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Etiqueta: crisis humanitaria

A dos años del 7 de octubre: crisis humanitaria en Gaza y perspectivas del acuerdo de paz

Este miércoles 29 de octubre tendremos el programa:

A dos años del 7 de octubre: crisis humanitaria en Gaza y perspectivas del acuerdo de paz.

Con la participación de:

Dr. Nicolás Boeglin y Msc. Valeria Rodríguez Quesada

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233.

Miércoles 5:00 pm en Radio Universidad 96.7 FM.

Véanos a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica (https://www.facebook.com/radiouniversidadcr)

No es solo un caso más

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Regresó a casa de la peor forma posible: humillado, lacerado en todo su cuerpo, en estado vegetal y sin poder hablar. Es esta una de las maneras en las cuales la política migratoria de Estados Unidos trata a los migrantes deportados: los animaliza y barbariza hasta el extremo.

No hablamos de los cientos de miles de centroamericanos que han recibido para sí la dureza del sistema migratorio emprendido este año por el ¿presidente? Donald Trump y que ya en las administraciones demócratas de Obama y Biden habían sido duramente castigados con las peores y antihumanas acciones de detención, rechazo y deportación.

Hablamos del costarricense Randall Barboza Esquivel, quien fuera detenido en diciembre anterior por encontrarse en estado irregular en aquel país. De inmediato fue recluido en el sistema de detención de ICE y durante varios meses mantuvo comunicación con su familia hasta perderla por completo en junio de este año.

A partir de allí fue declarado desaparecido; las autoridades migratorias estadounidenses lo deportaron en setiembre, siendo otra persona, en condiciones deplorables de salud.

Al tiempo de escribir esta columna se conoce del deceso de Randall en el hospital de Pérez Zeledón, siendo quizá uno de los casos que quedarán en la impunidad para siempre.

Es uno de los cientos de costarricenses que conforman el sistema migratorio desde el sur del país (Pérez Zeledón-Zona de Los Santos) hacia los Estados Unidos. Con el afán de mejorar sus condiciones de vida, emprendió la experiencia migratoria, que se vio truncada con las condiciones ya conocidas.

Saber exactamente qué le ocurrió entre junio y setiembre es una impronta para sus familiares, que ahora claman justicia una vez fallecido. Una y otra vez “pegaron” contra la impenetrable muralla de la institucionalidad migratoria del país del norte buscando respuestas. Nunca las obtuvieron.

Su política, ya lo dijimos en varias ocasiones, es una vergüenza. Como vergonzoso fuera el que el gobierno de Costa Rica aceptara dos vuelos con personas deportadas al promediar la primera parte del año.

La situación de Randall no es un número más en la indigna estadística de la peor estructura migratoria a nivel global. Se trata de humanidad y justicia, dos conceptos que hoy en día se han difuminado hasta volverse invisibles.

Nos toca a quienes creemos en ellos restituirlos, traerlos al presente, volverlos letra viva para que esta civilización deje la barbarie y vuelva a creer en sí misma.

«Gaza: una tregua frágil entre la esperanza y el colapso»

Alberto Salom Echeverría

En la Franja de Gaza se ha producido una tregua del conflicto. No más, hasta el momento. Sin embargo, ha sido recibida por la comunidad internacional como un respiro largamente esperado tras meses de violencia, destrucción y desesperanza. No obstante, el aparente alivio humanitario oculta una realidad más compleja: el alto al fuego, aunque necesario y urgente, no es sinónimo de paz duradera. Los análisis de organismos internacionales, expertos en relaciones internacionales y organizaciones humanitarias coinciden en una advertencia común: la tregua es frágil, sujeta a tensiones internas, ambigüedades políticas y una devastación estructural que no se resuelve con silencio de armas.

La tregua es frágil, en primer lugar, porque el actual gobierno de Israel encabezado por Netanyahu representa a una ultraderecha fundamentalista que ha tenido como propósito el exterminio del pueblo palestino. Si ahora se ha comprometido con una pausa en los combates, es solo debido a que su tradicional aliado y soporte en su histórico y constante asedio a los palestinos, los Estados Unidos es el que ha promovido, junto a Egipto, Qatar y Turquía, un cese al fuego.

Pero, es frágil también debido a que el grupo Hamás, dominante en la parte palestina de la Franja de Gaza, facilitó esta vez la criminal y desproporcionada intervención de Israel con su ejército homicida durante casi dos años. Hamás facilitó la incursión asesina del ejército israelí en Gaza, porque arremetió a su vez, inesperadamente en la zona fronteriza de Israel, el 7 de octubre del 2023. Los milicianos de Hamás la emprendieron primero contra una población civil joven que se encontraban en un festival de música Nova; dicho ataque se extendió contra bases militares ubicados en la frontera de Israel, ocasionando muertes y llevándose rehenes a la Franja de Gaza. Todo esto proporcionó un formidable pretexto al ejército de Israel, para desencadenar el genocidio que ha perpetrado contra los palestinos en Gaza, durante casi dos años. Bajo las órdenes del jefe del Estado Netanyahu, se desató un bombardeo indiscriminado contra la población civil, incluyendo niños, adultos mayores, mujeres, de manera inmisericorde y en clara violación de los derechos humanos, desoyendo a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo en Naciones Unidas.

Ambigüedades peligrosas y condiciones precarias

Uno de los principales problemas señalados por analistas como Diana Buttu (ex asesora de negociaciones por la parte palestina) es la ambigüedad de los términos del alto el fuego. ¿Qué significa exactamente una “retirada parcial”? ¿Qué zonas deben considerarse desmilitarizadas? La falta de precisión bien pudo haber sido intencionada, para favorecer a Israel, mediante interpretaciones unilaterales, abrir la puerta a violaciones del acuerdo como las que ya comenzaron a darse desde el martes 16 de octubre. En efecto, Israel fue acusado de violar el cese al fuego con Hamás tras nuevos ataques en Gaza, acometidos en la región de Netzarim.

Al mismo tiempo, la continuidad del alivio humanitario depende casi exclusivamente del apoyo externo. La ONU ha solicitado con urgencia mayores fondos para sostener la ayuda, alertando que, sin un flujo constante de recursos, combustible, medicinas y alimentos, el colapso será inevitable. Además, la reconstrucción apenas ha comenzado: se estima que la guerra ha hecho retroceder el desarrollo económico de Gaza en casi 70 años, según un informe del PNUD.

El valor del cese del fuego: entre lo urgente y lo insuficiente

Desde la implementación reciente del cese del fuego, el acuerdo ha permitido ciertos avances concretos. Se ha reanudado parcialmente la entrega de ayuda humanitaria, han regresado desplazados palestinos a zonas seguras, y se han liberado prisioneros por ambas partes. Naciones Unidas ha descrito la situación como “una esperanza frágil”, y el secretario general António Guterres subrayó que, “la pausa en los combates permite salvar vidas, pero no soluciona las causas del conflicto”.

Organismos humanitarios como OCHA y la OMS habían reportado hasta el día martes de esta semana, progresos modestos pero significativos: puesto que se reabrieron algunos corredores humanitarios, también se volvió a brindar acceso limitado a hospitales y se aligeró la distribución de alimentos, sobre todo a la población palestina más vulnerable. Sin embargo, las cifras siguen siendo desalentadoras: más del 60% de la infraestructura hospitalaria en Gaza está fuera de servicio; las escuelas están severamente dañadas o funcionando como refugios; la falta de agua potable y electricidad mantiene en grave riesgo a millones de personas que permanecen bajo amenaza de que se desate una crisis epidémica de enormes proporciones.

Riesgos latentes: entre la política interna y el terreno en ruinas

La tregua también enfrenta amenazas internas. En Gaza, la gobernabilidad se ha debilitado. Aunque Hamás ha desplegado fuerzas para mantener el orden, los informes indican que aún persiste la actividad de milicias armadas no oficiales, lo que podría generar enfrentamientos internos. En Israel, la presión política interna sigue siendo intensa, y cualquier incidente menor puede escalar en una respuesta militar desproporcionada.

Además, la experiencia previa muestra que muchos altos al fuego se han roto por la acumulación de pequeños incumplimientos, falta de confianza y ausencia de verificación neutral. Sin mecanismos sólidos de supervisión y sin una mediación política seria, el riesgo de una recaída violenta es alto.

Escenarios posibles: de la consolidación a la ruptura

Los expertos coinciden en tres escenarios plausibles:

  1. Consolidación gradual: el más optimista, implica cumplimiento de los acuerdos, reconstrucción parcial y mejoras humanitarias sostenidas. Requiere financiamiento estable, voluntad política y supervisión internacional.
  2. Estancamiento con tensión: parece ser el escenario más probable, según organismos como la ONU y “think tanks” como “International Crisis Group”. El alto al fuego se mantiene, pero bajo condiciones precarias, con frustración social creciente y avances mínimos.
  3. Ruptura parcial o total: si se incumplen los compromisos, se restringe la ayuda o surgen provocaciones armadas, el conflicto podría reanudarse incluso con más intensidad, repitiendo el ciclo de destrucción y genocidio contra los palestinos.

¿Paz o pausa?

La pregunta no es si la tregua es bienvenida, sino si es suficiente. La respuesta, por ahora, es no. Sin un proceso político serio que aborde las raíces del conflicto —ocupación, derechos territoriales, acceso a recursos, autodeterminación, justicia para las víctimas—, la paz seguirá siendo una palabra lejana. El alto al fuego en Gaza no es un fin, sino una oportunidad. Si se aprovecha con inteligencia, humanidad y compromiso real, puede ser el primer paso hacia algo más sólido. Pero si se gestiona con indiferencia o cinismo, principalmente por las potencias occidentales que siempre han apoyado al Estado de Israel, será solo una pausa antes del próximo estallido.

Gaza: Una tregua que no alcanza

Después de meses de horror en Gaza, el alto al fuego recientemente alcanzado ha sido recibido con un alivio evidente por millones de personas en todo el orbe. No es para menos: cualquier pausa en la violencia representa, aunque sea por un momento, la posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, por muy necesario que sea este cese de hostilidades, conviene no engañarse. La tregua no es paz. Es, con suerte, una oportunidad. Pero, deseo reiterarlo ahora, también puede convertirse en una peligrosa ilusión.

Los organismos internacionales no han tardado en describir este momento con un término revelador: “esperanza frágil”. El alivio humanitario que se ha logrado —más ayuda entrando, algunos desplazados retornando, liberaciones cruzadas de prisioneros— es real. Pero es también absolutamente precario. Gaza sigue siendo un terreno arrasado: hospitales colapsados, escuelas convertidas en refugios o ruinas, servicios básicos como agua y electricidad prácticamente inexistentes.

Más aún, la tregua se sostiene sobre bases inestables. Los términos del acuerdo son vagos. Aparte de las preguntas ya planteadas, ¿Quién decide cuándo y cuánto se ha cumplido? ¿Qué sucede si una de las partes interpreta que el otro ha fallado? Este tipo de ambigüedades no son meros detalles técnicos. Son combustible para futuras rupturas.

Por lo consiguiente, el riesgo de ruptura lamentablemente es muy real. La historia reciente lo demuestra: “altos al fuego” similares en ocasiones anteriores, han terminado en más violencia porque nunca se resolvieron los conflictos de fondo. El más importante de los cuales es el de la creación del Estado de Palestina en igualdad de condiciones y derechos con Israel y los demás Estados reconocidos por Naciones Unidas. Mientras tanto, en Gaza, se vive bajo una presión insoportable. No hay seguridad real, ni oportunidades, ni verdadera reconstrucción a la vista. La población depende por completo de la voluntad —y los fondos— de la comunidad internacional. Una comunidad que muchas veces se cansa rápido.

Desde Israel, la situación es extremadamente tensa. Las presiones internas sobre su gobierno son intensas, y cualquier paso percibido como débil puede desencadenar respuestas duras. Por otro lado, en Gaza, ya lo expresé, el poder político no es homogéneo. Aunque Hamás intenta controlar el territorio, existen otros actores armados, intereses cruzados, y una población extenuada que ya no cree en promesas.

Entonces, ¿qué sigue?

Es urgente abandonar la idea de que la tregua es un fin en sí mismo. No lo es. Sin un proceso político serio, sin afrontar las raíces del conflicto la ocupación, el bloqueo, los derechos fundamentales, la autodeterminación de los pueblos, no habrá paz verdadera. Solo pausas entre catástrofes. Representantes políticos de la población palestina, deben ser admitidos en las subsiguientes negociaciones, en condiciones de igualdad con los de la parte israelí.

Por tanto, este alto al fuego no debe hacernos bajar la guardia. Debe ser una llamada a actuar con más decisión, más humanidad, más honestidad. Porque si la comunidad internacional, los gobiernos implicados y las organizaciones mediadoras no hacen ahora lo que deben, el precio lo volverán a pagar como siempre los civiles, la parte más débil del conflicto que, evidentemente es la población de Palestina, especialmente la de Gaza. Entonces, el ciclo de destrucción y muerte continuará.

Es necesario que se realice una valoración de las recientes negociaciones para conseguir un alto al fuego en la franja de Gaza que dure lo suficiente para alcanzar una paz verdadera. Para que ello sea posible, es necesario consolidar al menos lo siguiente:

  1. Alto el fuego: Se ha aprobado un alto el fuego entre Israel y Hamás, con mediación internacional. Pero esto, como lo hemos señalado es todavía frágil. Por ahora, existe el reconocimiento de que esa tregua consiste en una fase inicial, con liberaciones de rehenes/prisioneros, entrada de ayuda humanitaria, retirada parcial de tropas y un compromiso formal de actores mediadores.
  2. Expectativas de alivio humanitario: Las agencias de la ONU y organizaciones humanitarias han reaccionado con optimismo moderado. Se espera que haya más provisión de servicios básicos como salud, educación y ayuda para poblaciones afectadas, siempre que se respete lo pactado.
  3. Condición de fragilidad: Ya hay advertencias de que la tregua es frágil. Un alto el fuego no es lo mismo que un tratado de paz, ni garantiza estabilidad a largo plazo.

Asimismo, la ONU considera la situación en Gaza “insostenible” ante las privaciones, los altos niveles de destrucción, hambruna emergente, desplazamientos forzados y gran cantidad de obstáculos, especialmente por parte del ejército de Israel.

Factores que limitan cuán sólida puede ser esta valoración de “paz”

  1. Falta de garantía de cumplimiento: Las partes (Israel, Hamás) tienen diversos intereses estratégicos, militares, políticos, y desafíos internos que pueden hacer que comprometerse a un alto al fuego sea más fácil que mantenerlo. Verificar y hacer cumplir los acuerdos en zonas de conflicto es muy difícil. Debe tenerse presente que, por ahora, este no es un tratado de paz completo, ya que no se ha resuelto lo fundamental: ocupación, derechos territoriales, estatus político, seguridad, justicia para víctimas, control de fronteras, etc.
  2. Dependencia de los actores externos: Señales de mediación o presión internacional son importantes, pero la sostenibilidad del alto al fuego depende de factores externos como apoyo humanitario constante, la presión diplomática, fondos, supervisión internacional. Si alguno de estos flaquea, podría romperse la tregua.
  3. Daño estructural profundo: Gaza sufre destrucción masiva de infraestructura, crisis humanitaria severa, crisis económica. Reconstruir tomará mucho tiempo, recursos y cooperación política. Hasta que esto no se atienda, el “estado de paz” será muy precario.
  4. Riesgo de reactivación del conflicto: Las interrupciones previas, violaciones de treguas o pausas, contraataques, provocaciones, etc., muestran que hay un alto riesgo de que el conflicto se reactive si no hay un marco político más profundo para evitarlo.

Factores que coadyuvan con el cese del fuego alcanzado hasta ahora

  1. Mantener la tregua hasta que sobrevenga una nueva fase de negociación. En términos de reducción inmediata de violencia, la tregua es un avance importante. Evita muertes adicionales, al menos por un tiempo, permite acceso humanitario, alivio para la población más afectada, como son los palestinos.
  2. Fortalecer en esta fase de “cese del fuego” la valoración de lo alcanzado. En cuanto a estabilidad a mediano y largo plazo, la valoración es un tema crítico y álgido. Para superar esta coyuntura hay muchas condiciones previas que deben cumplirse: reconstrucción, acuerdos políticos, garantías mutuas, verificación, protección de civiles.
  3. Aprovechar bien la tregua: Si bien por ahora se trata de una paz temporal y frágil, la situación posee un potencial importante, si se aprovecha bien; pero debe quedar claro, por las razones antes esgrimidas, no es fiable aún para decir que “la paz está garantizada”. Podría romperse si ciertos actores no cumplen, si la comunidad internacional no se compromete de manera sostenida, o si nuevos hechos reavivan la tensión.
  4. Se deben incorporar actores directos de las partes en conflicto en las negociaciones pendientes. Con ello, más el aporte de nuevos recursos de países que se han pronunciado por la paz, para invertir en la reconstrucción, lograr accesibilidad en todos los territorios, para que la población desplazada pueda regresar y rehabilitarse, se puede ayudar a evitar la reanudación de las hostilidades.

Conclusión

  1. Naciones Unidas y su secretario general han definido el cese del fuego como una “esperanza frágil” (“fragile hope”) tras un periodo de enorme destrucción. Algunos datos revelan que en ciertas zonas de la franja de Gaza la destrucción de Infraestructura alcanza hasta el 70%. Por lo que hay servicios básicos insuficientes, entre ellos los más importantes son sin duda, hospitales, redes de agua, saneamiento, electricidad y escuelas. La reconstrucción tomará tiempo, recursos enormes y coordinación efectiva. Si la población sigue viviendo en condiciones muy adversas, crece la presión social por la frustración
  2. Dependencia de ayuda internacional y financiación constante. Que entre ayuda es necesario, pero no suficiente. Se necesita que la ayuda siga fluyendo sin interrupciones, que haya combustible, medicinas y alimentos. Si hay bloqueos, limitaciones políticas o logísticas, los avances se revertirán.
  3. Es urgente definir con precisión las “Fases subsiguientes del acuerdo”, así como el cumplimiento de compromisos. Muchos acuerdos de cese del fuego tienen etapas: liberación de prisioneros, retirada de tropas, verificación de zonas o restauración de la gobernanza. Si una de las partes no cumple con lo acordado (por ejemplo, retirada militar, control efectivo, regulaciones de seguridad, desarme parcial, etc.), se puede romper la confianza que se haya logrado alcanzar en un momento determinado.
  4. En situaciones de conflicto, cuando las estructuras se colapsan, surgen grupos armados, disputas locales, saqueos, etc. La restauración de la ley, la autoridad civil o de gobierno es un reto. Si no se mantiene el orden interno, la inseguridad puede desencadenar nuevas tensiones.
  5. Presión política interna (en Israel, en grupos palestinos, en actores regionales). Las decisiones de las partes involucradas dependen también de lo que pase internamente: opinión pública, régimen político, fuerzas miliares, presiones de coaliciones. Si hay cambios de gobierno, protestas, u otros eventos que modifiquen las prioridades, los acuerdos pueden perder vigencia.
  6. Es preciso tener previstos mecanismos de supervisión, verificación y mediación. En otras palabras se trata de establecer un monitoreo independiente, permanente y transparente por parte de actores internacionales que puedan verificar que los términos se cumplan, esto se torna crucial. Sin verificación confiable, es fácil que se alegue incumplimientos y se dispare el conflicto.

En suma, el alto al fuego ofrece un respiro real, con mejoras humanitarias importantes que eran casi imposibles de mantener durante el conflicto activo.
Sin embargo, la paz es frágil: depende de muchos detalles logísticos, políticos y del comportamiento de las partes, y hay muchos riesgos de que se degrade rápido si no se gestiona adecuadamente cada uno de los acuerdos con sus metas comprobables.

Lo más probable es que veamos una mezcla entre los siguientes factores: algunas etapas exitosas (ayuda, retornos, reconstrucción pequeña), junto con desafíos persistentes, demoras e incidentes. Que el alto al fuego dure “bien” requerirá un compromiso fuerte y continuo, tanto interno como de la comunidad internacional.

Histórica entrada de los Santos en San Ramón destaca por gesto solidario con Gaza

San Ramón, 30 de agosto de 2025. – La Entrada de los Santos volvió a reunir a miles de personas en un ambiente de fe y tradición. Este año, la celebración estuvo acompañada de un gesto de solidaridad internacional: un grupo de ramonenses se unió al llamado mundial por un alto al fuego en Gaza.

Con respeto y en medio de la festividad, colocaron un espacio informativo que recordaba los mensajes de paz expresados por el papa Francisco, el papa León y otros referentes de la iglesia, así como de organizaciones y entidades internacionales, invitando a la reflexión sobre la necesidad de detener la violencia y proteger la vida.

Además, la comunidad de Bajo Córdoba invitó a esta agrupación a ingresar a la iglesia junto con los santos San Roque y San Lorenzo, y así, unirse como parte de un sentir comunitario.

La respuesta fue inmediata. Cientos de personas se acercaron a expresar su apoyo, a felicitar la iniciativa y a reconocer la importancia de sumar la voz de San Ramón a este clamor global.

Les felicito por tener este espacio, porque además de la tradición, están contribuyendo a generar conciencia ante algo tan doloroso”, compartió Gerarda, vecina del cantón.

Incluso miembros de la iglesia católica destacaron el valor del gesto, señalando que estas acciones reflejan la esencia de la comunidad: un pueblo alegre, crítico y solidario, que celebra sus raíces sin guardar silencio ante las injusticias.

Gaza enfrenta una crisis humanitaria catastrófica: desde octubre de 2023 han muerto más de 63,000 personas, cerca de la mitad mujeres y niñez. Más de medio millón de personas viven en situación de hambruna, con miles de niños y niñas en estado grave de malnutrición; en julio se registraron 12,000 casos severos, casi una cuarta parte en riesgo letal. UNICEF advierte que en Gaza mueren en promedio 28 niños y niñas cada día, víctimas de bombardeos, desnutrición y falta de asistencia básica.

Así, entre chinchiví, dulces de sandía y la música festiva, San Ramón vivió una jornada que combinó devoción, alegría y compromiso con la paz, dejando en claro que la tradición también puede ser un espacio para sembrar esperanza, reflexión y solidaridad.

Se compartió información
Compartimos chinchiví
Se recolectaron firmas en solidaridad a Gaza
Se invitó a la gente a próximas actividades culturales
Se hizo una jornada de reflexión
Las personas asistentes a La Entrada de los Santos respondieron agradeciendo

Para ser parte de este movimiento y conocer más acciones de reflexión, arte y cultura por Palestina, busque: @sanramonconpalestina en Instagram y, en canales de Whatsapp.

Costa Rica no debe firmar un tratado de libre comercio con Israel

José María Gutiérrez
Profesor emérito, Universidad de Costa Rica

La humanidad presencia, estupefacta y horrorizada, la debacle humanitaria que vive la población palestina en Gaza como consecuencia de las acciones militares del gobierno de Israel.

Los actos perpetrados por el gobierno y el ejército de Israel en la franja de Gaza constituyen un auténtico genocidio, un crimen de lesa humanidad en el que han perdido la vida más de 56.000 personas, muchas de ellas mujeres, niñas y niños. Se ha destruido indiscriminadamente la infraestructura, incluyendo la educativa, de salud y de vivienda, y se han generado condiciones de vida inhumanas que han causado un sufrimiento indecible a la población civil de Gaza.

Más aún, repetidamente se ha impedido por parte de Israel el acceso de ayuda humanitaria de organizaciones internacionales, lo cual ha causado, entre otros efectos, una crisis de salud pública que incluye hambruna y la carencia de atención básica a personas heridas y enfermas. Además del sufrimiento a la población palestina de Gaza, en esta tragedia muchas personas periodistas y trabajadoras de la salud, así como de organismos de acción humanitaria, han sido asesinadas en el cumplimiento de su deber. En medio de esta debacle humanitaria, Israel ha irrespetado repetidamente diversas normas del derecho internacional.

Este genocidio ha sido documentado ampliamente y ha sido repudiado por instancias de las Naciones Unidas, por una gran cantidad de países y por amplios sectores de la ciudadanía global, quienes clamamos con desesperación porque se detenga esta agresión.

En este contexto de grave crisis por el horror que se vive en Gaza, la Asamblea Legislativa debe considerar muy seriamente lo que representaría la aprobación de un tratado de libre comercio con Israel en las circunstancias actuales. La política exterior de Costa Rica, en todos los ámbitos incluido el de las relaciones comerciales, debe guardar una clara coherencia con la tradición civilista y de defensa a ultranza de los derechos humanos que ha caracterizado a nuestro país.

Las discusiones alrededor de este tratado de libre comercio con Israel no deben verse solamente desde la perspectiva de las posibles conveniencias comerciales que podría tener para Costa Rica un acuerdo de este tipo. Por el contrario, la decisión que se tome debe concebirse como un elemento integral de la política exterior del país, centrada en el profundo respeto a los derechos humanos y a la dignidad de los pueblos, en concordancia con los valores que han inspirado nuestra tradición civilista.

Si bien la política exterior de Costa Rica debe basarse en el respeto a diversas expresiones de organización política, económica, social y cultural de los países, como parte de la coexistencia en un escenario multipolar global, en este caso se trata de la negociación de un tratado de libre comercio con un país que ha violentado normas básicas del derecho internacional y que es directamente responsable de un genocidio en curso. Esta realidad no debe obviarse a la hora de discutir la aprobación de este tratado.

Costa Rica es un país pequeño, cuyo impacto en el contexto geopolítico global es limitado. Pero cuenta con un prestigio moral en el ámbito internacional que, en las circunstancias actuales, debe ser enarbolado para sumarse a las voces que en el mundo claman porque se detenga el genocidio que ejecuta el gobierno de Israel en territorios palestinos.

En medio la catástrofe humanitaria que tiene lugar en Gaza, Costa Rica no debe ser omisa a la hora de alzar su voz para detener la masacre en curso. De ahí la enorme responsabilidad que recae en quienes tienen en sus manos la posibilidad de enviar un claro mensaje al mundo, acorde con las mejores tradiciones civilistas del país, no aprobando un tratado de libre comercio con Israel.

Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino – SiUNED

El Sindicato Unitario de la Universidad Estatal a Distancia (SIUNED) invita a la comunidad universitaria y al público en general a la actividad presencial “Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino”, un espacio para el análisis crítico y la reflexión sobre la situación histórica y actual del pueblo palestino. El evento se realizará el martes 29 de julio de 2025, a las 2:00 p.m., en el Paraninfo de la UNED, en Sabanilla de Montes de Oca y se transmitirá por los canales audiovisuales UNED.

El conversatorio contará con la participación de la M.Sc. Wajiha Sasa, Cónsul Honoraria de Palestina en Costa Rica, y la PhD. Elena Qleibo-Kogan, experta en resolución de conflictos, quienes abordarán temas de derechos humanos, geopolítica y solidaridad internacional. SIUNED extiende una cordial invitación a todas las personas interesadas en estos temas a sumarse a este importante encuentro académico y social.

SURCOS comparte el siguiente pronunciamiento de SiUNED a propósito de la situación en Palestina:

Pronunciamiento del Sindicato Unitario de la UNED en solidaridad con Palestina

A la comunidad universitaria de la UNED:

Desde el Sindicato Unitario de la UNED (SIUNED), expresamos nuestra profunda indignación y solidaridad ante la grave crisis humanitaria que enfrenta el pueblo palestino, especialmente en la Franja de Gaza. La comunidad internacional ha documentado masacres de civiles, bombardeos a hospitales y escuelas, y restricciones sistemáticas al acceso de alimentos, agua y medicinas. Estos hechos han sido calificados por organismos como la ONU, Médicos Sin Fronteras y War Child Alliance como posibles crímenes de guerra y de lesa humanidad.

La militarización de la ayuda humanitaria, controlada por fuerzas armadas y empresas de seguridad, ha provocado la muerte de personas que esperaban alimentos, evidenciando una deshumanización alarmante. Desde octubre de 2023, más de 55.000 palestinos han sido asesinados, incluyendo miles de mujeres y niños. Además, se reporta la separación de al menos 17.000 menores de sus familias, con consecuencias psicológicas devastadoras.

Como comunidad universitaria comprometida con la justicia social, la paz y los derechos humanos, no podemos guardar silencio ante lo que se configura como una estrategia de limpieza étnica por parte del régimen sionista de Israel. La ética universitaria, basada en el pensamiento crítico, el humanismo y la solidaridad, nos obliga a pronunciarnos.

Por tanto, desde SIUNED:

1. Expresamos nuestra más firme solidaridad con el pueblo palestino, que resiste con dignidad ante el asedio, la ocupación y la violencia.

2. Rechazamos la instrumentalización de la ayuda humanitaria como mecanismo de control y condenamos el modelo militarizado de distribución de recursos básicos.

3. Repudiamos la política sistemática de exterminio y reafirmamos el derecho del pueblo palestino a su territorio, cultura y soberanía.

Hacemos un llamado al Consejo Universitario de la UNED a pronunciarse pública y firmemente en respaldo a los derechos del pueblo palestino, sumándose a las voces internacionales que exigen el fin de la ocupación, el cese del genocidio y el respeto a la vida de civiles indefensos.

La UNED debe actuar con coherencia respecto a sus principios fundacionales de solidaridad y compromiso con las causas justas. Hoy, más que nunca, el mundo necesita instituciones valientes que no guarden silencio ante el exterminio en Gaza.

¡Por Palestina! ¡Por la humanidad!

Sindicato Unitario de la Universidad Estatal a Distancia

SIUNED invita a las personas interesadas en derechos humanos, geopolítica, historia y solidaridad internacional a unirse a la actividad “Colonialismo y Resistencia: La Lucha del Pueblo Palestino”, este martes 29 de julio a las 2:00 p.m. en el Paraninfo de la universidad, en donde participarán destacadas mujeres especialistas en el tema.

Unión de Religiones y Espiritualidades convoca a jornada por la paz en Palestina

La organización Unión de Religiones y Espiritualidades ha convocado a una jornada interreligiosa de oración por la paz en Palestina, en respuesta a la crítica situación de crisis humanitaria y genocidio que enfrenta el pueblo palestino.

La actividad se llevará a cabo el sábado 28 de junio, en el Parque Central de San José, de 10:30 a.m. a 12:30 p.m., y reunirá a personas de distintas creencias en un espacio de reflexión, solidaridad y expresión artística.

El evento contará con actos culturales de música, poesía y teatro, como parte de un llamado simbólico a la paz, el respeto a los derechos humanos y el cese de la violencia en la región.

Gaza/Israel a un año del inicio del conflicto

El miércoles 23 de octubre de 2024, Radio Universidad emitió en directo una nueva edición de Desayunos de Radio Universidad, un espacio dedicado al análisis de temas de actualidad. En esta ocasión, las personas oyentes tuvieron la oportunidad de escuchar a Argentina Artavia quien modera una profunda conversación con el Dr. Nicolás Boeglin, experto en Derecho Internacional y profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica.

Durante el programa, Boeglin aportó su conocimiento para ayudar a comprender los antecedentes y los elementos clave del conflicto entre Gaza e Israel, que cumple un año desde su inicio. La conversación permitió desentrañar aspectos fundamentales del contexto y las dinámicas actuales en la región.

Le invitamos a escuchar el programa con el amplio análisis de la conversación entre la conductora y el experto.

Respuesta del rector de la UCR ante el genocidio en Gaza

Costa Rica ha logrado una imagen de país pacífico desde la época post colonial.

Desde nuestros inicios de vida independiente, la paz ha jugado un rol muy importante en la creación de nuestra identidad por lo que el ciudadano costarricense asumió esta posición como característica de su idiosincrasia. Así debutó su reconocimiento internacional como tierra pacífica, donde se resuelven los conflictos por vías legales, democráticas y sin intervenciones o amenazas militares.

El premio Nobel al expresidente Oscar Arias y los pactos en los que se cimienta la postura costarricense, pacto social y con la naturaleza, además de la eliminación del ejército, le han fortalecido dicha imagen. Podríamos concordar además que históricamente este pequeño país siempre ha abogado por la paz mundial, ha sido visto como un país modelo, el cual inspira a otras naciones en cuanto a su cultura de paz sostenible.

A pesar de dichas circunstancias, al país le ha resultado un tanto complejo tomar una postura concreta con respecto al conflicto armado mantenido hasta el momento entre Israel y la Franja de Gaza. Si bien es cierto Costa Rica ha abogado por la paz, también ha manifestado su apoyo y solidaridad al estado de Israel, condenando el ataque de Hamas. Esto refleja en parte lo complejo de las relaciones diplomáticas. Algunos especialistas consideran que la inclinación del apoyo a Israel podría ser resultado de la presión ejercida por intereses económicos.

Sea cual sea la intención que se baraja en la posición asumida por nuestro país no podemos pasar por alto que lo que está sucediendo en Gaza es una crisis humanitaria de gran magnitud y extremadamente desalentadora. Por consiguiente, en mi opinión, Costa Rica debe mantener una posición de rechazo ante estos ataques y ser parte de esa presión internacional que demanda un alto al fuego en esa zona y restablecimiento de la paz y estabilidad de los afectados.

¡Qué nunca nos olvidemos de África!

Alberto Salom Echeverría

Qué desoladoras son las guerras

¡Qué horrible y patético que las fuerzas obedientes del genocida Netanyahu hayan bombardeado Ráfah, en Palestina! ¡Qué tétrico que los militares de Israel hubieran bloqueado el paso a los bomberos de Egipto, después de haber bombardeado e incendiado bodegas de alimentos! ¡Cuán funesta fue la acción militar del grupo militar de Hamás sobre Israel, ocasionando la muerte de personas inocentes y llevándose rehenes israelíes que todavía los tiene bajo su poder! ¡Qué provocadora y cobarde que fue esta acción, que facilitó que un hombre desequilibrado y cruel como Netanyahu, presidente de Israel, haya desatado toda su furia sobre la población palestina en la franja de Gaza!

¡Qué tristemente doloroso ver y escuchar por medio de un video, a un hombre de 69 años, declarando que nunca había visto un bombardeo como el perpetrado recientemente sobre Ráfah, nunca vio una guerra semejante!

¡Qué espantosa la guerra en Ucrania que estalló el 6 de abril del 2014 (y que demoró hasta el 24 de febrero del 2022), cuando los tanques ucranianos T-64, durante la batalla de Debáltseve derrumbaron edificios en la ciudad de Lysychansk, contra población civil, niños incluidos, al estallar la guerra del Dombás (o Donbás) y Luhansk, en Ucrania oriental! ¡Salvajes actos militares con el pretexto de someter a la población prorrusa! ¡Qué tristemente célebre la posterior invasión rusa a Ucrania, justo en el 2022, cuando mediante copiosa explosión de misiles por bando y bando, han dejado un “horrible coste humano”, que remonta ya a la cifra de 30.457 víctimas civiles!

Sin embargo, ¡cuán esperanzador comienza a ser que, decenas de miles de estudiantes y profesores, en grandes ciudades europeas y estadounidenses, se manifiesten ya en los campus universitarios, de algunas de las más prestigiosas universidades, protestando contra la crueldad de la invasión de las tropas de Netanyahu, tras la invasión inhumana por toda la franja de Gaza, que ha ocasionado la muerte de 34. 488 palestinos; mientras otros 77. 643 han resultado heridos!

Cuán ensombrecedor resulta en cambio, que en el continente que sigue siendo el más pobre del mundo, África, estén teniendo lugar numerosas guerras, bastante crueles; solo que en África no hay esperanza, por lo pronto, de que el mundo reaccione con la misma urgencia contra las guerras y conflictos armados, con que ha comenzado a manifestarse ante la masacre que Netanyahu y sus bastiones militares han desatado contra Palestina.

El continente africano su situación social y económica, sus conflictos

África posee una superficie de 30,37 millones de Km2; en ese extenso territorio, es donde la pobreza se manifiesta de una manera más atroz y es igualmente donde se concentra la mayor cantidad de personas miserables y sin porvenir del planeta. Al continente lo integran después de que concluyó el colonialismo europeo, que lo dejó maltrecho, empobrecido y desintegrado en la pasada centuria, 54 Estados soberanos, tres territorios dependientes y varios otros integrados en Estados no africanos como son Francia, España y Portugal. En este continente, de donde migró, hace miles de años el “Homo Sapiens” al resto del mundo, hoy se hablan alrededor de 1.500 lenguas y dialectos; con ello, entre otros factores, se advierte el grado de complejidad política, de la geografía humana que existe en este inmenso territorio.

Como veremos adelante, África no es el continente más poblado, posee el 13% de la población mundial, pero en él habita el 33% de la totalidad de las personas “sin pan” de la Tierra, o sea una tercera parte del total. En este devastado continente, una cuarta parte de la población padece de desnutrición. La pobreza es de tal magnitud que, de acuerdo con los datos de los organismos financieros internacionales, el conjunto de los países de esta región del mundo solamente produce el 1.6% del Producto Interno Bruto del Mundo (PIB mundial). Solo en el África Subsahariana, una de las regiones más pobres de la tierra, situada al noroeste, el 46% de los habitantes vive en situación de miseria extrema, con menos de un dólar por día. La cifra se ha duplicado en los últimos veinte años. (Cfr. https/www.once.es/google.com ¿Cuáles son los 54 países del continente africano?)

¿Y a qué se debe esta crisis económica y humanitaria? La ONU lo atribuye a cuatro factores, por su orden: los conflictos armados, la falta de inversión extranjera, el cambio climático y su deuda externa. Según datos del Banco Mundial, la población de África era en el 2020, aproximadamente de 1.373 millones de personas; entre el 39% y el 65% de esa población vivía en la pobreza extrema, dispersa a todo lo largo y ancho del inmenso territorio.

De acuerdo con una cita que hemos extraído del matutino “el Tiempo” de Bogotá, “Los conflictos armados han dificultado el desarrollo económico (…) La falta de inversión extranjera, debido a la percepción del continente y la corrupción, ha impedido el desarrollo económico del lugar. El clima y el cambio climático evitan que las tierras de África sean aptas para ganado o cultivos. La sequía, la desertificación y la erosión del suelo dificultan la producción de alimentos y la supervivencia de las comunidades rurales. Por último, la deuda externa limita su capacidad para invertir en el desarrollo económico y social.” (Cfr. ¿Por qué África es el continente más pobre del mundo? Estos son los motivos.” Periódico El Tiempo, Bogotá, Colombia. 9.05.2023).

Los conflictos armados en África

Estamos incluyendo en esta categoría de “Conflictos armados” los siguientes: guerras, batallas, levantamientos y pronunciamientos políticos y militares, así como atentados terroristas desarrollados en el 2024, pero la mayoría de los conflictos poseen hondas raíces históricas. El continente africano durante la pasada centuria (siglo XX), fue literalmente desbaratado por las potencias occidentales europeas que se lo repartieron como si fuera un pastel de su propiedad. Así lo desunieron, provocaron hondas y crueles divisiones de tribus, muchas de las cuales, apenas en el siglo pasado eran una sola. Fue de este modo como se crearon países que fueron inventados por los europeos, imponiéndoles sus fronteras, su cultura (idioma, religión, etc.), explotándolos económicamente de manera inmisericorde, imponiendo la esclavitud y extrayéndoles las materias primas, para el beneficio exclusivo de las potencias europeas.

Hoy África es el tercer continente en tamaño después de Asia y América; pero es el segundo más poblado después de Asia. Posee una inmensa riqueza en recursos naturales; a la postre, este es parte del problema político y militar en África, porque esa riqueza genera la codicia por poseerlos y continúa atrayendo a grandes potencias de occidente que la han desbastado. La población civil es, desde luego, la principal víctima. Por esa razón, entre otras, allí se concentra prácticamente la mitad de los cuarenta conflictos armados que se registran en la actualidad en el mundo.

Entre los casos más sonados de estos conflictos se detectan: el que tiene lugar en Etiopía, con cambio climático encima y una desastrosa hambruna; la República Democrática del Congo y la guerra por los recursos; la República del Congo que enfrenta a las milicias “Ninja” frente a los paramilitares. Otros conflictos de singular importancia en África que desangran a sus jóvenes y hasta niños involucrados en ellos, son los de Yemen, Malí, Níger, Burkina Faso, Somalia donde se escenifica un viejo conflicto, Chad, Sudán del Sur y Mozambique. Diversas intervenciones de los Estados Unidos están presentes, así como otras potencias occidentales europeas y China, que se disputan los ingentes recursos que hay en los países africanos; si bien, hay que reconocer que la República Popular China, es uno de los países que más ha invertido en el desarrollo de diferentes naciones de África.

Uno de los resultados de todos estos conflictos, se ha traducido en las constantes migraciones de millones de seres humanos, que huyen del continente africano hacia los países desarrollados. En estas migraciones, de hace décadas, se producen cantidades de muertes por hambre, ahogados en los océanos y mares durante la travesía, o asaltados por las bandas que los pretenden para usarlos como carne de cañón en sus enfrentamientos con otros grupos o sectas, con motivaciones económicas, político-militares, tráfico de droga o de cualquier otra índole.

Algunas de las guerras más devastadoras en África y sus consecuencias

Guerra en Somalia. La guerra de facciones y la profunda sequía que padece este país, constituyen las mayores calamidades de su población. La guerra, abate a los somalíes desde sus inicios en el año 1991. Recientemente han arreciado los combates en Mogadiscio, su capital. Los enfrentamientos han diezmado a sendos grupos militares, ya sea los milicianos de Al Shabaab o las fuerzas gubernamentales de la Unión Africana, sin que se haya resuelto el hondo enfrentamiento, más bien ha recrudecido.

Guerra de Chad. Este país es uno de los más inestables desde el punto de vista político. El enfrentamiento armado lleva muchos años y ha provocado la muerte de miles de sus ciudadanos, la hambruna y escasez de recursos económicos que se requiere para invertir en desarrollo socio económico. Chad está en peligro de una guerra generalizada en todo el territorio.

Guerra en Sudán del Sur. En este país la guerra lleva más de dos décadas y es una de las más crueles y devastadoras de África. Millones de personas han huido del país, aunque muchos han perdido la vida en la travesía, a causa de las enfermedades y otras circunstancias. Sudán se ve abatido por conflictos tribales de naturaleza étnica, que no parecen tener una solución inmediata.

Guerra del Congo. El Congo sufre de intensa violencia y saqueos. En este país conviven cientos de grupos paramilitares y otras tantas milicias de autodefensa comunitaria. Se consideran que han muerto cerca de 5 millones de personas, desde el inicio del conflicto en 1996. Además, se estima que la población que ha emigrado a consecuencia de la guerra y las calamidades subsecuentes ronda los 5,5 millones de personas.

Conclusión. En el continente africano existen 7 de 10 de los más grandes campos de refugiados que hay en el mundo, de acuerdo con datos de la Organización Internacional para las Migraciones OIM. Según esta organización de los 258 millones de seres humanos que son migrantes en el planeta, el 14% nació en África. A pesar de esta situación tan espeluznante, que constituye una crisis humanitaria a lo largo y ancho de todo el continente africano, el mundo no le está concediendo la atención y solidaridad que merece y urge. África sigue siendo víctima del saqueo por parte de las potencias principalmente occidentales, sin que las Naciones Unidas, ni las organizaciones humanitarias o de Derechos Humanos hayan podido movilizar los recursos indispensables para invertir en el desarrollo de este sector de la población mundial.

Más bien, África se ha convertido en un territorio ultrajado por una parte y olvidado por otra. El auxilio humanitario para lograr un radical cambio de la situación se torna impostergable, antes de que el incendio social y político se termine de propagar por todas partes.