Freddy Pacheco León
¡Veamos! Si no le interesa el bienestar del pueblo asegurado por la Caja, donde mueren pacientes por miles, en listas de espera. Si no se desvela por los 150 mil costarricenses, que lloran su pobreza extrema. Si es indiferente ante la escasez de agua, en el sur de San José y tantas otras comunidades del país. Si la educación pública está extraviada, sin rumbo y sin recursos, como casi nunca antes en los últimos 50 años. Si el caos vial, se profundiza cada día, a un costo altísimo para el desarrollo. Si se ofreció un nuevo proyecto de tren eléctrico, que no aparece por ningún lado, después de engavetar caprichosamente, un buen proyecto. Si el alto valor artificial del colón, favorecido por una cascada de dólares y políticas equivocadas del Banco Central, está golpeando fuertemente, a exportadores y al sector turismo, que ya no saben qué hacer. Si la conservación ambiental no merece su atención, y se desprecia la biodiversidad, cual si se tratara de “unos monitos”. Si los precios de las medicinas, siguen aumentando cada día, golpeando los bolsillos de tanto asegurado que no puede acudir a la desfinanciada Caja. Si mueren miles de pacientes, esperando, bajo una tensión inhumana, una cirugía o resultados de exámenes, programados para un futuro lejano. Si los puertos, manejados por monopolios privados, no invierten en sus recursos técnicos ni humanos, encareciendo el costo de las importaciones e importaciones. Si el ingreso de las drogas, lo hace por puertas de bienvenida al narcotráfico, por ambos litorales y la frontera sur. Si ese mismo narcotráfico, es causa de horrendos crímenes, a una tasa jamás vista antes. Si la gestión cultural le parece algo accesorio, del cual se puede prescindir, pues, para Costa Rica, es un lujo desechable. Si se niega a dialogar respetuosamente, con representantes del Poder Judicial, el Poder Legislativo, la Defensoría de los Habitantes, la Contraloría General de la República, el Tribunal Supremo de Elecciones, las universidades del Estado, los sindicatos, etcétera. Si sigue creciendo el robo de impuestos, al punto de que, su monto supera la deuda del Estado. Si detuvo el avance de la construcción de importantes carreteras, hacia Limón, San Carlos, Cartago y Guanacaste. Si descuidó, a un altísimo costo, el manejo de las finanzas del Estado, como sucediera con la pista del aeropuerto Daniel Oduber, en los millonarios fondos del BCIE, en los impuestos rebajados a importadores de arroz. Si no se avanza en soluciones de vivienda, para las decenas de miles de familias, que urgen liberarse de alquileres abusivos, que les impiden salir de la pobreza. Si se anunció una “Ciudad gobierno”, que nunca tuvo siquiera un terreno donde construir, ni planos formales, ni viabilidad ambiental, ni financiamiento, que no dependía de un tal referendo. Si se le prometió a los puntarenenses pescar nuestro atún, pero no se les dieron los instrumentos para hacerlo. Si, igualmente, se prometió a los limonenses, una pequeña marina turística que, generaría “cientos de miles de empleos”, cuya no ejecución se justificó falsamente, en ese tal referendo. Si no se hace nada, por ordenar el funcionamiento del monopolio portuario privado, que llegó para quebrar a Japdeva y producir mayor desempleo. Si se dejó de lado el proyecto “Agua para Guanacaste”, que tantas expectativas despertó en la población de la pampa. Si se rebajó sensiblemente, la capacidad de la Junta de Protección Social de San José, por jugar con su imprescindible publicidad. Si se amenaza el servicio de la red de internet 5G del ICE, por meter a Costa Rica en la guerra comercial que tiene Estados Unidos contra China. Si, por insistir en la venta descabellada de bienes del Estado, como el Banco de Costa Rica, el Instituto Nacional de Seguros, y otros, para pagar una deuda que puede ser atendida con el cobro adecuado de impuestos, se ha olvidado del fortalecimiento de las instituciones. Si el costo de vida, aumenta mientras los salarios se mantienen congelados…
Si lo resumido, y mucho más, es muestra evidente de un claro desinterés por servir a la Patria, que una vez juró cumplir, y si, por ese desinterés, esa misma Patria está sufriendo por la ausencia de rumbo y el desdén de su Presidente de la República, infinidad de costarricenses, nos preguntamos, el por qué y para qué, aspiró dirigir el Poder Ejecutivo. Eso no lo entendemos.