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Etiqueta: ciencias sociales

Conferencia: La transmodernidad como alternativa a la crisis civilizatoria

Este martes 9 de abril se celebrará la conferencia: “La transmodernidad como alternativa a la crisis civilizatoria» a las 4:00 pm hora costarricense, y las 9:00 pm en Panamá. La reunión estará a cargo del Dr. Abdiel Rodríguez Reyes y presentación de la Dra. Nancy Piedra Guillén. El evento será transmitido en vivo en la cuenta de Facebook y YouTube de la web TV de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.

Invitación a la charla “Los aportes de un líder indígena a la investigación en Ciencias Sociales”

La Revista Rupturas del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) y Onda UNED tienen el agrado de informarles sobre el ciclo de entrevistas dedicado a explorar las experiencias y realizaciones de la investigación en Ciencias Sociales.

En la primera charla, se abordará «Los aportes de un líder indígena a la investigación en Ciencias Sociales».

Se contará con el aporte del entrevistado Pablo Sivas Sivas, líder indígena de la etnia Brörán e investigador comunitario del CICDE. La conducción de la charla estará a cargo del doctor Luis Paulino Vargas Solís, director de la Revista Rupturas.

La transmisión se llevará a cabo el jueves 4 de abril a las 10 a.m. y podrá seguirse a través de las redes sociales de Onda UNED y el CICDE.

Se les invita cordialmente a sintonizar esta conversación.

Defender la alegría

Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

Durante la conferencia “Aportes de las ciencias sociales a la sociedad costarricense”, dictada por la Académica Jubilada, Dra. Arlette Pichardo, se reescribió una frase inspiradora, útil para los tiempos que vivimos. 

Y es que, siguiendo con las frases dichas y contundentes, aquello de que debemos salir a defender lo obvio cada vez en una constante. Decía Arlette que las ciencias sociales costarricenses y particularmente las desarrolladas desde la Universidad Nacional en Costa Rica, han hecho significativos aportes a una sociedad tan compleja como la costarricense. 

Pero también señalaba los caminos por recorrer, ahora bajo las amenazas de la anticiencia, los peligros que acechan el camino de las universidades públicas en su funcionamiento y financiamiento y el descrédito al que las ciencias sociales por combativas y constantes, se han sometido por parte de sectores regresivos y conservadores en su pensamiento y acciones.  

Defender la alegría es para mí, hoy, un testimonio de vida.  Soy producto absoluto de la educación pública costarricense desde mi formación como artista en el Conservatorio de Castella, mi base sociológica y mi posgrado en la Maestría Académica de Comunicación en la Universidad de Costa Rica y más recientemente, reconocido con uno de los grados máximos otorgado a una tesis doctoral en el Programa de Doctorado de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional. 

Defender la alegría es sostener estos pilares que nos forman. Tener gratitud por las oportunidades recibidas y aprestarse a devolver, desde el corazón, lo recibido.

Quiso la historia individual que así fuera, entrelazada con los procesos y devenires de esta sociedad que nos necesita tanto. Continuamos entonces, ahora desde las trincheras de la alegría como razón de vida.  A ella vamos y nos aferramos. Si.

La Universidad de Costa Rica ofrece doctorado único en la región

En el marco de este doctorado se realizan investigaciones sobre las élites centroamericanas, la acumulación de riqueza y desigualdad de la región, las violencias y las migraciones (foto Archivo ODI).

Profesionales investigan las problemáticas sociales de Centroamérica, para ser capaces de generar estrategias y polítias públicas que las solventen

Con el objetivo de analizar y dar solución a las principales problemáticas de la región, el Sistema de Estudios de Posgrado de la UCR abrió la segunda promoción del Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central.

Diez personas profesionales de psicología, trabajo social, geografía, sociología, historia, y estudios latinoamericanos, y provenientes de países como Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica forman parte de la nueva generación que cursa este doctorado, el cual se ofrece en modalidad híbrida (presencial-virtual).

El Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central tiene como objetivo principal consolidar una comunidad académica y profesional a escala regional, que potencie la formulación de estrategias y políticas públicas de desarrollo de mediano y largo plazo en la región.

Según el Dr. Carlos Sandoval García, Director del programa, esta novedosa opción de estudio es clave para la región, en un momento en el cual América Central se enfrenta a fenómenos sociales cruciales.

“Estamos en contexto centroamericano muy complejo, en donde hay amenazas al presidente electo en Guatemala, en donde hay dificultades por elegir fiscal o fiscala en Honduras, y ni qué decir de lo que ocurre en El Salvador, Nicaragua e incluso en Costa Rica. De manera que hay un enorme reto para las Ciencias Sociales de tratar de entender por qué las circunstancias sociales y políticas en Centroamérica se han vuelto tan particularmente difíciles. Nuestros retos son regionales, por ejemplo, las migraciones forzadas, la emergencia climática, la violencia, el narcotráfico. Podemos plantear soluciones a nivel regional para esos desafíos” aseguró Sandoval.

En la foto aparecen los estudiantes que forman parte de la segunda promoción del Doctorado en América Central (foto cortesía Carlos Sandoval García).

Desde su perspectiva, el principal aporte y propósito de este doctorado es constituirse, desde la academia, como una apuesta regional por el bienestar en Centroamérica.

“En medio de las dificultades de diferencias de criterio con los gobiernos vecinos, tenemos el gran reto de proponer políticas públicas regionales, para contribuir a que haya menos inequidades y menos injusticias. Es como la promesa con la cual se consolidaron las Ciencias Sociales en la década de 1960, y es lo que estamos tratando de recuperar modestamente, con este doctorado que se impulsa desde la Universidad de Costa Rica” aseguró Sandoval.

Por su parte, Daniela Vásquez Pino, estudiante del Doctorado manifestó que la experiencia de cursar esta oferta de estudio ha sido muy enriquecedora.

“Gracias a este oportunidad he comprendido cuál es el impacto de las Ciencias Sociales en la región, y he logrado entrecruzarlo con la discusión de vincular la realidad de Centroamérica y Suramérica, más en mi caso porque estudié en Colombia y Ecuador, y me interesa estudiar y analizar la situación de las costas del Caribe Centroamericano, entonces el Doctorado en la Universidad de Costa Rica me ha permitido delimitar, detallar y entender cómo ha sido la construcción social en este territorio” manifestó Vásquez.

Asimismo, Anthony García Marín, estudiante del doctorado destacó la importancia del aprendizaje colaborativo que ofrece este posgrado.

Es importante destacar que el Doctorado en América Central impulsa el análisis del contexto regional, así como las soluciones a los principales desafíos, desde una perspectiva multi, trans e interdisciplinar, y desde una metodología de análisis comparado, es decir desde la contrastación de casos y fenómenos sociales.

Para cumplir con este objetivo, el Doctorado cuenta con docentes e investigadores de reconocida trayectoria de toda la región, Estados Unidos y países europeos. Asimismo, cuenta con apoyo del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) de Francia.

Algunos de los principales ejes temáticos que están siendo investigados por esta nueva generación de doctorandos son: las élites centroamericanas, la acumulación de riqueza y desigualdad de la región, las violencias y las migraciones.

Si usted está interesado en obtener más información sobre esta oferta de estudio puede ingresar al siguiente enlace: https://www.sep.ucr.ac.cr/pdcsac-inicio

 

Tatiana Carmona Rizo
Periodista de la Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR: El impacto de los asesinatos en los pueblos indígenas provoca un giro en los proyectos de investigación en Ciencias Sociales

Día del Aborigen Costarricense

Grupo de trabajo institucional analiza a profundidad el conflicto interétnico y los ciclos de violencia por parte de personas no indígenas

El proyecto multidisciplinario “Conflictos territoriales e interétnicos en Buenos Aires, Costa Rica. Aportes interdisciplinarios para su resolución” (B8358), surge de la concertación de diferentes personas especialistas de la Facultad de Ciencias Sociales interesadas en indagar sobre los ciclos de violencia en el cantón de Buenos Aires. Pero también en transformar sus investigaciones académicas en acciones que contribuyan y respalden la reivindicación de derechos territoriales, culturales y políticos de los pueblos originarios del cantón de Buenos Aires, Puntarenas.

El cantón de Buenos Aires cuenta con la mayor diversidad cultural del país y concentra el mayor número de territorios indígenas, seis de los veinticuatro que existen, pertenecientes a cuatro pueblos: Brunkas o Borucas, Brörán-Térraba, Bribri y Cábecar.

Sin embargo, a pesar de la delimitación legal de estos seis territorios en promedio solo el 44,7 % de los mismos están en posesión de familias indígenas, producto tanto del auge desarrollista promovido por el Estado en las últimas cinco décadas, como de una evasión institucional, sistemática y discriminatoria contra las personas y las comunidades indígenas.

El proyecto está bajo la coordinación de la Dra. Denia Román Solano de la Escuela de Antropología y el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN) y cuenta con el apoyo de personas investigadoras de la Escuela de Historia, Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, Escuela de Geografía, Escuela de Ciencias Políticas, Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, Escuela de Psicología, Facultad de Derecho, CIAN, Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericana, así como otras instituciones como Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, la Universidad de Brasilia en Brasil, la Universidad de San Carlos en Guatemala y la Universidad de Viena en Austria.

Bajo la convocatoria de la Escuela de Antropología y el liderazgo del Dr. Marcos Guevara (fallecido en enero del 2021) este equipo considero pertinente analizar a profundidad el conflicto interétnico y los ciclos de violencia por parte de personas no indígenas ante nuevos procesos de reposicionamiento territorial de las familias indígenas, a través del movimiento de recuperaciones de tierras. Este movimiento emerge ante décadas de demandas legales y administrativas por parte de personas y organizaciones indígenas en diferentes instancias del estado costarricenses, sin soluciones concretas.

«Pretendíamos transformar la academia en un campo de interlocución con el Estado pero el impacto de los asesinatos transformaron esta idea inicial en indignación, en impases metodológicos y en una reflexión detenida sobre los límites del conocimiento ante el estudio de la violencia.

Aprendimos que seguir el conflicto de cerca, la violencia y el racismo nos fue cambiando el lugar desde el cual investigamos y el abordaje desde donde comprendemos las relaciones entre el Estado y pueblos indígenas, pero además del lugar que tiene lo indígena y las comunidades indígenas en la sociedad a la cual pertenecemos, así como las universidades en las que trabajamos …

Investigar un conflicto en desarrollo permite llegar a ciertas confluencias analíticas y a cierta disposición para “dislocarse” o “desarticularse disciplinarmente” con el propósito de comprender el acto de violencia…

Nos lleva a interpelar al Estado de manera más política… y nos interesa conocer al Estado más como un actor del conflicto, descifrar el sustento de la idea de nación, así como indagar el racismo regional y el papel de las instituciones estales ante ello».

Dra. Denia Román Solano de la Escuela de Antropología y el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN)

En estos diez años han surgido constantes ciclos de violencia por parte de los poseedores no indígenas o de sus trabajadores y la acción estatal ha sido reactiva, inadecuada y sin un seguimiento a nivel local, lo cual provoca que la violencia se repita. Son tres administraciones gubernamentales que han establecido mecanismos para la negociación, protocolos para detener la violencia y planes territoriales, sin resultados concretos. Las amenazas y agresiones continúan, así como una lamentable impunidad, incluso en el caso de asesinatos relacionados con la lucha.

Dicha incapacidad por parte del Estado motivó a que organizaciones y líderes indígenas bribris y térrabas-brörán iniciaran un proceso en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos (OEA). Así, en el 2015, esta instancia le interpone al Estado costarricense medidas cautelares a favor de los líderes, las familias recuperadoras y las personas indígenas de los territorios de Salitre y Térraba (Medida Cautelar N.º 321-12).

La respuesta del Estado fue muy lenta e ineficiente, y los asesinatos de Sergio Rojas Ortiz y Jehry Rivera Rivera se dieron justamente 4 y 5 años después de que se emitieran las medidas cautelares. Sin duda, estos homicidios evidencian la incapacidad del Estado, no solo para hacer cumplir sus propias leyes, sino para mediar en un conflicto que su misma incapacidad provocó. Muestra, igualmente, el declive de los derechos humanos en el país y la exacerbación del racismo en el Pacífico Sur, que se refleja en las acciones e inacciones de institucionalidad costarricense.

Al iniciar un nuevo siglo la preeminencia del multiculturalismo mostró sus contradicciones tanto en Costa Rica como en el resto de la región centroamericana. La antinomia entre la legislación, la movilización organizativa de los indígenas (respaldada por los organismos internacionales), por otro lado, la desaplicación de las leyes y la implantación de proyectos extractivos en tierras indígenas, generaron un progresivo aumento de conflictos territoriales, pero también de los litigios legales nacionales e internacionales que apelan a la legislación multicultural.

Equipo multidisciplinario

Coordinación:
Dra. Denia Román Solano, Escuela de Antropología y CIAN, UCR

Personas investigadoras:
Dra. Alejandra Boza Villarreal, Escuela de Historia, UCR
Sr. Alí García Segura, Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, UCR
M.Sc. Francisco Solano Mata, Escuela de Geografía, UCR
M.Sc. Luis Mariano Sáenz Vega, Profesor jubilado e investigador ad honoren del CIAN, UCR
Dra. María Paula Barrantes Reynolds, Escuela de Ciencias Políticas y Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericana, UCR (proyecto vinculado)
M.Sc. Marvin Amador Guzmán, Escuela de Comunicación Colectiva, UCR
Dr. Roberto Castillo Vásquez, Escuela de Geografía, UCR
M.Sc. Xinia Zúñiga Muñoz, profesora jubilada e investigadora del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo, Universidad Estatal a Distancia, Costa Rica.

Investigadoras temporales
M.Sc. Helga Arroyo Araya, Escuela de Psicología, UCR / Psicología UNA
Dra. Marcela Moreno. Facultad de Derecho, UCR.

Codirección científica:
Dra. María Eugenia Bozzoli, profesora emérita e investigadora del CIAN, UCR
Dra. María del Carmen Araya Jiménez, profesora jubilada e investigadora del CIAN, UCR
Dr. Onésimo Rodríguez Aguilar, director del CIAN, UCR

 

Marilin Agüero Vargas
Comunicadora Ciencias Sociales

Sobre pertinencias y empatías

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Hace unas semanas asistí a un taller organizado por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) de Costa Rica, sobre el tema de la pertinencia de las carreras que se ofrecen en la educación superior pública del país.

Sobre la discusión desarrollada y el concepto discutido, debo decir que intuyo que las instituciones de Educación superior pública del país hemos caído en la trampa de la racionalidad del mercado y la búsqueda del éxito económico, sobre cualquier saber o conocimiento compartido.

Me preocupó que ninguna carrera relacionada con el arte fuera referenciada porque en el fondo “no produce”. De igual manera las Ciencias Sociales fueron exiguamente visibilizadas, dada su escasa relación con la competitividad y eso que casi míticamente ha empezado a llamarse la cultura (o la religión) STEAM.

Esta reflexión la comparto hoy que debemos preguntarnos qué es lo verdaderamente pertinente en una sociedad que aún a tientas trata de sobreponerse a una de sus peores crisis civilizatorias de la historia. Pareciera que esa racionalidad instrumental que antepone los criterios mercantilistas a lo demás se ha impuesto como proceso sociocultural.

Y en esa imposición pulveriza la empatía como acción humana fundamental.

Leo con estupor en los diarios costarricenses una noticia de la cual no termino de asombrarme: la ex ministra de educación costarricense Sonia Marta Mora fue condenada al pago de una multa por haber autorizado a una funcionaria de su Ministerio a tomar una licencia para cuidar a su esposo enfermo en fase terminal. Eso pasó hace unos años.

El criterio institucional, la racionalidad administrativista que ha supuesto la gestión de lo público en los últimos 40 años, consideró improcedente el actuar de la exjerarca y la condenó al pago de una multa.

Excesivo.

Increíble y excesiva la forma como la institucionalidad salda sus cuentas dejando en segundos planos lo verdaderamente importante en su accionar: los seres humanos. De esta entronización de la racionalidad capitalista en las esferas estatales ya había dado cuenta la economista costarricense María Eugenia Trejos en un agudo análisis sobre el tránsito de la racionalidad neoliberal en el marco del estado costarricense.

Entre lo que el pensamiento racional considera como pertinente y la ausencia de empatía ante el dolor, se nos muestra el lado más odioso de la promesa neoliberal.

Dicho esto, se impone urgentemente humanizar las políticas públicas, dotarlas de nuevas formas de sensibilidad, de nuevo músculo en el que el ser humano retorne a su centro, pensarlas con el corazón, actuarlas con el corazón.

Programa Alternativas: Realidad actual de las Ciencias Sociales en Costa Rica. ¿Qué hacer?

Se le invita a sintonizar el programa Alternativas, este próximo viernes 25 de noviembre a partir de las 6:00 p.m; donde se abordará el tema “Realidad actual de las Ciencias Sociales en Costa Rica. ¿Qué hacer?”

En esta edición se tendrá como panel invitado a:

  • Jéssica Barquero Barrantes, trabajadora social.
  • Abelardo Morales Gamboa, sociología y relaciones internacionales PhD, profesor de la Escuela de Sociología de la UNA.
  • Alberto Rojas Rojas, director de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, UNA.
  • David Días Arias, historiador y director del CIHAC-UCR.
  • Isabel Avendaño Flores, Dra. geógrafa y decana de la Facultad de Ciencias Sociales, UCR.

Recuerden que podrán sintonizar el programa vía Facebook Live, YouTube o escucharlo mediante la transmisión por Radio 16 (1590 AM).

Cualquier consulta pueden realizarla en la sección de comentarios en las redes sociales del programa, las cuales se abarcaran en la transmisión en vivo. 

https://surcosdigital.com/suscribirse/

LA CUARTA PARED

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El sonido era ensordecedor. No se escuchaba nada entre gente que no entendía el inicio de la puesta teatral y la algarabía desatada en un auditorio colegial de más de mil gentes, en el marco de un festival Inter universitario de teatro en la Costa Rica bisoña de inicios de los años noventa, cuando creía que el neoliberalismo era sólo un proyecto para reformar al estado, empequeñecerlo, privatizarlo y entregárselo al capital transnacional.

Toda esa agenda se ha ido cumpliendo 30 años después, solo que ahora impulsada desde una contra revolución cultural regresiva y conservadora sin retorno.

Es una noche calurosa de febrero y el festival se desarrolla en el Pacífico costarricense. Allí hemos llegado como parte del elenco de Spacem, montaje producido por el Grupo de teatro Girasol, del Centro de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, una de las cinco universidades públicas del país. La algarabía la provocábamos los actores que, confundidos entre el público, encendíamos nuestros focos y hacíamos maniobras con nuestros cuerpos. Se trataba de una obra futurista en la que los sueños y el empeño eran ley motiv. Lo hicimos desde nuestras condiciones de montaje y producción en una universidad pública.

En estos días la contrarrevolución cultural conservadora y regresiva representada en el poder ejecutivo costarricense y una estrategia de comunicación bien pensada en redes sociales, han lanzado una ofensiva para disminuir el presupuesto que por ley le es otorgado a las universidades públicas para seguir operando.

Entre sus argumentos, urgen a las universidades impulsar carreras técnicas en desmedro de las ciencias sociales, las artes y las humanidades. Es urgente, ha sido urgente si una revisión interna de la distribución presupuestaria pero no hacia la baja, sino más bien para volverla más equitativa entre remuneraciones e inversión social, que al final termina siendo más amplia que las primeras.

Pero los embates prácticos y discursivos contra todo significado social y cultural de las universidades públicas costarricenses han encontrado resonancia en una agenda setting que por años ha ensañado su arsenal contra estas instituciones. Particularmente su rol crítico, pensante, cuestionador.

Entonces pienso en ese momento del festival de teatro donde llegamos grupos universitarios a compartir nuestro trabajo. En mi caso, entonces estudiante de sociología, tuve la enorme posibilidad de audicionar y tomar parte de un hermoso proyecto cultural que como el Grupo de Teatro Girasol formó no solo actrices y actores, sino personas pensantes y felices ante la vida.

En el género teatral romper la cuarta pared significa interacción entre el personaje y el público en un diálogo natural. Hoy quiero romper esa cuarta pared para dejar constancia del enorme legado que dejó en mi haberme formado en una universidad pública, desarrollarme en el área de las ciencias sociales y complementarla con una visión artística que hoy impulso a través de la literatura, de la poesía.

Termino esta reflexión participante citando a mi maestro Osvaldo Sauma quien nos recordaba el ser comunidad, algo que necesitamos hoy para defender nuestra institucionalidad universitaria pública de los embates recortistas y retrógrados:

“Que no se salve nadie si no nos salvamos todos”.

La universidad pública, una vez más, está en la lucha. Librémosla juntas, juntos.

Ciencias Sociales y elecciones 2022: diálogo abierto

El Decanato de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional invita al foro titulado “Ciencias Sociales y elecciones 2022: diálogo abierto”, el cual se realizará este viernes 11 de febrero 2022, de 10:00 a.m. a 12:00 m.d.

El foro será transmitido por medio de Zoom y Facebook Live de la Facultad. A Zoom se puede ingresar con el siguiente vínculo: https://una-cr.zoom.us/j/88314824289…

ID de reunión: 883 1482 4289

Código de acceso: 554199162.

#somoscienciassociales #SentidoHumano #FCSSIComunica

Desescalar la investigación social: enunciación y cuido

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Sobrepasamos ya algo más de un año desde que la Organización Mundial de Salud declarara el estado de pandemia. Entre olas, confinamientos, cierres de fronteras, hallazgos de la ciencia, vacunaciones, sistemas de salud exhaustos y combativos, se han develado certezas e incertidumbres sobre las dimensiones humanas que fueron falseadas, las preguntas sobre la construcción social de los afectos las solidaridades, las cercanías.

A la ciencia en su sentido más amplio se le ha demandado consecuencia: respuesta, exactitud, prontitud, pertinencia. Ha respondido desde todas las posibilidades y recursos disponibles.

Sin embargo, no debemos dejar de cuesitonarnos justamente por las condiciones de quiénes hacen ciencia en medio de la pandemia. ¿Que ha pasado con sus vidas? ¿Su subjetividad?

¿Sus redes de apoyo y acompañamiento? ¿Han tenido pérdidas cercanas? ¿Cómo enfrentan el dolor, el miedo? ¿Qué estrategias han diseñado para seguir adelante?

Junto a esas interrogantes sobre las personas y sus entornos, discusiones muy pertinentes y oportunas empiezan a referenciar lo que metafóricamente llamaríamos “desescalar” los acercamientos que se habían venido formulando para profundizar los distintos campos de conocimiento vinculados con el quehacer disciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario en las ciencias sociales.

En este sentido: ¿es posible seguir con las mismas preguntas y las mismas metodologías de la denominada “normalidad” como si los procesos sociales y las subjetividades no hubieran experimentado ellos mismos cambios e impactos evidentes producto de la contingencia?

En el recién pasado congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) denominado “Crisis global, desigualdades y centralidad de la vida”, se discutieron y analizaron varios temas sobre la implicación de la investigación social en el periodo actual.

Entre las reflexiones compartidas destaca el dossier «Desafíos éticos de la investigación social en tiempos de pandemia (parte 2)», en el que las investigadoras de FLACSO Ecuador Tatiana Jiménez Arrobo y Vanessa Beltrán Conejo invitan a considerar los desafíos metodológicos del estudio de los procesos sociales en tiempos de excepcionalidad.

Hablan, desde su rol como investigadoras feministas, sobre la necesidad de “politizar la investigación” en el sentido de implicarse en el ejercicio de la mirada más allá del campo objetivo de los temas y objetos de investigación.

En sus palabras, lo anterior significa politizar las dimensiones subjetivas de quienes se colocan, en los procesos de investigación, como investigadores e investigadoras, porque ellos mismos, ellas mismas, están atravesados por miedos, preguntas, condiciones materiales y de salud tanto física como emocional, que intervienen en sus dinámicas como personas y como investigadoras.

He venido insistiendo en este y otros espacios, en la necesidad de hacer consciente el ejercicio de detenerse y respirar. Es decir, replantearse las formas de trabajo, las prácticas y hasta las propias discursividades, atravesadas como están por las lógicas de poder.

Esta actitud de “restablecernos” es la que proponen Jiménez y Beltrán acerca de considerar el lugar de la enunciación de quien investiga:

“Antes de la pandemia, ninguna de nosotras creía que el cuidado de sí era un elemento central en el diseño de nuestras investigaciones. Lo entendíamos como un privilegio de clase, asociado a procesos de reflexión poco comprometidos con la transformación social. Frente al riesgo de enfermedad, el aumento de las muertes por coronavirus, y el dolor generalizado que conlleva enfrentar la pérdida de seres queridos por pandemia, comprendimos que las preguntas en torno a los cuidados, la responsabilidad y el apego a principios éticos en nuestro proceso de reflexión eran, más que un privilegio, una necesidad. Fue en función de esas preocupaciones y lineamientos que ajustamos nuestras estrategias metodológicas y buscamos nuevas rutas para enfrentar las preguntas que nos habíamos planteado” (2021, 19).

Desescalar la investigación social no solo implica desprogramar lo andado y volcar la mirada a la nuevas realidades y necesidades producidas por la contingencia y la disrupción. Obliga afinar el sentido para situar las desigualdades de clase, género, nacionalidad y espacialidad como rasgos esenciales de una investigación al servicio de los sectores más vulnerables y excluidos.

Pero también señala el camino para considerar la propia subjetividad de quien investiga, acompañarle en el cuido y la escucha. Es esencial dar este paso para afrontar lo que sigue. Desde otras formas y posibilidades. Más cercanas a una ética del cuido y una política del afecto. Es esencial y necesario.

 

Imagen principal: Ilustración de la portada del libro «Emociones, afectos y sociología. Diálogos desde la investigación social y la interdisciplina». (2016). UNAM.