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Etiqueta: accion social

UCR. Parque Nacional del Agua y reserva universitaria se entrelazan con nuevos corredores biológicos

Reserva biológica de la Universidad de Costa Rica

Iniciativa de Acción Social de la UCR tiene objetivos de conservación y de integración comunal

Vista del Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco creado para proteger las fuentes de agua y la biodiversidad de la región, además de conservar los ecosistemas. Foto cortesía de la administración del parque.

Mejorar la conectividad de la biodiversidad entre la Reserva Ecológica Manuel Koss de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco, es el objetivo principal del proyecto de acción social que busca la unificación de ambas áreas de protección boscosa por medio de serie de corredores biológicos de los terrenos circundantes de la comunidad que rodea ambas reservas.

Este proyecto que busca tanto la conservación del medio ambiente como la integración con la comunidad, se plantea la consolidación de  brigadas comunales de monitoreo biológico y de restauración del paisaje para instaurar microcorredores biológicos. Así lo comentó Gilberto Rojas, coordinador del proyecto ED-3657 “Conservación en paisajes productivos: vinculando la biodiversidad y las comunidades entre la Reserva Ecológica Manuel Koss (UCR) y el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco”.

Tanto el parque como la reserva se encuentran en las cercanías de Sarchí, Zarcero, Grecia y San Carlos. Además, el parque tiene una alta biodiversidad. Sin embargo, la pérdida y fragmentación de los hábitats naturales en la zona de amortiguamiento del parque conlleva a la conversión de los bosques a otro tipo de uso del suelo, generando aislamiento entre remanentes de bosque, y la consecuente degradación de los ecosistemas y disminución de la biodiversidad.

Es por eso que ante esta problemática surge el proyecto, que también enfrenta el desafío de la falta de identificación de la comunidad con el parque nacional cercano.

Como iniciativas de este proyecto, se realizan actividades educativas con niños, se forman brigadas para monitoreo y restauración con la participación activa de la comunidad y se desarrollan invernaderos para reproducir árboles que formarán los corredores ecológicos. Además, se han identificado líderes comunitarios, para que el proyecto sea sostenible a largo plazo.

Bosque Vecino

Una parte importante del proyecto es la creación de una identidad para la reserva, denominada «Bosque Vecino», y la colocación de rótulos en las propiedades participantes. También se realiza un conteo de aves y se organizan eventos comunitarios para promover la participación y el sentido de pertenencia.

«En esta comunidad usted llegaba y le preguntaba a los niños, por ejemplo, ¿cuáles eran sus animales preferidos? Y los niños te empiezan a decir elefantes, jirafas, rinocerontes, todos los bichos de la selva africana o la sabana africana. Y uno se sorprende de eso, teniendo un parque nacional aquí a dos kilómetros y medio y no se les ocurre decir, por ejemplo, un mapache, un coyote» declaró Arias.

Es por eso que se  implementaron  actividades con niños, para aumentar su conocimiento y aprecio por la biodiversidad local; y actividades de investigación en donde se identifican especies locales y un levantamiento de biodiversidad.

Para Rojas, el proyecto ha tenido un impacto positivo en la comunidad, la cual ha comenzado a reconocer la importancia de la conservación. La presencia de la universidad en la zona ha generado una respuesta favorable, y se están realizando actividades en colaboración con diversas organizaciones, incluyendo el Instituto Meteorológico y la Cruz Roja.

Historia de la Reserva y el Parque Nacional

La Estación Biológica Manuel Koss Rubinstein es el resultado de la donación de los terrenos a la UCR en 2019 por la joven Iona Koss Stupp, como una forma de preservar el legado de su padre, Manuel Koss Rubistein, profesor por casi 30 años de la Escuela de Química y uno de los fundadores de la Escuela de Tecnología de Alimentos.

La Escuela de Biología y la Red de Áreas Protegidas, asumen la administración de la propiedad, que se convierte en una reserva ecológica. Luego de la pandemia por COVID-19 se decide ampliar el área y conectar la reserva con el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco, mediante la creación de micro corredores entre parches boscosos.

La reserva tiene un área de 62 899,65 metros cuadrados, más de 100 especies de aves, más de 40 especies de anfibios y reptiles y una cantidad importante de mamíferos. Como parte de la fauna se han observado manigordos, dantas, pizotes, zorros pelones y garzas.

Mientras tanto el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco, se fundó en 1992 como parte de una lucha de la comunidad para proteger las fuentes de agua y la biodiversidad de la región del avance de la minería de azufre en la zona, así lo declaró Fabio Arias, administrador del parque. Tiene una extensión de 14 258 hectáreas y un 93% de cobertura de bosque primario.

Arias destacó la importancia del parque en la protección del recurso hídrico para la región norte de Costa Rica y los esfuerzos en investigación y conservación, incluyendo la reaparición de la rana vibicaria en 2011.

Un efecto inmediato de la existencia del parque y la zona de protección es la conservación del recurso hídrico. Foto cortesía del proyecto: ED-3657

Este parque ofrece la apertura al público por Bajos del Toro, así como la posibilidad de establecer una estación en Venecia para ampliar el alcance de la investigación y conservación y gestión de proyectos.

El administrador enfatizó la necesidad de involucrar a las comunidades en la conservación y gestión, la importancia de encontrar objetivos comunes en la gestión de áreas protegidas y la necesidad de cambiar el enfoque estático de la conservación a una visión más integral.

El parque tiene 3 estaciones de acuerdo a la altura: Estación Quetzal, Estación Volcán Viejo y Manuel de Koss que según Arias es vista como una estación más del parque pero administrada por la UCR.

Alados y nocturnos

Los invernaderos de la Reserva Manuel Koss es parte de los aportes del proyecto al abordaje integral y la relación simbiótica entre ambos terrenos destinados a la conversación. Foto cortesía del proyecto ED-3657

Alexa Morales, bióloga de la UCR, forma parte de la Red de Áreas Protegidas y de la Unidad Especial de Investigación en Áreas Protegidas, tiene una participación importante en el proyecto, donde colaboró en la elaboración del plan de manejo de la reserva. Asimismo, Morales destaca que el trabajo con las comunidades es de vital importancia.

Coyote captado en una cámara trampa instalada en la Reserva. Foto cortesía del proyecto: ED-3657

“Es fundamental que las áreas protegidas de la U no se vean solamente desde un enfoque biológico. La conservación no es solo Biología; también incluye lo social, lo artístico, y lo recreativo. Trabajar de forma interdisciplinaria y con la comunidad es esencial para entender y progresar en la conservación(…) una de las cosas que yo tenía muy claro es que si no trabajaba con la gente no iba a funcionar. Cualquier cosa, cualquier especie que esté en peligro de extinción, ¿generalmente, el problema quiénes somos? Los seres humanos”, finalizó Morales.

Morales resalta el “Taller de murciélagos” como una actividad importante, realizada en colaboración con la Fundación para la Conservación de Murciélagos en Costa Rica, el cual se enfocó en la importancia de los murciélagos en los ecosistemas y en la necesidad de su conservación. A pesar de las dudas iniciales sobre la participación, el taller recibió una excelente respuesta de la comunidad, con una alta asistencia de alrededor de 350 personas. Los participantes aprendieron sobre el rol ecológico de los murciélagos y participaron en actividades prácticas relacionadas con su conservación. El éxito de este taller también contribuyó a aumentar el interés y la participación en el proyecto de reserva ecológica y en otras actividades relacionadas.


Otras actividades que se llevan a cabo como parte del proyecto son: desarrollo de corredores biológicos, instalación de invernaderos y formación de las brigadas de monitoreo biológico y restauración ecológica.

Niños y niñas durante una actividad de monitoreo de macroinvertebrados en uno de los cuerpos de agua del Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco. Foto cortesía de la administración del parque.

Pese a los avances que ha tenido el proyecto y la aceptación en la comunidad, tanto Rojas como Morales coinciden en que enfrenta retos importantes como la sostenibilidad a largo plazo mediante la formación de líderes locales y el fortalecimiento de la identidad dentro de la comunidad, así como la coordinación administrativa y la expansión de la red de invernaderos, para incluir diferentes pisos altitudinales.

Esteban Umaña Picado, UCR

Pronunciamiento en contra del racismo en los espacios educativos

Proyecto de acción social de Trabajo Comunal Universitario 

TC-765 “Semillero estudiantil para la acción contra el racismo”

Martes 14 de febrero del 2023

El pasado 8 de febrero del 2023 se dio a conocer a través del sitio AmeliaRueda.com la denuncia interpuesta por parte de la mamá y la tía de una niña estudiante de 5 años que estuvo presente con su madre durante el acto cívico de bienvenida a clases realizado el lunes 6 de febrero en la Escuela Manuel Hidalgo Mora de Aserrí. De acuerdo con esta denuncia, una docente, durante este acto público, pidió que “por favor no traigan a sus hijos con rastas ni dreads, aquí no estamos en Limón, es Aserrí, ni mucho menos traigan a sus hijas con el poco de cosas en el pelo”. La madre de la niña explicó, además, que su hija ya había recibido otros tratos discriminatorios por parte de compañeras y el personal encargado no había hecho nada al respecto.

En primer lugar, apelamos a las autoridades del sector educativo a cumplir con el debido y pronto procedimiento de investigación, que vele por la protección de las personas menores de edad y atienda las denuncias que estén relacionadas con posibles discursos y comportamientos racistas en este centro educativo. Asimismo, nos separamos de las expresiones de odio que también se han manifestado en las redes sociales en contra de la docente, ya que no es posible combatir el racismo mediante la expresión de otras formas de discriminación.

Este caso da pie a reflexionar sobre las expresiones y los comportamientos racistas que se presentan de manera cotidiana en escuelas, colegios, universidades y otros espacios públicos y privados del país. Los datos de la Encuesta Actualidades realizada en el 2022, señalan que el 9,2% de las personas entrevistadas, en algún momento de su vida ha deseado interponer una denuncia por discriminación racial y el 81,3% de las personas entrevistadas no conoce de una ruta para denunciar el racismo. Dado que esta encuesta cuenta con una muestra representativa a nivel nacional, se puede afirmar que existen miles de personas que han sufrido discriminación racial, sin embargo, carecen de rutas para que puedan realizar una denuncia de manera efectiva y segura. 

También, debemos cuestionar las formas del control del cuerpo que se ejercen desde el poder escolar e institucional, mediante reglas estéticas regidas arbitrariamente que subordinan la expresión e identidad de personas, grupos y pueblos diversos que formamos parte de este país. Por tanto, es injusto para las personas, grupos y pueblos diversos no ejercer libremente su identidad y estar en permanente comparación. Además, debe acatarse la circular DM-0030-07-2020, vigente desde agosto 2020, en la que se ordena la eliminación de los reglamentos internos de cada centro «toda referencia a “cortes de cabello permitidos”, “estilos de cabello permitidos”, “largo de cabello permitido”, o cualquiera otra forma de sintaxis similar, esto en virtud de calificarse como restricciones al ejercicio del libre desarrollo de la personalidad, el derecho de autodeterminación de la imagen, la identidad de género, la integridad y la intimidad de las personas estudiantes; así como, la desaplicación inmediata de las directrices, circulares o cualquier comunicado específico en el tema»

Otro tema por abordar es la superioridad geográfica que podemos identificar desde discursos descalificantes hacia ciertas regiones y de sus manifestaciones culturales. A ninguna persona o colectivo debe imponérsele límites territoriales que condicionen sus derechos humanos. 

Debemos pensar antes de realizar comparaciones, ya que estas suelen estar cargadas de prejuicios que perpetúan las jerarquías sociales y raciales existentes, las cuales se han construido desde un sistema racista que lamentablemente sigue vigente. La discriminación racial no es un problema que se genera de manera aislada que se genera de manera aislada entre personas, es expresión de violencias estructurales que se reproducen en las comunidades, las familias, los medios de comunicación, las empresas privadas, en los centros educativos y desde las instancias de poder institucionales. 

Instamos al sector educativo, institucional y personas en general, a buscar procesos educativos y de reparación ante estas situaciones, para transformar la matriz racista de nuestros comportamientos y mentalidades, lejos de una acción basada únicamente en el castigo. 

Identifica el racismo.

Denuncia el racismo.

 

Imagen ilustrativa: https://politica.expansion.mx/

UCR: Proyecto universitario promueve educación ambiental en la provincia de Limón

Estudiantes durante una recolección de residuos en la playa de Limón. Foto cortesía del proyecto ED-1772.

Se detecta baja participación e interés de las comunidades por involucrarse en las juntas directivas de las ASADAS

Limón es una provincia cuya población es afectada por la contaminación de fuentes acuíferas, dificultando el acceso al agua potable y en algunos de sus cascos humanos, se muestran problemas de una adecuada gestión de los residuos sólidos.

La Universidad de Costa Rica (UCR) por medio del proyecto de acción social Promoción de la Gestión Ambiental en la provincia de Limón (ED-1772), promueve la Educación Ambiental en los campos de la gestión integral de residuos sólidos y la protección del recurso hídrico.

Desde sus inicios del 2012, el proyecto surgió como una iniciativa a lo interno de la Sede del Caribe para implementar una serie de buenas prácticas ambientales. Posteriormente, en el año 2016 el proyecto cambia su orientación y se proyecta hacia el resto de la provincia, así lo confirmó Fernando Bermúdez Kuminev, colaborador del proyecto.

Para Bermudez, la educación ambiental en la provincia es de suma importancia ya que hay un gran analfabetismo ecológico: “el proyecto responde ante esa incapacidad en la que no hemos podido leer nuestro entorno y cómo nos relacionamos con él. Por ejemplo en la playa de la ciudad de Limón se hace limpieza por lo menos una vez por mes, ¿por qué pasa esto? Porque hay mal manejo de los residuos sólidos y desconocimiento del factor movilizador del agua que arrastra todos esos residuos”, argumentó.

Dentro de sus principales actividades, este proyecto contempla la capacitación en educación ambiental y el establecimiento de relaciones con múltiples actores de la zona como asociaciones de desarrollo integral (Río Blanco, Limón 2000), escuelas y colegios, asociaciones administradoras de acueductos y alcantarillados (Río Blanco) y la Asociación Talamanqueña de Ecoturismo y Conservación (ATEC). También ha trabajado con la empresa privada. Para ello, utilizan una metodología dialéctica en la que se llega a las comunidades a escuchar las necesidades, aportes y experiencias, destacó Bermudez.

Para el coordinador del proyecto, Olman Araya Mejías dentro de los principales logros se destaca: tener esquemas de información como talleres, infografías e información para capacitar personas en la Región Caribe en temas de gestión del recurso hídrico y la gestión integral de residuos sólidos, así como publicaciones, que han logrado colocar en el repositorio institucional Kérwá.

Adicionalmente, también destaca la realización en forma bianual desde el año 2018, de un Encuentro de Educación Ambiental a nivel de la Región Huetar Caribe y múltiples capacitaciones con ASADAS y comunidades de la provincia de Limón, con la participación del Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados (AyA). Para Bermúdez, la inversión en Educación Ambiental ayuda a la comunidad a determinar su modelo de desarrollo.

Alianzas estratégicas

Para Mayra Alejandra Mejía Fernández, gestora socioambiental de acueductos rurales del AyA, el trabajo en conjunto que han venido realizando con la UCR en el marco de este proyecto, es un gran apoyo ya que son apenas once personas para atender, asesorar y acompañar en la gestión del recurso hídrico a 120 ASADAS de la Región Huetar Caribe. En este momento, el trabajo con la UCR se concentra inicialmente en cuatro ASADAS.

Taller de manejo de residuos sólidos. Foto cortesía del proyecto ED-1772.

«La educación ambiental y estrategias de abordaje en la región son de vital importancia por la variedad de grupos étnicos, idiomas y culturas así como por la variedad geográfica en donde hay zonas costeras, urbanas y rurales. Por otro lado, la calidad del agua presenta una alta dureza con presencia de hierro, manganeso, fluoruro, calcio, lo que podría traer consecuencias para la salud y problemas para su distribución por acumulación de calcio en las tuberías de distribución y el costo de las plantas removedoras de estos metales es de alto costo económico» indicó la gestora Mejía. Es por ello que crear conciencia sobre la gestión del recurso hídrico e incluso capacitar a las comunidades en el mantenimiento de la plantas de tratamiento, es indispensable.

Finalmente, Mejía destacó el componente social del proyecto universitario, ya que se ha detectado una baja participación e interés de las comunidades por involucrarse en las juntas directivas de las ASADAS, las cuales están en su mayoría conformadas por hombres adultos y donde la participación de la mujer y de personas jóvenes es escasa. “Es por eso que tenemos la responsabilidad de informar, motivar a la población a ser parte de la solución, cuidar su recurso hídrico y sus recursos naturales, desde pequeñas labores diarias” concluyó.

 

Esteban Umaña Picado
Comunicación Vicerrectoría de Acción Social UCR

UCR: Las pymes del sector agroalimentario en Guanacaste resguardan la cultura alimentaria de la región Chorotega

Rocío González (izq.) y Dunia Méndez forman parte del proyecto de Acción Social de la Sede de Guanacaste, dirigido a mejorar la gestión de las MIPYMES. Foto cortesía Ana María Quirós.

La UCR trabaja en conjunto con actores fundamentales de la provincia para mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades

Desde la incorporación a Costa Rica del partido de Nicoya ocurrida el 25 de julio de 1824, la identidad cultural costarricense no podría definirse sin los aportes culturales, económicos y naturales de esta provincia, sin embargo es una de las provincias con mayor desigualdad, alto desempleo y pobreza.

Según los datos del Banco Central, Guanacaste es la segunda provincia con menor desarrollo empresarial (9.343 empresas) en el 2017. Considerando la importancia de las PYMES y su potencial vinculación con la principal actividad económica de la región (el turismo), la Universidad de Costa Rica (UCR) desarrolla en la región Chorotega varios proyectos de acción social, entre los que destaca el ED-3245 Servicios de capacitación y asesoría para micro y pequeñas empresas procesadoras de alimentos (PYMES) en la provincia de Guanacaste.

Su principal objetivo es fortalecer las capacidades técnicas de PYMES aplicables al procesamiento, control de calidad e innovación de productos alimenticios, para el desarrollo del sector agroindustrial en la región Chorotega. Muchos de estos productos son elaborados con cultivos de la zona.

Con las capacitaciones sobre manipulación e inocuidad de los alimentos, estandarización de procesos, etiquetado y registro, se espera que las PYMES mejoren la calidad y cumplan con los requisitos necesarios para obtener los permisos del Ministerio de Salud que les permitan operar en diversos mercados, y de esta forma se amplíen sus oportunidades económicas, ya que estos productos en su gran mayoría se realizan de forma artesanal.

La carrera de Ingeniería de Alimentos, de la Sede de Guanacaste, ha organizado varios talleres y charlas para las y los participantes del proyecto. Foto cortesía Ana María Quirós.

Según la Licda. Ana María Quirós Blanco, coordinadora del proyecto, desde el 2015 han trabajado en los 11 cantones de la provincia de Guanacaste, no solo contribuyendo al desarrollo de la ingeniería de alimentos y agro industrial, sino también en el rescate de algunos aspectos de la cultura culinaria de la provincia.

Gracias a que en la Sede de Guanacaste de la UCR se imparte la carrera la Ingeniería de Alimentos, se logró que participaran en este proyecto ocho de los 10 docentes de esa carrera, así como estudiantes que por medio del Trabajo Comunal Universitario TC-721 Apoyo a MYPIMES de la provincia de Guanacaste, participan activamente para brindar las capacitaciones.

Rocío González, una de las participantes del proyecto cuyo emprendimiento es la carnicería Jomar, que se ubica en Abangares, recibió asesoría técnica y recomendaciones para cumplir con los requerimientos que solicita el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), así como mejoras en la creación de procesos e inocuidad de los alimentos.

“Elaboramos desde cero los productos, traemos la carne del matadero, hacemos los cortes y elaboramos embutidos, chuletas ahumadas, chorizo chino, tocineta ahumada, pastrana y salchichón jamonado. Nuestro proceso es totalmente natural y lo hacemos de forma artesanal”, concluyó González.

Este proyecto tiene como objetivo el impulso de las MIPYMES en Guanacaste, con el fin de mejorar la calidad de vida en las comunidades locales. Foto cortesía Ana María Quirós.

Por su parte, Dunia Méndez, quien es dueña de un emprendimiento de productos en Hojancha llamado Lácteos DValle, resaltó la formación integral que ha recibido en las capacitaciones y que responde a necesidades concretas adaptadas a la realidad de los productores.

“La capacitación que obtuve fue en cómo realizar la pasteurización de forma correcta, lo cual es muy importante cuando hablamos de productos lácteos, y las temperaturas adecuadas de los cultivos en el caso del yogurt, ya que mi formación en ese campo era muy básica”, indicó Méndez.

Ambas productoras se caracterizan por desarrollar sus productos desde las etapas más básicas de la materia prima, pasando por el envasado o empaquetado, hasta lograr la distribución en el mercado local.

Uno de los principales aportes de Guanacaste al país es su gastronomía y producción agropecuaria. En ese sentido, Ana María Quirós destacó la importancia de la industria agroalimentaria en la provincia, dada la cantidad de PYMES que se dedican a esta actividad y el servicio que le brindan al turismo, que representa la primera actividad económica de Guanacaste.

Así, este proyecto de la UCR contribuye a la economía, la innovación y al rescate de la cultura alimentaria de la región Chorotega.

 

Esteban Umaña Picado
Periodista de la Vicerrectoría de Acción Social, UCR

UCR: Consejo protesta enérgicamente por situación de profesor universitario en Nicaragua

La Rectoría le solicitó al señor canciller de la República de Costa Rica que interponga sus buenos oficios ante el Gobierno de Nicaragua para conocer las razones para negar el ingreso al profesor Sandoval y saber sin están relacionadas con su labor docente. (Foto: Archivo ODI, UCR).

Alejandra Amador Salazar, Periodista, UCR

El Consejo Universitario protestó de manera enérgica y manifestó su preocupación ante la Embajada de la República de Nicaragua en Costa Rica por la situación que afrontó el catedrático Carlos Sandoval García en su intento de ingresar a ese país, como parte de las actividades de investigación que desarrolla en la Universidad de Costa Rica (UCR).

El 31 de marzo, el Dr. Sandoval viajó a Nicaragua para realizar una serie de grupos focales; sin embargo, al ingresar a la oficina de Migración, en Peñas Blancas, una oficial le hizo ver que él era “analista y escritor” y le solicitó los nombres de las personas que visitaría, a lo cual el investigador se negó, pues consideró que podría poner en riesgo a quienes habían ofrecido recibirlo. Tiempo después, sin que mediara una justificación razonada por escrito, la oficial le informó que no podía ingresar.

Ante esta situación, el Órgano Colegiado recordó que la autonomía universitaria en América Latina garantiza el cumplimiento del propósito fundamental de la Universidad, el cual es generar conocimiento libre, crítico y reflexivo, sin limitaciones ni condicionamientos externos, y formar personas con capacidad de transformar e incidir positivamente en la sociedad por medio de la docencia, la investigación y la acción social o la extensión.

El proyecto del profesor Sandoval se denomina Exclusión social y procesos electorales en Honduras, Nicaragua y Costa Rica (2021-2022), está inscrito en el Centro de Investigación en Comunicación de la UCR y tiene como objetivo contrastar las narrativas de los partidos políticos y sus candidaturas las publicaciones en redes sociales así como la versión de quienes viven en condiciones de exclusión.

UCR: La informalidad sigue violentando los derechos laborales

En Costa Rica casi un millón de personas obtienen su sustento mediante la economía informal, y gran parte en condiciones de precariedad, sin derecho a la seguridad social o la cotización a un régimen de jubilación. Ilustración Raquel Mora Vega.

Día Internacional del Trabajo

Cada 1 de mayo millones de personas trabajadoras marchan por sus derechos

Aunque desde 1889 en el mundo se conmemora el Día Internacional del Trabajo, millones de personas aún no tienen las garantías mínimas que garanticen un ámbito laboral seguro y con un salario digno. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su Informe Mundial sobre la Protección Social 2020-2022solo el 30 % está totalmente cubierto por sistemas de seguridad social en todas sus aspectos.

A pesar de que  existen múltiples causas, una de las principales son las condiciones económicas en los países denominados “emergentes” y “en desarrollo”, en los que predomina el trabajo informal y las contrataciones bajo acuerdos entre patronos y personas trabajadoras donde se excluyen sus derechos fundamentales.  Otros datos de la OIT calculan que la informalidad en esos países llega al 96% y que a nivel global el 61% de las personas obtienen sus ingresos por trabajos informales. Al desagregar los datos, las zonas rurales son las que muestran mayores porcentajes de informalidad, y es la agricultura la actividad en la que se ubican la mayor cantidad de personas en dichas condiciones.

En Costa Rica la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, incidió en un aumento de la informalidad. La última Encuesta Continua de Empleo publicada en enero 2022 mencionó que el 45 % de las personas se dedican a labores informales, en total unas 966 000, registrando un aumento atribuido a la pandemia sanitaria que redujo sensiblemente los ingresos de las familias costarricenses.

Con respecto a este tema, en Costa Rica las personas más afectadas por la informalidad están vinculadas a las actividades agrícolas y al sector cultural. Para colaborar en el empoderamiento de estas personas e incidir en las políticas públicas, dos proyectos de Trabajo Comunal, ejecutados mediante la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), enfocan sus esfuerzos en esa línea. 

El primero es el referido al “Cumplimiento de los derechos laborales en las plantaciones y afines. Alcances de la reforma procesal laboral frente a las necesidades del colectivo laboral” (TC-681); y el otro es sobre “Cumplimiento de los derechos laborales en el sector artístico y cultural y sus condiciones socio-económicas” (TC-754), ambos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. En ambos casos, se realizan actividades de acompañamiento y asesoría a personas trabajadoras en instituciones públicas.

Creatividad en tono de precariedad

En el sector cultural costarricense hay una serie de problemáticas generalizadas, en parte porque el gremio es muy amplio y diverso, y en otra porque no existe una normativa que garantice que en el desempeño de su labor cuenten con todos sus derechos, afirmó la Lic. Karen Carvajal Loaiza, coordinadora del proyecto “Cumplimiento de los derechos laborales en el sector artístico y cultural y sus condiciones socio-económicas”.

Si algo caracteriza a las personas que trabajan por la cultura costarricense son las condiciones de precariedad, en las que predomina la informalidad, el subempleo, la subcontratación y la carencia de cosas que la mayoría asume como un derecho, como tener el seguro social o la posibilidad a una pensión al final de la vida laboral.

El TC-754 está en ejecución desde agosto de 2021, a raíz de la preocupación que la docente Carvajal conoció de un informe del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) sobre las graves afectaciones de la cultura producto de las restricciones sanitarias de la COVID-19.  Por ejemplo, entre las personas profesionales de la música del sector estatal hay una problemática de larga data con respecto al tipo de jornada, ya que se les impone una prohibición de tener nombramientos parciales en distintas compañías, pues a criterio del MCJ se consideran distintas instituciones, aunque ambas están adscritas a ese ministerio; es decir, es el mismo patrono. Por el anterior motivo, se han dado despidos sin responsabilidad patronal aduciendo una prohibición sin fundamento, afirma la profesora Carvajal.

Adicionalmente, afirmó la coordinadora del TC-754, no existe uniformidad en el tipo de pago, las jornadas que implican las contrataciones y tampoco hay controles de cumplimiento de los derechos mínimos; pese a que en muchas de ellas está involucrado el Estado. Asimismo, falta reconocimiento del artista como un profesional, y a lo interno del propio MCJ se sigue discutiendo un manual de puestos para la carrera artística.

En cuanto a lo privado, aunque no existe un diagnóstico de la situación laboral del sector artístico, se podría afirmar a priori que el principal problema es el aseguramiento dada la inestabilidad del gremio, tanto así que muchas personas conjugan sus labores como artistas con otras labores distintas a su profesión, y en el caso de los subcontratistas no se sabe si cumplen o no con la normativa laboral costarricense.

Adicionalmente al trabajo realizado entre el sector gubernamental, se participó en el Simposio sobre la Condición Laboral de las Mujeres de las Artes Escénicas, realizado en enero pasado por el Colectivo de Mujeres en Escena. En el futuro, el TC-754 se abocará a organizar varias mesas de trabajo. Una de ella con entes estatales como el Ministerio de Trabajo, la Caja Costarricense del Seguro Social, el MCJ, y organizaciones gremiales para analizar las posibilidades de brindar el aseguramiento necesario. Y otros encuentros en los que se analizará cada uno de los problemas detectados durante este proyecto.

Carvajal concluyó que evidentemente existe una “ausencia de espacios de diálogo ante el Estado, esto limita la incorporación de los derechos de este sector en las políticas públicas. Esto genera que el Estado tampoco preste atención a las problemáticas, porque lamentablemente, en el derecho y a nivel del Estado no suceden cosas o no va a resolver ningún problema si no hay una demanda de los colectivos de esas necesidades”.

Las personas migrantes contratadas de manera irregular en el país carecen de garantías sociales, derecho a un seguro de salud y riesgos del trabajo y viven bajo amenazas de deportación por parte de algunos patronos, especialmente en regiones agrícolas. Foto Semanario Universidad.

La semilla de inequidad

El proyecto de Acción Social sobre el “Cumplimiento de los derechos laborales en las plantaciones y afines. Alcances de la reforma procesal laboral frente a las necesidades del colectivo laboral” (TC-681) es otra iniciativa de la Facultad de Derecho de la UCR.

El TC-681 reúne el esfuerzo de estudiantes de diversas carreras, bajo la coordinación del Dr. Mauricio Castro Méndez, y tiene el objetivo de facilitar procesos de formación colectiva acerca de los derechos de las personas trabajadoras y al ejercicio de la ciudadanía social por medio del fortalecimiento de las capacidades de sus organizaciones.

El proyecto parte de la premisa que las organizaciones del sector agrícola tienen un rol relevante en la determinación de sus propias condiciones de trabajo y de vida en general, así como en el cumplimiento efectivo de sus derechos laborales.  En la actualidad, el trabajo se enfoca en las zonas Caribe y Norte, acompañando a sindicatos de las plantaciones de banano y piña; y hace poco incursionaron en la región Chorotega, para brindar apoyo a personas trabajadoras de la caña de azúcar, en el Ingenio Taboga.

Este proyecto inició en el año 2017 con un objetivo muy concreto, ya que ese año entró en vigencia la reforma procesal laboral, que planteó nuevas normas. Además, que en Costa Rica en el sector privado existe una cultura antisindical muy virulenta hacia las personas que son parte de los sindicatos, como para quienes se afilian, explicó.

En los diagnósticos aplicados se han detectado una serie de problemas. Entre ellos, es que en materia de salud ocupacional se incumple la normativa; por ejemplo, no se aplica reglamento para prevenir el estrés térmico durante la jornada agrícola; o el existente sobre la aplicación de agroquímicos, para el que existe estrictos protocolos técnicos, “pero una cosa es eso y otros el biomonitoreo relacionado con la aplicación rutinaria en las aplicaciones”. En ambos casos, explicó el docente, se está desarrollando una estrategia para subsanar estos vacíos en las prácticas agrícolas.

En el tema de jornadas y salarios la principal irregularidad es que las empresas propietarias de las plantaciones “acuerdan” con las personas pago por hectáreas o cajas de productos; “pero la legislación indica que si ese pago resulta inferior al mínimo por la jornada regular se debe ajustar. Pero en muchas empresas que pagan a destajo no están haciendo el cálculo de lo que el trabajador debería recibir. Por eso, junto con el Ministerio de Trabajo se está diseñando una aplicación para calcular cuánto debería recibir por lo realizado”, dijo Castro.

Finalmente, otra situación sumamente grave, es la discriminación y abusos con motivo de la condición migratoria de la persona, sobre todo en la zona norte. “Un primer tipo de problema es que hay empresas que prefieren traer trabajadores en condición irregular porque son más vulnerables y no cuentan con la seguridad social, y hasta utilizan la amenaza de deportación cuando los trabajadores exigen sus derechos. Lo segundo es que en esa zona predomina un sistema de subcontratistas que brindan servicios a la empresa principal, y de esta manera esquivan sus responsabilidades legales. Aunque esto es un secreto a voces, en el resto del país existe un desinterés total sobre el asunto, y no fue hasta que las poblaciones migrantes fueron un foco de contagios por la COVID-19 que se les volvió a ver, pero al costarricense en general no le interesa la población migrante y sus derechos”, concluyó Castro.

Este equipo de la UCR trata de “identificar las problemáticas, buscar respuestas, generar documentos, manuales, guías o videos para facilitarle a las personas trabajadoras sobre las mismas”, explicó el docente Castro. Otros de los productos generados son el diseño de propuestas, capacitaciones o estrategias de incidencia; a veces por una organización o una plataforma conjunta; y en otros casos se trata de aportar información como entrarle a los procesos que se están viviendo en casos particulares, detalló.

Una conmemoración sellada con sangre

A finales del siglo XIX las jornadas laborales eran de 16 horas diarias; y las fábricas operaban en condiciones insalubres y alto riesgo para la vida de las personas. Para ese periodo, los Estados Unidos se habían convertido en un importante centro del desarrollo impulsado por la Revolución Industrial.

El 1o de mayo de 1886 inició una huelga en la ciudad de Chicago que terminó tres días después, y se exigió el cumplimiento de la jornada laboral de ocho horas. Tras las revueltas se desconoce a ciencia cierta el número de fallecidos y heridos; pero quienes pasaron a la historia fueron ocho dirigentes que luego se conocerían como los “mártires de Chicago”. Posteriormente, el Congreso Internacional de Trabajadores, realizado en París en 1889, declaró el 1o de mayo como el Día del Trabajo y desde entonces cada año las personas trabajadoras marchan por las ciudades del mundo en pro de sus derechos laborales, garantías sociales para sus naciones y en protesta contra los proyectos de Estado que atentan contra las mismas.

En Costa Rica, la primera marcha ocurrió el 1o de mayo de 1913, por iniciativa de educadores ilustres como María Isabel Carvajal -Carmen Lyra-, Omar Dengo y Joaquín García Monge. Con el surgimiento del Partido Comunista en 1931, de la mano de Carvajal y Manuel Mora, entre otros intelectuales, la fecha tomó fuerza, hasta la proscripción de esa agrupación política y el encarcelamiento, destierro y asesinato de sus líderes tras la conclusión de la confrontación bélica de 1948, de la que se declaró ganador José Figueres Ferrer.

 

Eduardo Muñoz Sequeira,
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR

UCR: Comunidades de Osa se capacitan en ciencia ciudadana para proteger la naturaleza

En el curso “Bioalfabetización Virtual” organizado por PiOsa-UCR participaron 30 personas de los grupos comunitarios del Área de Conservación Osa

El curso se desarrolló de manera virtual del 03 de agosto al 23 de septiembre del 2021 y contó con la participación de 30 estudiantes y 12 facilitadores. Fotografía con fines ilustrativos. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Los grupos comunitarios de COVIRENAS y Guardaparques Comunitarios del Área de Conservación Osa, se capacitaron en herramientas de ciencia ciudadana mediante el curso “Bioalfabetización Virtual” que les permitirá realizar monitoreo biológico participativo en sus actividades de apoyo a la conservación de los recursos naturales y hacer su aporte a la ciencia.

Esta capacitación se desarrolló, del 03 de agosto al 23 de septiembre del 2021, en el marco del proyecto: ED-3590 “Iniciativas de conservación comunales en la Península de Osa y el Corredor Biológico Amistosa, con enfoque ambiental”, del Programa Institucional Osa-Golfo Dulce-(PiOsa) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

El curso inició con un conversatorio introductorio a la conservación de la vida silvestre con oportunidades de las comunidades locales y ciencia ciudadana, adonde se trataron temas como: especies en peligro de extinción, especies endémicas, conservación de base comunitaria, ciencia ciudadana, manejo de áreas protegidas y corredores biológicos.

Estas se enfocaron en conocimiento general de grupos taxonómicos, incluidos anfibios y reptiles, mamíferos terrestres, voladores (murciélagos) y marinos (cetáceos); aves, hongos e insectos; y capacitación en el uso de aplicaciones para el levantamiento de datos bajo el enfoque de ciencia ciudadana como iNaturalist.

Para cada uno de estos grupos taxonómicos se trataron problemáticas, amenazas, oportunidades de conservación, importancia turística e importancia como servicios ecosistémicos. Así como la aplicación de conocimientos al contexto local de investigación y conservación (Área de Conservación OSA) que aporta a la gestión y manejo de los Corredores Biológicos y la importancia de realizar ciencia ciudadana.

Comunidades organizadas por la conservación

Las personas que participaron en el curso brindan su apoyo a las áreas silvestres protegidas del Área de Conservación Osa: el Parque Nacional Marino Ballena, el Humedal Nacional Térraba Sierpe, la Reserva Forestal Golfo Dulce, el Parque Nacional Corcovado y el Parque Nacional Piedras Blancas.

Se contó con la participación de 18 mujeres y 13 hombres, vecinos de las comunidades de Puerto Jiménez, Palmar Sur, Bahía Drake, Guadalupe, Rancho Quemado, Golfito, Bahía Ballena, Playa Blanca, Piedras Blancas, Pérez Zeledón, Puerto Cortés, Guaycará, Matapalo y Palo Seco.

Zobeida Mendoza Rojas, vecina de los planes de Bahia Drake, quien es guía turística local y presidenta de la Asada de esta comunidad, reconoció el gran valor de esta capacitación que le brinda nuevos conocimientos para transmitir en su comunidad y a los turistas que los visitan.

La responsable del proyecto, Hellen Solís destacó que; a pesar de las dificultades tecnológicas, las personas participantes mostraron un compromiso al conectarse a las lecciones a pesar de la poca cobertura, las cargas laborales y personales, y el clima que muchas veces interrumpió su conexión. A pesar de estas dificultades el proceso de enseñanza no se detuvo y se dedicaron 36 horas a compartir conocimiento y experiencias.

“Durante pandemia, estas situaciones nos mostraron que las personas de las comunidades rurales tienen un alto interés en participar y aprovechar espacios de aprendizaje, incluso desde la virtualidad. Esto es una gran oportunidad, pero también un reto para que haya condiciones de conectividad suficientes que garanticen la participación para todas las personas”, agregó Solís.

Los estudiantes, después de recibir la capacitación teórica, se fueron a colectar hongos y presentaron sus hallazgos de forma virtual en la clase, donde los facilitadores les dieron retroalimentación y explicación sobre las especies colectadas.

Los estudiantes utilizaron la plataforma iNaturalist para subir fotografías de los insectos encontrados. Cabe mencionar que todas las actividades realizadas las hacían en sus casas, en su lugar de trabajo o en los momentos que realizaron las acciones de protección en las áreas protegidas. Imagen tomada de: https://www.inaturalist.org/

Capacitación en comunidades rurales

El curso fue organizado por la investigadora Hellen Solís Hernández y Cristina Brenes, asistente del Programa PiOsa, en colaboración con Diego Gómez Hoyos del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras- ProCAT, con apoyo de Sharon Alfaro del Área de Conservación Osa (ACOSA) y Rebeca Quirós del Comité de Vigilancia de Recursos Naturales Península de Osa.

 “El objetivo fue generar un proceso de aprendizaje y sensibilización a través de la bioalfabetización para capacitar a los grupos comunitarios organizados en el Área de Conservación Osa, los cuales, ofrecen un importante aporte en los corredores biológicos Amistosa, Osa y Paso de la Danta”, señaló Solís.

Las personas de las comunidades tuvieron la oportunidad de compartir con expertos en las diferentes temáticas que de forma ad honorem compartieron sus conocimientos cuatro horas cada semana. Gracias a este curso los y las participantes se encuentran más capacitadas para realizar monitoreo biológico participativo en sus actividades de apoyo a la conservación de los recursos naturales.

Una de las participantes, Jahaira Ramírez Cambronero, vecina de Puerto Cortés, Osa pertenece a organizaciones locales que monitorean de aves y tortugas y es emprendedora turística. Para ella el curso de bioalfabetización le permitió adquirir nuevos conocimientos, apreciar aún más la naturaleza que le rodea y transmitir eso a otras personas.

Al finalizar, los estudiantes quedaron agradecidos con el trabajo realizado, a través de la evaluación del curso, expresaron su agradecimiento. Estos fueron algunos de sus comentarios, “Sería dar las gracias una vez más, me parecieron muy éticos y profesionales, todos nuestros profesores fueron muy respetuosos y comprensivos”. “Excelente muy bueno esos cursos muy bonitos sigan con esa energía”. “Si necesitamos más cursos como estos en las comunidades rurales, y muchas gracias a todos los que colaboraron para instruirnos”.

Finalmente, el faclitador Diego Gómez señaló que: “Este curso fue imprescindible para conocer las oportunidades de generar espacios de capacitación y aprendizaje en comunidades rurales. De manera que esta experiencia será fundamental para replicarla en otras áreas estratégicas para la conservación en el país. Poreso, el Programa PiOsa y la organización ProCAT buscarán la forma de seguir adelante con esta experiencia inspiradora.”

Los expertos con los que contó el curso fueron:

La M.Sc Michelle Monge Velásquez del Instituto de Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional y iNaturalistCR, en la capacitación del uso de la aplicación iNaturalist; el M.Sc Diego Gómez Hoyos y la M.Sc. Rocío Seisdedos del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras-ProCAT en el tema de anfibios y reptiles; la Sra. Eida Fletes Almengor guía local, parataxónoma y vecina de la comunidad de Puerto Escondido en la Península de Osa y el estudiante de biología de la Universidad de Costa Rica Luis Francisco Ledezma de Funga Conservation en el tema de hongos; el Bach. Jim Córdoba de BioSur Foundation en el tema de insectos; la Bach. Raquel Bone estudiante de la maestría en biología de la Universidad de Costa Rica y la Bach. Lizeth Corella, investigadora del Programa Gente y Fauna en el tema de mamíferos terrestres; el Bach. Alejandro Quesada, estudiante de biología de la Universidad de Costa Rica y la M.Sc. Pilar Bernal de Osa Birds en el tema de aves; el Ph. D. Lenín Corrales Correa del Centro de Investigación de Cetáceos de Costa Rica y del Laboratorio de Ecología de Mamíferos Marinos Tropicales, en el tema de cetáceos; y, la Ph. D. Gloriana Chaverri Echandi académica de la Sede del Sur de la Universidad de Costa Rica, en el tema de murciélagos.

 

Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: Jóvenes universitarios retoman proyectos desde la virtualidad

Iniciativas Estudiantiles 2021

Vinculación comunitaria demuestra liderazgo estudiantil con sello UCR

Las Iniciativas Estudiantiles logran un acercamiento a comunidades y organizaciones con propuestas que promueven el diálogo entre la UCR y la sociedad, para construir proyectos que inciden en la calidad de vida de las personas. La imagen corresponde al proyecto IE-127 “Con Toda la Pata”. Foto archivo VAS, UCR

Con ganas renovadas un grupo de 64 estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR) iniciarán en marzo con 25 proyectos de Iniciativas Estudiantiles que llegarán a comunidades de todo el país, provenientes de las sedes universitarias Rodrigo Facio, Occidente, Guanacaste, Atlántico y el Sur. Bajo esta modalidad, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) llegará a comunidades de Talamanca, Golfito, San Ramón, Cartago, Guanacaste y San José.

Según el Ing. Minor Cordero Jiménez, coordinador de Vinculación Estudiantil y Comunitaria, la pandemia sanitaria decretada en el año 2020 implicó “la suspensión de una parte de los proyectos a ejecutarse durante ese año lectivo, esos se retomarán en este periodo lectivo. Para el 2021 se continuará con la modalidad virtual en todos los proyectos que iniciarán en marzo próximo”, explicó.

Las Iniciativas Estudiantiles son proyectos inscritos en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) gestionados por estudiantes de bachillerato o licenciatura, quienes aplican metodologías alternativas, participativas e incluyentes de los intereses y necesidades de las comunidades y sus grupos.

La idea de estos proyectos es contribuir al mejoramiento de la calidad de la vida de las comunidades y estimular el desarrollo de sus capacidades. Para este fin, se cuenta con el apoyo de la Vicerrectoría de Acción Social en la formulación, la gestión, la realización de actividades, el manejo de los recursos y la divulgación de los alcances de los proyectos

Al igual que en años anteriores, los aprobados por la unidad de Vinculación Estudiantil y Comunitaria contemplan la variedad de temáticas de la VAS, como son el fortalecimiento educativo, socioambientales, arte y cultura, organización comunitaria, salud, derechos humanos y socioproductividad.

Para que una Iniciativa Estudiantil sea aprobada se debe superar un proceso de selección, que lo realiza una comisión conformada por estudiantes, docentes y asesores y asesoras de la VAS. Entre los criterios están la pertinencia de los proyectos e impacto social, los elementos técnicos requeridos para la ejecución y los ejes transversales de la propuesta.

Durante el proceso de ejecución, las personas proponentes de las Iniciativas Estudiantiles tendrán el respaldo de la VAS para la puesta en marcha, acompañamiento para su exitosa gestión y apoyo logístico, como compra de materiales, alimentación si es requerida, desplazamientos geográficos, equipo, entre otros, explicó el Ing. Cordero.

Impulso renovado

Entre los proyectos que iniciarán está el denominado “Campaña de cuentos virtuales: previniendo juntos la violencia infantil” (IE-159), de las estudiantes María José Solano Soto, Ximena Matamoros Sandí y Andrea Castro Ortega, de la carrera de Antropología. Ellas llevarán su iniciativa hasta la Escuela La Pradera, ubicada en la Guácima de Alajuela.

Por su parte, Camila Garro Hernández y Raquel Rodríguez Rojas, de las carreras de Comunicación y Artes Plásticas, crearán una estrategia para el impulso de “Museos Virtuales Accesibles” (IE-165), que consiste en facilitar sesiones virtuales para vincular a personas con baja visión o ciegas a exposiciones museísticas en el Museo de Insectos de la UCR.

De la misma manera, Wilberth Arroyo Chacón y Adriana García Monge, de la carrera de Artes Dramáticas, ejecutarán el proyecto “Benjamín y la huerta de los secretos. ¡Una serie documental de sostenibilidad, plantas y comunidad!” (IE-162), quienes mediante recursos virtuales se vincularán con el grupo de Teatro Infantil Semillas, del Centro Cultural de Ipis, en Goicoechea.

En la Sede Sur, el equipo estudiantil integrado por Valeria Zúñiga Ángulo, Andrés Monge Naranjo y Cristel González Méndez, gestionarán el proyecto “Potenciador digital de emprendimiento en la zona de Golfito-PODER” (IE-156). En la zona de Talamanca, Luis Ledezma Vazquez será el responsable de otro titulado “Recuperación de cultivos en la zona de Talamanca” (IE-134).

Ventana a la realidad

Para las estudiantes Aneth Rojas Castro y Giuliana Cappela Flores, de la carrera de Ortoprótesis y Ortopedia, quienes en el año 2019 coordinaron el proyecto “Con Toda la Pata. Comunidad de personas amputadas que se reúnen en San José” (IE-127) afirmaron que “las Iniciativas Estudiantiles fue la parte más real de toda la universidad”.

Fueron espacios de inmenso aprendizaje para nosotras ya que, aunque nuestra carrera sea en gran parte dirigida a la atención de personas amputadas, no habíamos tenido tanta cercanía con personas con la condición. Las oportunidades que nos dio este proyecto para crecer personalmente han sido valiosas, desde planear y ejecutar los eventos hasta las amistades que hemos hecho con las personas participantes”.

Luego de concluir su proyecto, Cappela recomienda que el estudiantado debería proponer sus Iniciativas Estudiantiles, porque para ella en lo personal “cada día, más allá de aprender a organizar, cada minuto que pasaba yo sentía que era un semestre de clase, todo fue muy increíble. Pero más allá, la parte más humanística que aprendí en la universidad fue en el proyecto Con Toda la Pata”.

Cómo inscribir un proyecto

Cada año, durante el segundo semestre, se abre la convocatoria para la inscripción, generalmente por espacio de dos semanas. Las fechas varían de un año a otro. La inscripción incluye llenar una boleta para la propuesta, asistir a un taller para el diseño de la misma, exposición oral ante la comisión evaluadora y la presentación escrita de la iniciativa.

Para consultas detalladas sobre el proceso de inscripción puede seguir este enlace.

 

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social

UCR: La juventud limonense explora sus tesoros submarinos

Acción Social

La Sede del Caribe impulsa que los habitantes conozcan y protejan su entorno

Jóvenes del Caribe sur costarricense participan en talleres de buceo y arqueología submarina para reconocer las riquezas naturales de la zona y recopilar la historia sumergida en las aguas de esa región costarricense. Foto cortesía CCB.

Descubrir las maravillas que están bajo las aguas del Caribe costarricense es una aventura que hoy se convierte en una realidad para un grupo de personas que emprenden el viaje para develar las riquezas naturales y la arqueología marina que se preservan en la costa limonense.

El proyecto de Acción Social “El mar y sus beneficios” (EC-434) es una iniciativa de la Sede Caribe (SC) de la Universidad de Costa Rica (UCR) que consiste en brindar a la población de la zona costera del Caribe Sur las herramientas educativas para crear una relación entre el mar y sus pobladores, con el fin de desarrollar actividades turísticas y educativas, asimismo fortalecer su identidad cultural y contribuir con el desarrollo económico de la región.

Este proyecto surgió como una iniciativa de las poblaciones de Cahuita y Puerto Viejo, las que convocaron a la SC “para compartir con jóvenes que estaban aprendiendo buceo, al escuchar a los niños y jóvenes contar sus experiencias buceando, lo que aprendían y sus sueños, y decidimos ayudarles a continuar con sus capacitaciones y aprendizaje, ya que deseaban descubrir más sobre el fondo del mar y sus riquezas. Además de ver a padres motivados por lo que hacían sus hijos e hijas”, explicó la magister Marianita Harvey Chavarría, coordinadora del proyecto.

El proyecto EC-434 impacta directamente a niños, niñas y jóvenes de esa zona, aunque también a personas adultas que adquieren conocimientos diversos mediante el apoyo de la UCR e investigaciones comunitarias en temas como la arqueología subacuática y la historia y cultura afrocostarricense. Según Harvey, esto es muy significativo ya que es un aporte al país en la “ratificación de una nueva convención que protege el patrimonio cultural subacuático, desprotegido hasta ese momento”.

De acuerdo a la Convención de la UNESCO sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático la riqueza de este patrimonio se sigue subestimando y pese a que los océanos cubren la mayor parte del planeta siguen ocultando sus secretos y la mayoría de naciones viven de espaldas a su territorio más extenso: el marino.

La Acción Social en la Sede Caribe se preocupa por documentar la riqueza submarina costarricense mediante la capacitación comunitaria. Foto cortesía CCB.

El mar no solo contiene riquezas naturales, también se encuentran vestigios de navíos hundidos a lo largo de la historia y ciudades tragadas por las olas se conservan en perfecto estado. No obstante, al igual que ocurre con el patrimonio arqueológico terrestre, el pillaje patrimonial marino es más común de lo que imagina la población, así como la destrucción de entornos, lo que ha borrado páginas del pasado del mundo.

Previo a la pandemia sanitaria del año 2020 el proyecto EC-434 impartió cursos de iniciación y profesionales de buceo scuba, seminarios, charlas, reuniones, festivales del mar con pescadores, participación en capturas de pez león, monitoreo de corales, capacitaciones variadas en áreas relacionadas. Además, giras y visitas a centros educativos, ponencias e incluso la producción de temas musicales alusivos a este tema.

En el 2020 se continuó trabajando con las comunidades mediante un protocolo avalado por el Ministerio de Salud para las prácticas de buceo, monitoreo de corales, siembra de palmeras, limpiezas de playas y arrecifes y capturas del pez león.

Mediante la virtualidad se involucró directamente a unas 200 personas del Caribe Sur en capacitaciones para la identificación de corales, elaboración de una cartografía de recursos culturales subacuáticos y campamentos sobre la pesca de arrastre y su impacto en los ecosistemas marinos. “Para el año 2021 se continuará el trabajo dual, combinando la presencialidad y la virtualidad para el desarrollo de las poblaciones impactadas por el proyecto”, comentó Harvey.

Este esfuerzo ha articulado los apoyos del gobierno de Dinamarca, el Museo Nacional de Costa Rica, el Ministerio de Cultura y Juventud y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), entre otras.

El mar no solo contiene riquezas naturales, también se encuentran vestigios de navíos hundidos a lo largo de la historia y ciudades tragadas por las olas se conservan en perfecto estado. Foto cortesia CCB.

Pese a lo exitoso del proyecto existen algunos obstáculos para su ejecución, como el pobre acceso a la red de Internet, un sistema educativo formal con falencias y la resistencia de algunas instituciones que no vinculan a las personas más jóvenes y sus comunidades en la gestión del patrimonio local, explicó Harvey.

Cosecha de éxitos

“He vivido un intenso intercambio de conocimientos entre los más jóvenes y el resto de la comunidad, saben mucho sobre su historia ancestral. He llevado prácticas de buceo avanzado y pronto iniciaré el entrenamiento para el de rescate. Lo que más me ha gustado es la participación de la comunidad, me llama la atención es que se ha logrado una gestión para la protección de las costas y cada día son más personas interesadas en ser parte de este proyecto”, comentó Ana María Arenas Moreno, quien dejó el Valle Central hace muchos años y convirtió a Puerto Viejo en su hogar.

Ella inició su vinculación cuando llegó al Centro Comunitario de Buceo Embajadores y Embajadoras del Mar (CCB), una de las contrapartes de la iniciativa interinstitucional, para involucrarse en alguna investigación sobre los efectos del cambio climático en las costas del Caribe Sur. Desde entonces ha participado en varias actividades. “Ahora entro al mar con otros ojos y una aprende a navegar entre los arrecifes de otra manera”, acotó Arenas.

Arenas será parte de una delegación que acompañará a jóvenes a capacitarse en los Cayos, Florida, Estados Unidos, en la conservación y técnicas de regeneración de corales mediante su cultivo. Gracias a los esfuerzos comunitarios e institucionales, unos 12 jóvenes serán becados, porque la mejor revolución de un pueblo es la educación, aseguró Leda Villa Porras, una líder comunitaria que dejó San José hace 45 años y se afincó en Cahuita.

“Yo apoyo el proyecto desde el CCB en la defensa del arrecife coralino, dándole oportunidades a nuestros jóvenes para que tengan conciencia de lo rico que es el mar, de todo lo que nos da y lo mucho que se irrespeta con proyectos no controlados. Desde aquí estamos luchando por un museo acuático para exhibir nuestra riqueza arqueológica submarina de la costa caribeña costarricense”, dijo Villa.

Para el presente año, las entidades organizadoras se proponen la fundación del Padi Dive Center Comunitario del Caribe, el impulso de un proyecto de gestión comunitaria en corales con la regencia del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar-UCR), una expedición arqueológica en conjunto con el gobierno danés y varios proyectos de emprendedurismo.

 

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social

UCR: Proyectos de Acción Social realizarán abordajes sobre los impactos de la COVID-19 en las comunidades gracias a fondo de FUNDAVAS

Convocatoria para el Fondo de Incentivos FUNDAVAS está abierta hasta el 30 de octubre

El Fondo de Incentivos para el Desarrollo de Proyectos de Acción Social en el contexto de la COVID-19 es una iniciativa para la puesta en marcha de proyectos financiados con un fondo proveniente del presupuesto de la Fundación de la Universidad de Costa Rica. El objetivo principal de este fondo es el abordaje de los impactos provocados por la emergencia sanitaria COVID-19 en los ámbitos social, económico, educativo, cultural, entre otros.

“Los fondos concursables de la Fundación, a los que hemos denominado FUNDAVAS surgen de una decisión histórica importante de la Junta Directiva de la Fundación UCR que decide utilizar unos fondos que no se lograron ocupar debido a la pandemia para el beneficio de las comunidades y de los proyectos de investigación, de docencia y de Acción Social en general”, comentó Sandra Araya Umaña, Vicerrectora de Acción Social.

Debido al contexto actual, los proyectos por ejecutarse deberán implementar procesos de virtualización y se le dará prioridad a aquellas propuestas orientadas al abordaje integral de ejes temáticos como:

  • Prevención de la violencia contra las mujeres, la población infantil y las personas jóvenes, personas con discapacidad y población adulta mayor.
  • Derechos humanos de las poblaciones vulnerabilizadas por etnia, condición migratoria (particularmente en zonas geográficas fronterizas y costeras) y pobreza (situación de calle, cuarterías, entre otros).
  • Fortalecimiento de las capacidades socioproductivas de las microempresas.
  • Educación para la innovación en las formas de producción sostenible (seguridad alimentaria, agroecología y economía social solidaria).
  • Salud mental comunitaria a través del fortalecimiento de vínculos colectivos.
  • Gestión cultural como factor para el desarrollo económico y social.
  • Brecha digital frente a la exclusión en el sistema educativo.
  • Gestión del riesgo con énfasis en comunidades vulnerabilizadas.

Los proyectos podrán participar en dos modalidades: como proyectos nuevos que ya posean un diagnóstico documentado sobre la problemática que abordarán o como redes de acción social que articulen proyectos en torno a una zona, un tema o una población para un abordaje integral y estratégico.

La convocatoria se habilitará del 25 de septiembre al 30 de octubre y su fin primordial es el abordaje de los distintos impactos provocados por la emergencia sanitaria COVID-19.

La modalidad de redes se orienta a la promoción del trabajo colaborativo entre proyectos vigentes de acción social. Sus objetivos principales se centran en construir una comunidad de aprendizaje entre proyectos de distintas unidades académicas para la reflexión de las prácticas desarrolladas y el intercambio de experiencias, generar productos o resultados concretos que aporten al mejoramiento de la vida de las personas y articular capacidades, experiencias y recursos para impactar de manera más efectiva en un territorio que presente bajos índices de desarrollo o problemáticas sociales prioritarias de atender.

Las redes deberán ser propuestas por al menos, dos proyectos de acción social, se debe especificar la unidad base desde la que se coordina la red, justificar detalladamente la pertinencia de la red propuesta a partir de las necesidades identificadas en los proyectos involucrados, detallar la metodología que se aplicará, orientar los objetivos y las metas a la organización de la red e incorporar un objetivo de sistematización del proceso.

Los proyectos, en cualquiera de las dos modalidades, contarán con un presupuesto máximo de ocho millones de colones. Para los proyectos nuevos de Trabajo Comunal Universitario, el financiamiento del primer año se realizaría por medio de los fondos de FUNDAVAS y para los años posteriores, deberán solicitar recursos de los fondos ordinarios de la Vicerrectoría de Acción Social.

 Fechas importantes

  • Del 25 de septiembre al 30 de octubre del 2020, se deben remitir las propuestas a la dirección de correo electrónico vas@ucr.ac.cr . Para la presentación de la propuesta las personas coordinadoras deberán presentar un oficio de la dirección de la unidad académica, en el cual se confirma la participación del proyecto, copia del acta de la comisión de acción social o del consejo científico correspondiente, con su respectivo aval, propuesta en el Sistema Institucional Plan Presupuesto (SIPPRES), cuyo estado sea “aprobado”, documentación adicional según lo indicado en el apartado de requisitos y la formulación presupuestaria según la plantilla de desglose del presupuesto.
  • Del 29 de septiembre al 23 de octubre del 2020, el personal de la VAS brindará asesoría a las personas docentes interesadas en participar. Los espacios de asesoría se habilitarán según se solicite en el formulario en línea disponible en: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeQMUcKT9-GDDDyIU73rD-qY_rDSUIicqnhGt50b8I8V0ak5w/viewform
  • Del 2 al 18 de noviembre del 2020, se evalúan las propuestas presentadas. Las Comisiones de Acción Social y los Consejos Científicos evalúan las propuestas según el siguiente instrumento antes de la presentación a la VAS para la continuidad del proceso.
  • El 20 de noviembre 2020 se comunicarán los resultados.
  • Del 30 de noviembre al 15 de diciembre 2020, se inscriben los proyectos ganadores en la Vicerrectoría.

“Hago un llamado a la comunidad académica para que aprovechemos esta oportunidad derivada de una decisión de la Junta Administradora, en aras de maximizar las finanzas y el presupuesto para colocarlo al servicio de la comunidad nacional. Ahora lo que necesitamos es esa creatividad, esa criticidad y, por supuesto, el compromiso que ya tenemos de la comunidad universitaria para la presentación de las propuestas”, indicó Araya.

Para mayor información, llame a los teléfonos 2511-5272, 2511-1182, 2511-1185 y 2511-5280, o escriba al correo electrónico fondoincentivoscovid.vas@ucr.ac.cr . También puede visitar el portal de la Vicerrectoría de Acción Social https://accionsocial.ucr.ac.cr/fondoincentivoscovid o consultar la circular VAS-38-2020.

 

Natalia Odio González
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social