Skip to main content

Etiqueta: artes

UCR. Oxitocina: voces contra la violencia obstétrica

La obra se presentará en el teatro Universitario del 24 de mayo al 9 de junio

Basada en testimonios reales, la pieza alza la voz en contra de la violencia obstétrica de nuestro país

Obra Oxitocina

Con el objetivo de denunciar y visibilizar, desde una mirada artística, la existencia de la violencia obstétrica en sus diferentes dimensiones, el Teatro Universitario estrena la obra Oxitocina. 

Esta propuesta de investigación-creación utiliza el monólogo como recurso escénico principal, pues la palabra tiene un lugar central en la puesta en escena, y se acompaña de otros insumos como la danza-teatro, la poesía y una escenografía y atmósfera musical sugerente y de corte surrealista. 

Es una pieza escrita por Melissa Hernández Vargas y Amanda Méndez Ramírez quien, además, asume la dirección. 

Las funciones son los jueves, viernes y sábado a las 7:00 p. m. y domingo a las 3:00 p. m. y 6:00 p. m.  

Las entradas se pueden adquirir en la boletería virtual https://shorturl.at/yJVX6, o en la boletería de Teatro Universitario, a un costo de 6000 colones para público general y 3000 colones para estudiantes con carné y personas ciudadanas de oro. 

Para ahondar sobre el proceso creativo, la directora Amanda Méndez Ramírez conversó sobre diversos aspectos de la obra . A continuación, se presenta un extracto de la entrevista. 

-¿Cómo se crea la puesta en escena?

Amanda Méndez (AM): Yo soy egresada del posgrado en estudios de la mujer de la UCR y también soy artista escénica de profesión. En mi posgrado, en el proceso de estudio enfoqué mi investigación y mis intereses a la denuncia de la violencia contra las mujeres en el teatro, específicamente a las directoras mujeres.  

Igual desde antes, en el proceso de bachillerato y licenciatura, también me había interesado mucho estos puntos interdisciplinarios entre las artes, la sociología, estudios de género, entonces mi tesis de licenciatura también tocaba temas por ahí. Luego, por otro lado, tengo una colega con la que escribí el texto de Oxitocina, Melissa Hernández Vargas, ella es psicóloga y tiene desde el 2014 de estar investigando justamente el tema de la violencia obstétrica y su investigación de licenciatura también fue por esa misma línea de un estudio psicosocial sobre la violencia obstétrica. Hizo un proceso de investigación de entrevistas a mujeres para recopilar sus vivencias en torno a este tema.  

De mi interés en el abordaje de estas temáticas y encontrando que Melissa también estaba investigando este tema y ya tenía experiencia justamente en investigación de esta forma o este tipo de violencia en específico, yo le dije que nos uniéramos y que escribiéramos un texto, que hiciéramos un proyecto, que construyéramos algo vinculando a nuestros dos campos, el mío del teatro y mi interés en denunciar la violencia contra las mujeres y el tema que ella estaba investigando, que era propiamente la violencia obstétrica y la denuncia de esta forma de violencia. 

De ahí salió la propuesta y a mí me gusta mucho la investigación artística, es un campo que me interesa mucho explorar y trabajar. Desde ahí mi interés en unir diferentes temas y hacer investigaciones interdisciplinares.

Nosotras dijimos, si vamos a hacer este proyecto, a pensar la escritura y la construcción de una investigación y después el posible montaje, hay que hacer un proceso, no de cero, porque ambas tenemos nuestra formación, pero sí habría que construir un texto que sea propiamente para el montaje, para la obra, para la dramaturgia y que tenga información nueva, no reciclar otras investigaciones u otras entrevistas, sino construir material a partir de entrevistas hechas específicamente para hacer el montaje.

Hicimos una convocatoria para ver qué mujeres estaban dispuestas a compartirnos sus experiencias, sus vivencias en sus procesos de embarazo, parto y posparto, sabiendo que iba a ser una entrevista que se iba a utilizar para construir una dramaturgia. A partir de de esa premisa, hicimos cuatro entrevistas a mujeres de distintos puntos del país y a partir de las experiencias y las vivencias que ellas nos contaron, construimos una única historia, que tiene gran percepción y realidad. Hicimos un personaje ficticio a partir de las vivencias de ellas en sus distintos momentos de vida, inclusive, con hijos o hijas de edades distintas.

Así construimos esta dramaturgia como tal.

-¿Cómo se realiza la investigación y cuál es la importancia de tocar el tema de la violencia obstétrica en una obra de teatro?

AM: Primero que todo, partimos del hecho de que la violencia obstétrica es un tema que ha sido tratado muy poco a nivel nacional, es un concepto inclusive que tiene muy pocos años de apalabrarse, de pronunciarse, no solamente dentro del ámbito académico, sino también como conciencia al respecto de que existe la violencia obstétrica, que se le pueda llamar por un nombre, empezando por ahí. Y después es algo muy importante porque es una forma de violencia que sigue estando muy invisibilizada y sigue quedando mucho en el campo de lo íntimo, de lo privado o visto desde un lugar muy individualizado, de la experiencia de cada mujer, cada una vivió su proceso y pues queda ahí, en el ámbito individualizado en el sentido de que no hay una denuncia política al respecto, no hay una política pública que busque contrarrestar o cambiar esa realidad.  

Por otro lado, a mí se me hace muy importante que dentro de las artes escénicas y propiamente de las artes dramáticas, se busque tocar temas que también aporten a la denuncia de la violencia contra las mujeres. Y esta forma de violencia que es muy particular, que creo que nos atraviesa de una u otra forma a muchas personas, no solamente a las mujeres que han vivido estas experiencias, sino también a todas las demás personas como testigos de estas formas de violencia, ya seamos hijas, hijos, parejas, familiares. Es una realidad que está muy presente en nuestra vida y que es necesario hablar al respecto.  

También el montaje nace mucho de esta búsqueda de apalabrarle, de dar voz a estos relatos, ser un canal, una mediación para aprovechar el recurso de las artes escénicas, aprovechar la difusión, el público y el alcance que puedan tener estas artes para hablar de un tema que también ha sido bastante silenciado.  

En general, es un poco desde esa búsqueda, de dar voz a estas historias y de dar voz a sus discursos y pues traerlos al arte y aprovechar la capacidad que puede tener el arte de ser escuchado, de ser sentido. 

-¿Y por qué se llama la obra Oxitocina?

AM: La obra se llama Oxitocina en principal medida porque en las entrevistas que hicimos, las cuatro mujeres mencionaron la oxitocina como una sustancia, como un componente, que fue relevante en su proceso en el hospital. Hacían referencia al uso artificial para acelerar el proceso de parto, para agilizarles el tiempo de espera, etcétera. De una u otra forma cada una expresaba su relación con este medicamento, con esta hormona que se utiliza para acelerar los partos. 

También, desde este otro lugar más coloquial en el que conocemos la oxitocina como la hormona del amor, como hormona natural que genera toda esta conexión y el vínculo de la madre con su con su bebé, todo el tema de producción de leche materna.  Tiene mucho que ver con las conexiones, con los vínculos que se pueden construir y que es una hormona que tiene un lugar ahí.  

Entonces, jugando con los lugares distintos que puede tener la palabra como tal, desde ese lugar más médico, otro más hormonal y otro más popular, hicimos un entrecruce de los posibles significados que puede tener la palabra. 

-¿Cuáles los retos de hacer un montaje con este tema? 

AM: Mucho mi interés en mi formación en el posgrado, en mis estudios, ha sido justamente reflexionar y pensar sobre cómo es que se tratan estos tipos de temas en las artes escénicas, desde un lugar responsable, que busque alejarse de la revictimización de las personas respecto a la violencia, que busque presentar o representar la violencia desde un lugar de cuidado, no solamente en este caso particular, que estamos utilizando palabras e historias de mujeres que realmente vivieron esos eventos y que no es algo que se puede tratar a la ligera.

Y también desde el lugar de enunciación y presentación de la violencia, desde dónde estamos tratándola, posicionándola, alejándonos de convertirla en espectáculo, y buscando desde un lugar lo más responsable posible, no solamente con las mujeres que nos compartieron sus historias, sino también pensando en el público. 

Por otro lado, también por eso estoy trabajando con mi colega Melissa, que es psicóloga y ha hecho, a lo largo del proceso un trabajo como dramaturguista, que es ese proceso desde una mirada externa, para acercarse por momentos al proceso de ensayos, de construcción escénica y tener una mirada más fresca y que pueda ser más crítica de cómo es que se está representando esta violencia, cómo lo estamos abordando, desde qué lugar se está trabajando los componentes de la historia de las mujeres o algunos otros elementos, otros personajes o interpretaciones que estamos teniendo en el montaje, como enfermeras, el médico y la paciente, etcétera. Cuidar desde dónde se está construyendo todo el discurso y toda la historia, justamente buscando alejarnos de una visión más gratuita, simple o ligera de abordar las violencias. Estamos tratando de ser muy cuidadosas en su tratamiento. 

-¿Cómo está planteado el montaje? 

AM: El montaje está planteado como una tragedia contemporánea. Estamos abordándolo desde el lugar de la memoria y el recuerdo, recopilando la forma en que los relatos son contados.  

Estamos utilizando el elemento de la memoria y el recuerdo para construir el estilo y el formato del montaje.  

El montaje tiene un estilo que podría transitar mucho dentro de lo onírico, lo surreal, lo que está basado en cómo vienen los recuerdos a la mente, cómo se hacen saltos en el tiempo, cómo de repente una está recordando algo y ese recuerdo te trae otro recuerdo. Estamos buscando mucho jugar con esa cualidad de la memoria y escenificarla, y es algo que estamos construyendo, utilizando mucho el lenguaje poético.

Con el estilo estamos utilizando el lenguaje de la danza- teatro, que se aborda mucho desde la emoción, los sentimientos, desde un lugar muy honesto por parte de las personas intérpretes  

-¿Cuál el mensaje o lo que ustedes quieren que el público se lleve luego de ver esta obra? 

AM: Primero que todos nos interesa destacar este componente psicosocial de la violencia obstétrica. Destacarla como una problemática social y no como una problemática individualizada.  

Sumar una denuncia más a las distintas denuncias que se han ido construyendo, no solamente de las mujeres que de su propia voz y desde su propio lugar, denuncian, sino también desde investigaciones y diferentes instituciones, organizaciones que también están a favor del parto respetado, del parto organizado y de los derechos de las mujeres en sus procesos de embarazo parto y posparto.  

Hay un concepto que utiliza Melissa en su investigación, que tiene que ver con cómo se aborda el daño que generan este tipo de situaciones y sacar ese daño de lo privado. Estamos buscando, de alguna forma sacar a la calle este tema, sacarlo fuera del hospital, de la de la casa y también abordarlo desde un lugar que no culpabiliza a la persona que experimenta eso. Creo que hay un énfasis en librarse de la culpa que ha generado esta experiencia, que ha generado este daño. 

Desde esos dos lugares estamos buscando atravesarlo y generar una sinergia, un encuentro entre las distintas historias, porque sabemos son historias que se pueden repetir a lo largo de los años y posiblemente la historia que vivió mi mamá hace 36 años, pueda tener un montón de cosas compartidas con lo que está viviendo una mujer en este momento. Es hacer esos encuentros entre historias y replantearse que ya es tiempo de romper esa cadena de violencia obstétrica que tiene muchos años de estar creciendo.

Andrea Marín Castro
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR, Voz experta: Pensar el arte, repensar la investigación

Dra. Patricia Fumero, representante del área de Artes y Letras, Consejo Universitario y exdirectora del Instituto de Investigaciones en Arte (2014-2021); Dr. Bértold Salas, director del Instituto de Investigaciones en Arte.

En el marco del décimo aniversario del Instituto de Investigación en Artes reflexionamos sobre una instancia creada con el propósito de romper paradigmas en la investigación.

En su búsqueda de legitimidad, la investigación artística ha tenido que superar numerosas barreras y no pocas miradas incrédulas. Mencionemos tres de ellas, reconocidas desde nuestra experiencia en la dirección en el Instituto de Investigaciones en Arte, que en este marzo cumplió diez años.

La primera se encuentra entre las personas artistas, así como entre los docentes que enseñan artes y experimentan en el espacio académico, quienes no siempre conciben su propio trabajo como una forma de crear conocimientos que merece ingresar en la arena de los debates intelectuales y científicos. De esta manera, los aprendizajes y resultados de incontables procesos artísticos y didácticos se quedan en el espacio privado o, en el mejor de los casos, en las aulas, talleres y salas de ensayo, para beneficio exclusivo de los participantes, dejando al resto de la comunidad artística y académica sin los saberes generados. Pero esta barrera se ha resquebrajado, y en la última década los docentes del área de artes inscribieron 48 proyectos en el IIArte, a los que se suman 26 proyectos desarrollados desde las ingenierías, la física, la química y las humanidades que estudian las artes desde el paradigma STEAM. Además, ESCENA. Revista de las Artes se ha posicionado internacionalmente en el campo de la investigación en artes.

Una segunda barrera tiene que ver con la percepción que en otras áreas del conocimiento se tiene sobre los saberes producidos en el marco del quehacer artístico. Con el objetivo de solventar esta barrera, desde el IIArte reconocemos las metodologías de investigación en artes, las cuales responden preguntas que rebasan el método científico, además de trabajar transversalmente con las ciencias fácticas, formales, naturales y sociales para producir nuevos conocimientos y soluciones a diversas problemáticas en forma conjunta y transdisciplinaria.

Finalmente, la tercera barrera de incredulidad, es la que enfrenta todo instituto o centro de investigación en la Universidad de Costa Rica: el reto de convencer a propios y extraños que una institución superior latinoamericana es algo más que un listado de carreras y cursos y un conjunto de salones de clase. La investigación costarricense debe ser protegida y cultivada, y el IIArte, como cualquier otra institución análoga, viene a afirmar que la universidad es un espacio para la reflexión y, por supuesto, la generación de conocimientos, nuevos y autóctonos.

El Instituto de Investigaciones en Arte fue fundado hace una década como respuesta a una necesidad, que no era exclusiva de las personas académicas de la Facultad de Artes, sino de la Universidad de Costa Rica y de la sociedad costarricense: articular los esfuerzos por estudiar las prácticas artísticas, además de contribuir a su estímulo y, por qué no, aprender de ellas. A una década de trabajo constante y frente a un mundo y una Costa Rica cada vez más violenta, desigual y con escasas oportunidades para cultivar la sensibilidad, es necesario ir contra corriente, y hacer, compartir y pensar desde y sobre el arte. De la misma forma que procuramos incidir en los paradigmas contemporáneos basados en el STEAM, en el cual las artes se incorporan al desarrollo del conocimiento y económico a partir del trabajo transdiciplinario y en condición de paridad con las ciencias ciencias fácticas, formales, naturales y sociales.

La Universidad de Costa Rica es una institución humanista que reconoce el papel que juegan el arte y la cultura en la paz social, el desarrollo democrático y económico, la salud mental y, en general, la calidad de vida de las personas. En consecuencia, desde el IIArte hemos posicionado la investigación en artes y deliberamos sobre su pertinencia y las condiciones que la caracterizan. La investigación en arte contribuye al desarrollo nacional, a un mejor ejercicio docente, así como a producir prácticas artísticas más reflexivas y complejas. En su diversidad de formas e ingresos (en, sobre, desde, a través de las artes), y en diálogo con otras disciplinas, resulta una oportunidad para pensar la práctica artística e invita a repensar la investigación.

 

Dra. Patricia Fumero Vargas
Representante del área de Artes y Letras, Consejo Universitario Ex Directora del Instituto de Investigaciones en Arte (2014-2021)

Dr. Bértold Salas Murillo
Director del Instituto de Investigaciones en Arte

LA CUARTA PARED

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El sonido era ensordecedor. No se escuchaba nada entre gente que no entendía el inicio de la puesta teatral y la algarabía desatada en un auditorio colegial de más de mil gentes, en el marco de un festival Inter universitario de teatro en la Costa Rica bisoña de inicios de los años noventa, cuando creía que el neoliberalismo era sólo un proyecto para reformar al estado, empequeñecerlo, privatizarlo y entregárselo al capital transnacional.

Toda esa agenda se ha ido cumpliendo 30 años después, solo que ahora impulsada desde una contra revolución cultural regresiva y conservadora sin retorno.

Es una noche calurosa de febrero y el festival se desarrolla en el Pacífico costarricense. Allí hemos llegado como parte del elenco de Spacem, montaje producido por el Grupo de teatro Girasol, del Centro de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, una de las cinco universidades públicas del país. La algarabía la provocábamos los actores que, confundidos entre el público, encendíamos nuestros focos y hacíamos maniobras con nuestros cuerpos. Se trataba de una obra futurista en la que los sueños y el empeño eran ley motiv. Lo hicimos desde nuestras condiciones de montaje y producción en una universidad pública.

En estos días la contrarrevolución cultural conservadora y regresiva representada en el poder ejecutivo costarricense y una estrategia de comunicación bien pensada en redes sociales, han lanzado una ofensiva para disminuir el presupuesto que por ley le es otorgado a las universidades públicas para seguir operando.

Entre sus argumentos, urgen a las universidades impulsar carreras técnicas en desmedro de las ciencias sociales, las artes y las humanidades. Es urgente, ha sido urgente si una revisión interna de la distribución presupuestaria pero no hacia la baja, sino más bien para volverla más equitativa entre remuneraciones e inversión social, que al final termina siendo más amplia que las primeras.

Pero los embates prácticos y discursivos contra todo significado social y cultural de las universidades públicas costarricenses han encontrado resonancia en una agenda setting que por años ha ensañado su arsenal contra estas instituciones. Particularmente su rol crítico, pensante, cuestionador.

Entonces pienso en ese momento del festival de teatro donde llegamos grupos universitarios a compartir nuestro trabajo. En mi caso, entonces estudiante de sociología, tuve la enorme posibilidad de audicionar y tomar parte de un hermoso proyecto cultural que como el Grupo de Teatro Girasol formó no solo actrices y actores, sino personas pensantes y felices ante la vida.

En el género teatral romper la cuarta pared significa interacción entre el personaje y el público en un diálogo natural. Hoy quiero romper esa cuarta pared para dejar constancia del enorme legado que dejó en mi haberme formado en una universidad pública, desarrollarme en el área de las ciencias sociales y complementarla con una visión artística que hoy impulso a través de la literatura, de la poesía.

Termino esta reflexión participante citando a mi maestro Osvaldo Sauma quien nos recordaba el ser comunidad, algo que necesitamos hoy para defender nuestra institucionalidad universitaria pública de los embates recortistas y retrógrados:

“Que no se salve nadie si no nos salvamos todos”.

La universidad pública, una vez más, está en la lucha. Librémosla juntas, juntos.

UCR: Desarrollan metodología artística para gestionar las emociones

Proyecto de Acción Social se lleva a cabo en la zona Huetar Norte

Autoría: Esteban Umaña Picado (Periodista Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social, UCR)

Proyecto de Acción Social contempla expresión visual de emociones

La salud mental se ha visto sumamente afectada por la pandemia. La crisis económica, el desempleo y el confinamiento son factores que desencadenan en emociones incómodas y en trastornos como ansiedad y depresión, en algunos casos.

En este contexto es que el proyecto Viaje visual por mis emociones (EC-586) tiene como objetivo desarrollar una metodología virtual en la que se llevarán a cabo talleres para fomentar una expresión artística de las emociones.

Tatiana Zúñiga, coordinadora del proyecto y docente de la Escuela de Artes Plásticas, describe los principales objetivos, logros y la conexión con la comunidad.

En este proyecto participan la Escuela de Artes Plásticas, la Escuela de Formación Docente y el Instituto de Investigaciones Psicológicas y está dirigido a mujeres jefas de hogar de algunos distritos de San Isidro y Peñas Blancas del cantón San de Ramón de Alajuela y los distritos de Quesada, Florencia, La Fortuna y La Tigrada del cantón de San Carlos ambos pertenecientes a la región Huetar Norte de Costa Rica.

Se escogió esta población debido a que tiene una gran cantidad de variables que evidencian complicaciones de salud mental, por ejemplo hay 1857 diagnosticadas con algún tipo de trastorno mental entre 1997-2010, según datos del Ministerio de Salud del año 2012 y por otro lado disponen de muy poco acceso a servicios de salud mental.

Según datos del Informe del Estado de la Nación 2019 la población cuenta con escasa escolaridad. Apenas el 57,3% tiene la primaria completa y es una zona deprimida económicamente donde su principal actividad económica es la agricultura y el cultivo de la piña representa el 68% de la región. Además, existen altos niveles de desempleo, escasas oportunidades de superación y una mano de obra con escasa calificación y un problema creciente de penetración del narcotráfico.

Si bien el proyecto fue diseñado originalmente para la zona norte, la metodología planteada demostró su flexibilidad ya que el proyecto participó en la iniciativa de la Universidad de Costa Rica: Costa Rica aprende con la U Pública mediante el taller virtual: Mis emociones a través del arte ampliando así la cobertura del proyecto en el ámbito nacional.

La metodología del viaje

Conozca mejor la metodología con la imagen interactiva . Haga clic sobre la imagen y navegue con las flechas de su teclado

Para acercarse a la población se utilizó la Metodología Multidisciplinaria Virtual conocida como Boleto, Pasaporte, Mapa y Souvenir una adaptación de la Metodología Hook, Book, Look, Took (HBLT) desarrollada por Richards and Bredfeldt (1998) y adaptado posteriormente por Renandya & Tedjaatmadja (2012). Las lecciones se imparten en cuatro etapas y su planteamiento flexible permite adaptarla según su contexto y a la población meta.

En el proceso se utilizaron talleres sincrónicos y asincrónicos de trabajo individual. La Universidad destina materiales para entregarlos en los hogares de las mujeres para que puedan realizar los diferentes ejercicios y prácticas.

Los beneficios de este proyecto se ampliaron a una población más amplia ya que el proyecto adaptó su metodología para implementarla en el Curso: Mis emociones a través del arte, en la plataforma UCR Global dentro la iniciativa Costa Rica aprende con la U Pública.

Observe de cerca estos trabajados con la imagen interactiva . Haga clic sobre la imagen y navegue con  el clic de su ráton o con las flechas de su teclado.

 

Fuente: https://accionsocial.ucr.ac.cr/noticias/desarrollan-metodologia-artistica-para-gestionar-las-emociones

Escuela de Danza de la UNA rechaza reducciones presupuestarias a educación, cultura, arte y juventud

Acuerdo tomado en sesión extraordinaria 09-2020 de la Asamblea de Unidad Académica de la Escuela de Danza UNA celebrada el viernes 23 de octubre de 2020.

CONSIDERANDO:

  1. Que tanto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Constitución Política de la República de Costa Rica y la Política Nacional de los Derechos Culturales 2014-2023 se estipula el resguardo, acceso y la garantía de los derechos culturales y a la educación.
  2. Que la Universidad Nacional, en su vocación humanista, asume compromisos sociales con la ciudadanía costarricense para contribuir con la transformación democrática y progresiva de las comunidades y la sociedad hacia planos superiores de bienestar.
  3. Que dicho bienestar supone una educación integral, en lo cual las humanidades, las artes y las expresiones culturales son claves en la creación de valores y habilidades para una sana convivencia, la movilidad social y el desarrollo humano.
  4. Que desde el CIDEA, la Escuela de Danza se sabe parte un sistema institucional educativo, artístico y cultural, cuyo espíritu es contribuir con el desarrollo integral de las personas y los pueblos de Costa Rica y Centroamérica mediante sus múltiples quehaceres: la producción artística, la investigación, la extensión y la formación de profesionales que aportan al desarrollo cultural nacional y regional.
  5. Que los recortes formulados por la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa al presupuesto del Ministerio de Cultura y Juventud son injustos y desproporcionados, siendo que a este ya se había aplicado una rebaja en el anterior presupuesto, lo que terminaría afectando importantísimos programas cuyos debilitamientos o supresiones sólo tendrán efectos negativos.
  6. Que ante la crisis que se atraviesa, lejos de desatenderse y cercenarse arbitrariamente sus presupuestos, la educación y la cultura deben resguardarse y promoverse, pues estas constituyen valiosas herramientas para enfrentar los desafíos de los tiempos actuales y de invertir en el bienestar y realización de las futuras generaciones.
  7. Que el gobierno debe atacar seriamente los problemas de evasión y elusión fiscal, así como asegurar un mayor aporte de los grandes capitales con el fin de buscar la justicia tributaria que contribuya a paliar la crisis de forma más equitativa y que no sean los sectores más desfavorecidos quienes vean profundizada su situación por el debilitamiento de la institucionalidad social costarricense.

POR LO TANTO, SE ACUERDA:

  1. COMUNICAR A LOS PODERES DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA POR PARTE DE ESTA ASAMBLEA ACADÉMICO-ARTÍSTICA EL RECHAZO CATEGÓRICO A LAS REDUCCIONES PRESUPUESTARIAS DESTINADAS A LOS SECTORES DE EDUCACIÓN, CULTURA, ARTE Y JUVENTUD. ACUERDO FIRME Y UNÁNIME.
  2. COMUNICAR A LAS PERSONAS REPRESENTANTES DEL SECTOR CULTURA EN LA MESA DE DIÁLOGO NACIONAL, LAS AUTORIDADES UNIVERSITARIAS, CONARE Y LA SOCIEDAD CIVIL EL PRESENTE ACUERDO. ACUERDO FIRME Y UNÁNIME.
  3. NOMBRAR UNA COMISIÓN DE UNIDAD ACADÉMICA PARA LA ELABORACIÓN DE UNA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN QUE EVIDENCIE Y SENSIBILICE SOBRE EL ALCANCE INTEGRAL DEL ARTE DE LA DANZA Y LA CULTURA EN LA SOCIEDAD COSTARRICENSE, CON MATERIALES DERIVADOS DEL QUEHACER ACADÉMICO-ARTÍSTICO DE LOS PROGRAMAS, PROYECTOS, ACTIVIDADES ACADÉMICAS Y LA EXPERIENCIA PARTICULAR DE LAS PERSONAS QUE INTEGRAN LA COMUNIDAD EDUCATIVA PARA QUE SE DISTRIBUYAN POR LOS DIFERENTES CANALES INSTITUCIONALES, ASÍ COMO POR REDES SOCIALES. ACUERDO FIRME Y UNÁNIME.

Dra. María Ávila Aguilar
Presidenta
Asamblea de Unidad Académica
Escuela de Danza

*** Más información 8998-2182.
Oficina Comunicación UNA
Teléfonos: 2277-3224/ 2237-5929

comunica@una.cr

La UCR defiende el derecho de todas las personas al pleno disfrute de una variada vida cultural

  • UCR Presente

  • En los campus universitarios se ofrecen múltiples opciones desde la formación académica hasta la exploración artística

Público durante el concierto de conmemoración del Día Internacional de las Mujeres el pasado 8 de marzo, 2019. Foto: Anel Kenjekeeva.

Como universidad de puertas abiertas, en la Universidad de Costa Rica (UCR) la ciudadanía vive a plenitud las expresiones culturales, desde las carreras académicas hasta los cientos de actividades de proyección que se organizan en las sedes y recintos en todo el país.

En cumplimiento del mandato de la Declaración de Derechos Humanos promulgada hace 70 años por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la UCR defiende el derecho de todas las personas al pleno disfrute de una rica y variada vida cultural en sus comunidades, a gozar de las artes y del conocimiento generado por la humanidad y obtener beneficios de todos estos saberes.

Como Institución Benemérita de la Educación y la Cultura (Decreto Nº 8098), la UCR invierte una importante parte de sus recursos en la promoción cultural y artística en todas las regiones. Esta visión cultural inclusiva da sustento a las decenas de proyectos inscritos en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS).

Desde la VAS se vinculan comunidades, estudiantes e investigadores en un diálogo que construye la memoria colectiva del país, pone en valor la herencia ancestral y revitaliza la multiculturalidad que caracteriza la identidad costarricense.

Solo en el año 2018 la inversión de Acción Social en promoción artística y patrimonial superó los ¢290 millones para los 127 proyectos vigentes en ese periodo.

Un total de 1 527 712 personas participaron de distintas formas, ya sea como destinatarios finales de los cursos y talleres o como gestores y dirigentes comunitarios.

Las artes, las tradiciones y costumbres comunitarias son la base que sustentan los proyectos de Acción Social de la UCR. Las poblaciones infantiles, adulta mayor, mujeres productoras y estudiantes de distintos niveles se suman a estas iniciativas. Foto archivo VAS

Uno de los proyectos de gran impacto es el denominado “Gestión académica y artística a las comunidades de Guanacaste” (EC-110) que ha llegado a más del 80 % de los barrios de la provincia, asociaciones y a 35 agrupaciones, explicó el Dr. Razziel Acevedo Álvarez, coordinador de dicha iniciativa de la Sede de Guanacaste.

Según Acevedo, desde el año 2004 el EC-110 contribuye a cabalidad el mandato del Estatuto Orgánico de la UCR y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos para promover el crecimiento integral de las personas y la mejora comunitaria.

“Este proyecto se fundamenta en ese pensamiento porque atiende al desarrollo cultural fortaleciendo, difundiendo y revitalizando el patrimonio cultural, contrarrestando los efectos del exterior y desde el ámbito educativo, mira como un conjunto la educación integral de las personas, aportando los recursos académicos para que ellos puedan desarrollar el pensamiento lógico, abstracto y su capacidad de expresión”, explicó el investigador.

Formación de vocaciones

Cada año unas 7500 personas de las comunidades de Palmares, San Ramón, Atenas, Alfaro Ruiz, Valverde Vega, Grecia y otros cantones circundantes le dan vida a un proyecto que ha formado decenas de generaciones de artistas.

Desde 1981 el Conservatorio de Música de la Sede de Occidente (ED-577) ha sido el eslabón cultural de esa vasta región, no solo funcionando como casa de estudios musicales, sino que se convirtió en un reconocido centro cultural comunitario.

Las etapas básicas de la UCR forman vocaciones artísticas y promueven la participación de niños, niñas y jóvenes a lo largo del país para fortalecer su crecimiento personal, su autoestima y construcción de proyectos de vida. Foto archivo VAS.

Según la magister Carla Salas Ruiz, coordinadora del Conservatorio, los beneficios son innumerables: “La pertinencia reside en la educación constante de generaciones de niños, niñas, jóvenes e incluso adultos jóvenes sensibles al arte, y sobre todo seres humanos empáticos y solidarios que están listos para hacer la diferencia en sus comunidades, y por ende en el país. Se forman en nuestras aulas, y se encuentran en exposición constante a diversos movimientos artísticos y culturales”.

Los vínculos entre universidad y sociedad de los proyectos artísticos de Acción Social trascienden las vocaciones de esa área. Por ejemplo, la agrupación musical ElectrizArte (EC-330), inscrita en la Escuela de Ingeniería Eléctrica, proporciona un espacio interdisciplinario en el que estudiantes y profesores desarrollan iniciativas en las que mezclan tecnología y arte.

ElectrizArte surgió en el año 2010, y desde entonces es una plataforma para que centenares de estudiantes de secundaria de las zonas rurales conozcan las opciones universitarias en el área de las ingenierías.

“Adicionalmente, varias decenas de estudiantes universitarios que han participado han complementado su formación desarrollando proyectos ingenieriles y participando con comunidades rurales. Finalmente, la colaboración con artistas profesionales y académicos ha permitido enriquecer las prácticas artísticas de ambos con tecnología relevante”, explicó el Ing. Teodoro Willink Castro, docente coordinador de ElectrizArte.

“La UCR ha estado presente desde sus inicios en el mejoramiento de la educación, la formación de un concepto integral de salud, en la generación de competencias productivas comunales, la defensa del ambiente, de los derechos humanos y la reivindicación de las fibras culturales que conforman nuestras identidades. La Universidad sigue estando presente en prácticamente todo el territorio nacional, con más de 700 proyectos y sus actividades, casi 2000 cursos de capacitación, con 208 proyectos de asesorías y servicios de las unidades académicas”, afirmó la M.L. Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social.

 

Eduardo Muñoz Sequira

Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Casa de la Cultura de la Unión: Gran Bailongo

La Casa de la Cultura de la Unión organiza una actividad musical y bailable para recaudar fondos. Según la página Sicultura «…Desde el 2016, la Casa fue reactivada como un espacio que brinda oportunidades de aprendizaje y de desarrollo artístico-cultural para los habitantes del cantón de La Unión mediante talleres y presentaciones artísticas para distintos públicos«.

La información indica que, entre otras actividades, en este espacio cultural hay presentaciones artísticas, exposiciones de artes plásticas, festivales culturales, ensayos de danza y teatro, artes manuales, reuniones de agrupaciones.

 

Afiche compartido con SURCOS por Marco Palma Leiva.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

UCR La Galeria del Consejo Universitario se transforma en un mariposario gracias al arte

Lo que comenzó como el trabajo de tesis de la artista Sofía Solís se convirtió en un producto profesional que le permite al público conocer cada detalle de algunas de las especies de mariposas que habitan el territorio nacional. Foto: Karla Richmond.

Quienes llegan a las instalaciones del Consejo Universitario están siendo recibidos por más de 30 mariposas y aunque no son reales, cumplen el objetivo de hacer sentir a los visitantes como si estuvieran en medio de la naturaleza.

Luego de años de trabajo e investigación, la artista Sofía Solís presenta en la Galería de este ente institucional la exposición “Mariposas de la UCR: Ilustración Científica”, una muestra de pintura digital que permite conocer el patrimonio natural con que cuenta la Universidad.

Las mariposas reales

Detrás de la antigua Facultad de Ciencias Sociales está la entrada del Mariposario de la UCR, un espacio donde se puede estar de cerca de una pequeña parte de las más de 12.000 especies conocidas de este insecto.

Fue ahí donde Solís encontró la inspiración para acercarse al dibujo científico, trasladando así al papel la diversidad de colores y contrastes que ofrecen estos animales.

“Es muy enriquecedor aprender de una disciplina completamente ajena a lo que uno estudió”, comenta la artista.

La pintura digital aprovecha las herramientas de software para sustituir los lápices, las brochas o el papel. El talento de cada artista, sin embargo, sigue sin ser reemplazable. Foto: Karla Richmond.

Con la técnica de la pintura digital, la dibujante pudo destacar los detalles que hacen única a cada especie, lo que ha convertido su material también en una herramienta de educación ambiental.

El MSc. Ricardo Murillo, encargado del Mariposario, destaca que el trabajo de Solís ha sido un insumo fundamental para el espacio que él dirige, ya que es utilizado en las láminas de visita para la identificación de los animales en exhibición. “Gracias al trabajo interdisciplinario, el arte y la biología han logrado enriquecerse mutuamente, creando ilustraciones que permiten mejorar en la labor de educación y divulgación”, destaca.

¡Visite la Galería!

Desde su apertura en el 2018, la Galería del Consejo Universitario se ha convertido en una vitrina para el talento de artistas de renombre y el de quienes están consolidando sus carreras.

Para disfrutar de esta y otras exposiciones, solo hay que llegar al lobby de este órgano, localizado en el tercer piso del Edificio B de Registro.

Su horario es de 8:00 am a 5:00 pm.

 

Tomás Gómez Huertas

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

UCR: Sede del Atlántico impulsa desarrollo social por medio de artes y oficios

  • Institución potencia habilidades de la población turrialbeña y promueve la consolidación de pequeños negocios

Entre la creación de muñecas de tela, piezas de barro, pinturas, bisutería o el tallado de madera, entre otras actividades, los asistentes comparten experiencias, conocimiento y fortalecen el vínculo de amistad. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Un grupo de talentosos hombres y mujeres se reúnen cada lunes en una espaciosa aula de la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde rodeados por la naturaleza y el canto de las aves, dedican varias horas de la tarde a la elaboración de trabajo manuales.

Entre la creación de muñecas de tela, piezas de barro, pinturas, bisutería o el tallado de madera, entre otras actividades, los asistentes comparten experiencias, conocimiento y fortalecen el vínculo de amistad que distingue a este proyecto de extensión cultural denominado “Etapa Básica de Artes y Oficios”.

La iniciativa surgió en el año 2006, cuando la Sede estableció una alianza con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para consolidar la implementación de un curso de alfarería abierto a las personas de la comunidad de Turrialba y sus alrededores.

Al finalizar el proceso de formación, algunas de los participantes se mantuvieron vinculadas a la Universidad y se convirtieron en multiplicadoras del conocimiento que habían adquirido, desde un espacio que pronto se denominó “Grupo de Artesanos de Turrialba”.

Según Kenneth Carvajal, antropólogo social y coordinador actual del proyecto, la iniciativa sumó rápidamente una mayor participación de personas de la comunidad y un año más tarde, dio lugar a la incorporación de otras expresiones de manualidades y arte popular.

A lo largo de 12 años de existencia, la Universidad ha facilitado a los participantes cursos y conferencias para mejorar sus talentos y ha propiciado iniciativas de proyección para su trabajo, pero sobretodo, se ha convertido en espacio transformador de vidas.

“Se busca que tengan un mejoramiento de su calidad de vida y eso no tiene que ver sólo con vender, sino con el disfrute de las actividades y este proyecto potencia estas áreas de manera integral”, afirmó Carvajal.

El grupo actual suma alrededor de 30 personas, entre profesionales pensionados, amas de casa, adultos mayores y jóvenes que han superado graves problemas de salud. La diversidad de los integrantes origina la riqueza del ambiente, donde los asistentes afirman sentirse en familia.

María de los Ángeles Salazar Cabezas, 58 años, ama de casa y alfarera, es una de las miembros fundadoras del grupo.

Espacio transformador de vidas

Alicia Rodríguez Martínez es ama de casa, tiene 59 años y desde hace seis, forma parte de este grupo, donde asegura que ha aprendido a perfeccionar su técnica de costura para la creación de muñecas y bolsos de tela, que posteriormente vende en la feria del agricultor.

La vecina de Tres Equis de Turrialba asegura que este espacio le dio la oportunidad de “pertenecer a algo” como siempre había añorado, pero además, le ha permitido sentirse útil, volverse una persona más sociable y generar algunos ingresos económicos.

Gina Rojas Valverde, profesional 32 años, llegó al grupo de artesanos por razones diferentes a las de la mayoría de sus compañeros. Fue diagnosticada con tres tumores cerebrales y después de varias operaciones, enfrentó problemas de la vista y perdió movilidad en sus manos.

La joven se acercó al espacio interesada en aprender el manejo de la arcilla como una forma de terapia para su salud, pero además de cumplir con su objetivo, encontró esparcimiento y motivación personal.

“Hay personas que tienen alguna enfermedad y se tiran en un sillón, pero yo salí adelante y esto me ayudó mucho. Siempre deseo que lleguen los lunes para venir a las clases otra vez, esta es mi mejor terapia” enfatizó.

Saúl Obando Sánchez, es un agricultor que hace 12 años se convirtió en miembro fundador de este espacio donde conviven la academia y la comunidad. Actualmente, plasma su talento en el tallado de madera, una técnica que usa para crear figuras únicas.

Aunque reconoce que en un inicio, “hasta me daba vergüenza entrar aquí”, asegura que con el pasar del tiempo se fue familiarizando con la Universidad y ahora le “hace falta el grupo” cuando tienen que ausentarse de alguna clase.

“Me ha dado a conocer como artesano, he podido superarme y aprender a desenvolverme mejor, incluso a vencer complejos” enfatiza el artesano de 77 años, quien agrega que “si no fuera por la universidad, nuestro trabajo estaría ignorado como paso durante tantos años”.

Yamileth Benavides Ramírez, 51 años, ama de casa y bisutera. La participación en el grupo le ha permito sentirse más motivada y generar ingresos para su familia.

Por su parte, Ana Lía Araya Castro, emprendedora de 55 años, muestra a los miembros del grupo más jóvenes el alcance que pueden consolidar los proyectos gestados y promovidos en este espacio, del que forma parte hace 7 años.

El acompañamiento y los cursos que recibió en la Sede del Atlántico, le permitieron a Araya ir profesionalizando su negocio de helados artesanales, mientras que aprovechó los espacios de exposición para dar a conocer su producto y su marca “Helados caseritos y algo más”.

“Empecé con una inversión de ¢1,500, con la refri de la casa. Luego compré un congelador y ahora tengo 11 congeladores. Después de 12 años de trabajo y lo que aprendí aquí, mi negocio tributa, me pago seguro, tengo una patente, está todo en regla” afirmó la ama de casa.

Pero el proyecto de esta jefa de hogar sigue creciendo y este año alquiló un pequeño espacio para la instalación de su primer local. Al reconocer los logros conseguidos, la emprendedora afirma convencida que “el grupo de los artesanos fue muy importante para poder levantarme”.

Ana Lía Araya Castro, 55 años, ama de casa y emprendedora. La participación en el “Grupo de Artesanos de Turrialba” le ayudó a consolidar su negocio de helados caseros.

 

Andrea Méndez Montero

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

UCR: Sobrevivientes de cáncer sanan heridas mediante el arte

  • Etapa Básica de Artes Plásticas busca mejorar el acceso al arte

El grupo ha enfrentado situaciones difíciles asociadas con el cáncer, como el fallecimiento de una de sus compañeras. Sin embargo, persiste el entusiasmo. Foto: Angélica Castro.

Al ritmo de tango, cumbia y hasta música electrónica, 20 personas pintaban libremente, sin pensar o pensando. Unidas por el cáncer, se reían y disfrutaban de la última clase de arte del semestre y daban buena prueba de que la compañía y los colores ayudan a curar. Todas ellas fueron estudiantes universitarias y participantes de los proyectos de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La oportunidad llegó por medio de la Etapa Básica de Artes Plásticas (ED-71), un proyecto de la Sede de Occidente que trabaja para hacer crecer el acceso al arte en la región. Como el arte puede servir para muchos propósitos, el primer semestre de 2018 la Etapa se acercó a la Fundación Calidad de Vida para las Personas con Cáncer (FUNCAVIDA).

FUNCAVIDA es una organización que se ubica en San Ramón y trabaja con población que enfrenta o es superviviente de cáncer. A estas personas se les brinda apoyo en terapia psicológica y física, así como acceso a charlas, talleres, alimentación, actividades deportivas y recreativas.

La Etapa Básica buscó vincularse a este proceso a través de la alfabetización visual, que busca que las personas integren herramientas plásticas para expresarse y sentirse mejor. El proceso lo desarrollaron Susana Villalobos, coordinadora de la Etapa Básica, y Karol Rodríguez: las “profes”.

En el grupo había personas de diferentes edades y regiones. Algunas viajaban desde Grecia, Sarchí o Palmares; y hay quienes viven en San Ramón. El factor común de reunión fue el cáncer, que se olvidaba durante las dos horas semanales dedicadas al arte.

Durante la última clase del semestre cada persona pintó un mensaje para alguno de sus compañeros. Foto: Angélica Castro.

“Para mí ha sido una bendición, porque yo nunca imaginé después de tantos años y después de haber vivido un montón de cosas, poder tomar un pincel y aprender a pintar. Para mí es un momento en el que yo me olvido de mis problemas, de mis enfermedades y de todo lo que me pueda pasar”, contó Lorena Espinosa, sobreviviente de cáncer.

A lo largo del curso se tomaron pinceles para pintar acrílico o acuarela, pero también se usaron las manos para moldear la arcilla y teñir telas con diseños coloridos. Y como entre una cosa y otra surgía algún dolor, las profes trabajaron muy de cerca con Andrea Arias Alpízar, psicóloga de la Fundación. Además las acompañaron profesionales y estudiantes de orientación y yoga.

A Consuelo Salas Muñoz le encantó la oportunidad, porque le permitió compartir con su familia, hasta ha puesto a sus nietos a pintar con música y a teñir telas. “En cualquier momento que uno se sienta un poco triste, que es normal, eso va a ser como un escape para seguir luchando y ser positivo”, agregó.

“Yo llevo (las obras) y me dicen ‘Mami, que lindo que te quedó eso. Me alegro montones de que usted esté tranquila, que esté bien, porque así no está pensando tonteras’. Ellas se sienten contentas cuando yo estoy contenta”, dijo Maria Teresa Aguilar Berrocal, también sobreviviente.

Las profesoras admitieron que el trabajo en FUNCAVIDA ha significado un enorme crecimiento profesional y personal, pues les dio una mirada más rica y sensible hacia otras experiencias de vida. Además, cayeron en cuenta de lo que puede significar el arte en la vida de una persona para enfrentar situaciones difíciles.

“Son personas luchadoras, bondadosas, con curiosidad, con ganas de aprender. Son personas que a pesar de sentirse mal vienen los jueves, algunas veces vienen lastimadas por los procesos que están enfrentando, vienen con agujas, vienen con algodones, vienen enfrentando dolor; pero vienen y con la mejor actitud”, concluyó Villalobos.

Angélica Castro Camacho

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/