante esto, una multitud de mujeres rodeó a la policía, gritando por su liberación. La presión y el acuerpamiento de las manifestantes logró la liberación de la compañera, y la manifestación continuó.

A las 6:10 aprox, frente a Caja de ANDE,un grupo de hombres y mujeres policías volvió a invadir la marcha con mucha violencia, lanzando golpes,patadas y empujones contra las manifestantes. En esta ocasión, tomaron por el cuello a una persona costarricense, y le arrastraron jalándole el pelo. Una vez más, las manifestantes y el equipo de seguridad de la marcha lograron contener la situación, arrebatarles a le compañere que estaba siendo retenida y expulsar a la policía de la manifestación.

Cerca del final de la marcha, un grupo de personas migrantes y costarricenses se refugiaron de la lluvia debajo de un techo, donde fueron abordadas por varios oficiales. dentro de los cuales reconocieron a uno de los agresores. Al cuestionarlo por qué abusaba de su autoridad y usaba la fuerza para violentar mujeres, el oficial respondió con más violencia, diciéndole a las mujeres migrantes que se callaran, que fueran a lavarse el culo bajo la lluvia», entre otros insultos. La situación escaló causando miedo e indignación a estas personas,dentro de las cuales se encontraban menores de edad. Una oficial comenzó a amenazar con arrestar a las feministas que les exigían respeto. Se acercó a una de las mujeres migrantes y le dijo: «Miré, y según su acento,¿usted tiene papeles? ¿Usted está legal en este país?Mire, usted puede tener problemas por irrespetar

a la autoridad». Entonces llamó a una patrulla, lo que representó una clara muestra de xenofobia. Otras compañeras nicaragüenses defensoras de derechos humanos y costarricenses le cuestionaron que le pidiera papeles solo a ella, a lo que la oficial afirmó que era por su acento. Al hacerle ver que se podía denunciar por muestras de xenofobia y pedirle sus datos negó, y solo así decidieron retirarse.

Los y las oficiales no portaban identificación alguna, y se negaron a dar sus nombres. Había oficiales en ejercicio sin uniforme y algunos incluso portaban armas. Continuaron hostigando a las manifestantes hasta el final, incluso cuando se retiraron de la marcha, tomando fotografías, señalando a determinadas compañeras e invadiendo reiteradamente el contingente de la movilización. Esta grave situación revive los traumas de la violenta represión policial que han sufrido las compañeras migrantes

en su país de origen,y constituye una forma de violencia psicológica que violenta la dignidad y los derechos de las mujeres.

Cabe recordar que el Reglamento de Ética de los Miembros de las Fuerzas de Policía Adscritas al Ministerio de Seguridad Pública en su artículo 2 establece que las fuerzas policiales deben «Actuar con total objetividad e imparcialidad. sin discriminar entre las personas en razón de su condición social,cultural o económica, de sus creencias religiosas o ideas políticas, o por los cargos que  pudieran tener  en  la sociedad». Asimismo,  la

Declaratoria de cero tolerancia a cualquier manifestac ión de violencia contra las mujeres en el Ministerio de Seguridad Pública indica que deben «Abstenerse todas las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, sus funcionarios y funcionarías, personal y agentes de todas sus dependenc ias, de practicar o tolerar cualquier forma de violencia contra las mujeres tanto en el ejercicio público de su función policial o administrativa, como en el marco ·de las relaciones interpersonales de trabajo y en su vida privada».

El Estado costarricense ha asumido compromisos internacionales que le otorgan la responsabilidad de velar  por  la  seguridad  y  la  integridad  de  las  personas   refugiadas   y   solicitantes   de refugio. Lamentablemente, el pasado 25 de noviembre se vivió lo contrario: el hostigamiento y acoso policial,el abuso de autoridad,la violencia física y verbal,y la manifestación de la misoginia, la xenofobia y el racismo  estructural.

La marcha era pacífica, la policía fue quien llevó la violencia,ensuciando la conmemoración de las luchas cotidianas de tantas mujeres por vivir en paz y libertad. Repudiamos estas agresiones xenofóbicas y misóginas. Nadie tiene derecho de mandar a callar a una mujer, mucho menos por el hecho de ser migrante.

Por lo anterior, exigimos que las autoridades policiales rindan cuentas de las agresiones cometidas. Exigimos que los y las oficiales que violentan física, verbal y psicológicamente a las manifestantes sean

Identificados y sancionados. Exigimos que el gobierno de Costa Rica siente las responsabilidades del

caso,y que el gobierno se pronuncie sobre estas graves violaciones a los derechos y las cuerpas de las mujeres migrantes.

¡Nadie es ilegal!

¡No más xenofobia!

¡No más violencia policial!

¡Si tocan a una,respondemos todxsl