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Etiqueta: autoritarismo

Después hablamos

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El politólogo ecuatoriano César Ulloa Tapia elabora una detallada radiografía sobre el perfil de los populismos en América Latina.

Señala, entre otros rasgos, la fabricación de una continua polarización en sus discursos y un permanente ataque a las instituciones y algunas libertades, como por ejemplo la de prensa. Según el científico social, se estructura sobre una buena base de apoyo y legitimidad popular, que le permite funcionar con un margen amplio, pese a que sus decisiones parecieran ilógicas y sin ningún sustento técnico, político o analítico.

Ulloa Tapia compartió algunas de estas apreciaciones en la conferencia inaugural del I Ciclo lectivo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional hace algunas semanas.

En ellas profundizó en ciertos contextos de la región latinoamericana, pero fue inevitable no pensar en que algunas de estas características ya se encuentran instaladas en la sociedad costarricense.

Los peligros para la democracia son muchos, en tanto los populismos devienen en formas verticales del ejercicio del poder.

La creencia, muy difundida, de que a la ingobernabilidad se la combate con mano dura, un comandante en jefe, alguien que deje caer su puño sobre las irregularidades, tiene en Costa Rica un considerable caldo de cultivo.

Un reciente estudio de opinión presentado por el Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional respaldó con sus resultados esa percepción. Señala la persistencia hacia actitudes autoritarias por parte de la población costarricense consultada, ubicada porcentualmente arriba del 60%.

En Costa Rica, esta idea ha venido sedimentándose a lo largo del tiempo y señala la distancia entre la confianza al sistema democrático y su capacidad para responder a las demandas sociales, respuesta que entonces se traslada a la consolidación de una figura autoritaria en sus prácticas y sus discursos. Alguien que pueda corregir el rumbo de las cosas a mano dura.

La performance de una persona con estas características señala un comportamiento plenipotenciario, que no admite cuestionamientos y aparece como garante de una pasivo agresividad que no importa mostrar en público. De hecho, la amenaza solapada y la imposición aparecen como conductas normalizadas que no admiten contrarios o cuestionamientos.

Por razones de espacio en esta columna dejaré por aquí el análisis, que muy pronto estaré retomando, trazando un diálogo más extenso con el excelente análisis propuesto por Ulloa Tapia en su disertación.

Para usar cierto lenguaje coloquial, tan llevado y traído en los últimos días, dejaremos pendiente esta discusión para su ampliación en posteriores reflexiones.

Después hablamos”.

Seguridad ciudadana y discursos autoritarios en Voces y Política

Este miércoles 5 de mayo tendremos el programa: “Miércoles de Girasol: Seguridad ciudadana y discursos autoritarios” con la participación de Hazel Villalobos de FUNPADEM.

El programa será conducido por las estudiantes Valentina Albini, Alisson Hernández y María Fernanda Monge.

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233.

Miércoles 5:00 pm en Radio Universidad 96.7 FM y véanos a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica https://www.facebook.com/radiouniversidad

Un país bajo la piel

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El inicio de la época contemporánea de las movilidades humanas debe ser ubicado justamente hace diez años cuando el mundo observaba horrorizado el naufragio de una embarcación con más de 500 migrantes provenientes de Eritrea, Somalia y Ghana y que salió de Libia rumbo a Italia.

La fecha del 3 de octubre y el nombre Lampedusa marcan de alguna manera el comienzo de una época de horror fabricada por la gubernamentalidad migratoria global contra los cuerpos de las personas migrantes.

Entre Lampedusa y Ciudad Juarez han pasado cientos de miles de historias de drama y sufrimiento de personas que han fallado intentando cumplir el proyecto de tener un futuro mejor. En esta última ciudad, la necropolítica migratoria mexicana se encargó de calcinar, dejar morir al mejor estilo agambiano, a más de 40 personas migrantes “aseguradas” en un centro de gobierno estatal. Ocurrió el 28 de marzo reciente y las implicaciones de la apatía y la deshumanización institucional mexicana coludida con el sector empresarial privado apenas si empiezan a conocerse.

Hace apenas tres días una nota periodística informaba de la detención de 15 personas costarricenses en la frontera entre México y Estados Unidos cuando intentaban cruzarla. La estadística, apenas perceptible en la realidad centroamericana, muestra sin embargo la acuciante finalización de un proyecto costarricense basado en la integración horizontal y la fortaleza institucional.

El término de esta comunidad imaginada está produciendo poco a poco fisuras sociales que encuentran en la migración una estrategia de salvación y sobrevivencia. Fueron 15 esta vez, pero el conteo agregado ya empieza a mostrar cifras significativas desde una realidad golpeada por un autoritarismo de baja intensidad, la violencia estructural y la desigualdad galopante.

En un emotivo encuentro de música y poesía realizado el 30 de abril, los artistas nicaragüenses Luis Enrique Mejía Godoy y Gioconda Belli ofrecieron en San José un momento de reflexión, vibración y memoria.

Hablaron del exilio como ese país al que nunca se llega, al decir de Abdelmalek Sayad. El exilio como una posibilidad de reconstrucción de la historia personal, la piedra de Sísifo vista como una posibilidad de volver a levantarse una y otra vez. Hablaron de pieles que llevan países, como los migrantes de Lampedusa, los de Ciudad Juarez, los cientos de miles de exiliados y solicitantes de refugio en Costa Rica desde abril de 2018.

En tanto el orden global siga fabricando cuerpos exiliados, reducidos a la nada, su piel mostrará las marcas de países que empiezan a disolverse en la geografía. Para ellos la música y la música existirán para salvarlos.

Los chantajistas del Gobierno y de Zapote

Vladimir de la Cruz

Vladimir de la Cruz

Es claro a toda la ciudadanía que el residente de Zapote actúa constantemente intimidando, amenazando, descalificando, burlándose de la gente, de los periodistas, de los analistas y críticos políticos, de sus opositores. Para ello había montado, como parte de su argucia a las baterías de troles.

Sus poses normales son del bravucón, del presionador, del amenazador, del extorsionista, del que espera controlar comportamientos sin dar posibilidad de elección. Por eso intimida procurando disminuir la autoestima y el valor de sus “contrincantes”, los que él escoge para atacarlos exhibiéndolos de mala forma, y manipulando, de esa manera, sus imágenes públicas, casi reduciéndolas a cosas para tratar de lograr sus propósitos. En esto hay que reconocerle al mandamás de Zapote que es eficaz y eficiente, sabiendo sacar provecho de esas situaciones, que le provocan una imagen pública fuerte, de autoridad necesaria que faltaba en el país, y bastante simpatía en las encuestas, cuando en el entorno nacional se ha venido socavando, desde hace mucho tiempo, todo lo que es “político”, la misma democracia y sus instituciones, de modo que el gobernante aprovecha la situación para presentarse como el salvador. Poco falta para que se le vea como el “Amado Líder”. Ya empezaron a soltar sus jaurías políticas en las calles alabando y ladrándole salameramente al líder.

Su intimidación, sus amenazas, su forma de extorsionar a la gente, aparte del temor reverencial que provoca, lo hace sin ofrecer compensaciones positivas. Al contrario, ofrece la violencia, la destrucción moral de su atacado y difamado, por la forma que lo hace, procurando que se actúe de una determinada forma.

Es claro que no ha entendido, hasta hoy, cuál es el papel del gobernante frente a la ciudadanía y frente a los grupos organizados, que no son parte de su argolla. Desconoce lo que es la tolerancia en todo sentido, pero especialmente la tolerancia política, que es la que debe primar en un régimen democrático y con gobernantes democráticos. Y, carece, en ese sentido de esa inteligencia política que debe adornar a cada gobernante.

Los actos del gobierno son por su esencia políticos, realizados o impulsados por el gobernante. No puede un gobernante esperar que todo se le acepte a ciegas, sin lectura de sus propuestas, sin analizar los efectos de las mismas.

Toda la vida política de Costa Rica se ha construido y desarrollado a base de conversaciones políticas, de pactos, de acuerdos, de convencimientos políticos. Desde el Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica o Pacto de Concordia, del 1 de diciembre de 1821, se trazó la idea del Pacto, del Acuerdo, como conceptos para hacer caminar la nación costarricense al momento de la Independencia. Hoy tenemos su resultado enriquecido con 13 Constituciones y una inmensa cantidad de acuerdos y pactos políticos, en las más duras condiciones, que permitieron dar pasos de gigantes. Justamente en estos días podemos recordar algunos de esos Pactos, el de Ochomogo, el de la Embajada de México, el Figueres Ulate, que se firmaron hacer 75 años, que modelaron la Costa Rica actual, surgidos esos acuerdos de las balas, del humo de los fusiles y de los 3000 muertos que cayeron en aquellos difíciles días.

El Presidente de Zapote frente a la ausencia de una guerra como la de 1948, sin contexto de ella, como Don Quijote, ha visto molinos frente a él que debe enfrentar. Dinamitar puentes, ha dicho, y todo lo que se le enfrente y obstaculice en sus propósitos y luchas es lo que amenaza hacer.

En ese afán carece el Presidente de una Dulcinea a su alcance inmediato, y ni siquiera imaginario, a quien le pueda ofrecer sus hazañas gubernativas, que no se ven. Más que una Insula Barataria quizá sueña con su Insula Zapotaria, donde él es el Gobernador nombrado, donde ejerce su gobierno como si fuera el Gerente moderno de ese feudo, en la práctica más asimilado en el ejercicio gubernativo a Sancho Panza que al propio don Quijote.

Pues bien, nuestro gobernador de Zapotaria, ha propuesto, junto con sus escuderos parlamentarios un chantaje, una extorsión, una amenaza a los diputados. Ha propuesto en la Comisión de Seguridad del Poder Legislativo que se eliminen las objeciones, que diputados del Frente Amplio han puesto al Proyecto de Ley que tiene que ver con el aumento de jornada a 12 horas diarias, a cambio de aprobar los proyectos de ley que tienen que ver con la seguridad ciudadana, hoy tan amenazada, tan frágil, por las acciones del crimen organizado, por la posible liberación de jefes de bandas criminales en los próximos días.

Estos proyectos de ley no se pueden mezclar porque responden a realidades y valores sociales diferentes. Urge atender la seguridad ciudadana. No urge resolver lo de aumentar las jornadas de trabajo a 12 horas diarias. Con la extensión de las jornadas la inseguridad de la vida de los trabajadores va a aumentar porque estarán en las calles hasta 14 o 16 horas diarias, por el desplazamiento, de ida y vuelta, a sus trabajos, oportunidad ideal para que sean asaltados, secuestrados o asesinados mientras esperan los buses a esas horas de la madrugada o de la noche.

Si el gobierno no atiende la urgencia de la aprobación de la Ley del Crimen Organizado, en las discusiones parlamentarias que inician en mayo, es porque al Gobierno no le interesa, como parece ser, atender el problema de la seguridad ciudadana, porque el miedo y el temor que la inseguridad produce le favorece al gobierno para ejercer su autoritarismo, su militarismo, sus desplantes de acciones gorilescas de la policía sobre la población y periodistas. O, en el peor, y extremo de los casos, porque desde Zapotaria hay coordinación con los líderes de esos grupos delictivos, como hacen los líderes autoritarios en algunos países cercanos, para que sus actuaciones, no del todo reprimidas ni controladas, permitan alentar el ambiente de miedo y de terror, que el gobernante autoritario de Zapotaria usa y aprovecha para ejercer su dominio institucional con temor, con intimidación, como se está ejercitando en el país.

La urgencia en Costa Rica es detener el crimen organizado. Esta es la prioridad nacional en cuanto a las leyes que estarán en discusión a partir de mayo.

La forma en que los representantes del Presidente y el mismo Presidente presionan a los diputados, con el chantaje de la aprobación de los dos proyectos, los coloca en la misma situación de esos líderes criminales delictivos, que de esa forma presionan en las comunidades a ciudadanos, a trabajadores, a pequeños empresarios para pagar peajes o pagar seguridad, para asegurarles su vida o sus bienes.

El chantaje que se está proponiendo a los diputados con el trámite simultáneo de las dos leyes, en la forma que lo quiere hacer el gobierno, es un delito de amenazas, que viola un bien jurídico fundamental, el de la libertad y la intimidad de los diputados en este caso, y el de las personas en general, ya que se atenta contra el normal desarrollo de la vida de las víctimas del crimen organizado y las de sus familiares.

Ese chantaje emocional y político que se impulsa por el Gobierno y sus voceros parlamentarios es una forma inadecuada, irrespetuosa y agresiva de comunicación, como suele hacerlo el Presidente.

Los diputados no deben caer en la trampa, en el engaño del trámite de los dos proyectos de ley, el de seguridad y el de jornadas de 12 horas, como si estuvieran en una balanza. El que cae por su peso, por su importancia, el que debe discutirse separada y exclusivamente es el de la Ley del Crimen Organizado.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Movimiento Sindical Unido rechaza imposiciones del gobierno para el “dialogo” social

Movimiento Sindical Unido

Comunicado

El día de hoy las Centrales Sindicales, Rerum Novarum, CGT, CMTC, CCTD, el BUSSCO y Sindicatos representantes de sectores como educación, salud, ministerios, universidades, municipalidades, Poder Legislativo y otros, atendimos la convocatoria del Gobierno para reformar la Ley Marco de Empleo Público.

En esta convocatoria manifestamos y entregamos un documento que:

1.- Cuestiona los términos de la convocatoria y señala que participaríamos del proceso, si previamente se pactaban, entre las partes, las reglas del diálogo.

2.- En segundo lugar, que el objeto del proceso debe enfocarse a reformar, integral, sustancial y estructuralmente la ley, pero además, el proceso de dialogo incluyera, de manera urgente la modificación del Decreto que reglamentó la Ley Marco de Empleo Público.

3.- De manera inmediata se discutiera la política de congelamiento de salarios y el restablecimiento pleno del derecho a negociación colectiva en la función pública.

Deploramos que en la apertura del proceso el Gobierno anunció “las reglas de oro” imponiendo, unilateralmente, la metodología, y advirtiendo de manera radical que no son negociables la inmensa mayoría de los capítulos de la ley, incluidas las familias de puestos, la escala salarial global, el congelamiento de los salarios, la negociación colectiva y la modificación del decreto. Es decir, el Poder Ejecutivo pone un candado a la discusión de los temas más lesivos de la ley y el Reglamento, que se vuelven finalmente contra el Estado Social y Democrático.

La posición del gobierno evidencia su posición autoritaria y antidemocrática, su rechazo a una salida concertada y democrática a la crisis social, por lo que las organizaciones sindicales no participaremos en ese espurio y pseudo proceso de diálogo.

El movimiento sindical recurrirá a todas las instancias nacionales e internacionales, a las acciones de protesta social y movilización que corresponda en defensa de la institucionalidad y los servicios públicos de salud, educación, las condiciones laborales y salariales de las personas funcionaria públicas y del Estado Social y Democrático.

Alertamos a las fracciones legislativas que ese proceso está totalmente deslegitimado, el proyecto de reforma de Ley de Empleo Público que les presenten será simplemente la propuesta de Casa Presidencial por intermediación de MIDEPLAN.

Ratificamos nuestra oposición a la contrarreforma social y laboral y denunciamos que la posición del gobierno atiza un conflicto social y laboral de grandes proporciones, que en la práctica será inevitable, cuya responsabilidad será exclusivamente del Poder Ejecutivo.

San José, 20 marzo 2023

 

Enviado a SURCOS por CGT Costa Rica.

Movimiento sindical rechaza imposiciones del gobierno para el “dialogo” social

Comunicado

El día de hoy las centrales sindicales, BUSSCO y sindicales representantes de sectores como educación, salud, ministerios, universidades, municipalidades, Poder Legislativo, etc., atendimos la convocatoria del gobierno para reformar la Ley Marco de Empleo Público.

En esta convocatoria manifestamos y entregamos un documento que:

1.- Cuestiona los términos de la convocatoria y señala que participaríamos del proceso, si previamente se pactaban, entre las partes, las reglas del dialogo.

2.- En segundo lugar, que el objeto del proceso debe enfocarse a reformar, integral, sustancial y estructuralmente la ley, pero, además, el proceso de dialogo incluyera, de manera urgente la modificación del Decreto que reglamentó la Ley Marco de Empleo público.

3.- De manera inmediata se discutiera la política de congelamiento de salarios y el restablecimiento pleno del derecho a negociación colectiva en la función pública.

Deploramos que en la apertura del proceso el gobierno anunció “las reglas de oro” imponiendo, unilateralmente, la metodología, y advirtiendo de manera radical que no son negociables la inmensa mayoría de los capítulos de la ley, incluidas las familias de puestos, la escala salarial global, el congelamiento de los salarios y la modificación del decreto. Es decir, el poder ejecutivo pone un candado a la discusión de los temas más lesivos de la ley y el Reglamento, que se vuelven finalmente contra el Estado Social y Democrático.

La posición del gobierno evidencia su posición autoritaria y antidemocrática, su rechazo a una salida concertada y democrática a la crisis social, por lo que las organizaciones sindicales no participaremos en ese espurio y pseudo proceso de diálogo,

El movimiento sindical recurrirá a todas las instancias nacionales e internacionales, a las acciones de protesta social y movilización que corresponda en defensa de la institucionalidad y los servicios públicos de salud, las condiciones laborales y salariales de las personas funcionaria públicas y del Estado Social y Democrático.

Alertamos a las fracciones legislativas de que de ese proceso está totalmente deslegitimado, el proyecto de reforma de Ley de Empleo Público que les presenten será simplemente la propuesta de Casa Presidencial por intermediación de MIDEPLAN.

Ratificamos nuestra oposición a la contrarreforma social y laboral y denunciamos que la posición del gobierno atiza un conflicto social y laboral de grandes proporciones, que en la práctica será inevitable, cuya responsabilidad será exclusivamente del Poder Ejecutivo.

San José, 20 marzo 2023.

 

Información enviada a SURCOS por Martín Rodríguez Espinoza.

Llamado a “Diálogo Nacional” del gobierno es una trampa reiterada

El llamado a un supuesto “Diálogo Nacional” convocado por el gobierno autoritario de Rodrigo Chaves es una trampa reiterada, a lo lago de los años, en gobiernos de Liberación Nacional, Unidad Socialcristiana y de Acción Ciudadana.

La estrategia es siempre la misma.

En primer lugar, tratar de legitimar un proceso absolutamente antidemocrático y autoritario, para dar la imagen de que se dio participación a las organizaciones sindicales y con ello deslegitimarlos como verdaderos representantes de los intereses de la clase trabajadora.

En segundo lugar, desgastarlos en el proceso de “diálogo” e impedir cualquier tipo de movilización, mientras se consolida la instauración de una Ley antidemocrática.

Las intenciones, declaradas así tanto por el presidente Chaves, como por la ministra de Planificación, Laura Fernández Delgado, es que la Ley y el Reglamento salgan publicados en el Diario La Gaceta esta semana. Una vez publicados, los “cambios” que puedan realizarse el supuesto “diálogo” serían absolutamente cosméticos, no estructurales o de fondo. La participación de los representantes sindicales en ese espacio sólo legitimará la instauración de la Ley.

Ha habido otras luchas que fueron exitosas y nunca se aceptó nada menos la derogación de las Leyes impuestas, ese es el caso de la lucha contra ALCOA y la lucha contra el Combo del ICE, todo con movilización de la clase trabajadora y el pueblo.

La desigualdad social sigue creciendo, la pobreza, el desempleo, la pobreza y la destrucción de la producción agrícola nacional, la falta de vivienda y la esclavitud laboral llevan a nuestro país a niveles históricos que nos ponen entre los 8 países con mayor crecimiento de la desigualdad social del mundo.

Este gobierno, como todos los anteriores, legislan únicamente para un sector social, los grandes millonarios, empresarios, banqueros y responden a los intereses de los entes financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial.

Las organizaciones sindicales no deben legitimar un proceso absolutamente antidemocrático, participando en un supuesto “Diálogo Nacional”, que no es más que farsa más de quienes llevan a la miseria a nuestro pueblo y la clase trabajadora.

Desde la comisión sindical hacemos un respetuoso llamado al movimiento sindical para que se elabore una agenda nacional unitaria donde se tomen en cuenta los sectores más golpeados de nuestro pueblo y que esta Agenda sirva de guía para la lucha en las calles.

COMISIÓN SINDICAL
Partido Vanguardia Popular
4 de marzo de 2023

¿Qué pasa con la militarización en Costa Rica y su relación con el actual gobierno de Rodrigo Chaves? Con Vladimir de la Cruz

Durante el programa «A la Historia… Por Media Calle«, Vladimir de la Cruz realiza un análisis de las recientes escenas del presidente costarricense que, durante una gira por el país, se ha visto rodeado de una guardia armada con ametralladoras.  

Para contextualizar dicho análisis, de la Cruz hace un recorrido histórico de los diferentes Jefes de Estado de Costa Rica y su forma de manejar la seguridad. 

A modo de resumen, a pesar de las distintas particularidades históricas que caracterizaron el periodo presidencial de los distintos jefes de Estado, sobresale la conclusión de que la guardia presidencial, altamente especializada y entrenada por el FBI, andaba uniformada de civil: en palabras de Vladimir, era una Costa Rica civilizada y desmilitarizada.

Por el contrario, la entrada de Rodrigo Chaves como nuevo jefe de Estado se ha realizado desde el autoritarismo, lo cual ha cambiado las formas de entender e implementar la seguridad. 

Tal como indica el exponente, «puedo pensar que, seguramente, por ser una autoridad del Banco Mundial, tenía que andar con un alto nivel de seguridad», no obstante, el presidente no ha recibido manifestaciones en contra de su gobierno (y aún mantiene altos niveles de aceptación ciudadana). 

A pesar de ello, se siente en la potestad y necesidad de hacer esos desplantes militarizantes, exhibiendo ametralladoras. Esto no responde, según el exponente, a la tradición «civilista» que ha mantenido el país. 

Por último, Vladimir de la Cruz invita al Presidente de la República a abrir el debate hacia la sociedad, en lugar de recurrir a métodos de intimidación.

Pueden encontrar la nota completa en: https://fb.watch/j1a7TBHcGT/ 

 

Compartido con SURCOS por Vladimir de la Cruz.

El hábito no hace al monje… pero lo distingue

Vladimir de la Cruz

La Presidencia de la República, sin lugar, a dudas es un honor, para quien la ejerza. Es un puesto de trabajo de enorme responsabilidad. Tiene que ver con el desenvolvimiento del Estado, de su Administración pública, con la seguridad del territorio nacional, con la seguridad de las personas, con la defensa de la Soberanía, con la preocupación diaria de velar por la Libertad de las personas que habitan el territorio nacional y con su derecho a disfrutar del régimen de libertades ciudadanas y derechos constitucionales.

Tiene que ver con las relaciones internacionales que, como país, cómo Nación, como organización estatal establecemos, relaciones que descansan constitucionalmente en quien ejerza la Presidencia de la República, y dentro de esa perspectiva el establecimiento de alianzas estratégicas para procurar un mejor desarrollo del país, en todos sus campos.

Tiene la enorme responsabilidad de velar por ver como se logra la mayor felicidad del pueblo y el mayor bienestar posible.

Los actos que realiza la Presidencia naturalmente pueden no satisfacer ni gustar a todos los ciudadanos.

En su ejercicio habrá actos, acciones, programas, poses de quien ejerce la Presidencia que serán aplaudidas por mayoría y que también serán rechazadas por mayoría.

Quien ejerce la Presidencia de la República se espera que conozca la Historia Nacional, sin tener que ser un especialista, que conozca las tradiciones históricas, culturales y populares para que las afirme y enriquezca desde su mandato.

En su ejercicio de la Presidencia el Primer Mandatario de la República, como se conoce a quien ejerce el cargo, simbolizando con ello que está obligado a cumplir el Mandato de sus Mandantes, del Pueblo Soberano, y que no puede separarse de ese Mandato, que está obligado a cumplirlo y respetarlo, que si se aparta de él, por convertirse en un tirano, un dictador, un sátrapa, un gobernante autoritario que no respeta el Estado de Derecho que le regula su gestión, que opera, actúa y reacciona contra el pueblo que le depositó su Mandato, ese mismo pueblo puede, y tiene el Derecho a hacerlo, quitarle el poder de su representación.

A quien ejerza la Presidencia de la República no se le piden grandes atributos. Los más importantes, su honradez, su honestidad, su capacidad de reconocer errores, y de enmendarlos, no ser arrogante, ser trabajador en las tareas que tiene encomendadas, en procurar hacer lo mejor de su trabajo, y ser ejemplo con ello, no ser hipócrita, no burlarse de la gente, ni de quienes lo adversan, respetar con humildad las posiciones u opiniones disidentes, sin burlarse o denigrar a quienes las sostienen, ser generoso y no actuar mezquina y avaramente, no ser codicioso, ni envidioso, ni egoísta viéndose en el espejo de la Patria con quienes anteriormente a él han ejercido el mismo cargo.

No se le piden títulos profesionales. Se le pide que no sea de mal humor, responsable y valiente para actuar en las responsabilidades que se le depositan.

Un rasgo de nuestra sociedad democrática es su sentimiento antimilitarista, que se expresa, en la fortaleza del régimen democrático que vivimos, y en la ausencia de un Ejército, con los males que su existencia provoca, la arbitrariedad, el matonismo, la violación de la privacidad, la restricción de derechos y libertades, la persecución, las detenciones arbitrarias, las torturas y maltratos de detenidos y privados de Libertad, y de sectores opositores, la desaparición física de personas, la prepotencia con que actúan quienes portan armas oficialmente, que intimidan, atemorizan, provocando temor reverencial, abriéndose paso a la fuerza, imponiendo la fuerza institucional del Estado y de los organismos de seguridad, amenazando la integridad física de las personas y su propia vida, imponiendo desde la práctica la pena de muerte, abolida desde 1882, e inaplicada, en varias ocasiones, desde los Gobiernos de José María Castro Madriz, a principios de nuestra vida Independiente.

El antimilitarismo se desarrolló, desde mi punto de vista, con más fuerza cuando militares que se habían distinguido en la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, conspiraron contra el Presidente Juan Rafael Mora y actuaron contra él juzgándolo y asesinándolo, junto al General José María Cañas, en 1860, sin que ese Crimen de Estado haya sido reparado con el Funeral de Estado que se les adeuda. Desde entonces la institución militar existente empezó a debilitarse. En su lugar se fortaleció la educación pública. El último emblema militar, existente en el Escudo Nacional, un cañoncito en su base, fue eliminado hace ya 120 años.

Valores cívicos, ciudadanos, ejercicio de libertades y derechos, controles públicos de los gobernantes se fortalecieron.

La sociedad en todo este proceso entendió que quienes gobernaban debían ser protegidos en su seguridad física, ellos, sus familiares y los miembros de sus gobiernos. La sociedad especializó escoltas presidenciales de seguridad.

Las escoltas presidenciales, el cuerpo de escoltas de los Presidentes, se ha venido formando y especializando como un cuerpo muy destacado, por la enorme responsabilidad que tienen. A los escoltas presidenciales los han entrenado, porque los han enviado a entrenarse, a lugares de alto nivel profesional. Organismos de seguridad como el FBI, el Servicio Secreto de los Estados Unidos, los de Israel, los de China Taiwán, los de Corea del Sur, de la antigua Alemania Federal, y de algunos países latinoamericanos, han servido para el entrenamiento de los oficiales de la guardia civil costarricense que forma parte de ese grupo de Escoltas del Presidente.

Generalmente, en los países, estas escoltas son discretas en su presencia, visten muy bien, no exhiben armas, aunque las porten. Menos exhiben armas de combate o de guerra. Actúan alrededor de los presidentes, en círculos ejerciendo control de quienes se les acercan y de lo que portan quienes se acercan al Mandatario.

Hasta el Gobierno de Daniel Oduber en la Policía Militar, cuerpo policial existente en la misma Casa Presidencial, había un destacamento bien y elegantemente uniformado, de Edecanes que se le ponían detrás al Presidente. A partir del Gobierno de Rodrigo Carazo desaparecieron de la escena. Los guardaespaldas del Presidente se invisibilizaron sin abandonarlo. Vestidos de civil, generalmente de trajes oscuros y corbatas, les acompañaban con discreción.

A los Presidentes Rodrigo Carazo y Oscar Arias les gustaba con frecuencia manejar sus propios carros, seguidos de un carro de escoltas. Un poquito más atrás se cuenta de cuando al Presidente Otilio Ulate, en ejercicio de la Presidencia, caminando, lo atropelló una persona en bicicleta.

Las Primeras Damas de la República, de las que me consta, como las de Rafael Ángel Calderón Fournier, José María Figueres, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, con frecuencia me las encontré en supermercados haciendo sus compras sin escolta alguna, tan solo su chofer, o tomando un café en Giacomín, en los Yoses, también solas con sus amigas, experiencia que pudieron haber vivido otros ciudadanos con otras Primeras Damas. Igual podría hacer relatos de Vicepresidentes, Ministros y diputados en general, hombres y mujeres, que se desplazaban solos, sin escoltas.

Me impactó una vez en Venezuela, cuando el Presidente Lusinchi, entró a la Ciudad de Maracaibo, donde lo esperaban. Una caravana de carros de por los menos trescientos metros, con carros de bomberos, ambulancias, carros oficiales del Ejército y de las policías locales, oficiales de tránsito en sus motos a montón, sirenas por todo lado, calles y avenidas cerradas por donde pasaba la caravana…No estaba yo acostumbrado a ese espectáculo, que me impactó y me repugnó…

Hoy, en Costa Rica, empiezan a aparecer las orejas del lobo del militarismo, del autoritarismo, del abuso oficial expresado en las acciones que acompañan al Presidente Rodrigo Chaves Robles, que por su propia lengua, porque parece que en muchas ocasiones no liga su lengua con su cerebro, va a seguir haciendo desplantes militarotes como el recién realizado en su gira por la zona sur. Caravanas de vehículos, al estilo que describí de Venezuela, escoltas nada discretas. Al contrario. Un grupo de personas, que más parecía una guardia particular que un cuerpo policial oficial, acompañando de manera agresiva al Presidente en sus pasos. Sus armas eran de exhibición, ametralladoras, armas de combate y de guerra. El primer impacto de las fotografías que vi me trasladaron a los grandes líderes mafiosos de los carteles de las drogas, de paso muy metidos en el país, bajo la complacencia oficial, como se aprecia por los embarques que se hacen a Europa, entre otros detalles. Una de las fotos del Presidente con un armado hasta los dientes a su lado y otro flanqueándolo detrás, exhibiendo sus metralletas parecía no ser Costa Rica. Parecía una finca de un mafioso bien protegido por su cuadrilla militar, aparentemente no muy bien vestidos, sin trajes oficiales de policías, pero bien armados, uno de ellos hasta medio barrigón daba la sensación de la foto…

Si el país empieza oficialmente a desarrollar estos escuadrones militares, sin uniformes, o con uniformes, no estaremos muy lejos, con un déspota, con tiranuelo, con un dictadorcillo, con un gobernante autoritario, de introducir grupos organizados, que desde la Casa Presidencial puedan ejecutar, por la libre, o bajo tenebrosas directrices, amenazas, robos, sabotajes, secuestros, torturas, violaciones, asesinatos, desapariciones de ciudadanos, atentados para combatir no solo la delincuencia sino también para amedrentar o eliminar críticos del gobierno y de sus autoridades administrativas, así como a los disidentes políticos, en general, al margen de la legalidad y la constitucionalidad de nuestro Estado de Derecho.

El Presidente goza aún de simpatía expresada en las encuestas, aunque ya decrece su apoyo. Le encanta rozarse con la gente. En sus actos públicos no ha enfrentado manifestaciones ni movilizaciones en su contra. ¿Para qué necesita andar comportándose como un matón presidencial? ¿A cuál Presidente de la región quiere imitar o emular con esos desplantes militaristas, autoritarios, de engendro de dictador?

El hábito no hace al monje, pero lo distingue. Presidente, póngase el traje del Presidente de la República, no el traje del matón, del militarista, del gorila, del personaje autoritario, del irrespetuoso y se va a distinguir en su esencia… No me cabe la menor duda.

Narrativas peligrosas

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En un interesante artículo sobre los horrores de la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, la académica francesa Kathy Fourez (2021) detalla el proceso de creación artística en dos obras producidas por Jeanne Socquet, en las que se resalta la estética de la náusea como forma de expresar el ensañamiento contra esos cuerpos destruidos por la necropolitica, la industria privada del comercio, la explotación y las desiguales relaciones de poder que provocan tales violencias.

En sus reflexiones, delibera acerca de la forma como la lucha contra la violencia en esa ciudad ha transformado notablemente la vida cotidiana de los pobladores.

Señala, como ejemplo, la presencia contundente de los cuerpos policiales, ejército y militares mexicanos que en esa disputa con los actores perpetradores de la violencia, han asumido para sí el espacio público de la ciudad y han desplazado casi al ámbito privado todo tipo de actividad rutinaria. Los ciudadanos han visto comprometidos sus derechos al tránsito y el uso de ese espacio público con libertad.

Al momento que hago esa lectura, sucede que una estruendosa caravana presidencial costarricense en la zona sur del país va dejando saldos preocupantes: 3 vuelcos, 1 persona conductora fallecida en cumplimiento de su deber y un protocolo que pareciera repetirse no sólo en esa gira, sino cuando el Señor presidente transita las calles en el centro de la ciudad capital.

No puedo más que pensar en algunas semejanzas sobre una práctica y otra.

Los innumerables testimonios de la forma como ese protocolo irrumpe, se disputa el espacio público del tránsito y lo conmina a detenerse, desplazarse hacia los bordes de la carretera, dan cuenta de una peligrosa práctica que podría cobrar más víctimas si no se le introducen correctivos.

A lo anterior habría que agregar una narrativa visual por demás peligrosa: la escolta presidencial que se mostró en un video (efecto demostrativo incluido) el manejo de armas de grueso calibre, saludos militares y gestos corporales propios de un lenguaje miliciano, ausente desde hace mucho tiempo en la dinámica socio institucional costarricense.

Comprensible si se quiere, la protección en una zona administrada desde hace décadas por los poderes fácticos, allí donde justamente ese poder que ahora performatea caravanas bulliciosas y símbolos de autoridad, prefirió hace tiempo mirar para otro lado.

Las cifras de la violencia en Costa Rica siguen creciendo. Los homicidios, femicidios, asaltos y conflictos en vía pública son parte de una agenda cotidiana. Mientras tanto, las narrativas presidenciales dan cuenta de un lenguaje equivocado, poco asertivo, peligroso.

En estos tiempos donde la simbólica pareciera ganar a la retórica y la razón, conviene poner atención a los detalles y modificar las presentaciones al público de un aparente ejercicio de autoridad mal entendido.

Conviene cambiar lenguajes, tonos, velocidades.

Conviene construir.