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Etiqueta: cultura de paz

La abolición del ejército en Costa Rica: ¿Un hecho humanista?

Por José Rafael Quesada J.

El 1 de diciembre de 1948 tuvo un antes y un después en la historia de Costa Rica y del mundo. En un acto de grandeza que excede lo político, José Figueres Ferrer, líder de la Junta Fundadora de la Segunda República asumió la resolución de abolir el ejército como institución perenne. Un acto que posteriormente fue avalado por la Constitución de 1949, que no solo simbolizó el hecho institucional, sino que también fue el acto fundacional para lograr la transformación cultural política o económica que la instauración de una nueva imagen de un cierto humanismo criollo -y hasta ingenuo- iba a traer consigo, una posible centralidad en el ser humano, el desarrollo un país en paz y el rechazo a la violencia estructural con ribetes socialdemócratas, que se empezaba a esbozar por todo el mundo no alineado como llamaron en otras latitudes.

El ejército antes de 1948: Violencia, exclusión y desigualdad

Antes de su abolición, el ejército costarricense representaba una institución débil y lejos de las necesidades humanas de la población. Su limitado poder de fuego y su uso como aparato de represión en conflictos internos se alejaba de su objetivo de proteger a la ciudadanía. Más bien, contribuyó a perpetuar desigualdades y hacer añicos la confianza social en el Estado.

Durante la Guerra Civil de 1948, el ejército no respondió como un garante de estabilidad política, su existencia contribuyó a agudizar la división entre los sectores de la clase política en el poder y las aspiraciones de justicia democráticas del pueblo. Pero este periodo de crisis también representó que el cambio era posible. La abolición del ejército no solo fue una respuesta en medio de toda esta situación, fue la intencionalidad de algunos que quisieron aprovechar una oportunidad de sostener la voluntad política sin las armas y aprovechar para construir un Estado sin violencia, propiciando espacios para el desarrollo humano con mayor dignidad. Fue el “imperio de las circunstancias”.

La Resolución de la Abolición del Ejército: Un Acto de Humanismo Radical

No sólo el hecho de abolir el ejército en un Cuartel Bellavista significó un símbolo de liberarse de estructuras de poder no deseadas para Costa Rica; también abrió un camino que no es otra cosa que una orientación hacia un modelo social que priorizara el satisfacer necesidades de las personas en la toma de decisiones. Luego como todos los actos humanos se diluye en los juegos de poder de los sectores poderosos, porque “comida que no se vigila se quema en el camino…”.

Este acto no tuvo límites territoriales, sino que ofreció al mundo otra interpretación: las de la nación que opta por la diplomacia, el diálogo y por invertir en su población en desmedro de perpetuar la violencia estructural o represiva que imperaba en la década de los años 40 del siglo pasado.

En el contexto de la Guerra Fría nuestros países tenían referentes solo para que se armaran hasta los dientes. Costa Rica tomó una dirección opuesta: un acto con impronta de la valentía de la época, que reorientó la lógica del enemigo en las prioridades de la propia nación, apostando por el bienestar social.

Un Nuevo Modelo de Cultura: La Paz como parte del sentido de la identidad

La carencia de ejército devino en una parte de la identificación del pueblo costarricense, una manifestación palpable de la posibilidad de una resolución de los conflictos sin violencia. Este compromiso cultural asociado a la paz es una resonancia de las formas de humanismo, que rechaza la violencia como forma de relación y que hace propio de la esencia solidaria en el área social, hasta que las tendencias neoliberales toman el control de los gobiernos y de las perspectivas de una involución en el social que afecta muchas áreas de quehacer del Estado.

El orgullo que siente el costarricense por no poseer ejército, tiene su lugar en la lectura política del momento y en al menos 25 años posteriores, promoviendo un Estado que se empoderara hacia la igualdad, la justicia y el fortalecimiento de las instituciones democráticas; de esa forma Costa Rica se avizoró como una nación de algo que puede avanzar en posiciones de alguna forma humanistas, representando en varios momentos históricos que la paz no se trata de un ideal sino que es una dificultad a superar en la práctica pero posible.

Recursos para la Vida: Del Armamento al Bienestar

La eliminación del ejército permitió liberar recursos económicos y humanos que fueron incorporados a recursos vitales. Estas inversiones hicieron que Costa Rica pudiera implementar un modelo de desarrollo humano en el que se ejemplifican los principios del nuevo humanismo:

1. Salud: La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se estructuró como una de las instituciones del acceso universal a atención en salud humana digna e igualitaria.

2. Educación: Desde el aprendizaje de la lectura y la escritura y el acceso a la educación universal, hasta el empoderamiento de nuevas generaciones, ampliar oportunidades y crear una ciudadanía crítica y solidaria.

3. Vivienda y agua potable: Programas sociales que redujeron la desigualdad favoreciendo el respeto del derecho humano de tener un hogar y el acceso a recursos básicos.

4. Mitigación de la pobreza: Transferencias monetarias directas y programas de desarrollo social y comunitario que lograron cerrar las brechas sociales, contribuyendo a la igualdad.

5. Producción de energía: se da un paso adelante en la producción de nuevas energías a partir de la hidroeléctrica y telecomunicaciones para toda la población.

6. Inclusión social: El desarrollo de carreteras y acueductos lograron conectar arriba de todo a las comunidades más aisladas, alcanzando la cohesión social. Y un punto más,

7. El de la protección de la casa del ser humano: el desarrollo y articulación de una estrategia de protección del medio ambiente y base para el turismo de varios tipos, generadores de otro tipo de riqueza para varias generaciones.

Estas inversiones, de acuerdo con los valores solidarios transformaron el país, a través de la cooperación y el bienestar colectivo por encima de la competencia y la dominación. Una decisión que nos permitió construir un modelo de Estado, el cual se encuentra en crisis en la actualidad, pero fue una buena decisión al final.

Diplomacia y Derecho: Una respuesta no violenta de reparación de conflictos

Sin ejército, Costa Rica mostró que se puede encontrar una salida a las disputas internacionales sin recurrir a la violencia. Las disputas fronterizas, como la situación de la Isla Calero con Nicaragua, se resolvían por la vía del derecho internacional y las instancias diplomáticas, mostrando que la paz es una poderosa y efectiva herramienta poderosa y eficaz.

Esta perspectiva reafirma una ética de tipo no militar, que tiene mucho que ver con la ética humanista de priorizar la inversión social, educativa, en sanidad y calidad de vida, lo cual también nos va acercando a un tipo de humanismo y la cooperación solidaria, incluso en escenarios de conflicto.

Conclusión: Un Legado de una perspectiva Humanista para el Mundo

La abolición del ejército en Costa Rica no es solo un hecho histórico, se convierte en una declaración de principios que resuena con las proclamas del nuevo humanismo. Es un símbolo de que es posible construir sociedades más humanas y solidarias si destruimos las estructuras de violencia y redistribuimos la riqueza, el mismo concepto de bienestar.

Y hoy en día Costa Rica es un faro de esperanza para el mundo, una nación que evidencia que la paz y el desarrollo humano no solo son deseables, también son posibles, aunque obliguen a revisarlo de forma constante. Nuevamente “comida que no se vigila, se quema en el camino”

La enseñanza es clara: cuando el ser humano es el centro de las decisiones políticas, el futuro se llena de posibilidades.

Fuente: https://www.pressenza.com/es/2024/12/la-abolicion-del-ejercito-en-costa-rica-un-hecho-humanista/

Conversatorio: Universidades de América, intercambio de experiencias de trabajo por la Paz y la Noviolencia

El pasado 5 de septiembre de 2024 se llevó a cabo un conversatorio de gran relevancia sobre la construcción de una cultura de paz y la no violencia, moderado por Ildefonso Hernández, Cecilia Flores y Cecilia Umaña. Este evento reunió a diversas voces del ámbito académico y activista, con el propósito de visibilizar las acciones que se están llevando a cabo, así como de organizar nuevas iniciativas que fortalezcan este compromiso global.

Rodrigo Arias Camacho, uno de los principales expositores, abrió el conversatorio explicando su propósito: un espacio para el intercambio de experiencias y la organización de proyectos futuros en favor de la paz y la no violencia. Subrayó la importancia de documentar y divulgar los aportes que las instituciones universitarias realizan para avanzar en la construcción de una sociedad más pacífica, y expresó la necesidad de generar una reseña escrita que sintetice estos esfuerzos.

Durante su exposición, Arias recordó la abolición del ejército en Costa Rica en 1949, un hito que permitió que el país redirigiera recursos hacia la educación y la cultura, alejándose de las dinámicas bélicas que han marcado a la humanidad. En este contexto, destacó el papel de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), una institución fundada en 1977 que ha democratizado el acceso a la educación en todo el territorio nacional, incluso en las zonas más remotas. Según Arias, la UNED tiene una misión clara de colaborar con otras instituciones en la construcción de una cultura de paz, un objetivo que forma parte de su esencia institucional.

A continuación, Rafael de la Rubia, otro activista destacado, subrayó la importancia de realizar conversatorios de esta índole cada seis meses, y anunció que el próximo evento está programado para el 20 de noviembre. De la Rubia destacó las iniciativas globales que fomentan la paz y la no violencia, como la marcha mundial que tendrá lugar el 2 de octubre de 2024, un evento que, según él, es una acción que moviliza la cultura de paz a nivel global. Asimismo, mencionó que gracias a este tipo de actividades, se ha logrado reducir el número de personas que mueren de hambre en el mundo, lo que evidencia el impacto positivo de estas acciones colectivas.

Por su parte, Ildefonso Hernández explicó la metodología del trabajo grupal desarrollado en el conversatorio. Organizó a los participantes en salas virtuales, cada una con un representante de universidades de distintos países. Durante 25 minutos, los integrantes de cada sala compartieron sus experiencias y reflexionaron sobre las iniciativas que se están dando en la construcción de una sociedad más pacífica, orientada al diálogo y la resolución de conflictos. Posteriormente, un representante de cada sala presentó una síntesis de los resultados y problemáticas discutidas, enriqueciendo así el debate con perspectivas diversas.

Al concluir las presentaciones, Hernández destacó la importancia de que las universidades incorporen la paz y la no violencia como una parte esencial de su quehacer académico, no solo a través de proyectos educativos y de investigación, sino también mediante la creación de observatorios y programas de colaboración interinstitucional. Resaltó que el trabajo conjunto entre universidades es crucial para potenciar las acciones en favor de la paz, dada la influencia que estas instituciones tienen en la formación de las sociedades futuras.

Cecilia Umaña presentó a Antonio Carvallo, humanista y defensor del nuevo humanismo universalista. Carvallo se refirió al foro mundial humanista como un espacio donde se ha trabajado durante los últimos 30 años en la convergencia de esfuerzos para el desarrollo personal y la construcción de una sociedad humanista. Señaló la necesidad de que estas iniciativas se consoliden como entidades permanentes en la identidad global, de modo que continúen siendo un referente para el desarrollo de la humanidad.

El conversatorio cerró con un agradecimiento a las 36 universidades participantes y al público que siguió el evento a través de YouTube. Se aprovechó la ocasión para invitar a todos a unirse a la marcha mundial por la paz y la no violencia que saldrá desde Costa Rica el 2 de octubre de 2024, así como al próximo conversatorio, programado para el 20 de noviembre de 2024. Estos eventos forman parte de un esfuerzo continuo por movilizar a la sociedad y las instituciones hacia una cultura de paz, que se extienda más allá de las fronteras y promueva un futuro más justo y pacífico para todos.

Te invitamos a ver el foro completo y conocer más sobre las valiosas discusiones sobre la paz y la no violencia a través del siguiente enlace: Conversatorio: Universidades de América por la Paz y la Noviolencia.

Pronunciamiento: La violencia social constituye una de las principales condiciones que deterioran la salud mental y el bienestar integral de las personas

Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica

Ante la creciente ola de violencia que, en sus diversas manifestaciones, viene sufriendo la población costarricense, retomando la inquietud de una cantidad significativa de sus integrantes acerca del particular y al tenor de la responsabilidad y el compromiso ético de nuestro Colegio, la Junta Directiva del CPPCR, da a conocer públicamente las siguientes consideraciones y propuestas.

Partiendo de que:

  1. Todos los indicadores de violencia muestran una curva de crecimiento a lo largo de los últimos años, con un nivel de generalización que abarca prácticamente cualquiera de sus formas de manifestación.
  2. La violencia social constituye una de las principales condiciones que deterioran la salud mental y el bienestar integral de las personas.
  3. La violencia social se manifiesta de diversas formas, con diferentes actores y escenarios. Sin perjuicio de ello, esa violencia debe ser asumida de manera integral, tanto en sus consecuencias como en sus múltiples orígenes.
  4. Al tener diversas y complejas manifestaciones, resulta contraproducente y peligroso reducir estos grandes fenómenos a una visión “psicologista” de la realidad. Es decir, si bien algunas situaciones pueden y deben ser explicadas y afrontadas con individuos concretos, con sus propias vicisitudes y su “mundo interno”, ello no puede ser desprovisto de su contexto socio histórico que le da sentido. La explicación y abordaje de la violencia incluye una dimensión subjetiva, pero no se agota ahí, debe incluir las condiciones objetivas que la determinan y la explican. Por lo tanto, es imprescindible acudir a una perspectiva social más amplia, que involucra a otras disciplinas y saberes.
  5. La generalización de esta violencia necesita considerar el deterioro de la calidad de vida del grueso de la población. Desde la década de los noventa, todos los indicadores apuntan a un alarmante aumento de la brecha social y un sistemático deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población. Pasamos de ser un país con amplios sectores medios y baja inseguridad, a ocupar actualmente uno de los peores lugares en América Latina y entre los países de la OCDE. Factores íntimamente asociados a este creciente deterioro son el sistemático recorte de los programas sociales y la concentración de políticas dirigidas a favorecer a pequeños sectores orientados por el clientelismo político, así como el favorecimiento de crecientes procesos de corrupción.
  6. Es evidente que el sistema le ha fallado a amplios sectores de la población, por lo que es evidente un creciente cansancio en la gente, que lleva al resentimiento, al enojo, a la desesperanza y a su escalamiento al no ver resueltas sus necesidades más básicas y al sentirse engañados por la clase política del país. Estos sentimientos son un perfecto caldo de cultivo para el desarrollo de una cultura de violencia.
  7. Al mismo tiempo, la decepción, el desencanto y el enojo favorecen a su vez alternativas políticas de tipo autoritario, aderezadas con el creciente y alarmante papel del narcotráfico en nuestros países, en los que montan su negocio y reclutan a personas, sobre todo jóvenes. Estas circunstancias han acelerado el proceso de normalización de la violencia y ayudan a legitimarla como forma de interacción social habitual.
  8. Dentro de esta dinámica de creciente violencia, se comprueba el redireccionamiento de las emociones negativas hacia grupos determinados que reciben con más énfasis la carga afectiva y los procesos de exclusión, dirigidos principalmente contra la niñez y la adolescencia, contra personas con discapacidades, contra personas migrantes, contra las mujeres, contra personas LGBTIQ+ y contra personas adultas mayores, entre otras. A este respecto, es sobrecogedora y en niveles de agresividad. Las acciones dirigidas a individuos particulares deben ser entendidas en ese contexto sociocultural más amplio.
  9. A todo lo anterior se abona la actual dinámica de las redes sociales, en las que fácilmente se acusa, se juzga y se sanciona a cualquiera, con derivaciones tan serias como, por ejemplo, el suicidio en personas adolescentes. Del mismo modo, debe contemplarse el aparato mercadológico cada vez más sofisticado y orientado a generar y reforzar patrones compulsivos de consumo, mediante el reforzamiento sistemático de hábitos, actitudes y comportamientos contrarios a una cultura de paz.

Dado lo anterior:

  1. Esta JD se compromete a fomentar, con carácter de urgencia, una amplia participación del conjunto de colegas en unas jornadas de reflexión que permitan, en un diálogo abierto, un análisis profundo de toda esta situación y en la construcción de las mejores alternativas de enfrentamiento. También se compromete a incorporar y gestionar las recomendaciones que se deriven de este proceso de análisis.
  2. Esta JD hace una excitativa general a sus integrantes para que, en sus actividades profesionales tomen como tarea urgente la reflexión y la toma de las medidas que sean posibles en aras de fomentar relaciones humanas más empáticas y solidarias. Esto como un imperativo ético y de responsabilidad de nuestro quehacer.
  3. Hacemos una alerta máxima ante la violencia de género, dadas las características y la dinámica de ensañamiento que está tomando. Las medidas por tomar tendrán que abarcar las de corto, mediano y largo plazo, ampliando o rectificando lo hecho hasta el momento.
  4. Instamos a la prensa y a la población que accede a las diferentes plataformas a tener el mayor cuidado en el momento de publicar y exponer escenas de agresiones, mutilaciones y asesinatos. La exposición a estos materiales puede conducir a exacerbar procesos de modelaje de ciertas conductas y a aumentar la sensación de inseguridad. Así mismo, exhortamos a las personas colegiadas que sean entrevistadas en medios, para que no repliquen visiones cortoplacistas, simplificadas o hiper individualistas de este doloroso y complejo fenómeno.
  5. Exhortamos a toda la población a que procure desarrollar una cultura de paz y la resolución pacífica y dialogada de los conflictos. El Colegio tiene a disposición el Centro Integral de Resolución de Conflictos (CIREC) que, a cargo de profesionales con capacitación y amplia experiencia, puede colaborar para ese propósito.
  6. En nuestro criterio, debe haber una mayor inversión en los ámbitos de la educación, la salud, la seguridad y los organismos de investigación. Por lo tanto, hacemos un respetuoso, pero vehemente, llamado al gobierno para que modifique sus políticas sociales. También hacemos una clara advertencia acerca de las consecuencias al corto, mediano y largo plazo de no rectificar la línea que está imponiendo. De no modificarse la orientación actual, pronosticamos un empeoramiento de la situación en dimensiones y consecuencias insospechadas.

Comisión AD-Hoc para el abordaje de la Violencia Social en Costa Rica del CPPCR.

Fuente: https://psicologiacr.com/pronunciamiento-la-violencia-social-constituye-una-de-las-principales-condiciones-que-deterioran-la-salud-mental-y-el-bienestar-integral-de-las-personas/

Compartido con SURCOS por Marco Vinicio Fournier.

Don Máximo Cisneros y la democracia

Marco Vinicio Fournier

Marco Vinicio Fournier

Mi padre viajó a la frontera entre Ecuador y Perú para recibir a don Máximo Cisneros y a uno de sus hijos que venían huyendo de una verdadera dictadura militar en su país. Sin lugar a duda, porque así siempre lo expresó, don Máximo escogió a Costa Rica por su reconocimiento a la tradición democrática y pacífica de nuestro país, que no era para nada una tiranía perfecta como ahora insiste Chaves.

Don Máximo vivió en mi casa alrededor de dos meses mientras lograba reubicarse. Todos nosotros los recibimos con mucho cariño y con mucha solidaridad por la situación de persecución política por la que estaba pasando. Al cabo de ese tiempo, la gran mayoría de los miembros de la familia Cisneros, incluida Pilar, se trasladaron también a Costa Rica y se instalaron en una casa en Lourdes.

El día de hoy, estoy seguro de que tanto mi padre como don Máximo deben estarse revolcando en su tumba al ver a Pilar arrastrar nuestra democracia por el fango, cuestionando todas las instancias de separación de poderes y de control político, desmantelando toda la institucionalidad y dando, tanto ella como Chaves, el peor ejemplo posible contra el diálogo democrático y la cultura de paz.

Las razones que obligaron a su familia a huir de su patria son hoy las mismas que pretenden imponernos con bravuconadas y autoritarismos. Pero, se equivoca Pilar y se equivoca Chaves, la tradición democrática y pacífica sigue totalmente viva en muchas personas de este país y estaremos siempre en pie de lucha activa para defenderla.

Cultura de paz y sana convivencia

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Nunca como en estos últimos días, se siente la necesidad de palabras que inspiren paz y amor
Papa Francisco, junio 2023

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Alto a la violencia y a la inútil muerte de tantos seres, como consecuencia directa de la intolerancia, la frustración, la ira y el enojo. No es asumiendo la violencia como lenguaje como podemos construir una mejor sociedad y legar un futuro más halagüeño a esta generación y a las venideras. Debemos de ser capaces siempre que la razón y no el enojo, gobiernen nuestra voluntad y emociones. Nadie debería segar la vida de otro ser semejante. Nunca nos cansemos de las formas civilizadas para resolver conflictos y diferencias.

Esta semana hemos sido testigos de macabros, perversos e infames hechos de sangre, donde con una frialdad pasmosa, una persona descarga una andanada de balas desde una arma de fuego a escasos metros de la víctima. Cuerpos mutilados de mujeres, destrozados por quienes debieron amarlas, protegerlas y hacerlas felices; y miserablemente las consideraron un objeto de su propiedad.

En medio de este frívolo contexto, una noticia que nos llena de esperanza, se escabulle y penosamente no ha sido titular de grandes letras en diarios impresos, cintillos de noticiarios televisivos o tener presencia en noticias radiales. A inicios de julio del ano pasado, la Asamblea Legislativa fue escenario de uno de los hechos más bochornosos que podamos recordar. En la barra del público irrumpió un señor, de apellido Morales, con singular violencia amenazando y vociferando contra los diputados Robles Barrantes y Nicolás Alvarado. Con insolencia, matonismo y malacrianza se quitó la camisa y “a panza pelada” blandía sus brazos en forma desafiante y gesticulaba obscenamente, constituyendo un riesgo para los allí presentes. El señor, que estaba “como poseído” pudo ser sometido y llevado a los tribunales. Esto en jun contexto nacional de crispación donde sentimos que la violencia se ha apoderado de muchos ámbitos de la vida nacional y que desde la política no se está haciendo lo suficiente por resolver los problemas del país. Evidentemente, no era la mejor forma para expresar disconformidad y desacuerdo con estos diputados. El pasado 15 de mayo ante la posibilidad de enfrentar un juicio por el delito de amenaza a funcionario público, el señor se disculpó y en consecuencia no hubo debate en materia penal. Pidió perdón y reconoció su falta y notable exabrupto. Ahora se someterá a un programa restaurador y firmó “Proclama por la discusión pacífica de los asuntos públicos”. Reconoce el señor que aunque piensa distinto a los diputados, entiende que la violencia no es el camino y agradece que le brinden una segunda oportunidad.

Lo inusual de este relato es que además del señor, los dos diputados involucrados también firmaron dicha proclama, que a la letra dice “La libertad de expresión y de prensa son indispensables para la vida democrática. Sin un rico debate de ideas no puede haber democracia. Pero para ello, es indispensable que el camino del debate sea pacífico. Cualquier asunto que sea de interés público debe poder discutirse con respeto, y sin temor a represalias de ningún tipo. En ese espíritu democrático y pacífico que ha caracterizado a nuestro país, hoy decidimos optar por el camino de la paz. La paz que permite también resolver aquellos conflictos que superaron los límites de lo razonable por un momento, pero que permite recomponer la armonía perturbada. Rechazamos la violencia de todo tipo en la discusión política nacional, e invitamos a todos los habitantes del país a resolver sus conflictos de forma pacífica, respetuosa y por las vías institucionales. La paz es responsabilidad de todas y cada uno de nosotros y nosotras”.

Este tipo de noticias, aunque no “vende”, da esperanza a nuestros corazones. Es posible retomar la ruta de la sana convivencia y de una cultura de paz. Es lo que nos ha hecho grandes como nación. ¡Nuestros hijos y futuras generaciones lo merecen!

06-VI-24

Siguen cayendo los jóvenes asesinados

José Luis Amador.

José Luis Amador

Si no los matan a balazos los mata la droga.

Este es un tema que, aunque no lo parezca tiene una vertiente cultural, relacionado con la pérdida de valor de la vida. Y las personas que estamos en el campo cultural deberíamos promover un movimiento cultural de lucha por la vida y la esperanza. Así como también se han hecho movimientos contra la guerra en centro américa, contra el SIDA contra, el cáncer de mama, contra la violencia doméstica, de igual modo hay que hacer un movimiento cultural en las Plazas, con guitarras, con poesía, con baile, con deporte. Una cruzada cultural de lucha por la paz interna por la valorización de la vida.

Nos están matando los jóvenes. Se está imponiendo la cultura del cartel y la muerte. Hay que hacer algo para promover la cultura de la paz. Hay que decir no a la muerte. Y ESTO PASA POR LA CULTURA, POR LOS VALORES, POR LA POESÍA, POR LA BELLEZA. Un joven con un revolver no puede ser mejor que un ó una joven con una guitarra, con un arado o un estetoscopio.

Propongo una cruzada de recitales, conciertos, bailes, exposiciones, por la paz y contra la violencia.

Sembremos los parques de pinturas, bailes y canciones.

NO DE MUERTOS.

Ola Mundial Por la Paz – este sábado 8 de julio

La Ola de Paz Mundial es una iniciativa de la Organización World Beyond War. Este es un Zoom de 24 horas de duración que presenta acciones de paz en vivo en las calles y plazas del mundo, moviéndose alrededor del globo con el sol.

Esto es justo antes de una reunión anual de la OTAN y aprovecharemos la oportunidad para oponernos a todas las alianzas militares.

Mundo sin Guerras y sin Violencia Costa Rica,  ha organizado esta actividad en el Parque Río Loro, a la que invitamos, para apoyar la Ola de Paz a su paso por Costa Rica.

Les invitamos a ser parte de la Ola de Paz Mundial a su paso por Costa Rica.

Este sábado 8 de julio en el Parque Ambiental Río Loro en Ochomogo.

A partir de las 9 a.m. y hasta las 2:30 p.m.

Circulo de percusión. A cargo de la Comunidad Rítmica por la Paz.

Canciones referidas a temas de Paz.

Visita Guiada al Parque Río Loro (mariposario, lombricultura y compost)

Almuerzo compartido.

Actividades infantiles, pintura de manta por la paz.

Traiga zapatos cerrados tipo tenis y capa por aquello de la lluvia.

Te esperamos para unirnos por la Paz Mundial. Evento en Facebook.

UNA: Niños y niñas que construyen paces en la escuela

Antonio Arroyo Álvarez

Como parte de los esfuerzos realizados desde el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional (Idela-UNA), el proyecto de extensión-investigación “Comunidades educativas que construyen paz”, realizaron durante el pasado mes de mayo un ciclo de talleres lúdicos con niños y niñas de cuarto grado de la Escuela Miguel Aguilar Bonilla, en San Rafael de Heredia, denominado “Niños y niñas que construyen paces en la escuela”.

Para la académica del Idela y coordinadora del proyecto, Evelyn Cerdas, esta iniciativa busca generar procesos pedagógicos para la paz por medio de una metodología lúdica y participativa para la promoción de una cultura de paz.

“El trabajo se realizó con la metodología del proyecto, la cual se basa en el modelo participativo y el enfoque socioafectivo por medio de técnicas participativas y lúdicas como los juegos cooperativos, permitiendo que los niños y niñas compartieran aprendizajes, tuvieran un espacio de disfrute con el arte, el diálogo, la reflexión y las vivencias en un espacio de confianza y afecto”, explicó Cerdas.

Los talleres realizados se enfocaron en el fortalecimiento de actitudes y habilidades para hacer las paces en el aula, como un proceso que parte del reconocimiento de las capacidades humanas para hacer las paces desde los propios espacios y a partir de las habilidades, vivencias y aprendizajes desde su propio contexto, en este caso, el escolar.

También, el programa implicó que cada niño y niña se mire como sujeto protagonista de la paz en el espacio escolar, en el que pueden construir diariamente relaciones basadas en el respeto, el buen trato, la confianza, la no violencia y el cuidado mutuo; esto a partir, de una visión en la cual se consideren como sujetos de derechos con capacidad de reconocer el valor de la otra persona.

Así, con los objetivos de potenciar relaciones amistosas basadas en la no violencia, reconocer el derecho a la paz en las prácticas del buen trato, así como reflexionar sobre el valor del cuidado de los compañeros y compañeras como práctica cotidiana para hacer las paces, se trabajaron temas como: relaciones pacíficas en el aula, el derecho a la paz y el buen trato, el cuidado como práctica para construir la paz y arte para la paz.

Delmis Patricia Diaz, trabajadora social del equipo interdisciplinario, de la Escuela Miguel Aguilar Bonilla, reconoce que este tipo de iniciativas abren las posibilidades para que las personas menores de edad desarrollen competencias y habilidades que les permita en la vida futura, enfrentar, gestionar espacios y relaciones interpersonales en forma afectiva; y le amplia a los estudiantes la posibilidad de estar en otros ámbitos que le permiten tener experiencias positivas que le fortalezcan el desarrollo personal.

“El bienestar social se ha visto fortalecido mediante estos proyectos, porque mediante actividades socioeducativas y con metodologías lúdicas y de cooperación le permite a las personas menores de edad tener una mejor calidad de vida mediante el compartir con compañeros y compañeras”, señaló Diaz.

El ciclo de talleres culminó con un encuentro financiado por el Fondo de Beneficio Social de la UNA, y llevado a cabo en el centro de recreo del fondo, donde los niños y niñas participaron en un taller de arte, compartieron un almuerzo y disfrutaron en las zonas verdes.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

El fracaso de Europa y el desafío del Sur Global

Gerardo Hernández

Muchas y grandes sinfonías, pinturas, palacios, obras de arte, literatura, ciencia, filosofía, arquitectura monumental…y todo lo que llaman su gran cultura y civilización «modernas».

Pero Europa y sus vecinos al Este y Oeste del Norte Global han sido un monumental fracaso en la construcción de una cultura de paz.

Son una vergüenza histórica y lo que es peor, la mayor amenaza para la humanidad y el planeta.

Sus recurrentes guerras muestran que siguen en la prehistoria y podrían llevarnos a la era de los picapiedras, si en el Sur Global seguimos de espectadores.

Es tiempo de un movimiento global por la paz, impulsado desde todos los sures del planeta.

A la familia y amistades de Marcos Calzada Valverde

Mujeres por Costa Rica hace un llamado a la ciudadanía a trabajar por una cultura de paz, por un mundo sin violencia y de bienestar para la juventud

Mi testimonio. Cecilia Aguilar.

Se removieron los cimientos de mi alma y de mi corazón la noche de este 3 de julio del 2022.

Lloré como hace tiempo no lo hacía.

Lloré, al conocer el motivo y la forma en que le arrebataron la vida al joven Marco Calzada Valverde, estudiante universitario de 19 años.

Y lloré por el dolor de mis recuerdos, por el dolor de esa familia y por la similitud con la muerte de mi hijo, Wilfrido Alberto Rojas Aguilar, hace 28 años, también estudiante universitario (de medicina, en este caso) de 19 años, asesinado para robarle el poco dinero que portaba y a quien, entre otros cortes, con arma punzocortante, le cercenaron la vena cava superior, lo que ocasionó su deceso.

Curiosa coincidencia, ambos estudiantes de 19 años, ambos, personas muy queridas y reconocidas por sus buenas costumbres. El robo motivó el acto y el arma blanca mutiló sus vidas.

Al primero, por robarle su celular, a Alberto, por robarle el dinero que creyeron portaba. Ningún otro móvil, tan sólo el robo.

Ambos con unas ganas de vivir impresionantes, bueno… las que se tienen a esa edad. Ambos con familias que seguirán esperando su regreso a casa, después de una salida de muchachos.

Marco, perdió su aliento casi al concluir la noche, después de compartir feliz con sus amigos, cuando fue sorprendido al salir, o fue forzado a salir del sitio de reunión donde se encontraba.

Alberto, perdió su vida al iniciar la noche, a las 7:30 pm, según consta en su Acta de Defunción, que aún conservo y que indica, sin sustancias alterantes que motivaran a otros a querer arrebatar su vida.

El joven Marco fue, como la mayoría de los jóvenes, a disfrutar y compartir con sus amigos un fin de semana. Will Alberto, mi hijo, había salido de la universidad, fue por su novia y los sorprendieron los dueños de lo ajeno.

La pérdida de un hijo es el trago más amargo que puede llegar a nuestra vida, algo excesivamente doloroso e impresionante en cualquier ocasión, pero en circunstancias como estas, tan repentinas e inexplicables, lo es aún más.

Han transcurrido los años y definitivamente, el dolor de ese puñal sigue enterrado en mi corazón, por ello, me uno al dolor de los padres, familiares y amigos de Marco, que no conozco, pero sé la aflicción que los invade y pido al Todopoderoso que los conforte, porque hoy sufren y lloran por la pérdida de su hijo. Que la paz, les llegue y el amor infinito de Dios los cubra para que puedan seguir adelante.

Ojalá, que las autoridades, aunque nada traerá de regreso al hijo amado que partió, se encarguen de administrar una pronta justicia, para que la luz de una «supuesta» tranquilidad pueda confortar sus espíritus.