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Etiqueta: democracia

Resultados preliminares de elecciones municipales en Cuba: 68.58% de los electores ejercieron su derecho al voto

Consejo Electoral Nacional. Foto: Cubadebate.

La presidenta del Consejo Electoral Nacional, Alina Balseiro Gutiérrez, informó este lunes los resultados preliminares de las elecciones municipales del Poder Popular. Votaron 5 728 220 cubanas y cubanos, lo que representa el 68.58% del padrón electoral nacional.

Balseiro Gutiérrez dio a conocer cómo se comportó el proceso donde el pueblo eligió a quienes lo representarán en las asambleas municipales del Poder Popular.

La conferencia se realizó esta mañana, explicó, porque el proceso concluyó más tarde de lo previsto.

“Ejercieron su derecho al voto 5 728 220 cubanas y cubanos, que representan el 68.58% con relación al parte básico de 8 351 311 electores. Del total de boletas depositadas en las urnas, resultaron válidas el 89.11%”, declaró la funcionaria.

“Ejercieron su derecho al voto 5 728 220 cubanas y cubanos, que representan el 68.58% con relación al parte básico de 8 351 311 electores. Del total de boletas depositadas en las urnas, resultaron válidas el 89.11%”, declaró la funcionaria.

En blanco fueron depositadas el 5.22% y fueron anuladas el 5.67%. Es importante destacar, además, que fueron electos 11 502 delegados de circunscripción de un total de 12 427. Por tanto, 925 circunscripciones irán el próximo domingo a segunda vuelta.

Del total de delegados electos, son mujeres el 43.87% y jóvenes de hasta 35 años, el 12.52%.

Fueron reelectos como delegados el 50.93%. Alina Balseiro significó que las elecciones transcurrieron con tranquilidad, organización, disciplina y cumplimiento de la ley, como siempre nos tiene acostumbrado nuestro pueblo.

“Hemos desarrollado una jornada democrática este 27 de noviembre para elegir a nuestros delegados de circunscripción, quienes constituyen una fuerza decisiva desde nuestros barrios”, dijo Balseiro. Asimismo, aseguró que los resultados demuestran el respaldo popular a sus representantes y la confianza en la Revolución.

 

Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2022/11/28/resultados-preliminares-de-elecciones-municipales-en-cuba-68-de-los-electores-ejercieron-su-derecho-al-voto/

SIFUPCR deplora del presidente Chaves nombramiento de personas antilaborales y antihumanas

Tras la renuncia del representante de la CCSS por parte del Estado, Guillermo Hernández Ramírez, se juramentó este 26 de noviembre a Juan Ignacio Monge Vargas como el nuevo representante del Estado. Con esto las inquietudes no se hicieron esperar por parte del Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica (SIFUPCR), la cual señalo:

“Declaramos Non grato a este señor puesto por el Presidente Rodrigo Chaves Robles en la Junta Directiva de la CCSS , ya que la  moción  por él presentada, para que se nos pagase el ajuste salarial hasta 2024 revela su irrespeto por el esfuerzo humanizado de la gran  familia  laboral de la CCSS.  SIFUPCR deplora del Presidente Chaves Robles nombramientos de personajes de corte  antilaboral y antihumano y será vigilante de las futuras actuaciones de este destructor del Estado Social de Derecho, la institucionalidad y la democracia.”

Por cuánto, la SIFUPCR mantiene sus declaraciones hechas anteriormente el 23 de noviembre, cuando se seleccionó a Vargas como nuevo representante del Estado, como una persona no grata, donde las intenciones establecidas por este han sido malintencionadas.

Contrapesos republicanos y contrapesos ciudadanos

La división de poderes ha funcionado en sociedades en que la ciudadanía es un estatus jurídico universal amparado a un régimen de libertades y derechos.

Por Miguel Sobrado*
20 de noviembre 2022

La exclusión de las mayorías, especialmente afrodescendientes, los de origen indígena y pobres en general, junto con el centralismo institucional, sigue siendo una característica en nuestro continente.

La república, como sistema político, presupone un equilibrio de pesos y contrapesos entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, que cimenta las democracias. Esta división ha funcionado en sociedades en que la ciudadanía es un estatus jurídico universal amparado a un régimen de libertades y derechos.

Son Estados donde existe acceso a la propiedad y oportunidades que favorecen el bienestar, tales como la educación y la salud, condiciones que permiten ascender socialmente y participar en las decisiones, especialmente, locales y regionales.

Estas condiciones conducen no solo al crecimiento social y del capital humano, sino también al progreso económico, y estimulan una mejor distribución del ingreso y amplia participación ciudadana. Esto se evidencia en los países nórdicos y algunas partes de los Estados Unidos. En otras palabras, los pesos y contrapesos operan no solo porque existen formalmente, sino también porque se sustentan en una base social empoderada.

En América Latina, las repúblicas nacieron con los dados cargados, basadas en la exclusión de las mayorías y la desigualdad social, situación no superada en la mayor parte del continente, especialmente para los afrodescendientes de Brasil, el Caribe y sur de los Estados Unidos —que comparten la historia esclavista con América Latina—, quienes fueron los que con trabajo forzado produjeron durante siglos la riqueza y los grandes capitales de estos países.

La situación de los indígenas americanos, sometidos a la servidumbre mediante las encomiendas españolas, no fue mucho mejor, y con su aportación obligada se amasaron también los grandes capitales de México, Centroamérica y sur de la América andina.

La lucha por la independencia y la construcción de repúblicas fue una reivindicación de los hijos de los conquistadores, nacidos en América o criollos, que fueron discriminados por Madrid en favor de los peninsulares. Su lucha solo involucró a las poblaciones indígenas y mezcladas como carne de cañón en las guerras, pero no les abrió acceso a las tierras ni a la educación. La élite criolla, por su parte, mantuvo el sistema centralista heredado de España para su beneficio y cerró las puertas a los desarrollos regionales.

Exclusión persistente

A pesar de los siglos transcurridos y los cambios —más cosméticos que profundos—, la exclusión de las mayorías, especialmente afrodescendientes, los de origen indígena y pobres en general, junto con el centralismo institucional, sigue siendo una característica en nuestro continente. De ahí que, por carecer de una base ciudadana empoderada, no haya existido un soporte social al balance de poderes y nuestras repúblicas hayan renqueado a lo largo de la historia hacia el autoritarismo.

Esto es especialmente grave en la época en que vivimos debido a tres razones: a) la importancia del conocimiento y la educación de calidad para el desarrollo de nuestros países en este siglo; b) el crecimiento del poder del narcotráfico, que se alimenta, entre otros, de la exclusión, en un momento en que los sistemas clientelistas tradicionales se encuentran agotados; y c) la necesidad de preservar y regenerar el medioambiente para mitigar los desastres del cambio climático.

Nuestro problema como latinoamericanos tiene orígenes sistémicos, debe hacérsele frente con soluciones que rompan los círculos viciosos, dirijan parte de los ingresos a una inversión en educación y capacitación modernas que propicien soluciones a través de los movimientos sociales e instituciones renovadas la participación autónoma organizada de los grupos y comunidades.

La medición del impacto de las políticas públicas debe hacerse considerando los resultados tras la incorporación de los excluidos a los procesos educativos y la capacitación organizacional que impulse su integración a la vida nacional y local.

Estos resultados son los que interesan, y son el mejor indicador de que se están creando fundamentos sólidos para la construcción de una república moderna y para el ejercicio de las libertades democráticas.

Brasil

Lula, en Brasil, en sus gobiernos anteriores, creó 29 universidades federales para brindar oportunidades a los excluidos y contribuir de esta manera también a mitigar la explosión social, en una realidad convulsa. Aunque no fue suficiente, pues dejó por fuera a quienes perdieron la oportunidad educativa básica, fue un paso en la dirección correcta.

En su nuevo gobierno, sería conveniente que aproveche la capacitación masiva llevada a cabo por Clodomir Santos de Morais, a quien premió por su trabajo en la lucha contra la pobreza, como uno de los ejes de la política de inclusión.

La experiencia fue aprovechada por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra para formar cooperativas y comunidades, y ha sido exitosa durante las últimas décadas en tres continentes. Debe valorarse, más allá de la formación de empresas, que es en lo que ponen énfasis los tecnócratas, el poder de organización ciudadana y su aportación a mediano plazo a la creación de una base social de gestión democrática.

Debemos recordar que el narcotráfico, a través del terror y su poder económico, se perfila como una opción real. Al mismo tiempo, crece la amenaza del cambio climático para nuestras naciones y la especie humana.

*miguel.sobrado@gmail.com
El autor es sociólogo.

Compartido con SURCOS por el autor.

De zoológicos y jardines (II – IV)

Gilberto Lopes
Noviembre 2022

El alba de un nuevo día

Durante muchos años ideólogos y políticos occidentales han estado diciendo que no hay alternativas a la democracia. Ellos se refieren, naturalmente, al llamado “modelo liberal de democracia”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, en su discurso del pasado 27 de octubre, en el Foro Internacional de Valdai. De forma arrogante –afirmó– descartan otras formas de gobierno. Una manera de plantear las cosas forjada desde los tiempos coloniales, “como si todos fueran de segunda clase, mientras ellos eran excepcionales”.

“Es el poder global lo que está en discusión con el así llamado Occidente”. Pero ese juego es ciertamente peligroso, sangriento y –digámoslo así– sucio”, advirtió Putin, pues deniega la soberanía a otros países y pueblos.

Occidente proclama el valor universal de su cultura y de su visión del mundo y la política que aplican está orientada a imponer esos valores de forma incondicional a todos los demás miembros de la comunidad internacional. Los nazis quemaban libros –recuerda Putin–, pero los “guardianes del liberalismo” pretenden prohibir ahora a Tchaikovski y Dostoyevsky.

Promueven guerras comerciales, sanciones, revoluciones de colores… Una de esas fue la de Ucrania, en 2014, que apoyaron con recursos cuyo monto hicieron público. O asesinan al general iraní, Qasen Soleimani. Lo mataron en un tercer país y asumieron públicamente, con orgullo, la responsabilidad de ese crimen. ¿En qué clase de mundo estamos viviendo?, se pregunta Putin.

No habló de la guerra de Vietnam, o de la más reciente invasión de Irak, dos de cuyos responsable siguen muy activos en política. Uno, militante de la socialdemocracia inglesa; el otro, el español, pasa haciendo recomendaciones democráticas en América Latina, acompañado de políticos regionales cómodos con la compañía de ese colega.

Uno puede opinar lo que quiera sobre Putin, sobre sus política o sobre su forma de gobernar. En mi opinión, se trata, sin embargo, de uno de los lideres políticos con la mayor capacidad de argumentar sobre su visión del mundo, con antecedentes históricos y perspectiva de futuro.

El discurso de Valdai abunda en referencias a esos mundos. Se trata de una crisis del modelo neoliberal, de un orden internacional al estilo norteamericano. “Ellos no tienen nada que ofrecer al mundo, excepto la perpetuación de su dominio”. Y eso –agregó Putin– ya no es posible.

El colapso de la Unión Soviética alteró el equilibro de las fuerzas geopolíticas. Vencedor, Occidente estableció las reglas. Pero hoy, ese predominio absoluto está desapareciendo. Estamos en una encrucijada decisiva, probablemente en la “más peligrosa, impredecible y, al mismo tiempo, la década más importante desde el final de la II Guerra Mundial”, en opinión de Putin.

Prensa patética

Es fácil condenar la guerra y la invasión de Ucrania; pero es también fácil vislumbrar –si se mira con cuidado– la creación de las condiciones que fueron haciendo esa guerra cada día más posible y más probable.

La guerra es una tragedia, pero me parece indispensable leer con atención el discurso de Putin en Valdai. Tratar de entender. Oír al adversario. O al enemigo. Putin es cuidadoso en el manejo de los detalles y quienes dicen que miente no tienen más alternativa que dar su propia versión de la historia.

Desde mi punto de vista, no es lo que hace, por ejemplo, Anton Troianovski, jefe del bureau del NYT en Moscú, en su artículo sobre el discurso de Putin. Para Troianovski es un discurso que intenta dividir Occidente, de ganar espacio político mientras trata –con frecuencia, sin éxito– de conservar el terreno conquistado en Ucrania desde la invasión de febrero pasado. Pero el discurso –y el debate posterior–, de más de cuatro horas, es, en mi opinión, mucho más que eso y la visión empobrecedora de Troianovski priva a sus lectores de una comprensión más acabada de un complejo escenario internacional.

La gran prensa occidental es patética. No solo en la cobertura de la guerra en Ucrania. Hay que leer el artículo de Chris Buckley, corresponsal jefe del NYT en Beijing, que ha estado cubriendo el país y los eventos del Partido Comunista por 25 años: “Uncle Xi’ to Exalted Ruler: China’s Leader Embodies His Authoritarian Era”, publicado el pasado 14 de octubre. ¿Cómo pedir a la élite norteamericana, que lee el Times, entender algo de un mundo complejo explicado por tales “expertos”.

O los comentarios de Steve Rosenberg, editor de la BBC en Rusia, para quien la clave de la larga reflexión de Putin fue la falta de “remordimientos en el mundo de Putin”. ¡Y la BBC lo presenta como “análisis”! Me parece improbable que Rosenberg haya leído toda la intervención de Putin en Valdai.

La militancia se repite en la televisión española, en la DW en español…  Ver el Guardian británico dejando en segundo plano el periodismo para transformarse en parte de la guerra en Ucrania me hizo suspender una modesta contribución mensual, que hice durante algunos años, al periódico.

Me fui entonces a leer la extensa intervención de Putin en el foro de Valdai, que se puede encontrar en la página del Kremlin, en inglés: http://www.en.kremlin.ru/events/president/news/69695

De zoológicos y jardines (I – IV)

Gilberto Lopes
Noviembre 2022

Tiempo del olvido

¿Habrá llegado el tiempo del olvido, con la anestesia de nuestra memoria colectiva? En los setenta oíamos la frase que decía: –¿Hitler? No he oído hablar de eso. Tendremos que oír ahora aquello de –¿Guerra? No sé lo que es eso. –Nunca más entre nosotros. Nunca más guerras entre países europeos que se habían desangrado durante 70 años, decía el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, en 1993, hace 30 años, en su libro “El nuevo concierto europeo”.

Ya entonces veía que esas tragedias no se explicaban solo por el ascenso del fascismo, sino por el juego maniqueo de las grandes potencias, por el rechazo a un verdadero diálogo.

No dejaba de percibir que la construcción europea entraba en una zona de turbulencias. “Las dos crisis petroleras deberían habernos alertados sobre el carácter precario de nuestra prosperidad”, decía.

“Agotados por unas guerra fratricidas, privados de sus imperios coloniales, dependientes –en cuestiones de seguridad– de Estados Unidos, sofocados por lo competencia de nuevas potencias industriales, nuestros países se estaban deslizando peligrosamente hacia el declive….”

¿Cómo conservar, extender, esta paz tan querida para nosotros?, se preguntaba Delors.

“La era de la confrontación y de la división de Europa ha terminado. Declaramos que de ahora en adelante nuestras relaciones se basarán en el respeto y la cooperación”, decían los Jefes de Estado o de Gobierno de los 35 Estados participantes en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE), reunidos en París, en noviembre de 1990.

Eran momento de profundos cambios y de históricas esperanzas… El 16 de julio de 1990 se derrumbaba la Unión Soviética y, reunidos en Stávropol, Mijail Gorbachov hilaba, con Helmut Kohl, el tejido de este nuevo mundo, aceptando la incorporación de la Alemania unificada a la OTAN.

La vocación de la Comunidad Europea es la de aplicar a otros países del continente el método que a ella le ha ido tan bien. ¿Estamos dispuestos a afrontar estos retos? ¿Tenemos medios suficientes para lograr el éxito? Han pasado casi 30 años desde que Delors se hizo esas preguntas.

La Carta de París, firmada en la reunión de la CSCE, dibujaba el mundo que, en sus sueños, imaginaban forjar: “un resuelto compromiso con la democracia basada en los derechos humanos y las libertades fundamentales; prosperidad mediante la libertad económica y la justicia social; e igual seguridad para todos nuestros países”.

De jardines…

El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell causó polémica cuando habló, el pasado 13 de octubre, ante los estudiantes de la Academia Diplomática Europea, en la ciudad belga de Brujas.

“¡Sí, Europa es un jardín! Hemos construido un jardín. Todo funciona. Es la mejor combinación de libertad política, prosperidad económica y cohesión social que la humanidad ha logrado construir. Las tres cosas juntas…” “La mayor parte del resto del mundo es una jungla y la jungla podría invadir el jardín. Los jardineros deben cuidarlo…” 

Borrell lo sabe: “la jungla tiene una gran capacidad de expandirse y el muro nunca será lo suficientemente alto para proteger el jardín”.

Luiza Bialasiewicz, profesora de gobernanza europea en la Universidad de Ámsterdam, citada por el diario español El País, calificó el discurso como una “copia directa de la peor geopolítica neoconservadora de comienzos de los años 2000″. Bob Rae, embajador canadiense ante Naciones Unidas, comentó: “Qué analogía tan terrible”.

“Borrell no podía haberlo dicho mejor: el sistema más próspero creado en Europa se nutrió de sus raíces en las colonias, a las que oprimía sin piedad. Fue esta lógica de segregación y la filosofía de la superioridad la que formó la base del fascismo y el nazismo”, dijo la portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Maria Zájarova.

“Es muy raro que un diplomático de ese nivel ofenda a tanta gente y a tantos países en un solo discurso”, opinó Alex Lo, columnista del diario de Hong Kong, South China Morning Post.

Para Borrell la diferencia entre países desarrollados y no desarrollados no es la economía, sino las instituciones. Lo dijo en su discurso de Brujas, en la Bélgica de Leopoldo II. “Aquí tenemos un judiciario neutral e independiente. Aquí tenemos sistema de redistribución de los ingresos. Aquí tenemos elecciones que brindan libertad a los ciudadanos. Aquí tenemos luces rojas controlando el tráfico, gente recogiendo la basura. Tenemos esta clase de cosas que hacen la vida fácil y segura”.

Es difícil entender que Borrell pueda permanecer en su cargo después de ese discurso, aunque se defendió de las críticas alegando que fue mal entendido y la presidente de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, le haya reiterado su confianza.

Europa es el centro y el fin de la historia universal, había dicho G. W. F. Hegel, en 1807, en su “Fenomenología del Espíritu”. Para el sociólogo alemán Max Weber, el capitalismo era la realización de la modernidad. Para Weber –diría su colega Herbert Marcuse– existía una forma de racionalidad surgida en Occidente que ha contribuido a formar el capitalismo y que decidirá nuestro futuro previsible.

Como vemos, la herencia es antigua. Cuando Hitler ascendía al poder, hace ya casi un siglo, el también filósofo alemán Max Horkheimer –figura principal de la Escuela de Frankfurt, que integró con Theodor Adorno, Herbert Marcuse, Friedrich Pollok, Franz Neumann y otros destacados intelectuales judíos alemanes de su época– decía, en un libro de aforismos que tituló “Ocaso”: 

El imperialismo de los grandes estados europeos no tiene nada que envidiar al medievo con sus hogueras. Sus símbolos son protegidos con aparatos más sofisticados y con guardias mejor dotados que los santos de la Iglesia medieval…

El ocaso del capitalismo –agregó– no anuncia necesariamente la noche de la humanidad. Los enemigos de la Inquisición convirtieron aquel ocaso en el alba de un nuevo día.

Es obvio que algo salió mal. Quizás la clave está en lo que entonces Delors soñaba como vocación de la Comunidad Europea: aplicar a otros países del continente el método que a ella le ha servido tanto.

Y zoológicos…

Este relato lo escribió al periodista de la BBC de Londres, Dalia Ventura: “La infame historia de los zoológicos humanos que se mantuvieron abiertos en Europa hasta 1958”.

–Esta es una historia vil, asegura Ventura.

Hay que leerla. Ayuda a entender muchas cosas. El artículo puede ser visto aquí: https://www.bbc.com/mundo/noticias-63206214

Ventura no omite una referencia al zoológico de Monteczuma, del que hablaban los cronistas españoles, “donde habitaban los bufones, y otras sabandijas de palacio”.

Luego la historia da un salto de 400 años. En medio del Renacimiento italiano, el cardenal Hipólito de Médici “se ufanaba de tener, además de toda clase de bestias exóticas, varios ‘salvajes’ que hablaban más de 20 lenguas, incluidos moros, tártaros, indios, turcos y africanos”.

Lo que comenzó como una curiosidad por parte de los observadores se convirtió en una pseudociencia macabra a mediados del siglo XIX, con los investigadores buscando evidencia física para su teoría de las razas. Especímenes humanos exóticos eran enviados a París, Nueva York, Londres o Berlín para deleite de la multitud.

La corte inglesa cae rendida a los pies del “encantador y astuto” polinesio Mai u Omai, presentado por el naturalista Joseph Banks en la corte del rey Jorge III. Más conocida es la historia de la sudafricana Saartjie Baartman, la «Venus Hotentote», mostrada en ferias en Europa, para delicia de los espectadores. Su gran atractivo eran sus enormes nalgas, que algún naturalista describió como “nalgas de mandril”. Falleció en 1815, pero su cerebro, esqueleto y órganos sexuales siguieron exhibidos en el Museo de la Humanidad de París hasta 1974. En 2002, sus restos fueron repatriados y enterrados en Sudáfrica.

“El clímax de la historia llega con el apogeo imperialista de finales del siglo XIX y principios del XX”, dice Ventura. La idea era mostrar a los salvajes en su estado natural. Entre 1877 y 1912, se presentaron aproximadamente 30 «exposiciones etnológicas» en el Jardin zoologique d’aclimatation de París.

400 indígenas javaneses fueron expuestos en la Feria Mundial de 1889 visitada por 28 millones de personas. “Interpretaban una música tan sofisticada que dejó al joven compositor Claude Debussy boquiabierto”.

“Ese mismo año, con el permiso del gobierno chileno, 11 nativos del pueblo Selknam u Oma, incluido un niño de 8 años, fueron embarcados a Europa para ser exhibidos en zoológicos humanos”. Si sobrevivían el viaje, afirma Ventura, la mayoría de estos «especímenes» sudamericanos perecían poco después de llegar a sus destinos.

En 1906 el antropólogo aficionado Madison Grant, un destacado eugenista, director de la Sociedad Zoológica de Nueva York, hizo exhibir al pigmeo congoleño Ota Benga en el zoológico del Bronx junto con simios y otros animales. A instancias de Grant, el director del zoológico puso a Ota Benga en una jaula con un orangután y lo etiquetó como «El eslabón perdido».

“Entretanto, las Exposiciones Coloniales de Marsella (1906 y 1922) y de París (1907 y 1931) continuaban mostrando a seres humanos en jaulas, a menudo desnudos o semidesnudos. A la de 1931 asistieron 34 millones de personas en seis meses”.

En el verano de 1897, el rey Leopoldo II había importado 267 congoleños a Bruselas para exhibirlos en su palacio colonial en Tervuren, al este de Bruselas.

Propietario del Estado Libre del Congo entre 1885 y 1908, la explotación de los recursos naturales del territorio hicieron inmensamente rico a Leopoldo a costa de la mitad de la población del Congo. La explotación le costó la vida de ocho a diez millones de personas, según diversos estudiosos.

Para la Exposición Internacional y Universal de Bruselas de 1958, una celebración de 200 días de los avances sociales, culturales y tecnológicos de la posguerra, se instaló un pueblo «típico», donde los espectadores observaban a congoleños, a menudo entre burlas. «Si no reaccionaban, les tiraban monedas o plátanos por la reja de bambú, escribió un periodista de la época”, cuenta Ventura.

Las motivaciones para seguir exhibiendo por décadas a seres humanos en Hamburgo, Copenhague, Barcelona, ​​Milán, Varsovia y demás, enfatizando las “diferencias» entre los «primitivos» y los «civilizados», estaban vinculadas, según los académicos, a tres fenómenos: la construcción de un otro imaginario, la teorización de una jerarquía de razas y la construcción de imperios coloniales.

“Se estima que los zoológicos humanos fueron vistos por unas 1.400 millones de personas. Y se sabe que jugaron un papel importante en el desarrollo del racismo moderno”, concluye la periodista.

Ventura nos recuerda que las exhibiciones etnográficas “dejaron de existir no por una revaluación ética, sino porque aparecieron nuevas formas de entretenimiento y la gente sencillamente dejó de interesarse. La última en cerrar fue la de Bélgica”.

Después fueron los jardines.

La interminable puesta en escena de un naufragio cultural

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Mientras la Sala Constitucional, o Sala Cuarta del Poder Judicial, con sus fallos disparatados a favor del de los propietarios del diario La Nación (que al parecer ya no es sólo una empresa periodística) se dedica a proteger los intereses de una cierta casta de políticos y tecnócratas oficiosos, los que se han hecho “empresarios” a costillas de las grandes mayorías populares, la diputada ultraderechista de esta legislatura, además de integrista religiosa neopentecostal Gloria Navas, hace un artificioso e interesado “Homenaje a la Sala Constitucional” en las páginas del diario La Nación, del domingo 23 de octubre de 2022, donde hace caso omiso de las demandas de los habitantes de las proximidades del Parque Viva, para que se respeten sus derechos establecidos en el artículo 50 de la Constitución Política de Costa Rica, so pretexto de defender una libertad de expresión que nunca ha estado amenazada, como bien lo indica el historiador Iván Molina Jiménez, resaltando los aspectos paradojales evidenciados en este caso: “El fallo de la Sala Constitucional sobre el Parque Viva: tres interpretaciones.

  1. Victoria de la libertad de expresión y de la democracia frente al poder arbitrario.
  2. Reconocimiento a un modelo empresarial que se vale de una empresa rentable (Parque Viva) para subsidiar a una empresa no rentable (La Nación), para que esta última pueda cumplir con el sagrado deber de informar objetivamente sobre la realidad del país y del mundo y, de paso, mantener sus intensas y permanentes campañas a favor de los derechos de las clases trabajadoras, en contra de la defraudación fiscal y en defensa del Estado Social de Derecho.
  3. DERROTA DE LOS VECINOS DEL PARQUE VIVA, CUYO DERECHO “A UN AMBIENTE SANO Y ECOLÓGICAMENTE EQUILIBRADO” TUTELADO POR EL ARTÍCULO 50 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA, QUEDÓ FUERA DE LOS SONARES Y LOS RADARES DE LA SALA”. (Molina Jiménez, op. cit).

Lo más extraño de todo este alborozo democrático de algunas gentes que ahora se rasgan las vestiduras por las libertades democráticas, y la presunta libertad de expresión en peligro, la que aplica sólo para los dueños de ciertos medios de comunicación, es que no se habla de la censura y el estado de excepción en que nos han mantenido a lo largo de nuestras vidas. Ahora resulta que La Nación ya no es La nazí-ón ni es una prensa vendida, y hasta algunos progres del PAC (cuyos gobiernos la compraron con buen billete publicitario, exoneraciones fiscales y hasta dudosas inversiones con los fondos de pensiones de la caja y otros) e incluso gentes de una cierta izquierda boba o interesada (vaya uno a saber) la encuentran hasta objetiva, por lo que defienden hasta sus intereses comerciales de “libre empresa”, olvidando sus prácticas monopólicas en el manejo de la “información”, frente a un gobierno como el actual al que La Nación ataca por no haberles abierto las arcas del gasto publicitario.

Por otra parte, la propuesta legislativa para designar a la inolvidable artista e intérprete musical latinoamericana con resonancias planetarias, Chavela Vargas, nacida en Costa Rica, como Benemérita de las artes patrias, no pasa de ser una bufonada vallecentralina (¿cuáles serían esas artes y cuáles no lo son?), muy semejante a la propuesta de celebrar el Thanksgiving day como si fuéramos puritanos anglosajones, según me decía en estos días una amiga muy querida, mientras hablábamos de la espesa, además de mediocre y disparatada atmósfera cultural en la que nos movemos.

No hay duda alguna del menudo galimatías en que nos han metido estos incultos y fanáticos diputados, habría sido mejor reconocer sus aportes universales a la cultura de nuestro tiempo, a su inevitable interculturalidad… a su inmensa obra interpretativa que trasciende las fronteras nacionales y las del tiempo histórico en la larga duración. No son los políticos y mucho menos los diputados, no sé a título de que, los llamados a hacer este tipo de reconocimientos a quienes hicieron de la cultura y las artes la razón esencial de sus vidas. Lo bueno de todo esto, a manera de efecto colateral, es que mostró en toda su miseria e inmensa desnudez espiritual a muchas gentes de la Costa Rica Vallecentralina y etnocentrista, siempre volcada y encerrada en sí misma, aunque paradojalmente carente de identidad propia, e imitadora servil de las culturas imperiales de nuestro tiempo.

La libertad de prensa, esencia de nuestra democracia

Freddy Pacheco León

Más allá de lo que se piense, bien o mal del periódico La Nación desde diferentes balcones, el fallo de la Sala Constitucional que tantas reacciones ha provocado, es de vital trascendencia para el ejercicio del derecho a la libertad de prensa y de expresión en Costa Rica.

Cuando la actual ministra de Salud emitió la orden sanitaria contra el funcionamiento del “Parque Viva”, alegó que era por las presas de autos que se hacían en las noches de concierto, y que actuaba en respuesta a un reclamo anónimo. Ello sucedía en medio de una intensa campaña del presidente Chaves contra el diario La Nación y algunos de sus periodistas, y en general, contra lo que él llama peyorativamente “prensa canalla”, que se extiende a diversos medios de radio, televisión, diarios digitales y un sinnúmero de medios de prensa, donde eso sí, la Nación es uno de los más importantes.

Es dentro de ese contexto que se produce la acción del Poder Ejecutivo, por lo que casi unánimemente, se interpretó como un acto contra ese medio de prensa en particular, pues se comprendió que al golpear el centro de entretenimiento «Parque Viva», propiedad de la misma empresa, se estaba a su vez golpeando sustancialmente las finanzas del medio de prensa y por ende, su capacidad periodística.

Ahora bien, es igualmente reconocido que el argumento de «las presas» es insustentable pues esa situación no era ni es, especial ni única, principalmente en las vías estrechas del área metropolitana, donde la circulación de cientos de miles de vehículos provoca un caos vial, que cada día se hace más inmanejable para nuestras autoridades del Mopt. Así que, no creemos que sea negado ni por los mismos que hoy critican la resolución de la Sala Constitucional, al recurso de amparo presentado por unos estimables periodistas, que tal determinación apresurada de la señora ministra de Salud no era más que, como se dice popularmente, “una sacada de clavo” contra La Nación, disimulada tras una supuesta denuncia anónima de un vecino afectado por los vehículos que de vez en cuando llegan al “Parque Viva”.

En cuanto a la afectación indirecta de la extraña orden sanitaria de la ministra Chacón, cabe recordar que es algo que forma parte de la jurisprudencia nacional y convenios internacionales, resultado de acciones muy frecuentes contra la libertad de prensa. Con el pasar de los años, se ha evidenciado una coincidencia en los diferentes sistemas regionales de protección a los derechos humanos en cuanto al papel esencial que juega la libertad de expresión y de prensa, en la consolidación y dinámica de una sociedad democrática. Se estima que sin una efectiva libertad de expresión, materializada en todos sus términos, la democracia se desvanece, el pluralismo y la tolerancia empiezan a quebrantarse, los mecanismos de control y denuncia ciudadana se empiezan a tornar inoperantes y, en definitiva, se empieza a crear el campo fértil para que sistemas autoritarios se arraiguen en la sociedad, editamos de un párrafo de una resolución de la Procuraduría General de la República del año 2005. En la misma se agrega: «Ahora bien, una vez que se ha determinado el contenido del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, se ha resaltado la importancia de la libertad de expresión en un régimen democrático y el rol de los medios de comunicación y el periodismo, y se han establecido los requisitos para que las restricciones de que puede ser objeto el derecho mencionado sean compatibles con la Convención Americana”. Restricciones, agregamos, que no necesariamente han de ser directas, como abundan impunemente en otras latitudes, sino también como en el presente caso, mediante acciones colaterales “aparentemente” ajenas a la capacidad de un medio de prensa de ejercer su libertad de expresión, aunque éstas aparentemente nos pudieren disgustar.

Precisamente eso es lo que está en juego, peligrosamente. No hace falta cerrar a la fuerza un medio de prensa, (acción directa), pues puede afectársele en su ejercicio por una vía que, por ejemplo, afecte sus finanzas (acción indirecta). En ambos casos se erosiona la libertad de prensa y de expresión, aunque obviamente, todas las circunstancias tendrán sus particularidades.

Por otro lado, dice en un audio un señor abogado (lamentablemente no identificado) que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, no debía haber emitido el fallo sobre el cierre que nos ocupa del “Parque Viva”, porque eso correspondía más bien a un tribunal de menor jerarquía. Argumento discutible, pues sentimos que el caballero desdeña la gran importancia que encierra el derecho a la libertad de prensa y de expresión, al expresar que, por verse limitado indirectamente no debió haber sido visto por la Sala IV, desdeñando que se trata de algo fundamental que todos los costarricenses tenemos el deber de defender como derecho universal.

Y es que para nosotros es esencial el papel que juega la libertad de expresión (y de prensa) en el mantenimiento de nuestra sociedad democrática. Sin el debido respeto, directo e indirecto, a esas libertades cuan amplias son, la democracia se erosiona, y de ese suelo degradado podrían brotar hierbas que peligrosamente limitarían el crecimiento del respeto al pluralismo y la tolerancia, y, por ende, hacia los medios de denuncia y control ciudadanos que llegarían a ser inoperantes, avanzándose así, hacia sistemas políticos autoritarios, como ha sucedido dolorosamente en países hermanos del continente.

Con su resolución, la Sala Constitucional nos reafirma responsablemente, su disposición a proteger la libertad de prensa y de expresión, aún ante amenazas indirectas como en el presente caso. Y eso es digno de aplaudir.

En fin, razonablemente, no se puede dudar que el cierre de actividades del “Parque Viva”, reconocido públicamente como un elemento financiero estructural de la empresa que publica el diario La Nación, tendría y seguramente tuvo, un efecto económico que eventualmente amenazaría con restringir por esa vía indirecta, la libre circulación de las ideas. Con el fallo de los señores magistrados, se elimina un peligroso paso que buscó poner obstáculos, en el camino por el que habrá de avanzarse hacia el fortalecimiento de la libertad de prensa y de expresión, para la consolidación de la democracia. Por vías indirectas hemos sido testigos como en otros países se ha restringido la libre expresión, por ejemplo, obstaculizando el acceso al papel y otros materiales y equipos, o, como es muy evidente en nuestro país, discriminando a diversos medios de prensa con la contratación de espacios para la divulgación de comunicados oficiales, como ha sucedido especialmente en programas de opinión por la radio. También por allí habrá de avanzarse.

Las Universidades no pueden estar bajo la férula de los intereses políticos

Dra. Yamileth González García, exrectora UCR y Colectivo Mujeres por Costa Rica

Costa Rica vive en la actualidad circunstancias que amenazan, como nunca, su estabilidad democrática y que, ponen en riesgo el Estado Social de Derecho y, en particular a las instituciones de educación superior pública.

El proyecto del Gobierno de Costa Rica que plantea una “Ley reguladora del Fondo Especial para la Educación Superior”, expediente 23.380, es un irrespeto a las universidades públicas y muestra una ignorancia impropia de un Poder Ejecutivo. El proyecto inicia con una conceptualización pobre, y peor, errada de lo que son las universidades públicas, desconociendo profundamente sus características y la esencia misma de lo que es una universidad. Cuando señala que “El financiamiento de la educación en Costa Rica no se ha puesto en duda a lo largo de décadas”, evidencia, además, desconocer que durante los años de 1980 y 1990 ese financiamiento se vio severamente disminuido, particularmente para la educación superior, como, también, lo ha sido en décadas más recientes.

Cuando se afirma que la universidad pública ha sido considerada, simplemente “…como un mecanismo de movilidad social, fundamental para el país…“ nos hace entrar en dudas si los proponentes de este proyecto entienden la esencia de la Universidad; se pone en evidencia que, para el Gobierno, las universidades son, de manera excluyente, simples casas de enseñanza, centros de formación de profesionales y, quienes vivimos la vida universitaria a profundidad, sabemos que en nuestro país el quehacer de estas instituciones es mucho más que eso, que está asentado sobre tres pilares esenciales: la investigación, la docencia y la acción social, cuando, además, se señala que las universidades, no están cumpliendo a cabalidad su misión porque no están formando los recursos profesionales que requiere el mercado, surge la pregunta ¿Qué es esa concepción de universidad, que la reduce, exclusivamente, a formar profesionales para la empresa privada y su interés mercantil? Si la visión que prevalece en el documento está dirigida a dar prioridad a las carreras que demande la empresa privada, entonces ¿dónde queda el concepto de un desarrollo integral? ¿Adónde van a dar las carreras de ciencias sociales, de arte y las humanidades? que son, precisamente, las que desarrollan en sus graduados la formación de destrezas relacionadas con el liderazgo, la creatividad, el pensamiento crítico y el trabajo en grupos, que tanto ha influido en la idiosincrasia nacional.

En el artículo1 se establecen límite a la distribución del FEES, el cual sería, fundamentalmente, para financiar la regionalización, las becas y la infraestructura y, entonces, ¿no existe financiamiento para la investigación y la acción social? En la perspectiva de este proyecto a la investigación se le da un papel marginal y la acción social es absolutamente inexistente. Y eso no es casual: así buscarían romper o silenciar la significativa relación que las universidades tienen con la sociedad. A eso se le une que, según este proyecto de ley, la creación de nuevas carreras solo se podría dar si son acordes con el Plan Nacional de Desarrollo (art.7), o sea que se elimina la potestad de las universidades de hacer inversión académica en áreas que estas consideren pertinentes.

A pesar de que, como se señala en el expediente 23.380, hubo, desde la Asamblea Constituyente de 1949, algunos legisladores que discutieron sobre la asignación del presupuesto para la Universidad, otros con sabia visión, como Rodrigo Facio, Carlos Monge y Fernando Baudrit… buscaron protegerla de posibles y futuros embates, como el que se vive en los momentos actuales.

Es inadmisible que, el Gobierno, tergiverse la Constitución Política y señale que el Estado solo debe comprometerse presupuestariamente, con lo necesario para las universidades, y así dejarlas sometidas a los criterios políticos de turno, asignando el mínimo y no el máximo.

No es admisible desde ningún punto de vista y el proyecto lo hace, que se irrespeten los procedimientos universitarios en temas diversos, como son la asignación o distribución de los recursos, la regionalización, etc. y, menos aún, que órganos de la coordinación institucional de las universidades sean eliminados o despojados de sus atribuciones en aras de un control total del Poder Ejecutivo. Contrario a lo que se señala, las universidades siempre han contado con una instancia de coordinación de la educación superior (CONARE), quinquenalmente se han elaborado planes de desarrollo universitario (PLANES) y hay un fondo especial denominado FEES. Por todo lo anterior resulta inaceptable pensar que la educación superior pueda estar administrada, como se propone en el artículo 4, por cuatro ministros de gobierno o sus representantes, encargados de desarrollar el Plan de la Educación Superior y de promover, fiscalizar y evaluar el FEES. Las Universidades no pueden estar bajo la férula de los intereses políticos.

No es de recibo la falaz afirmación de que en la educación superior pública se camina sin controles y que las universidades quieren estar exoneradas del cumplimiento de las leyes de la República; por el contrario siempre se han ajustado a todos los controles de la Contraloría General de la República (presupuestos, refrendo de contratos, etc), también de los mismos organismos de control internos, de los Tribunales de Justicia y de toda la legislación nacional pertinente: por eso la defensa frente a esta proyecto que atenta contra sus derechos, no solo es necesaria y urgente, así como cualquier otra legislación que vaya en contra de estas instituciones.

Inconcebibles son las trabas que se proponen para una ágil y eficiente administración de los recursos, si estos pasan a ser administrados por el Banco Central, y, peor aún, que las universidades tengan que hacer, mensualmente, los trámites para solicitar los fondos requeridos (art.3) y si los recursos, considerados excedentes deben pasar a la Caja única del Estado, pues, entonces, se crean impedimentos para la realización de obras que requieren más tiempo que el que define el período presupuestario señalado.

Es de esperar que una propuesta que irrespeta tanto a las universidades públicas no reciba la atención de la Asamblea Legislativa y que, en ese espacio, no olviden que, aún en tiempos de crisis, no se debe amenazar, como lo ha hecho inconcebiblemente el Presidente Chaves, a la sociedad con el quiebre de nuestro sistema democrático, sino que, por el contrario, recuerden que consolidar la naturaleza de bien público de la educación, constituye el mejor camino para fortalecer la democracia.

Muere la democracia si no…

Freddy Pacheco León

Muere la democracia si no negociamos el Banco de Costa Rica y el Instituto Nacional de Seguros, si no favorecemos a APM Terminals frente a Japdeva, si no negociamos Fanal, si no debilitamos el ICE, si no desaparecemos al Senara y a la Setena, si no erosionamos las Áreas Silvestres Protegidas, si no damos la revisión técnica vehicular al grupo alemán, si no hacemos un burumbún en el Mopt, si no flexibilizamos las medidas sanitarias, si ajustamos salarios en la Caja, si no aprobamos unos préstamos para pagar deuda.

Será un sinsentido pero por ahí andan.

Si Chaves no puede garantizar la democracia, nos toca a la ciudadanía hacerlo

Marco “Kiko” Palma/Juan Carlos Cruz

A propósito de la “advertencia” del presidente Chaves en el sentido de que él no puede garantizar la vigencia de la democracia en el país en caso de que se acentúe la crisis nacional, nos toca a la ciudadanía garantizarla. No es de recibo que las adversidades socioeconómicas sirvan de cama de germinación para el autoritarismo, la intolerancia y las restricciones democráticas.

Si bien la institucionalidad y las garantías democráticas, son en muchos casos formales, su defensa abre la posibilidad de pasar a la ofensiva ciudadana para su vigencia plena y su profundización.

La defensa de la institucionalidad, los derechos y garantías democráticas, puede constituirse en un eje aglutinador para la reorganización de los sectores sociales que hoy se encuentran desmovilizados e indiferentes frente a las diversas amenazas que se ciernen, no solo sobre el país, sino sobre le región y el mundo en general.

Hay muchos antecedentes en la historia de las luchas sociales, de cómo las crisis de cualquier tipo, se convirtieron en oportunidades de organización social, comunitaria, gremial, cultural, socio-productiva, entre otras, para avanzar en conquistas sociales. Estamos ante el reto de convertir la advertencia presidencial en un movimiento ciudadano por las garantías democráticas. Es tiempo de actuar.

 

Imagen ilustrativa, UCR.