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Etiqueta: Banco Central

Ajuste económico: ¿Desempleo o Inflación?

Jorge Hernaldo Jiménez Bustamante

El combate a la pandemia del Coronavirus Covid-19 ha provocado un deterioro grave del proceso económico. Todos nos preguntamos: ¿Qué es lo que hay que hacer para recuperar la economía?

En el cortísimo plazo el gobierno ha actuado para solventar las necesidades más apremiantes mediante el uso de financiación de organismos internacionales. Eso es está bien, pero no es suficiente.

Todos sabemos que el deterioro de la actividad productiva no volverá al estado anterior a menos que se haga un esfuerzo extraordinario. El peor flagelo a que nos vemos sometidos es el desempleo, causa de innumerables problemas sociales y el cual es imposible de subvencionar en solo en el largo plazo sino también en el corto y mediano plazo.

Ya en el año 2015, Mario –Dragui, presidente del Banco Central Europeo advertía del peligro de la histéresis, que sucede cuando el desempleo coyuntural se trasforma en desempleo estructural. Si la persona pasa un período largo desempleado se le hace cada vez más difícil reintegrarse al trabajo.

Eso no nos es extraño, ya tenemos un desempleo de larga data ¿Qué pasaría entonces si el desempleo coyuntural provocado por la pandemia también se nos vuelve endémico?

Veamos cual es la situación desde la perspectiva económica actual:

1. Hay sectores económicos paralizados.
2. El desempleo se incrementó peligrosamente.
3. Las transacciones económicas disminuyeron.
4. La velocidad de circulación del dinero ha disminuido.
5. Ha aumentado la morosidad en los créditos.
6. La mayoría de la población está endeudada.
7. Hay muy pocas oportunidades de inversión.
8. El gobierno tiene un déficit fiscal y una deuda creciente.
9. El valor de la moneda se mantiene estable.
10. El Banco Central tiene un acopio de moneda internacional muy importante.

¿Cuál es entonces el paso necesario para iniciar un proceso de reactivación?

La clave está en el Banco Central. Es el único actor económico que tiene posibilidades de impulsar la economía.

Por tres razones:

1. Es necesario generar inversión y para ello se necesita dinero. El BCCR es quien puede aumentar la emisión monetaria y financiar al gobierno y las instituciones públicas para generar inversión en obra pública.
2. El Banco Central tiene capacidad de monitorear la estabilidad de la moneda con los recursos que tiene como reservas de tal manera que si se produjera un aumento de los precios por variación en el tipo de cambio este fuera suave o moderado.
3. El aumento del circulante no produciría inflación porque siendo la velocidad de circulación muy baja los precios no subirían, lo que subiría serían las transacciones, dado también de que no hay pleno empleo. -recordemos la ecuación: MxV=TxP. Con el crecimiento de la producción se absorbe el exceso de liquidez.

El modelo de la política económica en los países de la OCDE:

Veamos cual es la política económica que están siguiendo las principales economías del mundo.

Francia: Estímulo Fiscal del 15% del PIB.

Reino Unido: 17% del PIB

Alemania: 14% del PIB

Estados Unidos de América: 10% del PIB.

Se calcula que el conjunto de países del G20 han aprobado estímulos de un 8% del PIB en promedio.

Conclusión lógica y práctica:

1. No estaríamos inventando nada diferente a las políticas que siguen los países más importantes. Es la respuesta necesaria ante lo que podría ser la recesión más grande del siglo
2. Estaríamos supliendo una necesidad básica, la inversión pública, para reactivar el proceso económico.
3. No hay peligro de inflación, desde ningún punto de vista, por lo tanto, la disyuntiva desempleo o inflación no existe. No hacerlo sería como negarle la medicina que salvaría al enfermo por la presunción de que la medicina produzca un efecto secundario.
4. Los grandes objetivos para lograr un crecimiento pos pandemia es fortalecer la capacidad de la población, capital humano, y mediante la inversión pública en infraestructura crear las condiciones materiales para desarrollar el proceso productivo.

Las oportunidades de inversión son muchas y están sobre la mesa, el país venía sufriendo un retraso de por lo menos veinte años en el desarrollo de su obra pública.

Veamos algunas posibles obras que han sido ya consideradas:

a. Las obras escolares que no pudieron terminarse por agotamiento de los recursos previstos y otras muchas para desarrollar el sistema de educación de la población.
b. Los hospitales de Puntarenas, Cartago, Turrialba, Blanco –Cervantes, Torres Médicas en los hospitales metropolitanos, y otros más que están previstos, además de los EBAIS que son necesarios, para lograr una salud optima de la población.
C. Las carreteras a San Ramón, Cartago, Limón (túnel y semi-tuneles), San Carlos, Lindora, Interamericana Sur, Puriscal, etc. con lo cual se obtendría un desbloqueo del trasporte de personas y cargas.
d. Los puentes en deterioro que no se han podido reparar (el de la Amistad y muchos más).
e. La ampliación del puerto de Caldera y la reconstrucción del ferrocarril eléctrico a Puntarenas, con extensión a Guanacaste.
f. El tren eléctrico metropolitano.
g. Un plan de construcción de vivienda popular para suplir el déficit habitacional.
h. El metro o tranvía metropolitano que conecte al Sur con el Norte
i. Otras muchas inversiones previstas que no se han podido realizar por falta de financiación.
j. El ferrocarril Turrialba-Limón y Quepos-Golfito.
k. El Canal Seco por las llanuras del Norte.
l. Crear un gran laboratorio para ampliar la producción y la gama de medicamentos e insumos hospitalarios en una asociación empresarial de la Caja con los laboratorios privados,
m. Recompra de la inversión en telecomunicaciones por parte del ICE a las empresas foráneas.
n. Inversiones de la empresa privada en proyectos de interés productivo nacional.

*Correo-e: johjibual@gmail.com
Curridabat San José

 

Imagen UCR.

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Ajuste económico en los tiempos del Covid-19

Jorge Hernaldo Jiménez Bustamante*

Las medidas sanitarias establecidas para combatir la pandemia han causado un deterioro trascendente del proceso económico, cuya magnitud es de una dimensión pocas veces vista en circunstancias anteriores.

La disminución de la producción y del empleo es de consecuencias graves para toda la comunidad, ante ella la responsabilidad del Estado como un todo es enorme e ineludible. El gobierno de la República y todas sus instituciones deben tomar las decisiones correctas para enderezar el rumbo de la economía.

La decisión más importante de todas ellas es la inversión pública extraordinaria que debe hacerse para generar producción y empleo.

El Estado, por medio de su Banco Central, es el ente emisor del medio de pagos de nuestra sociedad, y el dinero es el instrumento básico con que se mueve la actividad económica.

Ante la situación en que nos encontramos es necesario que el Estado emita el dinero necesario para reactivar la economía por medio de la inversión pública. Para ello no es necesario que continúe endeudándose con terceros cuando lo puede hacer con sí mismo.

Veamos: ¿de dónde proviene el temor, casi un tabú para muchos, de que el Banco Central le preste al Gobierno, para que este invierta por sí mismo o pague su deuda con la Caja Costarricense de Seguridad Social, para que esta invierta en la construcción y equipamiento de las instalaciones clínicas y hospitalarias?

Una errónea interpretación de una teoría económica ha causado esta aterrorizada actitud ante la llamada, por algunos, emisión inorgánica de dinero; a la cual se le atribuye la “pandemia” de la inflación.

Lo cierto del caso es que no en todas las contingencias sucede lo mismo y por el contrario de lo que algunos creen, en situaciones como la actual es necesario y obligatorio que se actúe con decisión, como solo un estadista con visión sería capaz de hacerlo.

Veamos por qué decimos que una emisión monetaria extraordinaria sería conveniente y no generaría inflación. La teoría monetaria o monetarista dice que la emisión monetaria multiplicada por la velocidad de circulación del dinero debe ser igual a la cantidad de transacciones económicas multiplicadas por los precios. Esa igual se presenta así: MxV=TxP.

Luego si la economía está en pleno empleo las transacciones son constantes y la velocidad de circulación del dinero también, ya que la gente no tiene por qué cambiar su patrón de gastos, entonces si se hiciera una emisión monetaria que aumentara la cantidad de dinero en poder de la gente, esto provocaría un aumento en el nivel de los precios en la otra parte de la igualdad y se estaría desatando la inflación.

Pero hoy en día la situación es muy distinta, estamos lejos del pleno empleo, mucha gente está desocupada o recibiendo menos ingresos, y los que no, están precaviendo situación en deterioro, lo que los ha llevado a un gasto menor al habitual, entonces la velocidad del dinero ha disminuido y eso se ha manifestado en un aumento de las cuentas en los bancos y en una disminución de los nuevos créditos. Queda implícito en lo anterior que las transacciones tampoco son las mismas.

Ahora bien, si la emisión monetaria aumentara, y se concretara en préstamos del Banco Central al Gobierno, dada la depresión de la actividad económica y la menor velocidad de circulación del dinero, no tendría por qué aumentar el nivel de los precios, por el contrario, serían las transacciones económicas las que se verían incentivadas y si el Estado usa el dinero en inversiones públicas o en crédito barato para la inversión privada, así sería.

Veámoslo en una representación numérica:

Si antes de la pandemia M fuera 1000, V fuera 10 entonces si T=100, P=100

La igualdad sería 1000×10= 100×100.

Si en la época del COVID 19 la emisión monetaria fuera la misma y los precios casi no han variado y las transacciones han disminuido por ejemplo a 80, entonces la igualdad sería:

1000X 8= 80×100. Suponiendo una velocidad de circulación que satisfaga la igualdad.

Si el Estado se propusiera incentivar la actividad económica aumentando la emisión monetaria, y conduciéndola a la inversión, las transacciones entonces tenderían a aumentar en casi la misma proporción, por lo cual el aumento de precios sería poco significativo.

Esto de lo que estamos hablando no es una discusión teórica, he usado la teoría monetaria para demostrar un error interpretativo muy común. Pero es la realidad de lo que ha sucedido y está sucediendo en el mundo, lo que nos debe conducir hacia una interpretación correcta de la necesidad de aumentar el circulante y la inversión pública. –Tanto los bancos de la Reserva Federal (la Fes) como el Banco Central Europeo han mostrado que hay momentos económicos en los cuales es necesario aumentar la emisión para incentivar la actividad económica real.

Y la situación actual es de la más relevante necesidad de una medida cuyo beneficio es evidente y las consecuencias negativas que pueda generar no son más que un prejuicio proveniente de una generalización indebida, que hace ya buen tiempo que ha quedado atrás.

* Cédula número 9 0012 06 09, email: johjibual@gmail.com, Curridabat San José

La vida antes de pagar intereses, la vida antes de la meta inflacionaria

Pablo Abarca. Economista, miembro de Economía Pluralista

Dicen por ahí que es en el terreno de las ideologías donde los seres humanos toman conciencia de los conflictos que se manifiestan en el mundo económico. Sin lugar a dudas, con las ideologías se toma conciencia; pero esta conciencia dependiendo de la ideología no tiene como fundamento de existencia la vida humana en el mundo económico, y es un problema que ideologías como mantener la inflación baja o sostener la autonomía del Banco Central evitando el financiamiento al Gobierno estén por encima de facilitar una vida humana digna a nuestra gente.

De acuerdo a las proyecciones emitidas por el Ministerio de Hacienda mediante un comunicado de prensa el día 30 de abril; el déficit fiscal interanual que vamos a experimentar en el 2020 será de un 8.6% del PIB y un déficit primario de un 3.4% del PIB, estas son cifras alarmantes, y evidencia la imposibilidad financiera del Estado para poder llegar a las personas que lo necesitan de la forma correcta.

Si bien es cierto con la aprobación del primer presupuesto extraordinario en la Asamblea Legislativa publicado en La Gaceta el 25 de abril, se asignó 225mil millones de colones de subsidios referentes al bono “Proteger”; de acuerdo a cifras del BCCR en el documento “Coyuntura macroeconómica ante la pandemia y revisión de proyecciones 2020-2021” con esta medida se evitará una contracción del 2% en el consumo de los hogares costarricenses.

La necesidad de poseer recursos para la intervención del Estado en la economía es fundamental; de acuerdo con el último cuatrimestre del 2019 la tasa de desempleo era la más alta desde que se realiza la Encuesta Continua de Empleo por parte del INEC; 12.4% de la PEA, aun no se poseen cifras formales respecto al nivel de desempleo actual, sin embargo, es claro que experimentamos niveles de desempleo no vividos con anterioridad.

Los países como Inglaterra y Japón; están siendo respaldados desde sus respectivos bancos centrales en el financiamiento directo que sus Estados necesitan para proteger y mantener la vida de sus gentes ante la pandemia.

En el caso de Costa Rica el BCCR envió una modificación a su Ley Orgánica articulo 54 específicamente, a la Asamblea Legislativa procurando habilitarle la compra de bonos al Estado en el mercado secundario, petición que fue incorporada en el proyecto de ley 21874, el cual se convirtió en ley el pasado 3 de abril. A pesar de dicha muestra de mediana sensatez por parte del BCCR, el presidente del BCCR el señor Cubero dejo bien claro en una entrevista al Semanario Universidad el 30 abril “Presidente del BCCR reitera que no financiarán la lucha contra COVID-19 poniendo en riesgo la estabilidad monetaria” de que las expansiones monetarias estarán al servicio de la liquidez, la estabilidad financiera y el crecimiento del producto, pero nunca del lado de la gente, es decir, muy lejos de situar al BCCR y su política monetaria como un elemento fundamental para salvar vidas; el señor Cubero cegado por la ortodoxia económica demuestra que es más importa cumplir con una meta inflacionaria baja que nadie percibe en sus bolsillos, a ayudar al financiamiento responsable del Estado, para salir adelante con el COVID-19.

Sobre la compra de bonos en el mercado secundario, esto implicaría altos costos de intermediación que las entidades bancarias comerciales deberán incorporarlos en las tasas de interés con las cuales se negociaría con el BCCR, es decir mayores costos para el Estado.

El BCCR en su comunicado de prensa el 15 de abril agrega; “La adquisición en el mercado secundario por parte del Banco Central de títulos del Ministerio de Hacienda no constituye financiamiento al Gobierno, pues la compra de los valores se realizaría a un tercero, que sería quien recibe el dinero por la adquisición que hiciere el Banco Centra (…)”.

El financiamiento del BCCR hacia el Estado mediante la compra de bonos es fundamental para seguir adelante, sin embargo, la medida de comprar estos bonos a una entidad bancaria comercial en el denominado mercado secundario incurriendo en mayores costos, no tiene sentido presupuestario claro está.

Lo correcto sería una relación directa (mercado primario) entre el Banco Central y el Ministerio de Hacienda para la compra de los bonos sin ningún costo de intermediación y a tasas iguales a cero. Lo correcto sería financiar al Estado al menor costo posible; porque esto sería ayudar a los costarricenses.

El señor presidente en su discurso del 4 de abril sobre informe de labores indica “(…) promovemos una iniciativa global para que el financiamiento relativo a la pandemia para países de renta media sea a tasa fija, ojalá tasa cero, y de largo plazo. Esto para proteger a nuestros países y la cohesión social dentro de la región”.

En este país somos metafóricos por educación y a esto le llamamos “candil en la calle y oscuridad en la casa”, el señor presidente pide un tratamiento financiero internacional justo pero en el país se presupuesta alrededor de un 5.2% del PIB en pago de intereses por concepto de deuda en el presente año. Y para el presupuesto extraordinario se incluyó un apartado para el pago de 273.375 millones de colones por concepto de deuda pública interna.

La situación en que se encuentra el mundo y en particular Costa Rica demanda una negociación con las entidades a las cuales se les adeuda el servicio de intereses, dar a entender que en los momentos actuales el Estado necesita la mayor capacidad de flujo de caja posible, y que por ende el retraso del pago de intereses es fundamental para activar la economía, que los rendimientos de recursos ociosos pueden esperar; porque se necesita salvar vidas primero.

La preocupante pasividad del Banco Central ante la crisis

Grupo Economía Pluralista

Cuando se enfrenta una grave amenaza, lo que el raciocinio, e incluso el sentido común, aconsejan, es tener listas y a mano, todas las herramientas e instrumentos que permitan enfrentar el peligro de la forma más eficaz y certera posible, de modo, asimismo, que las posibles consecuencias negativas se reduzcan al mínimo.

Hoy el país enfrenta la amenaza del covid-19. En su aspecto propiamente sanitario, nuestra institucionalidad pública ha tenido afortunadamente la capacidad para generar respuestas serias y responsables, que han mostrado ser muy eficaces. Lamentablemente, frente a la crisis económica concomitante, se constata en el contexto nacional el predominio de posiciones dogmáticas, rigideces ideológicas e, inclusive, la influencia muy poderosa de intereses particulares que buscan usufructuar de la crisis.

En este sentido, la posición del Banco Central expresada por su presidente, el señor Rodrigo Cubero (Semanario Universidad: “Presidente del BCCR reitera que no financiarán la lucha contra COVID-19 poniendo en riesgo la estabilidad monetaria”) genera mucha preocupación por su extrema rigidez. Lo cual se hace aún más evidente, al considerar que el propio BCCR prevé que en los siguientes dos años, la inflación se ubicará por debajo del rango meta, con un promedio del 1,8%. Es decir, el país cuenta con condiciones para la aplicación de políticas monetarias que contribuyan a paliar la recesión de la economía y a reactivar la producción y la creación de empleos, teniendo presente que, según estimaciones oficiales, la economía se contraerá un -3,6% en 2020, lo que innegablemente agrava los serios problemas del empleo que se arrastraban desde antes de esta crisis.

Don Rodrigo saca el manual introductorio de economía y se recita toda la letanía que la ortodoxia económica ha impuesto. Aunque se presente como una teoría con pretensiones científicas, en realidad estamos en presencia de una ideología que arrastra, desde hace mucho tiempo, severos cuestionamientos de fondo, y la cual ha terminado de desgastarse con las últimas crisis económicas, frente a las cuales ha demostrado ser poco efectiva. Esto es reconocido inclusive por el FMI, en otros tiempos baluarte de estas teorías, y que hoy hace un mea culpa por la mala gestión realizada en relación con la pasada crisis del año 2008 y, particularmente, con motivo de la crisis de la deuda pública en Europa.

Es conocido que estos planteamientos se escudan en la presunta independencia técnica del Banco Central, para disimular una forma de gestión de la política monetaria, opaca y ajena a los mecanismos de la rendición de cuentas en democracia. Todo lo cual finalmente redunda en la captura del Banco Central por los intereses financieros y, en consecuencia, su sometimiento a éstos.

El presidente del Banco Central argumenta exactamente como si nada hubiese ocurrido. Más aún: como si nada estuviese ocurriendo. El mundo de antes del Covid-19, es el mundo en el que nuestro Banco Central y su presidente siguen instalados. Y si ya en ese mundo hoy fenecido, sobraban razones para cuestionar el manejo de la política monetaria que Cubero defiende, sus argumentos hoy resultan un desatino, pero, sobre todo, un preocupante ejercicio de imprudencia e irreflexión.

No hay peligro alguno de inflación, porque tenemos tasas de desempleo de la fuerza de trabajo y tasas de desocupación de la capacidad instalada, sumamente elevadas, y porque en nuestras realidades sociopolíticas actuales no hay ni la más remota posibilidad de que se dé una espiral ascendente precios-salarios, como las que fueron usuales en otros momentos históricos. La reducción de precios de las materias primas, principalmente el petróleo, aminora adicionalmente cualquier presión al alza en la inflación.

Y si interesa preservar la imagen internacional del país, téngase presente que la mejor forma de hacerlo es mediante una actuación pragmática, oportuna y eficaz, que ataje la crisis, alivie la recesión y disminuya al mínimo posible sus consecuencias sociales y humanas negativas. Permitir que la crisis se agrave, y quedarse de brazos cruzados sin hacer lo que se podría y debería hacer, dañará la imagen internacional de Costa Rica, pero, sobre todo –lo que es mucho más importante– causará grave daño a las condiciones de vida de nuestra población. Ello traerá hambre y miseria y, en consecuencia, violencia social e inestabilidad política.

Cubero da la espalda a los datos de la realidad, y a las exigencias concretas que ésta plantea, para, en su lugar, aferrarse a un catecismo monetarista, no solo simplista, sino además obsoleto. Esto último es reconocido hoy, incluso por los bancos centrales en todo el mundo –excepto Costa Rica– lo cual ya es mucho decir.

La idea, que el señor Cubero reitera, según la cual la única misión de la banca central es la “estabilidad monetaria”, ha sido abandonada y superada en todas partes, incluso por el Banco Central Europeo, no obstante sus antecedentes muy conservadores en la banca central alemana (el Bundesbank). El Banco de Inglaterra, el Banco Central de Japón, la Reserva Federal de Estados Unidos, como la generalidad de los bancos centrales en el mundo entero, han asumido con máxima responsabilidad los deberes que la actual crisis del covid-19 les impone. Hay un amplio consenso que reconoce que los bancos centrales deben trabajar para frenar la recesión, proteger los empleos y apoyar la estabilidad financiera de los gobiernos. La inflación, claramente, no es hoy el problema principal, y eso es reconocido universalmente.

Por otra parte, entiéndase que de lo que se trata es de disponer y tener listas, todas las herramientas e instrumentos necesarios para enfrentar la crisis. Y ello incluye los instrumentos tradicionales de la política monetaria, así como otros nuevos que sea necesario diseñar y dejar a punto, para su eventual aplicación en caso necesario. Nada de lo cual implica actuar caprichosamente o de forma precipitada. Todo lo contrario, más bien: se trata de hacerlo con prudencia y sentido de la oportunidad, en el momento justo y en la medida necesaria. Hacer, pues, lo que debe hacerse, cuando es necesario hacerlo y en la medida en que sea necesario hacerlo. Y, en fin, comprender que las crisis exigen capacidad de innovación, sentido previsor y mucho pragmatismo.

Nuestro llamado, respetuoso pero enfático, al presidente Alvarado: en sus manos, señor presidente, está reorientar la política económica de su gobierno, para que ante la crisis se actué con responsabilidad, energía y decisión, y con el sentido pragmático y de oportunidad que la situación demanda.

El grupo Economía Pluralista reúne a 25 economistas que provienen de diversos ámbitos de la academia y del ejercicio profesional de la economía, tanto en el sector público como en el privado.

Imagen: https://www.portafolio.co/economia/la-oit-alerta-sobre-aumento-del-desempleo-mundial-en-2020-537263

La clase política no le teme al pueblo

Carlos Campos Rojas

Así sentenció la diputada guapileña Yorleny León, la decisión tomada en la Asamblea Legislativa, con el apoyo del gobierno, para imponerle al país un conjunto de leyes tendientes a favorecer a quienes tomaron la decisión, de acabar con lo que quedaba del estado de bienestar en este país.

La reunión que por primera vez tuvo la Junta Directiva de la CCSS con el Presidente Alvarado en lo que va de este gobierno, fue para anunciarles, a través del Ministro de Hacienda y acompañados del Presidente del Banco Central, que no hay dinero para salvar la Caja Costarricense del Seguro Social. Una acción muy coordinada, como todas las que ha hecho este gobierno. No hay casualidades.

El escándalo fue tal, que Carlos Alvarado tuvo que salir a desdecirse, a su mejor estilo, inmediatamente al día siguiente. De paso informó que crearía una comisión para resolver el mal entendido, ahora la Caja está en más peligro que antes, a pesar de las poses.

Para destruir este legado de Calderón Guardia, apoyado por Manuel Mora, Monseñor Sanabria y defendido con generosidad por José Figueres, muy a pesar de la oligarquía del 48, contaron con el apoyo de economistas y funcionarios que erosionaron poco a poco las finanzas de la Caja. Reducir en un 75% el aporte patronal, fue una estocada al corazón de la institución. Rendir cuentas sobre lo que aquí pasó, es una responsabilidad constitucional inmediata, que debe cumplirse como lo establece el Art. 11 y afrontar penalmente las responsabilidades.

En este país sobra el dinero, sino no se lo robarían. Que lo estén guardando para otros intereses es otra cosa, porque cuando se trata de rescatar de los problemas a la mafia política, no les ha temblado el pulso nunca, para arrebatarle inmoralmente a la ciudadanía sus recursos. Así se han perdido fondos de pensiones, el valor del ahorro y ni qué decir de los impuestos que evadieron o eludieron, para los que nunca hubo interés en vigilar.

Ahora resulta que de ninguna manera se puede hacer un crédito puente para rescatar la Caja, tampoco se puede repatriar parte de los recursos del Banco Central que tiene invertidos en el exterior; mucho menos tocar los abundantes recursos de SUTEL o que el sistema cooperativo haga un préstamo. Jamás poner un impuesto a la riqueza, como se atrevió el viejo Figueres para rescatar la hacienda pública, porque ya lo advirtió una de las cámaras: “nada de impuestos y menos impuestos solidarios”. Gobernantes de esos, ya no hay.

Siempre he reconocido en Oscar Arias su visión, al establecer como compensación social por el Ajuste Estructural, la puesta en marcha desde el CNP, del Programa de Abastecimiento Institucional (PAI). Lastimosamente la corrupción y la impunidad torpedearon esa importante herramienta, pero sigue disponible y ahora se requiere para dotar desde la ciudadanía que va a quedar en la pobreza, parte importante de los suministros que la Caja requiere, así se reparte riqueza.

Roberto Artavia figura destacada del INCAE y ayudando al gobierno, ha advertido que no se puede pensar y actuar como se hacía antes de marzo, para enfrentar las secuelas del COVID 19. Hasta él reconoce que ahora la política debe humanizarse, porque debe restituirse la credibilidad institucional, pero cuidado si algunos van más por un botín, que sacar adelante este país.

Es el momento del diálogo, al estilo costarricense, de frente, entre todos, sin privilegios.

No se trata de reunir los amigos del gobierno y decir que ésos representan al país y que definirán el futuro de Costa Rica.

No, ninguno de esos me representa.

Hoy más que nunca, el diálogo debe ser sin exclusiones, sin miedo a los disensos, porque hay que construir consensos, para reconstruir el país y mantener la paz.

Carlos Campos Rojas
24 de abril de 2020
A cincuenta años de ALCOA.

¿Nos haremos de piedra esperando acciones del Banco Central frente a la crisis?

Henry Mora Jiménez

Hace algunos años se escuchaba este chiste: “Qué representan esas estatuas ubicadas frente al edificio del Banco Central? Respuesta: Campesinos que se volvieron de piedra esperando crédito del Banco Central.

Pero lo que vivimos hoy no es chiste. Seguramente enfrentaremos en los próximos meses la peor recesión y el mayor desempleo desde la ya lejana crisis de 1981-1982.

Los principales bancos centrales de todo el mundo toman cartas en el asunto y rompen algunos dogmas de la ortodoxia monetaria.

El BCCR podría inyectar liquidez simplemente comprando bonos en el mercado secundario, pero lo está pensando tres veces. Mejor aún, con modificaciones muy precisas y de vigencia temporal a su Ley Orgánica; podría adquirir bonos de hacienda directamente, o comprar letras del tesoro a plazos más largos y por mayor cuantía de lo que la ley actualmente permite.

Y la CONASSIF podría flexibilizar algunas de las condiciones vigentes en el marco regulatorio para que los bancos puedan facilitar crédito para capital de trabajo en condiciones más favorables a las empresas que hoy cierran puertas y despiden miles de empleados.

¿Acaso la situación de crisis no lo amerita? ¿Acaso nos volveremos también de piedra esperando decisiones audaces del BCCR al tenor de los tiempos?

En UCR presidente del Banco Central: «Costa Rica ocupa un cambio cultural en materia cambiaria»

  • La autoridad habló sobre el papel del Banco Central en el siglo XXI, en la Cátedra Alexis Orozco en la Escuela de Economía

 

El pasado miércoles 03 de octubre el Presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el Dr. Rodrigo Cubero Brealey ofreció en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica una clase sobre el rol del Banco Central en el siglo XXI. La ponencia la realizó en el marco de la Cátedra Alexis Orozco de la Escuela de Economía.

El actual jerarca del Central afirmó que las metas de inflación y el uso de la Tasa de Política Monetaria (TPM), con la combinación de un esquema de flotación administrada, con el uso de intervenciones esterilizadas al tipo de cambio, son los instrumentos correctos para enfrentar los retos que muestra economía. «Es el mejor de todos los mundos» señaló.

Señaló sí, que la economía debe ser más resistente a las fluctuaciones del tipo de cambio y advirtió que el país debe ir evolucionando hacia ello.

«Colombia vio depreciarse el tipo de cambio hasta un 50% y no se movió una hoja (…) no hubo quiebre de empresas, no hubo llamadas del presidente para pedir control del tipo de cambio, ya se acostumbraron a la volatilidad. En Costa Rica, ocupamos un cambio cultural«.

Rodrigo Cubero Brealey

«Hay que evolucionar hacia una mayor flotación de la moneda para darle mayor autonomía a la política monetaria, ocupamos hacer un cambio cultural en Costa Rica. Aunque hace varios años se adoptó el sistema de flotación, aún no nos hemos despertado» señaló la cabeza del Central.

El jerarca expuso con claridad las metas y los instrumentos de los cuales está haciendo uso el Banco Central para mantener la estabilidad de la inflación y a la vez suavizar las tendencias del tipo de cambio. Recordó que esto último es importante porque Costa Rica hay un enorme endeudamiento en dólares por personas no generadores de divisas, hecho que provoca incertidumbre cuando hay mucha volatilidad del tipo de cambio.

UCR Presidente del Banco Central2
La conferencia del presidente del Banco Central, en la Facultad de Ciencias Económicas, atrajo la atención de más de 150 personas que colmaron la capacidad del auditorio, este 3 de octubre de 2018. Foto: Anel Kenjekeeva.

Aclaró que lejos de usar los instrumentos de política monetaria para atender problemas de estabilidad financiera, prefiere trabajar con acciones macroprudenciales y microprudenciales en colaboración con el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y el Ministerio de Hacienda.

Señaló que la responsabilidad del Banco Central se centra solo en la intervención para evitar que se den cambios pronunciados en muy corto plazo, siempre que los efectos monetarios de esta intervención sean esterilizados para proteger la meta de inflación.

Continuando con los objetivos del Central también defendidos por sus antecesores, Cubero Braley defendió el hecho de que el principal objetivo del Banco debe ser el mantener una inflación baja y estable, para lo que insistió se debe resguardar la independencia operativa y la transparencia de la gestión del Banco Central, la cual debe ser acompañada de muchas acciones de comunicación que mantengan en alto la credibilidad en el Central.

Al respecto, recordó que las expectativas de inflación ya están dentro de las metas planteadas por la entidad, lo que habla bien de la confianza que ya los agentes económicos tienen en la autoridad monetaria, pero aseguró que se debe seguir trabajando en la reducción del tiempo de transmisión de la TPM a la economía, la cual señaló en Costa Rica es de 12 a 18 meses.

UCR Presidente del Banco Central3
Foto: Anel Kenjekeeva.

Rodrigo Cubero comentó sobre los desafíos monetarios que existen en la era digital. Explicó que muchos de estos se concentran en la tendencia que busca la reducción del uso del efectivo para lo cual el BCCR ha impulsado una estrategia de promoción de medios de pago electrónicos.

Sobre la reciente emisión de bonos del tesoro con los que el Central financiará al Ministerio de Hacienda, Rodrigo Cubero aseguró que fue una decisión difícil, pero volvió a asegurar que ese efectivo no afectará las metas de inflación.

«El problema fiscal es el elefante dentro del cuarto, es el problema y la reforma fiscal debe aprobarse» dijo.

Don Rodrigo Cubero es el actual Presidente del Banco Central de Costa Rica, doctor en Economía por la Universidad de Oxford. Ha fungido como subdirector de capacitación en política monetaria, monitoreo de riesgos financieros, políticas financieras, y crecimiento inclusivo en el Fondo Monetario Internacional (FMI); profesor en la Universidad de Oxford y consultor económico.

Esta actividad se realizó en el marco del 75 aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas. La conferencia se realizó dentro de la Cátedra Profesor Alexis Orozco.

 

Gabriela Mayorga López

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Faride Ramírez Jiménez

Asistente de comunicación de la Escuela de Economía

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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El Banco Central le da crédito al gobierno

Luis Paulino Vargas Solís

 

La economía viene lenta y a rastras. Los problemas del empleo siguen terribles. El crédito al sector privado está casi paralizado y la inflación en niveles muy bajos. Ese es el contexto en el que se da el préstamo de 498 mil millones de colones que el Banco Central concede al gobierno.

Sí, es creación de dinero. Pero creación de dinero es también lo que los bancos comerciales hacen con cada nuevo préstamo que dan sin que ello encienda las alarmas de nadie. Es que en Costa Rica se sigue manejando la tesis obsoleta de que el dinero lo crea el Banco Central, y que los bancos comerciales prestan lo que de previo recibieron como depósito. Pamplinas. Superchería.

Por esta vez, similar a como usualmente lo hacen los bancos comerciales, el Central “crea” dinero para realizar un crédito: dirigido al gobierno, como en otros momentos podría ser destinado a algún banco comercial que tenga problemas de liquidez. En el contexto económico actual, que describí al inicio de este comentario, ello no debería causar ningún problema.

Pero esto sin duda evidencia aquello sobre lo que vengo advirtiendo en forma reiterada: que la percepción de riesgo sobre las finanzas públicas va en ascenso y que por ello al gobierno le resulta cada vez más difícil, y cada vez más caro, obtener financiamiento para cubrir el déficit. Claro que la situación es extremadamente delicada. Lo he enfatizado incontables veces y, por lo tanto, urge tomar medidas en serio. Pero que esos 500 mil millones sean, en sí mismos, un problema…no, por favor, no lo son.

Lo que sí es un problema –grave problema– es la forma como lo ha anunciado el Presidente Alvarado. La situación demanda cautela, prudencia, parsimonia. Es lo que menos ha mostrado Alvarado.

Keynes advertía acerca de los “espíritus animales”, en relación a esas fuerzas irracionales que nacen de los sentimientos humanos y de nuestra ignorancia. Son poderosos y potencialmente destructivos. Lamento mucho que nadie se lo haya advertido al Presidente.

En todo esto, lo realmente dañino viene de las palabras de Alvarado y, sobre todo, de la forma como las dijo.

 

Enviado por el autor.

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