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Etiqueta: crisis global

Yemen-Hutíes, aliado de Palestina-Gaza

Mg. José A. Amesty Rivera

Recordemos que, la guerra Israel-Gaza, es un conflicto armado en curso que comenzó el 7 de octubre de 2023, mientras los israelíes festejaban la fiesta de Sucot, grupos armados de militantes palestinos, principalmente de Hamás y la Yihad Islámica Palestina, lanzaron un gran ataque contra Israel desde la Franja de Gaza, con cohetes y un ataque de comandos en camiones y motocicletas.​ El ataque tomó a Israel por sorpresa, durante el 50 aniversario de la guerra de Yom Kippur.​ Israel respondería poco después con una represalia denominada «Operación Espadas de Hierro», que incluiría bombardeos e incursiones militares contra la Franja de Gaza. 

Han pasado 22 semanas del inicio del conflicto, y se ha agregado como aliado de Gaza, la nación árabe de Yemen-Asia, más específicamente, el movimiento de los Hutíes de Yemen.  

Yemen del Norte, que era la República Árabe de Yemen, y Yemen del Sur, anteriormente la República Democrática Popular de Yemen, se unificaron en 1990, esto sacudió la geopolítica de la región, porque Yemen del Norte era de orientación socialista y Yemen del Sur era socialista marxista-leninista. 

La ONU considera que Yemen vive la crisis humanitaria más grave del planeta, con más del 80% de la población necesitada de protección. Según la organización internacional, más de 16 millones de yemeníes pasan hambre. Considerando esta realidad, no es de extrañar la respuesta a occidente de los rebeldes yemenitas. 

Es decir, en la actualidad, Yemen se encuentra entre las naciones más pobres de Asia y del mundo árabe.

Por otro lado, el movimiento Hutí, es antiimperialista, anticolonial, y sus acciones son una demostración práctica de solidaridad, con el pueblo palestino; los Yemenitas lo hacen deteniendo el comercio controlado por los países occidentales, que son los patrocinadores de Israel en la guerra colonial y el genocidio en Gaza. 

En 1992 se formó el movimiento político Ansarolá (que significa los que creen en Dios) que hoy es más conocido como el movimiento hutí, nombre que honra a uno de los líderes del movimiento, Badredin Hutí, asesinado en 2004, durante un levantamiento contra el gobierno. Los hutíes proceden de la comunidad zaidí del islam chií, es decir, son árabes islamitas. 

No obstante, los hutíes no pretenden ser una organización religiosa, sino un movimiento político de resistencia a la injerencia occidental en Yemen. 

El escenario de detención del comercio, por parte de los hutíes, es en el mar rojo, por donde fluye el 15 por ciento del comercio internacional del mundo, y más específicamente en el estrecho Bab al Manded clave para el comercio mundial. El volumen de buques de carga que atraviesan este estrecho, ha descendido casi un 60% desde que comenzaron estos ataques de los hutíes. El estrecho de Bab al Mandeb, une al Índico con el Mediterráneo a través del canal de Suez. Esto explica la importancia geoestratégica y geoeconómica del estrecho de Bab al Mandeb. 

¿Cuál ha sido el aporte-apoyo de los hutíes a la lucha de Palestina?

  • En octubre del año pasado, inmediatamente después de la invasión a la Franja de Gaza por parte del régimen israelí, Yemen se solidarizó con el pueblo de Palestina. El Ejército yemení lanzó una serie de ataques contra barcos vinculados a Israel en el mar Rojo, utilizando drones, misiles de crucero y balísticos, que provocaron repercusiones en todo el mundo. 
  • Luego, a mediados de noviembre, altos funcionarios yemeníes dejaron claro que ya no tolerarían ningún transporte marítimo vinculado al régimen israelí frente a sus costas. Anunciaron que el Ejército yemení, atacaría todos los barcos propiedad de empresas israelíes u operados por ellas, o que lleven la bandera del régimen israelí. A su vez, también solicitaron, a todas las naciones que retiren a sus ciudadanos que trabajan como tripulantes en dichos buques, enviando una señal clara de lo que estaba por venir. 
  • Occidente, a su vez, subestimó el poder militar yemení, retratándolos como guerreros tribales con armas rudimentarias. 
  • Lo que continuó fue que, Yemen inició operaciones militares contra la flota mercante afiliada a Israel, apoderándose primero del carguero Galaxy Leader de 189 metros de eslora mediante el uso de helicópteros y lanchas rápidas.
  • Luego, durante diciembre y enero, veinte barcos más fueron atacados con drones, misiles antibuque y balísticos, mostrando a la audiencia mundial un impresionante arsenal de diversas armas fabricadas localmente. Algunas de estas armas incluían misiles navales, misiles de crucero de largo alcance y municiones sospechosas. 
  • Más adelante, a pesar del establecimiento de patrullas navales en los mares Rojo y Arábigo, de EEUU y el Reino Unido, Yemen no se inmutó y los ataques contra barcos afiliados a Israel continuaron con mayor ritmo y convicción. No detuvieron los ataques, sino que intensificaron las operaciones y las amplió, a las flotas mercantes de los países implicados en la agresión, provocando así una caída aún más significativa del tráfico mundial a través de Bab El-Mandeb.
  • Yemen llevó a cabo el mayor ataque con decenas de drones, utilizó nuevos drones submarinos y misiles balísticos antibuque contra una treintena de barcos, dañó a una docena más y hundió dos cargueros británicos. 
  • En fin, para EEUU, las acciones de los hutíes, han sido una derrota táctica por un país que, durante mucho tiempo, ha sido considerado un actor menor en el escenario internacional. 
  • Finalmente, para Israel y sus aliados, deben advertir el peligro sobre lo que sucedería en el mar Mediterráneo, en caso de una extensión del conflicto al movimiento de la Resistencia libanés Hezbolá, así como para el propio dúo angloestadounidense, en el caso de aventuras belicistas en el Golfo Pérsico. 

¿Qué representan los hutíes en el escenario geoestratégico del Medio Oriente?

El periodista especializado en política internacional y corresponsal de guerra, Eduardo Vasco, en su artículo: Los hutíes abren la caja de Pandora y ponen en jaque el imperialismo y el sionismo, señala al respecto que, «los hutíes lograron hacer lo que Israel y Estados Unidos han tratado de evitar a toda costa, hasta ahora: convertir el genocidio en Gaza en una crisis global» y, además, golpear «la economía, al bloquear el tránsito por el Mar Rojo de cualquier buque o embarcación israelí con destino a Israel».

Es decir, «la acción hutí no es espectacular solo porque golpea la columna vertebral de la maquinaria genocida de Israel, sino, sobre todo, porque está paralizando la economía mundial, es decir, el funcionamiento mismo del régimen capitalista, que está en la raíz del problema de la guerra de agresión en el Medio Oriente». Reiterando que, «el bloqueo naval impuesto por los hutíes tiene el potencial de intensificar la guerra y expandirla al resto de la región y también dañar radicalmente el comercio mundial». 

Por ejemplo, señala Vasco: «⅓ del suministro marítimo de petróleo pasa por el Mar Arábigo (entre la India y la Península Arábiga) y el bloqueo del Mar Rojo, aunque los hutíes han garantizado que solo se aplica a los barcos relacionados con Israel, en realidad hace temer a todas las empresas, provocando un aumento del precio del petróleo debido al desvío de la ruta – British Petroleum ya ha anunciado que ya no pasa por allí. Más del 60 % de las líneas navieras internacionales ya han suspendido el transporte a Israel a través del Mar Rojo y las empresas que han decidido cambiar de rumbo (como Maersk, MSC, CMA, CGM y Hapag-Lloyd) representan más de la mitad del transporte mundial de contenedores». 

Finalmente, indica, Mohammed Abdul-Salam, portavoz del movimiento Ansar Allah (nombre oficial de la organización hutí), indicó el carácter de la operación: «la causa palestina no está abierta a la negociación y no podemos aceptar lo que le está sucediendo al pueblo de Gaza». Se trata de una acción enteramente solidaria e internacionalista, motivada por los más nobles sentimientos de hermandad con los palestinos. Los hutíes, en este momento, son la máxima expresión de los sentimientos de todos los musulmanes del mundo, (y de millones de no musulmanes humanistas, progresistas, democráticos y socialistas). Por lo tanto, cuentan con un apoyo moral inquebrantable e inalcanzable.  

Imagen tomada de: https://www.france24.com/es/20190921-yemen-huties-cese-fuego-ataques-arabia-saudita

La crisis de Occidente y sus causas

Por Arnoldo Mora

La crisis global   que vive y sufre hoy en día la humanidad entera evoca la vivida hace un siglo a partir de la crisis del 29. Ambas provienen del modelo ortodoxo capitalista, que consiste en una absolutización del mercado, entendiendo por “mercado” aquellas relaciones comerciales que se rigen preponderantemente por la ley de la oferta y la demanda, la cual determina el valor fundamental de la economía. Con ello, se convierte el producto del trabajo en mercancía, el valor de cambio sustituye al valor de uso; lo cual implica la destrucción de todos los valores que hacen al hombre ser precisamente eso: HUMANO. La esencia del ser humano es el trabajo; el ser humano construye la economía porque trabaja; el hombre tiene, como actividad principal en toda su vida, que luchar por su sobrevivencia recurriendo al trabajo, entendiendo por “trabajo” toda acción transformadora de lo real; por lo que el trabajo no es solamente el esfuerzo físico, también lo es el intelectual; por lo que hoy con la IA podríamos hablar no tanto de trabajo físico sino de creatividad. Cuando el mercado es el que domina en todo y no el trabajo-creatividad, se le quita el valor humano a la economía, por lo que la economía deja de ser una fuente de vida, lo que lleva a que millones y millones de seres humanos sean marginados.

Volviendo al pasado, debemos hoy recordar cuál fue la respuesta dada por las grandes potencias a la crisis del 29: impulsar el ascenso incontenible de Hitler en una Alemania que era el país más golpeado por la crisis luego de haber perdido la I Guerra Mundial. Ahora nos corresponde indagar las causas de la actual, porque, si las comparamos entre sí, veremos que las diferencias son abismales. La crisis del 29 fue de producción, dado el todavía insuficiente desarrollo científico-tecnológico de la época; por el contrario, la crisis actual es provocada por la sociedad de consumo. El ser humano en su condición de trabajador cumple un doble rol: en su lugar de trabajo produce riqueza, pero cuando regresa a su casa, se convierte en consumidor de aquello mismo que ha producido; pero sus relaciones económico-sociales han cambiado, en vista de que, entre el trabajador y el consumidor, aun siendo la misma persona, existe el salario; el trabajador produce más de lo que su salario le permite consumir; esta diferencia pasa a manos del propietario de los medios de producción, en lo que se llama “plusvalía”; el capital no es más que acumulación de plusvalía; esa es la razón de ser del sistema capitalista: la acumulación en manos privadas de plusvalía. En consecuencia, se da un sobrante cada vez mayor de productos no consumidos, mientras un número considerable de trabajadores carece de recursos que le permitan satisfacer sus necesidades básicas; mientras en las vitrinas de tiendas exclusivas se exhiben artículos de lujo, en las aceras se atropellan las multitudes que sólo pueden contentarse con mirar. En consecuencia, la sociedad en su conjunto no puede consumir todo lo que produce. Este exceso de mercancía lleva al colapso del sistema en su totalidad; la amenaza de estallidos sociales y de revoluciones políticas se hace patente. Para enfrentar esa amenaza, los sectores dominantes sólo encuentran una “solución” (¿?!!): activar la industria pesada, es decir, la producción masiva de armas y provocar conflictos con otros países, a fin de unir a la población en lo que consideran una “lucha patriótica”; con ello, igualmente, justifican en caso extremo decretar un estado de excepción que les permita cercenar las libertades públicas y reprimir cualquier intento de revuelta popular. El recurso a la industria del armamentismo se vuelve una necesidad de sobrevivencia del sistema, la economía de punta y los mejores intelectos se ponen al servicio de la producción de los armamentos más sofisticados y mortíferos con el fin macabro de usarlos en seres humanos. Esto es lo que hoy la humanidad entera, contempla horrorizada y estupefacta en la Guerra de Ucrania. Además, con el desarrollo de la tecnología más avanzada la guerra impulsa a los gobiernos a renovar su armamento permanentemente; la guerra destruye el armamento obsoleto, por lo que debe probarse y consumirse en la guerra real con la consiguiente destrucción de vidas humanas y bienes materiales.

La sociedad de consumo sin control conduce a la destrucción de la Naturaleza con la consiguiente contaminación del medio ambiente, los océanos se contaminan, los bosques desaparecen, el 90% de la enfermedades que sufrimos los humanos no tienen un origen natural sino cultural, producto y consecuencia de la manera en que la sociedad de consumo nos obliga a (sobre)vivir. La economía capitalista está íntimamente ligada a la sociedad del despilfarro que priva hoy en día. Más aun, con la crisis se da una mayor concentración de la riqueza en menos manos, por lo que pequeños y medianos productores se reducen en número y poder político y económico; por lo que hoy vivimos estupefactos el mayor desequilibrio socio-económico que haya conocido la humanidad, pues 6 personas físicas (no familias ni empresas sino individuos con nombres y apellidos) poseen más riquezas que el 30% de los países más pobres del mundo juntos. Todo lo cual trae como consecuencia que más de mil millones de seres humanos tan sólo logran sobrevivir al borde de la miseria; esto explica igualmente el poder económico y político alcanzado por el tráfico ilegal de armas, personas y drogas, llegando hasta el extremo de que en algunos países la crisis llega hasta provocar Estados fallidos, como fue la Honduras de los gobiernos anteriores al actual, o el Ecuador de hoy; esta amenaza se cierne sobre nuestro propio país.

La única salida frente a este escalofriante panorama que se cierne sobre la humanidad entera es que los pueblos tomen conciencia de esta ominosa problemática y se organicen para enfrentarla mediante la construcción de un Estado planetario que busque la paz universal, inspirado en una democracia pluricultural, basada en el respeto irrestricto a las normas del derecho internacional y la justicia distributiva…Tal es la utopía que debe inspirar sin desmayo a todos los hombres y mujeres de bien en el mundo, sin diferencias de ninguna especie.

Canción solidaria con el pueblo colombiano

La canción COLOMBIA, escrita y compuesta por el cantor costarricense Wilson Arroyo salió a la luz la semana del 17 de junio de 2021 en plataformas digitales. Es un canto de apoyo a las reivindicaciones de justicia social del pueblo colombiano que ya suma un mes de protestas en contra de una reforma tributaria promovida por el gobierno del presidente Iván Duque.

Las desigualdades históricas de esta nación, agudizadas por la crisis global del covid-19 han hecho estallar el clamor de las juventudes, que aún frente a la agresión policial se mantienen en pie.

La canción fue grabada por el cantautor, con apoyo de Barux Tellez en el clarinete, Jonathan Araya en el bajo, Jeannette Oconitrillo en los coros y Gabriel Arroyo en la percusión. Habla de la larga espera del pueblo colombiano y la esperanza de que la resistencia actual llegue a un buen puerto.

En el intermedio cuenta con un fragmento del discurso del escritor colombiano Gabriel García Márquez, cuando recibió el premio Nobel de Literatura. Con la frase «Nuestra respuesta es la vida» abre paso a la esperanza de los pueblos latinoamericanos, en un momento de reconfiguración social de la región.

La canción se puede escuchar por medio de los siguientes enlaces:
Spotify: https://open.spotify.com/track/77Y0Wsz8LtzcvjlQJ0r77M
Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=DmfBz22CCfk
Bandcamp: https://wilsonarroyoco.bandcamp.com/track/colombia

 

Compartido con SURCOS por Wilson Arroyo.