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Etiqueta: democracia

Comunicado del Partido Vanguardia Popular – PVP por el Día Internacional contra la Corrupción

Este 9 de diciembre, Día Internacional contra la Corrupción, el Partido Vanguardia Popular levanta su voz para denunciar que la corrupción no es un hecho aislado ni un simple “mal comportamiento” de algunos funcionarios, es una consecuencia directa del sistema capitalista neoliberal, diseñado para enriquecer a unos pocos a costa del trabajo, los derechos y la dignidad de los pueblos. A esto se suma la injerencia imperialista que, bajo distintos disfraces, penetra nuestras instituciones, manipula decisiones nacionales y fomenta modelos económicos que abren las puertas a las privatizaciones, el saqueo y la impunidad.

Costa Rica vive hoy las consecuencias de ese sistema corrupto y decadente, privatizaciones disfrazadas de modernización, negocios oscuros, congelamiento salarial, persecución a quienes defienden lo público y una élite que pretende convertir nuestras instituciones en botín político y económico.

Frente a esta realidad, llamamos al pueblo costarricense a organizarse, a unirse y a luchar. Solo la fuerza consciente del pueblo puede enfrentar y derrotar la corrupción estructural del sistema impuesto a nuestro país.

Desde el Partido Vanguardia Popular llamamos, ¡A construir juntos la fuerza del pueblo para derrotar la corrupción y levantar una sociedad nueva, con justicia y democracia reales para nuestra patria!

Partido Vanguardia Popular – PVP
¡Unidad, organización y lucha!

Simbólica de una ausencia importante

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

He tomado distancia de los recientes actos deslucidos en conmemoración de los 77 años de la abolición del ejército. Deslucidos si porque una vez más el más alto representante de la ciudadanía costarricense aprovechó su estrado para mostrar prepotencia frente a quienes lo adversaban con el grito de “Fuera Chaves”, grito que por cierto ha empezado a crecer en los últimos días en varios escenarios públicos.

Ante la protesta, el presidente envió a la policía a callar a los manifestantes, acto que solo en regímenes autoritarios ha sido observado.

Más allá del hecho, que denota una pobrísima inteligencia social para contender y manejar la crítica y la adversidad, prefiero resignificar la importancia de la fecha, que pudiera haber pasado inadvertida dados los acontecimientos.

Este año la poesía, y no otra cosa, me ha llevado al Caribe y al sur del continente en distintos momentos: República Dominicana, Colombia, Argentina, Venezuela, Ecuador.

Cuando uno sale del país y muestra su cédula, los conceptos cambian. Y empieza una consabida conversación en la que de por medio está la simbólica de la ausencia.

De inmediata se percata de la importancia política y cultural de un acto realizado hace 77 años, en el que la figura del ejército fue abolida no sólo imaginaria sino materialmente del escenario costarricense.

Pensar en este tema pareciera natural para el costarricense. Pero créame que en otros países el peso cultural y político del ejército es muy fuerte. Tanto así, que he tenido conversaciones con algunos amigos y amigas en estos países visitados, en las que su extrañeza combinada con sana envidia sobre la ausencia del ejército en Costa Rica resulta ya lugar común.

A esa historia deberíamos aferrarnos. No es fácil la democracia, nunca lo ha sido. Pero prefiero su imperfección a vivir aquí el terror de las desapariciones, las violencias físicas, las persecuciones.

Como muchos lectores de lo columna saben, conduzco un espacio de arte y cultura en América Latina y El Caribe llamado Zona de Recarga. Les invito a buscar en las plataformas, dos programas que para mí fueron maestros en este tema de los ejércitos y los autoritarismos: el realizado con la escritora argentina Margarita Drago y el producido con la poeta chilena radicada en Costa Rica, Valeria Varas.

Les invito a revisar sus contenidos. A significar el valor simbólico de una ausencia importante. A mirar con ojos críticos el peso de la historia que está por escribirse en el país. Debemos darnos espacio y respirar.

Luego será demasiado tarde.

Análisis regional sobre acumulación económica y crisis democrática en Centroamérica

La Fundación PRISMA compartió el documento de trabajo “Estrategias de acumulación y crisis de la democracia en Centroamérica. Perspectivas desde los actores territoriales”, un estudio que examina cómo los retrocesos democráticos en la región se relacionan con disputas por la tierra, el uso de recursos naturales y la profundización de dinámicas extractivas en los territorios rurales.

El documento señala que la crisis de la democratización no responde únicamente a factores políticos, sino también a la articulación entre el ejercicio del poder económico y político y los intereses asociados a la tierra, el agua, los bosques y otros bienes naturales. Desde esta perspectiva, el estudio plantea que comprender la erosión democrática requiere mirar de cerca los conflictos territoriales y el papel de los actores comunitarios que históricamente han sostenido agendas de sustentabilidad, inclusión y defensa de derechos.

El escrito organiza su análisis en cinco grandes líneas. La primera aborda el papel de los actores territoriales como agentes de democratización y resiliencia socioambiental. La segunda examina cómo estos actores han participado en la construcción de arreglos institucionales de gobernanza territorial durante las últimas décadas, pese a contextos políticos frecuentemente adversos.

La tercera sección introduce una lectura desde la ecología política, identificando las tensiones que generan las estrategias de acumulación vinculadas a monocultivos de exportación, megaproyectos de infraestructura, minería metálica, expansión turística y economías ilícitas. Estas dinámicas afectan derechos, provocan conflictividad y presionan a las instituciones estatales, muchas veces debilitadas o capturadas por intereses particulares.

El informe analiza también cómo los retrocesos democráticos limitan la participación de comunidades rurales, pueblos indígenas y afrodescendientes en decisiones que afectan sus territorios, al tiempo que se erosiona la capacidad del Estado para garantizar derechos, seguridad jurídica y mecanismos de diálogo social.

Finalmente, el estudio sintetiza los desafíos que enfrentan los actores territoriales ante este escenario y propone líneas de investigación para profundizar la comprensión de la crisis democrática y sus implicaciones para la gobernanza territorial.

Quienes deseen conocer el documento completo pueden descargarlo desde el sitio de SURCOS:
👉 https://surcosdigital.com/wp-content/uploads/2025/12/Working-paper-4-PRISMA.pdf

¿Dictadura?…. ¿de 70 años?

JoseSo (José Solano-Saborío)

Hay momentos en que uno escucha ciertas frases y piensa: ¿En serio llegamos a esto? Sí, mucha gente está cansada, indignada, harta de que algunos políticos se hayan burlado de la confianza pública. Y tienen razón en estar molestos. Pero, ojo: ese resentimiento legítimo lo están usando como leña para incendiar lo único que todavía nos sostiene como país -nuestra democracia-.

Y eso ya no es ingenuidad: es traición a los grandes costarricenses que forjaron esta democracia centenaria costarricense.

Rodrigo Chaves vio la grieta y metió la ‘pata e’ chancho’. Con ambición y oportunismo, decidió venderle al pueblo cansado la mentira más descarada de todas: que Costa Rica ha vivido “en una dictadura de 70 años”. ¡Setenta! Lo dice sin parpadear, como si insultar la historia patria fuera un acto de valentía y no una maniobra barata para engañar a quienes no la conocen ni la estudiaron.

Hace años, aquí en Costa Rica, Julio María Sanguinetti, expresidente uruguayo, soltó una frase que aún retumba:

“Donde haya un costarricense, esté donde esté, hay libertad.”

No lo dijo por quedar bien; lo dijo porque lo vio. Lo vivió. Lo reconoció.

Y ahora viene Chaves a decir que eso fue una farsa y que él es el gran libertador.

¡Por favor!

Si usted anda repitiendo como chachalaca que «vivimos en dictadura» y que el «mesías de Monterán» lo «despertó», no se me ofenda. De verdad no es personal. Pero sí le voy a decir algo con franqueza: lo agarraron pollo. Ese cuento no nació en Costa Rica; salió calcado de los manuales de populismo autoritario que están carcomiendo democracias en todo el mundo.

Y Chaves, sin ningún pudor, lo está usando como trampolín.

Ahora bien, antes de seguir repitiendo el estribillo, respóndase esto con honestidad:

¿Dónde están los presos políticos?

¿Cuántos desaparecidos deja esta “dictadura”?

¿Cuántos exiliados perseguimos?

¡Despiértese!

Porque cuando usted dice que Costa Rica es una dictadura, no solo insulta la inteligencia nacional; también ultraja la memoria mártires y caudillos latinoamericanos de esos que sí enfrentaron tiranos de carne y hueso. Gente que murió o fue encarcelada por defender su dignidad.

Gente como Augusto César Sandino, Monseñor Óscar Arnulfo Romero, Omar Torrijos, Salvador Allende, Pepe Mujica, y tantos otros que pagaron con su vida, su sangre o sus años de cárcel.

A esa gente sí le dispararon.

A esa gente sí la persiguieron.

A esa gente sí la quisieron callar.

Eso es dictadura.

Lo nuestro es otra cosa: es una democracia cansada, golpeada, imperfecta… pero democracia al fin. Y cuando permitimos que un gobernante la llame “dictadura” solo porque no puede controlarla a su antojo, lo que hacemos es entregarle el arma para que la dispare contra ella misma.

La democracia no se muere de vieja.

Se muere de desidia.

Se muere cuando empezamos a creer sus mentiras.

Se muere cuando dejamos que los oportunistas llamen “dictadura” a lo que les estorba.

Y ahí sí, cuando despertemos, ya será tarde

Ser y razón de ser de la campaña electoral

Por Arnoldo Mora

Arnoldo Mora

Nuestras campañas electorales se asemejan a los partidos de futbol: tienen dos tiempos separados por un intermedio que abarca – en el caso de nuestras campañas electorales – el mes de diciembre, porque en ese mes la gente se dedica a preparar y celebrar los festejos de fin de año. Pero ambos períodos son diferentes: el primero se destina a dar a conocer a los candidatos y sus partidos, cosa muy necesaria dado el (sin)número de partidos y candidatos que se exhibe como oferta electoral ante el electorado. No pocos de ellos son totalmente desconocidos y representan un “partido” igualmente poco conocido, por lo que aspiran tan sólo a lograr una diputación. En el “segundo tiempo”, que abarca el mes de enero, la campaña se centra en la figura de los candidatos, quienes deben confrontar sus ideas y programas de gobierno frente a sus adversarios políticos. Pero lo realmente importante de esta contienda electoral, como de toda actividad política, lo constituye el mayor o menor protagonismo del pueblo, pues son los ciudadanos – ¡y sólo ellos! – quienes deben decidir quiénes los gobernarán desde Cuesta de Moras y Zapote.

Lo más significativo de la actitud de la mayoría de nuestros compatriotas es su indecisión, que no es sinónimo de indiferencia, porque estoy convencido de que el costarricenses gusta de inmiscuirse en los asuntos políticos, cosa que en lo personal me parece muy bien. Por eso considero que la indecisión no necesariamente implica indiferencia y menos menosprecio o despreocupación sobre los destinos de la Patria, al menos en la mayoría. Ciertamente habrá un número –y mucho me temo que cada vez sea mayor- de quienes repudian la política en sí misma; esos son la verdadera y más radical “oposición”, pues, si bien hay un porcentaje que no puede ejercer el derecho al voto por razones válidas, como es estar enfermo o imposibilitado por alguna u otra razón, lo cierto es que aquellos que menosprecian a la clase política en no pocos casos ya no creen en el sistema político que nos rige. Por su parte, los ciudadanos conscientes deben convencer a sus conciudadanos de la importancia de que, si realmente quieren perfeccionar nuestro régimen democrático, deben tomar conciencia de la importancia de interesarse en la contienda electoral, porque allí se deciden en buena medida los destinos de la Patria. La campaña electoral debe servir para esos fines de educación cívica. Si se me permite el símil, el “primer tiempo” de esta campaña fue para conocer la oferta electoral; por lo que los costarricenses deben aprovechar la pausa decembrina para reflexionar seriamente en torno a la importancia de la misma para estar plenamente conscientes de la trascendencia de la decisión que tomen en la soledad del recinto electoral, dado que la conducción política del país no recae únicamente- si bien de manera prioritaria – en los miembros de los supremos poderes, ya que la democracia auténtica se rige por la participación directa, consciente y mayoritaria de los ciudadanos en los asuntos públicos. La democracia somos todos. El control político no debe estar en manos únicamente de los diputados de oposición, si bien es sobre ellos que recae esta responsabilidad a tenor de las normas constitucionales. Una ciudadanía organizada no sólo para las elecciones, sino para todos los asuntos que conciernen el bien común, es la única posibilidad de que podamos preservar el mayor y mejor legado de nuestros antepasados: el Estado Social de Derecho. La calidad y solidez de nuestra democracia se mide en proporción al nivel de la conciencia cívica de los ciudadanos. La campaña electoral debe ser considerada como un tiempo fuerte en que se inviertan esos inmensos recursos económicos y mediáticos a inculcar en la ciudadanía lo que realmente significa construir una comunidad nacional libre. Por eso debe comenzar por estar bien informado.

El “segundo tiempo” de la campaña debe servir para motivar. Nadie hace una actividad si no está debidamente motivado, lo cual sólo se logra cuando se valora lo que se hace. Los candidatos deben centrarse en los temas a tratar y en los debates en torno a los desafíos que enfrenta actualmente la democracia costarricense, con vehemencia, pero sin recurrir al insulto o a ataques que aludan a la vida privada de sus contendientes. El pueblo financia la campaña con el fin de conocer de primera mano a quienes va a elegir, delegando en ellos buena parte de su poder, sin por ello renunciar a ejercerlo a tenor de las normas constitucionales cuando lo crea necesario. Por algo la Constitución califica al pueblo como el único SOBERANO, porque su soberanía nunca se delega. Esto no significa que debamos pasar por alto los errores y vicios de quienes aspiran a gobernarnos. El ejercer el poder no es sólo un honor, es ante todo, demostrar fehacientemente ante la ciudadanía que se está en capacidad de asumir las responsabilidades que esto implica. Quienes confunden, como se ha hecho lastimosamente costumbre en tiempos recientes, sus intereses privados con los del bien común, sólo merecen que el pueblo les aplique “el voto castigo”. Quienes amamos a nuestra querida Costa Rica esperamos que así sea el próximo 1ro. de febrero.

LA DEMOCRACIA (con mayúscula) sólo se logra cuando se sustenta en la ética, cuando política y ética se identifican, como enseñaba Sócrates. Por eso una – y, quizás, la principal- razón de ser de esta campaña es luchar contra los prejuicios de quienes ven en la política algo intrínsecamente malo, hasta el punto de que para ellos hacer política e, incluso, hablar de política es incurrir en algo perverso. Por lo contrario, la política es algo noble y nos ennoblece hacerla con espíritu patriótico. Es aquí donde radica lo que he titulado “el ser y razón de ser de esta campaña”.

Autoritarismo o Democracia, el dilema electoral

Vladimir de la Cruz

El proceso electoral que estamos viviendo hacia las elecciones de febrero o abril del próximo año, camina en una coyuntura compleja, de indefiniciones, de ausencia de liderazgos políticos, de liderazgos partidarios y de partidos políticos, de gran desconfianza pública y especialmente de una ceguera o falta de visión hacia el porvenir inmediato.

Lo que por ahora estamos viendo es una etapa de pereza mental de análisis política que produce una abulia política, un desinterés, una falta de toma de decisiones, marcada principalmente por los resultados de indecisos electorales en las encuestas.

La ausencia de liderazgos políticos considerados como la falta de líderes o dirigentes nacionales, caudillos, de grandes personalidades políticas o personales, que no los hay hoy en el país, que guíen a sus partidos políticos, a sus partidarios o seguidores; que encanten o enamoren a los electores, que produzcan confianza personal en su personalidad, sus planteamientos políticos o mensajes políticos y, sobre todo, que produzcan confianza en ellos mismos y en quienes los rodean, como equipos políticos para asumir el gobierno de la República, y la conducción del país por los próximos cuatro años.

El actual gobierno de Rodrigo Chaves se ha encargado de desmantelar esa aureola que gozaban los partidos políticos, sus dirigentes históricos y partidarios. Ha logrado pintarlos como tiranos, dictadores, que solo han gobernado para pequeños grupos de privilegiados y contra el pueblo, que dice él representar.

La ausencia de liderazgos partidarios porque se impone la carencia de partidos políticos que como tal atraigan a los futuros votantes. No hay imágenes poderosas, de fuerte organización partidaria, con militantes disciplinados y comprometidos con las banderas programáticas, de esos partidos, porque los partidos políticos como organizaciones sociales y políticas han dejado de existir en la práctica política del país hace muchos años.

Con la campaña que beligerantemente ha sostenido el presidente contra toda la institucionalidad partidaria, y contra las manifestaciones democráticas de esa institucionalidad, ese desgano político se ha nutrido, y se ha alimentado con la imagen de que todo ha sido resultado de la corrupción inmanente a quienes han gobernado.

Existen algunos partidos en el imaginario colectivo, especialmente los que han sido partidos gobernantes, que eligieron presidentes, sin que esa misma imagen sea fuerte con los partidos que han elegido o tienen actualmente diputados. Si resaltan estos diputados es porque están en la gradería parlamentaria destacando algunos hacia la prensa o los periodistas, o destacando por los pleitos o camorras coloquiales que realizan, más que debates de profundidad política y argumentativa frente a los proyectos de ley que trabajan, o se les presenta para su conocimiento, debate y aprobación.

Ya ni debates hay. Basta observar cómo evaden la discusión con las decisiones de no discutir las mociones, o de eliminarlas en bloque, como se ha hecho con el procedimiento de la vía rápida para discutir proyectos como el de la Ley esclavista de las 12 horas. Lo más gracioso de eso es que sin discutir las mociones se votan diciendo, y así queda en actas, “agotado el debate”, y no hubo “debate”, “contienda” o “lucha” teórica alrededor de esas mociones.

Una buena parte de los partidos que no han elegido, ni presidentes ni diputados, entran en la categoría peyorativa que se les endilga de “partidos taxi”, por el alquiler que se hace de ellos para que algunas personas puedan aspirar a los puestos de elección popular, sin ninguna propuesta programática, teórica política o ideológica, y muchos de estos sin una visión clara, ni conocimiento de la estructura institucional de Estado y la sociedad costarricense.

La ausencia de partidos políticos se muestra también en la ausencia de locales, de establecimientos partidarios, en la capital del país, en las capitales de provincia y en las cabeceras de cantones. Esto hace que los “partidos taxi” ni siquiera tengan un “garaje taxi”, son “partidos de la calle” y “partidos en la calle” … Los “de la calle” porque están allí en el espacio público permanentemente, como habitantes permanentes o transitorios. Los que están “en la calle” porque están en condición casi de indigentes políticos, sin domicilio fijo…

Estas características hacen del proceso político un proceso político desabrido, incoloro, insaboro, inodoro…

A los partidos que están inscritos en la papeleta electoral no se les puede clasificar por tradiciones políticas de carácter teórico político o ideológico. Ninguno de los partidos se define y se presenta ante el electorado como el partido de la izquierda o de la derecha, del progresismo o del conservadurismo, ni siquiera los que han tenido el vestido de la socialdemocracia o el socialcristianismo así se presentan. No hay uno solo que se presente como el partido anticapitalista o el prosocialista, proponiendo cambiar de sistema capitalista por el socialista.

Solo el ignorante político, del animal que habita Zapote, el Jaguar, acusa constantemente a un partido de la papeleta como “comunista”, desconociendo que el Partido Comunista de Costa Rica, que existe desde 1931, se llama Vanguardia Popular y no participa en elecciones prácticamente desde el 2006, desconociendo también que los partidos comunistas en la mayoría de los países capitalistas, donde existían antes de 1991, hoy no son fuerzas políticas determinantes, como lo fueron en algunos de ellos. Pero, usa esa campaña “anticomunista”, para endilgar, para endosar la imagen y el peso que ese concepto tenía antes de 1991, en el período de la Guerra Fría.

Hoy el comunismo no es un “coco” con el que se pueda asustar a mucha gente, solo a ignorantes, a retrasados mentales políticamente o a analfabetos políticos por desuso. Pero, en una sociedad de amplia pobreza, el rugido panfletario del Jaguar puede “pegar” en algunos sectores atrasados de la sociedad costarricense, empobrecidos, marginados de los apoyos históricos estatales, de regiones del país que igualmente sufrieron ese abandono institucional, social y económico, donde este tipo de discurso todavía puede asustar a algunos, y que en su “susto” emocionalmente los preparan para “asaltar” el Estado y su institucionalidad, para hacerlos aliados, por su ignorancia, de la destrucción del Estado Social y Benefactor, que hemos construido desde 1943, para llevarlos a mayores niveles de empobrecimiento y embrutecimiento político, a ampliarles su embrutecimiento cultural general, a fortalecerles su ignorancia histórica y cívica básica para facilitar su mayor y mejor explotación social y económica, y para orientarlos a defender un Estado de Fuerza Bruta, un Estado Autoritario, de características Dictatoriales Despóticas y Tiránicas, como las que se impulsan desde Zapote, y como las que se pretenden continuar con el partido Pueblo Soberano, para de esa manera atraerlos a las aguas del autoritarismo político, de la autocracia política que se quiere imponer, como pasos previos de formas dictatoriales o tiránicas que las tienen en marcha. El presidente Chaves constantemente asusta con eso, especialmente cuando anuncia que le quieren dar un golpe de estado, que no le permitirán terminar su gobierno, cuando insinúa que se quiere alterar el proceso electoral, cuando afirma constantemente que se requiere un gobernante de mano dura, que se “compre todas las broncas” para poner orden y para gobernar por el pueblo que ha sido burlado por todos los anteriores gobiernos

El tema central que se está debatiendo en el proceso electoral en el país, sin que se tenga plena conciencia de ello, es si avanzamos hacia el Autoritarismo o fortalecemos la Democracia. Este es el dilema electoral principal.

El Chavismo, el jaguarismo, los seguidores del Presidente, y quienes lo representan en las elecciones, anunciando su continuidad en la Guarida Presidencial del Zapote, como el principal Ministro de Estado y quizá como su principal vocero político, en caso de ganar las elecciones, eso es lo que están proponiendo: el total desmantelamiento institucional del Estado, la venta de las instituciones estatales que aún quedan, acabar con el sistema de educación público, imponer las jornadas de trabajo esclavistas de 12 horas diarias, cerrar totalmente los colegios nocturnos, aniquilar el INA en su función pública, agudizar el empobrecimiento de la gente y los trabajadores, aniquilar las instituciones públicas de salud, especialmente la CCSS y sus EBAIS, reducir el salario mínimo del país en dos terceras partes para igualarlo a las condiciones de los salarios mínimos más bajos de toda Latinoamérica, como lo ha dicho la vocera parlamentaria de los jaguares, la Chismeros; para continuar eliminando los subsidios sociales a los sectores más pobres y necesitados de ayudas sociales, eliminando lo que queda de ayudas estudiantiles, reduciendo los recursos económicos a las universidades públicas, lo que ya empezaron en el presupuesto nacional del próximo año; para cobrar por vivir en la ciudad, como ya lo están haciendo en todas partes, fijando espacios por doquier, como son los parqueos de calle, por los que hay que pagar casi las 24 horas, para encarecer más la vida de los ciudadanos y los trabajadores, para mantener congelados los salarios, las pensiones y los ingresos laborales de los trabajadores y las personas, para entregar todas las riquezas naturales del país a sectores principalmente transnacionales, a la tala indiscriminada de bosques por sus maderas o por las riqueza que hay debajo de ellas, al fortalecimiento de marinas para los negocios del narcotráfico incrustado gravemente en la alta institucionalidad nacional y sus principales dirigentes…Estos son los cantos de sirenas que sin descifrarlos correctamente engatusan a una buena parte del electorado.

Esto es lo que está en juego, más democracia o menos democracia, Democracia o Tiranía, Democracia o Dictadura, Democracia o Autoritarismo, Democracia o Autocracia, Democracia o Despotismo.

Quedan dos meses y medio para escoger el camino del futuro inmediato.

No hay peor ciego político que el que no quiere ver cómo se está desarrollando el panorama político nacional.

Compartido con SURCOS por el autor.

UNA alerta vicios legales y constitucionales en subasta de frecuencias de radio y televisión abierta

La Universidad Nacional (UNA) emitió un pronunciamiento oficial en el que advierte a Costa Rica sobre los riesgos democráticos, sociales y constitucionales asociados al proceso de subasta de frecuencias de radio y televisión abierta impulsado por el Poder Ejecutivo y la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL). El acuerdo fue aprobado en la sesión ordinaria 43-2025 del Consejo Universitario (UNA-SCU-ACUE-429-2025).

Según la institución, el diseño actual de la subasta amenaza la pluralidad de voces, puede afectar el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de expresión y el acceso a la información, y pondría en riesgo la continuidad de medios comunitarios, regionales, culturales y religiosos, que durante décadas han sido actores fundamentales en las comunidades rurales, costeras, fronterizas e indígenas del país.

La UNA subraya que el espectro radioeléctrico, como bien público estratégico, debe asignarse según criterios de interés social y no únicamente económicos, pues constituye un recurso esencial para el acceso equitativo a la comunicación, la cultura, la educación y la participación democrática.


Argumentos principales del pronunciamiento

1. El espectro radioeléctrico y su función social

El comunicado destaca que el espectro es esencial para medios como la televisión, la radio o el internet, y que su uso debe democratizarse para favorecer la transformación digital y el desarrollo social, económico, cultural y político. La concentración mediática afectaría directamente este objetivo.

2. Resolución del Tribunal Supremo de Elecciones

El TSE ordenó al Poder Ejecutivo abstenerse de modificar frecuencias durante el proceso electoral 2026, por considerar que ello podría afectar el acceso ciudadano a información político-electoral. Pese a ello, el Poder Ejecutivo y la Sutel continuaron impulsando cambios normativos y administrativos.

3. Vicios legales y medidas cautelares vigentes

La UNA recalca que la subasta se abrió pese a:

  • múltiples procesos contencioso-administrativos,

  • medidas cautelares dictadas por la Sala Constitucional,

  • órdenes vigentes de mantener el estatus actual hasta resolver el fondo de los casos.

4. Retroactividad normativa y afectación de derechos adquiridos

Los cambios normativos emitidos por el Poder Ejecutivo en 2024, a dos días del vencimiento de las concesiones, alteraron contratos que garantizaban prórrogas automáticas. La UNA sostiene que estas acciones violan:

  • artículo 34 constitucional (prohibición de retroactividad),

  • artículo 41 constitucional (seguridad jurídica).

5. Riesgo de monopolización

Los montos base fijados para participar en la subasta, que van desde $24.545 hasta $1.601.786, privilegian a unos pocos consorcios económicos y excluyen a medios pequeños. Esta situación, según la UNA, atenta contra el mandato constitucional que prohíbe los monopolios (art. 46).

6. Amenaza a la diversidad cultural y derechos fundamentales

La desaparición de emisoras comunitarias y culturales implicaría:

  • pérdida de patrimonio comunicacional,

  • debilitamiento de identidades locales,

  • afectación del acceso a la pluralidad informativa,

  • daño a derechos culturales y a la participación social.

La UNA recalca que la concentración mediática está reconocida por la jurisprudencia interamericana como un riesgo directo para la libertad de expresión.

7. Rol de la Universidad Nacional

La institución, comprometida con la probidad y la defensa de los recursos públicos, sostiene que no puede permanecer indiferente ante un proceso que:

  • modifica derechos contractuales sin aval legislativo,

  • erosiona principios constitucionales,

  • afecta la calidad democrática del país.


Petitorias del pronunciamiento

El Consejo Universitario acuerda:

  1. Rechazar el proceso de subasta por vicios de legalidad y constitucionalidad.

  2. Exigir a la SUTEL y al MICITT suspender la adjudicación hasta que se resuelvan las controversias constitucionales y se cumpla lo dispuesto por el TSE.

  3. Solicitar al Poder Ejecutivo presentar ante la Asamblea Legislativa un marco regulatorio que:

    • proteja medios comunitarios, culturales, regionales y religiosos,

    • asegure pluralismo y diversidad,

    • garantice acceso equitativo para pymes,

    • preserve el patrimonio comunicacional histórico.

  4. Pedir a la Asamblea Legislativa asumir competencia mediante ley expresa para regular el tema.

  5. Exhortar a la Asamblea Legislativa a reconocer que la asignación de frecuencias no es un asunto únicamente técnico o económico, sino constitucional y democrático.

  6. Hacer un llamado a la ciudadanía para informarse adecuadamente sobre el proceso y a las instituciones públicas para actuar con responsabilidad en defensa de la democracia y los derechos fundamentales.

El pronunciamiento es suscrito por el Dr. Braulio Sánchez Ureña, presidente del Consejo Universitario de la UNA.

Conferencia abordará vínculos entre inteligencia artificial, campañas electorales y violencia política contra las mujeres

El Observatorio de Violencia Política contra las Mujeres de la Universidad de Costa Rica invita a la conferencia “Inteligencia artificial, campañas electorales y violencia política contra las mujeres”, un espacio de análisis sobre los desafíos democráticos que plantea el uso de tecnologías digitales en contextos electorales y su impacto diferenciado en la participación política de las mujeres.

La conferencia será impartida por Paul Pouzergues, investigador de la Aix–Marseille Université y especialista en tecnologías digitales e inteligencia artificial aplicadas a la educación. El académico analizará cómo las nuevas herramientas tecnológicas pueden influir en la comunicación política, amplificar la desinformación, facilitar ataques dirigidos y reproducir sesgos que afectan de manera particular a mujeres candidatas, lideresas y funcionarias públicas.

La conferencia se realizará el miércoles 10 de diciembre de 2025, a las 5:00 p. m., en las instalaciones del PNUD, edificio Sigma, en San Pedro. Las personas interesadas pueden confirmar su asistencia mediante el formulario correspondiente o llamando al 2511-6376.

El evento es organizado con el apoyo de diversas instituciones y programas de investigación, entre ellos: la Embajada de Francia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Foro de Mujeres Políticas, la Escuela de Ciencias Políticas, el CIEP y el proyecto UCR Electoral 2026.

Formulario de inscripción: https://ucr.cr/r/L2ls0

Fe y Democracia: iniciativa regional abre un proceso de reflexión sobre espiritualidad, derechos y vida pública en América Latina

Cuatro instituciones ecuménicas y académicas de la región anunciaron el inicio de “Fe y Democracia”, una campaña continental que se desarrollará entre 2025 y 2028 y que busca abrir espacios de diálogo público sobre el aporte de las espiritualidades a la convivencia democrática, los derechos humanos y la justicia social.

La iniciativa es impulsada por el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI), la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL), el Seminario Andino San Pablo (SASP) y AETE–Perú, y surge como respuesta a un contexto en el que discursos fundamentalistas vienen utilizando argumentos religiosos para restringir derechos, legitimar prácticas autoritarias y profundizar la polarización política.

Según las entidades convocantes, la campaña pretende visibilizar y fortalecer experiencias de fe comprometidas con la dignidad humana, la participación democrática y la defensa de la vida en todas sus expresiones, en oposición a discursos que instrumentalizan la religión para justificar exclusiones o retrocesos en materia de derechos.


Un proceso de cuatro años para pensar vínculos entre fe, sociedad y democracia

El proyecto propone una mirada escalonada, organizada en cuatro ejes temáticos, uno para cada año:

  • 2025 — Fe y Democracia: diálogo, participación y alternativas frente a narrativas regresivas.

  • 2026 — Fe y justicia de género: reconocimiento de mujeres y disidencias en espacios religiosos y comunitarios.

  • 2027 — Fe, pueblos originarios y afrodescendientes: espiritualidades territoriales, justicia histórica y memoria colectiva.

  • 2028 — Fe y justicia socioambiental: defensa del territorio, ética ecológica y cuidado de la creación.

La campaña busca articular procesos sostenidos en distintos países latinoamericanos, conectando reflexiones teológicas, prácticas comunitarias y debates de actualidad sobre la vida democrática.


Una espiritualidad que sostiene la democracia

El comunicado subraya que en América Latina las comunidades de fe son diversas y están lejos de constituir un bloque homogéneo o necesariamente conservador. Existen experiencias que promueven valores como la igualdad, la justicia social, la solidaridad y la defensa de los derechos humanos.

Para Natalia Serrano Álvarez, coordinadora regional de la campaña, los desafíos actuales requieren abrir conversaciones amplias entre actores diversos:

“Necesitamos abrir espacios de conversación que salgan de nuestros círculos habituales y permitan encontrarnos con voces diversas. El objetivo es generar conversaciones capaces de reconstruir confianza y convivencia democrática”.

Desde esta perspectiva, la iniciativa plantea dos preguntas centrales:
¿Qué tipo de fe está moldeando hoy la vida pública en América Latina? y ¿cómo puede la espiritualidad contribuir a fortalecer la democracia y la justicia social?

La campaña incorporará también una propuesta visual inspirada en la diversidad cultural latinoamericana, con símbolos, historias e imágenes que expresan esperanza y una espiritualidad que defiende la vida.


Actividades iniciales en 2025

Durante el primer año se prepararán materiales pedagógicos, contenidos digitales, acciones públicas y actividades culturales para promover la reflexión sobre fe, democracia y participación ciudadana.

La campaña tendrá dos actividades de lanzamiento:

Perú – 29 de noviembre de 2025 (9:00 a.m. – 12:30 p.m.)

Acto cultural y celebración litúrgica “Justicia, memoria y dignidad humana”, en el Monumento Memorial El ojo que llora, en Lima.

Costa Rica – 6 de diciembre de 2025 (3:00 p.m. – 8:00 p.m.)

Peña cultural conmemorativa del Día de los Derechos Humanos, en la sede del DEI, en Sabanilla.
La programación puede consultarse en:
https://drive.google.com/file/d/1Tga8GnhsNmvfcOBr3jXRjCQcxo8OSOPw/view?usp=sharing


Una apuesta por el diálogo y la diversidad en tiempos de polarización

El comunicado señala que la región vive un momento marcado por desigualdades, discursos de odio y crecientes tensiones políticas. Frente a ello, la campaña busca promover un debate público plural, respetuoso y comprometido con la vida democrática.

Las organizaciones participantes llaman a sumarse a esta propuesta mediante el intercambio de ideas, la participación comunitaria y la construcción de espacios colectivos que dignifiquen la vida y fortalezcan la justicia social.

Federación ecologista elige nueva presidenta y analiza coyuntura electoral

  • FECON hace un llamado a votar con conciencia social, ambiental y en defensa de los ecosistemas que sostienen la vida, la economía, la salud; en defensa de la democracia y contra el autoritarismo.

(1 de diciembre 2025) La especialista en justicia climática Mariana Porras Rozas es la nueva presidenta de esta plataforma de articulación de organizaciones ecologistas de todo el país denominado Federación para la Conservación de la Naturaleza (FECON). La Federación que acoge a una decena de organizaciones ambientales y desde el año 1989 tiene la finalidad de ser una plataforma que lucha por la justicia ambiental.

Comunidades Ecologista La Ceiba – Amigos de la Tierra Costa Rica (CoecoCeiba-AT) es la organización de base de Mariana Porras Rozas. Ella proviene de los Guidos de Desamparados y desde niña sus padres la incluyeron actividades de juventudes impulsados por la extinta Asociación Ecologista Costarricense (AECO) en los años 90’s. Por lo cual, Porras acumula más de 30 años de formación y trabajo ecologista; lo que la han llevado también a liderar espacios dentro de Amigos de la Tierra América Latina (ATALC) y representar a Costa Rica en la Federación de Amigos de la Tierra Internacional.

La asamblea ecologista se desarrolló el pasado 29 de noviembre, la sede de este evento fue la Asociación. para la Conservación y Desarrollo Sostenible de los Cerros de Escazú (CODECE) parte de la membresía de FECON desde sus inicios. Adicional a la asamblea FECON organizó un espacio de discusión con otras 16 organizaciones aliadas invitadas para discutir el panorama político-ambiental a escasos dos meses de la primera ronda electoral. Algunos puntos claves de la discusión fueron:

Costa Rica atraviesa una coyuntura especialmente delicada caracterizada por el recrudecimiento de tendencias autoritarias, el avance del crimen organizado dentro de múltiples esferas del poder político, empresarial y estatal; el desmantelamiento acelerado de la institucionalidad pública y el fortalecimiento de un modelo extractivista que profundiza desigualdades sociales, de género, territoriales y ambientales. Sumado a esto el ataque a las personas periodista y los medios de comunicación son síntomas de la deriva autoritaria y anti-democrática que vive el país. La combinación de estos factores conforma un escenario que impacta directamente las luchas por la justicia ambiental, la defensa de los territorios y la protección de los bienes comunes.

Se consolidan señales preocupantes de autoritarismo: ataques recurrentes de la Administración Rodrigo Chaves hacia otros poderes, instituciones y organizaciones. Discursos estigmatizantes contra sindicatos, universidades públicas, prensa, organizaciones sociales, ambientalistas, mujeres y comunidades indígenas, además del uso creciente de narrativas de criminalización.

Esta clausura democrática se expresan también en flexibilización de regulaciones ambientales, debilitamiento de comisiones técnicas, avance del monocultivo intensivo, turismo inmobiliario agresivo, gentrificación de territorios, y apertura de megaconstrucciones y privatización de áreas de alto valor ecosistémico, que evidencian procesos de despojo territorial, captura del Estado y presión sobre los bienes comunes, mientras comunidades y organizaciones locales cargan con la defensa cotidiana del agua, los bosques y la biodiversidad.

Un eje central de esta coyuntura es el debilitamiento estructural de la participación social en asuntos ambientales. La actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad es solo un ejemplo dentro de una tendencia más amplia: participación simbólica, acelerada y sin incorporación real de las voces territoriales.

La presión creciente de gentrificación, y un modelo de atracción de inversión sólo sabe avanzar erosionado derechos laborales, precarizando la vida rural y expandiéndose en forma de enclaves turísticos. Todo esto impacta directamente los ecosistemas, el acceso al agua, la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y la soberanía alimentaria, al mismo tiempo que profundiza la desigualdad territorial y fractura comunidades enteras.

Esta coyuntura crítica afecta de manera diferenciada a mujeres rurales, juventudes, defensoras ambientales, pueblos originarios y comunidades empobrecidas, que sostienen la economía del cuidado, la producción de alimentos y la defensa de los territorios. Los retrocesos en derechos sexuales y reproductivos, la violencia patriarcal, el aumento del feminicidio y la criminalización de la protesta agravan la situación para quienes encabezan luchas territoriales y ambientales en condiciones de riesgo.

El desafío inmediato para el movimiento ecologista y para espacios como FECON consiste en comprender y combatir esta coyuntura como un fenómeno sistémico, fortalecer la articulación comunitaria y territorial, producir pensamiento crítico propio, y defender de manera integral la justicia ambiental, climática, territorial, económica, social y de género.

Por último, la Federación hace un llamado a votar con conciencia social, ambiental y en defensa de los ecosistemas que sostienen la vida, la economía, la salud; en defensa de la democracia y el autoritarismo. No es posible defender la biodiversidad, el agua y los bosques sin inconstitucionalidad democrática y derechos plenos para todas las personas.