- En el 2050 será necesario producir un 60 % más de alimentos
La agricultura orgánica no solo nos ofrece alimentos sanos y seguridad alimentaria, sino que, además, representa un medio sostenible económica y socialmente, que no perjudica al medio ambiente. Estas fueron las razones que la ingeniera Pamela Portuguez García, investigadora del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA-UCR), destacó sobre la importancia de establecer una cultura de siembra en la población.
El Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Agricultura Orgánica Urbana” (TC-468) de la Universidad de Costa Rica trabaja desde hace más de 15 años en contribuir a la promoción del desarrollo de esta práctica y ha buscado transmitir a las comunidades las acciones que se generan desde el Programa de Agricultura Orgánica de la UCR.
El M. Sc. Oscar Acuña Navarro, coordinador del proyecto, afirma que la agricultura orgánica consiste en “la producción en espacios familiares o comunales de hortalizas de una forma orgánica, que garantice, por un lado, la seguridad alimentaria y, por otro, una alimentación sana”. Se estima que en el año 2050 habrá más de 9 000 millones de seres humanos en el planeta y será necesario producir un 60 % más de alimentos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta entidad establece que el fortalecimiento de las actividades agrícolas sostenibles y el uso responsable de los recursos naturales es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional.
Por ello, Acuña afirma que es imprescindible dirigir la alimentación propia a espacios urbanos, en los cuales no necesariamente se tiene una gran cantidad de tierra para cultivar, y que esto esté orientado a una seguridad alimentaria, sin perjuicio del medio ambiente por la contaminación de agroquímicos. “Nosotros debemos producir nuestros propios alimentos a futuro, porque no vamos a tener garantía de obtenerlos por otros medios”, afirmó.
Es por esta razón que desde el TCU se ha buscado impulsar el aspecto urbano de la agricultura orgánica, en donde los espacios son reducidos. En este proceso se utilizan técnicas que permiten construir unidades de producción orgánica en cajones o botellas, se construyen huertas aéreas y se adaptan las condiciones.
Vínculos con centros educativos y para personas adultas mayores
La población con la que se ha involucrado el proyecto es principalmente centros educativos públicos, centros para personas adultas mayores y comunidades locales pequeñas. El TCU opera a partir de las solicitudes que estos sectores realizan y trabaja una estrategia y cronograma diferente en función de las necesidades de cada grupo. Además se ha desarrollado una metodología constructiva, en donde los estudiantes del TCU aportan el conocimiento sobre las técnicas y herramientas. Por su parte, el desarrollo de las huertas se realiza de manera colectiva entre las personas de los centros o comunidades.
En las actividades del proyecto se ha tratado de impulsar no solo la producción, sino también el uso de los productos cultivados, por ejemplo, en los comedores estudiantiles o en las cocinas de los centros de cuido. “Lo importante es recuperar las raíces que tenemos y brindar estos espacios que son una forma de aprendizaje distinta, donde la transformación más importante es establecer una cultura de siembra”, afirmó Pamela Portuguez.
De forma paralela al trabajo sobre la agricultura, se ha buscado impulsar talleres, charlas y producción de materiales visuales que aborden las temáticas de alimentación saludable y seguridad alimentaria.
Luis Navarro Zamora, estudiante de Zootecnia, desarrolló su trabajo comunal en el Centro de Adultos Mayores de Santa Ana. Para él, “la ventaja que tiene este TCU es que también el momento de sembrar y cosechar es muy relajante, trae mucha paz, entonces sirve como una terapia para los adultos mayores. Hay una interacción muy bonita y un intercambio del conocimiento.”
Por año, el TCU incorpora aproximadamente a 45 estudiantes. Actualmente se encuentra trabajando en el Gran Área Metropolitana, en tres escuelas públicas, dos centros para adultos mayores y un centro de educación especial.
Los 5 principios de la agricultura sostenible según la FAO |
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Laura Camila Suárez Rodríguez
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social
Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/
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