Martín Rodríguez E.
Son los más grandes empresarios y sector financiero que, mediante la corrupción, carcome las entrañas de nuestra Patria, saquea y vacía las arcas del Estado, que privatiza empresas y servicios públicos indispensables para la clase trabajadora y nuestro pueblo, los más pobres, los más necesitados.
El entrelazamiento de los efectos sociales de la pandemia y la agudización de las contradicciones del capitalismo ha generado ya, en este momento, una crisis económica profunda y aguda. Crece la desocupación, aumenta la pobreza, quiebran las pequeñas y medianas empresas y se crean las posibilidades de una enorme concentración del gran capital.
En las crisis los más fuertes se enriquecen a costa de la quiebra de los más débiles.
Cientos y puede ser que hasta miles de medianas y pequeñas empresas tengan que terminar sus actividades. Las actividades de las pequeñas y medianas empresas que cierren serán absorbidas, al final de cuentas, por grandes capitalistas.
El brutal congelamiento de salarios, que además van perdiendo capacidad de compra, empobrece a miles o millones de familias costarricenses mientras unos pocos se enriquecen obscenamente.
URGE la unidad popular, por encima de diferencias.
URGE la construcción de una Agenda de lucha unitaria, patriótica y antiimperialista.
URGE la unión de las organizaciones sindicales y sociales, superando diferencias personales o gremiales.
URGE enfrentar, organizadamente, a una mafia que destruye a Costa Rica desde las entrañas del poder político.
Pero esta urgencia es ¡YA!, se hace tarde.