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Etiqueta: destrucción ambiental

¿Es la especie humana la más destructiva del planeta?

Alberto Salom Echeverría

Intentamos profundizar en este artículo un tema que no es sencillo. Para dilucidarlo se ha hecho un esfuerzo de desarrollar una metodología inter y multidisciplinaria, por la complejidad que el concepto entraña. Hemos debido consultar fuentes antropológicas, psicobiológicas y sociológicas, tanto en lo concerniente a la concepción misma de la especie, como en cuanto a sus diversos comportamientos sobre la faz de la tierra a lo largo de su existencia. Se parte, además, de una concepción evolucionista de la especie humana; que implica la convicción sustentada en la ciencia, de que nuestra especie proviene de una rama de primates simios ya extintos.

Desde el punto de vista que nos proporciona la antropología, en las investigaciones de los fósiles, el ser humano, por expresarlo de esta manera, anatómicamente moderno proviene del África. Según un artículo relativamente reciente de la revista “Nature” del 29 de octubre de 2019, los últimos vestigios fósiles de los seres humanos antes de migrar del continente africano, valga decir del “homo sapiens”, emergieron al sur del río Zambeze, en la parte más austral del continente. La investigación asegura que la región donde se hallaron los primeros fósiles del Sapiens, es la que hoy se conoce como Botsuana y algunas partes de Namibia y Zimbabue, en lugar de Etiopía como se había creído.

Para ubicarnos estamos hablando de una época que data de unos 200.000 años, de acuerdo con las investigaciones de la Doctora Vanessa Hayes y sus colegas, ella perteneciente al Instituto Garvan de investigación médica de Sídney, Australia; otros científicos del mismo equipo de investigadores fueron: Andy Moore, geólogo de la universidad de Rhodes en Sudáfrica y Axel Timmermann de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur. No obstante, los hallazgos mencionados, hay que advertir que las conclusiones de estos trabajos son controversiales aún entre la comunidad científica. De acuerdo con esta hipótesis reciente, la especie Homo Sapiens habría permanecido en estas tierras por un lapso de 70.000 años aproximadamente, antes de dispersarse y migrar primero hacia el noroeste de este inmenso continente, para luego partir al suroeste. Muchos de aquellos seres humanos primigenios trascendieron después por diversos puntos del continente africano primeramente hacia el continente asiático, antes de expandirse por todo el orbe.

Otras hipótesis anteriores, más conocidas habían fijado el asiento de los primeros Homo Sapiens en Etiopía hace alrededor de 150.000 años. Este hallazgo fue posible gracias al descubrimiento del científico Tim White de la Universidad de Berkeley, quien encontró un cráneo de un Homo Sapiens en Etiopía. Con sustento en sus investigaciones afirmó el profesor Whaite: “Nuestros antepasados de especie, primero emergieron de África para extenderse por Asia hace unos 100.000 años y a Australasia hace unos 60.000; más tarde, hace unos 45.000 años, alcanzaron Europa y, finalmente, hace unos 35.000 años, el continente americano.” (Cfr. elmundo.es/elmundo/2009/01/14/sapiensa/1231924539.html/). Esta hipótesis es contrastante con la anterior, como es obvio, principalmente en lo relativo al lugar exacto de la emergencia de la especie Homo Sapiens; en segundo término, se distancian las dos hipótesis, en cuanto a la cantidad de años que han transcurrido desde que aparecieron los primeros indicios de nuestros antepasados Sapiens, asimismo son divergentes las argumentaciones que subrayan el punto geográfico del cual comenzaron a migrar antes de iniciar la diáspora por todo el mundo.

Lo verdaderamente irrebatible (y es por lo consiguiente una tesis científica), es que el Planeta está habitado hoy por una sola especie Homo que evolucionó. Se sabe también que la especie del Homo Sapiens de la que provenimos convivió, no obstante, durante unos diez mil años en Europa con la otra especie más cercana, la del “Hombre de Neanderthal”. Inclusive se sabe que hubo cruces entre ellas, como en la Siberia rusa. Empero, estos cruces entre especies cercanas pero diversas, no fueron generalizados de acuerdo con la investigación paleontológica. Es interesante que esta última especie desapareció, a pesar de haber tenido un cerebro más grande que el del Homo Sapiens. La explicación es que esta última, es decir, nuestros antepasados poseían un cerebelo más grande que los neandertales.

El cerebelo es la zona occipital del cerebro, pegada a la nuca, que controla varias funciones relacionadas con el movimiento y la coordinación, el equilibrio para caminar o estar de pie. Recientemente se hipotetiza que el cerebelo tiene un papel en el pensamiento consciente, en la capacidad cognitiva (se cree que tiene incumbencia en el procesamiento del lenguaje y hasta en el estado de ánimo) y que interviene además en la capacidad de socialización con los demás miembros de su especie; todo esto mezclado habría sido, en gran medida, lo que le dio a los Sapiens mayor capacidad de adaptación para sobrevivir. No obstante, la investigación más reciente muestra que, la competencia entre ambas especies fue feroz por la apropiación de los recursos existentes, hasta que los neandertales sucumbieron.

La investigación antropológica y paleontológica muestra además que, ambas especies se alimentaban de los mismos mamuts y de las mismas plantas. Un reciente estudio, publicado en la revista especializada “Scientific Reports”, dejó en claro que el menú de nuestros ancestros Homo Sapiens era idéntico al de los neandertales. Por ello, la lucha fue sangrienta hasta la muerte de una de ellas, porque estaba de por medio la supervivencia de ambas; esta tesis tira por la borda la hipótesis de que nuestra especie sobrevivió merced a una dieta más diversa y flexible. En otras palabras, se ha llegado a creer que los parientes neandertales fueron exterminados primitivamente en gran parte merced a los enfrentamientos directos con nuestros antepasados, para desplazarlos de la competencia por los mismos recursos alimenticios. ¿Es posible -me pregunto- que este sea un vestigio de los instintos primitivos y destructivos que anidan en la especie humana desde sus orígenes dado que, la lucha por la supervivencia fue y ha sido normalmente violenta, no solo en la cacería de los mamuts y otros animales salvajes para proveerse de la alimentación básica que sustentó su desarrollo, sino inclusive como quedó expresado, en los enfrentamientos con una especie bastante similar a la nuestra como fue el Hombre de Neandertal?

La Historia recoge también ejemplos abundantes, en el sentido de que el “progreso científico técnico” se caracteriza por una lucha perenne y también normalmente cruenta entre las clases sociales desde la esclavitud hasta la contemporaneidad, donde impera el capitalismo más salvaje. En semejante tesitura, el hombre (escrito así en clave de género masculino, me niego a escribirlo por tanto con mayúscula en estos casos), es “el dueño de la naturaleza”, nos enseñaron a decir. Y, en verdad que se apropió violentamente de ella, y de todo lo que en ella anida; se adueñó de las mujeres y de los esclavos, de los mares, y de los ríos, de las tierras de otros, de todo.

La misma forma como nos hemos servido del medio y de la técnica para aprovisionarnos de las herramientas pone en evidencia la agresividad de nuestra especie. Ello queda patentizado, ora en las herramientas convertidas en armas primitivas y punitivas o castigadoras, como las hachas y las lanzas, ora en el uso del fuego, empleado desde tiempos ancestrales e inmemoriales para arrasar la maleza o los sembradíos que se van a desechar, hasta llegar a los tanques modernos de destrucción masivaa larga distancia, o a los más recientes cohetes atómicos. Con el uso del fuego empleado por el ser humano para la agricultura, se arrasa todo, se va la maleza, pero también se destruye lo bueno que pudo haber quedado y se erosiona el suelo. Los instrumentos de labranza, desde los antiguos arados y los insumos agrícolas como los químicos más sofisticados son empleados hoy para combatir las plagas al costo de erosionar los suelos. Por lo tanto, han servido para hender o agrietar la tierra, igual que los buques contaminadores hacen lo propio en el agua. Por otra parte, las bombas atómicas mortíferas han dejado una huella imperecedera en las ciudades donde cayeron merced a la estulticia o insensatez humanas quedando en muchas ocasiones, las grandes urbes casi desdibujadas como en Hiroshima lo mismo que en Nagasaki, en Saigón, como en Kabul o en la actual Bagdad capital del Irak “moderno”, o sea, nada menos que la antigua Mesopotamia y sus primeros moradores, los sumerios. En todos estos lugares, los millones de rostros humanos, fueran mujeres, hombres, niños o ancianos fueron alcanzados por esta vorágine de destrucción, fruto de la brutalidad de la misma sociedad industrial quedando una gran parte de la población inerte o pulverizada. Peor aún, los que no murieron y sobrevivieron aquellos holocaustos, quedaron mutilados, ciegos, paralíticos para el resto de sus pobres vidas y también los animales, sin saber éstos ni por qué; desde entonces el alma humana ha quedado profundamente lacerada. De esa manera este “hombre”, sobre todo el de la época industrial -debo insistir en ello- acaso inconscientemente, le ha ido abriendo paso a la modernidad y a la “civilización” de un modo inclemente, inhumano, despiadado y bárbaro. Todo mediante una combinación macabra de arte, magia, ciencia, tecnología y destructividad.

La peor señal del espíritu destructivo, el destino incierto nos lo deparó para los siglos XX y XXI. La industria de la mano de la innovación científica y de la tecnología emergió desde finales del siglo XIX, para irrumpir en la alborada del siglo XX hurgando en las profundidades marinas y terrestres, hasta descubrir la materia prima necesaria para producir combustión y mover así fábricas, vehículos terrestres, aéreos y marítimos. Sin embargo, después de todo esto el mundo ya nunca volvería a ser igual, ¿apacible, fragmentado, desconocido, “ancho y ajeno” como dijera Ciro Alegría en su novela? El progreso científico y tecnológico se convirtió en una constante a lo largo del siglo XX; cada día más intenso y devorador de todo a su paso. Las potencias que despuntaron en los siglos XVIII y XIX, se transmutaron en los imperios coloniales; después en el XX despuntaron los más bárbaros imperios neocoloniales; estos últimos llevaron al mundo en su disputa por repartirse el resto del vasto globo terráqueo, a dos guerras mundiales hiper destructivas, la primera (1914-1919) y la segunda guerra mundial (1939-1945).

La capacidad destructiva en las dos guerras, en especial la segunda, fue aumentada por la invención en armas super poderosas, propias del industrialismo. El desenlace derivó en una carrera armamentista entre las nuevas potencias reinantes de signo ideológico contrapuesto: Los Estados Unidos comandando el sistema capitalista, y la Unión Soviética al frente de lo que llegaría a ser el bloque de países del llamado “socialismo real”. Finalmente, hasta los países socialistas participaron de la vorágine crecientemente destructiva, ya que, aunque habían estatizado más que socializado los medios de producción, entraron de lleno en la era del industrialismo e igual que las potencias capitalistas basaron su producción sobre la base de los combustibles fósiles (Carbón, petróleo y gas natural). Desde los años setenta del siglo XX, se crearon los indicadores que detectaron el espeluznante incremento del calor en todo el planeta. Entramos sin remedio a la época del calentamiento global y el cambio climático que tiene en vilo a toda la humanidad. Pero, las empresas multinacionales exploradoras y productoras de carbón, petróleo y gas continúan explorando y explotando a mansalva los yacimientos, donde quiera que se encuentren. De ahí que la propuesta de estudiar las energías limpias para producir recursos renovables no alcanza los umbrales que debería, para detener la ola infernal de calor derivada de la evaporación de gases contaminantes que quedan atrapados en la atmósfera terrestre produciendo el efecto invernadero ya conocido.

Se saben y son harto conocidos ya los efectos, pero no se detienen las transnacionales; los gobiernos, por su parte, carecen de la voluntad política para ponerles tope. Los efectos son conocidos de sobra: sube el nivel de los mares a causa del derretimiento de los casquetes polares por la ola de calor; las aguas marinas invaden las costas y ciudades de los litorales por todas partes; arrecian las tormentas provenientes de los océanos por el calentamiento de las aguas; lluvias torrenciales provocan desbordamientos de ríos; aunado a todo ello se talan los bosques frenéticamente, acarreando con ello que aumente la escorrentía de las aguas, llevando consigo los contaminantes del suelo que se escurren hacia los manantiales de aguas limpias y nacientes, y un largo etcétera de eventos extremos.

Estoy lejos de coincidir con Thomas Hobbes. Este gran intelectual fue uno de los grandes pensadores iusnaturalistas que vivió entre los siglos XVI y XVII (Nace en abril de 1588 y muere en diciembre de 1679). Fue quien en sus trabajos llegó a la conocida conclusión de que el “Hombre es un lobo para el Hombre”, por lo que la sociedad debe llegar a un pacto social entre ellos y con el Estado (Leviatán). Es el Estado el que tiene que controlar la agresividad entre los hombres. (Cfr. Hobbes, T. “Leviatán”, 1651). Psicológicamente, la agresividad es un instinto humano, pero no tiene por qué traducirse necesariamente en una conducta violenta. La agresividad bien canalizada nos sirve para acometer grandes tareas e inclusive procrear. De ahí que la conducta agresiva de los individuos y de las colectividades puede ser mal canalizada deviniendo por ende en la actitud confrontativa, hostil contra los demás o contra la misma sociedad. Por tanto, la conducta agresiva es básicamente aprendida y se ha desarrollado sobre todo en la sociedad industrial. Coincido por ello en cambio con el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau (Nace en junio de 1712 y muere en julio de 1778). Rousseau, por contraposición con Hobbes llega a la conclusión de que el “Hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe”. Por ende, considera que se debe llegar a un nuevo “contrato social”, tesis básica del pensador. (Cfr. Abreu Suárez, Alirio. “Lo Político en Jean Jacques Rousseau”. http:/www.indteca.com. Véase también de la obra de Rousseau: “El Origen de las Desigualdades entre los hombres”, “El Contrato Social”, “El Emilio” “La nueva Eloisa”).

En suma, estamos en un punto de inflexión muy peligroso, en el que la capacidad destructiva demostrada por la especie humana ha llegado a atentar contra sí misma, así como contra todas las formas de vida conocida sobre la superficie terrestre. Ciertamente muchos líderes políticos han tomado la iniciativa de realizar grandes cónclaves mundiales, para llegar a acuerdos y detener la frenética ola destructiva desatada por el uso de los combustibles fósiles, incrementados en las guerras recientes entre naciones y agravados por las inconscientes empresas devastadoras y contaminadoras de bosques, selvas, ríos, mares y océanos. O ponemos punto final a esta insensatez humana que ha prevalecido, o llegaremos a un extremo de no retorno en cuanto al combate contra el calentamiento global. Todos tenemos responsabilidad. Mucho más los líderes de las naciones de la tierra, en especial los de las potencias vigentes.

¡Renfe, Ineco y Deustche Bahn, bájense del Tren Maya!

Denuncia recibida por SURCOS:

“El Tren Maya es un megaproyecto turístico de 1.500 km que destruirá las últimas selvas tropicales del sur de México – y las compañías ferroviarias europeas están en cola para enriquecerse con este tren.

El gobierno mexicano lo vende como progreso, desarrollo y turismo a pesar de que las comunidades indígenas están en contra del proyecto. Las comunidades allí saben que la construcción conducirá a más violencia militar que ya están sufriendo además de la destrucción de los bosques que son sus medios de supervivencia y el hogar de 2000 pumas.

Gracias a las valientes comunidades y organizaciones que han llevado al gobierno mexicano a juicio, se han impuesto moratorias temporales sobre algunos tramos del proyecto. ¡Ahora es el momento de incrementar la presión! La construcción de este tren depende de empresas extranjeras como Renfe, Ineco y Deutsche Bahn, las cuales se venden como respetuosas con el medio ambiente. Esta es nuestra oportunidad para que abandonen el proyecto y salvemos las selvas de México.

La construcción del tren destrozará 23 reservas naturales, pasando cerca de patrimonios mundiales de la UNESCO. Además, algunos tramos del tren están siendo construidos sin estudios ambientales aprobados, en contra de los estándares nacionales e internacionales.

Este no es un tren para la gente. Se calcula que el 70% de los ingresos del tren provendrán del transporte de combustibles, soja y carne de cerdo, una de las principales fuentes contaminantes de agua en la zona.

Además, el derecho internacional no permite que proyectos se lleven a cabo a menos que se dé el consentimiento de las comunidades indígenas. ¡Incluso las Naciones Unidas criticó la fraudulenta consulta pública realizada por el gobierno de México en 2019!

El gobierno ha empleado una campaña de estigmatización como respuesta a las acciones de defensa, incluso públicamente equiparando la defensa de derechos humanos con el actuar de “carteles de la droga”. Por eso necesitamos unir fuerzas para detener los efectos catastróficos que tendrá este tren para las personas y el planeta.

Juntes, como miembres de SumOfUs, hemos salvado muchas selvas tropicales como las tierras de la comunidad Tupinambá. ¡Hoy podemos ayudar a salvar la selva tropical mexicana!”

Para apoyar esta petición puede ingresar al siguiente enlace

 

Compartido con SURCOS por Isabel Ducca D.

Costa Rica: pan y circo de bicentenario

Marcos Chinchilla Montes

Juvenal acuñó la expresión “pan y circo para el pueblo”, la que alude a la distracción que se le ofrece e impone a un pueblo para evitar que éste no solo reflexione sobre las contradicciones y problemas que afectan a la sociedad en la que vive, sino también para que busque superarlas.

En eso resumo el espectáculo que se organizó para celebrar la independencia costarricense el pasado 15 de setiembre en el Estadio Nacional. Un colorido espectáculo tipo Hotel Fiesta (con su todo incluido) donde se conjugan luces, trajes, bailarines, músicos e historias perfectamente sincronizadas en torno a una idea central: el ser iguales en un país encantador, perfecto, independiente y sin contradicciones. Miles aplaudieron la versión oficial, la versión que siempre han conocido desde su niñez.

Ni por asomo, una alusión a la corrupción, al aumento de la pobreza, o la concentración de riqueza cada vez más descarada y vergonzosa, a las imposiciones históricas del Fondo Monetario Internacional. Nada de mencionar el machismo y la violencia hacia la mujer, el tráfico de drogas, la discriminación a las poblaciones no binarias, la violencia del crimen organizado que se extiende por todo el país. Bien escondidos quedaron los asesinatos políticos del Codo del Diablo, el robo de las tierras indígenas, el combo fiscal, la ilegalización de las huelgas, la destrucción del medio ambiente, la policía militarizada que reprime manifestantes, la exclusión educativa, la venta de la patria. Carmen Lyra figuró mutilada e instrumentalizada, al menos no quedó reducida a los Cuentos de mi tía Panchita.

Se impuso la fina coreografía, una bofetada descarada a historia crítica y reflexiva de nuestro pasado.

En fin, lo volvieron a hacer; millones de costarricenses recibieron su dosis de soma para afianzar la idea de que somos lo mejor de Centroamérica y América Latina; aunque diversos indicadores sociales reflejan la progresiva y peligrosa regresión social que sufre el país. Eso se llama construir la identidad nacional a base de mentiras y sueños, ocultando debajo de la cama nuestras múltiples contradicciones acumuladas a lo largo de siglos.

Tal vez para el tricentenario, quienes nos sucedan puedan reflexionar de manera profunda y honesta sobre el país que están construyendo; si es que quienes vivimos en esta época, algo les dejamos para repensar su pasado y futuro.

El ambientalismo del gobierno profundiza las crisis

COECOCeiba – Amigos de la Tierra CR

Este es un primer artículo de tres que analiza la actual coyuntura. En este primer artículo, daremos nuestra visión de qué tipo de gestión ambiental plantea el actual gobierno. En un segundo artículo, analizaremos algunas de las propuestas y políticas que el gobierno ha seguido o puesto en práctica. Finalmente, el tercer artículo hablará de soluciones reales a las crisis.

Costa Rica está viviendo una crisis profunda en la actualidad. El COVID 19 aceleró condiciones para que esa crisis se manifieste con la gravedad con que hoy la vivimos: una cuarta parte del país en condiciones de pobreza, las tasas de desempleo más altas de las últimas décadas, la situación fiscal, una violencia estructural cada vez más fuerte, son solo ejemplos que muestran que es necesario un cambio de sistema.

Lo ambiental no es ajeno a esta crisis: invasión de monocultivos en áreas protegidas, debilitamiento de la legislación y políticas ambientales, grave erosión y retroceso de espacios de participación ciudadana, criminalización de quienes defienden el ambiente, grave retroceso en derechos (de Pueblos Indígenas, de comunidades locales, del público en general) y el aumento de recetas que son presentadas como soluciones a las crisis, pero más bien profundizan sus causas. El cambio de sistema es más que necesario, de lo contrario la realidad que nos tocará enfrentar será más dura de la que estamos empezando a vivir hoy.

El COVID 19 a su vez, ha permitido que distintos actores, se refieran a dos realidades: la vieja que ha creado pobreza, grandes desigualdades, una enorme inequidad y un gran deterioro y destrucción ambiental. Y una nueva, que a todas luces debe ser distinta. Eso sí, en Costa Rica no se ha promovido un debate con amplia participación de todos los sectores, con relación a cuál debe ser esa nueva realidad.

El presidente Carlos Alvarado ha dicho que hay que “incorporar la protección de la naturaleza como centro de las decisiones comerciales y financieras para enfrentar la crisis que ha generado en el mundo el COVID-19 (…) En ese contexto, sostiene que la pandemia es una oportunidad para cambiar la forma en que comemos, vivimos, crecemos, construimos y potenciamos nuestras vidas para lograr una economía sana y resiliente, baja en emisiones de carbono y «positiva para la naturaleza» y detener así la crisis que se generará por la pérdida de biodiversidad para el año 2030.” (1)

La intención puede parecernos positiva: si el sistema de desarrollo dominante ha destruido la naturaleza y ha provocado la enorme crisis que vivimos, nada es más necesario que adoptar enfoques distintos que superen ese modelo y nos lleve a construir mejores condiciones de vida dejando de lado la destrucción y deterioro de la naturaleza. Es necesario un cambio de sistema. Sin embargo, debemos preguntarnos ¿será esa nueva realidad distinta a la vieja realidad?, ¿en qué lo será?, es cierto que hay que proteger la naturaleza, pero ¿para qué?, ¿quién lo hará y cómo tomará las decisiones?, ¿estaremos frente a un cambio de sistema promovido desde el gobierno?

Las declaraciones citadas líneas arriba del Presidente Alvarado nos da pistas de hacia donde él, su gobierno y sus socios nacionales e internacionales se dirigen. El Presidente Alvarado, dijo lo que señalamos líneas arriba en su condición de co-presidente de la comunidad Champions for Nature. Lo dijo además, durante la conferencia virtual del Foro Económico Mundial (que lanzó en esa misma reunión, el Nuevo Informe de Economía, el cual plantea Soluciones Basadas en la Naturaleza como motor de reactivación económica en el mundo) (2).

Para entender el carácter de esa intervención es importante recordar que el Foro Económico Mundial es lo que se conoce como el Foro de Davos. Este, es una reunión anual que se celebra en Suiza donde asisten las más grandes corporaciones, algunos presidentes y otros actores afines. Este Foro inició como reacción al Foro Social Mundial que se organizaba en Porto Alegre, Brasil como un encuentro anual de movimientos sociales a nivel global que se reunían para compartir, discutir y construir propuestas comunes en distintos niveles. Además, el Presidente Alvarado dio ese discurso no como un invitado más de ese foro corporativo, sino como presidente de Champions for Nature (3), una instancia del mismo Foro Económico Mundial donde Alvarado está en su presidencia (junto al presidente de Unilever y la subsecretaria del Programa Ambiental de Naciones Unidas). Es decir, Alvarado le estaba hablando a los de su casa que son quienes tienen una enorme responsabilidad en la creación de las causas que provocan la crisis que actualmente estamos viviendo.

Durante toda esta crisis, hemos visto cómo actúan los distintos actores. Las grandes corporaciones transnacionales -las mismas que van todos los años a la reunión del Foro Económico Mundial o Foro de Davos- siguen adueñándose de enormes cantidades de territorio para expandir el monocultivo, no han modificado en nada su forma de producción y más bien, utilizan falsas soluciones y promesas para expandir sus negocios (4). En Costa Rica hemos visto que el agronegocio sigue funcionando igual: en el monocultivo de piña, por ejemplo, en toda su cadena de producción, no solo se violentan derechos laborales, sino que se han convertido en foco de diseminación del COVID 19. Fomentan también la contaminación de acuíferos, invaden áreas de protección, fomentan el uso intensivo de plaguicidas, entre otros. Las amenazas al ambiente van más allá, se busca abrir legislación para volver a actividades altamente contaminantes como la minería de oro, la pesca de arrastre, la exploración y explotación petrolera mientras otra es debilitada. Y desde el gobierno, se continúa con la promoción de medidas y políticas neoliberales que impactan negativamente al país. Por lo tanto, esperar que las palabras del Presidente Alvarado, que inicialmente pueden sonar bien, conlleven un cambio de sistema o al menos, un inicio para construir cambios estructurales, es una ilusión irreal. Es claro que los discursos que desde el gobierno costarricense dicen que es necesaria una nueva realidad, lo que vienen a hacer es profundizar aún más el modelo de desarrollo vigente. Así, la crisis ambiental, se convierte en una oportunidad para que políticas oficiales, brinden mayores oportunidades y beneficios a quienes han venido destruyendo el ambiente.

[1]El País, 15 de julio del 2020: http://www.elpais.cr/2020/07/15/costa-rica-propone-incluir-a-la-naturaleza-como-eje-de-decisiones-economicas-frente-a-la-pandemia/

[2]En el segundo artículo de esta serie, analizaremos las soluciones basadas en la naturaleza.

[3]https://www.weforum.org/communities/champions-for-nature

[4]En el segundo artículo de esta serie, nos referiremos a las mismas.

Aporte a la “Reflexión sobre el estallido social” de Alexis Rodríguez-Brenes

Andrés Chavarría-Palma

11 / Oct / 2020 – 9:23 p.m.

Mientras la ciudad de San José se ve cubierta por una noche estrellada, en un domingo otoñal de octubre, decido abrazar el lápiz con mi puño y escribir unas cuantas líneas que salen de lo más profundo de mi ser para contribuir al diálogo franco y diverso que corren por el nervio de una nación llamada Costa Rica. El compañero Alexis Rodríguez-Brenes me reanima en una mañana de conversación, y con su reciente artículo (https://surcosdigital.com/reflexion-sobre-el-estallido-social/), a emprender las andanzas de la escritura, y traerlas a este patio digital para depositar pequeñas semillas de revolución consciente y fraternal.

– “Viejo, es hora de poner nuestras voces al servicio del planeta”.

Empiezo a tomarle seriedad al asunto. Es momento de saltar con la energía de nuestra juventud para provocar profundidad en las conversaciones, generar impulsos eléctricos que incidan en soluciones a las comunidades, y sobre todo, crear incomodidad al Capitalismo. Alexis, en su artículo, comienza haciendo un gesto confrontativo al sistema explotador que nos cobija desde que dimos nuestra primera bocanada de aire al nacer. Se me nubla la conciencia con solo pensar que nuestra especie desde hace siglos ha tenido ese destino común donde las máquinas suplantaron los sentidos y las emociones del ser humano. Un camino de vida que ha consistido, para la mayoría de las personas, en nacer, dejarnos manipular, explotar nuestra fuerza laboral, reproducir nueva masa obrera, seguir siendo los explotadxs y por último, fallecer amargamente. Mientras tanto, al otro lado de la calle, unos pocos humanos, en lugar de ser lxs explotadxs, tendrán el privilegio de tener el látigo en sus manos y fungir como esclavistas.

Pensar que este círculo anti-biológico del Capitalismo ha sido el causante de que muchos y muchas se envicien en el sillón del confort y no se den cuenta de lo absurdo que es continuar alimentando este ciclo. Se preguntan ellxs, “¿por qué renunciar al confort que nos ha dado el capitalismo? ¿por qué darle la espalda, cuando nos ha dado los mejores avances?” No es una cuestión de cuánto capital, aparatos o galardones hemos obtenido; sino en cuánto hemos mejorado en humanidad y en Buen Vivir.

– “Pero mae, quiero divulgar mi voz para construir hermandad, no para provocar fracturas”.

Alexis, en su artículo, trae un reconocimiento especial al conocimiento ancestral de nuestros pueblos que aún conservamos en nuestras venas. Información clave que nos susurra desde el pasado para encaminar nuestras torcidas conciencias en este mundo pandémico de enfermedades, guerras, corrupción, destrucción ambiental, desigualdad social y tantas quejas más. A estas alturas, el planeta debe llenarse con iniciativas que potencian su Ecología, incluida la de nuestra especie. De todas las especies de seres vivos en el mundo, a nosotrxs se nos dota una dosis extra de compromiso por remediar la idiotez del experimento capitalista, y equilibrar el sistema planetario como un derecho innegable a todo ser vivo que aborda esta cápsula espacial galáctica. Nuestras huellas y guías elementales de convivencia están ahí, en la cosmovisión de los pueblos autóctonos de nuestro país y el mundo.

– “Hay que escribir Alexis. Hay que regar nuestra inmortalidad para las primaveras que vendrán”.

Se viene un caso real a mi memoria. Mi primo César siempre me ha parecido una figura encarnada del estilo materialista y explotador actual. Él no se disgusta por ello, al contrario, inflama su pecho de orgullo. Cuando me lo encuentro en las reuniones familiares, siempre me argumenta que el modo derrochador de la actual sociedad es parte de la evolución natural del humano, y que está dentro de los designios del planeta sufrir una extinción más a causa de esta especie superior: Homo Sapiens Sapiens. Según él, la balanza de lxs poderosxs y los explotadxs es consecuencia de la senda natural que debe seguir el humano. El ANTROPOCENO. Pero me he dado cuenta, que la evolución a la que se refiere mi primo es que cada diciembre aparece con un nuevo automóvil más moderno que el anterior. Esa es su meta a superar periódicamente. Después de escuchar año a año sus postulados de empresario, voy y escribo unas líneas en mi diario: “Un año más, César está atrapado en las fauces del oscurantismo Capitalista”.

Existe un miedo atroz detrás de algunas personas, que ennegrecen su visión al pensar que con derribar este sistema de rostros, tal como menciona Alexis en su artículo, volveremos a un retroceso que la humanidad no se podrá reponer fácilmente. Todo cambio genera incertidumbres, no hay duda. Pero procurar la continuación de este sistema excluyente a toda vertiente, tampoco generará frutos sanos para nuestra especie. Ni nunca los ha generado, no se confundan. Sin embargo, no debemos descuidar en pensar y actuar en global para incidir progresivamente en las escalas menores en las que estamos mayormente conectados; lo nacional, lo regional y lo local.

Este salto que he dado en publicar este escrito, lo puede dar cualquier otrx compañerx. Es más, lo recomiendo. Nuestras expresiones y protestas nos devuelven a nuestro origen como seres pensantes y admirables. Si vamos reconstruyendo poco a poco nuestras conciencias, en base a activismo integral, la fogata que encenderá la revolución popular planetaria empezará a clamar justicia por nuestros bosques, los desiertos, los glaciares, las ciudades, la fauna, la flora, el clima, los pueblos autóctonos, por nuestros antepasados explotados, por usted y sus futuras generaciones. No busquemos adoptar el modelo de fronteras entre nosotrxs, y rescatemos el espíritu Universalista para liderar las soluciones que nos aquejan en la sociedad costarricense y global.

Detesto el carácter caníbal del capitalismo; que le teme a la organización social, y en vez de ello, nos empuja a la pila de la violencia y el desinterés. Prefiere vernos descuartizados por el veneno del odio en nuestras pupilas; y no juntos y juntas volcando, como olas enfurecidas, las sillas de lxs desgraciadxs que manipulan nuestros destinos y sueños a sus antojos. Yo quiero un planeta donde la vida florezca por igual en tres ámbitos: en lo biológico, en lo social y en lo Universal.

– “Alexis, que se hagan realidad nuestras palabras. Seguiremos caminando en nuestras utopías”.

Magistrados estudian nueva acción de inconstitucionalidad contra PAACUME

-Destrucción de Reserva Lomas Barbudal debe de ser declarada inconstitucional
-Proyecto endeudaría a Costa Rica con ¢3.000 millones en un contexto de crisis económica para beneficiar evasores fiscales y empresas contaminantes

(FECON, 23/07/2020). La Sala Constitucional debe de estudiar una nueva acción de inconstitucionalidad interpuesta por la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON) con el apoyo del despacho del diputado José María Villalta, la asesora legal Sofia Barquero y el exdiputado y abogado Edgargo Araya.

El área protegida que se destruiría con este megaproyecto es conocida por su importancia en la conservación de polinizadores, además contiene especies de aves y árboles en peligro de extinción en un ecosistema cada vez más amenazado como es el bosque seco tropical.

El proyecto de modificar los límites de la Reserva Biológica Lomas Barbudal ha sido vendido con el falso lema de “Agua para Guanacaste”, pero en la práctica representa la construcción de un gran embalse que servirá de riego para grandes monocultivos de empresas trasnacionales como meloneras, cañeras, arroceras y piñeras. Inclusive informes de SENARA dejan entrever que no existe evidencia de que los beneficiarios de este megraproyecto sean pequeños o medianos productores. Pero si se sabe que está diseñado para grandes empresas agroindustriales y para hoteles que regarían con esa agua las canchas de golf y jardines.

PAACUME no cuenta con estudios de costo-beneficio y se prevé que no será rentable para el Estado y necesita endeudar al país en al menos ¢3000 millones. Esta ley que en realidad es una licencia para la destrucción ambiental, pero también es un asalto al bolsillo de cada costarricense a favor de empresas acusadas de defraudación fiscal. PAACUME beneficiaria a empresa contaminantes y beneficiarias de la amnistía fiscal como la transaccional, FIFCO, CATSA, Del Monte, y hoteles que han destruido playas y manglares en las costas relacionadas al Proyecto Papagayo y al ministro André Garnier.

Además, existe criterio del AYA que señala que no tiene proyectada la construcción de una planta potabilizadora de agua dentro del PAACUME.

Por lo que se devela una mentira más sobre el proyecto que destruiría el ecosistema único de Lomas Barbudal y tampoco aliviaría la sed de comunidades aledañas.

Se ha evidenciado además que los límites propuestos por la Asamblea Legislativa tienen errores importantes. Así lo señala el informe del Registro Nacional de la Propiedad que señala conflictos con los puntos de referencia de la modificación de los linderos propuestos para la compensación del área destruida.

Por otro lado, la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica realizó un análisis sobre la estrategia de compensación por la pérdida de biodiversidad que sufrirá el ecosistema y concluyó que las fincas propuestas para la compensación no cumplen con criterios aceptables. Debido a que su mayoría son fincas ganaderas desprovistas de bosques.

Es importante mencionar que esta nueva acción de inconstitucionalidad bajo el Expediente 19-017939-0007-CO, interpuesta por FECON, es independiente del proceso interpuesto por los finqueros afectados y que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia analizaron y comunicaron la resolución el día de ayer.

Por lo tanto, la destrucción de la Reserva Biológica Lomas Barbudal está lejos de estar libre de cuestionamientos legales y tiene que pasar nuevamente otro proceso de revisión con nuevos argumentos técnicos en su contra.

Construyamos una organización popular para la lucha del pueblo

Construyamos una organización popular para la lucha del pueblo

Convocatoria: Asamblea Popular sábado 25 de abril

-Urge un espacio para organizar las luchas de las trabajadoras, los trabajadores; las campesinas y campesinos y los sectores populares

-Construyamos un espacio para exigir mejores condiciones de vida para todas y todos

“Justicia, Pan, Paz, Tierra, Trabajo y Libertad”

 

Las suscritas y los suscritos, activistas independientes e integrantes de distintas organizaciones de trabajadoras y trabajadores, organizaciones feministas, del sector ecologista y otras organizaciones del pueblo, invitamos a la Asamblea Popular “Es el momento de actuar” a realizarse el próximo sábado 25 de abril del presente año en las instalaciones de JUPEMA (segundo piso), costado Sur-Este de la Corte, calle 21, Avenida 8 y 10.

Considerando:

1. Que vivimos en un mundo de injusticia social, en donde la riqueza de toda índole se concentra cada vez en menos manos, en donde más del 50% de la riqueza mundial se concentra en menos del 1% de la población. A pesar de que las mejoras tecnológicas permiten producir recursos para que todas y todos vivamos dignamente, hoy, la lógica del sistema actual capitalista produce aumento en el desempleo, la explotación y la opresión; las guerras, la violencia y la destrucción ambiental.

2. Que los sectores asociados al gran capital, que son los que acaparan la riqueza, impulsan el desmantelamiento definitivo del de las garantías y conquistas sociales, el recorte de los salarios, la liberación de precios y tarifas, la concentración de la tierra en pocas manos, la negación y represión de los derechos democráticos y los derechos humanos.

3. Que estos mismos sectores imponen a los gobiernos de turno para que se apliquen de forma dictatorial los mandatos de las internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI); hundiendo en la pobreza cada vez a más amplios sectores del pueblo y descargando todo el peso de la crisis capitalista sobre sus espaldas.

4. Los organismos del gran capital batallan por insertar a Costa Rica en el mercado mundial como plataforma de servicios, para generar áreas de producción de alta tecnología y para aprovechar los recursos energéticos y la extracción de riqueza del suelo y del subsuelo (extractivismo). Pero también buscan utilizarlo como pasadizo para el aprovechamiento del trasiego rentable de mercancías entre continentes que obliga al Mega Puerto (APM Terminals), los canales secos, al establecimiento de Zonas Francas, que explotan los recursos naturales y la población y reciben todo tipo de regalías, como no pago de impuestos o subvenciones de electricidad y agua.

5. En todo el mundo existen problemas similares a los nuestros porque el capitalismo es un sistema global. Así como ha ocurrido en nuestro país con luchas importantes, como la lucha contra el Combo del ICE, y más recientemente contra el TLC; hay sectores en todo el mundo que se organizan para resistir como puede a esta ofensiva del gran capital que produce fuertes aumentos en el costo de la vida, destrucción ambiental, rebajas salariales, falta de vivienda, reducción de presupuestos para la educación y la salud pública, entre otras injusticias. Los pueblos y las y los trabajadores no cesan de luchar: desde Palestina a Kobane; desde Grecia, España, Italia, Irlanda, Portugal, hasta Venezuela, Bolivia, Ecuador, México, la resistencia no se rinde y alcanza progresos y enfrenta agresiones y amenazas.

6. Que otras instancias unitarias del movimiento social en el pasado han fracasado por el sectarismo, el afán de protagonismo, los métodos burocráticos y las traiciones, que desgraciadamente han debilitado a buena parte de la dirigencia sindical y popular. Esperamos no cometer esos mismo errores.

7. Que la falta de independencia del movimiento obrero, social y popular respecto a los patronos, sus partidos y su Estado es el principal obstáculo para articular y llevar adelante un plan y programa alternativo a la crisis capitalista y a la ingobernabilidad de los patronos y sus instituciones. Esto nos exige con urgencia darnos a la tarea de construir un frente unido de las y los trabajadores y del pueblo para acometer los desafíos que se nos presentan en las luchas de resistencia que se avecinan.

8. La necesidad de dotarnos de una plataforma de lucha para responder a la solución de las principales necesidades de las y los trabajadores y el pueblo, bajo las banderas de la independencia de clase e impulsar y fortalecer todas las formas de lucha y movilización que decidan los que luchan bajo el mecanismo democrático de las asambleas y consultas a las bases populares por la defensa del ambiente y de nuestra soberanía nacional.

Proponemos:

1. Un nuevo espacio: Convocamos a todas y todos las y los luchadores y luchadoras del movimiento social, popular, obrero, campesino, indígena, feminista, ecologista, animalista, sectores que luchan por los derechos democráticos, por la vivienda, por la diversidad sexual, por los derechos animales, poblaciones migrantes, sectores barriales y comunales; en fin, todos aquellos sectores del movimiento popular que verdaderamente están comprometidos y actúan en las luchas concretas por la libertad, la justicia social, la defensa del ambiente, los derechos civiles y las conquistas económicas y sociales del pueblo costarricense; crear juntos y juntas un espacio plenamente democrático de análisis, deliberación y unidad en la acción, que se convierta en un sólido frente unitario de lucha de organización popular y de las y los trabajadores. Establecer claramente un método de coordinación y funcionamiento democrático, que permita la libre expresión y debate en su seno, respetando el derecho a voz y voto de todos sus componentes bajo el criterio de la unidad de acción.

2. Para construir este nuevo espacio se convoca a un primer encuentro social y popular, el día 25 de abril, de 9 a.m. a 5 p,m, en el edificio de JUPEMA(segundo piso); en el cual se discutirán propuestas para redactar una plataforma de lucha que sea consecuente con los considerandos aquí planteados; este encuentro se regirá por un principio básico, que implica que las y los activistas y las organizaciones que participen de él tendrán un posicionamiento político totalmente independiente de todo patrono, del Gobierno de los patronos, de su Estado, de sus partidos y organismos; así como de los lineamientos de los organismos financieros internacionales. Por ningún motivo se aceptará que se pretenda utilizar este espacio para promover el pacto social o la concertación social entre los sectores en lucha y los sectores que detentan el poder económico y político.

 

Enviado a SURCOS Digital por Adrián Jaén.

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