Andrés Chavarría-Palma
11 / Oct / 2020 – 9:23 p.m.
Mientras la ciudad de San José se ve cubierta por una noche estrellada, en un domingo otoñal de octubre, decido abrazar el lápiz con mi puño y escribir unas cuantas líneas que salen de lo más profundo de mi ser para contribuir al diálogo franco y diverso que corren por el nervio de una nación llamada Costa Rica. El compañero Alexis Rodríguez-Brenes me reanima en una mañana de conversación, y con su reciente artículo (https://surcosdigital.com/reflexion-sobre-el-estallido-social/), a emprender las andanzas de la escritura, y traerlas a este patio digital para depositar pequeñas semillas de revolución consciente y fraternal.
– “Viejo, es hora de poner nuestras voces al servicio del planeta”.
Empiezo a tomarle seriedad al asunto. Es momento de saltar con la energía de nuestra juventud para provocar profundidad en las conversaciones, generar impulsos eléctricos que incidan en soluciones a las comunidades, y sobre todo, crear incomodidad al Capitalismo. Alexis, en su artículo, comienza haciendo un gesto confrontativo al sistema explotador que nos cobija desde que dimos nuestra primera bocanada de aire al nacer. Se me nubla la conciencia con solo pensar que nuestra especie desde hace siglos ha tenido ese destino común donde las máquinas suplantaron los sentidos y las emociones del ser humano. Un camino de vida que ha consistido, para la mayoría de las personas, en nacer, dejarnos manipular, explotar nuestra fuerza laboral, reproducir nueva masa obrera, seguir siendo los explotadxs y por último, fallecer amargamente. Mientras tanto, al otro lado de la calle, unos pocos humanos, en lugar de ser lxs explotadxs, tendrán el privilegio de tener el látigo en sus manos y fungir como esclavistas.
Pensar que este círculo anti-biológico del Capitalismo ha sido el causante de que muchos y muchas se envicien en el sillón del confort y no se den cuenta de lo absurdo que es continuar alimentando este ciclo. Se preguntan ellxs, “¿por qué renunciar al confort que nos ha dado el capitalismo? ¿por qué darle la espalda, cuando nos ha dado los mejores avances?” No es una cuestión de cuánto capital, aparatos o galardones hemos obtenido; sino en cuánto hemos mejorado en humanidad y en Buen Vivir.
– “Pero mae, quiero divulgar mi voz para construir hermandad, no para provocar fracturas”.
Alexis, en su artículo, trae un reconocimiento especial al conocimiento ancestral de nuestros pueblos que aún conservamos en nuestras venas. Información clave que nos susurra desde el pasado para encaminar nuestras torcidas conciencias en este mundo pandémico de enfermedades, guerras, corrupción, destrucción ambiental, desigualdad social y tantas quejas más. A estas alturas, el planeta debe llenarse con iniciativas que potencian su Ecología, incluida la de nuestra especie. De todas las especies de seres vivos en el mundo, a nosotrxs se nos dota una dosis extra de compromiso por remediar la idiotez del experimento capitalista, y equilibrar el sistema planetario como un derecho innegable a todo ser vivo que aborda esta cápsula espacial galáctica. Nuestras huellas y guías elementales de convivencia están ahí, en la cosmovisión de los pueblos autóctonos de nuestro país y el mundo.
– “Hay que escribir Alexis. Hay que regar nuestra inmortalidad para las primaveras que vendrán”.
Se viene un caso real a mi memoria. Mi primo César siempre me ha parecido una figura encarnada del estilo materialista y explotador actual. Él no se disgusta por ello, al contrario, inflama su pecho de orgullo. Cuando me lo encuentro en las reuniones familiares, siempre me argumenta que el modo derrochador de la actual sociedad es parte de la evolución natural del humano, y que está dentro de los designios del planeta sufrir una extinción más a causa de esta especie superior: Homo Sapiens Sapiens. Según él, la balanza de lxs poderosxs y los explotadxs es consecuencia de la senda natural que debe seguir el humano. El ANTROPOCENO. Pero me he dado cuenta, que la evolución a la que se refiere mi primo es que cada diciembre aparece con un nuevo automóvil más moderno que el anterior. Esa es su meta a superar periódicamente. Después de escuchar año a año sus postulados de empresario, voy y escribo unas líneas en mi diario: “Un año más, César está atrapado en las fauces del oscurantismo Capitalista”.
Existe un miedo atroz detrás de algunas personas, que ennegrecen su visión al pensar que con derribar este sistema de rostros, tal como menciona Alexis en su artículo, volveremos a un retroceso que la humanidad no se podrá reponer fácilmente. Todo cambio genera incertidumbres, no hay duda. Pero procurar la continuación de este sistema excluyente a toda vertiente, tampoco generará frutos sanos para nuestra especie. Ni nunca los ha generado, no se confundan. Sin embargo, no debemos descuidar en pensar y actuar en global para incidir progresivamente en las escalas menores en las que estamos mayormente conectados; lo nacional, lo regional y lo local.
Este salto que he dado en publicar este escrito, lo puede dar cualquier otrx compañerx. Es más, lo recomiendo. Nuestras expresiones y protestas nos devuelven a nuestro origen como seres pensantes y admirables. Si vamos reconstruyendo poco a poco nuestras conciencias, en base a activismo integral, la fogata que encenderá la revolución popular planetaria empezará a clamar justicia por nuestros bosques, los desiertos, los glaciares, las ciudades, la fauna, la flora, el clima, los pueblos autóctonos, por nuestros antepasados explotados, por usted y sus futuras generaciones. No busquemos adoptar el modelo de fronteras entre nosotrxs, y rescatemos el espíritu Universalista para liderar las soluciones que nos aquejan en la sociedad costarricense y global.
Detesto el carácter caníbal del capitalismo; que le teme a la organización social, y en vez de ello, nos empuja a la pila de la violencia y el desinterés. Prefiere vernos descuartizados por el veneno del odio en nuestras pupilas; y no juntos y juntas volcando, como olas enfurecidas, las sillas de lxs desgraciadxs que manipulan nuestros destinos y sueños a sus antojos. Yo quiero un planeta donde la vida florezca por igual en tres ámbitos: en lo biológico, en lo social y en lo Universal.
– “Alexis, que se hagan realidad nuestras palabras. Seguiremos caminando en nuestras utopías”.