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Etiqueta: cooperación

La Cumbre de los Pueblos ALBA-TCP, Hermandad y Unidad

Lic. José A. Amesty R.

14-diciembre-2021

Cuba-La Habana abre sus puertas, para celebrar la XX Cumbre y el aniversario 17 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (Tratado de Comercio de los Pueblos ALBA-TCP), donde se analizará, entre otros temas, el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 y las acciones previstas para el año entrante.

ALBA-TCP está conformada por 10 países de América Latina y el Caribe (Reúne a Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves), y fue fundada en La Habana, el 14 de diciembre de 2004 por Fidel Castro y Hugo Chávez, líderes de la Revolución cubana y bolivariana.

La ALBA-TCP tiene como misión solidificar las relaciones de hermandad con los pueblos de la región, es una alianza por la vida, para la vida, y prioriza la situación de los pueblos, de la unidad, antes que la mera integración aduanera, comercial, como se suele hacer.

Basada en el diálogo, la cooperación, la solidaridad y complementariedad desde los diferentes países que lo componen.

Se trabaja para afianzar aún más la Alianza y dar un salto cualitativo hacia la unidad, en un panorama donde Estados Unidos, aliado con las oligarquías regionales, genera un boicot a los esfuerzos de integración.

El ALBA TCP, se mantiene vivo, con la semilla que sembraron los invictos el Comandante Fidel Castro y Hugo Chávez, que ahora continua bajo el liderazgo de nuevos líderes como Miguel Diaz-Canel y Nicolás Maduro, que le dan impulso y continuidad a las ideas integracionistas que necesita Nuestra América, en un mundo complejo, bajo los efectos de la Pandemia del Covid-19 y de un agresivo capitalismo que golpea a los más desfavorecidos.

El conclave muestra la voluntad de continuar impulsando la construcción de un nuevo orden internacional, democrático, justo, inclusivo y equitativo, en el que sea efectiva la igualdad soberana entre los Estados y el respeto a la libre determinación de los pueblos; un orden que promueva la cooperación y el multilateralismo, al mismo tiempo que repudie el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales.

Así mismo, las medidas coercitivas unilaterales son contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional, ya que vulneran las reglas internacionales del comercio, amenazan la paz y la seguridad internacional, restringiendo el disfrute de los Derechos Humanos de la población de los Estados contra los cuales se aplican.

Sigue como tarea ineludible e imprescindible, la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, como mecanismo de concertación política regional, basado en la estricta observancia y defensa de los principios del derecho internacional, incluidos la solución pacífica de controversias, la prohibición y la amenaza del uso de la fuerza, el respeto al libre valor, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de cada país.

Esta Cumbre sigue resaltando, por su vigencia las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 18 de octubre de 1995 en la oncena Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, cuando expresó: “No somos simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción unida, nadie tomara la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial, que se pretende imponer a nuestros pueblos”.

También destacan las palabras de Fidel Castro, en el Discurso pronunciado en Caracas, Venezuela, el 5 de marzo de 2017, “Me atrevería a decir que estamos en una etapa crucial de nuestra historia, en la que un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos”.

Recordemos igualmente, que los Programas Sociales del ALBA, han alfabetizado, por lo menos, a seis millones de personas, erradicado el analfabetismo en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, reducido la mortalidad infantil en al menos 5.1 por ciento, en sus países miembros y formado, por lo menos, 21 mil médicos comunitarios, entre muchos otros logros.

A su vez, el modelo económico que el ALBA está institucionalizando difiere del neoliberalismo ortodoxo en forma significativa. Por ejemplo, se restablece el Estado en calidad de actor económico a fin de restringir las fuerzas de un mercado sin límites.

El ALBA reconoce la diversidad de sus miembros y destaca que conviene tomar un enfoque distintivo. Ni la supresión universal de las barreras protectoras, tarifas y subsidios, ni el carácter obligatorio de la adhesión a los programas del ALBA constituyen una condición para formar parte del ALBA.

ALBA ha prestado su apoyo a los pueblos y gobiernos que han solicitado la erradicación en sus territorios de las bases militares de Estados Unidos y el cese de sus operaciones militares y policiales. Tal es el caso con la eliminación de las tropas estadounidenses de la base militar de Manta, en Ecuador, y la expulsión de Bolivia del personal de los organismos de lucha contra la droga respaldados por Estados Unidos.

El ALBA ha fomentado entre sus miembros una expansión comercial en favor de una mayor autosuficiencia y reducción de la añeja dependencia de estos países de los mercados estadounidenses. Asimismo, el intercambio comercial dentro del ALBA ha sido complementado por una diversificación en los socios comerciales externos de los países miembros del ALBA. A través de la creación del Banco del ALBA y de una divisa regional nueva (el SUCRE), el ALBA está proporcionando una alternativa a la dependencia tradicional de América Latina a las instituciones financieras internacionales contrapartes del status quo, que tantos juzgan están bajo el control efectivo de Estados Unidos y Europa.

Consideramos que una de las características clave del ALBA, son la solidaridad y la oposición a las interferencias de Estados Unidos.

En 2021, la Alianza se fortaleció con un mayor dinamismo y la coordinación de acciones como, por ejemplo, la creación de un fondo humanitario para vacunas y medicamentos contra la Covid-19, el apoyo al pueblo y gobierno de San Vicente y las Granadinas durante la erupción volcánica y la celebración de varios foros para impulsar la cooperación de programas sociales y económicos.

En el contexto actual, el apoyo a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y otros países emergentes con el Socialismo como bandera, implica pronunciarse en favor de la soberanía, autodeterminación y justicia social, no solo de los miembros del ALBA, sino también de la región más prometedora del mundo y del futuro del género humano: América Latina y el Caribe.

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Declaración de la XX Cumbre ALBA-TCP en conmemoración de su XVII aniversario.

17 años en defensa de la paz y la integración latinoamericana y caribeña

Los jefes de Estado y de Gobierno y los jefes de delegaciones de los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunidos en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre de 2021, para conmemorar el XVII aniversario de la Alianza. Al suscribir la presente Declaración, renovamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de este mecanismo de concertación política, sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica, fruto de la voluntad política de sus fundadores, los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías.

Ratificamos que el principio cardinal que debe guiar a la ALBA-TCP es la solidaridad más amplia entre los pueblos de nuestra América, que se sustenta en el pensamiento de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O´ Higgins, Petión, Morazán, Sandino, Bishop, Garvey, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Chatoyer y otros próceres de la independencia latinoamericana y caribeña, conforme a la declaración conjunta de los comandantes Chávez y Fidel del 14 de diciembre del 2004.

Ratificamos nuestro compromiso con la integración genuinamente latinoamericana y caribeña, que nos permita enfrentar unidos las pretensiones de dominación y hegemonía imperialista y las amenazas crecientes a la paz y la estabilidad regionales.

Abogamos por un orden internacional transparente, democrático, justo y equitativo, basado en el multilateralismo, la observancia de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional; que garantice la paz y la seguridad internacionales y el respeto al derecho de los pueblos a la libre determinación, la integridad territorial, la solución pacífica de controversias, la no injerencia en los asuntos internos y la soberanía de los Estados.

Reconocemos la loable labor de San Vicente y las Granadinas como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, durante los últimos dos años, elevando la voz de los pueblos del Caribe y representando la lucha por las causas justas dentro de ese importante órgano de las Naciones Unidas.

Reafirmamos la plena vigencia de los postulados de la “Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”, firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en su II Cumbre celebrada en La Habana, en enero de 2014.

Resaltamos la necesidad de continuar fortaleciendo la CELAC como mecanismo genuino de concertación política, cooperación y diálogo regional basado en el principio de unidad en la diversidad; para afrontar los retos comunes que se nos presentan. Ratificamos los resultados de la VI Cumbre de la Comunidad, celebrada en la ciudad de México el 18 de septiembre de 2021, al tiempo que encomiamos la labor de la presidencia pro témpore mexicana para revitalizar la CELAC y reiteramos el compromiso de apoyo a su gestión.

Reafirmamos el derecho de todo Estado a construir su propio sistema político, económico, social y cultural, libre de medidas coercitivas unilaterales, amenazas, agresiones, en un ambiente de paz, estabilidad, justicia, democracia y respeto de los derechos humanos.

Resaltamos la urgencia de avanzar, hacia el establecimiento de un mecanismo más completo que permita el alivio de la deuda de los países en desarrollo, la condonación o refinanciamiento de la deuda externa a nivel global, la recuperación económica con un enfoque integral y sostenible, y la transformación democrática de los organismos financieros internacionales.

Reiteramos nuestro enérgico rechazo a la imposición y aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra países de la Alianza, incluyendo las listas y certificaciones, de conformidad con la Declaración Política de la VI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, celebrada en la ciudad de México, el 18 de septiembre de 2021. Tales prácticas, contrarias al derecho internacional, atentan contra la recuperación, la resiliencia económica de la región y la estabilidad de nuestros pueblos en el actual contexto de la pandemia. Al propio tiempo, constituyen una violación masiva, flagrante, sistemática e ilegal de los derechos humanos de nuestras naciones.

Ratificamos nuestra enérgica condena al genocida e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba, recrudecido de forma deliberada y oportunista en condiciones de pandemia, y resaltamos el histórico respaldo de los Estados miembros de la Alianza a la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, adoptada el 23 de junio de 2021.

Repudiamos la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra el pueblo y el Gobierno de Venezuela; que violan el derecho internacional y las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y representan un castigo colectivo al pueblo venezolano, ocasionando indecibles sufrimientos de forma indiscriminada que impiden el pleno disfrute de los derechos humanos de toda su población, en especial a la vida y la salud.

Manifestamos nuestro enérgico rechazo a la absurda e injustificada inclusión de la República de Cuba en la espuria y arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que desprestigia los esfuerzos de cooperación de la ONU y de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Esta acción unilateral, ampliamente rechazada dentro y fuera de los Estados Unidos, tiene un impacto negativo en cada esfera de la sociedad cubana e incrementa las dificultades del país para insertarse en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.

Rechazamos la actuación injerencista en los asuntos internos de los Estados del secretario general de la Organización de Estados Americanos.

Denunciamos la utilización de estrategias de guerra no convencional contra los gobiernos y líderes progresistas de la región a través de procesos judiciales políticamente motivados (lawfare), la manipulación con fines desestabilizadores de los derechos humanos, la campaña de propaganda y desinformación, el uso malicioso de las tecnologías de la información y la comunicación, los ataques cibernéticos, y otros.

Reiteramos nuestro compromiso con la promoción y la protección de todos los Derechos Humanos para todos, al tiempo que denunciamos la politización y manipulación de los mismos con fines injerencistas.

Reiteramos la enérgica condena de la ALBA-TCP al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.

Manifestamos nuestro pesar por las víctimas mortales que la pandemia de la COVID-19 ha causado en el mundo y en particular en nuestra región. Encomiamos los extraordinarios esfuerzos del personal de salud para afrontar esta crisis sanitaria. Reconocemos el compromiso de los países de la Alianza para mitigar su propagación y enfrentar su devastador impacto socioeconómico.

Resaltamos el intercambio de buenas prácticas entre los países de la ALBA-TCP en el combate a la pandemia de la COVID-19 y la importancia de continuar con las medidas para su prevención y contención.

Resaltamos los logros alcanzados por Cuba en el desarrollo de tres vacunas que han demostrado ser altamente efectivas y dos candidatos vacunales que contribuirán al incremento de la capacidad de respuesta de la región frente a la pandemia. Reconocemos la labor humanista y altruista que realiza el contingente médico Henry Reeve y su aporte al enfrentamiento de la COVID-19 en diversas naciones.

Felicitamos la labor de la Alianza en el establecimiento de un puente aéreo humanitario a través de la aerolínea CONVIASA, que ha facilitado el traslado de las vacunas, personal médico, entre otros, para coadyuvar en la lucha contra la pandemia.

Saludamos la labor del Banco del ALBA, en el desarrollo de un banco de vacunas, tratamientos e insumos médicos, que ha sido implementado en beneficio de la población ALBA. Saludamos el ingreso de Granada en junio de 2021, a esta entidad financiera cuyo objetivo es consolidar la plena soberanía e independencia financiera y económica de los países de la Alianza.

Reafirmamos pleno apoyo a los países caribeños en su reclamo de compensación por el genocidio de la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata trasatlántica.

Ratificamos el derecho de los países del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado. El Caribe encontrará siempre en la ALBA-TCP una plataforma de cooperación y complementariedad para la defensa y promoción de sus justos reclamos y reparaciones.

Rechazamos enérgicamente las medidas adoptadas contra los hermanos países caribeños, al considerarlos jurisdicciones no cooperativas. Exhortamos a revisar los criterios de graduación que los califican como “países de renta media”, lo que dificulta su acceso al crédito y a la cooperación internacional.

Respaldamos al gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, encabezado por el presidente Luis Alberto Arce Catacora, electo democráticamente mediante voto popular con el 55.1% y hacemos un llamado a la comunidad internacional a estar alertas ante los intentos de desestabilización.

Felicitamos los progresos alcanzados en el proceso de diálogo y de negociación integral de Venezuela para una convivencia política y social. Apoyamos la labor de los países que participan en el acompañamiento internacional de dicho diálogo.

Felicitamos al pueblo de Venezuela por la contundente victoria del gran polo patriótico en los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre pasado. Asimismo, saludamos y respaldamos a la Revolución Bolivariana, a la unión cívico-militar y al presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en la lucha por la paz y la estabilidad del pueblo venezolano.

Felicitamos y reconocemos al pueblo de Nicaragua y al gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega Saavedra, por la victoria en las recientes elecciones; ratificamos el apoyo a su decisión de continuar defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad nacional alcanzados, sin injerencias extranjeras, ni sanciones económicas internacionales.

Felicitamos al pueblo hondureño, por la histórica y exitosa jornada electoral que protagonizó el domingo 28 de noviembre de 2021, donde expresó masivamente su ferviente voluntad de paz y transformación social, con la elección de la compañera Xiomara Castro, primera mujer electa como presidenta de la República de Honduras.

Reiteramos nuestras felicitaciones al pueblo santalucense por la exitosa jornada electoral del 26 de julio de 2021, en la cual, de manera pacífica y democrática, resultó victorioso el Partido Laborista de Santa Lucía (SLP), liderado por el Primer Ministro Philip J. Pierre.

Saludamos la reincorporación de Santa Lucía a la ALBA-TCP, lo que evidencia la plena vigencia de los ideales políticos que pregonan los pueblos de la Alianza día tras día.

Reconocemos la labor de la Alianza durante los eventos ocasionados en San Vicente y las Granadinas tras la erupción del volcán La Soufrière, como símbolo de apoyo y solidaridad de los países de la ALBA-TCP con el pueblo y el Gobierno sanvicentino.

Reiteramos nuestro rechazo por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio de 2021, en Puerto Príncipe; condenamos enérgicamente estos actos y todo tipo de amenaza o intento de magnicidio, los cuales se han hecho recurrentes en nuestra región, atentando contra la paz y la estabilidad política y social de nuestros pueblos.

Resaltamos que los resultados de la COP26 no estuvieron a la altura de las expectativas de los países en desarrollo. Se requieren compromisos más ambiciosos por parte de los países desarrollados en materia de adaptación, daños y pérdidas, mitigación y provisión de medios de implementación, incluida la financiación climática, la transferencia de tecnologías y la creación de capacidades, en correspondencia con sus responsabilidades históricas.

Recibimos con beneplácito la constitución, del “Comité de Glasgow de enfoques no basados en el mercado”, para fortalecer las acciones de apoyo al cumplimiento de las acciones contempladas, entre otros, en las contribuciones nacionalmente determinadas de los países.

Enfatizamos que el cambio climático es una de las principales amenazas para la humanidad, estando América Latina y el Caribe entre los territorios más vulnerables del planeta a sus efectos adversos. Llamamos a la acción concertada para la plena implementación de los compromisos de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París sobre la base de la equidad y el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Destacamos el papel de la niñez y personas jóvenes por su valiosa e innovadora incidencia en la acción climática, incentivando la generación de soluciones de adaptación y mitigación, así como formas de evitar y enfrentar pérdidas y daños frente al cambio climático integradas a las necesidades particulares de sus localidades y regiones.

Reafirmamos el compromiso con el reconocimiento y la promoción de los derechos inquebrantables de la madre Tierra y su interrelación con el ser humano en armonía con la naturaleza, saludando las iniciativas del “Primer Reencuentro con la Madre Tierra; Reflexiones globales para la defensa de la Pachamama” celebrado en La Paz, Bolivia, el pasado 22 y 23 de abril de 2021; y “El Segundo Reencuentro con la Madre Tierra” celebrado en Caracas, Venezuela, el 27 y 28 de agosto de 2021.

Manifestamos nuestro compromiso con la defensa y promoción de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas.

Rechazamos la criminalización de la migración irregular, de toda forma de racismo, discriminación racial, xenofobia, discursos de odio y otras formas conexas de discriminación e intolerancia contra personas migrantes. Encomiamos el trabajo coordinado, a fin de manejar información sobre los movimientos migratorios en la región, para proteger los derechos humanos de los migrantes que desean retornar, especialmente, en el contexto actual.

Manifestamos nuestro compromiso de proteger los derechos humanos de las personas migrantes, promover esfuerzos regionales integrales para fortalecer la gobernanza migratoria efectiva, bajo los principios de una migración responsable, segura, ordenada y regular, trabajando por erradicar las causas de la migración irregular.

Celebramos el fomento de las relaciones de cooperación de la ALBA-TCP con otros mecanismos de integración, países extrarregionales y organismos internacionales, bajo los principios de respeto y no intervención en los asuntos internos.

Destacamos los trabajos desarrollados para revitalizar la ALBA -TCP y su accionar por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América. En tal sentido, destacamos las valiosas reuniones celebradas entre los sectores de salud, educación, agricultura, académico, comunicación e información, asuntos de la mujer e igualdad de género, cultura y turismo, de cada uno de los países miembros. Los resultados obtenidos en esos encuentros, nos comprometen a seguir avanzando en el fortalecimiento de la Alianza como alternativa político-estratégica de integración latinoamericana y caribeña, contrahegemónica y participativa; y en sus valores compartidos de solidaridad, cooperación y complementariedad.

Aprobamos el plan de trabajo post-pandemia ALBA-TCP 2022 y encargamos a la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP de su seguimiento, consulta y cumplimiento en beneficio del fortalecimiento de la Alianza.

La Habana, 14 de diciembre de 2021.

DE LO HUMANO E INHUMANO EN LA PANDEMIA

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (11)
Tercera época

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Contra toda opinión, presuntamente racional e incluso emotiva, alguna gente (no mucha, probablemente) habría pensado que, ante un peligro tan inminente y cierto de aniquilación para la humanidad entera, o al menos como una amenaza potencial de muerte para los individuos de la especie, como es lo que viene sucediendo en el caso de la presente pandemia del covid 19, lo que hace entrar en pánico a algunos sectores de la población, tendríamos una actitud generalizada ante los desafíos de la lucha cotidiana por la existencia entre los propios seres humanos que implicaría un importante cambio: la posibilidad de que en vez de adoptar, de una manera reiterada, la consabida tonalidad de la feroz lucha por sobrevivir, e ir mucho más allá, acumulando poder y riquezas, se daría algún tipo de impasse que abriría las puertas a la cooperación, la solidaridad y la protección hacia los más desfavorecidos de la fortuna. La verdad es que nada de esto ha ocurrido, y el sólo hecho de mencionar esa posibilidad haría sonreír a muchos, corriendo el riesgo quien así piense de ser tratado cuando menos de ingenuo e inocente, por no mencionar los innumerables epítetos a que tal enunciación podría dar lugar. En síntesis, los límites entre lo racional y lo meramente instintivo no han sido transpuestos, dado que seguimos aferrados a una racionalidad meramente instrumental, aunque acentuada con un importante componente instintivo. El utilitarismo mercantilista viene a ser más poderoso que cualquier otro tipo de consideración, a lo que se añade el llamado altruismo genético que lleva al individuo a proteger únicamente a aquellos que tienen sus mismos genes.

Por otra parte, cabe afirmar que la convivencia entre la especie humana, individual y colectivamente considerada, y el resto de la naturaleza, si damos una mirada ligera al horizonte histórico de nuestro tiempo, se encuentra en muy malos términos. Estamos ante un fatal desencuentro que la mayor parte de las gentes se rehúsan a mirar, o a considerar siquiera.

Buena parte de esta actitud tan generalizada, la de continuar en nuestra cotidianidad cómo si nada estuviera pasando, podría responder a mecanismos de defensa inherentes al ser humano y relativos a la propia estabilidad emocional, pero también a innumerables prejuicios, los que van desde motivaciones “religiosas” o políticas de las más variadas que conducen a rehusar un tratamiento determinado, aunque en otros casos a negar la existencia de una crisis ambiental como la que enfrentamos a escala planetaria, algo que podría estar implicando la lenta consumación de un suicidio colectivo, claro que como un acto del que no se tiene conciencia.

El priorizar el crecimiento económico y el aumento de la producción de bienes y servicios, sin entrar en otro tipo de consideraciones podrían estar llevándonos al abismo, de una manera mucho más acelerada de lo que pudiéramos imaginar. Tal es el caso del llamado calentamiento global y su relación con la intensa deforestación de las décadas más recientes (Bolsonaro y sus amigos en Brasil), la contaminación de los mantos freáticos y del agua de los ríos que amenazan las reservas de este líquido destinadas para el consumo humano presente y futuro. Los tiempos decimonónicos del novelista francés Julio Verne (1828-1905), quien en sus “Veinte mil leguas de viaje submarino”, a través de su personaje el Capitán Nemo, nos hablaba de los inagotables recursos de los mares, son sólo ya un lejano recuerdo.

Las imposibles discusiones entre las más diversas gentes y los encrespamientos de la atmósfera social, cada vez más frecuentes y revestidos de una complejidad creciente a medida que se prolongan la llamada pandemia y sus efectos se tornan más visibles, pero sobre todo porque da la impresión de ser un fenómeno de naturaleza patológica que al parecer llegó para quedarse, con el agravante de que el virus registra numerosas mutaciones lo que hace más complejo producir inmunidad, precisamente por esa condición del tantas veces mencionado agente patógeno.

Convendría recordar al respecto, y a propósito de las discusiones sobre los alcances y posibilidades de la llamada “vacunación”, como un evento que podría no serlo en estricto sentido, algunas consideraciones al respecto del doctor Juan Jaramillo Antillón ( LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS MODERNO Editorial Universidad de Costa Rica San José CR 2000), cuando nos recuerda que “Con el descubrimiento del antibiótico penicilina, el mundo médico se llenó de un optimismo desbordante y llegó a opinar que la era de las infecciones se había acabado y, poco a poco, todas las bacterias patógenas serían destruidas por los nuevos descubrimientos. Olvidaban que las bacterias son los seres vivos más viejos existentes y que conviven con el hombre en su intestino, alimentándose ahí y, a su vez, ayudan a este ser a sobrevivir. Ellas participan en la producción de diferentes elementos esenciales como la vitamina B 12, otras vitaminas y enzimas digestivas para metabolizar alimentos; aparte de combatir bacterias extrañas cuando son ingeridas, colaboran los mecanismos inmunológicos defensivos a nivel linfático de la pared intestinal. Hoy no solo las bacterias no han desaparecido, sino que estas y los virus no responden en muchos casos a los antibióticos. Por otro lado, las bacterias anteriormente susceptibles de destrucción por antibióticos simples se han hecho resistentes como es el caso de los estafilococos, el enterococo, las neisserias, el haemophilus influenzae y otros más; con ello, están provocando gran morbilidad y mortalidad en personas y niños infectados. Posiblemente, la causa fundamental de esto sea el uso abusivo y descuidado de antibióticos, que se emplean para combatir gripes e infecciones simples y, como resultado ello, aparecen las resistencias. Los antibióticos están siendo dados a los animales como los pollos y el ganado de engorde para aumentar su crecimiento, pero, a la vez, al ser ingeridos por las personas están sustancias les crean resistencia o contribuyen a producir alergias” (op.cit p 55). Es decir que la ciencia por un lado ha puesto límites o ha amenazado a los agentes patógenos más diversos, por el otro ha creado resistencia a nuevos tipos de virus, muchos de ellos resultado de las constantes mutaciones que se producen en la naturaleza, razón por la que: “Como corolario de este problema entre seres humanos y bacterias, debemos tener en cuenta que a menos que nos ataquen produciendo enfermedades, debemos tratar de convivir con ellas en nuestro interior y en el ambiente. En este caso, nos usufructúan y nosotros las necesitamos para diversos procesos necesarios para sobrevivir. Lo anterior es un fiel ejemplo de cómo el hombre descubre y crea sustancias salvadoras y a la vez en poco tiempo estas se convierten en un arma de doble filo. De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta en Estados Unidos, 50 millones, de las 150 millones de recetas hechas para antibióticos en ese país, eran innecesarias y contribuyeron a la aparición de resistencias” (Jaramillo Antillón, op.cit).

Es probable que la solución a la presente crisis sanitaria pase por la vacunación voluntaria, asumida en el sentido de la naturaleza experimental de un procedimiento al que hubo que acudir para evitar mayores males en lo inmediato, dejando de lado las posturas o teorías de la conspiración que no hacen más que agravarla. Seguirá existiendo el problema del acceso de los “no vacunados” a ciertos espacios públicos, y la interminable discusión entre la ética utilitarista de algunos, en este caso los que rechazan ese procedimiento y una que busque ocasionar el menor mal posible, siempre en el entendido de que existe un potencial riesgo de ser afectado por el agente patógeno causante de esta crisis, la primera en la historia de la humanidad con estas dimensiones tan aterradoras.

La historia nos convoca de nuevo a galopar

Compartimos la siguiente carta enviada a SURCOS por un grupo de personas costarricenses:

La historia nos convoca de nuevo a galopar

Carta dirigida al Presidente de Argentina por un grupo de representantes de distintos sectores de la sociedad costarricense:

Señor Presidente de la hermana Nación Argentina, Alberto Ángel Fernández:

Igual que en el pasado la larga hilera de Los Andes, que para nuestra convicción nace en los desiertos de Sonora, se va llenando de voces que llaman a la lucha y la unidad.

La lección está aprendida, y no hay que dejar resquicio alguno para que se cuele el agachamiento y la sumisión.

Con gran alegría vemos con ojos atentos los pasos que se vienen dando para cerrar filas. Argentina y México tienen una responsabilidad histórica para encabezar ese proceso, que no debe parar y que inicia con un acuerdo para fortalecer las relaciones bilaterales de cooperación con miras a una alianza estratégica que incluye temas como soberanía, género, derechos humanos, certeza de acceso a vacunas y fortalecimiento económico.

Como no somos presa de la ingenuidad, sabemos que, igual que ayer, hay personas y fuerzas agazapadas. Están los viles y los aviesos. Son capaces, demostrado está, de ser crueles y traidores. Fueron realistas entonces, y ahora su baja estatura moral, les hace proclives a servir a poderes ajenos a los países que conforman. En las diferencias, hay un solo pueblo que seguirá reclamando victorias.

Lo que sucede con el resurgir del progresismo del Río Bravo al Cabo de Hornos, los lleva a descomponerse tanto que asumen formas y conductas del fascismo. Creen, en su desvarío, que con groseras iniciativas, difamando y acosando, son capaces de detener el galope que gana cadencia y velocidad y que conduce a la democracia, -que es sinónimo de justicia-, y a la soberanía, a la independencia, a la plena libertad.

Desde este rincón de esa América que no se cansa, que sabe que la vida nos va en la unidad, llegue nuestra voz de aliento, nuestro respaldo militante y comprometido al actual gobierno argentino de Alberto Fernández.

La armonía y la concordia del noble pueblo argentino conocemos que es su meta indeclinable. Con ustedes estamos, en filas cerradas como otrora, para seguir domando cordilleras sin desmayo.

De Costa Rica a Argentina en gesto de hermandad:

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La organización autónoma de las comunidades genera instituciones eficientes

Miguel Sobrado

Proyectos como el Hospital sin Paredes, en San Ramón, en los años 70, con escasos recursos institucionales, pero con la participación activa de 160 comunidades, logró en poco tiempo, a través de un proceso de cooperación orgánica, entre equipo médico y comunidades, índices de salud tan destacados que le merecieron premios de la Organización Panamericana (OPS) y Mundial de la Salud (OMS).

Algo similar ocurrió con los proyectos de Reforma Agraria de autogestión productiva que transformaron, en varios países latinoamericanos a miles de obreros agrícolas desplazados y campesinos sin tierra organizados en cooperativas en exitosos empresarios. ¿Por qué estas experiencias de incorporación de la gente en programas de desarrollo de alto rendimiento y bajo costo no han podido ser replicadas posteriormente a pesar de millonarios programas institucionales que han incorporado entre sus metas participación de la gente?

Muchas razones se han alegado para no haber alcanzado los mismos resultados, o por lo menos parecidos. Han sobrado razones para estas justificaciones, desde los cambios de condiciones y coyunturas imperantes hasta, los más frecuentes, atribuidos al carisma y calidades personales de sus promotores el Dr. Juan Guillermo Ortiz en el caso del Hospital sin Paredes y Clodomiro Santos de Morais, en el caso de la metodología de capacitación masiva aplicada en tres continentes.

Aunque no existen dos momentos iguales en la historia, ni los promotores son repetibles con todas sus calidades personales, si existen diferencias en el enfoque epistemológico que se expresan en los resultados obtenidos.

Diferencias epistemológicas en la aplicación del mismo concepto

La antropóloga norteamericana Lynn Morgan, analizando las diferencias de aplicación del concepto participación entre los impulsores del proyecto original de salud rural que dio origen al Hospital sin Paredes y la de los sucesores que le dieron versión institucional en la Caja Costarricense de Seguro Social, perfiló una interpretación, que es esclarecedora de las diferencias.

El “Hospital sin Paredes” partía de: a) Una comunidad solicitaba su incorporación al programa y nombraba a una miembro de dicha comunidad que era entrenada por el equipo médico para recoger la información sanitaria de cada familia. b) Se realizaba un diagnóstico conjunto de la situación de la comunidad, entre el equipo médico y el comité de salud. c) se analizaba un plan de trabajo con tareas tanto para la comunidad como para el equipo de salud del hospital. d) se le daba seguimiento y evaluaban los avances y resultados del trabajo realizado.

En el plan de trabajo, centrado en la salud de la comunidad, había tanto actividades propias del equipo médico como del comité de salud que era el que se encargaba de mantener el puesto de salud, garantizar la construcción de letrinas y acueducto, como de promover la construcción de caminos y de cooperativas para obtener mejores ingresos.

Se establecía así una estrecha relación de simbiosis que sacaba del hospital los alcances preventivos tradicionales del programa de salud rural y estimulaba el desarrollo regional y comunal, donde el interés y la autonomía de la comunidad era el motor que impulsaba y dinamizaba el proceso.

La reforma de la Ley de Salud que consagró el principio de participación de las comunidades, trasladó el programa del ministerio de salud a la Caja del Seguro Social bajo la figura de EBAIS, desconcentrando la atención primaria en el país.

La aplicación institucional burocrática

Es aquí donde la participación cambia y se adapta a la dinámica institucional burocrática. Ya no se promoverá la organización de la comunidad en comités de salud, como sede de los EBAIS, sino que estos se definen en el plan de la institución. Ya no se trabajará con “enfermeritas” de la comunidad, sino con Asistentes Técnicos de Atención Primaria (ATAP) formados por la Caja, pero lo más importante es que cambia el concepto de participación de la comunidad. En el nuevo contexto no es protagonista con el equipo médico que participa definiendo las causas de sus problemas. Tampoco en la elaboración y aprobación del plan de trabajo, ni en la evaluación de resultados. La comunidad se convierte en una especie de convidado de piedra al que se le comunican los resultados emanados de los técnicos en salud y se le solicita apoyo puntual para labores secundarias, como limpieza del local o renovación de sábanas. De tal forma que el concepto de participación se asemeja más a la que mantiene el cura con el sacristán en la iglesia. En este contexto, no es de extrañar que las comunidades no muestren ningún interés y vean la actividad de los EBAIS como una obligación institucional para la cual cotizan.

Las diferencias en la aplicación del concepto de participación tienen sus raíces epistemológicas en la visión que tienen las instituciones y los técnicos de las comunidades que estimulan o inhiben la autonomía.

Visiones epistemológicas subyacentes

En el primer caso la comunidad es vista como fuente de información y aliada indispensable en la consecución de la salud de la comunidad. El conocimiento sobre la salud y sus soluciones emanan de la realidad y trascienden al conocimiento que cada uno de los actores, los técnicos y la comunidad tienen de sí mismos. No solo crece el conocimiento, sino los recursos y las voluntades para enfrentar conjuntamente los problemas.
La relación entre el equipo técnico y la organización de los comités de salud se convierte en una simbiosis generadora de cambio. Es una nueva realidad que incorpora los recursos y la voluntad de transformación organizada de las comunidades, a la consecución de una salud en el sentido más amplio que se mimetiza con el desarrollo local. Es importante destacar que el concepto de participación aplicado en el Hospital sin Paredes, se basa en un margen de autonomía que concuerda con los principios de la educación de adultos. Al mismo tiempo coincide con los principios de la capacitación a través de la actividad objetivada. Se trata de una relación que, partiendo de la necesidad de la gente, busca soluciones en una relación en una atmósfera de colaboración horizontal, donde los técnicos aportan su conocimiento a una realidad donde esta cobra vida, y encuentra respuesta en la voluntad y recursos de la comunidad.

En el segundo caso partimos de un enfoque ideológico diferente que podemos sintetizar en: las comunidades deprimidas son los perdedores en el proceso de desarrollo y deben ser ayudadas por los técnicos y las agencias de donantes, para poder salir adelante. Desde esta perspectiva, los miembros de la comunidad, para poder salir adelante deben escuchar y seguir las recomendaciones de los técnicos que son los saben.

Detrás de esta visión se expresan también relaciones de poder, tanto políticas, que visualizan el quehacer institucional como parte del entramado clientelista que busca ante todo lealtades, como de los técnicos ubicados dentro la esta estructura institucional. La relación con las organizaciones locales, cuando existe, son de negociación con los dirigentes locales; a cambio de hacer las tareas solicitadas buscan prebendas para sus familias y amigos, lo que no estimula a ninguna de las partes.

En conclusión

Me he concentrado en explicar las diferencias en el caso de la salud rural, por la riqueza del material fáctica disponible, y por la necesidad de utilizar esta experiencia frente a las pandemias y los problemas de salud crecientes como el cáncer y la obesidad, aplicando las posibilidades que abre la nueva tecnología digital.

Pero también por la importancia que puede tener su experiencia para el rediseño de muchos programas sociales, de bajo rendimiento, que pueden transformarse en exitosos con la cooperación entre las comunidades y una institucionalidad renovada que las incorpore como actores activos del desarrollo.

Coronavirus, conflicto y cooperación

Relatos de la pandemia que descubren nuestras capacidades y dificultades para construir un buen vivir

El CEDI le invita al proyecto de presencia virtual: «Coronavirus, conflicto y cooperación», que iniciará en el mes de setiembre y concluirá en diciembre del presente año.

Éste será un espacio de reflexión para compartir experiencias vividas durante este tiempo de pandemia; en ellas se encuentran impedimentos y posibilidades transformadoras y valiosas de cara a enfrentar los problemas surgidos y generados por la pandemia.

Compartimos el programa d actividades en el siguiente enlace:

Las universidades latinoamericanas y caribeñas tras la reunión con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños

Posicionamiento de las universidades latinoamericanas y caribeñas tras la reunión con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Declaración.

En el marco de la reunión Retos del sector educativo post pandemia: Encuentro Universitario Ministerial, convocada por la CELAC, se planteó que la propagación del virus Sars CoV 2 ha provocado una crisis sanitaria, económica y sobre todo humanitaria de inmensas proporciones que abarca a todo el planeta. Las estimaciones estadística s mencionan, a finales de mayo de 2020, más de 6 millones de casos confirmados y una cifra superior a 370 mil muertes, en el mundo. Además, el desempleo afecta a muchos millones de personas, la pobreza aumenta considerablemente y todo ello ha producido miseria y hambre. En este escenario, se intensificarán las tensiones nacionales, regionales e internacionales.

La crisis sanitaria, económica y humanitaria no podrá ser resuelta por la vía de propuestas aisladas. En el seno de cada país, se requerirán esfuerzos colectivos e integrales, con participación de todos los sectores, tanto públicos como privados.

Nadie ninguna persona, institución o empresa deberá quedarse fuera, ni en dar ni en recibir, según sus posibilidades y necesidades, con justicia y equidad.

En la dimensión regional e internacional, una economía interconectada en múltiples aspectos no podrá salir adelante sin la cooperación entre los Estados. La crisis sanitaria demuestra, con absoluta claridad, que la interconexión, en todas las direccione s y latitudes, nos incorpora en una especie de burbuja planetaria, de la cual somos parte.

En la sociedad global, cada país constituye un eslabón de muchas cadenas de procesos esenciales para todas las naciones, por ejemplo, en la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente, el aseguramiento de la salud pública, y muchos otros aspectos que abundan en cantidad. Debido al intenso intercambio de personas, bienes y servicios, lo que sucede en un país afecta necesariamente a muchos otros países, y las decisiones que un gobierno adopte tiene repercusiones sobre la salud, la economía y la vida de las personas dentro y fuera de sus fronteras.

Esta compleja imbricación de países, economías y poblaciones obliga a pensar en que es la hora de combinar la responsabilidad, la solidaridad y la cooperación entre los países de la región latinoamericana y caribeña; a decir verdad, se trata de un reto que involucra a la humanidad entera.

Es también la hora de la compasión: de identificarnos con el sufrimiento ajeno; y es la hora de la generosidad, y de superar “el laberinto de la soledad” que sume a nuestros pueblos en el aislamiento, y de promover soluciones conjuntas que permitan visualizar soluciones a la actual crisis y una mejor vida para todas nuestras naciones y sus habitantes.

Con el fin de hacerle frente a esta pandemia e interrumpir la cadena de contagios, muchos países del mundo con notorias excepciones han instado a sus poblaciones a quedarse en casa. Esta no es una decisión fácil, sobre todo si se tiene en cuenta que la informalidad es una característica sobresaliente de nuestras economías y las personas deben salir a la calle a ganarse el sustento de cada día.

En estas circunstancias, es muy importante que la población tenga tranquilidad en dos sentidos. Primero, debe saber que no dejará de recibir servicios básicos, aunque no tenga condiciones económicas para pagarlos. Segundo, debe tener seguridad de que contará con un ingreso básico para atender sus necesidades prioritarias, principalmente alimentos. Esta tranquilidad se alcanza mediante el respaldo del Estado y la solidaridad colectiva de todos los sectores sociales.

Por otro lado, la propagación del virus ha significado ya un alto precio para la mayoría de los países del continente: el colapso de los sistemas de salud, los cuales deberían ser fortalecido s, no debilitados, para hacerle frente a las demandas actuales y futuras de la pandemia.

Al mismo tiempo, la medida de “quedarse en casa profundiza la crisis social, ejerce una enorme presión emocional sobre las personas y provoca una gran tensión sobre las actividades económicas. Estas circunstancias obligan a que las medidas sanitarias sean acompañadas de garantías básicas para la vida.

La ausencia de esas garantías conduce a la desobediencia de quienes deben elegir entre el distanciamiento social y el hambre. Por esta razón, debemos actuar solidariamente con quienes sufren las consecuencias de una disposición sanitaria que beneficia a toda la colectividad.

El mensaje debe entonces ser claro: nos quedamos en casa con el apoyo del Estado y toda la sociedad. Atendemos así las medidas de emergencia sanitaria, el cuidado de la vida de todas las personas, la necesidad de reactivar la economía y de preservar el orden social.

En virtud de lo expuesto, quienes suscribimos esta declaración, rectores y rectoras de universidades públicas y privadas de América Latina y el Caribe, reunidos con los representantes de los Estados que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (convocados por el Secretario de Relaciones Exteriores de México, presidente pro tempore de la CELAC, frente a la crisis sanitaria, económica y humanitaria provocada por la pandemia de COVID 19, manifestamos lo siguiente:

  • Es responsabilidad de los Estados enfrentar la crisis sanitaria, económica y humanitaria, con el apoyo solidario de todos los sectores sociales, acorde con el principio de progresividad, a la vez que es una tarea impostergable fortalecer los sistemas de salud, combatir el desempleo y aliviar el hambre.
  • La emergencia mundial nos alerta respecto de la dramática erosión de la manera en que habitamos la Casa Común. La crisis actual ha dejado al descubierto las enormes desigualdades entre poblaciones y países, el desmantelamiento que han sufrido, en las últimas décadas, los sistemas de salud, la educación y la seguridad social; y ha hecho evidente la precarización del empleo y la grave afectación de la sustentabilidad del orbe.
  • En estas circunstancias, es obligación de los Estados tomar las medidas que permitan avanzar en la superación de la desigualdad intervenir para que, en este momento crucial, la riqueza experimente una justa distribución y contribuir a superar la brecha digital que afecta a alumnos y alumnas de todos los niveles educativos, pero que también constituye un obstáculo para la inserción laboral en nuevas condiciones de trabajo y producción.
  • Debido a la naturaleza global de la emergencia sanitaria, es imprescindible la cooperación entre los Estados, pero también entre los sistemas universitarios. En este contexto, es vital literalmente el libre acceso al conocimiento, a las publicaciones científicas, a material genético, a los principios terapéuticos activos, y a los procedimientos tecnológicos, que representan.
  • La crisis actual desafía todas las áreas del quehacer humano: el modo de producir, distribuir y consumir; las formas diversas de gobierno, los mecanismos de participación social, las relaciones humanas propias de la especie y con los seres vivos del planeta, incluyendo todo el medio ambiente.
  • El ser y el quehacer de las universidades e instituciones de educación superior se encuentran profundamente afectados estamos frente a desafíos inéditos que demandan respuestas creativas, novedosas, solidarias y pertinentes, con alto rigor académico, científico y social.
  • No es posible pensar en regresar a contextos pasados y a prácticas de otros momentos. La anterior es la que nos ha traído a la situación en la que nos encontramos ahora.
  • Se hace más urgente que nunca repensar hoy la actividad universitaria en su conjunto y, de manera particular, la docencia, la investigación, la difusión del conocimiento y la incidencia en nuestras sociedades. Es imperativo visualizar el futuro de nuestros países, sus gobiernos y nuestras universidades desde una perspectiva continental.

Por estas razones, luego del intercambio con los representantes de los Estados latinoamericanos y caribeños, hemos acordado los siguientes compromisos.

  • En la transición hacia modalidades híbridas de enseñanza y aprendizaje, asistidas por la tecnología, redoblaremos nuestros esfuerzos para no dejar fuera de la educación superior a la población vulnerable en razón de su situación económica, social, racial, étnica o de edad. Los Estados, en conjunto con las empresas de alta tecnología, deben contribuir a superar la brecha digital, en cooperación con las instituciones de educación superior. La inclusión, la pluralidad y la no discriminación adquieren mayor vigencia que nunca antes.
  • La sustentabilidad basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas será un eje transversal de todo nuestro trabajo docente, de investigación, innovación e incidencia social, y partimos de la convicción de que no puede haber personas ni sociedades sanas en una tierra enferma.
  • Estudiaremos los problemas complejos desde un enfoque complejo, distinto de la perspectiva determinista, lineal y fragmentaria de la Modernidad. Los abordaremos como complejidades del entorno y sus relaciones culturales especialmente aquellas derivadas del pensamiento científico y del conocimiento ancestral, sus aplicaciones tecnológicas y sus consecuencias socioeconómicas.

La finalidad será contribuir a alcanzar un manejo sustentable de los sistemas socioecológicos.

  • La pandemia ha revelado también como una necesidad acuciante el estudio de estos problemas complejos desde una perspectiva interdisciplinaria o transdisciplinaria. Para hacer frente a la pandemia es preciso definir, desde este enfoque, junto con los gobiernos de la región, cuáles son los problemas fundamentales del subcontinente y cómo podemos abordarlos solidariamente y en el marco de una cooperación recíproca y respetuosa.
  • Fomentaremos el trabajo colaborativo y el diálogo de saberes plurales para la transformación social. Para ello, saldremos de nuestros recintos y de los marcos disciplinares. En el centro pondremos la necesidad de construir conocimientos y transferirlos mediante la amplia participación de una comunidad diversa (organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, iniciativa privada y actores de las comunidades campesinas e indígenas) Con esto formularemos las preguntas adecuadas, las abordaremos sistémicamente y auxiliaremos en el diseño de estrategias con mayor potencial para la transformación social desde el imperativo central de la justicia y la democracia.
  • Abordaremos de manera crítica los distintos modelos de desarrollo adoptados en la región, hacia la superación de la pobreza y las desigualdades. La crisis económica derivada de la pandemia afecta a todos, pero impacta con mayor profundidad a los más pobres agudizando su situación de vulnerabilidad. Queremos contribuir a generar conocimientos y alternativas de solución basadas en una perspectiva de justicia social, que sean realizables, resilientes, democráticas y sustentables.

Exhortamos a nuestros gobiernos y a todas las universidades de la región a apoyar decididamente la construcción de un espacio universitario común para trabajar conjuntamente en la solución de estas problemáticas fundamentales de América Latina y el Caribe, acentuadas por la pandemia.

De manera enfática y respetuosa, solicitamos a los gobiernos de América Latina y del Caribe a crear un fondo especial de investigación científica e innovación tecnológica, con el fin de fortalecer las capacidades de generación y transmisión de conocimiento relevante y pertinente sobre los problemas de nuestra región.

Convocamos a todas las comunidades científicas de nuestros países a dedicar un espacio específico para el análisis profundo de este momento histórico y vislumbrar derroteros novedosos que aporten mayor dignidad a la vida de todos y todas. Con ello, los invitamos a contribuir con libertad a la toma de decisiones acertadas en favor del bienestar social.

Llamamos a crear, activar y fortalecer grupos y redes de trabajo que capitalicen los talentos y fortalezas de nuestras instituciones académicas y científicas para generar soluciones a las diversas problemáticas que se han abierto y profundizado en esta coyuntura crítica.

Es fundamental hacer sinergias entre los sectores público, privado, gubernamental y social para enfrentar decididamente la pandemia y sus lamentables efectos económicos y sociales. Requerimos fomentar coordinadamente una sociedad del cuidado, desde la escala familiar, con economías bajo control social, así como desincentivar actividades ambientalmente peligrosas que agravan la bioinseguridad.

Solicitamos a los gobiernos que alienten el diálogo continental, incluyendo pueblos y comunidades en el nivel local, regional y global como una estrategia primordial de resistencia frente al desgaste social que ha implicado la pandemia y las medidas de mitigación que se han implementado. Requerimos de todo ello con urgencia, con el fin de adoptar estrategias regionales y enfrentar conjuntamente los desafíos comunes.

Nuestras universidades conocen, dialogan, inciden, para transformar la realidad y hacerla más humana, justa, incluyente y sustentable.

5 de junio de 2020

Dr. Enrique Graue W, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dra. Dolly Montoya, Rectora de la Universidad Nacional de Colombia y Presidenta de la UDUAL.
Dr. Henning Jensen, Ex-Rector de la Universidad de Costa Rica (UCR) y ex-Presidente de la UDUAL.
Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana y Vicepresidente de la Región México de la UDUAL.
Dr. Hugo Juri, Rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina y Vicepresidente de la Región Cono Sur de la UDUAL.
Dr. Marcial Rubio, Ex-Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Mtra. Ramona Rodríguez, Rectora de la Universidad Autónoma de Nicaragua-Managua (UNAN-Managua) y Vicepresidente de la Región Centroamérica de la UDUAL.
Dr. Carlos Alvarado Cerezo, Secretario Ejecutivo del Consejo Superior Universitario de Centroamérica (CSUCA).
Dr. Fernando Sempértegui, Rector de la Universidad Central del Ecuador (UCE).
Dra. Miriam Nicado, Rectora de la Universidad de La Habana (UH), Cuba.
Dr. Roberto Escalante, Secretario General de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL).

Testigo de Honor

Mtro. Maximiliano Reyes Zuñiga, Subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (México).

A planear conscientemente el futuro

Cristóbal Pérez-Jerez

De la vida espontánea hacia la planificación

Cada día que pasa nos trae incertidumbre, temor y aislamiento social escandaloso. Los humanos estamos sufriendo una resaca de casi 50 años de crecimiento acelerado y consumo siniestro de los recursos de la Tierra. El auge de la medicina, las telecomunicaciones, la productividad económica, las políticas sociales y los modernos transportes nos convirtieron en amos y señores del universo. Nuestro consumo y la búsqueda de propiedad es infinita. Hace 12 mil años éramos un millón de humanos, en 1800 éramos ya una muchedumbre de 107 millones, en 1900 133 millones; y hoy la increíble suma de 7,790 millones. Un crecimiento que implica exterminar los recursos de la tierra, eliminar todas las otras especies y contaminar atmósfera, ríos, lagos, mares y bosques.

Nuestra mayor esperanza es que el ser humano recupere su capacidad de ser consciente. Que en lugar de producir masiva, alegre e intensivamente bienes y servicios innecesarios, reconstruya la sociedad basándose en un ser humano que recupere su ser natural, que produzca para sobrevivir, respetando el derecho de animales, plantas y recursos a vivir libremente, sin presiones del humano, en por lo menos la mitad del planeta.

Las alternativas, sí el coronavirus es derrotado, serán una sociedad planificada para generar la existencia en el planeta de unos 4 mil millones de humanos, viviendo en paz, cooperación y respeto a la naturaleza; o continuar nuestra vida espontánea de crecimiento económico, poblacional y tecnológico que nos acerque siempre a nuevas pandemias, que naturalmente, eliminen a los humanos sobrantes.

Todos los países debieran de generar una estrategia conjunta, que permita la unidad regional y mundial, para enfrentar los siete problemas capitales mencionados:

Uno, el gran peligro de destruir la vida en los océanos, lo que sería el inicio del fin de nuestra vida, de lo cual es un triste ejemplo el mar de basura en las costas de Honduras y Guatemala.

Dos, el deterioro del agua disponible en el planeta, ya en todos los países de la región no existen ríos sin contaminación.

Tres, los conflictos por el agua, que empezarán a ser continuos y cada vez más peligrosos sí no avanzamos una propuesta de negociación y estrategia regional.

Cuatro, la degradación de los suelos, que ya no soportan cultivos intensivos, ni efectos de agroquímicos.

Cinco, la deforestación, los bosques húmedos tropicales, una delicia del alma de cualquier centroamericano en la época en que eran abundantes.

Seis, el consumo desquiciado de energías de todo tipo.

Siete, lo más triste, la pérdida de la biodiversidad, la aniquilación del resto de seres vivos de la creación.

Queda poco tiempo para actuar. Salvar la naturaleza mide el valor de una nación.

Una propuesta de solución imposible

Engels nos motiva a proponer una solución inalcanzable. Inalcanzable pues el humano es producto de sus instintos no de su inteligencia científica. Nuestro instinto sigue las leyes del desarrollo o evolución planteadas certeramente por Darwin y Smith. El humano es egoísta y en búsqueda de su propio placer no tiene límites para depredar todos los sistemas de vida y de recursos naturales.

Diría el filósofo Engels: “Si nos preguntamos… qué son, en realidad, el pensamiento y la conciencia y de dónde proceden, nos encontraremos con que son productos del cerebro humano y con que el mismo hombre no es más que un producto de la naturaleza que se ha formado y desarrollado en su ambiente y con ella.”  Podríamos interpretar que al ser el humano y su organización social productos de la naturaleza, tienen que seguir una lógica similar a cualquier otro ser de la naturaleza, es decir, los humanos tendríamos que comprender que nuestra sociedad y existencia nacieron en determinado momento, se han desarrollado y tienen que morir.

El asunto anterior es un problema de consciencia. El ser humano al comprender que tiene que desaparecer, en un momento dado, de la Tierra lo puede hacer de una manera benigna y cariñosa con el medio que le dio la vida, es decir podríamos construir sociedades con menor cantidad de humanos, con menor consumo y con espacios libres para que el resto de seres vivos puedan continuar su existencia. O, de acuerdo a las leyes de la evolución podríamos acelerar la muerte del humano y su sociedad, provocando el sufrimiento y desaparición del resto de seres vivos. Esa es nuestra disyuntiva.

La solución inalcanzable es:

  1. Detener el crecimiento de la población humana, determinando un porcentaje de humanos por cantidad de espacio en todo el planeta.
  2. Establecer que en la mitad del territorio de todos los países del mundo quede prohibido el acceso de seres humanos, para permitir la libertad, felicidad y vida del resto de especies que comparten el planeta con el depredador.
  3. Establecer la racionalidad en el consumo y la expectativa de vida del ser humano

Imagen: https://www.lavanguardia.com/natural/20190730/463772770926/consumo-cambio-climatico-sobreexplotacion-recursos-planeta.html

En momentos de crisis global urge un diálogo inclusivo

En estos momentos de crisis global sanitaria urge un diálogo inclusivo para construir las respuestas en colaboración con la Administración Pública

Carlos Hernández Porras*

La primera preocupación de las organizaciones sociales a las que representamos está siendo atender de la mejor manera posible a las personas que más lo necesitan. Encontramos en ellas ejemplos de responsabilidad y solidaridad, pero también mucha incertidumbre, necesidad y urgencia de respuestas de las autoridades. Nos preocupa el presente y el futuro, y es por ello por lo que instamos a la Administración Pública a lo siguiente:

  • Emplazamos a que se reconozca nuestra existencia y a que se incluya en el dialogo a otras representaciones. Hemos recibido documentos acabados de parte de las autoridades e instituciones, pero no como producto del consenso con nuestras representaciones.
  • Redes de la Economía Social Solidaria llama a la democratización de ese diálogo con base en los valores mismos de la Economía Social Solidaria como es la inclusión social.
  • El propósito debe ser encontrar las mejores soluciones tanto para las situaciones concretas de emergencia, como para las consecuencias sociales y económicas que vendrán y que generan una enorme preocupación e incertidumbre añadida.

Reiteramos nuestra voluntad de cooperación, poniéndonos a disposición para todo aquello en lo que consideren las instituciones que podemos ser de utilidad en este momento crítico para toda la población, y especialmente para la población más vulnerable.

Por lo que llamamos a actuar con sensatez, responsabilidad y voluntad de diálogo inclusivo de parte de las autoridades del sector. Esto debe ser de manera inmediata pues la gravedad de esta crisis representa un alto costo social. Este clamor no es único de nuestro país, sino que en otras latitudes se hace igual reclamo, para ello puede verse este enlace.

El confinamiento, si bien evita la propagación del Covid-19, peligrosamente complica la frágil y delicada situación económica de las organizaciones de la economía solidaria, de las micro y pequeñas empresas. Urge encontrar solución armónica entre ambos propósitos: evitar el contagio y no dejar morir la economía social solidaria.

*COKOMAL S.C / Comisión Dinamizadora – Red Economía Social Solidaria /RedESS
Tel. 8950-9945 Facebook
cokomal.org/

Todo lo que el coronavirus ha puesto en evidencia

German Masís

La pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia muchas cosas, entre ellas que es ya una enfermedad global y una emergencia mundial que ha podido diseminarse gracias a la amplia movilidad de las personas.

Pero hay otras situaciones aún más sorprendentes, como poner en evidencia la realidad de los sistemas de salud en los países algunos más fuertes y preparados y otros más débiles y vulnerables; que han sido los sistemas de salud públicos, con sus fortalezas, debilidades y capacidades los que han respondido a las emergencias nacionales.

Que son sistemas de salud diferenciados de acuerdo a las políticas que han prevalecido, dirigidas a priorizar la salud como servicio público y a mantener sistemas robustos o a reducir la acción estatal y trasladar los servicios a la actividad privada.

Se ha podido observar las distintas capacidades y recursos disponibles, marcados en algunos casos por las carencias de infraestructura, equipo y personal, como la limitación de la infraestructura hospitalaria en el Norte de Italia la ausencia de suficientes pruebas para detectar el virus en Estados Unidos, o la carencia de equipos de asistencias respiratoria en España.

La emergencia ha evidenciado el tipo de respuesta de los Estados y el manejo político que cada uno ha realizado de la misma, algunos negando inicialmente su existencia y perdiendo tiempo valioso u otros definiendo una estrategia de atención clara y oportuna.

Además, ha puesto en evidencia que es posible movilizar la cooperación entre países, que hay disponibilidad de recursos financieros en condiciones favorables y de manera crucial que las empresas pueden involucrarse junto a los Estados en la búsqueda y el desarrollo de las soluciones médicas adecuadas.

Así mismo, ha confirmado la importancia de la investigación y el conocimiento científico desdeñado o ignorado por algunos políticos arrogantes y miopes.

La pandemia ha hecho emerger el sentido más humano de la asistencia sanitaria y ha vuelto a poner a la salud en el centro del desarrollo de las sociedades.

UCR: Taller internacional marca inicio de cooperación con China en materia agrícola

  • Costa Rica y la República Popular de China imparten el primer Taller internacional de nuevas tecnologías y variedades vegetales en América Latina en la UCR

UCR Taller internacional marca inicio de cooperacion con China en materia agricola
El intercambio académico y producción científica son los beneficios potenciales de este inicio de cooperación y establecimiento de redes de investigación agrícola con la República Popular de China (foto Marilín Agüero).

Del 12 al 23 de marzo se llevó a cabo en la Universidad de Costa Rica (UCR) el Taller Internacional para demostrar y promover nuevas tecnologías y variedades vegetales para países de América Latina 2018, el cual marca el inicio de la cooperación académica y de investigación con China en el campo agroalimentario.

El encuentro es organizado por el Instituto de Investigaciones Agrícolas (IIA), el Centro para Investigaciones en Granos y Semillas (Cigras) y la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, el conjunto de la República Popular de China con la Universidad Agrícola de Anhui, la empresa Anhui Jianghuai Horticulture Seeds CO., LTD, y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en el marco del Programa de Asistencia Exterior para países de América Latina.

La empresa privada de semillas, Jianghuai Horticulture, en China, se enfoca en el desarrollo de nuevas variedades de melón, sandía, calabaza y chile dulce, así como en la difusión de técnicas de cultivo avanzadas y en la oferta de capacitación tecnológica agrícola para el sector productivo. La investigación, orientación, innovación, sostenibilidad y calidad son parte de los ideales que sigue la organización para ofrecer beneficios a los agricultores.

Después de visitar algunos países latinoamericanos, los representantes del Ministerio de Agricultura de la provincia de Anhui, China, decidieron darle prioridad a Costa Rica para la cooperación académica y técnica en el campo agroalimentario. En la imagen Dr. henning Jensen, rector de la UCR y Ms. Wang Wenwen, gerente general a.i. Anhui Jianghuai Horticulture Seeds Co., Ltd intercambian saludos (foto Marilín Agüero).
Después de visitar algunos países latinoamericanos, los representantes del Ministerio de Agricultura de la provincia de Anhui, China, decidieron darle prioridad a Costa Rica para la cooperación académica y técnica en el campo agroalimentario. En la imagen Dr. henning Jensen, rector de la UCR y Ms. Wang Wenwen, gerente general a.i. Anhui Jianghuai Horticulture Seeds Co., Ltd intercambian saludos (foto Marilín Agüero).

Esta es la primera vez que se realiza un taller de este tipo en Latinoamérica, el cual tiene como objetivo capacitar al personal profesional y técnico del área agrícola en países de la región, con miras a mejorar la capacidad de los participantes para la producción de semillas, control de calidad y prácticas de cultivo.

En la inauguración del taller internacional, el Dr. Henning Jensen, rector de la UCR, mencionó que la actividad se puede considerar como el inicio de un proceso de cooperación, colaboración científica, técnica y estratégica, así como de establecimiento de redes de investigación agrícola entre la UCR y la República Popular de China, lo cual permitirá movilidad académica, docente y estudiantil.

En la actividad de apertura la Licda. Ivannia Quesada, viceministra del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), se refirió a la primera reunión con la organización china semanas atrás, donde se inició el establecimiento de un plan de acción tomando en cuenta las necesidades del sector agroproductivo.

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El taller internacional se realizó en el auditorio de UCAGRO del 11 al 24 de marzo (foto Marilin Agüero).

En esta actividad participaron profesionales de Costa Rica, México, Cuba, El Salvador, Ecuador, Panamá, Nicaragua y Honduras. Las exposiciones estuvieron a cargo de expertos de la UCR y de la Universidad Agrícola de Anhui.

El Dr. Olman Quirós, decano de la Facultad de Ciencias Agroalimentarias, indicó que este taller es un claro ejemplo de cómo se pueden superar las barreras al indicar que “el conocimiento no conoce fronteras, los límites para el intercambio académico los ponemos nosotros”.

Como parte de los planes de cooperación, los representantes de China quieren además establecer una finca modelo experimental en Costa Rica que sirva como base para realizar investigaciones y transferencia tecnológica a técnicos y profesionales agrícolas en el resto de los países de Latinoamérica.

 

Marilin Agüero

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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