SURCOS comparte la siguiente información enviada por Henry Picado:
Celebrarán foro sobre los agrotóxicos y polinizadores en Costa Rica
El 3 de diciembre se conmemora el Día Mundial del No Uso de Plaguicidas. Se trata de un día en el que se le llama la atención a la población mundial sobre la grave consecuencias socio ambientales originadas por el uso de los agroquímicos para los ecosistemas y el ser humano.
Esta fecha fue establecida en 1984 por las 400 organizaciones que formaban parte de la Red de Atención en Plaguicidas (Pesticide Action Network) de un total de 60 países, en memoria de más de 500.000 personas intoxicadas y más de 16.000 personas fallecidas esa noche en Bhopal, India, debido al escape de 27 toneladas del gas tóxico, utilizado por una transnacional agroquímica para fabricar plaguicidas.
Desde hace más de una década se viene investigando la relación que tiene el uso de plaguicidas con la rápida y preocupante disminución en las poblaciones de abejas a nivel global.
El pasado jueves 26 de noviembre se aprobó en la Asamblea Legislativa de Costa Rica un proyecto de ley bajo el expediente N.º 21982, en el cual se declara a las abejas de “interés público” y se decreta un día en su honor.
Algunos ecologistas aseguran “este es un paso en la dirección correcta. Sin embargo, para consolidar una verdadera protección a las abejas hay que prohibir los agroquímicos que las asesinan. En este sentido, hoy 3 de diciembre, un día mundial de lucha contra los plaguicidas, es urgente detener y revertir el proceso de flexibilización de la normativa de registro de agrotóxicos en el país y hacer los análisis de evaluación de riesgo ambiental a los productos químicos”.
Según el artículo publicado el día de hoy “en lo que va del año, el país ha reportado al menos diez casos de intoxicaciones masivas en apiarios y se estima que han muerto unos 60 millones de abejas. Pero son muchos millones más de abejas, insectos y microorganismos que mueren a diario sin ser contabilizados. La causa central de esta masacre es la agricultura industrial de exportación, que coloca frutas baratas con externalidades incalculables y, como si esto fuera poco, se contaminan las fuentes de agua de las comunidades, la vida silvestre, los ecosistemas cercanos y las personas que trabajan y viven cerca de estas plantaciones”. (1)
“Siendo Costa Rica un país con una alta diversidad biológica y que se promueve como un país protector del ambiente, surgen muchas interrogantes: ¿Se ha realizado la correspondiente evaluación de riesgo ambiental para garantizar la protección del ambiente al momento de registrar estos agro venenos?, ¿qué acciones van a tomar las autoridades en Costa Rica a la luz de este nuevo proyecto de ley de protección a las abejas? Aún sin tener respuestas a esas preguntas debería aplicarse el principio precautorio y prohibir dichos plaguicidas”, aseguraron los ecologistas.
En el marco del Día de Acción Global contra los Plaguicidas, se convocó para este miércoles 03 de diciembre el foro virtual “Agrotóxicos y polinizadores en Costa Rica”, con la participación de Juan Bautista Alvarado, de la Cámara Nacional de Fomento de la Apicultura; Fernando Ramírez y Silvia Elena Berrocal, del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional.
Millones de abejas fueron encontradas muertas en una localidad de la provincia de Puntarenas en Costa Rica a causa del uso del insecticida Fipronil sobre campos de cultivo, según confirmaron autoridades sanitarias. La noticia consternó a la población costarricense que reclama se decrete la prohibición total del plaguicida. La muerte de abejas en Costa Rica no es un hecho aislado, las poblaciones de abejas vienen en descenso en todo el globo, pero ¿qué las está matando?
Muerte Lenta
A las abejas las mata la agricultura del monocultivo con sus herbicidas, plaguicidas e insecticidas, como el Glifosato, los Neonicotinoides, el Clorpirifos, el Malathion o el Spinosad – la lista es interminable – pero no las mata uno de ellos, sino, la combinación de todos. Las mata lentamente. El cóctel suprime su sistema inmune, aumentando la incidencia de un patógeno que causa una infección en el intestino medio de la abeja y que a su vez provoca su desnutrición y muerte prematura. Esta combinación de biocidas alteran también su sistema nervioso central, causándoles desorientación, trastornos en la comunicación, en su sistema de navegación, en sus procesos de aprendizaje y memoria olfativa. Enfermas algunas y débiles otras, las abejas quedan imposibilitadas de encontrar su alimento o de volver a la colmena, presa de plagas y enfermedades. Las mata pues la agricultura del monocultivo con sus flores de néctares de muerte.
Lobbies Agrarios
A las abejas las mata el negocio que supone la industria de los agroquímicos para unas pocos multinacionales, las mata la corrupción de los gobernantes condescendientes con esta industria y la indiferencia de usuarios y productores para quienes los biocidas no suponen un riesgo, ni suponen nada.
Hectáreas de bosque deforestadas para siembra de monocultivo de piña.
Deforestación
Las mata la agricultura del monocultivo porque deforesta. Se tira abajo vastas extensiones de bosque, destruyendo la biodiversidad y hábitats de un conglomerado de seres vivos u organismos que cumplen determinados servicios ecosistémicos para la continuidad de la vida. Esta agricultura acaba con flora, fauna, microfauna e insectos benéficos que controlan plagas y politizan. El impacto de la agricultura del monocultivo sobre la Biodiversidad es simplemente devastador. Esta generó casi el 70 % de la deforestación en América Latina entre el periodo 2000-2010.
Cambio Climático
Y también el Cambio Climático, con sus lluvias un año sí y otro año también y con sus heladas, vientos y sequías inopinados. Con los veranos que no llegan y los inviernos que se quedan más de la cuenta, que afectan los ciclos florales, la fenología de la flor y el pecoreo de las abejas. Las está acabando el Cambio Climático que provocamos con nuestras industrias dependientes del petróleo, nuestros modos de consumo, de movilizarnos, con la creciente urbanización y la vida moderna. Cambio Climático que acarreamos con nuestra ganadería intensiva y los sistemas agroalimentarios basados en la agricultura del monocultivo. Vivimos la peor crisis climática y medio ambiental de la historia a la que los científicos han llamado la Sexta Gran Extinción. Una crisis que está afectando a 1´000,000 de especies sobre el planeta, entre ellas abejas y otros polinizadores.
Panorama América Latina
Según los resultados de una investigación realizada por la Sociedad Latinoamericana de Investigación en Abejas, Solatina, solo en un año, del 2016 al 2017, se perdieron 56,1% de colmenas de abejas melíferas en Chile y un 12,6% en Ecuador y Perú. Mientras que Brasil perdió el 41% de colmenas de abejas nativas sin aguijón. Véase la gráfica.
Costa Rica
Considerada la nación con mayor consumo de agroquímicos del mundo según el World Resource Institute de los EE.UU., Costa Rica posee la lista de agroquímicos aprobados más larga del mundo y donde se utiliza un promedio de 18 kilogramos de agroquímicos por hectárea por año según el Instituto Regional de estudios en Sustancias Tóxicas de Costa Rica.
Los plaguicidas Imidacloprid y Thiamethoxam, de uso prohibido en la Unión Europea, son actualmente utilizados en el país en los monocultivos de arroz, banano, café, calabacín caña de azúcar, chile dulce, cítricos, melón, naranja, papa, papaya, pepino, piña, plátanos, salvia, sandía, tomate, verbena, yuca, chayote y piña. Y en otros monocultivos como pasto kikuyo, pasto peludo, algodón, rosa y ornamentales. En estos cultivos no solo se utilizan neonicotinoides en detrimento de abejas y polinizadores, sino también, otros plaguicidas que vienen socavando comunidades bióticas en el país, considerado una de las 25 naciones más biodiversas del planeta.
El uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes de síntesis química erosiona suelos, contamina ríos y aguas subterráneas y destruye ecosistemas en bosques, humedales y lagunas. Como el cultivo de piña que en 15 años se llevó 5,566 hectáreas de bosque primario y secundario; contaminó con Bromacil y Diazinon manantiales y acueductos; y condenó a la población costarricense al abastecimiento de agua en camiones cisternas. Dé un paseo por Milano, El Cairo, La Francia y Luisiana de Siquirres en la provincia de Limón o vaya más al norte a Veracruz, en Pital de San Carlos, en la provincia de Alajuela. A este desastre ambiental se suma el daño social y económico: explotación laboral, la exposición a enfermedades crónicas y degenerativas producidas por agroquímicos potencialmente cancerígenos y la reducción de la fronteras agrícolas de pequeña escala, que se sabe decanta en migración forzada, pobreza y extinción de variedades vegetales, atentando esta última a la Seguridad y Soberanía Alimentaria.
Cultivo intercalado de cacao, maderables y frutales manejo ancestral indígena Bribri.
Salvaguardar la Biodiversidad
Los indígenas y campesinos ecológicos en todo el mundo están salvando a las abejas con sus prácticas culturales y sus sistemas agroalimentarios limpios y sanos, pero salvar a las abejas de la extinción pasa por frenar la pérdida de Biodiversidad y cambiar aquellas actividades humanas que son las causantes de este desequilibrio. Hace falta una acción coordinada entre líderes indígenas, campesinos, sociedad civil, empresa privada, Estados y gobernantes. No es posible que campesinos ecológicos de Guatemala estén rescatando a las abejas de la extinción y que por el otro lado, el Estado, a través de varios gobiernos, continúe respaldando un programa para la erradicación de la mosca del mediterráneo. Programa que desde hace más de diez años viene asperjando Spinosad, un producto altamente tóxico para abejas, polinizadores y humanos.
Vivimos una crisis de Biodiversidad en la que todos tenemos parte, ya sea por acción u omisión, hemos alterado violentamente el equilibrio natural del planeta. Llamar a la acción a las autoridades para frenar este desastre es una vía, pero existe otra y es la que nos toca como usuarios, como individuos conscientes. Debemos partir del hecho que somos parte de un todo más grande e interconectado y que lo que le pasa a las abejas nos pasa a nosotros, porque somos parte de esa gran comunidad biótica que viene siendo destruida por el interés mercantil y donde tarde o temprano seremos afectados.
Familias de productores ofertan sus productos en mercados orgánicos en Costa Rica.
Compra Consciente
Con nuestra decisión de compra podemos revertir poco a poco los sistemas agrícolas que están acabando con la biodiversidad y nuestro ecosistema. Plantéese – en la medida de los posible- comprar alimentos producidos bajo métodos de producción buenos, que en vez de destruir conserven la biodiversidad. Pregúntese si será mejor comer bananos desmineralizados con residuos de plaguicidas, con todo el mal que provoca su monocultivo, o bananos limpios y nutritivos; ¿Que el precio es muy alto? promovamos la creación de mercados para la comercialización de productos agroecológicos y la producción agroecológica a fin de impulsar la oferta y reducir los altos precios con que hoy se ofrecen estos productos. Y tomemos los espacios públicos para cultivar alimentos, promoviendo la creación de huertos urbanos, como la experiencia Argentina en el sur de América. Y pensemos juntos, como sociedad civil, en la posibilidad de que se declare de interés público la agricultura ecológica.
En Costa Rica los monocultivos vienen causando graves daños en lo social, económico y ambiental. Esto obliga a buscar soluciones integrales, como la alternancia a sistemas de producción agroecológicos que permiten la conservación de los recursos naturales; tener mayores e igual rendimiento que los cultivos convencionales; prescindir del uso de insumos tóxicos derivados del petróleo; producir más variedades por hectárea sin arruinar ecosistemas; preservar minerales y nutrientes presentes en los alimentos y por si fuera poco, mantener la belleza paisajística, sostener la cultura alimentaria de los pueblos, promover el empleo en zonas rurales y ser resilientes a los efectos del cambio climático.
Las abejas son el tensiómetro vivo de esta crisis y su desaparición paulatina debe llamarnos a la acción. La agricultura del monocultivo no debe continuar a expensas de los bosques, la salud de los ecosistemas o los bienes comunes. La vida es lo que nos sostiene en la tierra y las actividades económicas extractivistas, como la agricultura del monocultivo, nos está sustrayendo la vida a cambio de más y más dinero, dinero que no servirá de nada cuando se hayan terminado de esquilmar los últimos recursos de la tierra y con ellos a nosotros mismos.
*Natalia López Espinoza, Periodista Independiente Especializada en Agroecología y Biodiversidad
Herbicidas a base de glifosato y microsporidios de Nosema sp. reducen la supervivencia de la abeja melífera (Apis mellifera L.) en condiciones de laboratorio.
Marcia Regina Faita, Mayara Martins Cardozo , Dylan Thomas Telles Amandio , Afonso Inácio Orth and Rubens Onofre Nodari Journal of Apicultural Research, 2020 https://doi.org/10.1080/00218839.2020.1736782
La reducción de la población de polinizadores puede comprometer la estabilidad de los ecosistemas naturales y agrícolas. La causa de esta reducción es el contacto entre polinizadores y pesticidas. Más específicamente, con el polen y el néctar que contienen residuos de pesticidas que son transportados a las colonias, los cuales disminuyen la resistencia de las abejas a los parásitos. El objetivo del estudio fue evaluar la mortalidad y el consumo de alimentos de las obreras de Apis mellifera infectadas, o no, con esporas de microsporidios de Nosema, y expuestas a una dieta que contiene Roundup(R) a las dosis de campo recomendadas por el fabricante. Cada bioensayo estaba compuesto por cuatro tratamientos dietéticos: control, Roundup(R), esporas de microsporidios de Nosema, y ambos (Roundup(R) + esporas de microsporidios de Nosema). Los resultados de los bioensayos de invierno y primavera mostraron que la interacción entre Roundup(R) y los microsporidios de Nosema, redujeron significativamente la tasa de supervivencia y aumentaron el consumo de alimentos de las abejas. Por lo tanto, se puede concluir que las grandes cantidades de herbicidas a base de glifosato empleadas en áreas extensivas de monocultivos pueden, bajo las condiciones actuales del agroecosistema, comprometer la supervivencia de las colonias de A. mellifera.
El doctor Jaime García, integrante de la Red de Coordinación en Biodiversidad informó a SURCOS que la Sala Constitucional ordena realizar estudios sobre impacto de agroquímicos en abejas, esto, en defensa de la biodiversidad. La resolución procura proteger la salud pública y la seguridad alimentaria, según el comunicado.
La nota publicada de la Sala Constitucional indica:
“La Sala Constitucional, en garantía de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, ordena al Ministerio de Agricultura realizar un estudio científico sobre los efectos en la salud, el ambiente y las abejas productoras de miel (especie clave para la biodiversidad) del uso de agroquímicos que contengan el insecticida neonicotinoides.
Por medio de la sentencia N° 2019-024513, votada por unanimidad el viernes 6 de setiembre, la Sala procura que se mejoren las prácticas agrícolas, así como resguardar la seguridad alimentaria de la población.
El estudio científico deberá hacerse en el plazo de un año –a partir de la notificación de la sentencia– y en coordinación con el Servicio Fitosanitario del Estado, el Laboratorio de Fitopatología y Biocontroladores de la Escuela de Agronomía del Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica
La resolución señala que “de encontrarse (en el estudio) riesgos o daños graves en la salud, la biodiversidad o el ambiente, incluidas las poblaciones de abejas melíferas, el Ministerio deberá adoptar las medidas correspondientes para resguardar esos bienes constitucionales”.
El Tribunal advierte en el fallo que en la protección de los recursos naturales debe existir una actitud preventiva y precautoria para minimizar la degradación y el deterioro.
“Este Tribunal ha reconocido el riesgo que puede entrañar el uso de los plaguicidas y la trascendencia de adoptar medidas idóneas para regular su empleo. En el ordenamiento jurídico costarricense existe diversa normativa legal y reglamentaria de la que se deriva que la actividad de importación, fabricación, comercialización y empleo de los plaguicidas está fuertemente sometida a la potestad de policía del Estado, en aras de garantizar el derecho a la salud y al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, dice la resolución.
La sentencia se origina en un recurso de amparo planteado por el diputado José María Villalta, quien acudió al Tribunal garante de derechos y libertades luego de que el Ministerio de Agricultura le rechazara las gestiones formuladas contra el uso de neonicotinoides en los agroquímicos”.
El 23 de abril, en el marco de las celebraciones de la Semana U 2019, se llevó a cabo el montaje del primer hotel para abejas en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, que se encuentra ubicado en las afueras de la Escuela de Biología. Próximamente se instalarán al menos dos hoteles más en el campus universitario.
Pese a existir evidencia científica MAG se niega a prohibir los neonicotinoides
Sala Constitucional evalúa Recurso de Amparo a favor de las abejas
FECON, 5 de octubre 2018. El ministro Renato Alvarado se niega a prohibir plaguicidas que pone en peligro las abejas y con esto el70% de la agricultura. Según oficio dirigido a los magistrados de la Sala Constitucional, el ministro asegura que “no existe evidencia científica que demuestre que los insecticidas neonicotinoides Clotianidina, Tiametoxan e Imidaclorpid son la causa de la afectación a las colmenas de abejas.» (Ver adjunto). Esto a pesar de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se basó en 1500 estudios científicos que demuestran que estos plaguicidas, fabricados por Bayer y Syngenta, son causantes de la desaparición de millones de abejas en todo el mundo.
La Unión Europea llegó a un consenso en abril del 2018 y ha decidió prohibir estos plaguicidas en campo abierto. La Comisión de Ambiente del Parlamento Europeo (PE) asegura que los insecticidas neonicotinoides suponen “riesgos muy agudos” para las abejas. Pero el Ministerio de Agricultura y Ganadería dice no haber sido notificado de esta resolución por parte de la Unión Europea.
Según FECON “La negativa de Alvarado carece de sustento científico ya que no viene acompañado de evidencia de que estos plaguicidas sean seguros para la la abejas.”
En este momento la Sala Constitucional evaluá un Recurso de Amparo interpuesto por en Diputado José María Villalta bajo el expediente 18-014586-0007 el cual solicita prohibir los neonicotinoides en Costa Rica para proteger unas 650 especies de abejas nativas y meliferas.
Según los ecologistas, una de las características más peligrosas de los neonicotinoides es su persistencia, es decir los plaguicidas pueden permanecer en el suelo durante varios años, así las plantas que crecen en suelos previamente expuestos a estos plaguicidas pueden absorberlos a través de sus raíces y convertirse en un peligro para las abejas(2).
Se registra en Costa Rica el uso de imidacloprid y thiametoxam en el café(5) que paradojicamente ha tenido impacto negativo sobre las polinizadores de dichos cultivos. Se ha comprobado que la conectividad de la red de servicios que brinda los polinizadores se han visto afectados por los Neonicotinoides en sistemas productivos tan importantes como el café, que sin estos servicios la producción disminuiría hasta un 50% (3).
En Costa Rica como país tropical y biodiverso es importante tomar precauciones, ya que tenemos más de 650 especies de abejas de las cuales 58 son especies de abejas sin aguijón que se agrupan socialmente con géneros diversos y abundantes, como lo son:Cephalotrigona, Frieseomelitta, Nannotrigona, Partamona, Plebeia, Scaptotrigona, Scaura, Trigona, Tetragona, Tetragonisca, etc.(4).
Sumado a lo anterior la sobreexplotación de los bosques y recientemente el uso de pesticidas entre ellos Neonicotinoides, han provocado la disminución en el número de colonias de Apis mellifera (Apidae: Apini)(6)(7) y efectos adversos aún no cuantificados en otras especies, entre ellas las abejas nativas sin aguijón consideradas las abejas más importantes en la polinización de los bosques tropicales y subtropicales del mundo.
Las organizaciones ecologistas hace un llamado para que se presenten coadyuvancias bajo el Expediente 18-014586-0007-CO para defender las abejas y con esto la agricultura y la alimentación a nivel nacional.
Henry Picado Cerdas, presidente FECON
Información y contacto al teléfono: 87609800
Referencias:
EFSA, 2018. “EFSA has examined the scientific basis for emergency authorisations of neonicotinoid pesticides which were granted in seven EU Member States in 2017.” European Food Safery Authority. https://www.efsa.europa.eu/en/press/news/180621
Espinoza, F. 2015. Guía Práctica de Identificación de Abejas Nativas sin Aguijón (Apidae, Meliponini) por medio de sus entradas. Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales, Universidad Nacional. Departamento de Publicaciones UNA. Primera Edición. 67pp.
E. Solis, 2014. Contribución de una red de conectividad ecologico para el servicio ecosistemico de polinización en cultivos agrícolas, case de estudio: el café en el Corredor Biológico Volcánica Central Talamanca, Costa Rica http://agritrop.cirad.fr/575880/1/document_575880.pdf
Blacquière, T., Smagghe, G., van Gestel, C., & Mommaerts, V. (2012). Neonicotinoids in bees: a review on concentrations, side-effects and risk assessment. Ecotoxicology, 973-992.
La acción polinizadora de las abejas está probada como crucial para el ciclo vegetal de la flora. Esta importancia es señalada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), al calcular que más del 70% de los 100 cultivos que proporcionan la mayoría del alimento para humanos son polinizados por abejas. Sin abejas no hay alimentos, sin embargo estos vitales insectos están peligro a nivel mundial por causa de los plaguicidas neonicotinoides que aún se aplican en muchos países, incluido Costa Rica.
Desde hace más de una década se viene investigando la relación de los plaguicidas neonicotinoides con la rápida y preocupante disminución en las poblaciones de abejas a nivel global por su causa. En febrero del 2018 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria concluyó a través del estudio de la evidencia científica, que el uso de los neonicotinoides en la agricultura sí representa un riesgo para las abejas, tanto silvestres como las abejas de miel (https://www.efsa.europa.eu).
A raíz de este informe, la Unión Europea llegó a un consenso en abril del 2018 y ha decidió prohibir el uso de tres de estos compuestos: clotianidina, thiametoxam e imidacloprid, los cuales son utilizados en los cultivos de maíz, algodón y girasol, entre otros (http://www.elmundo.es). La comisión de Ambiente del Parlamento Europeo (PE) asegura que los insecticidas neonicotinoides suponen «riesgos muy agudos» para las abejas.
Una de las características más peligrosas de los neonicotinoides es que son persistentes, es decir los plaguicidas pueden permanecer en el suelo durante varios años, así las plantas que crecen en suelos previamente expuestos a estos plaguicidas pueden absorberlos a través de sus raíces y convertirse en un peligro para las abejas.
Esta decisión tomada por la Unión Europea debe ser considerada también por otros países consumidores de plaguicidas, como el nuestro que se ubica en el primer lugar de aplicación de venenos por hectárea de cultivo agrícola. Sobre estos tres plaguicidas, en el siguiente cuadro se resume su situación actual en Costa Rica tomando en cuenta la cantidad de productos registrados y los cultivos en que están autorizados (http://app.sfe.go.cr/) :
Tal como lo señalan las autoridades europeas, la salud de las abejas está relacionada con la biodiversidad, la producción de alimentos y la salud ambiental. En Costa Rica se encuentran más de 650 especies de abejas de las cuales 58 son especies de abejas sin aguijón que se agrupan socialmente con géneros diversos y abundantes, como lo son: Cephalotrigona, Frieseomelitta, Nannotrigona, Partamona, Plebeia, Scaptotrigona, Scaura, Trigona, Tetragona, Tetragonisca, (Espinoza y colaboradores, 2015).
Se debe considerar por su parte que en el capítulo 2: Foraging and Pollination, específicamente en el apartado 2.3 sobre Foraging and Flight Range (pág 82-91) vienen una serie de ejemplos sobre el rango de vuelo máximo que pueden tener las abejas en el neotrópico, se cita, por ejemplo, un trabajo clásico de Janzen en donde los géneros de abejas Xylocopas y Euglosas. Las Euglosas por ejemplo son polinizadoras de orquídeas y presentan color verde metálico) pueden tener rangos de vuelo tan amplios como de 20 km siendo su óptimo entre 6,7 Km a 10,0 Km. Tomando en cuenta estos rangos de vuelo se puede dimensionar el área que puede afectar un cultivo que aplique los neonicotinoides señalados. Es posible el que pueda presentarse el impacto incluso dentro de áreas de conservación que se encuentran rodeadas de zonas agrícolas, (Roubik, D, 1989).
Siendo Costa Rica un país con una alta diversidad biológica y que se promueve como un país protector del ambiente, surgen interrogantes como: ¿se ha realizado la correspondiente evaluación de riesgo ambiental para garantizar la protección del ambiente al momento de registrar estos productos? ¿Qué acciones van a tomar las autoridades en Costa Rica a la luz de esta nueva información? Aún, sin tener respuestas de esas preguntas debería aplicarse el principio precautorio y prohibir dichos plaguicidas. Además, partiendo de que Europa se prohíben estos plaguicidas teniendo una sola especie de abeja europea (Apis mellifera) y que en el país tenemos más 650, muchas de ellas nuevas para la ciencia: ¿no deberíamos ir a la vanguardia de Europa y prohibir estos venenos?
Con los neonicotinoides sale peor el remedio que la enfermedad. Las cosechas de aguacate, café, melón, naranja, etc dependen de las abejas. Sin estas maravillosas aliadas del agricultor no sería posible obtener cosecha alguna. Ya han pasado “tortas” en la zona de los Santos que por tratar de eliminar los ácaros se quedaron sin abejas y por lo tanto sin aguacates. Sin abejas no hay cosechas, sin cosecha no hay comida, sin comida no hay vida.
Referencias:
Espinoza, F. 2015. Guía Práctica de Identificación de Abejas Nativas sin Aguijón (Apidae, Meliponini) por medio de sus entradas. Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales, Universidad Nacional. Departamento de Publicaciones UNA. Primera Edición. 67pp.
Roubik, D 1989. Ecology and Natural History of Tropical Bees. Cambridge University Press. USA. 514pp.
*Por Fabián Pacheco, encargado del Centro Especializado de Agricultura Orgánica del INA y Mauricio Álvarez, coordinador del Programa Kioscos Socioambientales de la UCR
Inaugurado el Proyecto: Fortalecimiento de la Capacidades de Producción Sostenible con abejas Tropicales
El Proyecto es desarrollado en conjunto con la Asociación de Apicultores Unidos del Pacifico Central (APIPAC), que incluye 35 apicultores de San Mateo, Orotina, Esparza y localidades aledañas. El mismo es financiado con fondos del PNUD – Programa de Pequeñas Donaciones -UNOPS, por un monto de $110,000.
Para el Dr. Rafael A. Calderón Fallas, Director del Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales (Tropical Beekeeping Research) uno de los principales objetivos del proyecto es capacitar en el manejo y buenas prácticas apícolas desde una perspectiva integral, incorporando aspectos de manejo agroecológico, adaptación al cambio climático y asegurar la polinización de la flora circundante. Así como, sobre los principales métodos de diagnóstico, control y manejo de enfermedades y plagas de las abeja, e implementar un proceso de formación práctica en el desarrollo de productos derivados de la colmena, además la manera de cómo identificar emprendedores y oportunidades de negocio que puedan convertirse en iniciativas empresariales viables y sostenibles social, ambiental y económicamente.
En este sentido, este proyecto, se convierte en una oportunidad para analizar y discutir sobre diferentes aspectos del manejo de las colmenas, la sanidad apícola, la polinización de cultivos, la diversificación de productos, entre otros.
El Proyecto inaugurado en San Mateo con participación de autoridades universitarias plantea todo un reto para el desarrollo, y para la competitividad y productividad de la apicultura en las zonas indicadas.
El CINAT-UNA participa activamente en el desarrollo de los contenidos temáticos de los módulos de capacitación. Este proyecto plantea la integración de la Universidad con el Sector Productivo, con el financiamiento de un ente como el PNUD.
Colaboración:
Dr. Rafael A. Calderón Fallas
Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.