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Etiqueta: desempleo

UPANACIONAL expresa preocupación por reducción de arancel del arroz

SURCOS comparte la siguiente información:

Comunicado de Prensa

6 de junio del 2022

En UPANACIONAL, vemos con preocupación las decisiones anunciadas que podría tomar el Gobierno de la República respecto a la reducción del arancel en el arroz, dicho ejercicio debe ejecutarse tomando en cuenta los argumentos técnicos del sector arrocero nacional y las repercusiones que ello generaría sobre toda la cadena directa e indirecta, desde que se baja el arado de ésta importante actividad productiva desarrollada principalmente en las zonas rurales de mayor desempleo y pobreza.

Es por tanto que en apoyo y solidaridad, con los productores de arroz de nuestro país, la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), se manifiesta, solicitándole al señor presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, un debido y concienzudo análisis sobre las implicaciones socioeconómicas, en zonas rurales, que tendrá la variación abrupta de las condiciones y características que han imperado en la actividad arrocera costarricense desde hace más de 20 años y que hoy en día, fomentan la siembra de más de 33,000 hectáreas de este cultivo así como un claro beneficio, con precios justos, para el consumidor nacional.

La actividad arrocera costarricense se desarrolla en 27 cantones rurales del país, en los cuales se genera una cosecha anual que supera los 150 millones de kilogramos, a partir del esfuerzo que realizan 518 productores nacionales. El recibo del grano verde lo realizan 10 agroindustrias nacionales que por muchos años han apoyado al productor con el recibo del cereal.

Un sector que fomenta más de 33,000 empleos directos e indirectos en todo el país, debido a su gran potencial para la generación de encadenamientos productivos, es un sector importante a los intereses de la patria.

Señor presidente, lo que conviene a los intereses de Costa Rica es el fomento de las actividades agrícolas en zonas rurales marginadas que fortalezcan nuestra seguridad alimentaria en momentos de incertidumbre global en que el país requiere del agricultor nacional.

Somos del criterio que no hay nada más importante que la comida y el abrigo y la mejor forma de defenderla es con producción local y no tener tanta dependencia de la producción ajena en medio de los vaivenes de una crisis mundial.

UPANACIONAL solicita que, para cualquier decisión de política pública en torno al cultivo e industrialización del arroz en granza, sea considerada la opinión del ente rector de la actividad arrocera, según ley 8285, y que las importaciones de grano sean efectuadas en concordancia con la producción nacional, según requisito de desempeño y según los criterios técnicos vinculantes.

Guido Vargas Artavia

Secretario General

 

Imagen ilustrativa.

Detener el deterioro social

Óscar Madrigal

En 1982 el país, bajo el gobierno de Luis Alberto Monge, inició la era del neoliberalismo con un vasto programa de exoneraciones fiscales y subvenciones a los empresarios nacionales. Para ese efecto se promulgó una ley cuyo fin era promover la diversificación de exportaciones mediante las ayudas o beneficios fiscales, crediticios y monetarios que todos los costarricenses dieron al empresariado nacional y extranjero. 
 
Esa ley, según palabras de uno de los más conspicuo representante del neoliberalismo nacional, Roberto Artavia, “ tuvo un costo GIGANTESCO para el país”. (Delfino. 14-09-2020).
 
Los éxitos, según los defensores de ese cambio estructural, fueron muy positivos ya que hoy se exportan 4.000 artículos a 150 países. Eso es aceptable. 
 
Sin embargo, se debe entender que ese éxito se debe a un esfuerzo que hizo todo el país, en especial los trabajadores o asalariados en beneficio de un sector empresarial muy reducido. En otras palabras, los asalariados mediante el esfuerzo en el pago de impuestos o altas tasas de interés en los créditos, financiaron a las empresas. En otras palabras, la acumulación originaria de capital de esas empresas que hoy exportan o aún gozan de exoneraciones fiscales y de otro tipo, se produjo por el esfuerzo y el trabajo de  todos los costarricenses, especialmente los pobres y asalariados que son los que pagan más caro el esfuerzo nacional. 
 
Efectivamente los empresarios tuvieron éxito y amasaron gigantescas ganancias y enormes patrimonios individuales. De esa época surgen los poderosos banqueros (Liberman, Baruch, Loeb), los bananeros ( Álvarez), los arroceros (González), los piñeros, los comerciantes (Constela, Uribe), el turismo (Garnier), las farmacéuticas (Uribe), los constructores (Chacón, Solís, Cerdas) y muchos otros que exhiben actualmente su lujosa vida. 
 
El GIGANTESCO esfuerzo nacional creó también otra Costa Rica, de menos éxito: entre las más desiguales del mundo, con desempleo estructural permanente, una pobreza que no cede, inseguridad creciente, etc., por lo que ese costo nacional  se fue solo para un lado de la sociedad. 
Decimos lo anterior para afirmar que esta nueva época debe ser de subsidios, ayudas y exoneraciones pero para los sectores que no tuvieron éxito desde el 82, para los “perdedores” que llaman algunos economistas. 
 
El mundo está viviendo una guerra que aunque localizada, sus efectos se trasladan a nivel global. El aumento de los precios (de la inflación), la carestía de productos y las tendencias militaristas de una nueva guerra fría, crean el riesgo de un aumento de la pobreza, el desempleo e incluso del hambre. 
 
Entonces, es el momento de controlar los precios, subsidiándolos, especialmente los de efecto en los trabajadores, aumento verdadero de salarios que compense el alto costo de la vida. En fin, se trata de que ahora los que antes se beneficiaron con los subsidios, ayuden y subvencionen a los que mayoritariamente hicieron el esfuerzo por ellos en el pasado. Deberían retribuir algo. Sin embargo, es casi imposible dado el carácter estructural de nuestra sociedad. 
 
Por ello no basta la razón, hay que crear la fuerza, la fuerza de la razón.

¿Qué está pasando en la democracia costarricense?

Foto: Gerardo Iglesias

El nuevo gobierno

Después de 200 años de independencia y más de setenta de vida democrática ininterrumpida, Costa Rica ofrecía un retrato de estabilidad política, instituciones públicas medianamente aceptables y logros en el plano de la salud, la educación y la protección medio ambiental. Ya no es el caso.

Gerardo Castillo

La línea ascendente alcanzó a llegar hasta los años 1980, cuando el desgaste del Estado benefactor y la introducción, por fuerza externa o sumisión, del ideario neoliberal puso de moda las políticas económicas que colocan al libre mercado y la iniciativa privada por encima del bienestar general.

Para ello, se orquestó toda una campaña mediática muy cargada contra los partidos políticos, tildándolos en forma general como corruptos, y se satanizó a los sindicatos y sus dirigentes.

El Estado fue vapuleado como ineficiente ante la sociedad civil, se criticaron los altos salarios, la abultada planilla y la duplicidad de instituciones y; por otro lado, se intensificaron los negocios entre el sector privado y el público.

La influencia del primero fue mayor y esto permeó más la corrupción, principalmente en mandos medios. Todo esto devino en una Costa Rica diferente.

La pandemia como espejo

El panorama estadístico actual refleja una situación preocupante; por un lado, la pandemia sacó a la superficie lo que venía mal y agudizó los problemas: la creciente pobreza, las altas tasas de desempleo (13,6 por ciento) y; por el otro, la concentración de riqueza en pequeñas élites de industriales y banqueros.

Los impactos son visibles, principalmente a nivel interno. Las comunidades de las zonas fronterizas y los puertos concentran no solo situaciones de riesgo, sino que agregan un crecimiento de la delincuencia, el narcotráfico y una putrefacción que alcanza a los gobiernos locales.

Los dos años de pandemia fueron más que suficientes para constatar que la seguridad social resistió, que el personal de salud no es tan vago como la prensa pintaba y que la coexistencia entre grupos sociales (ricos, pobres, medios y excluidos) por más que la han ido diluyendo, sigue siendo una necesidad intrínseca del ser humano.

¿“Quo vadis” Costa Rica?

Las últimas elecciones no solo dejaron un presidente infrecuente sino una serie de enseñanzas para los estudiosos de las conductas políticas modernas.

El Partido Progreso Social Demócrata (PPSD) es una etiqueta como muchas otras que se presentaron en el mercado electoral. Un partido improvisado, sin ideología clara ni dirigentes conocidos.

Esta constatación no solo desenmascara la cultura política tica sino que estimula la revisión crítica de los partidos y políticos tradicionales y los no tradicionales (religiosos y personalizados), que han brillado por su indisciplina, volatilidad, irresponsabilidad, personalismo, incompetencia y oportunismo.

Los candidatos fueron muchos y en gran parte carentes de interés por mostrar una identidad partidaria.

Esto suscita desconfianza y en sus discursos resultaba todo un acertijo descifrar las corrientes ideológicas que pregonan. ¿Es una visión de derecha, de izquierda, socialdemócrata, social-cristiana o liberal?

En los comicios recientes quedó evidente el desprestigio que vive la política nacional.

Se alcanzó el más alto nivel de abstencionismo (40 por ciento) pero, aun así, el vencedor pudo con menos de un 30 por ciento convencer al electorado con promesas de un cambio, sin evidencias de cómo lograrlo, ni con qué equipo va a llevarlo a cabo.

El PPSD operó como una franquicia utilizada por un outsider de la política que regresó al país después de más de veinte años de ejercer como funcionario internacional en el Banco Mundial.

Fue nombrado ministro de Hacienda sin mayor investigación de su prontuario, duró corto tiempo, pero suficiente para ser encandilado por las cámaras.

Soberbia

En la realidad cotidiana no existía el PPSD, más allá del registro electoral. Fue encabezado por un desconocido sin experiencia política electoral que exhibió soberbia al diagnosticar los males del país (empleo, costo de vida, pensiones de lujo y corrupción) −que están sobrediagnosticados− y que prometió resolverlos en forma inmediata, frontal o por la vía que sea necesaria.

Males muy conocidos, propios de un país desigual, controlado por élites empresariales que, en alianza con la dirigencia de los partidos tradicionales y la prensa comercial, han venido concentrando y ensanchando la distancia entre la Costa Rica pobre y la Costa Rica de los ricos. ¿Y… la clase media?

El estado social de derecho ha sido debilitado y la clase media, cada vez más estrujada, entró a engrosar el grupo de los indignados y desclasados.

Resultó fácil al candidato del PPSD, supuestamente libre de pecado, adversar a otro candidato que cargaba con el desgaste de una anterior administración y estigmatizado, con razón o sin ella, como corrupto.

No de “los mismos”
La victoria fue clara y demostró, entre otras cosas, que fueron las provincias más pobres y de menor desarrollo (pobreza, desempleo, salubridad, escolaridad, inseguridad, etc.) las que inclinaron su voto a favor del debutante.

La inteligencia, las universidades, periodistas, escritores y grupos de mujeres de reconocida imagen internacional abogaron por el candidato conocido, pero no logró cambiar un pronóstico que ya había sido anunciado: la gente menos favorecida y resentida quería cambio y un presidente que no fuera de “los mismos”.

Lo sorprendente de lo acontecido no fue la lógica manifestación de los antisistema, sino más bien que la izquierda y los sindicatos no fueran quienes lideraran la inconformidad social.

Sí lo logró un candidato de derecha, cuyos discursos dejan muchas dudas respeto a la inclinación populista y al deterioro que pueda sufrir la institucionalidad democrática del país.

Como las lluvias de mayo

Y como elemento más perturbador se han ventilado serias dudas acerca del origen y transparencias de los fondos utilizados en el financiamiento de campaña del PPSD.

En definitiva, el mando político de CR a partir del 8 de mayo es un tiro al aire, tanto por la reducida representación del Ejecutivo en la Asamblea Legislativa como porque llega un gobierno con gabinete de desconocidos, sin experiencia política, improvisados y con contradicciones que ya saltan a la opinión pública como las torrenciales lluvias en mayo.

Con más dudas que esperanzas

Una de las críticas ácidas en la campaña electoral fue que ni el partido ni el candidato contaban con un equipo profesional calificado, con experiencia en administración en el manejo del Estado.

A ello el candidato ganador respondía en los debates que los partidos que tenían los mejores equipos eran los mismos que presentaban como figuras a los responsables del descalabro.

Por eso, él asumiría el compromiso de llevar profesionales jóvenes y sin amiguismo de ningún tipo.

Los jerarcas serían escogidos por agencias especializadas en selección de personal, tal y como acostumbra hacerlo la empresa privada.

De nuevo el mensaje endulzó el ingenuo anhelo de cambio sin considerar que las ideas, igual que los propósitos, solo logran demostración en los hechos y que estos, para cumplirse, exigen competencia, capacidad y una mínima cohesión en principios y un modelo de país, condiciones básicas que no pueden inventarse de un día para otro.

La victoria no requirió presentar ningún equipo. Al formarse el gabinete afloraron las primeras contradicciones: “que el país está económicamente quebrado, dijo una diputada, y por otro desmintió el ministro aclarando que no…eso no puede afirmase de esa forma…”

Gerentes

Apenas se publicaron nombres de ministros aparecieron las observaciones: una ministra de Trabajo de conocida trayectoria antisindical, acompañada de un viejo funcionario de dudosa reputación; un ministro de Hacienda que en la administración pasada se descubrió que había incumplido al fisco; una ministra de Agricultura no solo atada a las cámaras empresariales sino enredada en casos de infracciones laborales.

El propio ministro del Medio Ambiente declaró que los grupos ambientalistas van contra la empresa privada y el presidente expresó no estar a favor del Acuerdo de Escazú.

¿Cuál va a ser la imagen de Costa Rica a partir de ahora en los foros internacionales que luchan por la defensa del planeta? Es predecible en un corto plazo que la incomunicación del “equipo” conduzca a rápidas deserciones y a una centralización presidencialista.

Hay indicios para pensar que, lejos de un presidente de la república, tendremos un gerente con un maletín de ocurrencias que presagia conflictos, no solo con los otros poderes sino desde diferentes frentes sociales.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/que-esta-pasando-en-la-democracia-costarricense/

Esclavitud de Costa Rica: eliminar la jornada de 8 horas – BUSSCO

Un retroceso laboral de 100 años:

La jornada laboral es una de las principales conquistas de la clase trabajadora a través de la historia, que nació como respuesta a las extenuantes jornadas y condiciones de trabajo esclavizantes durante la Revolución Industrial.

La jornada laboral de 8 horas y su consigna “8 horas para trabajar, 8 horas de recreo y 8 horas para dormir”, costó cárcel, sangre y hasta la vida de personas trabajadoras y eliminarla es una afrenta política para la clase trabajadora costarricense.

Abolir la jornada de 8 horas, eliminar los 3 turnos y el pago de tiempo extraordinario: los políticos y empresarios neoliberales nos quieren arrebatar la conquista, imponiendo condiciones de explotación y miseria a todos y todas las trabajadoras.

Mano de obra esclava: este proyecto se enmarca en una política criminal y depredadora de los derechos laborales, el uso intensivo de la fuerza de trabajo y una lógica que busca “abaratar” costos de producción sacrificando los ingresos, la salud ocupacional y el bienestar de las personas trabajadoras y sus familias.

Acepta 12 horas o no tiene trabajo: Con falsas premisas, como si las personas trabajadoras pudieran pactar sus condiciones de trabajo con su patrono en el sector del comercio, las bananeras, las piñeras, las construcciones, entre otros oficios y profesiones, en un país dónde el derecho humano a la organización sindical, único instrumento para superar la desigualdad de la relación laboral, está proscrito en la mayoría de los centros de trabajo.

Demagógicas prohibiciones: las prohibiciones son un artificio, con un Ministerio de Trabajo debilitado políticamente e inoperante, una Inspección del Trabajo sin recursos, instrumentos o potestades reales para tomar acciones contundentes contra las empresas que irrespeten esas prohibiciones.

Feminización de la pobreza: más de un 50% de las mujeres trabajadoras son jefas de hogar, con dobles y triples jornadas, que pretenden “deslumbrar” con 3 días de descanso, que causará un daño irreparable, durante el embarazo, la maternidad, la lactancia, el cuido  de niños, personas con discapacidad y adultos mayores, obligándolas a escoger entre su familia y el trabajo.

Imposible conciliar el trabajo y la vida familiar: muchas personas trabajadoras se movilizan largas distancias desde sus hogares, a veces por horas, con lo cual tendría que desplazarse en la madrugada o a altas horas de la noche (14 o 16 horas) dejando muy pocas horas para labores en el hogar, preparar alimentos, para el descanso y el sueño.

Frustra oportunidades de estudio y movilidad social: de quienes trabajan para poder estudiar, condenando a las personas a estancarse y no mejorar sus condiciones económico-sociales.

Mayor desempleo: en lugar de contratar a 3 trabajadores utilizarían 2 para cubrir las 24 horas. Mientras los países desarrollados promueven la reducción de jornadas, en nuestro país -el tercero con peor equilibrio entre la vida personal y el trabajo de los países del club de la OCDE- pretenden aumentarla.

Proyecto inconstitucional desmantela el Estado de Derecho: este proyecto violenta los artículos 58 y 59 de la Constitución Política, en tema de jornadas y descansos. Luego seguirán con la cesantía, las vacaciones y el aguinaldo.

BUSSCO repudia este proyecto y hace un llamado a las personas trabajadoras y sus organizaciones, para cerrar filas contra este nefasto proyecto. Es hora de organizarnos, confrontar y derrotar estos grupos de poder político empresarial, en defensa de las garantías sociales del pueblo trabajador.

La jornada de 8 horas no se negocia ni concilia con el gobierno ni el patrón ¡El proyecto debe ser rechazado!

San José, 1 de junio 2022

Inflación en Costa Rica: Los desatinos del Banco Central

Dr. Luis Paulino Vargas Solís

  1. Introducción

Como sabemos, la inflación ha tendido a subir recientemente, alcanzando una cota anual del 8,7% en mayo de 2022, la más alta registrada durante los últimos 13 años. Su origen es evidentemente externo, o sea, es importada, y está asociada al aumento de los precios internacionales del petróleo, de los alimentos y de algunas otras mercancías. Detrás de todo esto, como sabemos, subyacen tanto las disrupciones globales provocadas por la pandemia del Covid-19, en particular la llamada “crisis de los contenedores”, como los agudizados trastornos que ha traído la guerra lanzada por Rusia contra Ucrania.

Es importante tener esto presente, ya que, como intentaré mostrar en este artículo, las respuestas que se ensayan por parte del Banco Central, si bien admiten explícitamente el carácter importado de la inflación, contradictoriamente optan por medidas de política económica, que inciden directamente sobre la economía costarricense, como si la inflación se originase desde dentro mismo de ésta.

  1. La respuesta estándar

Subir las tasas de interés es la política estándar que los bancos centrales -incluido el de Costa Rica- acostumbran aplicar cuando la inflación da muestras de ir al alza. Y, por cierto, ello es hoy tendencia: los bancos centrales de todo el mundo toman este atajo, y elevan la tasa de interés que usan como referencia (en Costa Rica se la llama “tasa de política monetaria”), la cual usualmente incide de forma directa sobre las operaciones de muy corto plazo entre los propios bancos (ya que los bancos se prestan los unos a los otros todos los días), o de estos con el Banco Central, y luego tiende a propagarse, como en ondas concéntricas, sobre las diversas tasas de interés en todo el sistema financiero.

Al hacerlo de esa forma, hacen una especie de trueque: un mayor desempleo a cambio de una menor inflación. Porque, en último término, cuando un banco central empuja al alza las tasas de interés, lo que intenta es encarecer el crédito, para, eventualmente, frenar la inversión de las empresas y el consumo de las personas, y, así, “enfriar” la economía, o sea, frenar su crecimiento, lo cual normalmente implicará más desempleo. Alrededor de esto hay toda una parafernalia teórica, que, viene de autores como Milton Friedman y Edmund Phelps, la cual habla de la “tasa natural de desempleo”, la “tasa de desempleo no aceleradora de la inflación”, y, a partir de lo anterior, una tal Regla de Taylor (atribuida al economista estadounidense John B. Taylor). Puesto en sencillo, lo que esto nos dice es que existe una tasa de desempleo mínima, por debajo de la cual la inflación se acelera, por lo que, presuntamente, resultaría inútil y contraproducente que los gobiernos intenten comprimirla hasta ese nivel.

Por lo tanto, se supone que los bancos centrales deben ser vigilantes, y no permitir que la tasa de desempleo caiga por debajo de ese piso, ya que ello desataría perniciosas fuerzas inflacionarias, asociadas al hecho de que, siendo el desempleo muy bajo, ello presuntamente haría que los salarios suban, generando en consecuencia una presión alcista sobre los precios. En un contexto de desorganización de la fuerza de trabajo, y ausencia de organizaciones sindicales fuertes, esa hipótesis se vuelve altamente improbable, no obstante lo cual, sigue siendo la que subyace, de forma más o menos implícita o explícita, a estos planteamientos.

Pero, además, sucede que ninguna de esas “tasas” es observable. O sea, cuál es la “tasa natural de desempleo” y cuál la “tasa de desempleo aceleradora de la inflación” es algo que, en rigor, nadie conoce. Se las establece por puro “bateo”, lo cual no impide que los diversos bancos centrales reiteren siempre el mismo ritual, disimulando su ignorancia detrás de un lenguaje eufemístico, que se pretende técnico y aséptico.

  1. Supuestos irreales

Implícito a lo anterior, está el supuesto de que la economía ha crecido a un ritmo significativo y el desempleo ha bajado hasta el (incognoscible) nivel de su “tasa natural”, o inclusive por debajo de ésta, lo que produce un “recalentamiento” que acelera la inflación. De ahí lo que indiqué más arriba: el propósito entonces es elevar las tasas de interés y encarecer el crédito para “enfriar” la economía y, así, cortarle las alas a la inflación.

Al proceder de esta forma, claramente convertimos el empleo -y, por lo tanto, a las personas de carne y hueso- en una variable subordinada. O sea: la prioridad es la inflación, y la gente es el cordero que se inmola en el altar de los sacrificios.

El caso es que, obediente a este recetario, el Banco Central de Costa Rica (BCCR), ha optado por combatir la inflación subiendo su “tasa de política monetaria”.  En los últimos seis meses ha habido cinco alzas, las dos últimas muy fuertes: 2,50 puntos porcentuales el 23 de abril, y 1,50 puntos porcentuales el 16 de junio. De tal forma, esta “tasa de política monetaria” pasó de 0,75%, a inicios de diciembre de 2021, a 5,50% en este momento. Eventualmente este movimiento alcista debería hacerse sentir sobre los nuevos créditos que los bancos dan a personas y empresas, como también elevará las tasas que se cobran sobre créditos concedidos en el pasado, y que están sujetos a tasas variables. Muy seguramente también hará subir las tasas de interés que se cobran sobre las emisiones de deuda pública, las cuales son, de todas maneras, injustificadamente altas.

Como ya adelanté, cuando procede de esa forma, el BCCR está suponiendo -aún si no lo dice- que los brotes de inflación que se registran, están asociados a una situación donde la economía avanza a ritmo trepidante y el desempleo es muy bajo. Y si no lo supone, actúa como si lo supusiera. Y, sin embargo, esa no es, ni remotamente, la situación actual de Costa Rica. Los indicadores sobre empleo, aportan un contundente desmentido a tan disparatada tesis. Recordemos que, según los datos más recientes, tenemos alrededor de 325 mil personas desempleadas, y más de 900 mil personas en la informalidad laboral. A lo cual debe agregarse la notoria ralentización en la creación de empleos, que se registra desde al menos el mes de octubre del año pasado. Cuando, por otra parte, la proporción de la población en edad de trabajar (15 años y más) que se mantiene fuera de los mercados laborales remunerados, sigue siendo sustancialmente más alta que la que se registraba antes de la llegada de la pandemia del Covid-19. En aquel momento, ese porcentaje, que ya era bastante alto, se ubicaba en el 36,1% (febrero 2020), mientras en el dato más reciente (abril 2022) se sitúa en 40,0%. El que esas personas -sobre todo mujeres- permanezcan en su casa y no salgan a buscar trabajo, refleja el desaliento frente a una economía que no ofrece adecuadas oportunidades de empleo. Ello además disminuye sustancialmente la tasa de desempleo oficialmente registrada, ya que, si esas personas salieran de su casa a buscar trabajo, muy seguramente no lo obtendría o, en el mejor de los casos, tendrían que ubicarse en empleos informales.

Los datos de empleo nos dicen que la economía costarricense está lejos de cualquier cosa que pudiera considerarse un “recalentamiento”, porque está lejísimos de producir a plena capacidad. Y, sin embargo, el Banco Central opta por combatir la inflación como si, en efecto, nuestra economía estuviera “sobrecalentada”. Más que paradójico, es absurdo.

  1. Dos pifias más

Recientemente el Banco Central adoptó nuevas medidas, y decidió elevar del 12% al 15% el llamado “encaje mínimo legal”. Lo que esto significa es que, de cada depósito que un banco reciba, deberá “guardar” un 15% en el Banco Central, donde quedaría inmovilizado, lo que disminuiría su capacidad para generar nuevos préstamos. Sin embargo, hay en lo anterior, al menos dos pifias.

Primera pifia: la intención, implícita pero muy obvia, es tratar de restringir la “liquidez” en la economía -o sea, la cantidad de dinero que circula- limitando la capacidad de los bancos para conceder créditos. Pero ello supone que detrás del problema de la inflación hay un exceso de dinero en circulación. La teoría subyacente, que tiene raíces en los planteamientos monetaristas de Friedman, es errónea, pero el sinsentido que representa se agranda, tan solo con que recordemos que estamos ante un problema de inflación importada.

Segunda pifia: no es cierto que los bancos requieran de los depósitos para generar créditos. En un sistema de moneda fiduciaria como el nuestro, los bancos generan créditos tan solo con hacer una anotación electrónica a favor de su cliente. En ese contexto, los créditos más bien anteceden a los depósitos, y no a la inversa. Elevar el “encaje” no altera en nada sustantivo este mecanismo de creación endógena de dinero. Si el crédito se frena será porque las altas tasas de interés frenen la economía y, en consecuencia, frenen la demanda de crédito por parte de empresas y hogares. Aunque, y en todo caso, no es ocioso recordar que el crédito al sector privado, ya venía bastante frenado, desde al menos 2018, de modo que las medidas que ahora toma el Banco Central, simplemente implican llover sobre mojado.

  1. Breve conclusión

Retomo lo indicado al inicio de este artículo: la inflación que estamos sufriendo es enteramente importada, y no tiene relación alguna con ningún “recalentamiento” de la economía costarricense, ni tampoco tiene orígenes monetarios. Las medidas que el Banco Central aplica no corrigen esa situación, pero, en cambio, muy seguramente agravarán los terribles problemas del empleo que vivimos. Ello implica un intolerable, y desde todo punto de vista injustificado, sufrimiento humano y social.

Téngase presente que he dejado por fuera muchos elementos importantes. Trataré de retomarlos posteriormente.

Alajuela, 19 de junio de 2022

 

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en su blog: https://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/2022/06/normal-0-21-false-false-false-es-cr-x.html?m=1

EL NUEVO GOBIERNO DE CHAVES. Algunos elementos para una caracterización

Comité Ejecutivo
Movimiento de Trabajadores y Campesinos (MTC)
Junio 2022

El pasado 8 de mayo asumió el poder de Costa Rica un nuevo gobierno encabezado por Rodrigo Chaves del Partido Progreso Social Democrático.

Es muy importante que el MTC tenga una buena caracterización de este gobierno con miras a plantear y proponer políticas que ayuden a lograr las reivindicaciones populares y con esto ayudar a recuperar la confianza popular en sus propias capacidades de lucha.

Contexto

  1. El desgaste del PAC. Como bien se sabe en las pasadas elecciones del 6 de febrero el PAC resultó borrado del mapa político. (Aunque no se puede descartar que vuelva a recomponerse). Algunas razones del desgaste del PAC son las siguientes: la aplicación del llamado combo fiscal lo que llevó al desarrollo de una de las luchas más poderosas de la historia costarricense, las luchas contra el combo, con una huelga de cerca de tres meses en el sector magisterial. La pandemia del Covid es otro factor pues algunas políticas de salud fueron positivas, pero al mismo tiempo afectaron mucho la actividad económica, disparando el desempleo y el subempleo. Las luchas encabezadas por Rescate Nacional en octubre del 2021 fueron el punto más alto de este descontento. El movimiento de Rescate Nacional en su base social de apoyo fue muy complejo y oscuro: hubo fuerzas muy claras como la ANEP y el MTC, por una parte. También el empresariado se mostró con mucho descontento, principalmente el pequeño empresariado que no logró virtualizarse. Otros sectores de composición más compleja como algunos de la zona sur que son anti indígenas, e incluso se habló de sectores vinculados al narco, posiblemente al narcomenudeo. La caracterización de este tipo de movimientos es importantísima ya que pudiera ser que en el futuro se vuelva a presentar este tipo de movimientos complejos.
  2. El desgaste de los partidos políticos tradicionales. Estamos en un momento histórico de incremento de la desilusión en la política. Esto repercute de manera importante en la capacidad movilizadora de los partidos políticos. Prácticamente toda la culpa de la situación actual se les echa a los políticos. El Partido Liberación Nacional, que ha sido el partido que, desde su triunfo en la guerra civil de 1948, el partido con más “organicidad” (capacidad organizativa) también sufre el desencanto con la política, aparte de que llevaba como candidato a José María Figueres Olsen, personaje que refleja muy bien una política neoliberal asociada con corrupción. Cualquiera que lograra el segundo lugar en la primera ronda tenía buenas posibilidades de disputar la presidencia debido a la mala imagen de su candidato.
  3. No olvidar el tema del abstencionismo. Otro aspecto que se debe tener en cuenta para entender la situación política del país es el abstencionismo. En la segunda ronda el abstencionismo llegó a un 42.67%, siendo uno de los más altos de la historia reciente. Este porcentaje sube en las provincias costeras: Guanacaste 50.27%, Puntarenas 52.67% y Limón 53.34%. (Teletica, 3.4.2022, https://www.teletica.com/elecciones-2022/abstencionismo-de-segunda-ronda-alcanzo-un-4267_308727 Estas provincias, aparte de haber dado el triunfo a Rodrigo Chaves, se muestran como las más altamente abstencionistas. Como se sabe en estas provincias costeras las desigualdades sociales son mayores, asimismo son las provincias mayormente desatendidas por las instituciones ya que por el asunto del “vallecentralismo”, el accionar institucional se concentra en el valle central. El abstencionismo es un fenómeno que carcome la credibilidad del orden “democrático”, y de la gestión estatal. Es caldo de cultivo de la inestabilidad social ya que funciona como un descontento y un descreimiento hacia el orden social dominante.

El nuevo gobierno

  1. El inesperado triunfo del PPSD. Como se sabe varias personas candidatas se perfilaron para disputarle a José María Figueres la silla presidencial: Lineth Saborío, Eli Feinzaig, Rodrigo Chaves, e incluso José maría Villalta tuvo ciertas posibilidades. Pero la mayor parte de los votantes se inclinó finalmente por Rodrigó Chaves. Al respecto es muy importante remarcar que el voto de las provincias costeras, Puntarenas, Limón y Guanacaste fue decisivo para el triunfo del PPSD. Para lograr este triunfo le ayudaron varios factores: un programa difuso, el discurso anti-empleados públicos, también el tema de las pensiones de lujo lo utilizó muy bien. En fin, Rodrigo Chaves fue visto como el candidato que podía romper más frontalmente tanto con el PAC como con el PLN, es decir, romper con el pasado político de Costa Rica y, posiblemente pensaba la gente, resolvería problemas claves como la crisis económica, la corrupción y la parálisis institucional.
  2. Aspectos para caracterizar un gobierno. Algunas de las variables o dimensiones que se puede considerar para caracterizar el accionar de un gobierno son: política económica, política social y forma de gobernar (estilo de gestión política). Si bien el nuevo gobierno apenas lleva en el momento que se escriben estas notas, cerca de 22 días, ya hay algunos elementos que se pueden tomar en cuenta. Vamos a analizar brevemente las políticas del gobierno de Rodrigo Chaves, de acuerdo con las dimensiones antes señaladas.
  • Política económica. Evidentemente es un gobierno de continuidad neoliberal, como lo han sido todos los gobiernos costarricenses desde hace cerca de 40 años. Incluso es un gobierno de continuidad PAC. Los pilares de la política económica siguen siendo, comercio e inversión exterior en particular, promoción de la inversión extranjera directa. En el Foro Económico Mundial, realizado en Davos del 23 al 26 mayo, el presidente Chaves reunido con los representantes de grandes empresas dijo: “En Costa Rica no hay trabas, solo alfombra roja” (El Guardián, https://elguardian.cr/presidente-rodrigo-chaves-en-costa-rica-no-hay-trabas-solo-alfombra-roja/, 25.05.2022). El otro asunto al que Chaves le está dando una especial importancia y es continuidad PAC y continuidad neoliberal es al equilibro fiscal, lo que tiene que ver directamente con los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La austeridad fiscal tiene muchas aristas: ley del empleo público, la regla fiscal, recortes presupuestarios a gasto social, etc. En días recientes se ha presentado un aspecto particularmente tenso, como lo es el precio de los combustibles. Hasta el momento Chaves se ha opuesto a rebajar el impuesto sobre los combustibles. Probablemente quiere llevar la tensión al máximo para presionar por una privatización total o parcial de RECOPE. Otro aspecto medular es la política de endeudamiento externo e interno para financiar el gasto público. Los temas económicos muy probablemente van a continuar siendo focos de tensiones muy relevantes. Como se sabe, la economía internacional está en situación muy crítica, producto primero de la pandemia Covid y más recientemente el estallido de la guerra de invasión de Rusia a Ucrania. Algunos análisis apuntan a una posible recesión internacional. Por el momento son obvios problemas inflacionarios, devaluación acelerada del colón y altos precios del petróleo. Esto lo sufren y la sufrirán aún más, los sectores más pobres de la sociedad.
  • Política social. No está clara la política social. Por el momento lo que se ve es continuidad PAC, es decir, recortes de gasto social con el fin de lograr el objetivo principal que es el equilibrio fiscal de acuerdo con lo convenido con el FMI. En la política de recortes, como bien sabemos por experiencia propia, el sector vivienda social es el de los más afectados. Otro punto importante al respecto es el recorte de 148 mil millones de fondos FODESAC, en razón de condonación de deudas a patronos morosos. De acuerdo con el Semanario Universidad este monto equivale al costo de 22000 viviendas Banhvi. (https://semanariouniversidad.com/pais/condonacion-en-fodesaf-esfumaria-%E2%82%A1148-mil-millones-que-patronos-deben-a-personas-mas-necesitadas/).
  • Gestión política. El estilo de gobierno ejercido por Rodrigo Chaves es marcadamente presidencialista y personalista. El propio día que asumió el mando, el 8 de mayo, hizo el anuncio sobre fin de la obligatoriedad de la vacuna Covid y el uso de las mascarillas, cosa que no le correspondía, pues es a la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, a la que le corresponde decidir sobre estos asuntos. Parte importante de la población y la prensa rechazó la ocurrencia presidencia de modo que a la semana estaba desdiciéndose. Pero ha vuelto a la carga, pidiendo la argumentación científica de la obligatoriedad. Más o menos con el mismo estilo ha actuado en aspectos como las pruebas Faro. Hay mucha distancia política, en términos de autoridad, entre su gabinete y el presidente lo que contribuye a que las decisiones recaigan en el propio Rodrigo Chaves. Pero no se puede decir que el gobierno de Chaves sea una dictadura, pues para que eso ocurriera tendría que haber un cambio de régimen político, lo que todavía no ocurre, pero hay tendencias autoritarias y militaristas. El estilo personalista puede llevarle a serios errores. Hay indicios de esto en las primeras semanas de gestión. Con lo dicho anteriormente , no se quiere afirmar que ya el gobierno está en crisis puesto que como lo revela una  encuesta de IDESPO de la UNA, Rodrigo Chaves arrancó con una aprobación del 67,6%. https://www.elmundo.cr/costa-rica/rodrigo-chaves-arranca-con-una-aprobacion-del-676/. Hay sectores incluso muy populares que apoyan casi que fanáticamente al nuevo gobierno.
  • Otros problemas emergentes. Hay otros problemas que ha debido enfrentar el nuevo gobierno de Rodrigo Chaves. Al respecto se quiere destacar el de los ciberataques. Este es un tremendo problema que afectó los programas informáticos de 27 instituciones públicas. A esto se le suma el reciente ataque sufrido por la CCSS lo que, al momento que se escriben estas notas, ha afectado varias plataformas, afectado seriamente a las personas pacientes. Entre los efectos graves de los ciberataques se puede destacar: problemas de pagos en las planillas del sector público, sistemas de impuestos y muchos servicios. El martes 17 de mayo hubo una movilización independiente de las direcciones sindicales del magisterio exigiéndole al MEP el pago de los salarios adeudados lo que llevó al propio presidente a ordenar el pago de esos salarios. Caso contrario no se sabe cuándo irían a pagar. Pero según se ve en redes sociales el problema no se ha solucionado del todo. El gobierno ha creado una Comisión encabezada por el propio presidente, pero no son claras las políticas para enfrentar semejante situación.

Situación de las luchas sociales y populares

6. Debilidad de las luchas. Después de las luchas de octubre del 2020 encabezadas por Rescate Nacional, la intensidad y generalización de las luchas y resistencias populares ha bajado significativamente. El año 2021 fue preelectoral. Y, en los inicios del 2022 se llevaron a cabo las elecciones. Las primeras semanas del gobierno de Chaves han sido de expectativa y un importante apoyo especialmente de los sectores que le votaron. En este momento continúa un importante apoyo al gobierno. Las luchas que ha habido son sectoriales o puntuales. Al respecto se puede destacar la propia lucha por vivienda donde el Bloque de Vivienda y el MTC se han destacado mucho. Esto es de felicitar y aplaudir porque demuestra que sí se puede luchar contra las injusticias del capitalismo y del orden neoliberal. Otro foco de lucha muy relevante ha sido el de las recuperaciones de territorios indígenas. En los últimos meses esta lucha se ha encaminado a defender las tierras recuperadas ya que sectores no indígenas y terratenientes han buscado volver a usurpar los territorios indígenas. Otra lucha puntual que se debe destacar ha sido la de algunos sectores de bases y dirigentes intermedios del magisterio quienes muy oportunamente salieron demandando el pago inmediato de los salarios adeudados.

Algunas políticas del MTC para el momento actual

7. La lucha por la vivienda. La gran lucha y prioridad del MTC es la lucha por la vivienda a través del Bloque de Vivienda. Este es un trabajo que el MTC a través de OB y de otras(os) dirigentes(es) muy destacadas(os) viene desarrollando de manera constante y aguerrida. Son innumerables las reuniones, asambleas lobby legislativo y político, marchas, etc. que el Bloque ha llevado a cabo. El Bloque es la principal organización a nivel nacional en el campo de la lucha por la vivienda. El tema de la vivienda es importantísimo pues refleja de manera cruda como los más pobres no tienen derecho a la vivienda, es parte de las condiciones de vida de amplios sectores de la clase trabajadora costarricense, y por ende, una manifestación palpable de la explotación capitalista. Los recortes al presupuesto del BANHVI son parte de los recortes de los presupuestos sociales del Estado; por tanto, una política claramente neoliberal. Recientemente el MTC-Bloque ha venido desarrollando una iniciativa de primer orden en la provincia de Limón que consiste en constituir una alianza con otras organizaciones sociales de la provincia. Para el 11 de junio tendrán una primera manifestación. Al tema de la vivienda han agregado otros temas candentes de la provincia, tales como el destino de los fondos del canon JAPDEVA y el estado de la ruta 32. Esto puede constituir un salto en la fuerza y posibilidades del MTC-Bloque. No hay duda, que esta es la gran prioridad de trabajo del MTC.

8. Apoyo y solidaridad con otras luchas sociales y populares. En el tanto que en el momento presente no se vislumbran grandes ejes nacionales de lucha, la política del MTC sería apoyar cada una de las luchas que se van presentando así sea que estas sean fragmentadas o aisladas. Algunas luchas son: la defensa de los territorios y cultura indígenas, las luchas de las mujeres contra los femicidios, la violencia patriarcal y por los derechos sociales de las mujeres como vivienda, empleo, etc. En algunos territorios se presentan luchas ambientales que también son muy significativas.

9. El tema del empleo. Aunque el asunto del empleo fue el eje principal de las elecciones pasadas en particular del PLN y del propio PPSD, en realidad es poco lo que se ve al respecto. De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo al primer trimestre 2022 del INEC, el desempleo llega a un 13,6% de la fuerza de trabajo. En las mujeres el desempleo es más alto; un 17,5%. “En el caso de los hombres, el 68,4 % los desempleados se concentran en los grupos de edad de 15 a 24 años (63 mil personas) y 25 a 34 años (44 mil personas), y en el caso de las mujeres, el 56,9 % se ubican en los grupos de edad de 15 a 24 años (53 mil personas) y 25 a 34 años (46 mil personas)”.    https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/ece_i_t_2022.pdf

A esto habría que sumarle el subempleo, llegando a un 11,5% de la fuerza de trabajo (población ocupada). En las mujeres el subempleo es del 15,4%. Por tanto, el desempleo y el subempleo están afectando a cerca de un cuarto de la población ocupada. En el caso de las mujeres sería de cerca de un tercio. Aquí solo se desea plantear la siguiente pregunta: ¿Cuál debería ser a política del MTC para enfrentar el desempleo y el subempleo?

Siguiente folleto: Política internacional.

 

Imagen ilustrativa.

1933: Dos extremos de una misma herradura

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

23-V-22

Pocas veces en la historia de la humanidad, en un lapso de 365 han ocurrido tantos y tan variados acontecimientos. 1933: Dos estilos de gestión, dos mandatarios, y los dos elegidos según la Constitución Política vigente en cada uno de esos países. Alemania y Estados Unidos.

En Estados Unidos resultó airoso Franklin D. Roosevelt. País sumido en la depresión que devoró miles de empleos, muchas empresas pequeñas desaparecieron, muchos suicidios, aumento de violencia, ruptura del tejido social, miles de desahucios en pequeños departamentos, pérdidas y remate de granjas agrícolas, aumento de la desintegración familiar, violencia familiar y asombroso aumento del alcoholismo. Lo más grave, el alma rota de un pueblo y con una gran desesperanza ante el futuro y el porvenir.

En Alemania, Hitler es declarado Canciller, es quemado deliberadamente el parlamento, culpándose de ello a otros – cuál quema de Roma por la megalomanía de Nerón -, los nazis se hacen del poder y de las estructuras del estado con el compadrazgo de otros partidos que pagaron caro su silencio, indiferencia e inoperancia. Se emiten leyes restrictivas y se prohíben los partidos políticos, se emiten leyes depurando el aparato público en contra de funcionarios de origen judío, o que piensen diferente o critiquen el régimen. Se emiten disposiciones para fomentar una cultura que exalta a unos grupos humanos sobre otros, mirando con desprecio a quienes son diferentes, por sus orígenes, sus creencias, su color de piel u orientaciones sexuales.

Sobre este periodo oscuro en la historia de Alemania, en el período entreguerras, cuando un grupo de forajidos y gamberros, o se hicieron del poder construyendo un discurso sólido y quimérico, que ante el silencio y complicidad de muchos que pagaron el precio hasta con la vida, condujo hacia el sometimiento de un pueblo y uno de los episodios más horrendos de la historia, pues el ascenso de un régimen déspota, ruin y autoritario, condujo hacia la perdida de libertades y a fraguar una sociedad inviable. Para ello les invito, a todos y especialmente a quienes aman la lectura les recomiendo el libro El lenguaje de los Nazis de Viktor Kempleler.

La sociedad alemana pagó caro su indiferencia, al ser avasallados por un régimen que poco a poco comenzó a sacar las uñas y cercenó las libertades públicas, los derechos humanos e inspiró la instauración de un camino amalgamado sobre las armas y la violencia.

El presidente Roosevelt sabía que no había tiempo que perder, se arremangó la camisa y se dispuso a trabajar desde un inicio.

Sabía que toda iniciativa para crear y recuperar empleos requería de un amplio y riguroso plan de infraestructura, donde Estado y sector privado jugaban un papel muy importante, complementario, no antagónico.

Estados Unidos vivió en verdadero crecimiento económico y muchos de los beneficios fueron trasladados al sector laboral. No solo se habló de reactivación económica, de creación de riqueza, sino que dichas acciones fueron acompañadas de mecanismos eficaces de distribución de la riqueza. Se crearon aeropuertos, autopistas, nuevos puertos y ampliación de los existentes, construcción de hospitales, escuelas, colegios, edificios federales, ampliación de la red ferroviaria y la construcción de miles de obras civiles para dotar de vivienda en las grandes ciudades a los desfavorecidos y el embellecimiento de parques. O sea, el bienestar y protección del ámbito laboral nunca estuvo ausente. La generación de nuevos empleos lo permitió, pues los trabajadores pusieron pan a sus mesas, y su orgullo y dignidad fueron justamente reestablecidas.

En Costa Rica, hoy el presidente Chaves y su equipo se enfrentan ante la disyuntiva de tomar las mejores decisiones. No sé si su programa gobierno incluye el concepto de Bien Común. Pero sí lo hace nuestra Constitución Política. Habrá que tomar decisiones en torno a frenar y combatir la desigualdad, así como el aumento en el costo de la vida, empujado por el precio de los combustibles y  por el creciente valor de los alimentos; sobre esto último, si no hacemos nada, empezaran a escasear. Estos y otros problemas agobiantes no serán resueltos por las fuerzas del mercado o la mano invisible de Adam Smith.

El presidente, y el bloque hegemónico en la Asamblea Legislativa pueden optar por escuchar el pueblo y gobernar al lado de él, o profundizar la altisonante e inmoral desigualdad y brechas existentes entre la GAM y regiones periféricas. Ya el hambre y la desnutrición empujan y tocan la puerta de muchos hogares costarricenses. 

Curioso, dentro de los países de la OCDE, Costa Rica es uno de los países donde la fuerza laboral destinó más horas al trabajo, pero también es uno donde la relación entre generación de riqueza y participación de trabajadores en la creación de la misma es uno de las más desiguales. A nivel mundial lo viene advirtiendo la OIT y el Papa Francisco.

Para muchos…. la herradura es símbolo de buena suerte, sinónimo de bienestar, felicidad y poder. Confío en que como pueblo aún no hemos perdido la capacidad de que podamos salir del atolladero en que la clase política tradicional nos ha sumido desde décadas atrás. Ojala hubiese una herradura sobre el marco de la puerta de Casa Presidencial y de la Asamblea Legislativa.

LIMÓN-MÉXICO-LAS MARAS-PUNTARENAS

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

El asesinato de un líder narco dentro de una escuela en Limón y colateralmente de un trabajador del centro educativo por proteger a una niña estudiante ha causado gran conmoción. A raíz de este hecho el director del OIJ dio declaraciones interesantes en Canal 7.

Expresó que, si se separan las estadísticas de homicidios por provincias o sectores geográficos, Limón tendría una tasa de 32 homicidios por cien mil habitantes, TASA SIMILAR a México y otros países igual de violentos.

Por supuesto parece que nadie en Costa Rica ha comprendido la gravedad de esta afirmación. Realmente nos escandalizamos por los crímenes en México, El Salvador y otros países, y nos alarmamos con Los Zetas, Los Templarios, el Chapo y demás grupos narcotraficantes, o Las Maras Salvatrucha en El Salvador, grupos organizados que parece que no tenemos en el país, aunque las tasas en Limón y Puntarenas sean semejantes a las de esos países. Este hecho crea alarma y estupefacción, estupor, nos deja pasmados, con los pelos de punta. ¡¡A ese nivel estamos en los Puertos!!

El señor Espinoza agrega que la criminalidad en Limón o Puntarenas no puede enfrentarse solo a nivel policial o represivo ya que los problemas delincuenciales obedecen a causas sociales, desempleo, pobreza, disgregación familiar, etc. Y mientras no se resuelvan esas que son las verdaderas causas, los problemas continuarán.

El entrevistador le pregunta sobre la influencia del narcotráfico. El director del OIJ hace dos afirmaciones contundentes: Costa Rica se ha convertido en una gran bodega de cocaína y en uno de los MAYORES EXPORTADORES DE COCAÍNA del mundo. Tremenda revelación dicha por uno de los más altos dirigentes policiales. Sin embargo, los dirigentes políticos no le dan la importancia requerida al tema y creen que con escáneres o redadas podrán resolver o menguar la situación. Tengamos presente que el problema del narcotráfico en vez de reducirse, como nos pregonan todos los ministros de Seguridad y presidentes, crece continuamente hasta los niveles que revela el director del OIJ.

El asunto de la influencia de las drogas sobre la delincuencia me recordó que en Las Maras de El Salvador el negocio de las drogas no es el más importante, sino que es secundario, porque el territorio salvadoreño no es lugar de paso de la cocaína. El negocio de Las Maras es principalmente la EXTORSIÓN lo que les ha permitido dominar grandes territorios donde impera su ley y ha obligado a los gobiernos de turno, incluyendo al actual, a establecer negociaciones y pactos de tolerancia. Dicen que la represión contra Las Maras empezó cuando estas pasaron de hacer negocios de los barrios pobres a los barrios de los ricos. La extorsión fue el negocio inicial también de la mafia neoyorquina y estadounidense, como vimos en la película El Padrino II.

El negocio de la droga no es la causa primaria de la problemática criminal, sino que son las condiciones de miseria, desempleo, desesperanza o violencia en que viven miles y miles de jóvenes.

Los gobernantes de este país deberían tomar muy en serio que están parados sobre una bomba de tiempo, que no se resolverá con más represión y violencia, sino con salarios justos, empleos, oportunidades o educación que abran otro horizonte para Limón y Puntarenas.

Marcha 8M: “Marchamos para defender todos nuestros derechos”

Comunicado de prensa

En defensa de nuestros derechos, organizaciones de mujeres feministas y activistas independientes, convocamos a una marcha pacífica el 8 de mayo a las 9:30 AM, a partir del costado sur del Parque de la Merced, Avenida 4, por el Boulevard Peatonal.

En ocasión del traspaso de poderes a la nueva administración gubernamental, haremos uso de nuestro derecho a la libertad de asociación, la libertad de expresarnos y de manifestarnos, defendiendo para Costa Rica, el Estado Social de Derecho, comprometido con el bienestar de la población y la sostenibilidad de la vida. Para ello exigimos:

  • Un modelo económico solidario e inclusivo basado en una economía de ciudadanos que fortalezca la institucionalidad pública y procure políticas protectoras e impulsoras de los sectores productivos con mayor vulnerabilidad social.
  • Una política fiscal progresiva, justa y equitativa: sin afectar los programas sociales, aumentando los impuestos a quienes poseen más riqueza e ingresos y derogación del paquete de leyes que el acuerdo con el FMI exige y de la Regla Fiscal (que pone en crisis el funcionamiento de instituciones públicas fundamentales).
  • Una democracia participativa y estado laico: condición democrática básica para garantizar los vínculos sociales y la reconstrucción del tejido social inclusivo, protegiendo los derechos humanos de todas las personas, la libertad, la justicia social, la igualdad, el pluralismo, la participación y la convivencia social basada en el respeto a las diversidades.
  • Una garantía del ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos pues la igualdad y el cuidado de la vida pasa por el cuidado de nuestros cuerpos y por el reconocimiento de nuestra autonomía sexual y reproductiva.
  • Una garantía del derecho a una vida libre de violencia para las mujeres y el fortalecimiento de la institucionalidad creada con ese fin, garantizando los recursos requeridos.
  • Una garantía de que Costa Rica cumplirá con los compromisos internacionales asumidos para lograr la igualdad entre mujeres y los hombres, en todos los ámbitos públicos y privados.
  • Una estrategia para enfrentar el problema de desempleo y del empleo precario que afecta actualmente a la población costarricense: haciendo énfasis en políticas, programas y medidas concretas y realizables para que las mujeres tengan acceso a trabajos de calidad y bien remunerados.
  • Una estrategia para asegurar la calidad de los servicios de salud integral, incluyendo la salud mental; la calidad de la educación pública sin exclusión; y la seguridad alimentaria para toda la población.

Instamos al desafío de mantenernos como una ciudadanía unida y vigilante.

Con el mismo entusiasmo, invitamos a las organizaciones y colectivos de mujeres y mixtos de otros lugares del país, a marchar o a manifestarse por diferentes medios y así sumar actividades vinculadas a esta convocatoria.

Para cualquier contacto: mujeresenaccion.costarica@gmail.com

ORGANIZACIONES FIRMANTES:

Elementos para el análisis de la situación actual en Costa Rica, abril-mayo de 2022

Msc. Carlos Delgado Rodríguez. Profesor e investigador

El contexto internacional

Luego de la caída del bloque socialista se constituyó un único sistema económico y político mundial. Todo desarrollo se dio en el marco de las relaciones capitalistas de producción.

Pero no solamente cayó el bloque socialista, sino que también otras formas geopolíticas relevantes, como el de los países no alineados, se fueron desdibujando, hasta desaparecer como entidad política internacional. El interior de los países de Europa, en donde había un fuerte movimiento socialista y una tradición de lucha de la clase obrera, estos movimientos fueron paulatinamente desarticulados y su lugar en la política europea quedó prácticamente reducido a la insignificancia.

La socialdemocracia reformista que formó parte del estado de bienestar europeo, se convirtió en una fuerza fundamental a la hora de reconfigurar las formas de acumulación en Europa y el mundo: la socialdemocracia fue un vehículo privilegiado del pensamiento neoliberal, o dicho de otra forma, partidaria del capitalismo puro y duro.

El movimiento obrero y popular en estos últimos 30 o 35 años, ha sido derrotado y subordinado casi en todas partes. La correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo a escala mundial se transformó favorablemente para el capital, lo cual permitió construir un capitalismo hegemonizado por las grandes corporaciones multinacionales sin fronteras, y ampliar la tasa de explotación para compensar los problemas con la caída tendencial de la tasa de ganancia.

Como en otras formaciones económicas de la historia, el desarrollo siguió siendo desigual al interior de los países capitalistas, y entre estos países.

África y América Latina continuaron siendo continentes subordinados a las lógicas de acumulación de los países Centrales: Estados Unidos, Europa y Japón. América Latina ha mostrado de forma cíclica el surgimiento de gobiernos “progresistas” que intentaban al menos romper con el desarrollo subordinado a los centros hegemónicos y proponían formas de gobierno más soberanas e independientes. Estos gobiernos  progresistas tienen matices diferentes, que exigen un análisis de cada contexto nacional, para esclarecer cuáles son estas diferencias y los rumbos que cada uno de estos procesos podrá tener en el futuro.

Estados Unidos fue la potencia hegemónica indiscutible, al menos durante un par de décadas.

Pero con el desarrollo de las contradicciones del capitalismo global, y la dinámica de los distintos países, fueron surgiendo nuevas potencias: China y Rusia, que conforme se fueron consolidando económica y militarmente, empezaron a reclamar un lugar propio en el escenario del capitalismo mundial, fuera de la dominación de Estados Unidos.

La globalización ha mostrado un desarrollo industrial, tecnológico y económico mucho más dinámico en Asia que en el resto del mundo. China y otros países de Asia hicieron posible un mayor rendimiento de los beneficios para el capital, entre otras cosas porque la tasa de explotación era más alta ahí que en el occidente desarrollado: Estados Unidos y Europa. Por ello, hacia China y otros países asiáticos fluyeron grande inversiones de las transnacionales, que favorecieron, en primer lugar, los intereses del capital corporativo y financiero global, pero también posicionaron a ese continente como un escenario industrial, financiero y tecnológico más dinámico que Estados Unidos y Europa.

El Occidente global se fue inclinando hacia formas de acumulación dominadas por la especulación y el dominio del capital financiero. Estados Unidos perdió paulatinamente su aparato productivo e industrial que se mudó a Asia. Asia, y China en particular, se convirtieron en la fábrica del mundo. Pero China fue más lejos. Poco a poco fue imponiéndose como prioridad el desarrollo de las tecnologías de punta, y las actividades más complejas del desarrollo industrial, que siempre estuvieron monopolizadas por occidente. Esto fue posible puesto que China tiene un aparato político –Partido Comunista, le llaman ellos- que organiza, orienta, y piensa la realidad china, y es capaz de convertir estos productos intelectuales en actividades y logros concretos, con una rapidez y solidez que no tiene rivalidad en occidente ni en ninguna otra parte. China no es una simple economía de mercado.

Si se le puede llamar de alguna manera, China tiene un modelo mixto centralmente dirigido: todavía conserva una poderosa influencia estatal en la economía, a la par de una economía de mercado, y sus respectivas relaciones sociales de producción capitalistas. Tampoco obtuvo su éxito por acoger al capitalismo como indican algunas personas; si el éxito de China se hubiera derivado de abrazar el capitalismo, pues entonces todos los países capitalistas, o sea todo el mundo, estaría igual que China; pero no es así.

En cambio, regiones completas en Estados Unidos perdieron con la globalización, como son aquellos estados en donde se había instalado la anteriormente pujante industria del automóvil, que luego se trasladó fuera a producir, y dejó regiones enteras sumidas en la pobreza. Acá hubo un proceso inverso: el desarrollo pujante se convirtió en subdesarrollo, esto en el principal país capitalista del planeta. Y todo esto gracias a la llamada globalización que permitió que el gran capital pudiera producir, vender y hacer negocios en todas partes, sin ninguna responsabilidad geográfica. En donde está la ganancia están las inversiones. La economía de Estados Unidos pasó a ser una economía no competitiva, de tipo parasitaria amparada en el poder militar y en el dólar.

Con la crisis del 2007-2008 se dio una gran recesión a nivel mundial, y cayó la dinámica económica en Estados Unidos y Europa. Pero esto no sucedió en China y Asia. Luego hubo una recuperación de las tasas de crecimiento, pero en medio de una gran incertidumbre, y retrocesos frecuentes. El caso más grave es Europa.

Pero, ahora mismo, y como un producto de la combinación de la crisis del coronavirus, y las sanciones y exclusión de Rusia por parte de occidente, se cierne sobre Estados y Europa una gran inflación y posiblemente una recesión. Según algunos analistas el panorama que se vislumbra en términos económicos es uno de los más duros de los últimos 50 años. En este sentido hay que destacar que para algunos analistas la crisis del 2007-2008, implicó el surgimiento de una depresión que en realidad hasta la fecha no se había superado. Entonces, ahora, las potencias centrales del occidente global suman a esa situación los efectos del covid-19 más las implicaciones de las sanciones contra Rusia. Parece que se ha gestado una gran tormenta que pasa por la inflación, la contracción económica y un proceso cada vez más acelerado de des globalización. El sistema capitalista mundial con el conflicto de Ucrania y las sanciones de occidente se ha fracturado profundamente. Los alcances de esto aún están por dilucidarse.

La política internacional de Estados Unidos se convirtió en una actividad orientada a desestabilizar todo lo que toca, o todo aquello que ese país supusiera un peligro  para su dominio imperial. El imperio continuó empantanado en Afganistán sin lograr ningún triunfo militar o geopolítico. En Medio Oriente se enfrascó en un conflicto cada vez más intenso con Irán, sin poder subordinar a este estado. Promovió la invasión de Libia por la OTAN a costa de destruir la economía de ese país, y sin poder ofrecer nada a cambio. De Afganistán finalmente salió derrotado.

En Siria ha intentado cambiar el régimen, pero la intervención de Rusia lo hizo imposible. La presencia de Estados Unidos en Siria solo consigue crear caos y confrontación, sin poder exhibir triunfos militares, políticos y económicos contundentes. Para Medio Oriente Estados Unidos no propone nada, más que desestabilización y un apoyo incondicional al proyecto del sionismo internacional representado  por Israel.

La guerra en la que embarcó a Arabia Saudita contra Yemen no parece tener fin, y  peor aún, pues Arabia Saudita no se pudo imponer militarmente a los grupos que defienden Yemen. En este momento ha tenido que aceptar una tregua frente a la ofensiva de las tropas yemeníes. Incluso, Arabia Saudita e Irán están en negociaciones para ver si es posible restablecer los vínculos diplomáticos que se perdieron años atrás.

Hezbolláb se ha fortalecido en el Líbano, así como el ejército de Siria, luego de la larga guerra de este país contra los grupos financiados y apoyados por Estados Unidos y la OTAN. También la capacidad de la resistencia palestina ha mejorado notablemente, sobre todo porque ahora pueden producir sus propios misiles cada vez más potentes. En una próxima gran guerra entre Israel y sus enemigos políticos el precio que pagarán los sionistas posiblemente sea muy alto.

Estados Unidos, luego de la partida de Trump, decidió salir de Afganistán. Seguramente no había otra alternativa, pero la forma en que lo hicieron hizo recordar otras derrotas como la de Vietnam. Parece que después de tanto tiempo sosteniendo una invasión que no iba para ninguna parte, no era posible salir con alguna elegancia del teatro de operaciones.

Con Irán Estados Unidos simplemente no ha podido, a pesar de todos los bloqueos y las sanciones. Hoy Irán, China y Rusia han constituido un vínculo estratégico que le ha permitido a Irán ir resolviendo su difícil situación económica producto de las sanciones de Estados Unidos.

China, por su parte, se ha convertido de hecho en la primera economía del mundo, puesto que Estados Unidos tiene una economía de tipo especulativo y financiero cuyo aparato productivo se ha debilitado sostenidamente, y hoy no tiene la pujanza de otros tiempos; por ejemplo, en los años 50 Estados Unidos producía el 50% de los bienes industriales del mundo.

China también tiene una visión y una propuesta que ya está en marcha para la economía mundial. Se trata de la Ruta de La Seda. Esto es algo que está en camino y conecta a Asia, Europa, África y América Latina a través de un sistema de puertos, aeropuertos, carreteras y sistemas ferroviarios. Infraestructuras y proyectos que China financia. Todo esto mientras Estados Unidos y los mismos Europeos no tienen nada en la mano que proponerle a sus respectivas periferias económicas y política. Estados Unidos solo trata de bloquear lo que China propone, más no puede hacer.

China, además, ha tenido avances destacados –para decir lo menos- en su carrera espacial y en el desarrollo de la tecnología militar. A esto hay que sumar el 5 g, la inteligencia artificial, los desarrollos en nuevas propuestas para la producción de energía nuclear, entre otras cosas.

La situación en el occidente desarrollado, en términos económicos, no ha sido muy feliz. Y la pandemia del COVID19 vino a profundizar problemas que ya estaban presentes, y a crea otros nuevos. Pérdida de la dinámica económica, problemas con las cadenas de valor globales, escasez de productos básicos, desempleo, crisis hospitalarias. Europa y Estados Unidos mostraron en estos momentos todas sus debilidades. En Estados Unidos hubo hasta escasez de ventiladores para las personas enfermas, algo que en otro momento la industria de ese país hubiera fabricado con prontitud y calidad; ahora hubo que importarlo de China. Como se dijo anteriormente este escenario no deja de agudizarse y tiende a manifestarse como un proceso de inflación y recesión de grandes dimensiones para Estados Unidos y Europa.

El nuevo escenario con la guerra de Ucrania

Rusia, luego de las tentativas de negociación y de usar los canales diplomáticos para intentar darle una salida a la guerra interna de Ucrania y las matanzas en el Dombas, por parte del ejército Ucraniano, se decidió por entrar a Ucrania y destruir el ejército de ese país y los contingentes militares de los Neonazis amparados por la OTAN y Estados Unidos. Este nuevo conflicto tomó a Estados Unidos y sus títeres europeos desprevenidos, o al menos, sin haber calculado adecuadamente sus posibilidades de respuesta. Como no podían responder militarmente, pues el ejército Ruso tiene la ventaja estratégica sobre Estados Unidos y la OTAN, entonces idearon sobre la marcha una lluvia de sanciones económicas, que no fueron bien organizadas ni dirigidas, y el resultado hasta ahora ha sido que la economía Rusa no se derrumbó, y la economía europea está camino a la recesión en vista de la dependencia que tiene de productos esenciales hechos en Rusia, como el gas, el petróleo y los alimentos. A esto hay que agregar que había un flujo financiero de Rusia a Europa que alimentaba las actividades especulativas de muchos de esos países, y ya ahora no existe.

Europa y Estados Unidos no han podido responder militarmente en serio frente a Rusia –al menos por ahora-, cosa que perfectamente entienden todos los ejércitos del mundo que están siguiendo este drama. Estados Unidos ha perdido no solo su hegemonía económica, sino también militar. Biden puede insultar a Rusia, pero no puede cambia el curso de la guerra, ni aislar a China y Rusia, ni impedir el surgimiento de un nuevo orden internacional.

El capitalismo global hoy se reorganiza a partir del desarrollo de las contradicciones entre el bloque hegemonista de Estados Unidos, Europa y Japón, y el bloque contra hegemónico liderado por China, Rusia, Irán, al que se pueden sumar India, Turquía, y otros países de la  periferia. Entre otras cosas van a surgir nuevas entidades financieras, rutas económicas, potencias regionales, formas de intercambio y el dólar va a ser sustituido paulatinamente por distintas monedas, o monedas regionales basadas en acuerdos entre países. Esto último sería un golpe mortal para la economía de Estados Unidos fundamentada en productos financieros y en grandes transferencias de valor auspiciadas por su moneda, que es la moneda internacional y por la que el mundo debe pagar a Estados Unidos. El dólar es una moneda fiduciaria sin ningún respaldo. El dólar es la última gran imposición de la hegemonía declinante de Estados Unidos. Su dominio mundial está en retroceso, y con esto se avizora el derrumbamiento del Imperio estadounidense en todas sus líneas.

En medio de todo esto se va construyendo un capitalismo fragmentado, entre Asia  como centro principal de la economía mundial, y Estados Unidos y sus títeres europeos. Tal cosa no será ni rápida ni fácil, puesto que hay una multitud de conexiones recíprocas que existen hasta la fecha y no pueden ser sustituidas por unos y otros. Pero la dinámica económica y el crecimiento parece que seguirán siendo sólidos en el capitalismo Asiático, mientras declinan en el mundo occidental. El lugar que ocupen las periferias en este proceso dependerá de la coyuntura. Sin embargo, África y buena parte de Asia están dispuestas a participar en la Ruta de la Seda. Igual vale para países como Brasil, Argentina, Venezuela, Chile, en América Latina. El imperio debilitado en términos económicos y militares no le va a ser tan fácil meter en su redil a aquellos países que se revelen, o que simplemente consideren que tienen más beneficio de las relaciones con China y sus socios comerciales.

Hay una crisis profunda de la globalización capitalistas que hasta el Fondo Monetario considera que terminará por fragmentar o regionalizar el mundo. Estados Unidos y Europa, por una parte, enfrentados a China y su socio Rusia; a estos se le une Irán, y eventualmente India y Turquía. Pero no serán alineaciones mecánicas o simples, pues muchos jugadores tendrán movimientos e intereses que defenderán a partir de mantener grados significativos de autonomía. Por otra parte, el desacople entre China, Estados Unidos, y China y Europa no es sencillo, hay profundos vínculos y encadenamientos productivos y de negocios. Las grandes corporaciones occidentales están en China y no querrán salir del mercado más grande del mundo. Así que todo esto no es blanco y negro.

Es también necesario destacar que Rusia y China no son países homogéneos, sino que en ellos hay sectores que tienen preferencias o intereses contrapuestos. En Rusia, por ejemplo, la directora del Banco Central es considerada por un prominente economista ruso como una persona alineada con las políticas del Fondo Monetario y los intereses de occidente. No obstante, Putin la ratificó como presidenta del banco central ¿Cómo habría que leer eso? Igual en China, hay sectores que han mirado a occidente, y que han hecho grandes negocios en Europa y Estados Unidos, esos sectores no van a renunciar fácilmente a esa relación beneficiosa. Lo mismo ocurre si se mira hacia Estados Unidos. Las grandes corporaciones han hecho extraordinarios negocios en China y han estado felices con esto ¿Se van a ir dejando atrás el entorno de negocios más dinámico del mundo? No hay una respuesta aún para eso. Lo que si es cierto es que la ofensiva económica, cultural y política contra Rusia; y el costo que para el resto del planeta tiene la institucionalidad (dólar incluido) impuesta por Estados Unidos, más su hegemonismo asfixiante hace imposible que Rusia, China, Irán, la India, Turquía, y muchos otros países del medio oriente, África y América Latina lo puedan ignorar. Hay una gran confrontación en marcha, entre el viejo hegemón imperial –Estados Unidos- y China y Rusia, como fuerzas contra hegemónicas, y esto va a afectar a todo el planeta.

Ya el escenario mundial muestra una gran crisis internacional que se puede asociar a:

  • Una gran inflación en Estados Unidos y Europa;
  • Crisis alimentaria y subida del costo de los alimentos, lo cual va a golpear fuertemente a las mayorías sociales en todas partes.
  • Aumento de las materias primas, cosa que podría beneficiar, o ya está beneficiando a algunos países de América Latina, aquellos que tiene petróleo, y minerales entre otras cosas.
  • El aumento del precio de los hidrocarburos va a afectar profundamente a la economía mundial. En nada va a ayudar a Europa y Estados Unidos a mejorar la economía. Europa se va a volver menos competitiva frente a China, que va a comprar petróleo ruso a un mejor precio. En general el aumento del petróleo será un factor inflacionario de alto poder.
  • Contracción del mercado mundial. Luego de la crisis del 2007-2008 el crecimiento que había experimentado el comercio internacional se hizo más lenta, incluso pasó a crecer menos que el PIB mundial. Este será un factor, que según algunos analistas también sería un curso negativo, o sea, menos crecimiento a la luz de este conjunto de factores críticos que afectan el desempeño de la economía mundo capitalista.
  • Nueva crisis de las cadenas globales de abastecimiento por la guerra y los problemas con el Covid19 en China. Otra vez, igual que cuando el covid19 las cadenas de abastecimiento global se encuentran en problemas, pues China ha tenido que meter en cuarentena algunos de los lugares más relevantes de sus estructuras industriales, pues ha habido rebrotes de la enfermedad. La globalización, otra vez, en un intervalo muy corto, muestra inconvenientes que en medio de la euforia que prevaleció años atrás por parte de los globalistas, nunca se pensaron como posibilidad. Ahora simplemente es un hecho, la globalización se desordena y fragmenta a una velocidad cada vez mayor.

Todo lo anterior hace pensar a algunos analistas en la necesidad de procesos económicos más auto centrados. De hecho, China, ha manifestado que pretende ser autosuficiente para protegerse de la eventualidad de problemas de abastecimiento o sanciones al estilo de las que impone Estados Unidos. Rusia simplemente tendrá que hacerlo como lo hizo Irán ¿Hacia dónde va la globalización?

También hay quienes consideran que luego de un marcado debilitamiento de los estados nacionales, otra vez, al calor del debilitamiento de la globalización, surge la necesidad de reconstruir las soberanías nacionales y procesos más auto centrados en los distintos países.

La sociedad costarricense

En estos últimos 35 años  la sociedad costarricense ha pasado, paulatinamente, de ser un “estado-social” orientado por el capital industrial y agrario nacional, con una tradición reformista constituida en las décadas que van de de 1940 a 1960, con capacidad hegemónica, a uno dominado fundamentalmente por el capital financiero y especulativo, así como por el capital transnacional, exportador e importador; ha habido grandes cambios institucionales, económicos y políticos.

En términos institucionales los objetivos y las acciones de las instituciones se fueron modificando gradualmente. Los proyectos de construcción de vivienda social prácticamente desaparecieron. El Ministerio de Agricultura y el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) dejaron de dar asistencia técnica a los pequeños y medianos agricultores. El IDA, que no hizo mucho en cuanto al tema de la reforma agraria –en realidad nunca la hubo-, pero que distribuyó algunas tierras, dejó de hacerlo.

La Caja Costarricense del Seguro Social, que ha sido una institución fundamental para la estabilidad político-social costarricense, está cada vez más debilitada. Un aspecto central para entender esto es que a la fecha de hoy 2022, un 50% de la fuerza de trabajo costarricense está en la informalidad, o sea que no cotiza para el régimen de la Caja. Las consecuencias de esto en el mediano plazo son devastadoras. No hay institucionalidad social posible en una sociedad en la cual la mitad de la población no participa de la economía formal. Y tal cosa ni siquiera fue tema en la campaña que recién pasó.

Costa Rica pasó de ser una economía con un cierto desarrollo del mercado interno, para convertirse en una economía extrovertida dirigida al mercado internacional. El desarrollo industrial sustitutivo de importaciones y vinculado al mercado común centroamericano de la década de 1960-1970, desapareció; y las empresas que quedaron pasaron a manos del capital transnacional. Ahora el desarrollo industrial se encuentra concentrado en las Zonas Francas, que son centros en los que el capital transnacional opera, y forman parte de una cadena de valor internacional que no tiene encadenamientos internos, pues son enclaves del capital extranjero que no producen ningún desarrollo. Por cierto, estas Zonas Francas se concentran fundamentalmente en el Valle Central.

Los sectores de la burguesía que fueron desplazados de las actividades productivas e industriales, pasaron a ser gerentes de las inversores extranjeros, socios de la banca privada, especuladores, inversores en bienes raíces, importadores, pero en todo caso, posiblemente la mayoría se salió de las actividades productivas. Tal vez, algunos se pudieron refugiar en actividades agrícolas, por cierto, altamente concentradas como la piña, el banano, el melón, el azúcar, que son fundamentalmente productos de exportación. En Costa Rica las actividades industriales vinculadas al mercado interno y a la burguesía nacional disminuyeron notablemente. En las zonas francas hay actividades tecnológicas, pero estas se realizan por parte de empresas transnacionales, cuyas tecnologías forman parte de sus patrimonios de conocimiento, que no se comparten ni trasladan hacia los lugares geográficos en los que operan estas empresas.

Desde hace 35 años o más, la consigna del estado en materia económica es que hay que atraer inversión extranjera para el desarrollo. Pero esta inversión no está acompañada de requisitos, ni de planes públicos que la orienten; así que el desarrollo nunca se produce, puesto que el capital extranjero invierte para obtener ganancias, no para producir algún desarrollo. No hay transferencia tecnológica o  encadenamientos significativos con el mercado interno y las empresas locales. La presencia de estas inversiones extranjeras en términos de potenciar las estructuras de la economía local, es inexistente.

Los partidos políticos se fueron haciendo cada vez más electorales, sobre todo Liberación Nacional, que fue uno de los protagonistas de la reforma social de las décadas que van de 1940 a 1960; para luego convertirse en el partido que hizo las grandes transformaciones que desestructuraron la reforma social, y en su lugar constituyeron un estado al servicio de los procesos de globalización y acumulación orientados por el capital transnacional.

Liberación fue el partido de la burguesía costarricense que construyó el estado con base industrial dependiente y diversificación del agro, junto con políticas de distribución social, y una institucionalidad que atendió necesidades económicas y  sociales de las mayorías. Fue un  partido estructurado que realizaba congresos, que debatía ideológicamente, que formaba cuadros y que tenía a su interior fracciones que iban desde los liberales reformistas, hasta los neoliberales, pasando por sectores que pugnaban por transformaciones más radicales a favor de las mayorías sociales (véase el Manifiesto de Patio de Agua). Eso ya no existe, el partido fue demolido paulatinamente, y hoy lo que queda es una estructura electoral vacía en la cual no hay debate, ni propuestas consistentes, que sean construidas a partir de las necesidades del desarrollo del capitalismo en Costa Rica.

Hoy la burguesía costarricense no tiene partidos políticos orgánicos que piensen su realidad histórica política, ni grandes institutos, ni tanques de pensamiento, ni nada significativo que oriente de forma discernida y crítica el rumbo del capitalismo en el país. Simplemente en una sociedad mercado céntrica hay que dejar que el mercado decida, ya no es necesario reflexionar nada, el mercado proveerá. Hoy los intelectuales orgánicos del capital, cito a un amigo, son  los publicistas; y tal vez, algunos periodistas o directores de medios, que no guardan ninguna distancia crítica frente a sus patrones. Son en lo fundamental sirvientes de tiempo completo, por eso, de ellos no se puede esperar nada. A esto hay que agregarle la enorme ignorancia que los acompaña por deformación, y que no ayuda en nada a la hora de abordar los grandes temas sociales, económicos y políticos de la sociedad costarricense.

El campo popular se quedó sin expresiones político organizadas de izquierda desde prácticamente la segunda mitad de la década de 1980. La izquierda desapareció. Algunos otros movimientos sociales y gremiales y otras formas de organización social, no han hecho más que debilitarse. En estos años hubo algunos eventos muy significativos en el campo de las luchas sociales como el Combo del ICE, o el referendo para definir si se firmaba un tratado comercial con Estados Unidos o no. En el primer caso –el Combo del ICE- hubo una gran victoria popular, pero que no fue seguida de un proceso de organización social y fortalecimiento orgánico del campo popular. En el segundo caso hubo una gran derrota que debilitó, dispersó, y amilanó el campo popular, hasta la fecha.

El frente gremial es débil y disperso; además economicista y coyuntural. No se perciben vientos de cambio en este frente, ni buenas nuevas. En el campo del agro desde hace años que el movimiento campesino se dispersó, se debilitó cuantitativamente y organizativamente, así que no ha protagonizado luchas o movimientos significativos.

Los movimientos estudiantiles de las universidades públicas y el sector público de secundaria, no han tenido ningún protagonismo relevante en más de una década, al menos. Los jóvenes no muestran mayor interés por la política como un espacio para la transformación social y la organización del campo popular. No se organizan, no se movilizan. Su campo de “acción” son las redes sociales, y ciertas formas de socialización no políticas. Entre los sectores populares los jóvenes se exponen al desempleo, las dificultades para estudiar, la propagación de las drogas y las estructuras mafiosas que la acompañan, la ausencia de políticas públicas para atender sus necesidades; y además, la conformación de escenarios mediáticos con contenidos fundamentalmente alienantes y diversionistas que los atrapan. Los contenidos de los mensajes televisados, en YouTube, en las redes sociales, presentan estilos de vida derrochadores y opulentos, ostentados por cantantes y otros personajes mediáticos, que se convierten en modelos a seguir.

En estos espacios mediáticos y redes sociales se construye un mundo francamente opuesto a las condiciones de vida de las mayorías, que no existe más que para pequeños grupos, o simplemente es una construcción fantástica; la propuesta es una sociedad envilecida sustentada en el “salvase quién pueda”, sin ningún reparo por la tragedia de grandes sectores de la población sumidos en la pobreza. Ya no se trata de un mundo mejor para todos, sino, solo, de un mundo de opulencia, derroche y evasión para mí, desde el cual mirar la pobreza y la miseria humana producida por el capitalismo, sin ningún tipo de reparo crítico. Todo eso con la conciencia tranquila.

El movimiento comunal parece sumido siempre en una dimensión muy acotada, resolviendo asuntos relacionados con el ornato, el estado de los caminos del vecindario, los problemas de inseguridad, la administración del salón comunal y cosas por el estilo, sin mayor significado. No hay un movimiento nacional, ni discusiones relacionadas con el bienestar de las personas de las comunidades, ni sobre las grandes carencias de las barriadas populares.

En los últimos años han sido los algunos pueblos indígenas, y particularmente algunos sectores politizados, los que han levantado las banderas de la autonomía de los territorios en los que habitan, y a su vez, han estado recuperando las tierras de los territorios indígenas en manos de personas no indignes. Ya esto les ha costado la vida a dos indígenas en los territorios. Los gobiernos del PAC han ignorado completamente estas luchas y se han negado a intervenir para garantizarles a estos pueblos su derecho al acceso a tierras que les pertenecen. Esta misma indiferencia de los gobiernos y los estados se ha mostrado en las Universidades, ambientalistas, grupos de feministas, que no han hecho mayor cosa. La sociedad costarricense ha sido indiferente frente al drama de los pueblos indígenas. Los grandes medios que con frecuencia denuncian los “abusos a los derechos humanos en Venezuela, Cuba” y otros países, no dicen nada al respecto.

Tal vez, entre las mujeres feministas jóvenes ha habido algunas manifestaciones fuertes para denunciar el patriarcado y las condiciones subordinadas de las mujeres en esta sociedad. Sin embargo, por ahora sus alcances han sido limitados, pero al menos es relevante que se hayan manifestado de forma independiente y crítica.

En sector público es donde existe más organización de la clase trabajadora, eso sí, con una orientación reivindicativa y economicista de corto plazo, que siempre, o casi siempre, ha ignorado la suerte de sus compañeros y compañeras de clase del sector privado, en donde la organización de los trabajadores es casi inexistente. Las condiciones de trabajo, salarios y garantías sociales entre uno y otro sector muestran fuertes diferencias a favor de los empleados públicos que tradicionalmente han tenido más libertad para organizarse. En cambio los trabajadores privados siempre han sido reprimidos, tienen salarios más bajos y condiciones en general de trabajo de mayor explotación que en el campo público. Esto de alguna manera crea una fractura entre estos sectores de trabajadores. Muchos trabajadores del campo  privado se han convencido de que las condiciones laborales en el campo público son un privilegio que hay que eliminar.

Nunca, o casi nunca, ha sido posible que entre estos sectores de trabajadores se creen colaboraciones para enfrentar las condiciones de explotación realizadas por el sector patronal. Esto es una extraordinaria limitación de la clase trabajadora costarricense, que además del economicismo, tiene una visión muy limitada de la lucha política y social basada en criterios puramente fragmentarios; así, cada sector defiende sus intereses, pero no se logra conformar una propuesta política reivindicativa que logre hacer confluir los distintos sectores en un frente común contra el capital. Se vive una especie de felicidad de la corporativización de la lucha social.

El campo popular tampoco tiene una expresión política propia que oriente sus luchas y que le haga frente al capitalismo puro y duro (como decía Samir Amín) que se ha instalado en los últimos años. El campo popular está completamente desarmado frente al capital.

En el terreno político partidario, el Frente Amplio ha sido una fuerza puramente electoral que tuvo alguna presencia destacada en la asamblea legislativa durante la administración Solís, sin embargo, su desempeño fue tan desteñido e irrelevante que luego de tener 9 diputados, pasó a 1. Luego, su presidenta fue ministra de la condición de la mujer, en el gobierno de Alvarado. Abaló con su presencia en el gobierno del Partido Acción Ciudadana todas las políticas que se impulsaron contra el campo popular; y sobre todo, la desatención a las demandas populares y la represión que el gobierno de Carlos Alvarado llevó a cabo contra algunas luchas del campo social.

Ahora el Frente tuvo 6 diputados. Ninguno de ellos representa un vínculo con algún sector social destacado o beligerante. Parece que el Frente acota su accionar político a la asamblea, escenario que está completamente dominado por agrupaciones que representan los intereses dominantes, sin ningún contrapeso significativo. El FA ¿continuará “atrincherado” en el parlamento, sin poder construir un vínculo con el campo popular, que es de por sí débil orgánicamente? ¿Cuál será la propuesta desde ahí? Si no se logra algún grado de articulación con el campo popular, su presencia en el parlamento será irrelevante en el contexto político costarricense.

Los únicos partidos de izquierda que aún perviven son los troskistas, pero su número, peso y extensión en el territorio y entre los distintos sectores del campo popular, no es significativo. Tienen presencia en el sindicato de Acueductos y Alcantarillados desde donde han denunciado irregularidades que se han cometido en la institución.

Los resultados de las elecciones de febrero de 2022

En las elecciones de febrero del 2022 se presentaron más de 20 partidos. Enumerarlos no tiene sentido, pues el peso y el protagonismo de la gran mayoría fue irrelevante. Igualmente vale para sus propuestas programáticas, que son improvisaciones con pretensiones puramente electorales. Además, nadie le da seguimiento a los programas de los partidos que ganan las elecciones, puesto que se asume que esto es fundamentalmente un requisito para participar. Por ello, los contenidos de la mayoría de los programas de los partidos son irrelevantes, salvo en algunos casos, en particular cuando estos contenidos se relacionan con las directrices de los organismos internacionales, o los intereses de las fracciones del capital que ganan las elecciones. En este último caso la aplicación del programa es selectivo, y tiene que ver con la capacidad que tienen las distintas clases y sectores de clase para imponer sus intereses. Si un sector poderoso requiere de una ley, una política o la transformación de algo en el sector público, eso será prioridad para el gobierno de turno, en tanto ese sector económico tenga el peso y poder suficiente para imponerlo. A nadie se le ocurriría ahora volver a proponer la nacionalización de la banca, puesto que el peso del capital bancario y financiero es simplemente dominante, y una cosa de ese tipo no la permitiría. Es un asunto de correlación de fuerzas.

Aspectos relevantes del resultado de la elección del 2022

Liberación y la Unidad Social Cristiana nuevamente no pudieron alcanzar el ejecutivo. Liberación sí tuvo una mayoría en la Asamblea Legislativa. La Unidad tuvo una representación suficiente para no desaparecer. El Partido Acción Ciudadana prácticamente desapareció del escenario electoral luego del gobierno de Carlos Alvarado; no obtuvieron un solo diputado.

Nuevamente un personaje desconocido gana las elecciones. Esto dice sobre todo de la desconfianza que el electorado tiene en los partidos tradicionales como Liberación y la Unidad, y el desprecio que sienten por sus figuras políticas tradicionales. Tal distanciamiento de los partidos que tradicionalmente ejercieron la dirección del estado a favor del bloque dominante y sus distintas fracciones, no necesariamente es el resultado de un proceso de politización de las mayorías sociales, y de la emergencia de algo propio del campo popular, que se oponga como proyecto político económico a la dominación actual. Por ahora es un asunto puramente reactivo.

El nuevo presidente es un hombre del Banco Mundial, o sea, un representante de ese capitalismo puro y duro. Entiéndase: menos estado, más inversión extranjera, una economía volcada hacia afuera, una política fiscal regresiva, se continuará con la desindustrialización, el agro seguirá siendo una actividad con poca atención pública, para decir lo menos. Y, por supuesto, las demandas reivindicativas que se puedan gestar en estos próximos años por parte del campo popular no serán escuchadas. Salvo, por supuesto, que estas tengan tras de sí una fuerza organizada y beligerante. Tal escenario es poco probable. Lo que sí es posible, es una atmósfera de conflictos sociales fragmentarios en el que distintos sectores sociales asfixiados por la inflación, el desempleo, la informalidad, la falta de servicios, los bajos salarios, se lancen a luchar de forma bastante espontánea y desordenada.

Un par de cosas que son indicadores de los contenidos y la orientación de la campaña pasada:

En Costa Rica el 50% de la población laboral está en condición de informalidad, este es un dato aplastante. Sin embargo, ninguno de los candidatos se refirió a este tema. Es algo asumido como una realidad de la que no se habla. Uno interpretaría que los sectores dominantes simplemente dan por un hecho que frente a esto no se puede hacer nada, así que ni siquiera se discute.

Lo otro de gran importancia, incluso a la luz del complejo escenario internacional que se está fraguando con la guerra y la lucha por la hegemonía mundial, es el campo de la agricultura. En Costa Rica no hay políticas para amparar la agricultura local y fortalecer la producción de alimentos  para el consumo popular. Esto debería ser un asunto de gran urgencia, frente al incremento de los precios de los productos agrícolas y la escasez de muchos de ellos en los mercados internacionales; a la par del incremento de los precios de los fertilizantes. El tema de los alimentos es un asunto de vida o muerte para los pueblos. Pero en la campaña pasada de esto ni siquiera se habló. La agenda política estuvo más centrada en los ataques personales y en asuntos de orden puntual, como la corrupción, que en temas que fueran de relevancia para las mayorías sociales. Si no se discute el modelo de acumulación (capitalismo puro y duro dominado por el capital financiero) y sus implicaciones sobre la vida de las mayorías, entonces los temas como la corrupción, u otros asuntos puntuales, resultan irrelevantes.

Otro tema ausente del “debate” electoral fue la situación internacional. Para los políticos costarricenses el mundo externo es como si no existiera, muy paradójico en un país que tiene una economía abierta y extrovertida que, por lo tanto, depende de los movimientos de la situación internacional.

En el marco electoral, la gran prensa costarricense, Canal 7, La Nación, Repretel apostaron al final por el candidato de Liberación Nacional. Presentaron al otro candidato, al que ganó las elecciones, como un corrupto, autoritario y depravado. No se trata solamente de si son ciertas o no las acusaciones, sino, simplemente, de que el otro candidato (el de Liberación Nacional que perdió) tenía expedientes parecidos, pero en este caso no se insistió en sus faltas. Lo que en uno era inaceptable, en el otro no consistía en un problema. El carácter de la gran prensa quedó al desnudo. La gran prensa quedó evidenciada como un aparato que busca una y otra vez modelar el pensamiento de la gente en correspondencia con los objetivos y necesidades de los grupos dominantes. Lo interesante es que a pesar de la campaña organizada desde arriba, el candidato de la gran prensa, el hombre de Liberación Nacional, no quedó. ¿Por qué la gran prensa consideró al candidato de Liberación Nacional, mejor que el otro? Tal vez, porque Liberación tiene más trayectoria política que el otro partido, que recién fue constituido y no tiene ninguna experiencia de nada. Pero esto es solo un intento de explicación, habría que investigar más al respecto.

Por otra parte, la gran prensa estaba inquieta por el aumento del abstencionismo que llegó al 40 % en la primera vuelta. Entonces, junto al Tribunal Supremo de Elecciones plantearon una campaña para reducir el abstencionismo. El abstencionismo no se redujo y la campaña desplegada por la prensa para reducirlo fue ignorada por los votantes. Otra vez la prensa no logró su objetivo. La gran prensa no pudo manipular a la gente en cuanto a escoger quién debería de gobernar el país, ni tampoco pudieron reducir el abstencionismo. Fue un doble desacierto. Luego hicieron como si no hubiera pasado nada. Era lo esperable.

Que se puede esperar para los próximos meses en Costa Rica

La posible recesión o crecimiento modesto de las economías de Estados Unidos y Europa van a impactar negativamente la sociedad costarricense.

El tema alimentario es crucial para cualquier país, y el precio de los alimentos parece que se puede disparar en los próximos meses. Costa Rica podría ser un país que aspire a tener cierta soberanía alimentaria, pero esto requiere de una política pública sólida y comprometida con tal cosa. Eso no existe. Como se indicó anteriormente, ese tema ni siquiera se discutió en la campaña pasada.

Si se mira al campo popular, el sector de agricultores está pobremente organizado y su voz no tiene peso político. Otros sectores sociales organizados podrían tener interés en que el país sea solvente en materia alimentaria, pero esto supondría tener una mirada más allá de la inmediatez reivindicativa y economicista, así que el campo popular en este caso tampoco tiene mucho que decir.

El escenario económico:

  • Desempleo que va más allá del 10%
  • Cerca del 50% de informalidad
  • Aumento en el costo de la vida e inflación
  • Estancamiento de los salarios
  • Posible contracción de las exportaciones y las importaciones
  • Habrá que esperar para ver cómo se comporta la inversión extranjera, en un escenario de crisis global.

Esto solo para mencionar algunos aspectos de gran relevancia que van a desmejorar más la vida de los sectores populares. Cada vez más, las condiciones que cimentaron la hegemonía política del capital sobre el trabajo en Costa Rica, se deterioran más; esto no se traduce, por cierto, en una crisis de hegemonía, pero sí en un escenario cada vez más inestable.

Se perfila un estilo de gobierno que pretende asimilarse la gestión púbica a la empresarial. En medio de la profunda crisis del capitalismo occidental y de la fragmentación o regionalización del capitalismo global; en el caso de Costa Rica, se apuesta por un estilo anclado en los dogmas neoliberales o mercado centristas, y en la asimilación de lo público y lo privado a partir de intentar replicar lo privado en lo público, puesto que se supone que lo privado es sinónimo de eficiencia y corrección, que hace falta aplicar en el campo de lo público para hacerlo eficiente.

Más allá del equipo que el nuevo presidente determine para que lo acompañe, este se va a encuadrar en un guion no solo conocido, sino que además, dentro de lo conocido, el guion que se propone es radical. Si las cosas no han funcionado o funcionan mal, lo que hay que hacer es subordinar cada vez más la lógica del estado y lo público a los criterios de eficiencia empresariales y el mercado. Y, a la par de esto, profundizar los vínculos y las consultas con los distintos sectores privados para poder interpretar más fielmente sus necesidades. Este será un gobierno aún más cercano al mundo empresarial que los anteriores; ya el estado no pretende ninguna autonomía frente al capital, para corregirlo y proteger a los sectores dominantes de sus propios excesos peligrosos para la estabilidad social y política. Ahora, más bien, se trata de interpretar adecuadamente los impulsos del mercado, y las exigencias de los empresarios.

El nuevo presidente fue el encargado de la oficina del Banco Mundial en Indonesia, la agenda del Banco en ese archipiélago fue impulsar los negocios, atraer inversiones, desregulación de diversas áreas, reducción de impuestos, facilitación de procedimientos administrativos; esto tuvo consecuencias sociales para los sectores indígenas de Indonesia, pues descuidó los derechos de los indígenas a la tierra, entre otras cosas. Evidentemente, ahora Chávez no es un funcionario del Banco Mundial, pero, es un economista entrenado en esas políticas económicas, y convencido de su necesidad. Lo esperable es una agenda económica y política inspirada en las políticas y acciones que él normalmente ha aplicado con el Banco Mundial, y que considera apropiadas. Otra vez, los beneficiados serán los sectores financieros, exportadores, importadores, y los inversionistas internacionales. A estos últimos, siempre se les considera depositarios de una esperanza mágica, en tanto en el relato dominante se afirma que el capital extranjero es realmente el que propiciará con sus inversiones el desarrollo. Luego de 40 años de este discurso, el desarrollo sigue sin concretarse.

Chávez inicia su gestión con un proceso público para contratar al personal que va a fungir al frente de los ministerios, es decir, a los ministros y ministras. Al no tener un partido o una estructura política con cuadros y trayectoria propia, entonces, al mejor estilo de cualquier empresa privada, la contratación de los funcionarios de más alto rango en los ministerios se hizo por medio de un concurso en el cual los postulantes pusieron su currículo a disposición del presidente, para que este escogiera, como lo haría un buen gerente de una gran empresa. Una de las ministras designadas indicaba que ella nunca había visto a Chávez, sino hasta el momento en que la entrevistó para el cargo en el que luego fue electa. Ciertamente, en este caso no hay equipo de gobierno, ni procesos previos, que garanticen que estos designados desconocidos puedan articular sus trabajos de una forma más o menos colaborativa y fluida. Luego, Chávez, indicó también, que estos ministros y ministras tendrán que definir su entorno de colaboradores y hacerse responsables por esto. El gobierno que se está yendo se caracterizó, entre otras cosas, por mostrar un gabinete inestable en lo que respecta a las cabezas de los ministerios. Este gobierno que entra parece que andará un camino similar, o más inestable.

El presidente electo, en varias oportunidades, se ha referido a un diagnóstico de lo económico, sin embargo, no está claro si ese diagnóstico ya existe, y sobre él se asentarán las directrices y políticas gubernamentales, o si se refiere a algo que hay que hacer. En todo caso, en ningún momento, hasta ahora, ha hecho público, desde su punto de vista, una caracterización económica del país.

También Chávez habla de establecer consensos con el parlamento. Ya se reunió con la fracción de Liberación Nacional –la más grande-, y también con el conjunto de los diputados electos.

Por otra parte, este gobierno, a pesar de haber ganado las elecciones, carece de apoyo social y  de respaldo político orgánico propio. Tiene, además, una insuficiente representación en la Asamblea. Esto lo pone en una situación difícil. Se tendrá que apoyar en las cámaras patronales que han tenido un peso determinante desde hace años, y prácticamente han cogobernado. Tendrá que negociar hábilmente con la Asamblea Legislativa y particularmente con Liberación Nacional.

El 30 de abril del 2022 se anunció un acuerdo multipartidario: “por una Costa Rica transparente, equitativa y próspera y sostenible”. En este acuerdo participan Liberación Nacional, La Unidad Socialcristiana, Nueva República y el Liberal Progresista. Firmado por un total de 41 diputados. Este acuerdo no tiene como sustentación ninguna lectura o diagnóstico de los problemas sociales, económicos o políticos de la sociedad costarricense, seguramente que no es necesario en una sociedad de pensamiento único, cuyos referentes fundamentales a la hora de establecer las políticas públicas y económicas son el consenso de Washington, el Fondo Monetario, el Banco Mundial y más recientemente la OCDE. La burguesía costarricense y su personal político no tienen cabeza propia para pensar su realidad. Se mencionan como temas relevantes  para este frente legislativo concertado asuntos como: la transparencia, la búsqueda de consensos, la búsqueda del incremento sostenido de la eficiencia del estado, la falta de empleo, lo que ellos llaman el apagón educativo, entre otras cosas.

No parece que entre este sector mayoritario de la Asamblea Legislativa y Chávez hayan diferencias irreconciliables en cuanto a las políticas económicas que se deban aplicar. Tampoco parece que haya discrepancias en cuanto el tema del estado y a la necesidad del “hacerlo más pequeño y eficiente”, que ha sido parte fundamental del discurso neoliberal dominante que todos estos sectores suscriben. Las diferencias pueden surgir, eso sí, cuanto toque impulsar políticas económicas que tengan un efecto selectivo sobre las distintas fracciones de clase, de tal modo que eventualmente puedan favorecer más a unos sectores que otros. O si eventualmente Chávez decidiera tomar decisiones que afecten a sectores económicos que tienen representación fuerte en estos partidos. Como podría ser el caso de los cogeneradores eléctricos privados que se benefician de las políticas del Instituto Costarricense de Electricidad. Estos sectores tienen un anclaje en Liberación Nacional, así que si eventualmente Chávez quisiera cumplir su promesa de campaña de tocar los intereses de este grupo, podría tener roces con la bancada liberacionista. Pero en general, las políticas de apertura económica, achicamiento del estado, motivación a la inversión extranjera, liberalización económica, y otros elementos más del credo neoliberal no están en duda.

El domingo 30 de mayo, fue electo Rodrigo Arias como presidente de la entrante Asamblea Legislativa, con el apoyo de 50 diputados, prácticamente todos los miembros del congreso, incluidos los diputados del partido gobernante. Rodrigo Arias no solamente es un partidario del capitalismo puro y duro, de ideología neoliberal, sino que también una figura principal de la política de los sectores oligárquicos de Costa Rica. Así que las políticas neoliberales de los últimos años no solamente continuarán, sino que se van a acentuar. Es muy posible que pronto se estén concretando acuerdos para terminar con asuntos de la reforma del estado que estaban pendientes. Igualmente, hay mejores condiciones para que se apruebe una la ley de empleo público fuertemente restrictiva con respecto a algunos logros obtenidos por ese sector en años pasados.

Rodrigo Arias no hubiera ganado una candidatura para representar a Liberación Nacional, menos aún, unas elecciones nacionales. Pero en el marco de las estructuras de la democracia representativa, no solo gana en las elecciones de la Asamblea, sino que lo hace casi de forma unánime. Las estructuras representativas de la democracia costarricense funcionan muy bien, pero para la oligarquía y su personal político, solamente.

También, algunos voceros de Chávez han declarado públicamente que el país está quebrado, o en una situación financiera crítica ¿qué se seguirá de esto? Se va a plantear, acaso, que para enfrentar esta situación hay que vender activos del estado ¿Cuáles irán a ser esos activos? ¿Se irá a proponer un plan de austeridad desde el gobierno, y se va a recortar la inversión pública y el presupuesto de los ministerios? Desde la perspectiva de este economista del Banco Mundial, eso sería plausible. Pero aún no se ha pronunciado al respecto. Sus pocos pronunciamientos públicos han sido completamente anodinos.

Desde el campo popular organizado, o lo que queda de él, no se vislumbra ningún proceso orientado a lograr acuerdos para enfrentar lo que posiblemente sea la continuación de la embestida del capital sobre el trabajo y la población pobre. Hasta la fecha no ha sido posible un acuerdo político entre los sindicatos, y entre estos, y otras fuerzas sociales  para presentar un frente común, ante el capitalismo puro y duro que se propone, y que se haya expresado de manera pública en un frente gremial-político con una estrategia o programa propios.

Lo que sí es esperable, son movimientos espontáneos de lucha por la supervivencia de muchos sectores sociales, que están cada vez más amenazados por el proceso creciente de desorganización y crisis del régimen capitalista. Serán expresiones sin mucha conducción, pero eventualmente se podrán radicalizar en el proceso, y terminar enfrentados con las fuerzas represivas del gobierno para configurar escenarios de conflicto social creciente, sin conducción política desde el campo popular.

Por otra parte, el capitalismo global se está fracturando de manera irreversible, y la llamada globalización está en franca crisis. Esto implica que hay un proceso de reorganización del capitalismo mundial. China y Rusia y otros países con peso regional o mundial están construyendo otra institucionalidad y formas de relacionamiento propios, fuera de la hegemonía de Estados Unidos y Europa. Esto también repercutirá en todos los espacios geopolíticos del planeta, y en cada uno de los estados nacionales. Ya algunos analistas hablan del resurgimiento de los estados nacionales con soberanía, frente a la crisis y el descontrol de una globalización que naufraga ¿qué tiene que decir y hacer un gobierno como este? ¿Se apegará este gobierno al manual ortodoxo de la globalización neoliberal y a las recetas del Banco Mundial y el Fondo Monetario?

Los influjos de la economía mundial traen inflación, inestabilidad, crisis del capitalismo mundial y guerra en el campo económico, militar, propagandístico, geopolítico e ideológico. El globalismo occidental liderado por Estados Unidos, y sus aliados subalternos: la OTAN, la UE, y Japón, se enfrentan agresivamente a las potencias capitalistas contra hegemónicas de China y Rusia, y al gran proyecto de la ruta de la seda y la construcción de un capitalismo policéntrico. Esto no lo puede ignorar ningún gobierno. En principio es esperable el alineamiento de esto gobierno con los intereses de los países centrales de occidente.

Por ahora, sin entrar en un análisis detallado, parece que el personal que estará a cargo de los ministerios, ideológicamente es tributario del neoliberalismo que ha campeado triunfante hasta la fecha en el país. Los acuerdos a los que han llegado las distintas fracciones de la asamblea, el nombramiento casi unánime de Rodrigo Arias y la presencia de un funcionario del Banco Mundial en la presidencia del país, auguran un alineamiento de todas las fuerzas políticas en favor de un consenso neoliberal en momentos de crisis internacional y nacional. Lo que viene no solo es más de lo mismo, sino que es un agrupamiento de las fuerzas del statu quo en torno a la defensa de las estructuras y políticas, que han sido producidas por los sectores dominantes en las últimas décadas, y su respectiva profundización hasta las últimas consecuencias. Rodrigo Arias, incluso, se pregunta: ¿Qué esfuerzos tendremos que hacer para que se entienda que no hay cambios sin sacrificios, que no hay cambios sin provocar fracturas y efectos no deseados pero críticos y necesarios para Costa Rica? Parece que la mano viene dura.

La crisis del capitalismo global y su fractura se traduce en inflación, e inestabilidad económica, acompañado esto de la contracción de los mercados globales y la recesión en los países centrales. Para un país como Costa Rica, con una economía extrovertida y dependiente del mercado de Estados Unidos esto no augura más que inestabilidad, inflación, contracción  económica, posible caída de las exportaciones. Todo esto recaerá con furia en las espaladas de las mayorías sociales. Las condiciones para una crisis social, económica y política más profunda están simplemente sembradas. La forma en que esta crisis se va a desplegar es lo que está por verse.

Esta crisis tendrá una manifestación desigual, no solo en términos sociales, sino también geográficos. Las regiones más empobrecidas y afectadas por otros factores, como el cambio climático, serán zonas altamente vulnerables. Los pobres, los desempleados, los adultos pobres, los jóvenes del campo popular, las mujeres de capas medias y populares, la economía campesina, la economía informal serán sectores y grupos sociales con los cuales la crisis se va a ensañar. Los elementos para la inestabilidad y el conflicto social están a la orden del día.

Algunas Conclusiones

La globalización capitalista neoliberal, bajo la forma de un desarrollo desigual, ha profundizado las contradicciones económicas y geopolíticas a escala global, y ha producido grandes fracturas. El dinamismo económico desde hace algún tiempo se trasladó hacia las economías y mercados asiáticos. Esto permitió, entre otras cosas, el surgimiento de China como una gran economía, y como una protagonista geopolítica de primer orden. La crisis financiera del 2007-2008, y luego la pandemia del civd19 (como un factor interviniente), así como la guerra en Ucrania y la respuesta de Estados Unidos y la OTAN a este conflicto, han acelerado las distintas contradicciones (económicas, geopolíticas, institucionales) entre China y Rusia, y el bloque occidental liderado por Estados Unidos. Se ha producido una gran fractura. China, Rusia, Irán, y otros organismos centroeuropeos de cooperación económica y  de Asia central, están construyendo una vía propia en el marco del capitalismo mundial –siempre capitalista, claro está- , en todos los campos, y esto pasa por ir sustituyendo al dólar como moneda de reserva internacional, cosa que a largo plazo es un golpe demoledor para Estados Unidos.

China continúa con un desarrollo económico que se despliega a una velocidad nunca antes vista, en muy poco tiempo habrá sobrepasado a Estados Unidos como principal economía del planeta. La respuesta de Estados Unidos y sus subordinados de la OTAM y la Unión Europea es una política de sanciones y guerra económica frontal. La idea de una globalización que traería paz y armonía y desarrollo mundial ha quedado en el pasado. El escenario del futuro es la confrontación entre bloques que se disputan la dominancia geopolítica planetaria. Cosa nada nueva en la historia del capitalismo mundial. Está por verse hasta donde llegará el proceso de desacople entre estos bloques, y el papel que jugarán las grandes corporaciones multinacionales, que han sido las principales actoras económicas en la globalización neoliberal.

La crisis de la guerra en Ucrania ha desencadenado una lluvia de sanciones de los países centrales de occidente contra Rusia. En un contexto de fuertes encadenamientos, por una parte, y en el cual todavía el occidente apenas estaba intentando recuperarse de la crisis del covid19 y sus efectos sobre la economía global, se produce esta situación que rápidamente se devuelve sobre Europa y Estados Unidos para producir inflación y estancamiento económico. Algunos analistas auguran una fuerte recesión para Europa y Estados Unidos. Entonces, luego de la crisis del 2007-2008, se configuró un escenario económico mundial que parece mostrar una larga depresión en la que la instabilidad se convirtió en un factor crítico de la economía mundial. Esto tendrá repercusiones en la estabilidad política, social e institucional de los países. Parece que esto va a impactar con particular fuerza en Estados Unidos y Europa y sus respectivas periferias.

Costa Rica es periferia pasiva de Estados Unidos. Si hay una contracción muy fuerte de la economía de ese país en los próximos meses, eso afectará la economía costarricense en tanto una buena parte de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos.

La inflación que se ha provocado por el aumento del petróleo, algunas materias primas y productos agrícolas también se trasladará al mercado interno costarricense. Sus efectos sobre las mayorías sociales y los sectores pobres y excluidos de la economía serán devastadores, pues aún persisten los problemas derivados de las medidas restrictivas que se impusieron para combatir el covid9. Esto cae, de por sí, en una sociedad cuyos rasgos estructurales provocan exclusión y pobreza. La crisis internacional simplemente viene a amplificar lo peor de estos rasgos estructurales en la sociedad costarricense.

Los sectores dominantes, y su personal político, hoy celebran los resultados de una elección que les ha permitido controlar toda la institucionalidad cómodamente. El 1 de mayo de 2022, han celebrado un pacto en el parlamento que le permite a una figura central de la oligarquía costarricense presidir cómodamente ese recinto –Rodrigo Arias- . Ya previamente un grupo de partidos políticos se han puesto de acuerdo para alcanzar un consenso político cerrado en torno al curso neoliberal de los últimos 35 años. No solo se trata de conservarlo, sino de ampliar y profundizar este curso, en medio de una crisis planetaria de la globalización neoliberal.

El campo popular está desarticulado y débil. No tiene expresiones políticas relevantes ni tampoco unidad gremial y reivindicativa. Las mayorías sociales serán fuertemente golpeadas por la crisis económica. Con el agua hasta el cuello muchos sectores sociales van a montar respuestas sobre la marcha. Serán  posiblemente luchas sin conducción de tipo reivindicativo. Dependiendo de la intensidad y la frecuencia el gobierno de Chávez se verá obligado a apelar con mayor intensidad a la represión en las calles, como lo hizo el gobierno saliente cuando fue necesario.

Solamente una gran revisión de las prácticas y las acciones seguidas por los sectores organizados, de la forma más autocrítica, y una gran disposición de los sectores más organizados y consientes del campo popular, podrían eventualmente generar formas de resistencia y lucha que acumulen fuerzas para continuar la resistencia en el futuro, en medio de una gran reorganización y crisis al interior del capitalismo mundial.