Ir al contenido principal

Etiqueta: CONASSIF

ANEP pide, la separación inmediata de Rocío Aguilar Montoya de sus altos cargos en SUGEF y SUPEN

En esta mañana del miércoles 10 de julio, en las afueras del Banco Central de Costa Rica, ANEP entregó una carta dirigida al presidente del Banco Central de Costa Rica, Don Roger Madrigal López, a la honorable Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica y a la señora Laura Suárez Zamora, presidenta del Consejo Nacional de Supervisión de entidades del sistema financiero (CONASSIF).

En la carta ANEP pide que se separe inmediatamente a Rocío Aguilar Montoya de los cargos importantes que ostenta, esto por las grandes fallas que ha tenido y el gran dolor causado en su gestión de supervisión financiera, donde la intervención que ya tenía en casos tan notorios y divulgados como el caso de ALDESA y el caso Coopeservidores, donde el mismo Ministerio de Hacienda tuvo el hueco fiscal.

Por último, se mencionó que ya no genera o nunca ha generado la debida confianza en el sistema financiero de Costa Rica.

ANEP denuncia ante la Fiscalía de Probidad a Rocío Aguilar Montoya y solicita la separación cautelar de sus cargos

En una declaración de la ANEP se informa que se ha solicitado formalmente a la Fiscalía de Probidad y Transparencia del Ministerio Público la suspensión de Rocío Aguilar Montoya de sus cargos de Superintendente de Entidades Financieras (SUGEF) y Superintendente de Pensiones (SUPEN), y además, de su cargo en el  Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF). Esto, debido a su implicación en varias controversias financieras de alto perfil.

Se destaca en la declaración la preocupación por las acciones de Aguilar Montoya en casos sensibles como el de Aldesa, los rendimientos del ROP transferidos al exterior, y más recientemente, los problemas relacionados con Coopeservidores. Estas situaciones, según se indica, ponen en riesgo la confianza pública en el sistema financiero, afectando directamente a pequeños ahorradores, trabajadores pensionados y empleados del sector público.

La declaración enfatiza la gravedad de las acusaciones contra Aguilar Montoya y su impacto potencialmente perjudicial en la estabilidad y credibilidad del sistema financiero nacional. Se invita a la comunidad a estar atenta para más detalles sobre la denuncia; se solicita también expresiones de apoyo en este proceso.

Esta petición de suspensión refleja un movimiento significativo necesario por parte de la Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción para abordar presuntas irregularidades dentro del sistema financiero. Se subraya la importancia de la transparencia y la responsabilidad en la gestión de los recursos públicos y privados.

Caso Coopeservidores: ¡FUERA BOTELLONES!

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

El desenlace del caso Coopeservidores es un trago amargo para miles de personas.

La salida a los medios de comunicación de las autoridades de la Superintendencia de Entidades Financieras (SUGEF) y del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF) en vez de certezas, deja enormes dudas de las estructuras de vigilancia y control.

Es inadmisible que hayan sido engañados por la información generada a lo interno de Coopeservidores, además, por los auditores externos, quienes no habrían hecho la tarea.

¿Entonces, para qué sirven esas mega estructuras burocráticas? ¿Únicamente para recoger papeles y  cadáveres ante el dolor de los deudos?

Como si fuera poco, ahora el combo incluye la vigilancia de los regímenes de pensiones, con esa súper visión, a juzgar por los acontecimientos, andamos a tientas en la más oscura penumbra.

Si las superintendencias sirven únicamente para apilar documentos y pagar sueldos millonarios a botellones. ¡Apague y vámonos!

“¡Díganme qué pasó con mi denuncia!” Flora Fernández Amón a CONASSIF y SUGEVAL sobre caso ALDESA

Flora Fernández Amón envió una “carta abierta a la opinión pública y ahorrantes en Costa Rica”. La nota está dirigida a los correos electrónicos del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF) y de la Superintendencia General de Valores (SUGEVAL).

En su escrito Flora Fernández Amón señala:

“Tras el colapso de Aldesa el 8 de marzo del 2018, corrí a denunciar el 1° de abril (3 semanas después), con documentos en mano, todo lo actuado por Aldesa y el Corredor que ellos nos asignaron. Esos documentos que Aldesa nos hizo firmar, revelaban claramente que lejos de proteger nuestros intereses -que era la obligación que tenían tanto el Puesto de Bolsa regulado como los asesores financieros a cambio de las jugosas ganancias y comisiones que recibían- lo que hicieron fue despojarnos impunemente de los ahorros y los pusieron a responder por inversiones alocadas, sin ton ni son, en inventos carentes de contenido y la seriedad que debía tener un respetable Puesto de Bolsa supuestamente regulado y supervisado por la SUGEVAL.

En ese momento confiábamos en que la SUGEVAL y todo el sistema de supervisión financiera creado con el propósito de proteger al ciudadano, echaría a andar a todos sus recursos y con prontitud iban a atender la denuncia. ¡Nada más alejado de la realidad! Todo el sistema funciona para proteger a las entidades que debe regular y dejar al ciudadano totalmente desamparado, e incluso, cuando se interesa en figurar como parte, le restringen su participación a una coadyuvancia, subordinado a lo que solicite SUGEVAL, impidiéndole el acceso al expediente para que pueda gestionar. Pero eso no es lo más grave. Es que el tiempo pasa y no hacen absolutamente nada. Creíamos que el poder judicial era lento, y pese a lo voluminoso del caso es una liebre a la par de Conassif – Sugeval.

No exagero: el 30 de noviembre del año anterior (3 años y 8 meses después de presentada la denuncia) y hoy hace un año, Sugeval me informa que tienen la resolución para elevarla a Conassif con la apelación que había hecho Aldesa, eso significa que Aldesa conocía la resolución mientras yo no, pero la elevaban a Conassif. Apelé la misma en las estrechas 24 horas que me dieron para hacerlo, convencida en que finalmente las entidades de supervisión habían decidido hacer algo.

Tras varios meses -y como ha sido la costumbre en todo lo que rodea este pernicioso caso- rechazaron mi apelación por ser coadyuvante y no poder disentir de lo que había decidido la SUGEVAL, con argumentos de dudosa seriedad y calidad, convirtiéndome en una invitada de piedra al proceso, no obstante ser mi patrimonio el que se había esfumado, y el paso de tortuga continuó esta vez en Conassif, al extremo que al día de hoy 30 de noviembre, 2023 seguimos sin saber en qué quedó nuestra denuncia, si multaron a los corredores (que por cierto no tienen impedimento de trabajar en otros puestos de bolsa y de hecho sabemos que algunos lo hacen) para seguir dañando a los inversionistas de buena fe.

Con buena razón varias veces hemos solicitado que cierren Conassif, que para efectos prácticos, al igual que SUGEVAL no protege a los inversionistas y encierren a los corruptos.

Hoy exijo: ¡Díganme qué pasó con mi denuncia!

Y es que la arrogancia y prepotencia en el sistema financiero, ha llegado a niveles nunca antes vistos. La Superintendente de SUGEF llega al extremo de negarse a entregar datos vitales que ocupa el BCCR y que tanto el FMI como OCDE estiman necesarios. Ella alega que son “datos sensibles”, pero da la casualidad de que SUGEF no está facultada a manejar información sensible. Entonces se martiriza la señora Aguilar diciendo que “si tiene que ir a la cárcel por no entregar la información, lo hará”. Yo más bien me pregunto ¿A quién está protegiendo ahora? Además, sabiendo lo saturado que está el poder judicial, más aún cuando de tocar élites se trata, no la van a encarcelar -antes se congela el noveno círculo del infierno a que ella vaya a prisión-, pero ¡Vaya lealtad la que muestra ante quienes la respaldan!

Mientras tanto, algo nunca antes visto: BCCR y Conassif se enfrentan… ¿Quién ganará el pulso?

A comprar palomitas para seguir la novela… porque todo lo que hemos visto en esas torres de marfil donde ricos y famosos reciben remuneraciones desproporcionadas que pagamos con impuestos, aunque no cumplan con sus deberes, nos deja una interrogante difícil de contestar y que recuerda la fábula de una tortuga montada en lo más alto de un poste: ¿Cómo llegaron a esas alturas? Más aún ¿Qué les mantiene ahí?

Bueno, la verdad es inexplicable el halo de virtudes y bondades que poseen y claro para mortales como yo, sin amos a quien deba responder, eso es demasiado difícil de comprender.

Nos tienen por esclavos del sistema, ignorando que, de acuerdo con la Constitución, son simples depositarios del poder, no sus dueños y que los integrantes del pueblo, eso que llaman soberano, para ellos no existe.

Nos ven como entes de segunda que solo tenemos obligaciones, las cumplimos y esas no generan derecho alguno, porque el sistema está hecho para que seamos sus rehenes permanentes, ya que ni siquiera nos conceden la condición de parte, ni acceso al expediente en los procedimientos donde presentamos denuncias. Tributamos puntualmente pagamos “el rescate”, pero no hay forma que nos liberen. Se creen tan seguros, que dan por sentado que ni siquiera al berreo tenemos derecho.

Pero como el berreo no me lo quita nadie y la ineficiencia del sistema de supervisión financiera es tan apabullante, excepto para los regulados a quienes favorece, donde el escandaloso caso Aldesa lo comprueba, nuevamente momento esa incesante gota de agua perforará y quebrará la inerte piedra donde se sienten muy firmes.

Tengan claro señorones de Conassif: si algo he aprendido es a no callar, aunque tengo claro que si digo algo, no responden y si callo tampoco. Bonita forma de dar servicio a la ciudadanía ¿o no es así? Olvidaba la imperecedera respuesta de los mediocres para no hacer nada “tomamos nota de su queja” y no hacen nada.

Las voces mansas me dirán: ¡Cuidado! no vaya a decir algo porque la pueden perjudicar ¿Cómo que me pueden perjudicar? ¡Ya lo hicieron! Mamá me diría: “m’hijita; ¡Lo que no ha de ser bien vengado, que sea bien disimulado!” Si ella estuviese viva le respondería: «no es de venganza, sino sed de justicia de lo que tengo» y es tan grande esa sed, que no hay forma posible de saciarla, por esa razón no me puedo quedar quieta.

Es más, ojalá se atrevan «a hacerme algún daño adicional» para mover con más fuerza las frondosas ramas de la élite que ‘supervisa y fiscaliza» a ver si empiezan a caer inútiles perchados con sus garras que solo saben cobrar y no cumplir con sus deberes, pero lo único que han demostrado es ser una pila de ineptos…

Acaso Conassif no se dio cuenta como seis funcionarios que incumplieron con sus deberes de vigilancia de ALDESA fueron denunciados por la fiscalía y lo que hicieron fue correr a la Procuraduría General de la República, donde reconocieron que no habían cumplido pero consiguieron una conciliación pagando sólo ₡2.895.854,88 colones y 200 horas de servicio social (achará esas horas en instituciones de bien como son los bomberos y el Inamu, recibiendo servicio de gente inservible, porque si devengando sueldazos hicieron todo mal, de gratis los daños han de haber sido peores). Pero además, queda claro que el pago que realizaron lo único que demostró es que solamente querían escurrirse de la responsabilidad, porque como dice el refrán: “quien nada debe, nada teme”. Eso sí, cuando vengan los juicios contenciosos que muchos afectados interpusieron, quiero ver a Conassif apurado viendo a ver cómo paga.

Pero todavía queda algo que debe hacer Conassif: la sanción administrativa por parte de las entidades de supervisión, ¿Por qué no han despedido a esos inútiles? ¡Cómo es que aun varios de ellos siguen vegetando en SUGEVAL bajo la complaciente y tierna mirada del alcahuete padre protector llamado Conassif! ¡Abran un procedimiento y despídanlos, den al menos una muestra de que hacen algo!

Si todos los aludidos tuviesen una pizca de decencia y dignidad, habrían renunciado, pero si esta queja existe y hoy levanto la voz, es precisamente porque la vergüenza, la dignidad y, la rectitud hace rato se fueron de paseo. Pero el país está vivo, somos las fuerzas vivas del país que no nos resignamos a ver cómo se está desangrando el ahorro nacional y la misma, la superintendente de Pensiones usa el eufemismo de llamarle a las pérdidas millonarias del ROP minusvalías.

Ni qué decir de las atrocidades que suceden con las SAFIs de Fondos Inmobiliarios y de Desarrollo (Renta y Plusvalía), que ofrecen productos mal estructurados, sin mayor viabilidad financiera, y a veces ni operativa. Principalmente sirven para pagar rentas de capital del 12% sobre los alquileres brutos, sin posibilidad de deducir gasto alguno, y otro 15% sobre los rendimientos. En tanto que las SAFIs tienen aseguradas comisiones sobre los avalúos, garantizándose una comisión al menor esfuerzo que pueden variar a su antojo, ya que, para efectos prácticos, los recursos de los inversionistas se encuentran secuestrados, por cuanto las participaciones no tienen liquidez, al no ser competitivos los rendimientos. Por lo anterior, no sería raro que en estos meses se liquide un fondo de inversión por ejercicio del derecho de receso de inversionistas cansados de no recibir rendimientos. Aparte de lo anterior, facilitan graves irregularidades como las sucedidas en la SAFI del BCR con la compra del Parque Empresarial del Pacífico; unas bodegas en la Uruca con sobreprecios obscenos y la también cuestionada venta de lo que se consideraba el mejor activo que tenía. Nada sucedió a los responsables de ese desastre. ¿Y las súper-indecencias? ni cuenta se dieron de lo que acontecía, pues funcionan como un simple archivo redondo.

El Caso de Capital Five ya viene en camino y muchas otras empresas que funcionan al margen de la ley vendrán a demostrar que pese al pretexto que para que no se repitieran las quiebras de las financieras en 1987, crearon el costoso sistema de supervisión financiero, pero hoy vemos que no ponen a nadie en cintura, es inoperante y no hay forma que cumpla con sus deberes. Ni qué decir de la hostil página web…

Un año antes del colapso de Aldesa, en este informe del FMI: https://www.conassif.fi.cr/wp-content/uploads/2019/12/cr1880s-CostaRicaFianciaSectorReview.pdf que está en de la página del Conassif, claramente advirtieron las vulnerabilidades del sistema de supervisión, de la cual tengo copia impresa y digital por aquello que algún pirata cibernético intente borrarla. La pregunta obligada es: ¿Qué han hecho hasta la fecha para atender esas recomendaciones? ¡Díganlo públicamente, no se limiten a “tomar nota” Hagan algo, pónganle el cascabel al gato, que no les de Navidad para actuar, ya la Fiscalía está dando el ejemplo con expedientes mucho más grandes y delicados comparado con las denuncias en Sugeval ¡Cuánto habría apoyado la acusación de la Fiscalía si Conassif hubiese actuado de inmediato señalando los responsables oportunamente y enriquecieran el expediente!

Copia de esta carta abierta estará en redes para el público en general, la van a recibir los más de 600 afectados del caso Aldesa, como las 33 asociaciones solidaristas, que representan a 27,550 trabajadores que no recibieron el mínimo apoyo del Movimiento Solidarista, cuyo silencio fue tan elocuente, que no deja espacio a la duda: hubo complicidad con la Corporación Aldesa. También va con fotografías de todas las personas de entidades de supervisión para que sepan quienes les hicieron el terrible daño que padecen al haberse hecho de la vista gorda y permitieron que fuesen despojados de sus ahorros de una vida. También estará en video en redes, para que la gente que confía, pues confiaban en que el sistema funcionaba, sepan que no hay dinero seguro en Costa Rica y que pero en realidad no les respondió como creyeron lo hacía y por lo visto, todo sigue igual de mal o peor…

Flora Fernández Amón,

Céd. 105230903

Puede descargar de este enlace el documento en formato PDF que está circulando en redes y grupos.

La buchaca de las pensiones complementarias y los cuarenta ladrones

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Sobre lo que ocurre en el  mundo y en nuestro país durante la primera mitad de 2022, podríamos citar muchas cosas. Pero pocas de ellas con una incidencia tan directa y temible para los trabajadores asalariados como el desfogue y asalto que estamos viendo/siendo con nuestros aportes a los regímenes de pensiones complementarios, donde operadoras, de naturaleza privada y pública, en sí mismas se han transformado en poco tiempo en aliadas de los personas trabajadoras a ser de sus mayores enemigos cual pócima venenosa con que se “embadurnó una hermosa y sabrosa manzana roja”

La Ley de Protección del Trabajador que da origen al surgimiento de fondos de ahorro de parte del salario de las personas trabajadoras, del aporte nuestro y sus patronos, cuando existe empleo formal. Surge a raíz de la transformación el auxilio de cesantía –consagrado en nuestro Código de Trabajo- y del aporte del 0,5% de nuestro salario, convertido en ahorro obligatorio destinado en eses entonces para la capitalización del Banco Popular y de Desarrollo Comunal. Ley que recién cumple 20 años y dentro de los loables y nobles fines con que fue creada, destaca la justa universalización del derecho a la pensión. Cómo se logra esto? con una “renuncia” que en el presente hacen los trabajadores de algo que es de su propiedad, parte de su salario; con miras a tener ahorros suficientes a asegurar una vejez digna, cuales bellos abuelitos icónicamente vemos en cuentos como Caperucita Roja y Geppetto.  A ver, estos ahorros que hacemos en el presente, que hacen que nos limitemos en la posibilidad de vivir bien ya, de viajar, adquirir algún bien mueble o inmueble o emprender alguna actividad económica que complemente mis ingresos, es pospuesta.

Dichos ahorros de millones de personas trabajadoras, producidos con su esfuerzo, dedicación y sudor se han transformado en impresionantes masas de dinero -10 mil millones de dólares-, de manera que tientan a más de uno. Han dado origen a la participación de diversas operadoras, la mayoría de ellas del sector financiero nacional y transnacional, pues aquí la banca privada disfraza en gran medida a la gran banca internacional. Estas a su vez han creado una robusta, frondosa y depredadora burocracia que se confunde también con la SUPEN, que aun no entiendo a quién defiende, si a las operadoras, que no ocupan que nadie las defienda, o a nosotros como trabajadores y ahorrantes. Es decir, alguien podría decirme que somos tan tonticos que como no sabemos administrar nuestros cinquitos requerimos de otros que los manejen, inviertan y decidan qué hacer con mi plata, sí mi  plata. Y no es sino, que para ello se requiera la creación de una superintendencia conformada por profesionales que sabrán hacer las del rey Midas, transformar lo nuestro en mayor riqueza, al hacer que nuestro aportes produzcan generosos rendimientos, con lo cual mi retiro este asegurad y pueda dormir a pierna suelta.

Pero ese sueño puede ser interrumpido por una terrible pesadilla y en vez de salir de los brazos de Morfeo para ser arrullado por ángeles, arcángeles, querubines  y otras divinidades, sea violentamente pellizcado y atormentado por harpías, gárgolas y otros demonios, y que también mordisquean nuestros fondos.

Patrióticamente desde mediados de junio sólo un medio informativo ha intentado alertar a la población costarricense lo que silenciosamente ha venido ocurriendo con los millonarios fondos de ahorros de millones de personas trabajadoras. Me refiero al Semanario Universidad.

Dichos fondos a la fecha representan el equivalente a 10 mil millones de dólares (SUPEN, Bco. Ctl. Operadoras han perdidos 162 mil millones de colones último trimestre –Pág. 10 Semanario Universidad cita CONASSIF y SUPEN) ese valor sumado a otras cuentas permite colegir que ROP es más pequeño en mayo 2022 que mayo 2021, pues 284 mil millones de colones que habían, ya no están.

Estos temas pueden verse lejanos como la guerra entre Ucrania y Rusia, sin embargo al igual que ella nos impacta directamente. En mi caso particular como ahorrante y perteneciente a una de las operadoras desde hace 20 años, les comparto el último estado financiero que ha enviado la operadora. S situación debe ser similar la aparición de números rojos porque los inútiles que administran mis ahorros han tomado pésimas decisiones, desde sus cómodos sillones, de las cuales nunca dan cuentas y pareciera no importarles mis cinquitos, pues a mí sí, y a lo mejor si me dejasen tomar decisiones sobre el uso de esos recursos podría obtener mayor rentabilidad mayor ganancia, ahora en edad productiva, no quizás cuando me aceche la vejez –que es seguro llegará a menos que pasemos a mejor vida -y dicho dinero engordará a clínicas y médicos que probablemente atienda mis dolencia por lo que la CCSS no pueda velar para una mayor calidad de vida. La pregunta es si esos fondos estarán allí cuando mi familia y yo verdaderamente los necesitemos. La SUPEN y CONASSIF, pesadas cargas sobre los hombros de los costarricenses, que parecieran no servir para nada y no ejercer adecuada vigilancia, parecen ser parte del problema y por muy lejos de ser parte de la solución. Menos aún con la llegada de la siniestra figura de Rocío Aguilar. Personaje de ingrata y triste memoria, quien antes de llegar a estos entes del sector financiero –tras concesión graciosa de Carlos Alvarado Q.- fue contralora y ministra de Hacienda. En este último puesto fue acreedora de una sanción con una suspensión de un mes que nunca ejecutó. O sea, se convierte impunemente en la única funcionaria pública que se acredita una sanción disciplinaria, que nunca cumplió; fue protegida y posteriormente aparece tan campante en un puesto, donde se ha caracterizado por hacer daño a la economía de los hogares costarricenses. Desde su llegada a los órganos regulatorios del sector financiero ha propiciado el deslizamiento de fondos de operadoras de pensiones hacia mercados internacionales, mismo que en diversas áreas se comporta como una ruleta rusa y generando una mayor presión en la compra de divisas en el país que se traduce en sendos aumentos en el costo de vida y mayor inflación. De los últimos avisos que tenemos de los barones y las damas que regulan el sector financiero es impulsar reformas para que entes como CAJANDE y la SSVMN no puedan ser manejadas por maestros como histórica y centenariamente lo hemos hecho con gran suceso y transparencia. Desean que sean sólo sean especialistas en bancas, finanzas y otros embrujos, que son los mismo que nos tiene en esta situación. No veo a la misma SUPEN promoviendo alguna reforma para que parte de dichos recursos puedan ser devueltos a sus verdaderos dueños en este momento de crisis salarial, dado el estado de congelamiento que experimentan desde años  atrás. Y mucho menos modificar la forma en que se calcula el beneficio una vez que el trabajador se acoja a la jubilación que es la devolución de sus ahorros, hecho con gran sacrificio, calculando una edad de 115 años…sí leyó bien, 115 años, como si eso es lo que fuéramos a vivir. Ofensa más grande a la inteligencia no he visto cuando nuestra esperanza de vida según el INEC (2022) es de 83, 5 años para las mujeres y de 78,3 para los varones.

En mi caso para este periodo (2022) acumulo pérdidas superiores a 1 355 000 colones y les aseguro que aún así estos desengarzados religiosamente sí cobraron su comisión sobre el manejo de mi cuenta, al igual que a ustedes.

Generemos suficiente presión ante estas entidades y el organismo que nos representan, dejemos la pasividad y modorra, a un lado. Directamente podemos incidir en directivas de Vida Plena y del Banco Popular, para que sus operadoras se torna más humanas, sensibles y solidarias. NO ES CARIDAD, no es la historia bíblica de Lázaro y el rico Epulón, es que deseamos no que quede algo al final de nuestra vida laboral, sino que haya lo que merecidamente hemos ahorrado, y no una condición cercana a la indigencia donde debamos tender la mano para pedir limosna, sobre lo que realmente nos pertenece. Presión a dichos entes, a los partidos políticos, a la Defensoría de los Habitantes, a los organismos que nos representan. Hemos iniciado una carrera contra el tiempo  y contra los tentáculos y espíritu depredador de algunos desamados, nos arrebatan lo que por derecho propio nos pertenece.

Parafraseando la frase que le dijese su madre al sultán Boabdil ante la caída de Granada durante la Reconquista Española “No llores como niño, lo que no supiste defender como un hombre” invito en esta mes de la patria a inflamar nuestro espíritu de una llama de rabia transformada en propuesta, en construcción en garantizar nuestra capacidad de incidir para que haya cambio, resultados en los próximos meses. ¡La democracia nos lo garantiza¡

11-IX-22

¿Nos haremos de piedra esperando acciones del Banco Central frente a la crisis?

Henry Mora Jiménez

Hace algunos años se escuchaba este chiste: “Qué representan esas estatuas ubicadas frente al edificio del Banco Central? Respuesta: Campesinos que se volvieron de piedra esperando crédito del Banco Central.

Pero lo que vivimos hoy no es chiste. Seguramente enfrentaremos en los próximos meses la peor recesión y el mayor desempleo desde la ya lejana crisis de 1981-1982.

Los principales bancos centrales de todo el mundo toman cartas en el asunto y rompen algunos dogmas de la ortodoxia monetaria.

El BCCR podría inyectar liquidez simplemente comprando bonos en el mercado secundario, pero lo está pensando tres veces. Mejor aún, con modificaciones muy precisas y de vigencia temporal a su Ley Orgánica; podría adquirir bonos de hacienda directamente, o comprar letras del tesoro a plazos más largos y por mayor cuantía de lo que la ley actualmente permite.

Y la CONASSIF podría flexibilizar algunas de las condiciones vigentes en el marco regulatorio para que los bancos puedan facilitar crédito para capital de trabajo en condiciones más favorables a las empresas que hoy cierran puertas y despiden miles de empleados.

¿Acaso la situación de crisis no lo amerita? ¿Acaso nos volveremos también de piedra esperando decisiones audaces del BCCR al tenor de los tiempos?