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Etiqueta: adolescencia

Ciudad de Dios: realidad que supera la ficción

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Todo, absolutamente todo ahora nos parece disruptivo. En realidad, no es que nos parezca. Es que así es. Y esto empezó con el marco de la crisis civilizatoria instalado a nivel planetario en marzo de 2020. Ya nada volvió a ser igual.

Más bien, hubo cosas que empeoraron para convertirse en situaciones permanentes. Sin retorno. O al menos sin posibilidades de resolverse al corto plazo.

Costa Rica conoció esta semana que termina el caso de una estructura criminal con un alto componente familiar en la zona atlántica. Se dedicaba principalmente al narcomenudeo, práctica que ha empezado a entronizarse como estrategia de consecución de recursos entre los sectores socialmente excluidos.

El caso tuvo un impacto dada la participación activa de un niño de diez años en la entrega de droga en su casa de habitación. La inclusión de personas menores de edad en actividades criminales bien podría ser catalogada como una de las acciones disruptivas de nuestro tiempo.

No solo en el sur global ocurren estás prácticas. Hace una semanas se conocía con estupor el caso de estructuras narcotraficantes en países como Dinamarca y Suecia que reclutaban a niños y niñas para instruirlos en el mundo del sicariato.

Henos perdido estas generaciones para siempre. Como en la producción brasileña Ciudad de Dios, la realidad ha superado la ficción y la naturalización de la violencia en personas cada vez más jóvenes debe llevarnos a replantearnos qué estamos accionando como adultos.

La alerta en Costa Rica está declarada. Si no hacemos algo como país, como sociedad, pronto tendremos a nuestros propios niños internos jalando del gatillo para acabar con nosotros. Volvamos a ellos. Perdonemos lo que haya que perdonar e invitémoslos a vivir. Merecen ese regalo.

Voz experta, UCR: Desafíos de la Política Nacional de Niñez y Adolescencia en la región Caribe

Licda. Floribeth Salazar Vargas

Por: Licda. Floribeth Salazar Vargas, coordinadora del Eje de Trabajo Local de Pridena UCR

La Política Nacional de Niñez y Adolescencia venció en el año 2021 y hasta abril del año en curso se publicó una nueva, evidenciando un proceso de construcción lento y que contó con carencias que conllevaron a retroceder para ser atendidas.

En el mes de julio, en el Centro Cívico por la Paz de Pococí, se realizó la presentación regional Huetar Caribe de la Política Nacional de la Niñez y la Adolescencia 2024-2036.

Representantes institucionales y jóvenes de los seis cantones de la provincia participaron en este evento, coordinado por el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, junto con la oficina regional del Patronato Nacional de la Infancia de Limón, y sus respectivas oficinas locales ubicadas en: Talamanca, Limón, Matina, Siquirres, Guácimo y Pococí.

En esta actividad se reflexionó colectivamente en torno a los siete ejes estratégicos de la política para socializar los desafíos que representa el plan de acción propuesto para los próximos cincos años (2024-2029).

Así, se compartieron las principales inquietudes de las mesas de trabajo, expuestas por la voz de las personas jóvenes que forman parte de los Consejos Participativos, vinculados a los respectivos Subsistemas Locales de Protección.

Institucionalidad democrática

El primer señalamiento fue la inclusión de la participación indígena no solo como mención en el documento, sino a través de acciones concretas que sean realmente incluyentes. Al respecto, la representante del cantón de Talamanca señaló que cuentan con necesidades e intereses específicos asociados a su cultura y cosmovisión, así como a la atención particularizada de las manifestaciones de violencia que reciben los pueblos indígenas.

Asimismo, se evidenció la necesidad de crear una oficina local en el cantón Guácimo, ya que, ante su inexistencia, la oficina local de Pococí se encuentra a cargo de atender ambas regiones, lo cual no solo genera una sobresaturación de labores profesionales, sino que, a su vez, compromete los pocos recursos institucionales con los que se cuenta para el desarrollo de actividades de prevención y promoción dirigidos a estas poblaciones.

En esta línea, plantean la urgencia de contar con políticas cantonales y presupuestos regionalizados, así como trabajar en el fortalecimiento de los comités tutelares.

Vida y familia en comunidad

Se considera necesario un mayor involucramiento de instituciones y personas. En este sentido, señalan que la mayoría de las acciones planteadas en el plan de acción recaen en pocas instituciones con acciones aisladas y que siempre se ven a las mismas personas, como representantes de las distintas redes o comisiones existentes para estos fines, por lo que consideran necesario diversificar y ampliar la participación de nuevos actores, señalando que el bienestar de las niñeces y las adolescencias es asunto de responsabilidad de todos y todas.

Aseveran que muchas de las acciones se dirigen a las niñeces y las adolescencias, mas no a sus familias, lo cual es un desafío, ya que muchos de ellos y ellas se desenvuelven en entornos con familias violentas.

Por ello, consideran fundamental el énfasis en la protección especial y subrayan la importancia de fortalecer los métodos de crianza respetuosa, y la reflexión para que las familias sepan la responsabilidad que conlleva criar.

Por otra parte, señalan que no todas las personas jóvenes buscan apoyo profesional, pues temen ser juzgadas, por lo que es necesario el desarrollo de abordajes más horizontales que les hagan sentir seguras y sugieren tomar en consideración una estrategia que permita materializar la política para ellos y ellas. En sus palabras, “que las personas jóvenes sepan para qué sirven”.

El área de salud

Para este eje las principales inquietudes se centraron en el acceso diferenciado para la población. Consideran fundamental contar con mayor acceso a servicios de psicología y de Trabajo Social, así como con horarios diferenciados para las citas médicas, de manera que no interfieran con los horarios laborales o educativos.

Plantean la necesidad de que los servicios dirigidos a jóvenes tengan mayor divulgación, pero que, además, se haga mediante medios llamativos y atractivos, para que el mensaje sea recibido.

El área de educación

Destacan la carencia de recursos y el papel que están jugando las personas docentes. Se subraya la mala infraestructura de los centros educativos, lo cual, entre otras cosas, desmotiva el deseo de asistir a las lecciones, así como las limitaciones en cuanto a conectividad.

Demandan mayores recursos tecnológicos, materiales y comunitarios. Además, señalan la alta exclusión educativa producto de la negligencia de las personas responsables o por la necesidad de acceder a mayores recursos económicos, lo cual implica el abandono educativo para incorporarse en trabajos, casi siempre de índole agrícola.

También mencionan la venta y el consumo de sustancias psicoactivas dentro de los centros educativos, algunas naturalizadas tras asumir su bajo riesgo, como los vaporizadores y otras ilícitas que incluso están siendo ofrecidas por las mismas personas docentes a lo interno de los colegios.

Las áreas de cultura, juego, deporte, recreación y actividad física

Resalta la falta de infraestructura deportiva adecuada para su desarrollo, así como la carencia de lugares para la recreación que, además, sean seguros para permanecer en ellos, ya que su percepción sobre los espacios públicos de la provincia es que son peligrosos.

Consideran que no se destina el presupuesto necesario para estos temas, por lo que evidencian que no es prioritario.

A su vez, indican la necesidad de una mayor escucha de las personas jóvenes para que no se minimicen sus emociones y condiciones de salud mental. Consideran necesario un mayor acompañamiento que valide sus situaciones de estrés o ansiedad, muchas veces, son provocadas por las demandas en el hogar, que pueden atenderse a través de su participación en espacios de ocio.

El área de medio ambiente

Hay problemas relacionados con la seguridad ambiental y alimentaria. El cambio climático determina el desplazamiento de familias porque las condiciones climáticas no permiten seguir viviendo de manera segura en su hogar, o porque han disminuido las fuentes de empleo, lo que lleva a migraciones internas.

A esto se suma la dificultad de acceder a empleos dignos, que respeten la naturaleza y permitan la solvencia económica.

Por otra parte, señalan actividades que no se desarrollan de manera óptima, como la gestión de residuos sólidos, la tala, los ruidos excesivos por empresas sin regulaciones, el riego de agrotóxicos en zonas escolares y casas de habitación, lo cual genera, entre otras, cosas grandes malestares físicos y psicológicos.

Consideran fundamental que existan más procesos de educación socioambiental y mayor regulación por parte de los Gobiernos locales, tanto a nivel de auditoría como de políticas cantonales que, lejos de perpetuar correcciones internas, pongan fin a situaciones irregulares.

Frente a este panorama, es importante señalar que la Política Nacional de Niñez y Adolescencia venció en el año 2021 y hasta abril del año en curso se publicó una nueva, evidenciando un proceso de construcción lento y que contó con carencias que conllevaron a retroceder para ser atendidas.

Por lo tanto, actualmente contar con un instrumento jurídico es importante para garantizar y resguardar a las niñeces y personas adolescentes. Pese a ello, la política fue aprobada con una falta grave tras la exclusión de los territorios indígenas en su consulta.

Ante tal omisión, la Defensoría de los Habitante realizó una denuncia e interpuso un recurso de amparo enfatizando la discriminación hacia la población y el incumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta situación fue señalada en varios momentos de la construcción de la política y previo a su aprobación por parte del equipo de Proyectos Interdisciplinarios en Niñeces y Adolescencias (Pridena UCR).

Por tanto, los múltiples desafíos que mencionan las personas jóvenes del Caribe evidencian que la implementación de la política requiere de una mirada particular, contextual y situada para la atención de las demandas de las poblaciones y para garantizar el cumplimiento de sus derechos.

Se requiere la superación de indicadores y un gran trabajo articulado entre la institucionalidad pública y privada, las organizaciones de la sociedad civil, las familias y las niñeces y las adolescencias.

Resulta imperante que las políticas públicas sean más inclusivas y se dirijan a abordar las desigualdades y deficiencias identificadas mediante planes de trabajo coherentes, realistas y regionalizados.

En este sentido, Pridena UCR, a través de su trabajo en lo local, se ha integrado al Subsistema Local de Protección del cantón de Guácimo, donde, a través de su compromiso por la promoción de los derechos de las niñeces y las adolescencias, se proponen y articulan acciones específicas que abonen a la consecución de los objetivos y metas establecidas.

Reconocemos el panorama desafiante y el largo camino que aún se requiere transitar, no obstante, reafirmamos nuestro compromiso por un trabajo ético, consecuente y sensible con las realidades locales, y con las niñeces y las adolescencias del país.

 

Licda. Floribeth Salazar Vargas
Coordinadora del Eje de Trabajo Local de Pridena UCR

Academia DNI CR presenta curso de Comunicación Empática y No Violenta

La Academia DNI CR, en su objetivo de promover la efectiva comunicación de los padres, educadores y profesionales hacia personas en la etapa de niñez y la adolescencia, presenta el curso presencial «Método CENVA” (Comunicación Empática y No Violenta): una propuesta de escucha activa, que se llevará a cabo el próximo 12 de octubre de 2024, de 9:00 a.m. a 12:00 p.m., en las instalaciones de DNI CR en Moravia (de la entrada de la Biblioteca Municipal de Moravia, 50 Oeste, 100 Norte y 10 Este).

El costo del curso es de 15,000 colones por persona, e incluye certificado de participación y un pequeño refrigerio. Debido a la modalidad de este taller, el aforo es limitado a 25 personas, por lo que se recomienda a los interesados reservar su cupo a través del formulario disponible en línea. 

Este curso, diseñado para fomentar habilidades de comunicación empática y no violenta, busca brindar a los participantes herramientas para mejorar las relaciones con las personas menores de edad, y la validación de sus intereses, mediante una escucha activa y comprensiva. 

Para mayor información o realizar el proceso de inscripción, los interesados pueden llamar directamente a la academia al teléfono: 22369134. 

Formulario de inscripción: https://forms.gle/Hr9UFueq9rct46dH7 

Foro Anual de la Academia Nacional de Medicina

El jueves 26 de septiembre del 2024 se estará llevando a cabo el Foro Anual Virtual de la Academia Nacional de Medicina de Costa Rica, con el tema “Atención adecuada de adolescentes en la CCSS y el rol del Hospital Nacional de Niños”.

El programa empieza a las 7:00 pm, con la bienvenida por el Dr. Aristides Baltodano, presidente del ACANAMED, y seguidamente por la presentación del foro por el pediatra Dr. Alberto Morales, experto en adolescencia, y coordinador del Foro Anual ACANAMED. 

El primer tema se expondrá a las 7:20 pm, por el ponente Dr Carlos Jimenez, director general del Hospital Nacional de Niños, y tendrá que ver con la situación actual y visión de los adolescentes en el HNN.

Seguidamente, a las 7:35, se tocará el tema de la experiencia de la Clinica de Adolescentes en el HNN, por la jefa de esta clínica, la Dra. Daniela Carvajal.

Luego,a las 7:50 se presentará el ex-director del PAIA, sobre los principales problemas de salud de las personas adolescentes en Costa Rica.

A las 8:05 el ponente será el Lic. Minor Sequeira, director del PAIA, hablando sobre la política institucional en salud adolescente en la CCSS.

Finalmente, a las 8:20 habrá una ronda de preguntas, con el Dr. Alberto Morales, y un cierre con el Dr. Aristides Baltodano.

Gran marcha contra la violencia sexual: 9 de agosto

Gran Marcha en solidaridad con las personas sobrevivientes de violencia sexual padecida en la infancia y adolescencia.

Organizan:

  • #MePongoEnLaLucha
  • Feuna
  • Voces Nuestras
  • MUSADE
  • Alternativa
  • Detrás del Arcoíris
  • UNA
  • A Base de Fé
  • GuanDefensoras
  • Sanas Seguras y Sabias
  • FNL (Frente Nacional de Lucha)
  • Asociación de Estudiantes de Derecho UNA (ASODET)
  • Las Guetas
  • Trabajo Social (Asociación de Estudiantes UCR)
  • Integra
  • FEUCR (Federación de Estudiantes)
  • ASIDEHU (Asociación Internacional para los Derechos Humanos)
  • Movimiento de Valientes Latinoamérica y el Caribe
  • Frente Feminista
  • GEMA (Gobernanza Económica y Poder)
  • Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil de Costa Rica

Fecha y Hora:
Viernes, 9 de agosto

9:00 am

Recorrido:
La marcha saldrá del Parque Central de San José, hacia la Plaza de la Democracia.
Para ampliar información, le invitamos a leer el pronunciamiento conjunto de Organizaciones de la Sociedad Civil y el Movimiento de Valientes de Latinoamérica.

Foro “Abordaje Integral y Desafíos en la Lucha contra la Violencia Sexual en la Infancia y Adolescencia”

El martes 6 de agosto se llevará a cabo el foro «Abordaje Integral y Desafíos en la Lucha contra la Violencia Sexual en la Infancia y Adolescencia», a las 4:00 p.m, en el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI), San José, Sabanilla. La actividad además contará con transmisión virtual en vivo. 

Este será un  espacio de diálogo e intercambio de saberes para reflexionar sobre las estrategias necesarias para enfrentar y prevenir la violencia sexual en la infancia y la adolescencia. Además se tendrá la presencia de expertas, activistas, sobrevivientes y representantes de diversas organizaciones comprometidas con esta causa.

Para más información, presione el enlace: https://www.instagram.com/p/C90RB7dSgat/?igsh=NjZiM2M3MzIxNA==

UCR: Costarricenses perciben que menores de edad están expuestos a violencia psicológica y sexual

Esta décimo tercera edición de la Encuesta Actualidades de la Universidad de Costa Rica incluyó una muestra probabilística de 631 personas mayores de edad, usuarias de telefonía celular, y abordó ocho temas relacionados a la actualidad nacional, entre ellos el de violencia infantil (foto Archivo OCI, UCR).

Encuesta Actualidades 2023 exploró la percepción de los ticos sobre los tipos de violencia infantil que consideran altamente probables que ocurran a niñas y niños

Más de la mitad de la población costarricense considera que los dos tipos de violencia, que son altamente probables que les ocurran a las niñas y los niños en el país son la violencia psicológica y la sexual.

Así lo reveló la Encuesta Actualidades 2023, realizada por estudiantes de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, mediante la cual se exploró la percepción de las personas sobre la probabilidad de que las niñas y niños experimenten distintas formas de violencia, como lo son: el abandono y negligencia por parte de una persona adulta, violencia física, violencia psicológica, y violencia sexual.

Los resultados de este estudio determinaron que, las formas de violencia infantil que los ticos consideraron más probables que ocurran, fueron la violencia psicológica o emocional y la violencia sexual, con un porcentaje del 53,7% de la población encuestada para ambas formas de abuso.

Además, un 47.3% de los costarricenses considera altamente probable que los menores de edad sufran violencia física, y un 43.3 abandono o negligencia por parte de la persona encargada.

En cuanto a las consecuencias de la violencia infantil, el 74,3% de las personas considera que el estrés y la ansiedad son la repercusión más probable que sufrirán los menores de edad que experimenten cualquier tipo de violencia en sus hogares. Mientras que un 69% considera que la consecuencia más probable es el uso de drogas y la tenencia de armas.

Lamentablemente, estas percepciones coinciden, con la realidad nacional, ya que el país atraviesa una problemática social en donde, cada año, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en conjunto con el 9-1-1 recibe miles de denuncias sobre situaciones que violentan los derechos de las personas de edad.

Por ejemplo, en el 2022 el PANI atendió 81.644 situaciones violatorias a los derechos de las personas de edad. De ellas un total de 3 418 están relacionadas a abuso sexual; 11 667 a violencia física; 7 192 a violencia psicológica; 17 065 por negligencia en materia de salud, y 2227 por casos de negligencia por personas menores de edad solos en casa. 

En ese mismo periodo el PANI atendió un total de 2533 casos por situaciones violatorias relacionadas con conflictos vecinales, un total de 15 995 casos relacionados a conflictos familiares, un total de 5746 denuncias por menores que estuvieron expuestos a drogas, 201 casos por explotación y un total de 4904 por consumo de drogas.  

Por otra parte, el Hospital Nacional de Niños, confirmó que 254 menores fueron referidos al PANI, en el año 2022, luego de que los análisis médicos determinaran que sufrieron violencia física o sexual, mientras que para el año 2023 esa cifra aumentó a 315 menores.

En cuanto a la problemática de la violencia infantil, la Mag. Laura Rivera Alfaro, investigadora del Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA) manifestó que la desigualdad social que atraviesa el país contribuye que este fenómeno se fortalezca.

“Esta es una cuestión de realidad que tiene que ver con las formas en las que la sociedad en este momento se está estabilizando en términos de condiciones socioeconómicas, vivimos en un país en donde alrededor del 40% de las personas menores de edad están en condición de pobreza y hay desigualdad social. Entonces, ya ahí hay una forma de violencia establecida que es la carencia y la falta de oportunidades que tienen estas personas para resolver sus derechos básicos, y esa es una violencia que como sociedad perpetuamos, que no es solamente intrafamiliar. Sabemos que hay violencia infantil en todos los niveles socioeconómicos, pero es en los entornos familiares más desfavorecidos en donde es más probable que se violente el derecho a la educación, o que las personas menores de edad estén más expuestos a otras situaciones de violencia física, sexual o psicológica” explicó Rivera.    

En su opinión, la pandemia también pudo haber influido en que se diera un subregistro en las estadísticas nacionales sobre los casos de violencia infantil en los últimos años, debido a que los centros educativos (uno de los principales lugares donde se detectan las situaciones de violencia) al estar en modalidad virtual probablemente no pudieron determinar ni denunciar algunas situaciones que violentaron los derechos de las personas menores de edad.   

Con respecto al tema de la violencia psicológica, la experta de la UCR afirmó, que en los últimos meses se han venido legitimando discursos en contra de la población menor de edad, por parte de algunos jerarcas, en donde se hace referencia a una generación de cristal. Desde su perspectiva este tipo de mensajes contribuyen a que se desvaloricen las emociones de las personas adolescentes y en cierta forma esto influye en que se normalice el abuso psicológico y emocional.

Ticos no confían en la labor del Patronato Nacional de la Infancia

Por otra parte, la encuesta también determinó que el nivel de confianza de los costarricenses con respecto a la labor que ejerce el PANI para atender la violencia hacia los menores de edad en Costa Rica es bajo.

En general, los resultados demuestran que el 32,9% de las personas encuestadas no confían en el PANI, el 40,4% confía poco, el 20,1% confía algo y solo el 6,5% confía mucho.

Sobre esta percepción, Rivera comentó que es importante vislumbrar que, con las políticas de reducción del gasto público, también ha disminuido la inversión del país en programas y acciones para resguardar los derechos de las personas menores de edad.

“Claramente el debilitamiento que se ha venido dando en el PANI y en otras instituciones que están orientadas a garantizar este tipo de derechos pasa también una factura en la confianza que la población tiene, porque en efecto su labor se ve más limitada porque se recortan fondos o presupuestos para los servicios, y sin duda hay instituciones como el PANI que tienen muchos años de tener carencia de personas profesionales para cumplir con los procesos de trabajo que tienen que desarrollar.  Por ejemplo, el PANI debería de ir un poco más allá y educar e impulsar acciones para que se generen entornos protectores, donde la violencia psicológica o física se limite, pero eso es una labor que en este momento está casi que, excluida de las posibilidades de la institución, porque no hay profesionales, no hay presupuesto y hay que priorizar” explicó Rivera.

En su opinión, las instituciones y organizaciones a cargo del resguardo de derechos fundamentales deben seguir resistiendo y buscando otras formas de incidencia política, mediante la cual logren conseguir los recursos necesarios para seguir amparando a estas poblaciones vulnerabilizadas.

Encuesta de Actualidades 2023

Tatiana Carmona Rizo
Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR. Miles de niños y adolescentes en Costa Rica están expuestos a contenido sexual y a contacto con personas desconocidas por medio de internet

Encuesta Kids Online estudió los usos de las tecnologías en niñas y niños entre los 9 y los 17 años

La niñez y la adolescencia costarricense se enfrenta todos los días a un contexto de violencia y riesgo en internet, así lo confirman los resultados preliminares de la II Encuesta Kids Online desarrollada por el Instituto de Investigaciones Psicológicas y la Fundación Paniamor.

Durante el proceso de la encuesta, se visitaron 1.200 hogares distribuidos en forma proporcional en 100 puntos diferentes del territorio nacional, seleccionados al azar por el INEC (foto: Archivo OCI).

Esta es una encuesta nacional representativa, mediante la cual se visitaron de forma presencial 1200 hogares. La muestra fue de 1.008 niñas, niños y adolescentes divididos en dos grupos según edades, de 9 a 12 y de 13 a 17. El instrumento también contó con la participación de las personas adultas responsables de la supervisión de las personas menores de edad.

Dicho estudio midió los tipos de uso de internet y actividades por parte de las niñas, niños y adolescentes, así como su acceso, sus capacidades y habilidades en el uso de las tecnologías como el celular, las computadoras y las tabletas, y de diferentes aplicaciones y plataformas. La investigación también estudió el rol de los padres y del sistema educativo en cuanto a su mediación y acompañamiento en el uso específico de estas tecnologías.

Dentro de los principales resultados destaca que gran parte de niñas, niños y personas adolescentes tienen acceso a Internet por medio de su celular. Asimismo, sobresale el dato de que la gran mayoría utiliza las tecnologías para el entretenimiento, el aprendizaje y la comunicación, siempre marcados por las condiciones de desigualdad digital que se incrementan por aspectos como ubicación geográfica, grupo de edad y género.

Sin embargo, el estudio también señala algunas de las situaciones de riesgo a las que están expuestos las niñas, niños y adolescentes al hacer uso del internet, y navegar en diferentes plataformas y aplicaciones, como lo son el ciberacoso, el contacto con personas desconocidas y con mensajes de contenido sexual.

Por ejemplo, el 12% de los adolescentes entrevistados indicó haber recibido mensajes con contenido sexual. Además, el 3% señaló que recibió este tipo de mensajes por parte de personas mayores de edad (lo que equivale a 10 224 personas del total de la población entre 13 y 17 años).

Por otra parte, sobresale que 13 de 100 adolescentes indicó haber tenido contacto con personas desconocidas mediante Internet. Un 4,7% se encontró personalmente con ellas (equivalente a 30 964 del total de la población de entre 9 y 17 años).

Además, un 20% de la población encuestada señaló haber sido maltratada por alguien, vía Internet. Un 3% aseguró haberse sentido maltratado recurrentemente (al menos una vez al mes).

En cuanto al ciberacoso, un 40% de la población aseguró haberlo recibido por parte de una amiga/o y el 34,3% de algún desconocido. Las aplicaciones y plataformas en las cuales se da más el ciber acoso son: mensajes de texto, audio y whatsapp (61,6%); seguido de los mensajes personales de Instagram (19,2%) y en los juegos por Internet (17,2%).

Desde la perspectiva del Dr. Rolando Pérez Sánchez, del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Univesidad de Costa Rica, y encargado principal del estudio, aunque estas situaciones de ciberacoso, violencia y mensajes con contenidos sexual se reportan en porcentajes bajos de la población estudiada, cuando se extrapolan a nivel país, muestran que son miles de menores de edad que están viviendo estas problemáticas.

Más datos sobre la tenencia y uso de las tecnologías en las niñas, niños y adolescentes

Otro de los resultados más importantes de este estudio, radica en que la edad promedio en la cual los niños costarricenses adquieren su primer celular es a los 9 años.

 Además, gran parte de los menores de edad en Costa Rica tiene acceso a Internet; por ejemplo, el 89,2% de la población investigada asegura tener acceso a conexión por ancho de banda o wifi, un 51,6% cuenta con una computadora en su hogar, y un 73,9% cuenta con un celular con acceso a Internet.

Según Pérez, estos datos evidencian una mejora en cuanto al acceso y uso de internet en esta población, respecto a lo reportado en la primera encuesta realizada en el 2018.

Por otra parte, con respecto a la frecuencia uso de aplicaciones y plataformas, se encontró que las niñas, niños y personas adolescentes utilizan con mayor frecuencia plataformas como: Whatsapp (3,98), Youtube (3,74) y Tiktok (3,12).

En cuanto a la mediación parental, es decir el tipo de intervención formativa o de crianza adulta asociada al uso de la Internet que hacen las personas menores de edad, el estudio vislumbró que existe una mayor supervisión de la población entre 9 y 12 años. Mientras que, para la población adolescente, la cual presenta mayores habilidades en el uso del internet, existe menos mediación parental.

En lo que respecta a la institución educativa, se presenta un uso muy reducido de la Internet con objetivos pedagógicos en el contexto de clase, del mismo modo que se percibe una limitada guía de las personas docentes en el uso de la Internet.

En este último punto, Pérez afirma que esta situación es preocupante, ya que evidencia que las niñas, niños y adolescentes no están sacando provecho al máximo del uso de Internet para temas académicos y de aprendizaje.

Persiste la desigualdad digital en el país

Por último, esta encuesta determinó que aún persisten algunas desigualdades en cuanto al acceso y uso de Internet en el país, así como en la mediación parental y las habilidades de los usuarios.

Por ejemplo, existe un mayor rezago en la Zona Huetar Norte y Huetar Atlántica, mientras que la Zona Urbana y la Región central presentan mejores condiciones.

Según Pérez esta situación muestra una clara desventaja para las regiones, respecto a lo que sucede en la zona central.

Si desea conocer más a fondo los resultados de la II Encuesta Kids Online puede ingresar a: https://paniamor.org/Project/detail/52/kids-online-costa-rica-

Tatiana Carmona Rizo

Periodista, Oficina de Comunicación Institucional, UCR

“Imagina, crea y crece, en libertad” Costa Rica

Leo, joven estudiante de 16 años
15 de setiembre, 2023
Guanacaste, Costa Rica.

La llegada de setiembre no solo significa honrar nuestra patria o alzar nuestra bandera con orgullo, no. Este mes de setiembre no solo se tiñe de azul, blanco y rojo, también se tiñe de un amarillo intenso. Un amarillo que nos hace recordar a aquellos que se fueron por decisión propia, a aquellos que fueron atormentados por su mente, a aquellos que cuya luz no alumbró a nadie más.

Setiembre es un mes de celebración, pero también de reflexión. Cada año los suicidios en los adolescentes siguen subiendo, posicionándose como la primera causa de muerte entre adolescentes. Este mes de setiembre también es un mes para apoyar, empatizar, educar sobre el suicidio.

Es importante que le hagamos saber a las personas que aquí estamos, unas palabras, un abrazo… escuchar a alguien puede salvar una vida, cada año no son solo números o gráficos los que aumentan, son hijos, son hijas, son hijxs, son madres y son padres, son tías y tíos, son sobrinxs, son vidas…

Pensemos bien nuestra prioridad como sociedad, pues todos podemos unirnos a formar un mes amarillo.

Ley N° 9999: el recuento de los daños a nivel ético-pedagógico

Vilma Leandro Zúñiga
Psicóloga

El 29 de junio del 2021, con 41 votos a favor, se aprobó la Ley N° 9999, la cual pretende prevenir la revictimización y garantizar los derechos de las personas menores de edad en el sistema educativo costarricense. Empezó a regir el 27 de agosto de ese mismo año.

Hasta donde conozco, no tiene reglamento aprobado, lo cual no es un tema menor, ya veremos más adelante por qué.

Es mi criterio profesional que esta ley atenta, severamente, contra la función y la labor de la escuela como instancia formadora de un carácter democrático y democratizante, pues se enfila a destruir la fuente primaria del aprendizaje y motor de la experiencia escolar, que es el vínculo entre la familia, el estudiantado y el centro educativo. No es el único golpe que se ha recibido en esa línea, pero sí podría representar, el zarpazo final. 

Entiéndase “escuela” en este texto como cualquier escenario educativo formal, antes de la universidad, o sea preescolar, primaria y secundaria.

Ahora iré más despacio y trataré de ser lo más detallada posible en mi argumentación.

Este no es un análisis jurídico pues no es mi campo de conocimiento. Más bien se trata de una reflexión “político-pedagógica” como decía Paulo Freire; que integra mi visión como psicóloga social y mi trayectoria en el sector educativo costarricense.

Lo primero a indicar es que me he dedicado, durante casi toda mi vida profesional, a trabajar con niñez y adolescencia, siempre desde un enfoque de derechos, en el que tengo una amplia formación y convicción; de manera que soy la primera en celebrar que se elabore legislación y acciones para la protección de esta población.

Llevo muchos años trabajando en educación, especialmente en el sector público, al que le conozco bastante bien sus luces y sus sombras, que no son pocas en ambos casos. 

Así que, al contraponer, el texto de la Ley 9999 tal cual se aprobó y lo que está aconteciendo en los centros educativos, la mezcla es un desastre por donde quiera que se le mire y, en su aplicación práctica, terminará perjudicando a todas las partes.

Del proyecto de ley: la matrix

Inexplicablemente, este fue un proyecto de ley presentado por una educadora con años de experiencia en el sistema público de educación; se trata de Patricia Villegas Álvarez, exdiputada del Partido Integración Nacional. En el currículum que aparece en el sitio web de ese partido se indica que ha sido docente desde 1990, en los niveles de preescolar y primaria. Tiene una maestría en Administración Educativa por la Universidad de Costa Rica.

            La propuesta de ley de la exdiputada fue apoyada por la Defensoría de los Habitantes, encabezada por Catalina Crespo en ese entonces; fue consultada solo a seis instancias: el MEP, la CCSS, el PANI, la Defensoría, el Servicio Civil y la Unicef. (Cr.hoy, 17 de noviembre del 2022).

Con excepción del Servicio Civil, todas las otras son representantes y garantes de los derechos de la niñez y la adolescencia, integrando un bloque unilateral que no contempla la contraparte interesada, por ser la posible demandada, que es el gremio educativo.

Lo anterior revela un error gravísimo en política -que esperemos que haya sido solo ingenuidad o inexperiencia y no otra cosa- pues, en el campo político, se sabe con claridad que siempre se debe lidiar con intereses contrapuestos y que la creación de algo tan delicado como una ley debe considerar las perspectivas y análisis de todas las partes involucradas.

En la nota de Cr.hoy, se estableció que los representantes de los gremios magisteriales señalaron que no fueron consultados y el trámite de discusión en el plenario fue “vago”. Lo cual ha provocado a que en este momento se estén realizando reuniones y diligencias desde los sindicatos con el Ministerio para revisar la ley, pues, a pocos meses de su aprobación, se ha convertido en una verdadera pesadilla para el funcionamiento interno de muchos centros educativos.

El espíritu de la ley: un sapo en vez de una gracia

Como ya lo dije, el Derecho no es mi campo; sin embargo, realicé algunas consultas a profesionales de esa rama para estar más clara en algunos puntos acerca de la ley. El texto tiene 13 páginas y 16 artículos, a lo largo de los cuales se hace referencia a otras leyes y herramientas jurídicas.

Es un texto corto, se lee rápidamente, pero que tiene, desde mi perspectiva, graves vacíos, los cuales se exacerban pues no tiene reglamento y porque la realidad de los centros educativos es, verdaderamente, muy compleja.

La norma 9999 se creó, supuestamente, para evitar tanto que se revictimice a niños, niñas y adolescentes (NNA), como la impunidad en los procedimientos disciplinarios de funcionarios que tienen denuncias por algún tipo de maltrato contra las y los estudiantes. 

Con esto es evidente que ya existían las herramientas necesarias para atender esas situaciones, tales como el Código de la Niñez y la adolescencia y los diversos protocolos internos del MEP, para citar algunos. Parte de la dificultad ha estado en la ejecución de tales herramientas y la ausencia de la evaluación de esos fallos y falencias para mejorarlos.

Cuando se lee el texto completo, da la impresión de que el espíritu de la ley es totalmente opuesto al del principio de inocencia que rige a las sociedades democráticas: “todos somos inocentes hasta que nos demuestre lo contrario”. Y más bien operaría el “somos culpables hasta que demostremos (aunque no esté muy claro cómo) lo contrario”. En resumidas cuentas, la ley contraviene ese principio universal democrático del derecho sobre la presunción de inocencia y se podría estar violentando el derecho a la defensa del funcionario o funcionaria.

Al establecer el relato de la persona menor de edad como posible único indicio probatorio y que, en caso de duda, debe fallarse a favor de la persona menor de edad “En caso de duda, se optará por la que más beneficie a la persona menor de edad víctima” (art. 10), se parte de la culpabilidad automática de la persona denunciada, por lo que la colocaría en una situación de absoluta vulnerabilidad, que, además, según indica la norma, debe ser suspendida o reubicada a partir del momento mismo de la denuncia.

Sumado a lo anterior, la ley no establece con claridad el procedimiento de defensa de la persona denunciada: las instancias ante las que debe presentar las pruebas, qué tipo de pruebas puede ofrecer, si tendrá un defensor público, qué pasa con su salario mientras está suspendida, si queda absuelta quién repara el daño moral de lo vivido, qué sucede si pasan los tres meses que indica la ley para resolver y el MEP y demás instancias no lo han hecho, qué hacen las jefaturas con ese puesto sin nombramiento, qué pasa con lo que viven los grupos de estudiantes a cargo de esa persona docente, entre otras interrogantes.

El impacto en la educación: descolocar el rol docente

Todo lo anterior lleva a la reflexión central: si lo que digan los y las estudiantes, bajo cualquier concepto, de un o una docente u otro funcionario del MEP, va a ser siempre aceptado de forma unilateral, no solo genera vulnerabilidad laboral y jurídica para esa persona, sino que quebranta, de entrada, la relación docente-estudiante.

La base del aprendizaje formal está en el vínculo que la maestra, maestro o profesor/a establezca con sus pupilos, vínculo que parte del respeto mutuo, de la admiración por un saber que se intenta transmitir y compartir.

Pero sobre todo, por un contrato social implícito basado en ciertas reglas de convivencia social que, en la escuela y el colegio, pasan por aportar en la formación ética y ciudadana de niños, niñas y jóvenes. Todo lo cual implica, entre otras acciones, la corrección y, a veces, la sanción (con aspiración formativa, no represiva) de conductas que atentan contra la convivencia del aula, situación que suele acarrear frustración para los y las estudiantes y a veces también para sus familias.

En este sentido, el año pasado los medios de comunicación han ofrecido amplia muestra de las situaciones de violencia entre estudiantes tan dramáticas que les ha tocado enfrentar a las escuelas y los colegios.

Esta ley, tal cual está planteada, solo va a empeorar el escenario de relaciones que ya se tiene, el personal que es negligente y mediocre se va a esforzar menos porque va a evitar ser sancionado, con lo cual, hará una mediación pedagógica cada vez más deficiente, sin posibilidad de tener una evaluación del desempeño como corresponde, porque aún no se ha discutido ni construido tal mecanismo.

El personal comprometido y riguroso, con vocación y esperanza en lo que hace, es el que más está sufriendo, viéndose arrinconado, con fuertes crisis éticas internas, pues su labor y desempeño como formador se ven seriamente amenazados, así como su estabilidad y futuro laboral. 

Es decir, los malos se harán peores y los buenos tienen, como mínimo, tres posibilidades: 1-se irán del sistema, 2-se harán mediocres, 3-terminarán con peores síntomas del síndrome de quemado por el trabajo de los que ya presentan.

Es innegable que, en los momentos actuales, existe una especie de colapso parental: padres, madres, encargados no saben, en muchos casos, qué hacer con la crianza de sus hijos e hijas.

A veces, con suerte, acuden a los centros educativos en busca de orientación y guía, pero, especialmente en secundaria, se ausentan del todo, siendo el personal docente y administrativo el que debe esforzarse con creatividad y esmero para realizar su labor y llenar los vacíos afectivos y las carencias familiares para que esas personitas rindan y logren alcanzar algunas habilidades básicas para la vida.

Sumemos a toda esa problemática que el espíritu actual alaba y recomienda el facilismo, el mínimo esfuerzo, el individualismo, la excesiva felicitación por tareas y responsabilidades que son absolutamente propias y mínimas de realizar en la infancia y en la adolescencia, la bajísima tolerancia a la frustración debido a una muy frágil regulación emocional; producto de dos tipos de fenómeno: por un lado, el abandono del esquema de protección básico (negligencia familiar) y, por otro, un excesivo mimo.

En ambos casos, chicos y chicas tienen muy pobres herramientas de enfrentamiento a las adversidades del mundo, escasa capacidad de autocorrección e iniciativa y una autorreferencialidad relacionada, en muchas ocasiones, con inmadurez socio afectiva, que repercute gravemente en la orientación para la tarea educativa y el desempeño escolar.

A todo eso se “le entra” en las escuelas y colegios, con todo lo complicado y desgastante que puede ser. La institución educativa está, prácticamente, sola en esta tarea, por eso está condenada a fallar. Esa es una trampa muy peligrosa que estamos viviendo.

Lo anterior se agudiza porque, si, de entrada, se vulnera y desacredita la función docente, invirtiendo los roles jerárquicos (que no es lo mismo que autoritarios), la tarea educativa ahora sí resultará imposible, y por eso, todos perdemos. 

El sistema público educativo en CR siempre ha apostado (con mayor o menor éxito) por una formación integral de la convivencia humana pues se nutre de la diversidad de situaciones y experiencias, con la guía y orientación de personas adultas investidas de una autoridad simbólica, esa había sido su fortaleza para la vida armónica en común. La escuela ha sido un espacio de comunidad afectiva, pedagógica y humanista donde la niñez y la juventud reciben no solo información sino formación para pensar en sí mismas como parte de una sociedad amigable y donde el respeto a los seres humanos es la esencia de la vida social.

El maltrato infantil no es de recibo, es innegable que lo ha habido dentro de las aulas -con impunidad muchas veces- y hay que erradicarlo; pero no a merced de socavar quizá el único espacio potable que le queda a nuestra niñez y adolescencia de los sectores medios y bajos para la vida democrática.