German Masís
La pandemia del coronavirus ha puesto en evidencia muchas cosas, entre ellas que es ya una enfermedad global y una emergencia mundial que ha podido diseminarse gracias a la amplia movilidad de las personas.
Pero hay otras situaciones aún más sorprendentes, como poner en evidencia la realidad de los sistemas de salud en los países algunos más fuertes y preparados y otros más débiles y vulnerables; que han sido los sistemas de salud públicos, con sus fortalezas, debilidades y capacidades los que han respondido a las emergencias nacionales.
Que son sistemas de salud diferenciados de acuerdo a las políticas que han prevalecido, dirigidas a priorizar la salud como servicio público y a mantener sistemas robustos o a reducir la acción estatal y trasladar los servicios a la actividad privada.
Se ha podido observar las distintas capacidades y recursos disponibles, marcados en algunos casos por las carencias de infraestructura, equipo y personal, como la limitación de la infraestructura hospitalaria en el Norte de Italia la ausencia de suficientes pruebas para detectar el virus en Estados Unidos, o la carencia de equipos de asistencias respiratoria en España.
La emergencia ha evidenciado el tipo de respuesta de los Estados y el manejo político que cada uno ha realizado de la misma, algunos negando inicialmente su existencia y perdiendo tiempo valioso u otros definiendo una estrategia de atención clara y oportuna.
Además, ha puesto en evidencia que es posible movilizar la cooperación entre países, que hay disponibilidad de recursos financieros en condiciones favorables y de manera crucial que las empresas pueden involucrarse junto a los Estados en la búsqueda y el desarrollo de las soluciones médicas adecuadas.
Así mismo, ha confirmado la importancia de la investigación y el conocimiento científico desdeñado o ignorado por algunos políticos arrogantes y miopes.
La pandemia ha hecho emerger el sentido más humano de la asistencia sanitaria y ha vuelto a poner a la salud en el centro del desarrollo de las sociedades.