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Etiqueta: clase trabajadora

El cambio en la jornada de trabajo que quieren los capitalistas viola la Constitución Política

Quieren robarles a los trabajadores lo que ganan en las horas extras. En las horas difíciles, cuando aumenta la pobreza y la desocupación, atentan contra los derechos legítimos de los trabajadores. El pueblo está amenazado por una hambruna.

Humberto Vargas Carbonell

Los sindicatos han publicado no pocas declaraciones, y han reunido diversos y racionales argumentos para oponerse al proyecto de ley que pretende modificar la regulación de la jornada laboral.

La pretensión de posibilitar que los patronos modifiquen la jornada laboral con el propósito de escamotear el pago de las llamadas “horas extras” es, en esencia, un intento de robarle al trabajador parte de su salario. Esto es lo principal, eliminar el salario extraordinario que debe pagarse cuando entrega a la empresa un esfuerzo que sobrepase la jornada de 8 horas, que es, medida en tiempo, lo que el trabajador ordinariamente entrega a su patrono.

La jornada de las 8 horas se estableció gracias a la lucha de trabajadores y como una conclusión científica médica.

Las jornadas extenuantes conspiran no solamente contra la vida y el bienestar de los trabajadores, conspira también contra la vida normal de las familias y contra el desarrollo profesional de los trabajadores y contra la recreación imprescindible para su estabilidad psíquica.

Las reglas impuestas por el modelo neoliberal a los asalariados son realmente avasallantes y destructivas. Así es en la “empresa” y en las supuestas horas de descanso.

El aumento del tiempo en el trabajo que se resta al descanso, terminará siendo un tiempo robado a los productores directos para engrosar la riqueza de los explotadores.

En fin, convertir este agravamiento de la explotación en una ley de la República, no es más que una vileza contra la clase trabajadora. No es posible aceptar como norma legal lo que es, además, contrario a lo que establece la Constitución Política.

¡Veamos!

El artículo 58 de la Constitución establece que “La jornada diaria de trabajo diurno no podrá exceder de ocho horas diarias y cuarenta y ocho a la semana. La jornada ordinaria de trabajo nocturno no podrá exceder de seis horas diarias y treinta y seis a la semana…”

Esto significa, como es evidente, que la “jornada laboral” en nuestra legislación es una institución constitucional. Y con tal categoría, en nuestro régimen de derecho, para cambiarla se requiere una norma del mismo rango, es decir una reforma a la propia Constitución Política.

Sigo copiando el texto constitucional del mismo artículo 58: “El trabajo en horas extraordinarias deberá ser remunerado con un cincuenta por ciento más de los sueldos o salarios estipulados.”

Esto significa que la retribución que debe pagarse por las “horas extras” es también un instituto de rango constitucional y ninguna ley o reglamento puede modificarlo y, mucho menos, suprimir el pago adicional que establece el texto transcrito.

Más adelante el artículo constitucional copiado establece lo siguiente: “Sin embargo, estas disposiciones no se aplicarán en los casos de excepción muy calificados, que determine la ley”.

Para “legitimar” la no aplicación del artículo 58, se hacen necesarios dos elementos: que una ley defina cuál es la naturaleza del asunto y por qué se trata de un “caso de excepción muy calificado” y que esa ley esté vigente antes de declarar la inaplicabilidad del texto constitucional transcrito.

Hasta donde estoy enterado nadie ha intentado diseñar un “caso de excepción muy calificado”, porque es imposible hacerlo, ya que requeriría establecer “como un caso de excepción muy calificado” hacer que los ricos sean más ricos haciendo que los pobres sean más pobres.

Esto ocurre en la realidad del capitalismo neoliberal, pero no es “una excepción muy calificada”, al contrario, es la dolorosa realidad de todos los días.

Para modificar lo que manda el artículo 58 con el propósito de reducir la jornada normal, durante el Gobierno de Alvarado, apelaron a la Comisión Nacional de Emergencias; ahora no lo intentaron para no quedar en ridículo. Pero de todas maneras continuarán intentándolo…

Así es la tozudez de los capitalistas cuando se trata de defender sus intereses. Eso debe aprender el pueblo pobre cuando se trata de defender sus propios intereses.

NO SE DEBEN ENTREGAR DERECHOS

Martín Rodríguez E.

La estrategia del Gobierno del sector empresarial es, sentar a la mesa a «todos» los actores sociales para legitimar un atropello más a los derechos de la clase trabajadora y del pueblo.

NADA HA SIDO GRATIS, ningún derecho alcanzado, ni en la seguridad social, laboral o económica, ha sido un regalo, ni del gobierno, ni de los empresarios.

TODO, absolutamente todo, ha sido ganado en las calles, con un pueblo en lucha para mejorar sus condiciones laborales y económicas y las de su familia. Para poder tener casa, educación, alimento y vestido para sus hijos e hijas.

LA CLASE TRABAJADORA de los años 1920´s, 40s, 50´s, 60´s y 70´s, lucharon en las calles, fueron golpeados, encarcelados y asesinados por la policía para poder obtener el derecho a la jornada de 8 horas, las garantías sociales, la salud, la educación, el agua, la electricidad, la vivienda y el Código de Trabajo.

HOY PERDEMOS TODO, hipotecando lo más preciado, el futuro de jóvenes, niños y niñas, que vivirán lo que a inicios del Siglo 19 se vivía, la esclavitud laboral, el hambre y la miseria.

MIENTRAS en muchos países europeos han reducido la jornada laboral de 48 a 35, 32 y hasta 29 horas semanales, en Costa Rica pretenden esclavizarnos.

SI PERMITIMOS este nuevo ataque contra la jornada laboral de 8 horas, preparemos a los jóvenes a vivir en esclavitud.

EN LA ENCRUCIJADA, solo queda un único camino, y estamos legando a ella. Como en una calle ciega, amenazados por delincuentes, solo queda organizarse y luchar.

LAS ORGANIZACIONES SINDICALES, y todo el pueblo costarricense, se enfrenta a la decisión más determinante de la historia de este Siglo, ASUMIR CON VALENTÍA y enfrentar a la narcomafia políticoempresarial que pretende robarse TODO y llevarnos a más desempleo, pobreza y miseria.

DOS COSAS PODEMOS HEREDAR a nuestros hijos e hijas, la actitud valiente en lucha por sus derechos o la claudicación y esclavitud ante un régimen mafioso que opera desde el poder político.

1 de junio de 2022

Ante la agresión del diputado Eliécer Feinzaig Mintz al salario escolar

Freddy Pacheco León

Hace 27 años se aprobó ese ajuste salarial que se paga diferido. Para el trabajador significa una retención obligatoria que cae muy bien a inicios del año. Al sector privado se le ha propuesto algo, al menos similar, pero no lo aceptan porque quizá muchos patronos, reportan salarios menores haciendo pagos como »servicios profesionales» para escamotear cargas sociales y llevar una contabilidad paralela que les permita no reportar ganancias ¡por eso la evasión de impuestos supera el déficit fiscal! No podrían pues reportar salarios reales porque se les «jode el negocio». 

Para conocer el origen histórico del salario escolar veamos lo que nos dice su gestor quien fue miembro del gobierno de Figueres Olsen (1994 – 1998) como ministro de Trabajo, Farid Ayales:  

»El salario escolar es parte integrante del salario del trabajador con la particularidad que el 8.25% se paga en forma diferida a final de la primera quincena de cada enero. Se constituyó de acuerdo con mi propuesta que el aumento salarial del primer semestre de 1995 se pagara así. Mi propuesta fue acogida por el Consejo Nacional de Salarios que es independiente. Por tanto, NO se puede eliminar o incautar porque sería una rebaja ilegal del salario». 

¡Lástima que Feinzaig no es dado a estudiar, porque se hubiera evitado el ridículo que está haciendo! 

ANEP, ante el aumento del precio del combustible

ANTE EL IMPACTANTE AUMENTO EN LOS PRECIOS DEL COMBUSTIBLE ANEP PROPONE TRES MEDIDAS EXCEPCIONALES

  • El Gobierno y la Asamblea están indolentes ante el sufrimiento popular
  • Más de 1.000 colones por litro de gasolina/diésel, mientras no hay una política salarial ante el alto costo de vida, situación que tiene indignada a la clase trabajadora y personas pensionados por IVM CCSS

Peligrosa es la pasividad tanto del Gobierno de la República como de la Asamblea Legislativa ante el creciente enojo de la gente. La indolencia de ambos pone en alto riesgo la paz social, ya de por sí agravada por una ola delincuencial que parece estar sin control.  

La nota completa se puede encontrar en el siguiente enlace: https://anep.cr/ante-el-impactante-aumento-en-los-precios-del-combustible-anep-propone-tres-medidas-excepcionales/ 

LOS VERDADEROS RESPONSABLES

Martín Rodríguez E.

Son los más grandes empresarios y sector financiero que, mediante la corrupción, carcome las entrañas de nuestra Patria, saquea y vacía las arcas del Estado, que privatiza empresas y servicios públicos indispensables para la clase trabajadora y nuestro pueblo, los más pobres, los más necesitados.

El entrelazamiento de los efectos sociales de la pandemia y la agudización de las contradicciones del capitalismo ha generado ya, en este momento, una crisis económica profunda y aguda. Crece la desocupación, aumenta la pobreza, quiebran las pequeñas y medianas empresas y se crean las posibilidades de una enorme concentración del gran capital.

En las crisis los más fuertes se enriquecen a costa de la quiebra de los más débiles.

Cientos y puede ser que hasta miles de medianas y pequeñas empresas tengan que terminar sus actividades. Las actividades de las pequeñas y medianas empresas que cierren serán absorbidas, al final de cuentas, por grandes capitalistas.

El brutal congelamiento de salarios, que además van perdiendo capacidad de compra, empobrece a miles o millones de familias costarricenses mientras unos pocos se enriquecen obscenamente.

URGE la unidad popular, por encima de diferencias.

URGE la construcción de una Agenda de lucha unitaria, patriótica y antiimperialista.

URGE la unión de las organizaciones sindicales y sociales, superando diferencias personales o gremiales.

URGE enfrentar, organizadamente, a una mafia que destruye a Costa Rica desde las entrañas del poder político.

Pero esta urgencia es ¡YA!, se hace tarde.

Alternativas presentó programa especial en el marco de la lucha del 01 de mayo

El pasado viernes 29 de abril el programa Alternativas celebró un programa especial en conmemoración del 1 de mayo titulado “Unidad para la defensa y ampliación de los derechos económicos, políticos, sociales, culturales y ecológicos de nuestro pueblo”. Este programa estuvo en el marco de un contexto nacional de relevancia en cuanto al cambio de gobierno y los retos que se avecinan para la ciudadanía y las comunidades costarricenses. 

Este programa especial contó con la participación de activistas y expertos como la abogada Ericka Álvarez, la investigadora y presidenta del CCPJ de Palmares Raquel Sagot, la integrante de la Coordinadora Popular de Occidente Dayana Ureña y el estudiante de Ciencias Políticas Isaac Zamora.

Entre los temas abordados se encuentra la enorme desigualdad existente entre la clase trabajadora costarricense versus las personas más ricas del país, los deberes de la clase trabajadora para consigo misma orientados hacia información, organización, formación y acción. Esto con el fin de hacerle frente a la flexibilización laboral y el neoliberalismo.

En la segunda ponencia se habló sobre la dignidad y el reconocimiento de la clase trabajadora. Se analizaron los efectos de la pandemia que expuso a este sector a una violación flagrante de los derechos laborales y el debilitamiento de la seguridad frente a los intereses económicos, las políticas de las transnacionales.

Otra exposición giró en torno a los derechos culturales, la lucha de la clase trabajadora por espacios para el desarrollo cultural desde el ámbito cantonal y nacional. En este sentido, la expositora señala que “la cultura en las comunidades ayuda a que las personas tengan mejor calidad de vida, mejor educación y esto genera otros cambios como los cambios sociales y los cambios económicos. Puede repasar nuevamente este programa especial de Alternativas y el resto de exposiciones y comentarios mediante el siguiente enlace: https://www.facebook.com/watch/AlternativasGrecia/

Recuerde seguir todos los viernes a las 6pm (Hora Costa Rica y Centroamérica)

BUSSCO: 1 de mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora

Este domingo 1° de mayo se convoca a las organizaciones y  al pueblo costarricense a participar en la celebración del Día Internacional de la Clase Trabajadora, en el parque Central de San José, a las  8:30am.

En tanto, ante la grave crisis política y económica que golpea al pueblo costarricense, la unidad, la organización y la lucha, serán el estandarte para detener este flagelo neoliberal. 

La Clase Trabajadora Local y Global

Por Marlín Oscar Ávila

27 de abril de 2022

La clase trabajadora[1], hondureña, costarricense, centroamericana, suramericana, norteamericana, europea, africana, asiática, del este y oeste, del pacífico y del atlántico, de todo el globo terráqueo, es la misma víctima de las consecuencias de decisiones que toman las grandes y medianas potencias mundiales, el Estado Profundo y sus grandes y medianas corporaciones financieras y globales, regionales o continentales. El éxito de éstas, mediante la aplicación de sistemas liberales y neoliberales, son la desunión, la desinformación, la ingenuidad política y el empobrecimiento en crescendo que vive esta clase trabajadora.

Las crisis generadas por contaminación de microorganismos (patógenos), provocadas con armas biológicas o no; los daños causados por fenómenos atmosféricos, no atendidos debidamente con los recursos destinados a paliar sus efectos; la crisis provocada por las políticas de sanciones como recurso de castigo a otro gobierno y pueblo señalado unilateralmente como enemigos y sus repercusiones a la clase trabajadora de nuestro continente, son los flagelos cotidianos de los y las trabajadoras. Se ha especulado que parte de los proyectos de las élites globales, ha sido la reducción de la población trabajadora en un 15%, aunque sí ha habido una reducción importante de población, no se ha llegado a esa tasa.[2]  

Aun cuando los medios internacionales hacen creer que son únicamente Cuba, Venezuela y Nicaragua quienes han sido bloqueados para que sus gobiernos caigan bajo control de Washington, las repercusiones de la guerra bélica, económica y comercial de las potencias mundiales, en los últimos tres meses, con escenario ucraniano, con errores políticos significativos de los gobiernos en conflicto provocan un impacto negativo generalizado en todo nuestro continente y sin duda a nivel global, en toda la clase trabajadora mundial, hasta sentirse que el bloqueo se expande hacia todos los pueblos trabajadores, incluso en el mismo eje imperial.

Es evidente el efecto bumerán que las sanciones económicas contra Rusia han producido en las grandes compañías que invierten a nivel global, incluyendo dentro de la misma Rusia.  Un efecto inmediato ha sido la inflación. En la potencia del norte la inflación no tiene precedentes en las últimas décadas.[3] En Honduras la inflación se obtuvo en un 5. 32% en 2021, pero el primer trimestre del presente año llegamos a 2.52%, según el Banco Central, proyectándose arriba de un 9% para el fin del presente año[4] En Costa Rica hay un cuadro similar: La inflación de Costa Rica mostró una variación interanual (de abril de 2021 a marzo de 2022) de 5,79%, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado este jueves 7 de abril por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).7 abr 2022  Si las grandes corporaciones, así como las medianas y pequeñas empresas se ven obligadas a cerrar parte o el total de sus operaciones, porque los insumos de producción se han encarecido y la energía para operar se les elevó más de un  30% el efecto inmediato es el cierre de negocios, pequeñas y medianas empresas, el desempleo o, al menos, la reducción en empleados, será el resultado.

Los costos de la canasta básica han ido aumentando y seguirán así porque nuestros países dependen de la importación de agroquímicos y alimentos procesados para sus cultivos y los alientos de su ganado en general, lo que repercute en la mano de obra rural.

Honduras y Costa Rica importan vegetales y hasta granos de otros países. Hemos sido inducidos a una agricultura “moderna”, de extensas plantaciones sembradas y cultivadas con agroquímicos, semillas mejoradas y alimentos procesados, todo importado. Sabemos que los mayores productores de esos insumos y energéticos (petróleo, carbón, gas) son los países del este de Europa, como Ucrania y Rusia, aunque hay otros pequeños productores que no tienen capacidad de satisfacer la demanda global.

Conocemos bien que los recursos energéticos son la clave para el desarrollo económico de una nación. Es con energía que se mueve casi todo, sino todo, desde el ser humano, cualquier equipo electrónico, maquinaria, recurso ecológico, la atmosfera, el universo mismo, es movido por su energía intrínseca o extrínseca. Los primeros recursos que se encarecieron fueron los hidrocarburos. Irónicamente han sido las grandes corporaciones petroleras las primeras en sacar ventaja económica de la crisis y profundizar la misma, internacionalmente.[5]

Es este el panorama obscuro que la clase trabajadora nacional e internacional tiene, con grandes retos en su vida cotidiana y a corto plazo. Sí, aun así, esta clase trabajadora sigue desorganizada (desunida) y solamente dispuesta a participar en contiendas políticas partidarias, dejando en el pasado sus reivindicaciones económicas para mejorar su calidad de vida, y abandonando sus organizaciones sindicales, tendrá que encontrar cómo sobrevivir en Costa Rica con el desgastado solidarismo, y en Honduras y Guatemala, adonde emigre.

[1] Asalariados, labradores, pastores de ganado, operarios fabriles, sub empleados y desempleados, microempresarios del sector informal.

[2] https://www.udg.mx/es/noticia/pandemia-del-covid-19-propiciara-disminucion-en-crecimiento-poblacional-y-esperanza-de-vida

[3]Desde hace más de un año, la tasa de inflación supera la meta de 2% establecida por la Reserva Federal. La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se disparó en marzo a 8,5 %, informó este martes (12.04.2022) la Oficina de Estadísticas Laborales.13 abr 2022

[4] Tegucigalpa, 8 abr (EFE). – Honduras cerró el primer trimestre de 2022 con una inflación acumulada de 2,52 %, informó este viernes el Banco Central del país centroamericano (BCH).8 abr 2022. Aunque estos son datos oficiales, a los cuales normalmente se les aplica una reducción para no afectar negativamente la economía general.

[5] El precio del petróleo ha subido más de un 70% en los últimos 12 meses, desde los 45 dólares por barril de Brent de junio de 2017 hasta cerca de los 80 dólares en mayo de 2018. Así, después de tres años de bajos precios, el crudo ha vuelto a niveles no vistos desde finales de 2014.

Conmemoración del Día Internacional de la Clase Trabajadora

El próximo 1 de mayo del 2022, a las 9:00 a.m., la juventud Anepista realizará un acto en conmemoración del Día Internacional de la Clase Trabajadora. Éste se efectuará frente a correos de Costa Rica, San José.

Se le invita a participar de esta actividad.

EN TIEMPOS DE REACCIÓN Y RETROCESO POLÍTICO Y SOCIAL (II)

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (22)
Tercera época

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El devenir histórico de nuestras sociedades transcurre con un mayor o menor grado de alteridad entre épocas de gran dinamismo y transformaciones de todo orden, y otras en las que eso que llamamos “el tiempo histórico” parece detenerse. Las distintas colectividades humanas tienden a percibir estos fenómenos o eventos sucesivos, de una manera más o menos diferenciada. En el caso de la Costa Rica de la segunda mitad del siglo anterior con sus reformas y transformaciones sociales que fueron muy evidentes hasta para el ciudadano más desaprensivo, y con menos capacidad para la observación de los grandes eventos históricos, quedaron sin embargo debajo del tapete- por así decirlo- muchos detalles que no eran perceptibles a simple vista para las gentes más fanáticas y arrebañadas de entonces. En lo esencial, el pacto social y el texto de la Constitución Política de 1949, mantuvieron y profundizaron, con algunas excepciones, el espíritu reformista que había prevalecido desde el inicio de la década de los cuarenta, tal y como habíamos indicado en la primera parte de este artículo, dándole un impulso revolucionario a las transformaciones de la sociedad costarricense.

Después de la campaña maccartista que libraron las fuerzas reaccionarias contra la candidatura socialdemócrata de Daniel Oduber Quirós durante las elecciones de 1966, con su terror y sus voces del odio, exteriorizadas en el mejor estilo totalitario y goebbelsiano del “miente, miente que algo queda” (Joseph Goebbels, dixit), se produce un ascenso de las fuerzas regresivas de la derecha más conservadora con el triunfo electoral de José Joaquín Trejos Fernández, mientras el “calderonismo histórico” abandona, de manera simultánea, sus últimos arrebatos reformistas, dando lugar a una espinosa y difícil coyuntura, en medio de la que –como habíamos indicado-  se produce un giro hacia la izquierda, dentro de las filas del Partido Liberación Nacional que se sintió amenazado con este ascenso de las fuerzas de la reacción, pues si bien prevalecía en el ambiente un marcado anticomunismo de guerra fría, también era muy fuerte el ímpetu reformista y revolucionario en aquel partido que fundaron los glostoras en 1951. Fue así, como el sociólogo y presbítero Benjamín Núñez Vargas y otros connotados dirigentes fundaron el Movimiento de Patio de Agua para una revolución social, para lo que se estuvieron reuniendo, durante algunos meses del año de 1968, en la finca de San Isidro de Coronado, propiedad de Núñez, contando con el apoyo de Daniel Oduber Quirós, José Manuel Salazar Navarrete (destacado intelectual fallecido recientemente), Alfonso Carro Zúñiga y muchos otros que se opusieron al contrato ley con la empresa Aluminium Company of America (ALCOA), (enfrentándose para ello a José Figueres y otros dirigentes de su propio partido), propiciaron el regreso a la vida política electoral de la otra izquierda: la de los vencidos en la guerra civil o golpe de estado de 1948, además de la derogación del párrafo segundo del artículo 98 de la Constitución Política de 1949 y la supresión del texto constitucional de la figura colonialista de los contratos ley durante la legislatura de 1974-1978, la que había permitido los contratos bananeros de los últimos años del siglo XIX, el de 1938 para la región del Pacífico y el contrato de ALCOA, la que coincidió con el período presidencial de Daniel Oduber Quirós y su administración socialdemócrata por excelencia, una que llevó a cabo importantes programas económicos, sociales y culturales que marcaron el punto más alto del estado de bienestar, y el estado social de derecho que alguna vez fuimos,

En síntesis, puede afirmarse que el impulso de este giro hacia la izquierda se prolongó durante más de una década, hasta que a partir de 1984, con la materialización de un incruento golpe de estado, hacia el interior del gobierno liberacionista de Luis Alberto Monge Álvarez (1982-1986), en plena contrarrevolución neoconservadora a escala planetaria, impulsada por Ronald Reagan en los EEUU y Margaret Thatcher en el Reino Unido, empezaron de manera gradual los tiempos de reacción y retroceso social bajo el sello neoliberal, el que se acentuó a partir de la primera administración de Óscar Arias Sánchez, quien fuera el “pacificador” de la América Central (con su contrarrevolución blanda) pero también el que dio inicio al desmantelamiento del PLN, y sus planteamientos de justicia social y del mantenimiento del estado social de derecho hasta convertirlo en le cascarón electoral a que se encuentra reducido, dando inicio a los llamados Programas o Planes de Ajuste Estructural(PAES) y propiciando en ese período una reducción de los aportes gubernamentales a la Caja Costarricense del Seguro Social, cuando su aporte al régimen de invalidez, vejez y muerte fue reducido del 3,25% al 0.25%, lo que dio origen a un reiterado saqueo de los fondos de pensiones del régimen de Invalidez, vejez y muerte de esa institución, algo que se agravó al no pagar o atrasar las remesas los aportes de ley para el ya mencionado régimen de enfermedad y maternidad, cosa que han hecho los sucesivos gobiernos desde entonces durante casi un cuarto de siglo. La deuda con la seguridad social es de proporciones colosales, además ser esencia un acto criminal e irresponsable contra la población (Luis Alberto Jaén Martínez, dixit), a la que siguen engañando ciertos políticos y su corte de serviles.

La desaparición abrupta y el debilitamiento gradual de los sindicatos de los trabajadores agrícolas de las transnacionales bananeras, durante la década de los ochenta (en el marco de una profunda crisis de llamadas izquierdas) marcó un importante retroceso para toda la clase trabajadora de Costa Rica, en medio de una ofensiva ideológica de la ultraderecha neoliberal/ neoconservadora para desacreditar las conquistas sociales de los sectores campesinos, obreros y de los trabajadores del sector público señalándolas, con cierto cinismo, como “privilegios”.

La ofensiva del capital financiero en detrimento del capital productivo, acompañada de una gigantesca evasión y elusión tributarias, el saqueo de los fondos públicos mediante estafas escandalosas como la trocha, la especulación con los títulos valores de la deuda interna y la fuga de capitales hacia los “paraísos fiscales” son elementos que vinieron a completar la debacle social en la que nos hemos venido sumergiendo durante las décadas más recientes.

Desde entonces, a pesar de la lucha y la resistencia sostenida de los sectores populares, sus sindicatos y otras organizaciones, hemos vivido en tiempos de reacción y retroceso político y social. Este, y no otro, es el panorama que se presenta al inicio de la tercera década del nuevo siglo, después de que los “progres” del PAC en complicidad con el PLN, el PUSC y los llamados “partidos religiosos” se encargaron, a partir del año 2014, de acelerar el fin del estado social de derecho y de la Segunda República, surgida tras el último conflicto bélico importante de nuestra historia.