Ir al contenido principal

Etiqueta: ayuda humanitaria

«Gaza: una tregua frágil entre la esperanza y el colapso»

Alberto Salom Echeverría

En la Franja de Gaza se ha producido una tregua del conflicto. No más, hasta el momento. Sin embargo, ha sido recibida por la comunidad internacional como un respiro largamente esperado tras meses de violencia, destrucción y desesperanza. No obstante, el aparente alivio humanitario oculta una realidad más compleja: el alto al fuego, aunque necesario y urgente, no es sinónimo de paz duradera. Los análisis de organismos internacionales, expertos en relaciones internacionales y organizaciones humanitarias coinciden en una advertencia común: la tregua es frágil, sujeta a tensiones internas, ambigüedades políticas y una devastación estructural que no se resuelve con silencio de armas.

La tregua es frágil, en primer lugar, porque el actual gobierno de Israel encabezado por Netanyahu representa a una ultraderecha fundamentalista que ha tenido como propósito el exterminio del pueblo palestino. Si ahora se ha comprometido con una pausa en los combates, es solo debido a que su tradicional aliado y soporte en su histórico y constante asedio a los palestinos, los Estados Unidos es el que ha promovido, junto a Egipto, Qatar y Turquía, un cese al fuego.

Pero, es frágil también debido a que el grupo Hamás, dominante en la parte palestina de la Franja de Gaza, facilitó esta vez la criminal y desproporcionada intervención de Israel con su ejército homicida durante casi dos años. Hamás facilitó la incursión asesina del ejército israelí en Gaza, porque arremetió a su vez, inesperadamente en la zona fronteriza de Israel, el 7 de octubre del 2023. Los milicianos de Hamás la emprendieron primero contra una población civil joven que se encontraban en un festival de música Nova; dicho ataque se extendió contra bases militares ubicados en la frontera de Israel, ocasionando muertes y llevándose rehenes a la Franja de Gaza. Todo esto proporcionó un formidable pretexto al ejército de Israel, para desencadenar el genocidio que ha perpetrado contra los palestinos en Gaza, durante casi dos años. Bajo las órdenes del jefe del Estado Netanyahu, se desató un bombardeo indiscriminado contra la población civil, incluyendo niños, adultos mayores, mujeres, de manera inmisericorde y en clara violación de los derechos humanos, desoyendo a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo en Naciones Unidas.

Ambigüedades peligrosas y condiciones precarias

Uno de los principales problemas señalados por analistas como Diana Buttu (ex asesora de negociaciones por la parte palestina) es la ambigüedad de los términos del alto el fuego. ¿Qué significa exactamente una “retirada parcial”? ¿Qué zonas deben considerarse desmilitarizadas? La falta de precisión bien pudo haber sido intencionada, para favorecer a Israel, mediante interpretaciones unilaterales, abrir la puerta a violaciones del acuerdo como las que ya comenzaron a darse desde el martes 16 de octubre. En efecto, Israel fue acusado de violar el cese al fuego con Hamás tras nuevos ataques en Gaza, acometidos en la región de Netzarim.

Al mismo tiempo, la continuidad del alivio humanitario depende casi exclusivamente del apoyo externo. La ONU ha solicitado con urgencia mayores fondos para sostener la ayuda, alertando que, sin un flujo constante de recursos, combustible, medicinas y alimentos, el colapso será inevitable. Además, la reconstrucción apenas ha comenzado: se estima que la guerra ha hecho retroceder el desarrollo económico de Gaza en casi 70 años, según un informe del PNUD.

El valor del cese del fuego: entre lo urgente y lo insuficiente

Desde la implementación reciente del cese del fuego, el acuerdo ha permitido ciertos avances concretos. Se ha reanudado parcialmente la entrega de ayuda humanitaria, han regresado desplazados palestinos a zonas seguras, y se han liberado prisioneros por ambas partes. Naciones Unidas ha descrito la situación como “una esperanza frágil”, y el secretario general António Guterres subrayó que, “la pausa en los combates permite salvar vidas, pero no soluciona las causas del conflicto”.

Organismos humanitarios como OCHA y la OMS habían reportado hasta el día martes de esta semana, progresos modestos pero significativos: puesto que se reabrieron algunos corredores humanitarios, también se volvió a brindar acceso limitado a hospitales y se aligeró la distribución de alimentos, sobre todo a la población palestina más vulnerable. Sin embargo, las cifras siguen siendo desalentadoras: más del 60% de la infraestructura hospitalaria en Gaza está fuera de servicio; las escuelas están severamente dañadas o funcionando como refugios; la falta de agua potable y electricidad mantiene en grave riesgo a millones de personas que permanecen bajo amenaza de que se desate una crisis epidémica de enormes proporciones.

Riesgos latentes: entre la política interna y el terreno en ruinas

La tregua también enfrenta amenazas internas. En Gaza, la gobernabilidad se ha debilitado. Aunque Hamás ha desplegado fuerzas para mantener el orden, los informes indican que aún persiste la actividad de milicias armadas no oficiales, lo que podría generar enfrentamientos internos. En Israel, la presión política interna sigue siendo intensa, y cualquier incidente menor puede escalar en una respuesta militar desproporcionada.

Además, la experiencia previa muestra que muchos altos al fuego se han roto por la acumulación de pequeños incumplimientos, falta de confianza y ausencia de verificación neutral. Sin mecanismos sólidos de supervisión y sin una mediación política seria, el riesgo de una recaída violenta es alto.

Escenarios posibles: de la consolidación a la ruptura

Los expertos coinciden en tres escenarios plausibles:

  1. Consolidación gradual: el más optimista, implica cumplimiento de los acuerdos, reconstrucción parcial y mejoras humanitarias sostenidas. Requiere financiamiento estable, voluntad política y supervisión internacional.
  2. Estancamiento con tensión: parece ser el escenario más probable, según organismos como la ONU y “think tanks” como “International Crisis Group”. El alto al fuego se mantiene, pero bajo condiciones precarias, con frustración social creciente y avances mínimos.
  3. Ruptura parcial o total: si se incumplen los compromisos, se restringe la ayuda o surgen provocaciones armadas, el conflicto podría reanudarse incluso con más intensidad, repitiendo el ciclo de destrucción y genocidio contra los palestinos.

¿Paz o pausa?

La pregunta no es si la tregua es bienvenida, sino si es suficiente. La respuesta, por ahora, es no. Sin un proceso político serio que aborde las raíces del conflicto —ocupación, derechos territoriales, acceso a recursos, autodeterminación, justicia para las víctimas—, la paz seguirá siendo una palabra lejana. El alto al fuego en Gaza no es un fin, sino una oportunidad. Si se aprovecha con inteligencia, humanidad y compromiso real, puede ser el primer paso hacia algo más sólido. Pero si se gestiona con indiferencia o cinismo, principalmente por las potencias occidentales que siempre han apoyado al Estado de Israel, será solo una pausa antes del próximo estallido.

Gaza: Una tregua que no alcanza

Después de meses de horror en Gaza, el alto al fuego recientemente alcanzado ha sido recibido con un alivio evidente por millones de personas en todo el orbe. No es para menos: cualquier pausa en la violencia representa, aunque sea por un momento, la posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, por muy necesario que sea este cese de hostilidades, conviene no engañarse. La tregua no es paz. Es, con suerte, una oportunidad. Pero, deseo reiterarlo ahora, también puede convertirse en una peligrosa ilusión.

Los organismos internacionales no han tardado en describir este momento con un término revelador: “esperanza frágil”. El alivio humanitario que se ha logrado —más ayuda entrando, algunos desplazados retornando, liberaciones cruzadas de prisioneros— es real. Pero es también absolutamente precario. Gaza sigue siendo un terreno arrasado: hospitales colapsados, escuelas convertidas en refugios o ruinas, servicios básicos como agua y electricidad prácticamente inexistentes.

Más aún, la tregua se sostiene sobre bases inestables. Los términos del acuerdo son vagos. Aparte de las preguntas ya planteadas, ¿Quién decide cuándo y cuánto se ha cumplido? ¿Qué sucede si una de las partes interpreta que el otro ha fallado? Este tipo de ambigüedades no son meros detalles técnicos. Son combustible para futuras rupturas.

Por lo consiguiente, el riesgo de ruptura lamentablemente es muy real. La historia reciente lo demuestra: “altos al fuego” similares en ocasiones anteriores, han terminado en más violencia porque nunca se resolvieron los conflictos de fondo. El más importante de los cuales es el de la creación del Estado de Palestina en igualdad de condiciones y derechos con Israel y los demás Estados reconocidos por Naciones Unidas. Mientras tanto, en Gaza, se vive bajo una presión insoportable. No hay seguridad real, ni oportunidades, ni verdadera reconstrucción a la vista. La población depende por completo de la voluntad —y los fondos— de la comunidad internacional. Una comunidad que muchas veces se cansa rápido.

Desde Israel, la situación es extremadamente tensa. Las presiones internas sobre su gobierno son intensas, y cualquier paso percibido como débil puede desencadenar respuestas duras. Por otro lado, en Gaza, ya lo expresé, el poder político no es homogéneo. Aunque Hamás intenta controlar el territorio, existen otros actores armados, intereses cruzados, y una población extenuada que ya no cree en promesas.

Entonces, ¿qué sigue?

Es urgente abandonar la idea de que la tregua es un fin en sí mismo. No lo es. Sin un proceso político serio, sin afrontar las raíces del conflicto la ocupación, el bloqueo, los derechos fundamentales, la autodeterminación de los pueblos, no habrá paz verdadera. Solo pausas entre catástrofes. Representantes políticos de la población palestina, deben ser admitidos en las subsiguientes negociaciones, en condiciones de igualdad con los de la parte israelí.

Por tanto, este alto al fuego no debe hacernos bajar la guardia. Debe ser una llamada a actuar con más decisión, más humanidad, más honestidad. Porque si la comunidad internacional, los gobiernos implicados y las organizaciones mediadoras no hacen ahora lo que deben, el precio lo volverán a pagar como siempre los civiles, la parte más débil del conflicto que, evidentemente es la población de Palestina, especialmente la de Gaza. Entonces, el ciclo de destrucción y muerte continuará.

Es necesario que se realice una valoración de las recientes negociaciones para conseguir un alto al fuego en la franja de Gaza que dure lo suficiente para alcanzar una paz verdadera. Para que ello sea posible, es necesario consolidar al menos lo siguiente:

  1. Alto el fuego: Se ha aprobado un alto el fuego entre Israel y Hamás, con mediación internacional. Pero esto, como lo hemos señalado es todavía frágil. Por ahora, existe el reconocimiento de que esa tregua consiste en una fase inicial, con liberaciones de rehenes/prisioneros, entrada de ayuda humanitaria, retirada parcial de tropas y un compromiso formal de actores mediadores.
  2. Expectativas de alivio humanitario: Las agencias de la ONU y organizaciones humanitarias han reaccionado con optimismo moderado. Se espera que haya más provisión de servicios básicos como salud, educación y ayuda para poblaciones afectadas, siempre que se respete lo pactado.
  3. Condición de fragilidad: Ya hay advertencias de que la tregua es frágil. Un alto el fuego no es lo mismo que un tratado de paz, ni garantiza estabilidad a largo plazo.

Asimismo, la ONU considera la situación en Gaza “insostenible” ante las privaciones, los altos niveles de destrucción, hambruna emergente, desplazamientos forzados y gran cantidad de obstáculos, especialmente por parte del ejército de Israel.

Factores que limitan cuán sólida puede ser esta valoración de “paz”

  1. Falta de garantía de cumplimiento: Las partes (Israel, Hamás) tienen diversos intereses estratégicos, militares, políticos, y desafíos internos que pueden hacer que comprometerse a un alto al fuego sea más fácil que mantenerlo. Verificar y hacer cumplir los acuerdos en zonas de conflicto es muy difícil. Debe tenerse presente que, por ahora, este no es un tratado de paz completo, ya que no se ha resuelto lo fundamental: ocupación, derechos territoriales, estatus político, seguridad, justicia para víctimas, control de fronteras, etc.
  2. Dependencia de los actores externos: Señales de mediación o presión internacional son importantes, pero la sostenibilidad del alto al fuego depende de factores externos como apoyo humanitario constante, la presión diplomática, fondos, supervisión internacional. Si alguno de estos flaquea, podría romperse la tregua.
  3. Daño estructural profundo: Gaza sufre destrucción masiva de infraestructura, crisis humanitaria severa, crisis económica. Reconstruir tomará mucho tiempo, recursos y cooperación política. Hasta que esto no se atienda, el “estado de paz” será muy precario.
  4. Riesgo de reactivación del conflicto: Las interrupciones previas, violaciones de treguas o pausas, contraataques, provocaciones, etc., muestran que hay un alto riesgo de que el conflicto se reactive si no hay un marco político más profundo para evitarlo.

Factores que coadyuvan con el cese del fuego alcanzado hasta ahora

  1. Mantener la tregua hasta que sobrevenga una nueva fase de negociación. En términos de reducción inmediata de violencia, la tregua es un avance importante. Evita muertes adicionales, al menos por un tiempo, permite acceso humanitario, alivio para la población más afectada, como son los palestinos.
  2. Fortalecer en esta fase de “cese del fuego” la valoración de lo alcanzado. En cuanto a estabilidad a mediano y largo plazo, la valoración es un tema crítico y álgido. Para superar esta coyuntura hay muchas condiciones previas que deben cumplirse: reconstrucción, acuerdos políticos, garantías mutuas, verificación, protección de civiles.
  3. Aprovechar bien la tregua: Si bien por ahora se trata de una paz temporal y frágil, la situación posee un potencial importante, si se aprovecha bien; pero debe quedar claro, por las razones antes esgrimidas, no es fiable aún para decir que “la paz está garantizada”. Podría romperse si ciertos actores no cumplen, si la comunidad internacional no se compromete de manera sostenida, o si nuevos hechos reavivan la tensión.
  4. Se deben incorporar actores directos de las partes en conflicto en las negociaciones pendientes. Con ello, más el aporte de nuevos recursos de países que se han pronunciado por la paz, para invertir en la reconstrucción, lograr accesibilidad en todos los territorios, para que la población desplazada pueda regresar y rehabilitarse, se puede ayudar a evitar la reanudación de las hostilidades.

Conclusión

  1. Naciones Unidas y su secretario general han definido el cese del fuego como una “esperanza frágil” (“fragile hope”) tras un periodo de enorme destrucción. Algunos datos revelan que en ciertas zonas de la franja de Gaza la destrucción de Infraestructura alcanza hasta el 70%. Por lo que hay servicios básicos insuficientes, entre ellos los más importantes son sin duda, hospitales, redes de agua, saneamiento, electricidad y escuelas. La reconstrucción tomará tiempo, recursos enormes y coordinación efectiva. Si la población sigue viviendo en condiciones muy adversas, crece la presión social por la frustración
  2. Dependencia de ayuda internacional y financiación constante. Que entre ayuda es necesario, pero no suficiente. Se necesita que la ayuda siga fluyendo sin interrupciones, que haya combustible, medicinas y alimentos. Si hay bloqueos, limitaciones políticas o logísticas, los avances se revertirán.
  3. Es urgente definir con precisión las “Fases subsiguientes del acuerdo”, así como el cumplimiento de compromisos. Muchos acuerdos de cese del fuego tienen etapas: liberación de prisioneros, retirada de tropas, verificación de zonas o restauración de la gobernanza. Si una de las partes no cumple con lo acordado (por ejemplo, retirada militar, control efectivo, regulaciones de seguridad, desarme parcial, etc.), se puede romper la confianza que se haya logrado alcanzar en un momento determinado.
  4. En situaciones de conflicto, cuando las estructuras se colapsan, surgen grupos armados, disputas locales, saqueos, etc. La restauración de la ley, la autoridad civil o de gobierno es un reto. Si no se mantiene el orden interno, la inseguridad puede desencadenar nuevas tensiones.
  5. Presión política interna (en Israel, en grupos palestinos, en actores regionales). Las decisiones de las partes involucradas dependen también de lo que pase internamente: opinión pública, régimen político, fuerzas miliares, presiones de coaliciones. Si hay cambios de gobierno, protestas, u otros eventos que modifiquen las prioridades, los acuerdos pueden perder vigencia.
  6. Es preciso tener previstos mecanismos de supervisión, verificación y mediación. En otras palabras se trata de establecer un monitoreo independiente, permanente y transparente por parte de actores internacionales que puedan verificar que los términos se cumplan, esto se torna crucial. Sin verificación confiable, es fácil que se alegue incumplimientos y se dispare el conflicto.

En suma, el alto al fuego ofrece un respiro real, con mejoras humanitarias importantes que eran casi imposibles de mantener durante el conflicto activo.
Sin embargo, la paz es frágil: depende de muchos detalles logísticos, políticos y del comportamiento de las partes, y hay muchos riesgos de que se degrade rápido si no se gestiona adecuadamente cada uno de los acuerdos con sus metas comprobables.

Lo más probable es que veamos una mezcla entre los siguientes factores: algunas etapas exitosas (ayuda, retornos, reconstrucción pequeña), junto con desafíos persistentes, demoras e incidentes. Que el alto al fuego dure “bien” requerirá un compromiso fuerte y continuo, tanto interno como de la comunidad internacional.

En la romería llaman a solidarizarse con el pueblo palestino

Un grupo de creyentes hicieron la Romería a la Basílica de los Ángeles, llamando a la oración, a la solidaridad y a la acción en favor del pueblo palestino. Con banderas, volantes y una gran convicción en el poder de la fe y de la Negrita, el colectivo Católicos por Palestina caminó junto a los miles de personas romeras en un llamado por la paz, visibilizando la crisis que atraviesan los palestinos en Gaza a causa del bloqueo de ayuda humanitaria y los constantes bombardeos y ataques por parte de las fuerzas armadas israelíes.

“Mucha fue la gente de todas las edades que se nos acercaron a hablar y dar apoyo, que pedían llevar las banderas de Palestina un rato y que firmaron la solicitud al gobierno de Costa Rica de no firmar el Tratado de Libre Comercio con Israel, quien se encuentra desarrollando un genocidio en Palestina.” Comentó uno de los integrantes de Católicos por Palestina, quien prefirió mantenerse en el anonimato. “Cuando llegamos a la plaza de la Basílica fue un momento muy importante, pues un señor que decía una oración en la tarima con el micrófono y frente a todos los creyentes, al vernos llegar con las banderas de Palestina, pidió orar por el cese de todo dolor y sufrimiento del pueblo palestino y por frenar toda barbarie que se comete contra ellos en su tierra”, terminó diciendo.

Otras personalidades también se unieron al llamado de solidaridad y de oración por el pueblo palestino, como Wajiha Sasa, Cónsul Honoraria de Palestina en Costa Rica, quien invitó a pedir por la paz en Gaza y Cisjordania y a “pedir a nuestras autoridades y líderes religiosos que se unan a este clamor por la paz”. Así también, Silvia Regina de Lima Silva, del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI), dijo «acompañamos a las madres palestinas, con sus hijos e hijas asesinados por la guerra… En esta Romería roguemos por la paz del pueblo palestino.”

En el último año, se ha observado un creciente apoyo público de la comunidad católica, incluso por parte de altas autoridades vaticanas y episcopales. Así, por ejemplo, antes de su deceso, el Papa Francisco reiteró su llamado a rezar por los desplazados en Palestina y pidió un alto el fuego inmediato. También, se mantuvo en comunicación constante con la comunidad cristiana en Gaza: llamaba varias veces por semana a la parroquia de la Sagrada Familia, preguntando por su situación, por alimentos y medicinas, y ofreciendo bendiciones y esperanza (1). Por su lado, el actual Papa León, también ha solicitado expresamente que se permita la entrada de ayuda humanitaria digna a Gaza, señalando que la situación es cada vez más dolorosa para niños, ancianos y enfermos (2).

El volante distribuido por Católicos por Palestina en la Romería resume la urgencia del momento con datos impactantes: más de 18.000 niños han muerto bajo bombardeos, hospitales y escuelas han sido reducidos a escombros, y dos millones de personas enfrentan el riesgo de morir de hambre. Ante este escenario devastador, los convocantes llaman a actuar desde la fe y la conciencia: informarse con fuentes confiables, exigir a autoridades civiles y religiosas que se pronuncien contra el genocidio, apoyar con donaciones a organizaciones humanitarias en la región, evitar el consumo de productos vinculados al régimen israelí, y participar activamente en acciones de solidaridad.

Para más información puede visitar: https://www.instagram.com/catolicosporpalestina/

Referencias:

  1. https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2025-01/el-papa-llame-a-la-parroquia-de-gaza-estan-contentos-orar.html?utm_source=chatgpt.com
  2. https://www.vaticannews.va/en/pope/news/2025-05/pope-leo-appeals-for-helping-gaza-at-general-audience.html?utm_source=chatgpt.com

Gaza /Israel: nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptada

viernes, 22 de diciembre de 2023

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin@gmail.com

«More than 5,300 Palestinian children have been reportedly killed in just 46 days – that is over 115 a day, every day, for weeks and weeks. Based on these figures, children account for forty per cent of the deaths in Gaza. This is unprecedented. In other words, today, the Gaza Strip is the most dangerous place in the world to be a child.

“We are also receiving reports that more than 1,200 children remain under the rubble of bombed out buildings or are otherwise unaccounted for».

UNICEF Executive Director, briefing at UN Security Council, November 22, 2023

Según se informa en medios de prensa internacionales, este 22 de diciembre, el Consejo de Seguridad de Naciones finalmente logró adoptar una resolución (véase nota de la BBC y comnicado oficial de prensa de Naciones Unidas). 

Una comparación entre el borrador inicial propuesto y el texto final adoptado (cuya versión in blue está disponible en este enlace) se impone en aras de entender mejor las intensas negociaciones que se extendieron por más de seis días.

Una solicitud de cese al fuego inicial descartada

Como era de esperar, la solicitud expresa y firme de un cese de fuego humanitario colocada en el Párrafo Operativo 2 (OP2) del borrador inicialmente propuesto por Emiratos Árabes Unidos (véase enlace) debió ser  descartada, permitiendo así la adopción del texto, que contó con 13 votos a favor y dos abstenciones (Estados Unidos y Rusia). 

Previo a la votación de esta resolución, Rusia propuso una enmienda que  reincorporaba el vocabulario inicial sobre la necesidad de un cese al fuego solicitando la inclusión en el Párrafo Operativo 2 de «and in this regard calls for an urgent suspension of hostilities to allow safe and unhindered humanitarian access, and for urgent steps towards a sustainable cessation of hostilities«: la enmienda rusa reunió 10 votos a favor, 4 abstenciones (Albania, Japón, Suiza y Reino Unido) y, como era de esperar el veto solitario de Estados Unidos. 

Con lo cual, uno de los objetivos iniciales (frenar la destrucción diaria a la que procede Israel desde el pasado 7 de octubre en Gaza y el número de muertes en el seno de la población civil con cada bombardeo) no se logró del todo alcanzar. 

Considerando que el borrador inicial fue propuesto el 16 de diciembre por Emiratos Árabes Unidos, se puede considerar que los seis días de discusiones en el Consejo de Seguridad ante las persistentes objeciones de Estados Unidos permitieron hacer ganar un tiempo valioso a Israel. 

Se lee en esta nota sobre las intensas negociaciones previas sobre este punto elaborada por la ONG Security Council Report que, 

«It seems that the US—which has opposed calls for a ceasefire and has yet to publicly call for a cessation of hostilities—could not accept language calling for this latter measure and apparently sought a more indirect formulation during its bilateral exchanges with the UAE. In an apparent compromise, the draft currently in blue calls for “the urgent suspension of hostilities” to allow humanitarian access and “for urgent steps towards a sustainable cessation of hostilities”. It seems, however, that this language may still be unacceptable to the US, which apparently requested amending this paragraph further after the text was put in blue on 18 December, to call for “urgent steps to immediately allow safe, unhindered, and expanded humanitarian access and also for urgent steps toward a reduction of hostilities”.

De otras gestiones de Estados Unidos para preservar a Israel en su accionar

Siempre sobre las presiones norteamericanas para garantizar que su veto no sería usado, se lee en este mismo estudio de Security Council Report  – cuya lectura completa se recomienda – que Estados Unidos logró  que desapareciera toda referencia a Israel como «Potencia Ocupante«, así como a la misma Carta de Naciones Unidas en la parte operativa del texto:

«During the negotiations, the US apparently objected to references to Israel as “the occupying power” and to language that Washington believed could be read as imposing binding legal obligations under the UN Charter. An earlier version of the text contained a determination that “the deteriorating humanitarian situation in the Gaza Strip constitutes a threat to peace and security in the region” as well as several provisions framed as decisions of the Security Council. (According to Article 25 of the UN Charter, “The Members of the United Nations agree to accept and carry out the decisions of the Security Council in accordance with the present Charter”.) None of these references are contained in the draft in blue. For instance, although in the first draft of the resolution, the Council “decide[d]” that the conflict parties should “allow the use of all land, sea and air routes to and throughout the entire Gaza Strip” for the provision of humanitarian assistance, in the draft in blue the Council “[d]emands” that the parties do so.«

Un mecanismo internacional de centralización para distribuir la ayuda humanitaria en Gaza 

El texto de la resolución 2720 adoptada por el Consejo de Seguridad este 22 de diciembre del 2023 si mantiene un mecanismo internacional para poder centralizar y asegurar la distribución de la ayuda internacional humanitaria (referrida en el Párrafo Operativo 4 de la propuesta emiratí inicial): se trata de una valiosa ayuda internacional que espera fuera de Gaza la autorización para poder ingresar. Israel permite entrar cierta cantidad de camiones de manera esporádica y sumamente limitada, dadas las penurias de todo tipo que vive la población civil palestina en Gaza. 

El desafio consistirá en ver de qué manera se implementará este mecanismo dada la negativa reiterada de Israel de ver a más personal de Naciones Unidad desplegarse en Gaza con respecto al ya existente in situ.

Tuvimos la oportunidad de analizar estos y otros aspectos en discusión que mantenían fuertes objeciones de Estados Unidos en nuestra nota anterior titulada «Gaza / Israel: inminente voto de una nueva resolución del Consejo de Seguridad «.

A modo de conclusión

La amenaza de un tercer veto norteamericano pareciera haber logrado debilitar la propuesta inicial emiratí, y no sería de sorprenderse que la propuesta original sea llevada a la Asamblea General de Naciones Unidas, dada la urgencia de frenar los ímpetus de Israel: su operación militar en Gaza consiste, desde el pasado 7 de octubre, en una acción punitiva colectiva en contra de la población civil de Gaza, con un saldo mortífero de casi 20.000 fallecidos. 

Se lee en el último informe de situación elaborado por Naciones Unidas (véase informe al 21 de diciembre) que:

«Between 7 October and 19 December, 19,667 fatalities were reported by the Gaza Ministry of Health (MoH), which has not published updated tolls since then. The Gaza Government Media Office reported on the fatalities as of 21 December, although their methodology is unknown. Taken together, with the noted caveats, these figures amount to about 20,000. Of them, more than 8,000 are said to be children and more than 6,200 women. The Under-General Secretary stated: “That such a brutal conflict has been allowed to continue and for this long – despite the widespread condemnation, the physical and mental toll and the massive destruction – is an indelible stain on our collective conscience.” 

Between 20 and 21 December, four Israeli soldiers were reportedly killed in Gaza. Since the start of the ground operations, 138 soldiers have been killed in Gaza, and 771 soldiers have been injured, according to the Israeli military. «

Con respecto al número de niños que han perdido la vida en Gaza desde el 7 de octubre, se lee en este informe de Defense Children International con fecha del 14 de diciembre del 2023 que: «Israeli forces have killed at least 7,870 Palestinian children in Gaza since the Israeli military unleashed a massive military offensive on the Gaza Strip on October 7«.

Este 22 de diciembre, desde la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (véase comunicado oficial) una experta no dudo en afirmar que, detrás de las «zonas de refugio» hacia las que se obliga a trasladarse a los desplazados en Gaza, para luego bombardearlas indicando otros sitios «seguros» determinados por las autoridades militares israelíes, hay una estrategia deliberada y una clara intención que debe ser denunciada por la comunidad internacional:

«As evacuation orders and military operations continue to expand and civilians are subjected to relentless attacks on a daily basis, the only logical conclusion is that Israel’s military operation in Gaza aims to deport the majority of the civilian population en masse«.

Exmandatarios de América Latina y el Caribe solicitan acciones para mitigar situación humanitaria en Cuba

El día 2 de noviembre, 18 exmandatarios de América Latina y el Caribe enviaron una carta al presidente Biden, solicitando tomar acciones políticas para mitigar la situación humanitaria que enfrenta Cuba.

Compartimos la versión en Español:

02 de noviembre de 2022

Señor/Don
JOSEPH BIDEN
Presidente de los Estados Unidos

Estimado Presidente Biden,

En nuestra calidad de expresidentes y ex primeros ministros de América Latina y el Caribe, nos dirigimos a Usted para expresarle nuestra profunda preocupación por la delicada situación que hoy atraviesa el pueblo cubano, está sufriendo por las enormes dificultades para el abastecimiento de medicamentos, la llegada de ayudas humanitarias, las restricciones impuestas a los servicios financieros, la llegada de turistas e inversiones de terceros. Todo lo anterior agravado por el paso del reciente Huracán lan y su efecto devastador en la Isla.

Le rogamos, señor Presidente, tener en cuenta esta difícil situación que viven miles de cubanos y disponga lo que sea necesario para levantar estas restricciones que golpean a los más vulnerables. Por las mismas razones, Cuba merece salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo y regresar al desarrollo del plan de normalización que acordó el gobierno del Presidente Obama en 2014, cuando usted se desempeñaba como Vicepresidente.

Las limitaciones de los viajes, del envío de remesas y las donaciones desde Estados Unidos tienen consecuencias nocivas no solo para quienes habitan en la isla sino para el pueblo cubanoamericano al que se le impide el derecho de visitar a sus familiares. Los límites en los gastos de consumo del turismo cercenan las posibilidades de una recuperación económica cuando Cuba, como todos los países de la región, se encuentra en pleno esfuerzo por recuperarse tras dos años de la crisis severa provocada por la pandemia.

Le queremos recordar, estimado Presidente, que cuando la fuerza de la naturaleza golpeó a la población estadounidense con el Huracán Katrina en 2005, Cuba fue uno de los primeros países en ofrecer asistencia médica con las brigadas Henry Reeve. Aquello fue una muestra genuina de solidaridad, ante las catástrofes naturales que tienden a golpear con mayor dureza a quienes más carencias tienen. Solidaridad que hoy podría ser correspondida hacia Cuba por el gobierno de los Estados Unidos.

No hace mucho tiempo, el expresidente Barack Obama, cuestionaba el anacronismo de las sanciones contra Cuba. Nada impide volver al “descongelamiento” de ellas y el restablecimiento pleno de relaciones diplomáticas que derivó en un nuevo acercamiento de Estados Unidos con América Latina y el Caribe que celebramos en nuestros países. Usted señor Presidente, hizo parte de ese diálogo que abrió un capítulo virtuoso de las relaciones hemisféricas. Por ende, conoce como pocos la delicada situación y goza de autoridad política para avanzar en su salida.

Para que esto sea posible, resulta indispensable que Cuba salga de la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado, en la cual fue incluida por apoyar el proceso de paz de Colombia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y cumplir los protocolos firmados con el Estado colombiano en su condición de garante internacional de los mismos. Esta vocación de cooperación internacional, ceñida al estricto cumplimiento de compromisos asumidos, comprueba la identificación del país con valores que ninguna relación guardan con el terrorismo.

En consideración a todo lo anterior, le pedimos tomar en cuenta el mensaje que ha surgido en diversos sectores de la sociedad civil de la región para no regresar al mundo de la prepandemia, superar la difícil coyuntura actual que amenaza la paz en el mundo y ratificar la condición de América Latina y el Caribe como un espacio de paz en el planeta.

La historia le sabrá reconocer este gesto humanitario con el pueblo de Cuba. Del señor Presidente, con toda atención.

Firmamos:

  1. Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil
  2. José Pepe Mujica, expresidente de Uruguay
  3. Ernesto Samper, expresidente de Colombia
  4. Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia
  5. Evo Morales, expresidente de Bolivia
  6. Martín Torrijos, expresidente de Panamá
  7. Rafael Correa, expresidente de Ecuador
  8. Vinicio Cerezo, expresidente de Guatemala
  9. Leonel Fernández, expresidente de República Dominicana
  10. Keith Mitchell, exprimer ministro de Granada
  11. Kenny Anthony, exprimer ministro de Santa Lucía
  12. David Granger, expresidente de Guyana
  13. Moses Nagamootoo, exprimer ministro de Guyana
  14. Donald Ramotar, expresidente de Guyana
  15. Percival James Patterson, exprimer ministro de Jamaica
  16. Said Musa, exprimer ministro de Belice
  17. Winston Baldwin Spencer, exprimer ministro de Antigua y Barbuda
  18. Dean Barrow, exprimer ministro de Belice