Los Juncos de Cascajal (Vázquez de Coronado, San José, Costa Rica)
16 y 17 de diciembre de 2019: desde las 8:00 am del primer día hasta las 4:00 pm del segundo
El taller estará a cargo del ingeniero agrónomo Allan Chavarría Chang, quien cuenta con más de 20 años de experiencia en agronomía, con trabajos y cursos realizados en Costa Rica, Nicaragua, Colombia, México, Ecuador, Japón, Perú, entre otros.
Hemos incorporado también la participación del biólogo Eduardo Boza Oviedo, quien cuenta con experiencia en varios países en investigaciones y cursos en su área. Él estará brindando una charla sobre “Diversidad biológica y agronomía en Cascajal: algunos aspectos generales y medulares” y guiará una caminata nocturna que complementará lo analizado en su charla.
Algunos de los temas a tratar son:
Ideología respecto a la investigación (incluyendo investigación científica y producción agrícola); formación geológica de la Cordillera Volcánica Central; ambientes en esta cordillera y en específico en Cascajal; concepto de diversidad biológica; bosques nubosos; algunos hechos generales sobre diversidad biológica de Cascajal; algunos conceptos ecológicos (ejemplos: dinámica poblacional, ecosistema, relaciones simbióticas); las micorrizas, los líquenes, la polinización, la dispersión de semillas y de esporas; disminuciones en “poblaciones” biológicas; prácticas sobre huerto en casa y su manejo; técnicas para siembra de alimentos orgánicos; elaboración de insumos (como: extracto botánico protector BMX; mejoradores de suelos fermentados tipo Bocashi y composta; caldos minerales protectores; bioestimulantes tipo ácidos húmicos-fúlvicos e himatomelánicos, fósfitos, y hormona de bambú; ormus; pasto fermentado; súper magro sólido; reproducido de bacterias ácido lácticas (EM)); búsqueda y multiplicación de microorganismos de montaña (variante mineralizada); cromatografía y análisis de sustancias con esta técnica.
Para la caminata nocturna por favor llevar libreta, lápiz grafito, foco, botas de hule, poncho, abrigo.
La inversión es de 100 dólares por persona; incluye: hospedaje compartido, alimentación, información oral y escrita, memoria usb con adicional información, muestras de insumos agronómicos.
El cupo es limitado; para reservar espacio se debe cancelar el 50 % de la inversión.
Mientras los monocultivos industriales estarían exentos
Los agrotóxicos y agrovenenos tendrá una tarifa reducida del 1% del IVA
FECON, 2-10-2018. Mientras la producción de la agricultura orgánica será gravada con un 13% de Impuesto al Valor Agregado (IVA); las grandes empresas contaminantes y destructoras serán completamente exentas del IVA y sus insumos tendrán una tarifa reducida del 1%.
Desde el día de ayer en la Asamblea Legislativa se está tramitando las mociones de reiteración (mociones que no fueron admitidas en la comisión especial y que se llevan al plenario completo para volverlas a someter a votación). Estas mociones suman alrededor de 300, pero la aplanadora de las fracciones mayoritarias está votándolas a toda velocidad.
Entre el día de ayer y la mañana de hoy se han votado mociones que impactan directamente la situación agroambiental de Costa Rica. Un país que es conocido por ser el principal consumidor de agroquímicos del mundo mientras la extensión de agricultura orgánica certificada tiende a disminuir de forma sistemática.
Actualmente la Ley para el Fomento de la Agricultura Orgánica Nº 8591 estipula que este tipo de actividad es exenta del Impuesto Sobre la Venta (13%), pero con la reforma fiscal que el gobierno lleva adelante estos productos pasarían a ser gravados con el IVA. Hay que recordar que parte del Expediente Legislativo 20580 está dedicado a transformar el impuesto sobre la venta en IVA.
Diputados cuestionados por el caso del Cementazo, como lo es Pedro Muñoz, blindan Combo Fiscal para que empresas contaminantes no paguen impuestos. PUSC, PAC, RN y PLN le quitan impuestos a empresas destructoras y contaminantes para que sigan devastando bosques y contaminando fuentes de agua, como las empresas piñeras, muchas localizadas bajo régimen de Zona Franca. Estas empresas son doblemente beneficiadas con en el Expediente 20580 las cuales seguirán exentas del Impuesto Sobre la Renta, el Impuesto Sobre la Importación de Maquinaria e Insumos, sino que serán exentas del Impuesto al Valor Agregado, lo cual ponen en una ventaja desleal con respecto a la producción nacional de empresas que no están dentro de este régimen especial. Premian directamente a las piñeras bananeras y palmeras porque muchas de estas empresas piñeras, según la web de PROCOMER están dentro de las Zonas Francas.
Por lo anterior desde el Movimiento Ecologista y de la Agricultura Orgánica este Combo Fiscal no sólo es regresivo y pone a pagar a los más pobres y les quita cargas a los más ricos, sino que fomenta la contaminación y la destrucción ambiental.
Información y contacto:
Henry Picado, FECON, teléfono 87609800;
Miguel Castro, Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense (MAOCO): Teléfono 83771090
En el 2050 será necesario producir un 60 % más de alimentos
En algunos centros educativos se han incorporado actividades lúdicas que contribuyen al proceso de aprendizaje sobre la agricultura orgánica. Foto cortesía del Trabajo Comunal Universitario “Agricultura Orgánica Urbana”.
La agricultura orgánica no solo nos ofrece alimentos sanos y seguridad alimentaria, sino que, además, representa un medio sostenible económica y socialmente, que no perjudica al medio ambiente. Estas fueron las razones que la ingeniera Pamela Portuguez García, investigadora del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA-UCR), destacó sobre la importancia de establecer una cultura de siembra en la población.
El Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Agricultura Orgánica Urbana” (TC-468) de la Universidad de Costa Rica trabaja desde hace más de 15 años en contribuir a la promoción del desarrollo de esta práctica y ha buscado transmitir a las comunidades las acciones que se generan desde el Programa de Agricultura Orgánica de la UCR.
El M. Sc. Oscar Acuña Navarro, coordinador del proyecto, afirma que la agricultura orgánica consiste en “la producción en espacios familiares o comunales de hortalizas de una forma orgánica, que garantice, por un lado, la seguridad alimentaria y, por otro, una alimentación sana”. Se estima que en el año 2050 habrá más de 9 000 millones de seres humanos en el planeta y será necesario producir un 60 % más de alimentos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta entidad establece que el fortalecimiento de las actividades agrícolas sostenibles y el uso responsable de los recursos naturales es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional.
Por ello, Acuña afirma que es imprescindible dirigir la alimentación propia a espacios urbanos, en los cuales no necesariamente se tiene una gran cantidad de tierra para cultivar, y que esto esté orientado a una seguridad alimentaria, sin perjuicio del medio ambiente por la contaminación de agroquímicos. “Nosotros debemos producir nuestros propios alimentos a futuro, porque no vamos a tener garantía de obtenerlos por otros medios”, afirmó.
Es por esta razón que desde el TCU se ha buscado impulsar el aspecto urbano de la agricultura orgánica, en donde los espacios son reducidos. En este proceso se utilizan técnicas que permiten construir unidades de producción orgánica en cajones o botellas, se construyen huertas aéreas y se adaptan las condiciones.
Vínculos con centros educativos y para personas adultas mayores
La población con la que se ha involucrado el proyecto es principalmente centros educativos públicos, centros para personas adultas mayores y comunidades locales pequeñas. El TCU opera a partir de las solicitudes que estos sectores realizan y trabaja una estrategia y cronograma diferente en función de las necesidades de cada grupo. Además se ha desarrollado una metodología constructiva, en donde los estudiantes del TCU aportan el conocimiento sobre las técnicas y herramientas. Por su parte, el desarrollo de las huertas se realiza de manera colectiva entre las personas de los centros o comunidades.
En las actividades del proyecto se ha tratado de impulsar no solo la producción, sino también el uso de los productos cultivados, por ejemplo, en los comedores estudiantiles o en las cocinas de los centros de cuido. “Lo importante es recuperar las raíces que tenemos y brindar estos espacios que son una forma de aprendizaje distinta, donde la transformación más importante es establecer una cultura de siembra”, afirmó Pamela Portuguez.
De forma paralela al trabajo sobre la agricultura, se ha buscado impulsar talleres, charlas y producción de materiales visuales que aborden las temáticas de alimentación saludable y seguridad alimentaria.
Luis Navarro Zamora, estudiante de Zootecnia, desarrolló su trabajo comunal en el Centro de Adultos Mayores de Santa Ana. Para él, “la ventaja que tiene este TCU es que también el momento de sembrar y cosechar es muy relajante, trae mucha paz, entonces sirve como una terapia para los adultos mayores. Hay una interacción muy bonita y un intercambio del conocimiento.”
Por año, el TCU incorpora aproximadamente a 45 estudiantes. Actualmente se encuentra trabajando en el Gran Área Metropolitana, en tres escuelas públicas, dos centros para adultos mayores y un centro de educación especial.
Los 5 principios de la agricultura sostenible según la FAO
Mejorar la eficacia en el uso de los recursos es crucial para la sostenibilidad de la agricultura.
La sostenibilidad requiere actividades directas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales.
La agricultura que no proteja los medios de subsistencia rurales y mejora la equidad y el bienestar rural es insostenible.
La agricultura sostenible debe aumentar la resiliencia de las personas, las comunidades y los sistemas.
Una alimentación y una agricultura sostenibles necesitan mecanismos de gobernanza responsables y eficaces.
Laura Camila Suárez Rodríguez
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social
Proyecto de acción social de la Escuela de Química ha trabajado con productores de Upala, Los Chiles, La Fortuna y Sarapiquí
La producción orgánica inició con el apoyo del proyecto. Foto por ED-3299.
Productores agrícolas de los cantones pertenecientes a la región Huetar Norte, exportan jengibre y cúrcuma orgánica a Alemania y Holanda. Se trata de cinco productores que forman parte del proyecto de acción social “Sostenibilidad de la capacidad de producción orgánica de la Región Huetar Norte de Costa Rica articulada con nichos de mercado de mayor valor agregado” (ED-3299) de la Escuela de Química de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Según manifestó la coordinadora del proyecto, Mirtha Navarro Hoyos, este proceso se diseñó desde una metodología participativa, donde se identificaron las necesidades en conjunto con los y las productoras de la zona. “Se identificó el potencial de los productos en el mercado internacional y se trabajó para lograr la calidad que se requería para la exportación” mencionó.
Según dijo Navarro, la caída en la calidad de estos productos provenientes del mercado asiático y la demanda constante en el continente europeo facilitó posicionar el producto nacional en este nicho. Esto requirió estrictos controles en la producción y características del suelo para garantizar la calidad de los productos orgánicos, para lo cual se contó con apoyo del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA).
En la actualidad según datos de Procomer, Europa representa el segundo receptor de las exportaciones agrícolas de nuestro país. Esto responde a los esfuerzos del país por colocar los productos nacionales en el mercado europeo.
Gregorio Martínez Romero, productor exportador, indicó que recibieron asesoría en temas relacionados a las semillas, detección de anomalías y calidad de los productos. Con apoyo del proyecto, Martínez pudo dar inicio a su producción orgánica. “Ha sido un incentivo muy grande para evitar el uso de químicos, nos ayuda a cuidar la salud y a vender productos que no hagan daño a las personas” manifestó.
Empacado del producto para exportación. Foto por ED-3299.
Primeros resultados
Este proyecto inició en enero del 2017 y a la fecha ha trabajado con 25 productores y productoras que participan de los diferentes procesos. Se espera que la totalidad puedan empezar a exportar en el futuro. La iniciativa ha beneficiado a alrededor de 150 personas entre productores, colaboradores y familiares de las comunidades de Upala, Los Chiles, La Fortuna y Sarapiquí.
Según indicó la coordinadora este proyecto busca “continuar y expandir los beneficios para productores, prosiguiendo con la concreción de exportaciones de sus productos a Europa, lo que requiere, además de lo mencionado, de apoyar en el establecimiento de vinculación directa con el sector privado exportador, en condiciones de calidad adecuadas para dichos mercados, de forma que esta actividad prosiga más allá del proyecto”.
Para más información sobre el ED-3299, puede contactar a Mirtha Navarro Hoyos, al correo electrónico mirtha.navarro@ucr.ac.cr o al teléfono 2511-6076.
Leonardo Garita Alvarado
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social
El pasado jueves 29 de junio, un colectivo de personas presentó el primer número de la revista campesina La Agroecóloga, que busca colectivizar saberes campesinos e indígenas sobre la agroecología en Costa Rica; y ser un espacio para difundir información técnica-científica y sistematizar experiencias de la gente que está resistiendo a través de la producción agroecológica.
La presentación se realizó en la Sala de Extractos Botánicos del Centro Nacional de Agricultura Orgánica (CNEAO) Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) (Dirección: 1.5 km al Este del puente Bailey, carretera al Volcán Irazú, La Chinchilla, Oreamuno, Cartago).
Ese día también se llevó a cabo el Panel: “La agroecología en Costa Rica: Una realidad campesina e indígena». En éste participaron Fabián Pacheco, director del CNEAO- INA; Zuiri Méndez, docente de la Universidad de Costa Rica (UCR) e investigadora del programa Kioscos Socioambientales; Fanny Reyes, mujer indígena e integrante de la Red de Mujeres Rurales; y Gina Borrero, instructora del CNEAO-INA. Moderará: Henry Picado, co-editor de La Agroecóloga. Posteriormente se presentó el documental “Semillas: ¿Bien común o propiedad corporativa?”.
La Agroecóloga es gestionada por la Red de Coordinación en Biodiversidad (RCB), con apoyo del Programa Puntos de Cultura, del Ministerio de Cultura y Juventud.
Henry Picado, co-editor e integrante de la RCB, expresó: “La Agroecóloga es la suma de inquietudes que creemos urgentes en un contexto de crisis civilizatoria, climática y alimentaria. Es una iniciativa que busca ser un espacio de discusión e intercambio de información y saberes sobre agricultura, sobre lo que pasa en el campo y con la gente que lo habita. Deseamos ser una herramienta que aporte a la autonomía y a la soberanía alimentaria, tejida desde organizaciones dedicadas a la noble labor de cultivar la tierra”.
Se funda por la necesidad de ampliar la discusión y la difusión a nivel nacional sobre los saberes y los conocimientos de la producción agrícola socialmente justa y ecológicamente equilibrada. Es construida colectivamente por representantes de organizaciones campesinas, del movimiento agroecológico, técnicos agrícolas, investigadores y docentes universitarios, personas de comunidades indígenas, estudiantes y una talentosa ilustradora.
“En este número incluimos artículos acerca del dilema de las certificaciones orgánicas, la necesidad de recuperar las tradiciones alimentarias costarricenses más allá del consumo, consejos para empezar una huerta comunitaria, cómo se hace miso orgánico, los sírfidos depredadores y su aporte al control biológico, compostaje doméstico, prácticas agroecológicas de mujeres en Upala, una historieta, noticias nacionales y regionales y mucho más”, indicó Fabiola Pomareda, co-editora y periodista.
La revista es impresa y digital (www.agroecologa.org) y por ahora se publica cada seis meses. Próximamente se darán a conocer los puntos de distribución.
Agrohuellas es un proyecto que surge como una iniciativa que busca para la distribución de productos orgánicos, donde se visibilice el trabajo del agricultor, se le ofrezca información real a los y las consumidoras, y se vea la agricultura orgánica como una forma de producción que no solo implica producir sin agro venenos, sino que tiene que ver con la solidaridad, con el género, con los recursos naturales, con la economía justa…
Algunos de los objetivos principales de este proyecto son: ampliar el alcance que tienen los productos orgánicos, pese a que esta forma de producir no es reciente, ya que desde hace mucho muchos años nuestras abuelas y abuelos la practicaban como parte de su cotidianidad; y, estimular el consumo de productos libres de agrovenenos, como otra forma de resistir ante un sistema que impone una sola forma de ver la vida y el mundo.
Los productos ofrecidos por Agrohuellas, provienen de las faldas del Volcán Irazú, producidos principalmente por Álvaro Castro, quien al trabajar sus productos se dio cuenta por de lo dañino que era producir con agro venenos y decidió cambiar a la producción orgánica, utilizando sus mismos recursos para elaborar los fertilizantes orgánicos. Álvaro Castro forma parte de una asociación de productores orgánicos de la zona norte de Cartago, conocida como APROZONOC.
La dinámica que manejamos Agrohuellas para la distribución de los productos es la siguiente:
De lunes a viernes ( hasta las 9 am) reciben listas de pedidos.
Viernes se dirigen al campo a recoger los pedidos
Viernes en horas de la tarde el pedido es llevado a su casa (según sea, si vive en Cartago, Tres Ríos o San Pedro).
La Red de Mujeres Rurales, como organización parte de las coordinaciones Mesoamericanas en Resistencia y MAELA -CR, junto con la Asociación de Agricultura Orgánica de la Zona Norte, Tinamaste, Proyecto Interuniversitario Mujeres del Campo y Soberanía Alimentaria, organizamos el pasado 25 de julio la Feria y Conversatorio «Mujeres del campo, semillas y soberanía alimentaria» para celebrar los cuatro años de la feria orgánica de las mujeres organizadas en la Red y en APROZON, y para fortalecer la defensa de las semillas criollas, la agricultura orgánica, el mercado local y el protagonismo de las mujeres en estos procesos.
Las mujeres ofrecieron productos variados como aguacates, chilotes, jamaica, frijoles, ayotes, lechugas, apio, ruda, yerbabuena, cuculmeca, maíz, y procesados como biscochos, tamales, galletas de frijoles y arroz, pan casero, vino de jamaica, sopas de arroz y maíz, atol de plátano, yogurt artesanal, plátano deshidratado, y artesanías como almohadones, limpiones, bisutería, bolsos y otros productos de las mujeres del campo.
Al calor de la feria organizamos un conversatorio sobre las experiencias de «Producción colectiva de las mujeres de la zona, aciertos, limitaciones y aprendizajes», como parte de la construcción de una nueva economía. Expusieron las compañeras las experiencias de producción agropecuaria en Valle Bonito de Upala, en la Feria Orgánica de las Mujeres de Upala, y en la panadería de Pavón de Los Chiles. En otra ronda del conversatorio se comentaron las luchas de las mujeres organizadas en la defensa de la tierra, los casos de Almendros y Medio Queso donde las mujeres de la Red tienen un importante papel; ambas son tomas de tierra.
Las fotografías sobre la instalación de la Feria, algunos productos y otros detalles de la actividad muestran el esfuerzo realizado y los logros de este proceso. Agradecemos el apoyo de las distintas instancias y coordinaciones.
Es una de red de personas que creen y trabajan en pro de la promoción de modelos de desarrollo sostenible en la provincia de Cartago a través de la agricultura orgánica/ agroecológica y sus cadenas de producción.
La presentación del proyecto se programó para el miércoles 20 de agosto a las 6 p.m. en auditorio de la Biblioteca del TEC, campus central.
Para mayor información: cartagorganico@gmail.com /Fabian Marín 8828 1426 / Federico Monge 8702 1086 / Sofía Pérez 8721 0035.
Información enviada a SURCOS por Marcela Dumani Echandi.