Manuel Hernández Venegas
El miércoles de esta semana, en concordancia con las 22 propuestas de CAP 2022* (Francia), el Consejo de Ministros conoció el proyecto de ley que pretende continuar con la reforma estructural del empleo público.
El proyecto se incardina con el objetivo CAP de suprimir 120.000 cargos públicos, al año 2022, que tendría gran impacto, principalmente, en la educación pública y salud, en la mirilla neoliberal.
El proyecto fortalece las cláusulas de movilidad y las reorganizaciones administrativas, promoviendo la externalización y privatización de servicios esenciales.
Además, se orienta a individualizar las remuneraciones, recurriendo a esquemas de méritos.
Por contrario, para este año, se crean más de 2000 puestos en el Ministerio del Interior, 1300 puestos para Justicia y 450 para las Fuerzas Armadas, con la finalidad de mantener el orden público.
La finalidad del proyecto es muy clara: imponer modelos de gestión privada, el deterioro de la función pública, el desmontaje de las medidas de acción colectiva de los funcionarios, y por encima de todo, el fortalecimiento de las fuerzas del orden, que a lo largo de 20 sábados consecutivos, incluido el de ayer, se han dedicado a reprimir a la valiente y resistente ciudadanía.
Los sindicatos franceses ya manifestaron su oposición y están convocando a una huelga el 09 de mayo, contra este proyecto del represivo gobierno de E. Macron.
Por lo visto, la reforma del empleo público es una cuestión que está muy de moda y calentando.
* CAP 2022: Comité de Acción Pública 2022. Es un grupo que conformó el presidente francés Macron para que redacte las 22 propuestas de reforma del sector público.
Imagen tomada de www.marxist.com
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