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Etiqueta: debates electorales

El panorama electoral en Costa Rica. Una elección extraña, pero agitada en sus entrañas

Vladimir de la Cruz

Las elecciones en Costa Rica, que se realizarán el próximo 6 de febrero, para elegir Presidente y dos Vicepresidentes, y 57 diputados,  están en una etapa extraña, comparadas con otros procesos electorales anteriores. 

Lo usual ha sido que desde el mes de noviembre, cuando se abre el proceso electoral, para actividades públicas de los partidos y sus candidatos, hasta 3 dias antes del día electoral, 6 de febrero, en este caso, se realice una intensa actividad propagandística en medios de comunicación y en vallas publicitarias, por parte de los distintos partidos políticos y sus candidatos.  

La ley electoral obliga que aquellas instituciones de carácter público, como universidades, la televisora y la radio nacional, o que reciban fondos públicos, están obligadas a tomar en cuenta, para invitaciones a debates, a todos los candidatos presidenciales, sin discriminación alguna. Pueden hacerlo por grupos de candidatos pero no pueden dejar a nadie fuera. 

Hasta la campaña electoral de 1997-1998 era usual que instituciones públicas y privadas invitaran a quienes quisieran. Un Recurso de Amparo constitucional, que interpuse, en enero de 1998, contra un debate de dos medios de comunicación, en el que no me tomaron en cuenta, siendo candidato presidencial, en ese momento, lo gané judicialmente y se obligó a que se me invitara o tomara en cuenta. Los medios de comunicación cancelaron el debate programado entre los que ellos consideraban eran los dos principales candidatos.  

A partir de esa Resolución en los procesos electorales siguientes se tomaron en cuenta a todos los candidatos.  

La legislación luego se reguló para que las instancias privadas pudieran invitar a quienes quisieran, mientras las públicas obligadamente debían considerar a todos los participantes, como se viene haciendo desde el 2006.  

Cuando participan pocos partidos políticos el manejo de debates con candidatos presidenciales se puede hacer más democrático con la participación de todos. Pero, cuando participan muchos partidos políticos se hace más complicada la logística de considerar a todos los candidatos para un debate político, de allí, la necesaria selección de candidatos para diversos debates. La sola escogencia de candidatos, para cada debate, provoca reacciones entre ellos, especialmente de los candidatos que quieren ser tomados en cuenta con los que se consideran más importantes.  

La consideración de los más importantes deviene de la historia de los mismos partidos políticos, si han sido gobernantes o no, si han participado en procesos electorales o no, si sus candidatos son conocidos dirigentes políticos o son nuevos, y en muchos casos, totalmente nuevos, que participan por primera vez, sin historia electoral alguna, como esta sucediendo con algunos candidatos. 

En las elecciones de Costa Rica del 6 de febrero participaron 25 partidos con candidatos presidenciales, lo que evidencia la dificultad de realizar estos debates. Por instituciones públicas hasta este mes de diciembre no se ha hecho ninguna presentación de candidatos.  

Instituciones privadas, cámaras empresariales, asociaciones sociales, y medios de comunicación, han realizado pocos debates tomando en cuenta hasta cinco candidatos, escogidos por ellas, de los 25 inscritos, o han realizado entrevistas selectivas a algunos de ellos, obviamente discriminando o no tomando en cuenta al resto. 

En la determinación de escogencia de candidatos influye también el índice de conocimiento que empiecen a tener en las distintas encuestas, de las casas encuestadoras oficialmente inscritas ante el Tribunal Supremo de Elecciones, únicas autorizadas para hacer publicaciones sobre intencionalidad de votos.  

Esto influye también en la posibilidad de financiamiento bancario, tanto de bancos privados como públicos, para que mediante créditos o fideicomisos, con respaldo al posible derecho de financiamiento público, post electoral, puedan tener los partidos políticos. Hasta esta fecha solo cinco partidos se han favorecido por financiamiento crediticio de bancos privados para su campaña electoral. 

En Costa Rica existe la norma constitucional, desde 1949, de financiamiento público de las campañas electorales. El origen de esta norma fue quitarle al capital la posibilidad de ser los dueños y amos de los procesos electorales y de control de los partidos políticos y sus candidatos, y facilitar de esa manera, una participación más democrática. 

El procedimiento que se siguió, desde 1996, para financiar las campañas electorales fue de que tendrían derecho a reconocimientos de gastos de campaña aquellos partidos que obtuvieran un 4% o más de votos o que eligieran al menos un diputado.  

Los partidos políticos están obligados, en su inscripción, de presentar un presupuesto de gastos de toda la campaña, que por presentado ante el Tribunal Supremo de Elecciones, no puede modificarse. Contra este presupuesto y sus facturas de gastos, el órgano electoral define la validez de los pagos de aquellos partidos que logren pasar el umbral del 4% o de elegir diputado. El análisis de facturas y gastos es riguroso y ya ha ocurrido que a partidos políticos les encausen penalmente a sus Tesoreros o responsables de los manejos financieros de las campañas electorales. 

Contra ese posible financiamiento público es que los bancos se abren para apoyar a algunos partidos, según sus propios análisis, y sus propias encuestas, para asegurarles fondos a algunos partidos políticos, que negocian esos financiamientos hasta con 30 o 40% de descuento de sus bonos electorales, de  su posible derecho de financiamiento electoral. Así, si un banco recibe 2000 millones de colones en bonos electorales, autorizados por el Tribunal Supremo de Elecciones contra su posible resultado electoral, como garantía, por un crédito, a un partido, el partido en realidad recibe 1200 o 1400 millones, según el porcentaje negociado a favor del banco, con riesgo  mutuo, salvo cuando los bancos también se aseguran con bienes u otros avales más reales, que un posible resultado electoral. 

Esto en la práctica hace que la mayoría de los partidos políticos no tenga posibilidad de financiamiento para su campaña electoral, haciendo que el proceso electoral sea muy discriminatorio para los partidos nuevos y pequeños.  

En la historia electoral del país, desde 1953,  alrededor del 96% de los partidos no recibe ningún apoyo financiero público para sus campañas, a pesar de la norma constitucional, que en buena lógica, debería estar abierta a financiar, contra los resultados electorales, a todos los partidos políticos, porque todos los partidos políticos sacan votos y cada ciudadano es igual independientemente a que partido pertenezca, o le dé el voto, donde cada elector, a estos efectos, tiene un valor económico, que se contempla en el 0.11% del PIB, del año anterior a la elección, que garantiza esos gastos electorales nacionales de cada campaña electoral. 

Veinticinco partidos inscritos, me parece, ha paralizado la propaganda en este período de noviembre a diciembre. El impacto del gasto electoral se hará sentir, en propaganda, en enero, mes previo al día electoral, para hacer sentir el peso de los partidos, de los candidatos, de anular propagandísticamente a los otros partidos, de aturdir y atontar a los electores, de hacerse sentir más para la atracción de votos. Y, hasta para hacer una reserva de dinero, entre los partidos que tienen posibilidad de ir a una segunda ronda, en caso de que el 6 de febrero ninguno de los partidos pueda lograr el 40% de los votos para elegir presidente. Sucedió en la campaña electoral del 2014 que el partido Liberación Nacional, prácticamente había gastado todo su presupuesto en la primera ronda, quedándose sin dinero para la seguna, mientras su otro contendiente, el partido Acción Ciudadana, tenía una cifra de dinero muy sustantiva para esa segunda ronda, porque no había hecho tanto gasto en la primera, lo que le facilitó su triunfo, inesperado y sorpresivo para este partido que no esperaba llegar a esa segunda ronda, como igualmente fue su resultado ganador en la elección del 2018. 

Hasta hoy, entonces, hemos tenido, una campaña electoral desteñida, sin aspavientos electorales, sin que se sienta propaganda alguna, y probablemente no habrá tampoco anuncios de saludos de Navidad y Año Nuevo, en medios de comunicación, que sí se permiten por el Tribunal Supremo de Elecciones. 

Cuando se aprecia el panorama de elección de diputados se hace más compleja esta situación. Costa Rica tiene siete provincias, que eligen cada una su respectivo número de diputados. Los 25 partidos nacionales con candidatos presidenciales también participan en todas las provincias con sus propios candidatos. Hay también partidos políticos que solo participan para elegir diputados, en las respectivas provincias. Así mínimo hay 25 partidos nacionales con candidatos a diputado en cada provincia, pero, en general, suben a más, hasta 32 partidos en una provincia. Esto dificulta mucho darle espacio a los candidatos por provincias, si de entrevistas se trata, en instancias públicas y privadas. Lo usual es invitar a los diputados que encabezan las listas de cada partido en cada provincia, lo que ya es, por el número de partidos, imposible de realizar. Hasta hoy no se han hecho encuentros de este tipo.  

En enero es imposible. Serán candidatos bastante invisibles y “anónimos” en su realidad, más allá del esfuerzo individual o partidario que realicen los candidatos a diputados en sus respectivas provincias y cantones. Para ellos pesará el candidato presidencial de sus partidos que puede halar a diputados a su posible elección. 

Esta elección en este sentido ha hecho que de los 25 partidos nacionales, el 60 % de ellos lleve a su candidato nacional también como candidato a diputado, lo que la legislación permite, en una doble candidatura. Esto es así porque a todos los efectos públicos la campaña electoral gira alrededor de los candidatos a presidente. Aún cuando casi no tomen en cuenta a muchos de estos candidatos nacionales, no dejan de tener presencia, y eso les puede producir una ligera ventaja para su posible elección como diputados, sobre los que no son a la vez candidatos presidenciales.  

Desde el 2002 que se permite la doble candidatura, no ha ocurrido que un candidato presidencial, no electo presidente, sea electo como diputado. En esta ocasión hay más posibilidad para algunos de estos candidatos que en el pasado, lo que se verá hasta el 6 de febrero. De suceder podría tener una ventaja legislativa de llevar a su seno candidatos presidenciales, jefes reales de sus partidos, especialmente aquellos que tienen más liderazgo político, lo que permitiría más capacidad parlamentaria para lograr acuerdos políticos, que son muy necesarios para la gobernanza nacional que viene con el nuevo gobierno, a instalarse en mayo próximo, tanto los diputados como el Presidente. 

La preocupación que circula en círculos políticos y económicos es la posibilidad de que haya una gran cantidad de partidos políticos en la Asamblea Legislativa, que imposibiliten la gobernanza o la entraben en su toma de decisiones. Por ahora no lo veo así. No me parece que el resultado electoral vaya a alterar el número de partidos y fracciones parlamentarias que hoy existen en el Congreso costarricense. 

El esfuerzo que se realiza por los partidos políticos, especialmente aquellos que tienen verdadera posibilidad de ganar la presidencia de la República, es triunfar en la primera ronda, el 6 de febrero, de allí la intensificación de propaganda que se hará en enero. No va a ser fácil. Se requiere el 40% de los votos válidamente emitidos.  

El número de electores, en números redondos, está en 3.5 millones. Suponiendo que pueda haber un abstencionismo de un 30%, que ha sido el promedio del abstencionismo de las campañas electorales del siglo XXI,  hace que  los electores sean 2.450.00, y para ganar se necesita el 40% de estos, alrededor de los 980.000 votantes, cifra que no ha sido alcanzada en el pasado electoral costarricense por ningún partido. 

Otro elemento que enrarece el ambiente actual es el fraccionamiento de tendencias políticas en el actual escenario electoral. Así, con el nombre que reivindica la  socialdemocracia  hay cuatro partidos, entre ellos el histórico Liberación Nacional, con su candidato José María Figueres, hijo del fundador del partido, también expresidente de la República, bajo la bandera del social cristianismo, y del cristianismo no católico, hay seis partidos, entre ellos el de Fabricio Alvarado, quien quedó de segundo en el pasado proceso electoral del 2018, hoy aspirando a una doble candidatura, y Rodolfo Piza, que entra separado de la Unidad Social Cristiana, a quien levantó como partido en las últimas dos campañas electorales, también con doble candidatura,  los libertarios o neoliberales que van divididos en cinco partidos políticos y la izquierda, sin participación de los comunistas históricos, va con tres partidos nacionales, y suma el propio partido de gobierno, Acción Ciudadana, que enfrenta el reto más importante, como sucedió con Liberación Nacional, en la elección del 2014, de ir a un tercer gobierno consecutivo, lo que  no ha logrado ningún partido político nacional. 

La indecisión mostrada en encuestas por los electores y ciudadanos ante el proceso electoral, que alcanza un 70%, no dice que sea una masa abstencionista. Eso está directamente ligado a la gran cantidad de partidos políticos que estaban en proceso de inscripcion, y que sin campaña publicitaria, produzca esa indecisión, afiliación o escogencia de candidatos.  

Los resultados electorales desde 1953 hasta el 2018 señalan que simpre ha votado un 70% de los electores, lo que hace que el abstencionismo real, en ese mismo período sea del 30%. Esto no tiene por qué cambiar. Mi impresión hoy es que el abstencionismo podría bajar un poco, especialmente por lo tensa que será la campaña en enero. La indecisión la han querido mostrar como abstencionismo, lo que no es correcto. 

La segunda ronda se estará definiendo en la segunda quincena de enero, cuando volvamos a preocuparnos en este espacio, de este final electoral, que ahora parece raro, porque las aguas de la superficie no se mueven, pero las corrientes que están por debajo se muestran agitadas y con grandes remolinos, que tendrán su función de tragarse a candidatos. Ya veremos y estaremos atentos al movimiento de estas aguas. 

 

Artículo publicado en Wall Street International Magazine, compartido con SURCOS por el autor.

La otra Costa Rica; la que resiste

Albert Einstein (1879-1955): Si vamos a cuestionar la presencia viva de los Espíritus, empecemos entonces por negar la existencia del átomo, que continúa imperceptible a los ojos humanos desarmados, pero existe.

Rafael Ángel Ugalde Quirós* Especial para SURCOS.

I.- Imaginando un extraterrestre sobrevolando el país el pasado 6 de febrero quizá pensaría que la situación de 25 partidos políticos en la lucha por el sillón presidencial de Zapote alabaría seguramente la “perfección” del “Contrato Social” – obra de Jean Jacques Rousseau en 1762- en la pequeña “hacienda” de 51 mil kilómetros cuadrados y 3.541.908 “ticos” habilitados para sufragar. Nada más alejado de la realidad una vez con los pies sobre la tierra: El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) aunque tuvo capacidad para dirigir un debate con 25 aspirantes presidenciales en condiciones de igualdad, no lo hace. No le interesa. Su mayor comodidad es contar votos y jamás profundizar la democracia con participación masiva de los ciudadanos en la “res” pública, como decían los romanos. Le interesa más que sean las dos grandes cadenas nacionales de televisión, con los riesgos, los sesgos e intereses que todos conocen a favor de dos partidos políticos, que sea este tribunal quien impulse el debate de ideas en igualdad de condiciones entre los candidatos presidenciales. Este desinterés del TSE, en gran medida, da así a los procesos electoreros un ambiente carnavalesco, con los grandes bancos y consorcios económicos, financiando y fiscalizando lo que ellos han sintetizado llamando la gran “fiesta democrática”.

Un estudio del semanario Universidad (21/11/2021) reveló, por ejemplo, que los bancos privados BCT y Banco Promerica concentraron el 80% de los bonos de deuda política, o certificados de cesión, liquidados en la campaña electoral del 2018. Eran los únicos dos bancos con créditos formalizados para las elecciones de 2022, según datos de la Tesorería Nacional.

El total cancelado por concepto de deuda política (incluyendo los intereses), asciende a los ¢14.808 millones, de los cuales los bancos BCT y Promerica concentraron ¢12.123 millones. La primera entidad bancaria es presidida por Leonel Baruch, mientras que el presidente de la Junta Directiva de Promerica es Edgar Zurcher.

Los certificados de cesión son un instrumento de financiamiento contemplado por la legislación costarricense en el que los partidos pueden ceder su acceso al financiamiento público a entidades bancarias o particulares. Los bancos en este caso financian de manera anticipada especulando cuánto recibirá de votos cada partido por medio de las encuestas públicas e incluso propias.

“Es un mecanismo especulativo como en la Bolsa de Valores. Tiene una expectativa de retribución de la inversión que hizo al comprar el título, más los intereses ganados por ese financiamiento que le está otorgando, quien recibe esa plata son los bancos. No van a perder ni los bancos, ni los financistas tipo A (los que tienen mayor posibilidad de ser cancelados) que compran estos bonos a varios partidos porque para ellos es un negocio, no hay necesariamente un vínculo partidario”, explicó Rotsay Rosales, coordinador del Observatorio de la Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

II. Una lectura cursi, con estándares oficiales reduccionistas, nos llevaría a pensar en más de 1.400.000 de votantes desinteresados por las elecciones del 6 de febrero pasado, con niveles de abstencionismo del 40% nunca visto desde 1958 y por lo cual, al TSE le cabe abundante responsabilidad.

Sin embargo, atendiendo otras sintomatologías sociales, infectadas por los grupos de poder desde hace 40 años, no podría cerrarse los ojos frente a la enfermedad que padece la “otra” Costa Rica. La marginada, la ausente de las pantallas de la televisión, a no ser por el proceso de “colombianización”, reducido desde la oficina del tecnócrata a una supuesta “lucha entre bandas” o “actuación de sicarios”, como si esos hechos no fueran cara de una misma moneda. Es el “otro” país, el del campesino quebrado a la fuerza, sin tierra y siervo perene de la banca, pueblos pesqueros que ven como otros se roban la riqueza marina en sus propias barbas, la otra república, la de los cientos y cientos de desempleados, los “informales” perseguidos noche y día, los desnutridos, etc., frente a la buena salud mostrada por miembros de los pequeños grupos beneficiados con la renuncia a la soberanía alimentaria, a la educación pública gratuita y de calidad, a la universalización de la salud, a la entrega de los puertos, las carreteras, las telecomunicaciones y los aeropuertos.

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) lo están paralizando para luego, como buitres, caerle encima. El ex gerente de telecomunicaciones, Jaime Palermo, acaba de denunciar (Diario Extra 14/2/2022) que las autoridades actuales están paralizando las operaciones técnicas y comerciales del sector Telecomunicaciones, de modo que ponen en riesgo el futuro de la entidad. El hizo un recuento de las acciones que, según su opinión, han provocado que la entidad, en competencia desde el 2011, perdiera diez puntos del mercado de la telefonía celular y lo cediera a las empresas con las que compite tan solo en 2020.

Para el exfuncionario, la jerarquía del ICE, encabezada por su presidenta ejecutiva Irene Cañas, y su gerente general, Hazel Cepeda, ha priorizado la supuesta recuperación financiera de la institución sacrificando inversiones clave para su desempeño comercial, lo cual le ha generado una caída en la participación del mercado e incluso una baja en la calidad de los servicios móviles expuesta por informes de Sutel. Una vez enfermo y famélico el ICE se vende al mejor postor, o lo convierten en elefante blanco al mejor estilo de RECOPE, el CNP, el INVU.

A los foros mundiales “esta” Costa Rica floreciente asiste como hazmerreír junto con otras comparsas regionales, siendo el mejor ejemplo de ello el rol asignado en el “Grupo de Lima” o en la deteriorada OEA, a raíz del papel jugado en el golpe de estado en Bolivia. “Este” país floreciente habla en los foros mundiales de energías verdes, lucha pro ambiente, cero carbono y no más calentamiento global, pero sus ríos son cloacas a cielo abierto y sus océanos basureros de plásticos.

La “otra” Costa Rica, la que soportó la multimillonaria campaña politiquera, la que sigue resistiendo (La Nación acaba de descubrir que “alza en costo de la vivienda y baja en ingresos truncan sueño de tener casa propia” 14/2/2022), sea rural o urbana sabe perfectamente que el sistema de los partidos políticos es un negocio como es el fútbol, la venta de copos o cualquier otra actividad rentable, pues nuestros “lideres” políticos nos los dan empacados con lazos de colores, no existiendo además, posibilidad alguna de sustitución en caso que salgan mentirosillos o cleptómanos.

III. Un recuento de los votos en blanco y nulos realizados por Universidad (7/2/2022) en esta elección presidencial de 2022 da como resultado un total de 26.676, un número mayor que la cantidad de votos que obtuvieron individualmente 19 de los 25 partidos políticos que estaban en papeleta el domingo 6 de febrero.

Solo los partidos Liberación Nacional (PLN), Progreso Social Democrático (PSD), Nueva República (PNR), Unidad Social Cristiana (PUSC), Liberal Progresista (PLP) y Frente Amplio (FA), superaron esa cantidad de votos inválidos.

A esta lista se puede agregar la agrupación Costa Rica Justa (CRJ) si se tiene en cuenta solo la cantidad de votos nulos, que se situó en 16.565, con lo cual supera a las restantes 18 formaciones partidarias. Igualmente, los votos en blanco, que por el momento son 10.111, ganan a 12 partidos políticos.

Los campesinos subsisten a brincos y saltos y su crisis es evidente.

La Coalición Pueblo Unido, que a última hora superó serios problemas internos y se sobrepuso a los plazos para inscribirse, superó el último lugar en el escrutinio y dejó en la posición 25 al Movimiento Libertario (ML) que pareciera desaparecerá, al menos con su actual dirigencia. Según el análisis de Universidad, el Partido de los Trabajadores (PT) en estas elecciones incluso superó al ML. Años atrás esta organización se mantuvo en la pugna presidencial, siendo una de las fuerzas políticas con más adeptos. Por otra parte, destaca que el PLN y el PSD, los dos partidos que irán a segunda ronda el próximo 3 de abril, obtuvieron juntos el 43,96% de los votos válidos, pero solamente el 22,67% del padrón electoral. Esto quiere decir que las dos principales fuerzas políticas del país no alcanzan juntas ni la cuarta parte de la población votante. Al buen entendedor pocas palabras.

De esta manera, para el ganador de la segunda ronda de las elecciones del 3 de abril, sería ingenuo desconocer ese otro país que, en silencio, resiste la noche más larga y triste de la historia reciente de Costa Rica. Larga porque son 40 años desde que prometieron “desarrollo” con libre competencia; triste por el autoritarismo cada vez más asentado en los últimos gobiernos, con o sin pandemia. El encierro a que fuimos sometidos por la pandemia se tradujo en más de 2 mil millones de colones por multas a la restricción vehicular.

Sin embargo, los resultados de las pasadas elecciones, independientemente que sea electo José María Figueres, asiduo amigo de la ley de empleo público impulsada por Carlos Alvarado y el “gobierno corporativo”, o Rodrigo Chávez, un conocido pupilo del Banco Mundial, sumado a la formación de una asamblea legislativa controlada por la llamada “derecha”, hay una enorme reserva moral y espiritual que representan quienes desatendieron el llamado a votar. Estos espíritus, que no se ven, como diría Einstein, pero allí están atrincherados, pintan una Costa Rica de conflicto, donde las masas exigen un proyecto de sociedad nuevo, con inclusión social, con equidad, independencia y esperanza. Donde no bastaría la promesas de creación de empleo, sino que además implican ingresos blindados contra la inflación. Un país insuficiente si se habla de turismo como actividad para unas pocas empresas hoteleras, dejando a un lado las comunidades y el pequeño y mediano artesano. Un país cuyos espíritus arrinconados ya no quieren “gobiernos corporativos” y paralelos; menos “alianzas estratégicas” para que el Estado entregue sus recursos a pequeños grupos de poder en un nefasto juego de “tigre suelto” contra “burro amarrado”. Pareciera que en esta Costa Rica empeñada en configurarse para el 2026 los llamados partidos de “izquierda” conciliábulos, “light” y al mejor estilo de Boric en Chile o Castillo en Perú, tienen la última oportunidad para no correr la misma suerte del ML o el Acción Ciudadana (PAC). Ello, por cuanto, si aparece una organización que articule las demandas de salario mínimo digno, soberanía alimentaria, política exterior independiente, tierra para quien la produce, el Estado en función de los costarricenses y no protegiendo solo grupos oligárquicos, entre otros, esta masa “invisible” como reserva moral se abrirá paso entre fatales “progresismos” de cafetín o camuflados “patriotas” que dan la vida por los monopolios lácteos, financieros o del azúcar; contra todos los pronósticos exigen “otro” país en que volvamos a vivir todos con alguna dignidad.

Por el momento es lo que hay.

Periodista, abogado y notario por la U.C.R.

Colectivas feministas denuncian el encubrimiento de las acusaciones por acoso sexual contra Rodrigo Chaves Robles

Comunicado

Desde diferentes colectivas feministas denunciamos el abordaje que se le ha dado a la candidatura de Rodrigo Chaves Robles por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD), en donde se ha encubierto de manera solapada las diferentes denuncias por acoso sexual presentadas en su contra, mientras trabajó para el Banco Mundial (organismo internacional).

A lo largo de su campaña electoral Chaves se dejó decir que dichas denuncias eran falsas, sin embargo, en el debate del día viernes 04 de febrero transmitido por Teletica canal 7, el candidato dijo:

“Don José María (Villalta) habla de invitarlas a hacer una orgía con seis especies de animales diferentes; eso fue un chiste y a ellas les molestó, así como le molestó a una que yo dijera ‘amor de lejos, felices los cuatro’, porque ella consideró que, al tener ella un novio en Europa, yo estaba insinuando algo”.

Le recordamos a Rodrigo Chaves y al equipo que lo respalda, que realizar insinuaciones de carácter sexual, es acoso. Asimismo, le recordamos que el Banco Mundial sí sancionó su accionar, después de abrir un procedimiento administrativo por acoso sexual y ambiente laboral hostil en su contra, el cual terminaría en una degradación de su puesto, imposibilidad de ascenso y congelamiento de salario; dictamen por el que usted renunció y luego sería recibido en el país como ministro de Hacienda en el 2019.

En el debate de Canal 7 Chaves señaló que tres instancias judiciales determinaron que sus conductas no fueron acoso sexual, insistiendo en que las dos colegas denunciantes habían dicho que las situaciones fueron “comportamientos de carácter subjetivo”. Además, Chaves agregó: “Lamento muchísimo lo que pasó; me hubiera encantado que alguna de ellas se hubiera quejado”, sin embargo, en la Decisión 649 del Banco Mundial, en el punto 223 referente a las conductas de Chaves se señala claramente que: “Las denunciantes demostraron un inmenso coraje al presentarse a denunciar la conducta de un miembro del personal que se encontraba en una posición de poder sobre sus carreras”.

A su vez le recordamos a Chaves y a su partido que las acusaciones por acoso sexual, especialmente cuando este se encuentra mediado por puestos de poder, son un proceso complejo de llevar a cabo para las personas denunciantes, especialmente cuando dichos comportamientos suceden de manera repetida.

Finalmente, repudiamos la violencia política con la que se ha encarado a la candidata a la presidencia Lineth Saborío Chaverri (PUSC), en los dos debates desarrollados el día jueves 03 de febrero y viernes 04 de febrero en televisora nacional, de parte de los candidatos José María Figueres Olsen (PLN) y Rodrigo Chaves Robles (PPSD), en donde además de hacer muecas en las intervenciones de Saborío, Chaves a la hora de responderle a su pregunta sobre las acusaciones de acoso sexual, mencionó que Lineth “debería tener la ´capacidad intelectual´ para leer las respuestas a resoluciones judiciales”, comentario que además de fuera lugar, permite visualizar la misoginia internalizada del candidato Rodrigo Chaves.

Adjuntamos el documento oficial del Banco Mundial.

¿Libertad de Prensa o Libertad de los Millones?

Mainier Barboza Soto

He escuchado los distintos debates, como el de Monumental, con seis candidatos de los 25, justificando la presencia y selección por el resultado de las encuestas y la ubicación de los seleccionados.

El candidato oficial, que no aparece entre los primeros puestos de las encuestadoras, fue invitado disque por tener representación del oficialismo. Flaco servicio a la democracia, al dejar el 76% de los partidos fuera, porcentaje que no se considera. Tampoco se considera que hay un 30% que es el porcentaje histórico de abstenciones y, además, el sector de persona indecisas que cuestionan realizar un debate basado en encuestas.

A la fecha el 31% indecisos, es decir, el segmento de población que puede elegir o por lo menos emitir opinión es de un 39%.

Visto de esta forma, una minoría estaría decidiendo estos debates y por tanto genera un sesgo antidemocrático.

En el marco de los debates de Monumental y Repretel se invitó a 5 candidatos que encabezan las encuestas y al oficialista, solo por serlo…

La pregunta: ¿Es esto democrático?

Una democracia gana mucho con la verdadera aplicación de la Libertad de expresión.

El humor es cosa seria

Rafael Ángel Ugalde Quirós*

Al valiente y humanista del siglo XXI, Julian Assange, olvidado por los defensores de la libertad de prensa en Costa Rica.

Seguramente “Cantinflas” sigue carcajeándose, agradeciendo a muchos de los aspirantes presidenciales por mantenerlo vivo en las “pantalla chica”, en virtud de los famosos “debates” nacionales de cara a las elecciones del próximo 6 de febrero. A sus 29 años de la desaparición física –cumplirá años de haber trascendido 18 días antes de la toma de poder del nuevo presidente costarricense – Mario Moreno sigue siendo el principal comediante latinoamericano; sus palabras sobre el difícil arte de sacar risas a la gente siguen teniendo vigencia quién sabe por cuántas generaciones más, pues es uno de los oficios más difíciles y delicados de la tierra. Los antiguos griegos descubrieron en los tropezones y traspiés de la gente la producción inmediata de risas por quienes quedan en pie, llevando tal recurso de trompicar al teatro; los famosos “Tres Chiflados” sacaban carcajadas con ingenuidades cercanas al sinsentido y, hasta el recordado “Tres Patines”, el de la Tremenda Corte, nos sacaba sonrisas con sus ocurrencias idiomáticas propias de los guajiros cubanos enfrentados a una ciudad devoradora.

Sin embargo, “Cantinflas” tuvo la virtud de enseñarnos como la “naturalidad” y la “seriedad” cotidiana del cura párroco, el maestro, el médico, el torero, el político, el hacendado, el corruptor, etc., nos hacen reír, pues detrás de todo gesto y palabra hay una intencionalidad conforme el momento histórico de esta o aquella sociedad. De esta manera, el arte de sacar una carcajada es más serio de lo que parece. Por eso, alguien dijo una vez: “ríete y curarás tu hígado”, mientras otros atribuyen al escritor estadounidense, Robert Fulghum, haber puesto la risa y el amor al mismo nivel, cuando dijo: “… la risa es la única cura para el dolor. Y yo creo que el amor es más fuerte que la muerte”.

Lo divertido en el caso de los “debates”, promovidos por el tribunal recolector de votos –con gran calidad técnica por el SINART-, fue el entretenimiento dado durante tres noches sin boxeo internacional, sin concurso de bellezas de Miss Universo y sin juegos de la selección nacional de futbol para ir a Qatar. Este tribunal contribuye a que cualquiera persona jurídica haga propaganda a favor de sus candidatos organizando “debates” mientras invisibiliza a otros. Aunque usted no lo crea, vio por el SINART como en los tiempos modernos “tercerizar” servicios de la Caja no es igual a “privatizar”. Es decir, dar un servicio público sostenido por los contribuyentes para que un tercero lucre privadamente, no es un acto “elegantísimo” de privatizar. De todos modos, este muchachón aspirante a sentarse en Zapote después del 8 de mayo sabe ya sobre la “tercerización” de la limpieza y otras actividades en la seguridad social; por lo tanto, a fin de mejorar la calidad de los asegurados y acabar con las filas de pacientes, según dijo, la “tercerización”, nos ayudaría a los que no tenemos plata para ir a los hospitales privados. No habló de los ¢892.360 millones adeudados a la Caja por patronos, trabajadores independientes y asegurados voluntarios, menos acabar con el embudo que significa el control de las “especialidades” médicas, con repercusiones obvias en el sistema de salud pública. Lo bueno de “tercerizar”, entonces, sería que un palo de escoba (ya está “tercerizado” el servicio de limpieza en la CCSS, según informó), es lo mismo que un bisturí electrónico, sí tercerizamos este servicio, para resolver las listas de espera.

Pobreza en el asentamiento de La Carpio. (Foto BBC News).

Más allá de sí, un aspirante a la presidencia dice que cuando digo sí, estoy diciendo no, o si digo no, digo sí, y sí tengo posiciones claras esperaba, sinceramente, que el otro de estos muchachones de nuestra selecta “elite” política, experto defensor de amnistías fiscales – entiéndase dejar de cobrar impuestos a los “pobres” empresarios enlistados en los odiosos Panama Papers-, hablara más de participación del Estado en obra pública para reactivar el empleo, en vista de un sistema concesionario y monopolista que ha conducido a privatizar carreteras, aeropuertos, muelles y todo aquello tendiente a capitalizar los paraísos fiscales aumentando, como es notorio y público la brecha de desigualdad social. Actualmente estamos entre los países más desiguales de América Latina. O el candidato aquel, vanagloriándose durante los “debates” de no haber sido llamado a los tribunales de justicia por ninguna causa, ni investigado por ningún caso; de tal manera que cuya afirmación llevaría a cualquier estudiante de filosofía o leyes a pensar que para ser gobernante en Costa Rica basta no ser pillado con las manos en la masa, aunque a veces en la difícil carrera por un alto puesto una mentirilla blanca a nadie cae mal y hasta resulta simpática.

¡FUEGO EN EL PATIO TRASERO!

Desde la óptica del “sistema democrático costarricense” sobraron candidatos que echaron mano a la advertencia sobre el peligro de convertir a Costa Rica en “socialista” y “otra Cuba, Venezuela o Nicaragua”, donde, según se dijo, “no se respetan los derechos humanos” El “socialismo” llevaría a las poblaciones enteras a la ruina y a la miseria. Por ende, uno garantizó, jamás parecernos a esas naciones latinocaribeñas. Otro abogó por desburocratizar el “socialismo”; situación que vienen achacándoselo al pobre Stalin. En ambos casos y con semejante axioma, seguramente, pensadores como los finados Hugo Assmann (22/7/1933- 22/2/2008) y Constantino Láscaris (11/9/1923 – 5/7/1979) estarían agarrándose el estómago de carcajadas, por semejante “fundamentalismo” a la tica. Honduras, Jamaica, Haití, Barbados, países del continente asiático o africanos nunca han sido “socialistas”, acuden periódicamente a las urnas y están entre los países más pobres de sus continentes ¿?. Muchos de ellos, además, están en la lista de los 40 países del mundo bloqueados o sancionados comercialmente, porque (pongámonos serios) quienes defienden el statu quo aceptan o rechazan estas o aquellas elecciones y ocultan de paso la ideologización hecha de los derechos humanos. De tal manera es que, sí un determinado país decide pedir cuentas a Organizaciones no Gubernamentales, Fundaciones o cualquier o persona jurídica por dinero recibido sobre el cual no da explicaciones a nadie, a fin de financiar y justificar “tranques”, “guarimbas” o “revoluciones de colores”; allí, señores, violan los derechos humanos y no “hay libertad de prensa”. No importa que en los países defensores de tan nobles principios maten negros a mansalva, disparándoles o ahogándolos por el “pecado” de su color de piel, tengan presos a supuestos terroristas” sin juicio por décadas, bombardeen y maten niños inocentes y nada pasa. Cuando aceptan que fue un “error colateral” tirarles bombas de 500 libras a indefensos civiles durante una boda todo es producto de una “confusión”, Asesinan a líderes indígenas porque defendieron su tierra originaria, judicializan la protesta social, intentan meter a la cárcel líderes sindicales al mejor estilo de Hitler, o trivializan la violencia oficial sobre los más desposeídos, como parte de una matriz informativa promovida por el modelo de acumulación inmisericorde.

En nuestro país hay pensiones para discapacitados con derecho a un “casado” de ₡ 3500 al día; es decir, a dividir entre dos la poca porción de arroz, frijoles, dos rebanadas de plátano y el pedacillo de bistec o pescado, si quieren comer en la tarde. Por demás, olviden desayunar, pagar luz, agua y, si se trata de alquilar casa, los puentes tienen abajo espacio suficiente para alojarse. Los centros de educación públicos se están cayendo a pedazos y la “Fiscalía indaga uso de dinero de escuela en convención del PLN” (La Nación 16/1/2022), no tienen laboratorios, hay maestros en labores administrativas, mientras los párvulos desertan y los adolescentes sin trabajo optan por el oficio de gatillero, producto de una sociedad “colombianizada” por la clase política.

La violencia doméstica ahora aparece aislada del sistema de producción, la pauperización del empleo resulta “normal” y necesaria para desarrollar el país del “pura” vida. Hay 330 mil costarricenses desempleados, los robos y asaltos están “focalizados”, según un tecnócrata policial. La desocupación en nuestro país es mayor que la de Bolivia, Nicaragua y México, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Tasa de ocupación al IV trimestre del 2020

Fuente: OIT.

Al 31 de marzo del año pasado un total de 82.783 personas tenían suspensión temporal del contrato laboral y 165 mil experimentaron algún nivel de reducción de jornada (Semanario Universidad 20/4/2021), como consecuencias del encierro a que fuimos sometidos por una “bendita” pandemia caída del cielo. Por culpa de ella ahora se caen puentes, las carreteras son intransitables, las universidades públicas reducirían presupuesto para becas y residencias estudiantiles, ya que ustedes jóvenes, sí no tienen plata para pagar a un centro privado vayan y consigan un préstamo, ¿acaso es malo vivir hipotecado?

Los bonos para vivienda aún existen en la imaginación de los tecnócratas a cargo de las instituciones encargadas de él, pues se estima que el 42% de los hogares en el país necesitan reparaciones, ampliaciones u otro tipo de mejoras. Casi la cuarta parte de esas viviendas están en un estado deficiente; es decir tan deteriorado es su estado que supone un peligro inminente para sus habitantes. Y la violencia, en este caso, la doméstica, está focalizada en 32 distritos de la Gran Área Metropolitana (GAM). Así, el 2020 fue un año difícil en muchos hogares costarricenses, no solo por la llegada de la pandemia de COVID-19 sino también por la violencia desencadenada durante los largos periodos de confinación y de restricciones a los que se vio sometida la población (La Nación 16/1/2022) . Y las “izquierdas” locales siguen sin conseguir una plataforma mínima común a favor del campesinado, obreros, estudiantes y amas de casa por simple narcisismo y confort social de algunos de sus líderes.

Cómo nos dejó la vándala pandemia y son otros los países más jodidos que nosotros, por no ser democráticos y no respetar los derechos humanos (aunque uno de estos países produjo sus propias vacunas anti COVID-19, el otro tiene la red de carreteras más moderna de Centroamérica y el que falta no dejó morir de hambre a su población como presupuestaron con la dualidad de un gobierno interino que se alzó con unos $ 300 mil millones en activos estatales), los candidatos coincidieron, unos más que otros, en dejar de lado cosas tan complicadas como cambiar el rumbo del modelo de desarrollo o pensar en la gobernanza para todos con dignidad. A excepción de uno, quien llamó a dejar de fijarnos hacia los demás y barrer nuestra casa desde adentro, poner fin al azote de la deuda interna y externa descomunal, a la corrupción galopante, la evasión fiscal, el contrabando, la pobreza y miseria poblacional. Quizá fue hasta ingenuo, pensando que los “debates” de nuestra “elite” serían distintos a las exigencias de los bancos y el “Estado corporativo”.

Ven, “Cantinflas”, ¡brindemos por la risa!

*Periodista, abogado y notario por la U.C.R; artículo especial para Surcos.