Skip to main content

Etiqueta: conflicto agrario

Sobre la regularización de la jurisdicción agraria en Colombia

Por Carlos Meneses Reyes

Rayos y centellas lanza la derecha militarista y latifundista contra el proyecto de reglamentación de la jurisdicción agraria y la presunción de veracidad agraria. Un aspecto del conflicto social en Colombia lo expresa el conflicto agrario, en torno a la inequitativa tenencia de la tierra y el predominio de los factores de poder, en el agro, que delimitan el ejercicio de los derechos del campesino colombiano, hoy sujeto de derechos. Esta investidura denota singularización y particularización en el desempeño individual de hacer valer sus derechos ante el poder omnímodo del latifundista y terrateniente. El derecho agrario está inmerso dentro de la categoría de los derechos sociales; tal como sucede con el derecho laboral. De tal manera que en este predomina el principio universal de in dubio pro operario, significando que el derecho laboral se concibe a favor de los derechos del trabajador y que en caso de duda, sobre la existencia o no de un contrato laboral, predomina el carácter de ser contrato laboral y no contrato de prestación de servicio y/o malhadadas figuras que distorsionan su carácter o esencia y que el predominio del neoliberalismo o capitalismo salvaje, lograron sepultar su figura, sobre la primacía de los efectos de contrato civil y/o de servicios .

Configura una conquista reivindicatoria el carácter de sujeto de derecho al campesinado y en paso a esa constitucionalidad, la creación de la jurisdicción agraria. Misma a la que cobija todas las presunciones de legalidad (como la de veracidad) y el deslinde de la concepción civilista, pétrea, y de desarreglo de la función social de la propiedad privada sobre la tierra, que implica obligaciones. Se asiste a un derecho agrario y a una función agraria especializada con influencia pro- campesinado. Tácticamente no se profundizó debate en el carácter de clase de su concepción; ante el comportamiento mayoritario de intereses terratenientes y latifundistas en la piara congresional. El vetusto código civil, de inspiración napoleónica, en cuanto respecta al mantenimiento del statu quo predominante en el agro colombiano, con respecto a la institución de la usucapión o modo de adquisición de la propiedad por el transcurso del tiempo, resultó ser un elemento de aplicación de la reforma agraria blanca narco paramilitar, que trajo consigo el despojo legal de millones de hectáreas a millones de campesinos desplazados por ese engendro contrainsurgente de la oligarquía colombiana y del imperio. La “presunción” de buena fe hizo carrera como fuente de consolidación de derechos producto de la violencia y el despojo y bastó un transcurso corto de lapso de tiempo para que el victimario predominara sobre el derecho de la víctima. Buena parte de ese acumulado de las mejores tierras detentadas por los terratenientes- como mal habidas- son ofrecidas “en venta”, cual frustrante ironía mordaz y cruel; para que, con fondos del presupuesto nacional, es decir, de todos los colombianos y colombianas, les sean compradas y pagadas y así retribuidas, en aplicación de una caricatura de reforma agraria; que en la práctica deja, cual letra muerta, el mandato constitucional de procedencia de la expropiación.

Valga destacar que a los operarios de la justicia agraria les impone la aplicación de la concepción pro campesinado y sea la construcción jurisprudencial, la que satisfaga la sed de justicia social contra el oprobio de la institucionalización de la barbarie narco paramilitar en el campo colombiano.

Colombia, un país pluricultural

Carlos Meneses Reyes

LA NOTA HISTÓRICA. La masacre en el municipio de El Carmen de Ocaña el 16 de noviembre de 1949 obedeció a una directriz de Terrorismo de Estado durante la hegemonía oligárquica conservadora.

Las secuelas aún permanecen, con la agudización del conflicto armado interno en Colombia. Los responsables y ejecutores están en el directorio nacional conservador y en el directorio del Departamento de Norte de Santander. La ejecutaron con la fuerza parapolicial estatal de los «pájaros» o «chulavitas».

Desde el asesinato de JE Gaitán (1948) el problema de la tenencia de la tierra se agudizó. Las guerrillas liberales de autodefensa se transformaron en las guerrillas comunistas con Marquetalia como ejemplo.

A hoy, un conflicto por la tierra como el palestino – israelí, corresponde equipararlo con el persistente conflicto agrario en Colombia, padecido durante 75 años por ambos pueblos.

En Colombia ha derivado en los múltiples conflictos que nos asolan:

  1. El conflicto armado interno.
  2. El conflicto por el modelo económico impuesto.
  3. El conflicto ecológico.
  4. El conflicto político (no solo por lo electorero, como por el estado de cosas inconstitucional – ECI – que persiste y no permite aplicar la CP de 1991.
  5. El conflicto social, agudizado por la institucionalización de un narco estado en el poder, que impide el ejercicio de un gobierno progresista de inspiración popular. Correcto.

Conozcamos la historia en forma comparada buscando la solución y salida política civilizada.

Costa Rica: conflictos agrarios orígenes, actualidad y perspectivas

El programa Alternativas invita este viernes 29 de octubre del 2021 a las 6p.m. a seguir el tema “Costa Rica: conflictos agrarios orígenes, actualidad y perspectivas”. Se contará con la participación de:

  •  Dayana Hernández Guzmán
  •  Lidieth Rojas Ocampo
  • Yesenia Barraza Orozco
  • Olger Antonio Chaves Garita
  • Jouseth Chaves Rodríguez

El programa será transmitido por medio de Facebook Live de Alternativas y por Radio16 1590 am