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Etiqueta: destrucción ambiental

Denuncian ante Defensoría de los Habitantes destrucción de humedal en Coris

  • No hay paralización de las obras que impacta el lugar

  • MINAE debe declarar humedal urgentemente

La organización ecologista Nido de Halcón y vecinos denunciaron a la Defensoría de los Habitantes (DHR) la falta de acciones para detener la destrucción del Humedal de Coris. Desde enero se viene denunciando daños al humedal ante la Municipalidad de Cartago y el Ministerio de Ambiente y Energía.

La Defensoría abrió una investigación de oficio (expediente 437838-2024) sobre este asunto y solicitará informes a las instituciones involucradas, informó Yolanda Chamberlain Gallegos del área de Calidad de Vida de DHR.

Este humedal posee nacientes de agua, un manantial natural y fuentes hidrotermales de origen natural, por lo que posee mucha biodiversidad y es zona de recarga acuífera, “hoy por hoy, la zona lacustre de Coris es única en su forma dentro del Valle Central y está siendo sepultado”, aseguraron en la denuncia.

Entre los impactos denunciados están el dragado y las quemas. Que se suma al ganado que ha ido acabando con la vegetación original y la expansión urbana que amenaza con reducirlo cada día más.

Ante esto solicitaron a la Defensoría su ayuda para la paralización de las obras de construcción de parte de la Municipalidad de Cartago, sin embargo, esto aún no sucede. Se necesita que la Municipalidad de Cartago declare el “uso de suelo de humedal” a fin de evitar futuras construcciones sobre el humedal, uso agrícola o ganadero.

Por otra parte, se hizo una inspección del MINAE, pero se requiere una inspección de un especialista en daño, conteo y perjuicios de parte del SINAC. También el SINAC debe hacer un inventario con un experto en humedales para diagnosticar los respectivos conteos y determinaciones de: nacientes, turberas, termales y humedal. Finalmente, que eleve estos informes a la Contraloría Ambiental y al Tribunal Ambiental, porque afirman que “los daños son severos”.

El MINAE por medio de la Dirección de Aguas debe determinar el área de recarga y protección hídrica, “ya que es el único humedal con termales a nivel de la Gran Área Metropolitana de forma natural y cuya vegetación era endémica”, recuerdan las personas defensoras del humedal.

Finalmente se solicita a la Defensoría de los Habitantes y las instituciones interponer sus oficios para promover una comisión interinstitucional conformada por: la Municipalidad, MINAE, Dirección de Aguas, SINAC con representantes de humedales, Contraloría Ambiental y el Tribunal Ambiental para evaluar y determinar los daños y posibles formas de resarcir.

Importancia del humedal

Debido a la naturaleza de los humedales, en esta zona se facilita el avistamiento de aves que se asocian a estos, por otra parte, en un contexto urbano, al absorber el exceso de precipitaciones es posible reducir el impacto de inundaciones; además la vegetación que se encuentra en los humedales funciona como una especie de filtro que ayuda a mejorar la calidad del agua. Entre estas y otras razones, todos los humedales del país están resguardados y protegidos por ley.

La Asociación Ornitológica de Costa Rica visita periódicamente la zona y han registrado decenas de aves locales y migratorias que son características en los humedales. Además, hay presencia de mamíferos: pizote, mapache, coyotes, conejos, tigrillo, león breñero, zorro gris, y serpientes: corales, ranera, pajarera.

Elaborado con apoyo del proyecto Geografía y Diálogo de Saberes: Análisis de la conflictividad socioambiental en territorios rurales de Costa Rica (ED-3526) del Programa Kioscos socioambientales y la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica.

Más voces cuestionan y se manifiestan hoy contra el Plan Regulador Costero de Talamanca

El día de hoy habrá una importante movilización de las comunidades del Caribe Sur que realizan una caravana saliendo de Puerto Viejo y Cahuita a las 2 pm para llegar a la Municipalidad en Bribri donde manifestarán su desacuerdo contra el Plan Regulador Costero (PRC).

¿Porque están opuesto? De frente a las propuestas establecidas en el Plan Regulador Costero (PRC) que podrían transformar al Caribe Sur de todas esas características que lo hacen único como destino turístico, la Asociación Talamanqueña Ecoturismo y Conservación (ATEC) demanda el respeto y protección de la naturaleza y formas de vida Caribe Sur y sus comunidades.

En una carta dirigida a la Municipalidad de Talamanca, ATEC denuncia la ausencia de consulta y participación ciudadana que hubo en la creación de dicho Plan Regulador. Los modelos de megaturismo promovidos desde el actual PRC, además de no haber sido construidos de la mano de las comunidades protagonistas de la zona, amenazan con hacer que el Caribe Sur deje de ser un sitio único ecológica y culturalmente único, sino que podrían crear mayor presión sobre la naturaleza, acelerar la destrucción de los ecosistemas locales y encarecer las condiciones de vida de las comunidades que allí habitan.

ATEC, en cambio, propone crear estrategias desde el ecoturismo que trabaja desde la intención de proteger los ecosistemas, preservar los estilos de vida de las comunidades habitantes de las zonas y crear formas auténticas y orgánicas que inviten a las personas turistas a seguir visitando las localidades.

La Asociación recuerda que, si bien es importante el fortalecimiento turístico y económico de las comunidades, este debe realizarse de manera responsable, informada y tomando siempre las voces de quienes allí habitan como pilar fundamental en la construcción de los Planes Reguladores.

Recuerda la organización que “en el año 2004 la comunidad de Puerto Viejo entregó una propuesta de Uso de Tierras y de zonificación a la Municipalidad de Talamanca y al ICT como contra propuesta a la del ICT de 2003, elaborada por una comisión de trabajo del pueblo, y aprobada por la ADI PV de entonces”.

Por su parte, el Movimiento Cahuita Unido compartió también un posicionamiento político expresando sus principales preocupaciones ante la propuesta del PRC. En este afirman que la Propuesta del Reglamento y Zonificación del Plan Regulador representa una amenaza directa para su cultura, seguridad territorial, autonomía sobre sus territorios y prácticas comunitarias. Es imprescindible reconocer y visibilizar a las comunidades afrodescendientes e indígenas que históricamente han habitado los territorios del Caribe Sur, por tanto, son ellas quienes deberían estar involucradas en la toma de decisiones que afectarán sus pueblos.

Dentro de las irregularidades y problemáticas que rodean la actual propuesta del PRC, el Movimiento Cahuita Unido destaca que la ejecución del PRC en Cahuita se haría a costa de reubicaciones, demoliciones de sus casas y negocios, el despojo de sus tierras, así como la negación que se hace desde el documento de la inminente escasez de agua que se desataría al tener que abastecer el desarrollo turístico de alto impacto. Los arrecifes y la barrera natural coralina estarían aún más desprotegidos, así también los humedales, la flora y la fauna costera.

La preocupación ante la posible aprobación del PRC ha generado gran movimiento y alerta entre las comunidades de la zona, a la que también se une Talamanca Siempre Verde, colectivo de carácter socioambiental originario del distrito de Cahuita.

De cara a las disposiciones del PRC presentadas por la Municipalidad del pasado junio, el colectivo salió a defender el respeto y la defensa de la autonomía del pueblo originario Kéköldi, Bribri, Cabécar de Talamanca y la Comunidad Tribal Afro oriunda de los pueblos del Caribe Sur, cuya subsistencia y prácticas socioculturales se verían desplazadas por los proyectos de mega turismo.

Cómo afirman desde Talamanca Siempre Verde, la propuesta también falla en reconocer los más de 15 humedales presentes en las zonas afectadas, al utilizar mapas incorrectos que solo reconocen 2 de ellos. También se ignora la decisión de la Sala con respecto a los límites del Refugio Silvestre Gandoca-Manzanillo, declarado por la Ley Céspedes como inconstitucional.

Finalmente, preocupan las intenciones detrás de este ordenamiento territorial que sacrifica el equilibrio ecológico, los comunes naturales y el bienestar de los vecinos y vecinas conforme a disposiciones decididas entre el gobierno y grandes inversionistas del sector turístico.

En este escenario es que las tres agrupaciones solicitan que se suspenda la audiencia pública convocada para el día 4 de agosto del 2023 a tomar lugar en Hone Creek a la 1:00 p.m, hasta que se cumplan los debidos requisitos de participación ciudadana. Se solicita también la creación de grupos que tomen en cuenta representantes de las poblaciones indígenas, afrodescendientes y la sociedad civil para la creación de un ordenamiento territorial que tengan primordialmente en cuenta el bienestar de las Comunidades del Caribe Sur, así como sus ecosistemas y sostenibilidad económica, fomentando un desarrollo del turismo por y para las comunidades.

Elaborado con apoyo del proyecto Geografía y Diálogo de Saberes: Análisis de la conflictividad socioambiental en territorios rurales de Costa Rica (ED-3526) del Programa Kioscos socioambientales y la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica.

Kioscos Ambientales UCR

Comunidad de El Rosario en Naranjo, denuncia destrucción ambiental

Vecinos de El Rosario en el cantón de Naranjo, solicitan información a la Municipalidad por proyecto que usará naciente de la comunidad

En Asamblea de la Asociación de Desarrollo del Rosario (25 de marzo 2023), vecinos de la comunidad aprobaron la moción de solicitar información acerca de un proyecto de vivienda que quiere utilizar la naciente La Estrella, de la comunidad de El Rosario. Entre otras cosas, demandan información clara, ya que la Municipalidad de Naranjo, en este momento, está administrando dicha naciente.

Junto a esto surgen dudas sobre cómo la Municipalidad pretende llevar a cabo la explotación del Tajo Gavilanes. Todo es reforzado por la situación crítica en que se encuentra El Rosario de distrito en peligrosidad de sequía, con peligrosidad de desertificación, según el estudio del Plan de Acción para la Adaptación Climática para el cantón de Naranjo, donde el distrito del Rosario está en color rojo.

La población alerta que la situación es grave, pues afecta directamente a nacientes, áreas protegidas y contamina la comunidad. Asimismo, señalan que se están haciendo denuncias, procesando recursos de amparo y que, ante cualquier eventualidad, seguirán informando sobre estos daños ambientales.

 

Información compartida por Édison Valverde Araya a SURCOS: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid022z1gyhTStxEwtBcNW2mLmsP6tzmL99WanJbYbP9Mogr86u46rSVKquTMrNm7YqJUl&id=1619593005&sfnsn=mo&mibextid=RUbZ1f 

Guerras y contaminación

Alberto Salom Echeverría

“El coste ecológico de la guerra es inmenso, pero mientras el conflicto armado siga siendo una opción viable la naturaleza seguirá pagando el precio.”

Maximilian M. Mönch, 2013

“En 2001, la Asamblea General de ONU declaró el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados el 6 de noviembre de cada año. Una fecha para reconocer y concienciar acerca de cómo los conflictos armados, las guerras y la militarización, han sido y continúan siendo algunos de los factores de destrucción ambiental más significativos.”

Los conflictos armados y la contaminación del Planeta.

Muchos fueron los conflictos armados en el siglo XIX, pero ninguno tuvo el efecto devastador de la primera y la segunda guerras mundiales del siglo XX.

El gran historiador británico Arnold Toynbee (n.1889 m.1975) describió de manera sucinta, pero certera, las características del mundo en materia económica y social, en la primera mitad del siglo XX, dijo: “…fue un período tan catastrófico y terrible como ninguna nación había conocido hasta el momento. Fue catastrófico y terrible porque, junto al enorme aumento de la riqueza, hubo un gigantesco aumento de la pobreza; y la producción a gran escala, resultado de la libre competencia, condujo rápidamente a la alienación de las clases y a la degradación de un gran número de productores.” (Cfr. Citado en: Castilla, Adolfo “La pobreza en la primera mitad del siglo XX”. Economiayfuturo.es. Diciembre 2018).

Globalmente fueron dos las causas principales que impidieron que la explosión del desarrollo industrial y tecnológico de fines del siglo XIX, se trocara en un bienestar generalizado: por un lado, el dogmatismo de la filosofía del “libre comercio” que espoleó una gran desigualdad entre naciones ricas y pobres y al interior de los países con desarrollo capitalista, favoreció la concentración de la riqueza, tanto en los países ricos como en los pobres que comúnmente conocemos como “subdesarrollados”. La “Gran depresión” iniciada en Los Estados Unidos en 1929, fue el signo que, como “ave de mal agüero”, anticipó la crisis económica mundial que se avecinaba. Combinado con lo anterior, crecieron las rivalidades entre las élites capitalistas de las principales potencias de la época. El enfrentamiento se produjo por la repartición de los recursos naturales principalmente del África y del resto de las colonias, así como por alcanzar la hegemonía en Europa. Básicamente fue debido a ello que, los círculos dominantes en el “viejo continente” no lograron evitar los enfrentamientos violentos de las dos guerras mundiales; por eso mismo, ambas estallaron originalmente y sin remedio en el continente europeo, con un intervalo de apenas 25 años entre una y otra. Por otra parte, hay que tener presente que Los Estados Unidos bajo el mandato del presidente Woodrow Wilson, pretendieron primero la neutralidad, sin embargo, en abril de 1917 entraron al conflicto del lado de las potencias aliadas, terminando de imprimirle a la primera guerra esa impronta, o carácter mundial que tuvo.

En un principio parecía que el conflicto de la primera guerra sería restringido y corto, pero se extendió por doquier hasta 1918. Su saldo fue el siguiente: treinta millones de muertos, sumando a los civiles y militares, merced a una desgastante guerra de trincheras, estacionada principalmente a lo largo de la frontera franco-alemana. Un informe certificado de la primera guerra señala las tres principales secuelas ambientales que se produjeron: 1-deformación de los territorios donde se desencadenaron batallas, como fue el caso de la colina de Mort-Homme en Francia, la cual perdió más de siete metros de altura; 2-una gran cantidad de bosques en el escenario de la guerra quedaron completamente destruidos, erosionado el suelo hasta el extremo de que los terrenos no pudieron ser habilitados para los cultivos durante mucho tiempo; 3-como se lanzó una enorme cantidad de municiones al mar, durante la guerra, cada bando intentando evitar que las municiones pudieran ser capturadas por el enemigo, la vida marina se puso en peligro, debido al componente químico explosivo del armamento, llamado “trinitrotolueno”.(Cfr. https://superscienceme.wordpress.com/2015/11/06/guerra-medioambiente/…)

Además, en 1916 hizo su aparición el primer tanque de guerra de factura británica. Fue conocido como el Mark I; se trataba de un vehículo sobre orugas, cuya presencia le dio un vuelco al estancamiento de la guerra de trincheras. La información que he consultado revela que se recurrió a ellos para combatir a muerte. Su presentación fue en “la batalla de Somme” reputada como la más larga y sangrienta de esta guerra. Se prolongó por cuatro meses y medio y dejó como saldo más de un millón de muertos en ambos bandos. La peor batalla –reza la información- en la historia de Gran Bretaña. Es mucho decir, el Mark I (como se denomina a ese tanque de guerra), no obstante, mostró debilidades, ya que algunos vehículos quedaron atascados en el campo de batalla por fallas mecánicas. Pero al mismo tiempo infundió temor en las tropas alemanas y produjo gran devastación de los campos, por ser tan pesado y majar el suelo destruyendo cualquier cultivo a su paso. (Cfr. https://www.clarin.com>internacional.)

La segunda Guerra mundial (1939-1945) fue una escalada destructiva con respecto a la primera. El número de muertos duplicó los reportados en la primera guerra mundial, números conservadores calculan que unos 55 millones de seres humanos perdieron la vida, entre campos de concentración, muertos en los campos de batalla, y la población civil que se vio afectada, principalmente tras los bombardeos, cuyo poder destructivo aumentó muchas veces respecto de la primera guerra. Algunas estimaciones que se han hecho más recientemente, mencionan la cifra de hasta 80 millones de personas que habrían perdido su vida. (Cfr. https://historia.nationalgeographic.com.es/)

En este caso, además, la contaminación fue inmensamente mayor, la tala de árboles, los incendios forestales que afectaron decisivamente la biodiversidad en todo el escenario de la guerra, que ahora se extendió a los mares ocasionando grave daño a los hábitats marinos, en una medida apenas algo menor a lo que fue la pérdida de la vida de especies de flora y fauna en la tierra. En definitiva, las armas de un poder incontrastable, como nunca se había dado, arrojaron gases tóxicos y partículas al aire y filtraron materiales pesados tanto en el agua como en el suelo. Todavía no hemos mencionado el efecto destructivo y contaminante de las bombas nucleares que fueron hechas estallar en Japón, en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, a lo cual nos referimos en el ensayo anterior. (Cfr. https://www.eldiario.es>opinion.)

Es bueno que recordemos aquí, la “locura nazi” que procuraba fortalecer la “raza maestra”, desatando los campos de concentración y el “holocausto”, provocando la persecución, el confinamiento y la muerte de millones de judíos. Muchos pensábamos que aquella locura racista había mermado sustancialmente, creíamos que había pasado ya a un segundo plano; pero, acontecimientos recientes en el mundo nos recuerdan que el racismo está aún vivo, presente en muchas culturas y convertido de nuevo en grave peligro por los recursos con que cuenta para accionar políticamente. ¿Será en Estados Unidos o en Brasil que se ha refugiado? ¿Será acaso en la guerra ruso-ucraniana? ¿Dónde será que pernocta el racismo y la xenofobia con sus garras finas al acecho?

Las bombas nucleares que hemos mencionado destruyeron gran parte de las ciudades, mostrando su incontrastable poder devastador hasta entonces. Solo allí perdieron la vida inmediatamente, cerca de doscientas mil personas. Adicionalmente, hubo infertilidad en la tierra, la cual durante mucho tiempo se tornó desértica; el agua de ríos, de mantos acuíferos, y del bosque se impregnaron de partículas radiactivas afectando la vida de decenas de especies acuíferas de flora y fauna. Por añadidura acota Luis Enrique Aguilar Díaz: “El caos y el descontento fue total. El paisaje calcinado adquirió un tono gris uniforme, como si el color se hubiera extinguido, el pasto se volvió rojo grisáceo, el 92% de las edificaciones sólidas de Hiroshima fue arrasado…Los árboles fueron arrancados de raíz y quemados por el calor…En los cinco años posteriores murieron 70 mil personas más.” En Nagasaki (parafraseo en lo que sigue), donde residían 270.000 personas murieron 80.000 tras el estallido nuclear, y miles en los siguientes años. (Cfr. Aguilar Díaz, Luis E. “Afectaciones ambientales por la bomba nuclear en Hiroshima.” 2023 Prezi Inc. Condiciones y Política de privacidad.)

Después de las dos guerras mundiales, el siglo XX fue testigo en el período de la guerra fría de muchas guerras “restringidas” o “limitadas” (al final no lo fueron tanto). Estas guerras acarrearon también gran contaminación, como fue el caso de la guerra de Viet Nam, la cual formó parte del programa de guerra química en la operación “Ranch Hand”; en ella los militares estadounidenses echaron mano de lo que se denomina como “Agente Naranja”. Un herbicida y a la vez defoliante, cuyos componentes químicos, son extraordinariamente tóxicos. Veamos la fórmula química de este agente, que un especialista en química nos explicó su alta toxicidad: 50% de dos herbicidas del grupo fenoxi: el 2.4-D (ácido 2,4-diclorodifenoxiacético) y el 2,4, 5-T (ácido 2,4, 5-triclorofenoxiacético). El objetivo de la fuerza aérea de los Estados Unidos era defoliar los vastos bosques de Viet Nam, para descubrir los escondites y las rutas de suministros del enemigo. Se ha calculado que las muertes en Viet Nam a causa del “Agente Naranja” ascendieron a tres millones de personas, más medio millón de niños que nacieron con malformaciones. Este agente fue descubierto por un fisiólogo y biólogo vegetal estadounidense, Arthur Galston (n.1920 m.2008). (Cfr. https://www.ecologistasenacción.org…)

Además, las guerras acaecidas en la segunda mitad del siglo XX y en el XXI, aparte de la de Vietnam, han sido muchas; algunas de las más connotadas fueron la de Afganistán, las que se produjeron en América Central, en el Golfo Pérsico y la de Yugoslavia que adquirió un carácter desgarrador, porque conllevó a la desintegración de ese país y la intervención de la OTAN en el conflicto. Todas pusieron en evidencia que “…la guerra moderna implica una devastación del medio ambiente a gran escala”, tal como destaca la publicación técnica ‘Daphnia’ en un artículo dedicado al impacto ambiental del militarismo. (Cfr. “Los Efectos de la Guerra en el medio ambiente.” https://superscienceme.wordpress.com/2015/11/06/…)

En el presente siglo, contrario a lo vaticinado por algunos estudiosos del fenómeno de la guerra, aunque parecía que iban a mermar los conflictos interestatales a gran escala, el siglo nos inaugura con la invasión de una coalición liderada por Los Estados Unidos contra Irak, el 20 de marzo del 2003. El volumen de fuego desplegado por los estadounidenses en aquel escenario fue altísimo; sin que, no obstante, con la derrota del régimen de Sadam Hussein, se hubiesen resuelto los conflictos en aquel país. Por el contrario, la salida de Estados Unidos de Irak, dejó un gran vació de poder, lo que vino a recrudecer los conflictos ideológicos, interétnicos, religiosos y hasta tribales.

En el año 2001, Los Estados Unidos habían invadido Afganistán, pretextando que este país ocultaba a los terroristas responsables de los atentados perpetrados contra las torres gemelas en New York, el pentágono y otros objetivos. Aunque la verdadera razón conocida había sido desmantelar a Al Qaeda, quitándole una base segura de operaciones y principalmente se buscaba sacar a los talibanes del poder. Este objetivo se cumplió inicialmente, pero, los Talibanes retornaron al poder tras una insurgencia, en el año 2021. Lejos de un apaciguamiento de los enemigos de los Estados Unidos, el conflicto se mantuvo encendido en todos esos años. Por parte de los Estados Unidos, no se hizo esperar el bombardeo generalizado llevado a cabo principalmente por la Fuerza Aérea. De nuevo, la guerra desplegada con armas modernas contribuyó a espolear el calentamiento global con las explosiones de bombas de gran alcance. No faltaron las llamadas “bombas de racimo”, ni tampoco los poderosos cazabombarderos F/A-18 Hornet, así como bombas de gran radio de acción como son los BLU-82, según lo que hemos consultado.

Va a ser un año que estalló la guerra ruso-ucraniana. Entre otras cosas esta nueva conflagración reanudó el “viejo” conflicto de la guerra fría entre los Estados Unidos y Rusia (anteriormente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). La base ideológica de Rusia ya no es la misma, pero algunos de los protagonistas de la guerra actual, fueron parte del staff político-militar de la antigua URSS, como es el caso de Putin. Insisto, Vladimir Putin, otrora jefe de la KGB, ya no ostenta el socialismo como motivación de su accionar político militar. Pero deja la sensación en occidente de que tras la caída del “socialismo real”, la base política anterior ha quedado intacta. No es así. La guerra ha escalado a proporciones muy peligrosas. Detrás de Ucrania actúan los Estados Unidos y la OTAN y existe más de una razón para pensar que en poco tiempo, el enfrentamiento militar, de continuar la escalada podría darse directamente entre Rusia y sus aliados por un lado (pudiendo verse involucrada China), frente a los Estados Unidos y la OTAN por el otro. Ya el arsenal militar desplegado por unos y otros, ha sido copioso como para pensar que los gases efecto invernadero de CO2 que enferman al planeta están haciendo lo suyo.

Sorprende ver la cantidad de millones de dólares y euros proporcionados por Biden y los demás dirigentes de la OTAN a Ucrania, y los millones de Rublos gastados por Rusia en ese conflicto. Mientras tanto, los países pobres más afectados por el calentamiento del planeta siguen a la espera de un apoyo financiero que les permita acometer la tarea del desarrollo y defenderse de la devastación derivada de los gases efecto invernadero, de las torrenciales lluvias, huracanes y tornados, incendios desatados y bosques devastados. ¡Cuánta falta haría hoy un apoyo financiero cuantioso de unos y otros a Turquía y Siria, ante los terremotos que los acaban de azotar!!! Las prioridades de las potencias indudablemente son otras.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Nosotros en la crisis mundial del neoliberalismo

Manuel Delgado

El capitalismo no le ha dado al ser humano más que pobreza y explotación, guerras y sufrimientos, desigualdad y destrucción del medio ambiente, ignorancia y desempleo.

La pobreza y no el bienestar sigue a este régimen como su sombra.

En 1820, cuando el capitalismo tenía más de cien años de madurez, el número de pobres en el mundo rondaba el 90% de la población. ¡90%! Solo una décima parte de los seres humanos eran no pobres.

Ese régimen social, el capitalismo, creció custodiado por la filosofía del liberalismo económico, una teoría que pregonaba la no intervención en las leyes del mercado. Dejar hacer, dejar pasar, decían los franceses, que el mercado se regula solo. Era lo que llamaban, y aun llaman, la mano oculta del mercado, que más bien debía llamarse la mano peluda del capitalismo.

Casi un siglo después, en 1900, las cosas habían cambiado poco. La pobreza seguía siendo de un 80%. Pero algo comenzó a cambiar. La lucha de los trabajadores y de sus sindicatos, por un lado, y el miedo de las oligarquías, que ya ha habían visto arder el mundo con revoluciones y grandes huelgas, hicieron que a ese capitalismo se le introdujeran reformas. No fue la economía, no fueron las leyes económicas, pues estas solo conducen a la miseria de las masas, sino las medidas extraeconómicas, que le vienen a la economía desde fuera, desde la lucha social y desde la política. Esas reformas permitieron cierto alivio a las condiciones de pobreza.

Eso pasó en nuestro país. Hubo que amarrar la mano peluda e introducir las Garantías Sociales y el Código de Trabajo, reformas que vinieron desde fuera de la economía, vinieron desde la lucha social de los sindicatos y del gobierno del Dr. Calderón Guardia.

Entonces en Costa Rica y en el mundo empezaron a superarse las injusticias más notables. Surgió el llamado estado de bienestar general. En 1950, la pobreza había bajado al 70% en el mundo. Y en 1980, era ya del 40%. En los países desarrollados y algunos países en desarrollo como el nuestro, las cifras mejoraron aún más. Nuestro país logró su récord en 1980, con un 20 ó un 24% de su población en pobreza, porcentaje que no ha bajado desde entonces, desde hace cuarenta largos años.

Pero pronto las cosas comenzaron a cambiar. Grupos surgidos principalmente de las altas esferas del capital financiero, los banqueros y prestamistas, los jerarcas del mercado mundial, demandaron ponerle fin a esos que ellos llamaban privilegios. Pregonaron entonces volver a la juventud, volver a la libertad de empresa, volver al capitalismo salvaje exento de cortapisas. Eso es lo que se llama neoliberalismo.

Esa distopía, que antes solo veíamos en las películas, es lo que viene incubándose y ahora quiere salir a luz.

Los gobiernos anteriores, sobre todo los dos gobiernos anteriores, dejaron las bases listas. Dejaron preparados aquellos huevos del depredador. ¿Se acuerdan de la película? Y ahora este gobierno encuentra la mesa servida. El bicho ese está listo para saltarnos a la cara, y meter en nuestros cuerpos y nuestras almas su semilla siniestra. Esa semilla del capitalismo salvaje. Los dos gobiernos anteriores le dejaron a este las limitaciones al sindicalismo, la prohibición de huelgas y convenciones colectivas, la congelación de salarios, la reducción creciente del gasto social a través de la Regla Fiscal, la espantosa ley de empleo público, la pérdida de las autonomías, y todo lo demás que ustedes conocen bien. Ahora este depredador que tenemos como presidente se dispone a poner esas normas en vigencia.

Yo veo que todavía hay mucha gente pobre o ingresos medios que se hace ilusiones con este gobierno. Yo les pregunto: ¿Cuál fue el primer acto de gobierno de este gobierno? Respuesta: subir el sueldo a sus ministros en un 100% y a los trabajadores del sector privado en un 1%. Para los del sector público no hubo ningún aumento. Métanse eso en la cabeza. Ese es el gobierno que tenemos. Ese y no otro.

El presidente Chaves dijo que iba a acabar con el alza del costo de la vida, pero hemos visto cómo todo sube y sube. Los economistas predicen una inflación del 15 % para final de año y un aumento de la pobreza hasta un 30%. Ya hoy la pobreza es mayor que la peor que tuvimos durante la pandemia. Para el fin de año este rubro será similar al que teníamos en 1970, hace cincuenta años.

¿Y qué propone el gobierno? Propone liberalizar. Así lo acaba de hacer con el arroz comuna medida que conducirá a la desaparición de la producción nacional, que cubre solo el 30% del consumo.

Esa medida ha sido una insensatez. En momentos en que el mundo se adentra en una crisis de alimentos, nosotros decidimos no producir y poner las mesas de los trabajadores al vaivén de los precios internacionales, dominados por tres o cuatro monopolios a nivel mundial.

Ya hicimos lo mismo con los frijoles, una de las principales fuentes de proteína de los hogares. Simplemente, ya no producimos. Hoy solo generamos el 20% de ese grano. Mandamos a los agricultores al desempleo e importamos el grano de China y de la India.

Por cierto, la otra gran fuente de proteína del hogar costarricenses es el pollo y los huevos, dos alimentos que en su producción emplean maíz, del cual importamos prácticamente el 100%. Mientras tanto los maiceros lavan carros en San José, una locura.

Ahora piensan seguir con la papa, la cebolla, la zanahoria y otros.

Amarrarle las manos al trabajador es un gran negocio para el capital. Pero ahora viene el segundo negocio: apoderarse de los bienes del Estado. ¿Qué nos propone? Nos propone que vendamos las instituciones más rentables: el BCR y el INS. Esas dos entidades financieras, que los grandes banqueros nacionales y extranjeros ven con hambre, dejan al estado grandes beneficios año con año. Pero además son entidades muy rentables. Entonces esa rentabilidad debería usarse para beneficio de los trabajadores, para bajar los seguros y para asegurar créditos más baratos. En otras palabras: es un gran negocio para los capitales privados, pero un pésimo negocio para la población costarricense, además de que no va a resolver ningún problema, ni el del déficit, ni el de la deuda, ni la crisis fiscal. Sería a lo sumo un paliativo.

Lo que sí resolvería los problemas fiscales es acabar con la evasión fiscal y con el fraude fiscal. Pero de reforma fiscal no se ha dicho nada. El mismo presidente ha dicho que aquí se dejan de pagar 3 millones de millones de colones cada año por impuestos establecidos legalmente, y nada se hace al respecto. Con ese dinero en cinco años ya no tendríamos ni deuda, ni déficit fiscal ni ninguna otra enfermedad. Pero no quiere enfrentarse a los grandes evasores, que son los de su clase y son los financistas de su partido.

Él es la representación de ese neoliberalismo fatal que él mismo impulsó en Indonesia, donde se depredó una extensión de bosques del tamaño de Costa Rica y se echaron de sus tierras a millones de indígenas, todo para promover el cultivo de la palma aceitera y promover la minería a cielo abierto. Ahí está el informe del Oakland Institute que nosotros publicamos en la revista Surcos. Búsquenlo para que vean.

¿Cuál ha sido el resultado del neoliberalismo? Que en el mundo el 1% de la población se apropia del 51% de la riqueza global, mientras que la mitad más pobre solo posee el 1% de la riqueza. Esa la demostración más palmaria del fracaso del neoliberalismo como camino de desarrollo. Pero tenemos otra muestra de ese fracaso, y son las grandes victorias del pueblo de Chile, el triunfo de Petro en Colombia y el próximo triunfo electoral de Lula en Brasil (¿seguiremos nosotros después?). Los pueblos se cansaron de que les roben su bienestar y su dignidad y empiezan ya a decir ¡Basta!

La Organización Carmen Lyra le invita a dar su criterio sobre el concepto Dignidad

En el Foro Confluencia Solidaria, la Organización Carmen Lyra le invita a dar su criterio sobre el siguiente concepto de Dignidad.

“Hola! Iniciamos este foro con la siguiente intervención:

La dignidad es el valor de cada persona, un valor que no es monetario, ni material, ya que no puede ser intercambiable o transferido, sino que es intrínseco e inexpropiable, la dignidad es el derecho que posee cada ser humano de ser respetado tanto individual como socialmente. No se puede renunciar a la dignidad, como no se puede vivir sin agua. La dignidad es un elemento base para la humanidad.
Hoy enfrentamos un modelo económico que impone ideas y formas donde la dignidad humana parece no tener lugar, enfrentamos tiempos en los que se despoja nuestra dignidad a través del avance permanente en la destrucción de la naturaleza y de las instituciones que han desarrollado a la sociedad costarricense.
Defendemos una vida digna donde nadie esté por encima de nadie, indistintamente de su tipo de religión, de su condición económica, sus ideales políticos o su orientación sexual. Una vida donde se respeten los plenos derechos a la libertad y la autonomía de poder decidir, donde se respete la cosmovisión de las personas y los pueblos.
Consideramos que es fundamental resguardar los recursos naturales que aún están protegidos y se deben de buscar las formas para poder mejorar todos los espacios que se han degradado; rescatar nuestro entorno es rescatarnos a nosotros mismos, ya que solo tenemos un planeta. Y no es justo que mientras algunas pocas personas acceden a un ambiente limpio en medio de fortalezas amuralladas, una gran mayoría vive sumida en contaminación permanente de los ríos, valles, montañas y playas.
Sostenemos que no existe una vida digna sino existe la justicia en los diferentes espacios de nuestro territorio, no puede existir una vida digna mientras unos pocos ganan millones, no pagan impuestos y viven tranquilos; mientras por otro lado una gran mayoría de personas apenas subsiste con unos cuantos colones.
Vivir con dignidad es tener acceso a una vivienda, a una alimentación saludable, a una educación de calidad, a tiempo de ocio y a un servicio de salud, sin importar la condición social, económica o geográfica que se tenga.
Hoy mientras hay más de medio millón de personas en el país sin el acceso a un salario mínimo, recalcamos la necesidad de que dicha condición no justifica que las personas no tengan acceso a una vida digna.

¿Está de acuerdo con esta definición de Dignidad?

¿Qué otros elementos podrían sumarse a este texto para contar con una Vida Digna?”

Puede enviar sus comentarios con su nombre al correo foro@confluenciasolidaria.org

Los enemigos imaginarios del Ministro Franz Tattenbach

(Bloque Verde, 25/4/2022) Durante los últimos días ha circulado una desafortunada frase que se le atribuyen al Ministro de Ambiente y Energía entrante, Franz Tattenbach. El rezo dice algo así como: “La empresa privada no es necesariamente enemiga del ambiente, pero si existen ambientalistas enemigos de la empresa privada.”

El exdiputado condenado por el delito de falsedad ideológica, Otto Guevara; el pastor evangélico ultraconservador Fabricio Alvarado y hasta el gremio sindical de los empresarios la UCCAEP, se han puesto a repetir esta frase difamatoria que ofende a cualquier persona que se precie de amar la naturaleza y protegerla.

Estos señores ofenden a buena parte de una población nacional que identifica con el cuido de los ecosistemas. Dichosamente la opinión pública está de nuestro lado. En mayo del 2021 una encuesta de opinión sobre la percepción de las instituciones en el país, elaborado por el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, revelaba que las organizaciones ecologistas estamos entre las instituciones con más respaldo por parte la población costarricense.

Muy a pesar de lo que dice el señor ministro entrante, ningún ambientalista ha sido condenado por “ser enemigo de las empresas”. Lo que en realidad si existen son empresas condenadas judicialmente por contaminación, deforestación, por invasiones de Áreas Silvestres Protegidas, por secar y desaparecer humedales, por tráfico de vida silvestre, por desviar causes de ríos o quebradas, etc. Incluso hay evidencia de que la empresas piñeras deforestaron casi 6.000 hectáreas con total impunidad y hasta la fecha no existe un proceso judicial en su contra y así incontables delitos haciendo fila en los tribuales de justicia de este país aún sin procesar.

Las organizaciones ambientales sabemos que lo que significa las palabras del ministro entrante Tattenbach. Este gobierno propiciará un clima de impunidad para los delitos ambiental de las empresas y persecución para defensoras y defensores ambientales. Alertamos a todo el país de esto.

El abogado ambientalista Alvaro Sagot en redes sociales ha reaccionado señalando varias interrogantes al respecto que compartimos 1) ¿En general hay ambientalistas enemigos del sector privado o ambientalistas enemigos del sector privado que genera daños ambientales? 2) ¿Estará el nuevo ministro avalando y motivando un enfrentamiento? 3) ¿El Estado no es quién debe ser el primero en enfrentar fuertemente, por disposición legal, a las empresas que generan daños ambientales? Finalmente: 4) ¿Sería el Estado enemigo del sector privado por tratar de aplicar las normas ambientales, que por cierto son las mismas que utilizan los grupos ambientalistas?

INDONESIA: EL FALLIDO MILAGRO DEL BANCO MUNDIAL EN ASIA ORIENTAL

Traducción de la versión original en inglés del The Oakland Institute, que puede ser vista aquí:
https://www.oaklandinstitute.org/indonesia-world-bank-failed-east-asian-miracle

The Oakland Institute:

Agradecimientos: Este informe fue escrito por Flora Sonkin con Frédéric Mousseau, Anuradha Mittal y Elizabeth Fraser. Estamos profundamente agradecidos a los muchos donantes individuales y de fundaciones que hacen posible nuestro trabajo. Gracias.

Diseño: Amymade Graphic Design, amymade@gmail.com, amymade.com

Foto de portada: Deforestation in Indonesia © Rainforest Action Network, CC BY-NC 2.0

Publisher: The Oakland Institute es un grupo de expertos en políticas independiente que aporta nuevas ideas y acciones audaces a los problemas sociales, económicos y ambientales más apremiantes.

Copyright © 2018 por The Oakland Institute

El texto puede usarse de forma gratuita con fines de promoción, campañas, educación e investigación, siempre que la fuente se reconozca en su totalidad. El titular de los derechos de autor solicita que todos estos usos se registren en ellos a efectos de evaluación de impacto. Para copiar en cualquier otra circunstancia, reutilizar en otras publicaciones, o traducción o adaptación, se debe obtener el permiso.

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SOBRE ESTA TRADUCCIÓN

Traducido por el Dr. Fernando Zúñiga Umaña, César Olivares y Manuel Delgado, en San José, Costa Rica, en abril del 2022.

Esta traducción es un trabajo hecho con fines exclusivamente de promoción y campaña. No tiene fines comerciales.

El único texto oficial para citas es la versión en inglés del Oakland Institute.

INTRODUCCIÓN

Indonesia, sede de las reuniones anuales de 2018 del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), 1 [i]ha sido durante mucho tiempo el «campo de pruebas” 2 para sus planes de desarrollo y reformas de políticas. Este año, las dos instituciones de Bretton Woods, responsables de políticas de reestructuración económica ampliamente criticadas,3 tienen la intención de mostrar a Indonesia como un ejemplo exitoso de sus reformas neoliberales. 4

La asociación entre el Banco Mundial e Indonesia ha sido fuerte durante más de cinco décadas con un apoyo inquebrantable a través de cambios políticos, desde la dictadura de Suharto (1967-1998) hasta la reforma democrática en 1998. Entre 1969 y 2017, los compromisos del Banco ascendieron a aproximadamente US$58.700 millones.5

Sin embargo, décadas de intervención política del Banco han convertido a los ciudadanos indonesios y los bosques en víctimas de las prescripciones de política del Banco basadas en el mercado y favorables al sector privado.6 La agenda del Banco Mundial para el mundo en desarrollo, centrada en la liberalización radical de las economías y la inversión extranjera directa (IED), se ha llevado a cabo en Indonesia a través de diversos medios. Estos incluyen asistencia técnica, condicionalidad de la ayuda, programas de ajuste estructural (PAE), servicios de asesoramiento, préstamos para políticas de desarrollo y, más recientemente, los Informes Doing Business (DBR) del Banco.7

El último informe Doing Business 2018: Reforming to Create Jobs del Banco Mundial elogia Indonesia como uno de los diez principales reformadores del mundo, con 39 cambios de política relacionados con los indicadores adoptados por el DBR en 15 años de clasificación por países.8 Más de la mitad de estas reformas orientadas a «mejorar el clima de negocios» y atraer inversión privada se implementaron entre 2015 y 2018, bajo el liderazgo del presidente Joko «Jokowi» Widodo. Pero, a pesar del objetivo declarado del Banco de poner fin a la pobreza e impulsar una prosperidad compartida, sus reformas que recomienda responden a los intereses de los inversionistas corporativos a expensas de la mayoría de la población. Los recientes cambios de política apoyados por el Banco incluyen recortes en los beneficios sociales de los trabajadores, como el seguro de salud, al tiempo que ofrecen reducciones de impuestos para las ganancias de capital de las empresas privadas y reducen los costos de transferencia de propiedad.9

En Indonesia, donde el desarrollo ha dependido en gran medida de la explotación de su riqueza natural (madera, petróleo, minerales, suelos fértiles, etc.),10 y donde más de 40 millones de indígenas administran tierras boscosas bajo tenencia consuetudinaria, 11 las reformas de las políticas de inversión recomendadas por el Banco Mundial han sido particularmente destructivas. En la carrera por reformar y atraer inversiones, millones de hectáreas de bosques gestionados consuetudinariamente han sido entregadas a empresas privadas extranjeras, posicionando a Indonesia como el tercer país más buscado en el mundo para los acuerdos transnacionales de tierras a gran escala.12 Especialmente en el contexto del acaparamiento mundial de tierras,13 la ambición de Indonesia de escalar en la clasificación DBR ha tenido un grave impacto en la población y el medio ambiente. Las regulaciones laxas para que las empresas desarrollen grandes extensiones de tierra han alimentado los conflictos sociales en torno a los recursos naturales14 y la deforestación generalizada con la expansión de las industrias de la palma aceitera, la minería y la tala.15 Mientras las corporaciones continúan talando bosques para expandir las plantaciones y las actividades extractivas, la creciente desigualdad y destrucción ambiental de Indonesia provocan preguntas importantes sobre los verdaderos costos del modelo de «desarrollo», guiado implacablemente por el Banco Mundial.

UNA HISTORIA DE DESARROLLO CONTAMINADA CON DÉCADAS DE INTERVENCIÓN EXTRANJERA

La supervisión del Banco Mundial sobre la ruta de desarrollo de Indonesia comenzó en 1967, cuando los préstamos y la asistencia técnica alimentaron la dictadura de Suharto. Después de un golpe militar organizado, el nuevo régimen recibió un apoyo inquebrantable del Banco Mundial, con más de US$23,1 mil millones desembolsados durante treinta años de dictadura.16

Durante el gobierno militar de Suharto, las reformas de política económica apoyadas por el Banco, incluida la liberalización del comercio y la inversión extranjera directa,17 fueron acompañadas por nuevas regulaciones para explotar los recursos naturales. La Ley Forestal de 1967 afirmó el control del gobierno central sobre todas las áreas forestales, legalizando así el derecho exclusivo de Yakarta a explotar 143 millones de hectáreas de los exuberantes bosques del país, aproximadamente tres cuartas partes de la superficie total de la nación.18 La Ley sobre las Disposiciones Básicas de Minería, también aprobada el mismo año, legitimó el control del estado sobre todos los recursos minerales y permitió concesiones extranjeras.19

En detrimento de los pueblos indígenas y las comunidades locales, que dependían de los recursos forestales comunes para su sustento, una serie de concesiones cedieron el control de una de las tres áreas más grandes del mundo de bosques tropicales a conglomerados forestales privados con estrechos vínculos con el gobierno.20 Durante la década de 1970, Indonesia se convirtió en el mayor exportador mundial de maderas tropicales.21 Pero tanto la riqueza natural como las ganancias económicas fueron saqueadas del país dado que las corporaciones multinacionales dominaban fuertemente la industria maderera.22 Esta explotación masiva y la mercantilización de los recursos naturales tuvo lugar en nombre del «desarrollo», muy en línea con la visión del Banco: «un rápido crecimiento de las exportaciones mediante el fomento de un entorno favorable a través de la estabilidad macroeconómica»,23 independientemente de los costos sociales y ambientales involucrados. Según el Banco, el Producto Interno Bruto (PIB) de Indonesia creció exponencialmente de US$7,5 mil millones en 1968 a US$242 mil millones en 1996.24 A su vez, el Banco Mundial consideró el entorno favorable al crecimiento y «políticamente estable» de Indonesia como un bastión de sus políticas neoliberales, convirtiéndolo en un «milagro económico de Asia Oriental». 25

Pero el «milagro» no sirvió a todos los indonesios por igual. Según los informes, al menos 500 mil indonesios fueron asesinados durante el baño de sangre anticomunista de Suharto, mientras que los países occidentales no solo permanecieron en silencio, sino que también apoyaron financieramente al régimen dictatorial a través de las instituciones financieras internacionales.26 Uno de los proyectos más escandalosos que hizo posible el financiamiento del Banco Mundial fue el Programa de Transmigración. Consistió en el reasentamiento de millones de personas desde las populosas «islas interiores» de Java, Bali y Madura, a las llamadas «islas exteriores» subutilizadas, con el objetivo de proporcionar mano de obra para plantaciones y minas e impulsar el desarrollo económico.27 Pero los supuestos beneficios económicos asociados con este proyecto de larga duración ocultaron la dolorosa realidad de que muchos grupos indígenas, con sus tierras expropiadas, se vieron obligados a abandonar sus estrategias tradicionales y medios de vida resilientes, como el cultivo itinerante.28 Mientras Indonesia continuaba con su agenda de crecimiento, las administraciones que siguieron el régimen de Suharto adoptaron, con pocas variaciones, el mismo modelo de desarrollo económico intensivo en recursos naturales y favorable a la inversión extranjera.

UN EJEMPLO CLÁSICO DE LAS POLÍTICAS DE REFORMAS PROMOVIDAS POR EL BANCO MUNDIAL

La nación del sudeste asiático fue uno de los muchos países en desarrollo que adoptaron los SAP perjudiciales del Banco en la década de 1990. Durante la Reformasi (período de reforma), que procedió al final del gobierno militar y la devastadora crisis económica asiática de 1997, el gobierno indonesio aceptó préstamos condicionados del FMI destinados a hacer que el país fuera más atractivo para los inversores extranjeros.

La crisis financiera asiática de 1997, una secuencia de devaluaciones de la moneda y crisis bancaria que se extendió por los países de Asia oriental, incluida Indonesia, expuso la vulnerabilidad de las economías elogiadas por el Banco Mundial por su rápido crecimiento.29 Pero, una vez más, las instituciones financieras internacionales trataron de resolver problemas económicos profundamente arraigados con las mismas medidas que los crearon: más reformas y desregulación económica y una mayor dependencia de los inversores privados extranjeros. Según el Memorando de Políticas Económicas y Financieras firmado en 1998, a cambio del apoyo financiero del FMI, Indonesia tuvo que implementar una estrategia «para liberalizar aún más el comercio exterior y la inversión, desregular aún más las actividades internas y se acelerara el programa de privatización».30 Esta fue otra oportunidad para expandir el control corporativo sobre la riqueza natural de Indonesia. El acuerdo requería que el gobierno llevara a cabo una serie de reformas políticas y regulatorias, incluida la abolición de la prohibición de inversiones extranjeras en plantaciones de palma aceitera,31 la liberalización del comercio en el sector agrícola, la reducción de los impuestos a la exportación de madera y minerales, y la aceleración de la privatización de las empresas públicas.32 Las reformas políticas de Indonesia garantizaron otro período de afluencia de fondos extranjeros. Después de 1998, los proyectos y préstamos de asistencia técnica del Banco Mundial se dispararon, alcanzando aproximadamente US$4,5 mil millones en 2003. 33

Tras una ola de resistencia mundial contra las instituciones financieras internacionales y las crecientes críticas de que las políticas neoliberales aumentaban la pobreza, la deuda y la dependencia de los países ricos, las protestas contra la interferencia del Banco Mundial barrieron el país en 2003.34 Ese mismo año, el gobierno indonesio declaró que quería liberarse de las dolorosas medidas de austeridad y los compromisos contra los pobres del FMI.35

Sin embargo, el gobierno indonesio y las instituciones financieras internacionales no aprendieron la lección. Incluso con el fin de los PAE, el Banco Mundial siguió desempeñando un papel importante en el impulso de las reformas favorables a las empresas de Indonesia para atraer a los inversores privados. Entre 2009 y 2017, el Banco comprometió más de US$20,6 mil millones en préstamos y garantías para Indonesia,36 de los cuales más del 22 por ciento fueron préstamos destinados a mejorar el clima de inversión a través de reformas normativas y de política, como la reducción de las cargas fiscales, la facilitación de procedimientos de concesión de licencias, las reformas de la administración de tierras, el financiamiento para proyectos de infraestructura comercial, etc.37

Los esfuerzos de Indonesia para hacerse atractiva para los inversionistas han sido elogiados continuamente por el Banco, como se refleja en sus calificaciones del Doing Business. Indonesia subió 34 posiciones en el DBR en solo dos años, de 106 en 2016 a 72, en 2018.38 Como consecuencia lógica de sus reformas proempresariales, Indonesia ha visto aumentar fuertemente las inversiones extranjeras directas en los últimos años. De perder US$ 4,5 mil millones en 2000 a una entrada neta de más de US$ 22 mil millones en 2017.39 Pero la pendiente resbaladiza de las reformas de política favorables a las empresas promovidas por el Banco Mundial está tomando una radical y peligroso giro para alcanzar el ambicioso objetivo del presidente Widodo de llegar al puesto 40 40, a medida que se pone en marcha la eliminación de miles de regulaciones comerciales.45

Las reformas políticas promovidas por el Banco Mundial ganaron más impulso con el fetiche del presidente Widodo por las clasificaciones de Doing Business. Desde que asumió el cargo, en octubre de 2014, ha lanzado 16 paquetes de reformas económicas para acelerar el proceso de hacer negocios en diversos sectores. Además, se han aplicado otras reformas destinadas a mejorar el entorno empresarial, incluida una mayor liberalización del régimen de IED en materia de logística, turismo y agricultura42 y se facilitó la adquisición de tierras.43 Para implementar las medidas de desregulación, el Presidente Widodo creó un Grupo de Trabajo especial en el Ministerio Coordinador de Asuntos Económicos, en 2016.44

Operando bajo la lógica del Banco, que presume que los procesos administrativos más rápidos y una reducción de las regulaciones mejorarán el entorno empresarial, el gobierno actual anunció la eliminación de 3.000 regulaciones regionales para acelerar los procesos de concesión de licencias.45

A partir de 2018, el rico archipiélago, hogar de más de 300 grupos étnicos, se erige como la economía más grande del sudeste asiático y la décima economía más grande del mundo en términos de poder adquisitivo.46 En la carrera desesperada para desregular y adoptar las prescripciones políticas del Banco Mundial, las nuevas reformas de Widodo para aumentar el comercio y la inversión podrían promover el crecimiento económico. Pero, como es evidente en las últimas décadas, esto se produce a expensas de los trabajadores indonesios, las comunidades indígenas y el medio ambiente.

CRECIMIENTO DESTRUCTIVO: ATRACCIÓN DE INVERSIONISTAS Y DESCUIDO DE LOS DERECHOS INDÍGENAS A LA TIERRA

A lo largo de las cinco décadas de asociación, Indonesia ha sido alabada por seguir al pie de la letra las recomendaciones políticas del Banco.47 El último Marco de Asociación con el País del Banco Mundial en Indonesia –el documento más importante en la definición de las orientaciones de políticas y proyectos de desarrollo del Banco para 2016-2020, renueva el papel del Banco en la definición de las políticas económicas de Indonesia. El marco se centra en «reformas consistentes de política pública para apuntalar los fundamentos económicos de Indonesia, ayudando a crear un entorno más propicio para el sector privado que es la principal fuente de crecimiento y creación de nuevos empleos, y haciendo que el crecimiento sea sostenible y compartido más ampliamente».48 Si bien el Banco afirma que las «políticas macroeconómicas sólidas» y el aumento de las inversiones privadas están detrás del crecimiento del PIB de Indonesia49, la suposición de que las inversiones del sector privado generan prosperidad «sostenible» y «compartida» pasa por alto algunas realidades claves.

Detrás de las prósperas inversiones privadas está la biodiversidad de las selvas tropicales de Indonesia, las comunidades locales, cuyos medios de vida dependen de ellas y el medio ambiente.50 Sin embargo, el cambio acelerado de tierras culturalmente ricas y productoras de alimentos para obtener ganancias corporativas ha llevado al desplazamiento de un número masivo de pequeños agricultores y pueblos indígenas.51 Esto ha sucedido especialmente a través de concesiones de tierras consuetudinarias –tierras administradas por pueblos indígenas de acuerdo con su derecho consuetudinario a la tierra (Adat ley) – a las corporaciones, ya que todas las tierras han sido reclamadas durante mucho tiempo por el estado indonesio bajo la ley constitucional.52

Un estudio histórico del 2016 de la Comisión de Derechos Humanos de Indonesia (Komnas HAM) llamó la atención sobre la violación sistemática de los derechos a la tierra comunal de las comunidades indígenas (Masyarakat Hukum Adat). En el informe se llegó a la conclusión de que la falta de reconocimiento oficial por parte del Estado de las comunidades indígenas y sus tierras consuetudinarias sigue siendo una de las causas fundamentales de las controversias sobre la tierra. En la práctica, como el conocimiento de los pueblos indígenas con respecto a la ubicación de los límites de sus bosques comunales se basa en la tradición oral, que no es reconocida por el gobierno, el estado indonesio trata arbitrariamente cualquier «bosque» como «bosque estatal». 53 Otra cuestión clave identificada fue que «la política de desarrollo [de Indonesia] para promover el crecimiento económico ha dado prioridad a la concesión de permisos de explotación a empresas económicas a gran escala sobre territorios indígenas, con el aparato estatal y/o las fuerzas de seguridad proporcionando protección a los intereses corporativos». 54


 

Recuadro 1: Campo de batalla mortal: Resistencia de los pueblos, abusos contra los derechos humanos y asesinato por violencia corporativa

Cada año, el Departamento de Quejas e Investigación de los Komnas HAM se ocupa de al menos 1.000 violaciones de derechos humanos atribuidas a abusos corporativos.55 Como era de esperar, la resistencia y la oposición de los agricultores a las plantaciones privadas, las compañías mineras y los desarrolladores se ha extendido por toda Indonesia en los últimos años, ya que a las empresas locales y multinacionales se les permite apoderar y deforestar tierras consuetudinarias.56

Lamentablemente, las personas que defienden sus tierras, bosques y los ríos contra las industrias destructivas se enfrentan con demasiada frecuencia a una violencia extrema. Abundan los ejemplos recientes de defensores de la tierra asesinados por la seguridad privada de las empresas y las fuerzas estatales. En 2015, Indra Pelani, una activista ambiental y agricultora de 22 años, fue severamente golpeada y asesinada por las fuerzas de seguridad privadas que trabajaban en nombre de una subsidiaria de Asia Pulp and Paper (APP).57 El mismo año, Jopi Peranginangin, un activista que se oponía a la expansión de las plantaciones de palma aceitera, también fue asesinado.58 Nuevamente, en 2015, Salim, un agricultor local y activista contra la minería, fue golpeado hasta la muerte tres días después de organizar una manifestación para protestar contra las actividades de extracción de arena en la playa de Watu Pecak.59 En 2018, los activistas ambientales y los defensores de la tierra continúan siendo atacados y criminalizados.60

Pasando por alto esta situación compleja y profundamente problemática, el gobierno indonesio fue recompensado en 2010 por el DBR por hacer más fácil el registro de la propiedad mediante la introducción de plazos para los procedimientos en el registro de la propiedad, y en 2018, por reducir el impuesto sobre la transferencia de la propiedad.61 Las regulaciones revisadas permiten la revocación de los derechos sobre la tierra «en interés público» y permiten a las empresas adquirir tierras en nombre de las autoridades y ser reembolsadas más tarde.62 Además, se estableció una Agencia Estatal de Gestión de Activos (LMAN) para facilitar la financiación de las adquisiciones de tierras.63 Pero en el contexto de las reclamaciones concurrentes por los derechos sobre la tierra y la falta de reconocimiento estatal de los usos consuetudinarios de la tierra, existe un alto riesgo de que el marco de DBR socave aún más la capacidad de Indonesia para mantener normas sociales y ambientales adecuadas en la administración de la tierra. Al enfocarse en acelerar y reducir los costos de los procedimientos en el registro de tierras, las reformas hechas en el marco de la DB ignoran los problemas de tenencia de la tierra de larga data en Indonesia y, en última instancia, sirven a los intereses corporativos al acelerar el proceso de transferencia de tierras.

Más de 600 conflictos por la tierra registrados en 2011, con 22 muertes y cientos de heridos, evidencian los problemas involucrados en la «racionalización» del entorno regulatorio para hacer negocios y transferir tierras.64 Especialmente en los casos en que se considera necesaria la implementación de procesos largos y sensibles, como los estudios de impacto social y ambiental o el Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) de los pueblos indígenas, los plazos dificultan la capacidad de verificación del registro de la propiedad antes del desarrollo de proyectos a gran escala en tierras consuetudinarias.

Otro proceso clave orientado a facilitar la inversión en tierras, pero que potencialmente puede obstaculizar los derechos indígenas a la tierra, es el Programa para Acelerar la Reforma Agraria de Indonesia, financiado por el Banco, aprobado en julio de 2018.65 Los documentos del Banco sobre el proyecto atribuye la larga historia de convulsiones y explotación de los territorio indígenas a “una débil gobernanza y administración”, ocultando la herencia de los intereses corporativos sobre la madera, el suelo, aceite y gas y el mercado de consumidores indonesios. Basados en esa visión parcializada, proveen el uso de mapas y registro formal de títulos sobre las tierras como una solución regulatoria adecuada, ignorando el hecho de que la sola oferta de títulos sobre la tierra no resuelve el problema del acaparamiento de tierras. Por el contrario, el programa podría proveer una estrategia legal para la adquisición de tierras a gran escala. Las consecuencias concretas del programa están todavía por verse, pero un primer acercamiento permite predecir grandes riesgos sociales y ambientales, incluyendo el reasentamiento involuntario y la posibilidad de mapear erróneamente áreas de alto valor para la conservación, como humedales y manglares.67 A pesar de asegurar que adopta métodos participatorios para mapear los derechos de tierra, la emisión de títulos formales individuales para demarcar las tierra apoyada por el Banco está fundamentalmente en contradicción con la forma como los pueblos indígenas definen los derechos a la tierra (adat law).68 Esto puede ser explicado por el hecho de que la adat law y el uso de la tierra se basa en la capacidad de los grupos en compartir la tierra para actividades diversas y superpuestas, como forrajeo, pesca y agricultura, etc., incompatibles con el enfoque del Banco de incrementar las inversiones privadas y el crecimiento económico.

Al ignorar el papel de las comunidades indígenas para garantizar la conservación, la biodiversidad y la gestión sostenible de los recursos naturales,69 el camino de desarrollo reclamado por el Banco Mundial de Indonesia socava sistemáticamente sus derechos a la tierra en favor de los intereses corporativos.

Rainforest destruction for palm oil plantation in Indonesia-occupied Papua © Ulet Ifansasti / Greenpeace

EXPANSIÓN DE LA AGROINDUSTRIA DEL ACEITE DE PALMA Y APOYO AL ABUSO DE LAS CORPORACIONES

En el contexto de los complejos y diversos sistemas de tenencia de la tierra de Indonesia y su larga historia de corrupción, los esfuerzos para fomentar el desarrollo de la industria del aceite de palma, regalando tierras boscosas y ofreciendo exenciones fiscales a los inversores privados, no han logrado los resultados deseados.70 En cambio, la expansión de las plantaciones de palma aceitera a gran escala, especialmente por parte de empresas privadas, ha impulsado la deforestación, ha llevado a la pérdida de tierras indígenas y ha avivado el conflicto.71

El auge de la producción de aceite de palma en Indonesia – de 6,9 millones de toneladas en 2000 a 32 millones de toneladas en 2016 72 (véase la Figura 1) – puede atribuirse a las reformas de políticas y a la desregulación de la inversión extranjera y el comercio.73 Las instituciones de Bretton Woods han desempeñado un papel importante en el fomento de la expansión de la agroindustria del aceite de palma mediante la inversión en toda la cadena de suministro.74 Más del 50 por ciento de todos los compromisos del Banco Mundial relacionados con el aceite de palma se destinaron a financiar una serie de proyectos en Indonesia.75 Sin embargo, esto ha tenido un costo muy alto para las personas y el medio ambiente, con la destrucción de hábitats naturales y conflictos con las comunidades locales, que se ven obligadas a abandonar sus tierras para dar paso a las plantaciones.

Una gran parte del crecimiento económico de Indonesia se ha atribuido al «éxito» de sus exportaciones de biocombustibles a base de aceite de palma y aceite de palma.76 Pero mientras los países de altos ingresos, como los miembros de la UE, han instituido políticas para aumentar el uso de biocombustibles, los países en desarrollo, como Indonesia y Malasia, que representan alrededor del 85 al 90 por ciento del suministro mundial de aceite de palma,77 han pagado el peaje.78

La selva tropical de Indonesia, superada en superficie solo por la de Brasil y la República Democrática del Congo,79 alberga entre el 10 y el 15 por ciento de las plantas, mamíferos y aves conocidas en el mundo.80 Pero un aumento de la IED y un mejor «clima de negocios» también han significado que solo entre 1995 y 2015, un promedio de 117 mil hectáreas de bosque, un área más grande que Hong Kong, fueron taladas cada año para dar paso a las plantaciones de palma aceitera.81 Según datos de la Agencia de Estadísticas de Indonesia, el área total de plantaciones de palma aceitera en Indonesia fue de alrededor de 14 millones de hectáreas en 201782, un área más grande que el tamaño de Grecia. Y a pesar de las promesas del gobierno de detener los nuevos permisos de palma aceitera,83 se espera que el área de plantación continúe aumentando a medida que el país planea aumentar su producción para 2020.84

La expansión de las plantaciones de palma aceitera y la deforestación y la degradación asociadas a ella han convertido Indonesia en uno de los mayores productores de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo (véase la Figura 2).86 La investigación muestra que las empresas privadas de plantaciones de palma aceitera son las culpables de la mayor parte de los impactos ambientales en el país, siendo responsables de aproximadamente el 90 por ciento de las emisiones totales de CO2 de Indonesia entre 2000 y 2010, en comparación con el 10 por ciento de las emisiones de los pequeños agricultores.87

Como el principal productor y exportador de aceite de palma del mundo, Indonesia depende de casi US$20 mil millones de ingresos anuales de las exportaciones de productos básicos.88 A su vez, las inversiones privadas en plantaciones de palma aceitera son presentadas por empresas y funcionarios gubernamentales como un medio para crear empleo y construir carreteras, escuelas y vivienda. Pero la expansión de las plantaciones a gran escala también amenaza la supervivencia de 40 a 65 millones de personas que dependen directamente de los recursos forestales menores de Indonesia para su sustento.89

Una serie de estudios y quejas de la comunidad han documentado el alcance de los impactos perjudiciales de las plantaciones de monocultivos a gran escala en las personas y el medio ambiente en el país.90 Un estudio reciente en profundidad de las plantaciones en Kalimantan Occidental descubrió la violencia cotidiana y la devastación de las vidas de los pequeños agricultores por las fincas corporativas de palma aceitera.91 La investigación reveló un sistema depredador de adquisición de tierras para plantaciones, que limitaba el acceso de las personas a los recursos naturales y reducía la capacidad de los trabajadores para organizarse. Comienza con la demolición o, a veces, el incendio para eliminar toda la cubierta arbórea para transformar permanentemente el paisaje en un campo abierto, una pizarra en blanco lista para plantar palma aceitera.92 Luego, las estrategias utilizadas por los operadores de plantaciones incluyen la destrucción de pequeñas aldeas, campos de arroz y tumbas, que se encuentran dentro de los límites de su concesión, así como la contratación de trabajadores de otras regiones que carecen de vínculos de parentesco con la población circundante.93 En resumen, la producción industrial de palma aceitera implica detener la capacidad de las personas para proveer para su propia subsistencia, utilizando coerción, amenazas y destrucción material para mantener el control sobre los recursos de subsistencia (tierras de cultivo, bosques, espacios habitables, fuentes de agua, oportunidades de ingresos).94 Como era de esperar, solo en 2017 se registraron más de 200 conflictos de tierras directamente relacionados con las plantaciones.95

A pesar de la amplia evidencia que desacredita la creencia de que las inversiones privadas en agronegocios a gran escala conducen a beneficios compartidos para las comunidades locales, el Banco Mundial ha apoyado sistemáticamente este modelo de desarrollo perjudicial (véase el recuadro 2).96

Recuadro 2: Las malas inversiones de la CFI en aceite de palma

La CFI, el brazo del sector privado del Grupo del Banco Mundial, se ha involucrado ampliamente en el sector del aceite de palma, con inversiones en plantaciones (Indonesia, Tailandia, Ghana, Nicaragua), refinación de aceite de palma (Indonesia y Ucrania) y comercio de aceite de palma (Indonesia y Singapur).97 Desde 2003, el Grupo Wilmar, uno de los conglomerados agroindustriales más grandes del mundo especializado en la producción y el comercio de aceite de palma, ha recibido apoyo financiero de la CFI para la producción en Indonesia con una garantía de US$33,3 millones y un préstamo de US$17,5 millones.

Entre 2007 y 2011, las quejas de las comunidades de tres regiones diferentes –Kalimantan Occidental,98 Sumatra,99 y Jambi100– se presentaron ante el Ombudsman Asesor de Cumplimiento (CAO) de la CFI, un mecanismo de recurso independiente del Banco Mundial. Todas las quejas contra el Grupo Wilmar y sus subsidiarias de propiedad total (otras plantaciones de aceite de palma) plantean preocupaciones similares en torno a los impactos ambientales y sociales que enfrentan las comunidades locales, que incluyen:

1. Limpieza de tierras sin la aprobación apropiada de la comunidad o la finalización de los procesos de Análisis de Impacto Ambiental (EIA);

2. Violación de las regulaciones y leyes nacionales, así como de los protocolos de certificación de la Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible;

3. Cumplimiento inadecuado de los procedimientos operativos y los requisitos de diligencia debida de la CFI; y,

4. Uso de medidas coercitivas por parte de las fuerzas gubernamentales y el personal de la compañía para desalojar a las familias y destruir viviendas en tierras en disputa.101

Estas quejas condujeron a dos auditorías que encontraron un incumplimiento importante de la política de la CFI,102 y posteriormente del marco del Grupo Banco Mundial para invertir en aceite de palma.103 A pesar de estas revelaciones, en el Marco de Asociación de País 2016-2020 con Indonesia, el Banco se refiere a los servicios de asesoramiento de la CFI en el negocio del aceite de palma como una práctica óptima, que debe continuar. También reafirma las inversiones de la CFI en las principales empresas forestales y de plantaciones de aceite de palma como su principal estrategia del sector privado.104 Mientras tanto, una investigación de Greenpeace International de 2018 reveló que Wilmar International todavía está vinculada a la destrucción de bosques para el aceite de palma casi cinco años después de comprometerse a poner fin a la deforestación.105

Las organizaciones indonesias se han movilizado para denunciar las violaciones de derechos humanos de larga data, el acaparamiento de tierras y la destrucción del medio ambiente generadas por la industria del aceite de palma. En mayo de 2018, más de 230 grupos, incluidas organizaciones de pueblos indígenas, sindicatos de agricultores, agricultores, trabajadores, defensores de los derechos humanos y activistas ambientales, se unieron para instar al gobierno indonesio a tomar medidas y llamar la atención internacional sobre los impactos devastadores de las plantaciones de palma aceitera.106 Describieron este impacto en una carta abierta al presidente de Indonesia, el presidente del Consejo de la UE, y líderes de los Estados miembros de la UE: «Hemos […] perdido nuestras tierras de la aldea (porque nuestros derechos de gestión de la tierra han sido ocupados por plantaciones de palma aceitera), nuestras fuentes de alimentos, medios de vida, fuentes de medicina herbal, vegetación rara y plasma germinal, así como nuestras formas de vida colectivas basadas en nuestra sabiduría local y conexiones con nuestros lugares ancestrales que forman parte integral de nuestra identidad y patrimonio cultural. […] Nuestros territorios consuetudinarios ahora sufren desastres ecológicos a largo plazo, como sequías, incendios forestales, contaminación del agua y la disminución de las poblaciones de peces, pérdida de seguridad alimentaria». 107 Los grupos denuncian además el aumento de los conflictos por la tierra, el acoso, la criminalización y la negación de los derechos laborales asociados con la expansión de estas plantaciones.108

Estos relatos de las luchas cotidianas de las comunidades indonesias contrastan con el barniz positivo de «desarrollo económico» y «oportunidad de empleo» utilizado por el Banco para describir el negocio de las plantaciones.109 Un discurso similar es utilizado por el Banco para retratar el sector minero, 110 otro importante impulsor de la deforestación y los daños sociales y ambientales en Indonesia.

INDUSTRIAS EXTRACTIVAS: EXPLOTACIÓN DE LA RIQUEZA NATURAL Y OBSTACULIZACIÓN DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA

El Banco Mundial desempeña un papel clave en el apoyo a las actividades mineras en Indonesia, especialmente a través de la CFI y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI). Según el Banco, «los ingresos de las industrias extractivas pueden tener un impacto en la reducción de la pobreza y en el impulso de la prosperidad compartida, respetando al mismo tiempo las necesidades de la comunidad y el medio ambiente». 111 En la práctica, si bien la minería contribuye financieramente a la economía a corto plazo a través de los ingresos fiscales, también tiene repercusiones irreversibles en los medios de subsistencia y el medio ambiente a través de la deforestación, la contaminación del agua y el desplazamiento de las comunidades locales.

En la provincia de Maluku del Norte, el proyecto PT Weda Bay Nickel, garantizado por MIGA,112 cubre una proporción significativa de la isla de Halmahera y alrededor del 21 por ciento del área minera de la compañía se encuentra dentro de áreas forestales protegidas.113 Para dar paso al proyecto minero, las comunidades étnicas Sawai quedaron sin acceso a los bosques y las tierras agrícolas que han cultivado durante generaciones, perdiendo así su principal fuente de sustento. La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Indonesia concluyó que las comunidades afectadas no dieron su consentimiento libre, previo e informado antes de que comenzaran las actividades de la empresa y que los miembros del brazo paramilitar de la policía indonesia participaron en la intimidación de los miembros de la comunidad para que firmaran acuerdos.114

En Papúa Occidental, una región ocupada por Indonesia desde el final del dominio colonial holandés en 1963,115 las fuerzas de seguridad indonesias han asegurado el control corporativo sobre los recursos naturales a través de abusos generalizados de los derechos humanos y degradación ambiental. Desde que el ejército indonesio tomó el control de la región, el pueblo de Papúa Occidental ha sufrido violencia, ejecuciones extrajudiciales, tortura, desaparición, detención arbitraria, violación y otras formas de lesiones mentales y corporales graves.116 El gobierno indonesio ha obligado sistemáticamente a los papúes occidentales a abandonar sus tierras (incluidos los desplazamientos resultantes del plan de transmigración), ha explotado sus recursos y socavado las prácticas tradicionales de subsistencia. Estas acciones han llevado directamente a enfermedades generalizadas, desnutrición y muerte entre los papúes occidentales.117

Es en Papúa Occidental donde Suharto entregó una montaña entera, el depósito de oro más grande del mundo y el tercero más grande de cobre, a inversores extranjeros.118 La mina Grasberg es operada por PT Freeport Indonesia, una subsidiaria del gigante minero estadounidense Freeport McMoRan. Como parte de la ola inicial de inversión extranjera que siguió después de que Indonesia liberalizó sus regulaciones de inversión en 1967, las operaciones de la mina Grasberg se encuentran en tierras consuetudinarias de los pueblos indígenas. Específicamente, los Amungme en las tierras altas y los Kamoro en las tierras bajas costeras se consideran propietarios tradicionales de la zona, junto con Dani, Damal, Moni, Mee y Nduga.119

La mina a cielo abierto se hizo tan grande que cambió los límites del adyacente Parque Nacional Lorenz, un área catalogada por la UNESCO en 1999 como Patrimonio de la Humanidad. Sus impactos sociales y ambientales generalizados son de gran preocupación, aunque difíciles de cuantificar debido a la falta de monitoreo independiente. La mina descarga hasta 200 mil toneladas de desechos todos los días en los ríos circundantes, que han contaminado completamente las tierras que alguna vez fueron fértiles y las aguas claras río abajo hasta las áreas costeras.120 Lo que una vez fue una fuente de seguridad alimentaria para la población local se convirtió en tierras baldías por la minería.121 Aunque los métodos fluviales de eliminación de desechos están prohibidos en todos los países desarrollados, Freeport y Rio Tinto, las dos partes interesadas mayoritarias actuales en las operaciones mineras de Grasberg, sostienen que la eliminación de relaves fluviales es la mejor solución.122

A pesar de la resistencia de las comunidades locales contra las operaciones mineras explotadoras, que planean continuar al menos hasta 2041, el Banco Mundial sigue siendo uno de sus partidarios. En 2006, la CFI adquirió una participación accionaria del cinco por ciento en otra de las operaciones mineras de Rio Tinto,123 mientras que el Banco elogia a Freeport por «compartir beneficios» con las comunidades locales alrededor de la mina Grasberg a través de sus fondos fiduciarios establecidos para el desarrollo comunitario.124

Para una institución con el mandato de combatir la pobreza, el apoyo del Banco Mundial a las industrias extractivas plantea serias preocupaciones. Los ingresos de la industria minera apenas han beneficiado a la población local de las regiones donde las minas han prosperado. En cambio, obstaculizan drásticamente la capacidad de las comunidades para satisfacer sus propias necesidades. Esta sombría situación corre el riesgo de un mayor deterioro con la continua desregulación para atraer a los inversores extranjeros mediante la reforma de las políticas de acuerdo con los indicadores Doing Business del Banco.

Mientras las instituciones de Bretton Woods se preparan para reunirse en Bali en las Reuniones Anuales de 2018, la estrategia del Banco para el crecimiento económico de Indonesia sigue dependiendo de las inversiones extranjeras para la explotación de los ricos recursos naturales del país.125 En 2018, se aprobó un nuevo proyecto del Banco Mundial por valor de US$300 millones para el desarrollo del turismo «con el fin de mejorar la calidad y el acceso a la infraestructura relevante de turismo y a los servicios, fortalecer los vínculos de la economía local con el turismo y atraer inversiones privadas en determinados destinos turísticos de Indonesia.»126

UNA NUEVA FRONTERA PARA LAS INVERSIONES EXTRANJERAS: ABRIR TIERRAS PARA EL DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURA Y LA EXPANSIÓN DEL TURISMO

Dos propuestas centrales del Banco Mundial en su marco de asociación actual con Indonesia consisten en desarrollar infraestructura y aprovechar el «potencial turístico no realizado». 127 Aunque alejarse de la economía de exportación de productos básicos puede sonar como una buena idea, confiar en la construcción de nuevos aeropuertos y la expansión del turismo de lujo para «compartir la prosperidad» con las comunidades locales es probable que sea otra falsa promesa. Guiado por el Banco Mundial, el gobierno del presidente Widodo cuenta con la entrega de megaproyectos rentables de mega infraestructura a inversores privados extranjeros para acelerar el crecimiento económico de Indonesia.128

Para mejorar su clasificación en el DBR del Banco y alcanzar los ambiciosos objetivos de infraestructura, las reformas de política emprendidas por el gobierno para atraer nuevos inversores han sido drásticas. En 2017, el gobierno central de Indonesia prometió crear grupos de trabajo regionales para mejorar la «facilidad de hacer negocios». Para agilizar los procesos para iniciar un negocio, el presidente amenazó con castigar a las administraciones regionales que no aceleraran los procedimientos de concesión de licencias.129 Otras reformas favorables a las empresas incluyen una política de amnistía fiscal y la reducción de las restricciones para la propiedad extranjera en los nuevos proyectos de infraestructura, incluida la expansión de la red nacional, 1.000 kilómetros de nuevas carreteras de peaje, 3.258 kilómetros de nuevos ferrocarriles, 15 nuevos aeropuertos, diez mejoras aeroportuarias y 24 nuevos puertos marítimos.130

De acuerdo con esta estrategia, la Junta de Coordinación de Inversiones de Indonesia (BKPM) y el Ministerio de Turismo asignaron destinos paradisíacos en la costa para nuevos inversores privados.131 Los lugares turísticos prioritarios se ofrecieron como proyectos altamente lucrativos y «fáciles» de desarrollar, con BKPM llevando a cabo una rápida autorización para garantizar la adquisición de tierras, el proceso de obtención de permisos y las regulaciones locales no son obstáculos para los inversionistas extranjeros.132

Mientras tanto, los megaproyectos de infraestructura para el desarrollo turístico llevados a cabo por el gobierno con el apoyo del Banco133 ya han tenido consecuencias problemáticas. El proyecto de construcción de la carretera Batang-Semarang, en Java Central, condujo al acaparamiento de tierras y al desplazamiento de comunidades de las nueve aldeas de Ngawensari, Galih, Sumbersari, Rejosar, Tunggulsari, Kertomulyo, Penjalin, Magelung y Nolokerto en abril de 2018.134 Una declaración de La Vía Campesina confirmó que el proyecto de construcción de la carretera, parte de los ambiciosos objetivos de infraestructura del gobierno del presidente Widodo, ha traído miseria a cientos de familias campesinas.135

El consejo del Banco de desplegar la alfombra roja para los inversionistas extranjeros en los sectores de infraestructura y turismo se basa en una mayor explotación de los exuberantes bosques y playas de Indonesia.136 Pero el fanatismo de atraer inversionistas para la nueva frontera del desarrollo pasa por alto los graves impactos en los medios de vida de la población local y el medio ambiente (véase el recuadro 3).137

Recuadro 3: resistiendo el turismo extractivo. El caso de Benoa Bay

Durante varias décadas, el Banco Mundial ha financiado proyectos de desarrollo de infraestructura, que transformaron Bali en el principal destino turístico de Indonesia.138 Ahora, el anfitrión de las Reuniones Anuales 2018 del Banco Mundial y el FMI está a punto de liberar alrededor de 800 hectáreas para la creación de islas artificiales en las aguas de la Bahía de Benoa , anteriormente un área de conservación.139 Benoa Bay es una de las últimas zonas que quedan en Bali donde todavía se practican métodos de pesca tradicionales, pero esta estrategia de medios de vida sostenibles ahora está amenazada por un complejo turístico de lujo.140

El proyecto, con investigación y asesoramiento del Banco Mundial,141 tiene inversiones prometidas por un gran consorcio dirigido por un desarrollador PT Tirta Wahana Bali Internacional (TWBI). TWBI planea construir un resort de lujo de US$3.000 millones, que incluye villas, apartamentos, hoteles, un parque temático e incluso un circuito de carreras de Fórmula Uno, todo en un terreno que se recuperará para «revitalizar» la Bahia de Benoa.142

No es de extrañar que la propuesta haya estimulado uno de los movimientos ambientales más grandes en la historia de Indonesia: Bali Tolak Reklamasi (Bali Rechaza la Recuperación, conocido como ForBALI).143

Las manifestaciones masivas han traído a miles de manifestantes de diferentes partes de Bali desde que se hizo público el proyecto de recuperación. Sus principales preocupaciones son que el proyecto inundará y destruirá más de 60 sitios naturales y 24 templos que son sagrados para la población predominantemente hindú de la isla, así como obstaculizará los medios de vida de cientos de pescadores que se reúnen en alta mar durante la marea baja para recolectar peces, camarones, cangrejos y algas marinas.144 Hasta que se derogue el Proyecto, el movimiento se ha comprometido a mantener su fuerte Resistencia para defender al pueblo de Bali y al medio ambiente de este absurdo plan de Desarrollo.

CONCLUSIONES

La elección de Bali para las Reuniones Anuales afirma la perspectiva positiva del Banco Mundial hacia Indonesia. Pero la trayectoria de desarrollo de la nación del sudeste asiático es un excelente ejemplo de cómo la orientación del Banco sobre reformas regulatorias genera consecuencias desastrosas para las comunidades locales, los medios de vida de las personas y la seguridad alimentaria, y el medio ambiente.

Mientras el Banco trata de convencer al mundo de que el modelo económico de Indonesia ha llevado a un crecimiento milagroso y a la reducción de la pobreza, el país enfrenta enormes desafíos sociales y ambientales en medio de una creciente desigualdad.145

Las plantaciones de palma aceitera y la minería continúan expandiéndose bajo concesiones a gran escala, empeorando la contribución de Indonesia a la crisis climática mundial e impactando negativamente los medios de vida de millones de pueblos indígenas y pequeños agricultores.

Con su impulso por un crecimiento sin fin y ganancias para las élites, la carrera de Indonesia para reformar de acuerdo con el DBR del Banco facilita el camino para los inversores, al tiempo que permite un mayor saqueo de los recursos naturales del país. En lugar de invertir en proyectos y orientar políticas que contribuyan a su misión declarada de «poner fin a la pobreza y promover la prosperidad compartida»,146 las reformas apoyadas por el Banco Mundial, como las exenciones del impuesto sobre la renta de las empresas, las normas laborales socavadas y los procesos de transferencia de tierras más rápidos, han llevado a la erosión de los derechos de las comunidades cuyos medios de vida dependen de las tierras y los recursos naturales codiciados por los inversores ricos.

Las prescripciones políticas del Banco Mundial y los planes de desarrollo vacíos para Indonesia lo han convertido en un milagro fallido de Asia Oriental. Por lo tanto, ya es hora de que las políticas centradas en las personas, en lugar de centradas en las empresas, guíen el camino del desarrollo de Indonesia.

Notas

1República de Indonesia. País anfitrión de las Reuniones Anuales FMI-GBM de 2018. http://www.am2018bali.go.id/ (consultado el 28 de junio de 2018).

2Banco Mundial. Marco de Asociación con el País banco mundial-Indonesia 2016-2020. http://documents.worldbank.org/curated/en/195141467986374707/ Indonesia-Country-partnership-framework-for-the-period-FY16-20 (consultado el 8 de junio de 2018).

3Véase, por ejemplo: Thomson, M., Kentikelenis, A. y T. Stubbs. «Los programas de ajuste estructural afectan negativamente a las poblaciones vulnerables: una revisión sistemática-narrativa de su efecto en la salud infantil y materna». Revisiones de salud pública Vol 38, 13 (2017). https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/ artículos/PMC5810102/ (consultado el 22 de agosto de 2018); Rodwan Abouharb, M., y D.L. Cingranelli. «The Human Rights Effects of World Bank Structural Adjustment, 1981–2000». International Studies Quarterly Vol. 50, Número 2 (junio de 2006): 233–262. https://www.ucl.ac.uk/political-science/people/ academic/rodwan-abouharb/A_CISQ2006.pdf (consultado el 22 de agosto de 2018).

4República de Indonesia. País anfitrión de las Reuniones Anuales FMI-GBM de 2018. Op. Cit. monto aproximado alcanzado al sumar todos los compromisos en las operaciones del Banco Mundial por año fiscal, recuperado en: http://projects.worldbank.org/search?lang=en&searchTerm =&countrycode_exact=- ID (consultado el 28 de junio de 2018). 5 5Incremento de los compromisos del Banco Mundial

6Uno de los primeros proyectos del Banco Mundial en Indonesia, consistente en asistencia técnica para el desarrollo económico del país, fue aprobado en 1968. Véase: Banco Mundial. «Proyectos – Indonesia». Proyectos y Operaciones. http://projects.worldbank.org/search?lang=en&searchTerm=&countryco de_exact=ID (consultado el 8 de junio de 2018). Esto incluye proyectos que apoyaron la explotación de los recursos naturales de Indonesia. Véase, por ejemplo, la asistencia técnica del Banco Mundial para el desarrollo de la industria de la celulosa y el papel a gran escala de Indonesia: http://documents.worldbank.org/curated/ en/831331468044129136/pdf/multi0page.pdf (consultado el 13 de agosto de 2018).

7 El Informe Doing Business del Banco Mundial, la publicación emblemática del Banco, se lanzó en 2002 para «alentar a las economías a competir hacia una regulación más eficiente» y «mejorar el clima de inversión» para las empresas. Véase: Banco Mundial. Haciendo negocios. http://www.doingbusiness.org (consultado el 21 de junio de 2018); Ver también: Martin-Prével, A. Ceguera deliberada: cómo las clasificaciones de países del Banco Mundial empobrecen a los pequeños agricultores. El Instituto Oakland, 2014. https://www.oaklandinstitute.org/willful-blindness-howworld-banks-doing-business-rankings-impoverish-smallholder-farmers (consultado el 13 de septiembre de 2018). Para estudios de casos de países sobre los impactos perjudiciales de las reformas de Doing Business del Banco, véase: Our Land Our Business. Hojas informativas por países. https://ourlandourbusiness.org/reports-and-info/ country-reports/ (consultado el 6 de agosto de 2018).

8 Banco Mundial. «Indonesia continúa con un fuerte ritmo de reformas para mejorar el clima de negocios: Doing Business». 31 de octubre de 2017. https://www. worldbank.org/en/news/press-release/2017/10/31/indonesia-continuesstrong-pace-of-reforms-to-improve-business-climate-doing-business (consultado el 6 de agosto de 2018).

9Banco Mundial. «Reformas empresariales en Indonesia». Haciendo negocios. http://www. doingbusiness.org/Reforms/Overview/Economy/ indonesia (consultado el 20 de julio de 2018).

  1. Véanse los cinco principales productos de exportación de Indonesia: World Integrated Trade Solution. «Indonesia Trade at a Glance: Most Recent Values.» https://wits.worldbank. org/CountryProfile/en/Country/IDN/Year/2016/Summary (consultado el 28 de junio de 2018).

11 Fisher, R.J., Srimongkontip, S., y C. Veer. Números de pueblos «dependientes» de los bosques y tipos de personas Relaciones forestales. FAO, 1997. http://www.fao. org/docrep/w7732e/w7732e04.htm (consultado el 25 de julio de 2018).

12 Land Matrix. Web de Acuerdos Transnacionales. https://landmatrix.org/en/get-theidea/web-transnational-deals/ (consultado el 18 de julio de 2018).

13. Daniel, S. y A. Mittal. El gran acaparamiento de tierras: la prisa por las tierras agrícolas del mundo amenaza la seguridad alimentaria de los pobres. El Instituto Oakland, 2009. https:// www.oaklandinstitute.org/great-land-grab-rush-world’s-farmland-threatensfood-security-poor (consultado el 30 de abril de 2018); Daniel, S. y A. Mittal. (Mis) Inversión en agricultura: el papel de la institución financiera internacional en el acaparamiento de tierras. El Instituto Oakland, 2010. http://www.oaklandinstitute.org/ sites/oaklandinstitute.org/files/misinvestment_web.pdf (consultado el 30 de abril de 2018).

14 Wenda, B. «Todos se benefician de Papúa Occidental, excepto los papúes». The Guardian, 12 de octubre de 2011. https://www.theguardian.com/ commentisfree/2011/oct/12/west-papua-striking-miners-indonesia (consultado el 10 de julio de 2018); Vidal, J. «Indonesia está viendo un nuevo colonialismo corporativo». The Guardian, 25 de mayo de 2013. https://www.theguardian.com/world/2013/ may/25/indonesia-new-corporate-colonialism (consultado el 10 de julio de 2018). Para otros estudios de casos de países, informes e informes de políticas sobre los impactos generalizados de las reformas de políticas guiadas por las clasificaciones Doing Business del Banco Mundial, véase: The Oakland Institute. Nuestra campaña Tierra Nuestro Negocio. https://www.oaklandinstitute.org/our-land-our-business (consultado el 24 de julio de 2018).

15 Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. «Carta abierta: El aceite de palma para biocombustibles aumenta los conflictos sociales y socava la reforma agraria en Indonesia». 26 de enero de 2007. https://wrm.org.uy/all-campaigns/open-letter-palm-oil-for-biofuelsincreases-social-conflicts-and-undermines-land-reform-in-indonesia/ (consultado el 28 de junio de 2018); Siniwi, R.M. y M. Al Azhari. «El daño ambiental y los conflictos sociales eclipsan el futuro del sector del aceite de palma de Indonesia». Jakarta Globe, 21 de marzo de 2017. http://jakartaglobe.id/business/ environmental-damage-social-conflicts-overshadow-future-indonesias-palmoil-sector/ (consultado el 28 de junio de 2018); Biblioteca de la plataforma ECC. Protestas contra el aceite de palma en Indonesia. https://library.ecc-platform.org/conflicts/palm-oilindonesia (consultado el 28 de junio de 2018).

16 Importe aproximado alcanzado por la suma de todos los compromisos del Banco Mundial con Indonesia entre 1969 y 1997. Banco Mundial. «Proyectos – Indonesia». Op. Cit.

17 Hofman, B., Rodrick-Jones, E., y K.W. Thee. Indonesia: Rápido crecimiento, instituciones débiles. Banco Mundial, 2004. http://documents.worldbank.org/curated/ pt/576941468774895009/pdf/307800IND0country01see0also0307591.pdf (consultado el 19 de julio de 2018); Thee, K.W. «Política industrial y de inversión extranjera en Indonesia desde 1967». Estudios del Sudeste Asiático, Vol. 25. Nº 3 (1987): 383-396. https://kyoto-seas.org/pdf/25/3/250305.pdf (consultado el 24 de julio de 2018).

18 Barr, C. Banking on Sustainability: Structural Adjustment and Forestry Reform in Post-Suharto Indonesia. CIFOR y WWF, 2001. http://www.cifor.org/ publications/pdf_files/Books/cbarr/Banking.pdf (consultado el 10 de julio de 2018), p. 20.

19 Ministerio de Minas y Energía. Ley 11/1967 de Disposiciones Básicas de Minería. https://www.ilo.org/dyn/natlex/docs/ELECTRONIC/77114/81602/ F847614695/IDN.77114.pdf (consultado el 20 de julio de 2018); Zulfan Tadjoeddin, M. Una futura maldición de los recursos en Indonesia: la economía política de los recursos naturales, el conflicto y el desarrollo. Centro de Investigación sobre Desigualdad, Seguridad Humana y Etnicidad, Universidad de Oxford, 2007. https://assets.publishing.service. gov.uk/media/57a08c05ed915d3cfd001100/wp35.pdf (consultado el 20 de julio de 2018).

20 Ompusunggu, M. «Las elecciones regionales de Indonesia afectan al medio ambiente». The Jakarta Post, 4 de mayo de 2018. http://www.thejakartapost. com/news/2018/05/04/indonesias-regional-elections-take-toll-onenvironment.html (consultado el 15 de junio de 2018); Okamoto, S. «El movimiento y las actividades de las ONG ambientales en Indonesia». Policy Trend Report, 2001: págs. 13 y 23.

21 Barr, C. Banking on Sustainability: Structural Adjustment and Forestry Reform in Post-Suharto Indonesia. Op. Cit.

22 Jakfar, F. e Y. Murashima. «Desarrollo de la industria maderera y el comercio en Indonesia». Journal of Forest Economics, Vol. 45 No. 3 (1999): 9-15. https:// www.jstage.jst.go.jp/article/jfe/45/3/45_KJ00004956857/_pdf (consultado el 13 de septiembre de 2018).

23 Birdsall, N.M. et al. 1993. El milagro de Asia Oriental: crecimiento económico y políticas públicas. Nueva York: Oxford University Press.

http://documents.worldbank. org/curated/en/975081468244550798/pdf/multi-page.pdf (consultado el 25 de julio de 2018); Ver también: Hofman, B., Rodrick-Jones, E., y K.W. Thee. Indonesia: Rápido crecimiento, instituciones débiles. Op. Cit.; Dang, G. y L. Sui Pheng. 2016. «Teorías del Desarrollo Económico». En Inversiones en Infraestructura en Economías en Desarrollo. Singapur: Springer.

24 Soetjipto, T. «Indonesia: 20 años después de la caída del General Muhammad Soeharto.» Al Jazeera, 21 de mayo de 2018. https://www.aljazeera.com/ indepth/features/indonesia-20-years-downfall-general-muhammadsuharto-180519141225082.html (consultado el 15 de junio de 2018); World Integrated www.oaklandinstitute.org 17 Trade Solution. «Indonesia Trade at a Glance: Most Recent Values.» https:// wits.worldbank.org/ CountrySnapshot/en/IDN/textview (consultado el 28 de junio de 2018).

25 Birdsall, N.M. et al. El milagro de Asia Oriental: crecimiento económico y políticas públicas. Op. Cit.; Hofman, B., Rodrick-Jones, E., y K.W. Thee. Indonesia: Rápido crecimiento, instituciones débiles. Op. Cit.

26 Beech, H. «Estados Unidos se mantuvo al margen mientras Indonesia mataba a medio millón de personas, según muestran los periódicos». The New York Times, 21 de mayo de 2018. https://www.nytimes. com/2017/10/18/world/asia/indonesia-cables-communist-massacres.html (consultado el 15 de junio de 2018).

27 Adhiati, M., Sri, A. y A. Bobsien. Programa de transmigración de Indonesia: actualización. Con los pies en la tierra, 2001. http://www.downtoearth-indonesia.org/story/ indonesia-s-transmigration-programme-update (consultado el 10 de julio de 2018); Sobre cómo el papel del Programa de Transmigración ayudó al inicio y la difusión de las plantaciones de palma aceitera, ver: Gatto, M., Wayne, M. y M. Qaim. Auge de la palma aceitera y dinámica del uso de la tierra en Indonesia: el papel de las políticas y los factores socioeconómicos. Georg-August-Universität, 2014. http://webdoc.sub.gwdg.de/pub/ mon/sfb990/dp-6.pdf (consultado el 26 de agosto de 2018).

28 El desplazamiento de millones de personas de las islas de Java y Sumatra a las islas exteriores del archipiélago se originó durante el dominio colonial holandés, cuando se llamó el programa de «colonización». Después de la independencia, el gobierno indonesio mantuvo esta política como una herramienta para promover el «desarrollo regional» y la «construcción de la nación». Véase Adhiati, M., Sri, A. y A. Bobsien. Programa de transmigración de Indonesia: actualización. Op. Cit.; Abdoellah, O.S. «Transmigration Policies in Indonesia: Government Aims and Popular Response». Centro de Estudios Migratorios, 1987, pp. 180-196. Sobre los impactos en los pueblos indígenas, ver: Departamento de Evaluación de Operaciones. Transmigración en Indonesia. Banco Mundial, septiembre de 1994. http://documents. worldbank.org/curated/ en/187401468042260249/pdf/28489.pdf (consultado el 13 de septiembre de 2018).

29 Birdsall, N.M. et al. El milagro de Asia Oriental: crecimiento económico y políticas públicas. Op. Cit.

30 Fondo Monetario Internacional. Indonesia—Memorando de Políticas Económicas y Financieras. FMI, 1998. http://www.imf.org/external/np/loi/011598.htm (consultado el 21 de junio de 2018),

31 La palma aceitera se refiere a la palmera de la que se extrae el aceite de palma.

32 Fondo Monetario Internacional. Indonesia—Memorando de Políticas Económicas y Financieras. Op. Cit.; Fondo Monetario Internacional. Apéndices I a VII. FMI, 1998. http://www.imf.org/external/np/loi/041098.pdf (consultado el 21 de junio de 2018).

33 Banco Mundial. «Proyectos – Indonesia». Op. Cit.

34 Francis, S. «La batalla de voluntad de Indonesia con el FMI». Foro Mundial de Políticas, 25 de febrero de 2003. https://www.globalpolicy.org/component/content/ article/209/43040.html (consultado el 15 de junio de 2018).

35 Ibíd.

36 Importe aproximado alcanzado por la suma de todos los compromisos contraídos por el Banco Mundial en sus operaciones entre los ejercicios fiscales 09 y 17. Banco Mundial. «Proyectos – Indonesia». Op. Cit.

37 La suma en miles de millones se alcanzó al agregar todos los costos del proyecto DPL entre FY09 y FY17. Banco Mundial. «Proyectos – Indonesia». Op. Cit.

38 Banco Mundial. Facilidad para hacer negocios en Indonesia. 2018. http://www. doingbusiness.org/data/ exploreeconomies/indonesia (consultado el 21 de junio de 2018).

39 Banco Mundial. Inversión extranjera directa, entradas netas (en millones, US$ corrientes). https://data.worldbank.org/indicator/BX.KLT.DINV.CD.WD?locations=ID (consultado el 20 de julio de 2018).

40 Sundaryani, F.S. «Jokowi quiere a Indonesia en el puesto 40 en el índice doing business». The Jakarta Post, 15 de marzo de 2017. http://www.thejakartapost.com/ news/2017/03/15/jokowi-wants-indonesia-in-40th-place-on-doing-businessindex.html (consultado el 1 de julio de 2018)

41 Ribka, S. «BKPM to standardize investment procedures, forms». The Jakarta Post, 25 de febrero de 2017. http://www.thejakartapost.com/news/2017/02/25/ bkpm-to-standardize-investment-procedures-forms.html (consultado el 1 de agosto de 2018).

42 FMI. Indonesia: Cuestiones seleccionadas. Fondo Monetario Internacional, 2018. https:// www.imf.org/en/Publications/CR/Issues/2018/02/06/Indonesia-SelectedIssues-45615 (consultado el 30 de agosto de 2018), p. 21

43 US – ASEAN Business Council. «Las empresas estadounidenses involucran al gobierno indonesio para impulsar la cooperación en torno al comercio y la inversión». 15 de marzo de 2018. https://www.usasean.org/press-release/2018/03/15/us-businessesengage-indonesian-government-boosting-cooperation-around (consultado el 11 de julio de 2018).

44 Servicio Europeo de Acción Exterior. Indonesia Inversión y Perspectivas Económicas 2018. 8 de febrero de 2018. https://eeas.europa.eu/sites/eeas/files/20180208_ press_release_en.pdf (consultado el 8 de agosto de 2018); SSEK Consultores Legales Indonesios. «Indonesia lanza un nuevo paquete de política económica». 18 de septiembre de 2017. http://blog.ssek.com/index.php/2017/09/indonesialaunches-new-economic-policy-package/ (consultado el 11 de julio de 2018).

45 Hayden, S. «Con una docena de paquetes de reforma económica en su haber, Jokowi de Indonesia se instala». Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, 26 de mayo de 2016. https://www.csis.org/analysis/dozen-economic-reformpackages-under-his-belt-indonesia’s-jokowi-settles (consultado el 8 de junio de 2018).

46 Banco Mundial. «Visión general». El Banco Mundial en Indonesia. http://www. worldbank.org/ en/country/indonesia/overview (consultado el 15 de junio de 2018).

47 Unidjaja, F.D. y Z.P. Hakim. «El gobierno de Indonesia despliega una alfombra roja para los inversores». The Jakarta Post. https://www.oaklandinstitute.org/indonesiagovernment-rolls-out-red-carpet-investors (consultado el 8 de junio de 2018).

48 Para implementar estas reformas, el Banco se comprometió a continuar brindando asesoramiento técnico, así como otros US$2 mil millones en préstamos para 2020. Banco Mundial. Marco de Asociación con el Banco Mundial e Indonesia 2016-2020. Op. Cit.

49 Banco Mundial. Indonesia sigue construyendo sobre un sólido crecimiento económico. 27 de marzo de 2018. http://www.worldbank.org/en/news/press-release/2018/03/27/ indonesia-continues-to-build-on-solid-economic-growth (consultado el 14 de agosto de 2018).

50 Indonesia, como muchos otros países tropicales, ha experimentado un rápido agotamiento de sus recursos forestales en favor de un sector agrario en expansión orientado a la exportación. La mayor parte de la deforestación es causada por las empresas de plantaciones y minería, aproximadamente el 88 por ciento del área total deforestada en el país. Ver: Krishna et al. «Mercados de tierras, derechos de propiedad y deforestación: Perspectivas de Indonesia». Desarrollo Mundial, Volumen 99 (2017): 335-349. https://www.sciencedirect.com/science/ artículo/pii/S0305750X17301808 (consultado el 25 de julio de 2018); Sobre los vínculos recientes entre la corrupción, la política, las inversiones en agronegocios y la destrucción del medio ambiente, véase: Ompusunggu, M. «Las elecciones regionales de Indonesia tienen un costo para el medio ambiente». Op. Cit.

51 Aunque no hay datos completos sobre el número reciente de personas desplazadas en todo el país, se puede hacer una estimación aproximada al observar el número de personas desplazadas durante el Programa de Transmigración, que tenía como objetivo expandir el desarrollo de la agroindustria en todo el país. En noviembre de 2000, había 240.333 familias de refugiados, o 1 millón de personas desplazadas, que huían de sus hogares debido a conflictos relacionados con el programa. Ver: Adhiati, M., Sri, A. y A. Bobsien. Programa de transmigración de Indonesia: actualización. Op. Cit.; Ver también: Wildes, S. «Las comunidades forestales de Indonesia son víctimas de ‘acaparamiento legal de tierras'». Inter Press Service, 15 de noviembre de 2013. http://www.ipsnews. net/2013/11/indonesias-forest-communities-victims-of-legal-land-grabs/ (consultado el 25 de julio de 2018).

52 Gellert, P. «Expansión del aceite de palma en Indonesia: acaparamiento de tierras como acumulación por desposesión». Acomodación, facilitación y resistencia a las perspectivas actuales de la globalización en la teoría social Volumen 34, (2015): 65-99; Menon, M., Kapoor, M. y V. Viswanathan. Maniobras a mitad de curso: estrategias comunitarias y remedios para los conflictos de recursos naturales en Indonesia. Center for Policy Research – Namati Environmental Justice Programs, 2018. https://namati.org/resources/midcourse-manoeuvres-community-strategiesremedies-natural-resource-conflicts-indonesia/ (consultado el 25 de julio de 2018), pp. 6-14.

53 Salim, T. y M.S. Aritonang. «El gobierno aún no ha otorgado derechos a las comunidades indígenas». The Jakarta Post, 17 de marzo de 2016. http://www.thejakartapost. com/news/2016/03/17/govt-yet-grant-rights-indigenous-communities. html#sthash.gzhlOSvw.TcIKjVrt.uxfs&st_refDomain=t.co&st_refQuery=/ AxjeiN39Ed (consultado el 10 de agosto de 2018).

54 Komnas HAM. Investigación Nacional sobre el Derecho de los Pueblos Indígenas en sus Territorios en las Zonas Forestales. 2016. http://rightsandresources.org/wp- www.oaklandinstitute.org 18 content/uploads/2016/04/Komnas-HAM-National-Inquiry-on-the-Rightsof-Customary-Law-Abiding-Communities-Over-Their-Land-in-Forest-Areas_ abril-2016.pdf (consultado el 23 de julio de 2018).

55 Rinwigati Waagstein, P. Empresas y derechos humanos en Indonesia: de los principios a la práctica. Centro de Recursos de Derechos Humanos, 2015. http://hrrca.org/ wp-content/uploads/2015/05/BHR-in-Indonesia.pdf (consultado el 24 de julio de 2018), p. 8. 56 Vidal, J. «Indonesia está viendo un nuevo colonialismo corporativo». Op. Cit.; Para un resumen del complejo marco de tenencia de la tierra de Indonesia, véase: Kapoor, M., Menon, M. y V. Viswanatham. Maniobras a mitad de curso: estrategias comunitarias y remedios para el conflicto de recursos naturales en Indonesia. Op. Cit. 57 Amigos de la Tierra Internacional. «Activista ambiental asesinado en Indonesia». Febrero 2015. https://www.foei.org/news/environmentalactivist-killed-indonesia (consultado el 21 de agosto de 2018). 58 Jacobson, P. «Activista del aceite de palma asesinado en Yakarta». Mongabay, 23 de mayo de 2018. https://news.mongabay.com/2015/05/palm-oil-activist-murdered-injakarta/ (consultado el 21 de agosto de 2018). 59 Boediwardhana, W. «Activista antiminería golpeado hasta la muerte en Java Oriental». The Jakarta Post, 28 de septiembre de 2015. http://www.thejakartapost.com/ news/2015/09/28/antimining-activist-beaten-death-east-java.html (consultado el 21 de agosto de 2018). 60 Harsono, A. «La ley ‘anticomunista’ de Indonesia utilizada contra activistas ambientales». Human Rights Watch, 12 de enero de 2018. https://www. hrw.org/news/2018/01/12/indonesias-anti-communism-law-used-againstenvironmental-activist (consultado el 26 de agosto de 2018). 61 Banco Mundial. «Reformas empresariales en Indonesia». Op. Cit. 62 FMI. Indonesia: Cuestiones seleccionadas. Op. Cit. 63 Ibíd. 64 Vidal, J. «Indonesia está viendo un nuevo colonialismo corporativo». Op. Cit. 65 Banco Mundial. Indonesia – Programa de Aceleración de la Reforma Agraria (Proyecto Un Mapa). http://documents.worldbank.org/curated/en/393931532143851037/ Indonesia-Program-to-Accelerate-Agrarian-Reform-One-Map-Project (consultado el 13 de agosto de 2018). 66 Ibíd., págs. 9 y 67 Ibíd., págs. 22 y 25. 68 Banco Mundial. Indonesia – Proyecto de administración de tierras. http://documents. worldbank.org/curated/en/791061468266180238/Indonesia-LandAdministration-Project (consultado el 25 de julio de 2018); Banco Mundial. Indonesia – Proyecto de gestión de tierras y desarrollo de políticas. http://documents. worldbank.org/curated/en/407951468278683358/Indonesia-LandManagement-and-Policy-Development-Project (consultado el 26 de julio de 2018). 69 Garnett, S.T. et al. «A spatial overview of the global importance of Indigenous lands for conservation.» Nature Sustainability, julio de 2018, pp. 369-374. https://www.nature.com/articles/s41893-018-0100-6.epdf?author_access_to ken=ZAToIUuNYxVkZk7d3hQ7M9RgN0jAjWel9jnR3ZoTv0Nlxfg9aDwpfTJ NvkjtOhlOfFlXDVJWZFueKjrvz_ddjYPdyZUDeslOuUlLw0kxM40S57aYeeIfxx5OnZm1_hkRRK99bTVuwMuTfscdzwTwg%3D%3D (consultado el 10 de agosto de 2018). 70 Arezki, R. et al. ¿Qué impulsa la «fiebre de la tierra» global? Banco Mundial, 2011.

http:// documents.worldbank.org/curated/pt/229581468337294753/pdf/WPS5864. pdf (consultado el 13 de agosto de 2018), pp. 5-6. 71 Ibíd. Sobre la deforestación impulsada por la palma aceitera, especialmente por parte de empresas privadas, ver: Lee, J.S.H., et al. «Los impactos ambientales de las empresas de palma aceitera a gran escala exceden los de las pequeñas explotaciones en Indonesia». Conservation Letters, 7 (2014): 25-33.

http://www.cifor.org/publications/pdf_files/articles/AObidzinski1301. pdf (consultado el 26 de agosto de 2018). 72 Para los datos sobre la producción de aceite de palma de Indonesia en 2000, véase: Teoh, C. Key sustainability issues in the palm oil sector. Banco Mundial e IFC, 2010. http://siteresources.worldbank.org/INTINDONESIA/

Resources/226271-1170911056314/Discussion.Paper_palmoil.pdf (consultado el 13 de agosto de 2018). Para los datos más recientes sobre la producción de aceite de palma (2016), véase: Indonesia Investments. Aceite de palma. https://www.indonesia-investments. com/business/commodities/palm-oil/item166 (consultado el 10 de agosto de 2018). 73 Simms, A. «Los bancos y los fondos de pensiones continúan financiando la deforestación y el acaparamiento de tierras». The Guardian, 30 de abril de 2015. https://www.theguardian.com/ sustainable-business/2015/apr/30/deforestation-land-grabs-banks-pensionfunds-palm-oil-credit-suisse-mitsubishi (consultado el 13 de agosto de 2018); Véase también el gráfico 1 sobre la expansión exponencial de las plantaciones de palma aceitera desde el paquete de liberalización firmado entre Indonesia y el FMI en 1998. 74 Teoh, C. Cuestiones clave de sostenibilidad en el sector del aceite de palma. Op. Cit. 75 Entre 1965 y 2014, el Banco Mundial comprometió casi US$1.000 millones en 35 proyectos en el sector del aceite de palma, en 12 países de África, América Latina y el sudeste asiático – US$500,6 millones se destinaron a proyectos en Indonesia. Véase Teoh, C. Cuestiones clave de sostenibilidad en el sector del aceite de palma. Op. Cit. p. 11 76 Rusmana, Y. y E. Listiyorini. «Las exportaciones de aceite de palma de Indonesia a la India se ven en un récord de demanda». Bloomberg, 4 de febrero de 2018. https://www.bloomberg. com/news/articles/2018-07-20/ripple-effect-of-fifa-world-cup-eggs-getcostlier-in-indonesia (consultado el 18 de julio de 2018). Si bien la evidencia científica muestra que el uso a gran escala de aceite de palma importado en la producción de diesel en la UE no puede justificarse por menores costos de emisión de gases de efecto invernadero, las políticas reales de biocombustibles en la UE fomentan la producción de diesel a base de aceite de palma . Véase Saikkonen, L., Ollikainen, M. y J. Lankoski. «Aceite de palma importado para biocombustibles en la UE: rentabilidad, emisiones de gases de efecto invernadero y efectos en el bienestar social». Biomasa y Bioenergía 68 (2014): 7-23. https://www. sciencedirect.com/science/article/ pii/S0961953414003018 (consultado el 25 de junio de 2018). En el marco de la Estrategia de 2006 sobre biocombustibles de la Unión Europea (UE) y la Directiva de Energía Renovable (RED) de la UE de 2009 y otros sistemas reconocidos por la UE, se ha fomentado el uso de biocombustibles como sustituto de los combustibles fósiles. Desde entonces, el consumo de aceite de palma de la UE para alimentar el transporte ha aumentado significativamente en los últimos años. Véase Transporte y medio ambiente para más datos y cifras sobre la UE y el aceite de palma para el combustible: https://www. transportenvironment.org/what-we-do/biofuels/10-facts (consultado el 1 de julio de 2018). 77 Indonesia Inversiones. Aceite de palma. Op. Cit. 78 Desde la introducción de una ley de la UE para promover los biocombustibles en 2009, el aceite de palma utilizado para fabricar biocombustibles ha aumentado constantemente de 825.000 toneladas en 2008 a 3,9 millones de toneladas en 2017. Ver: Transporte y Medio Ambiente. «Los automovilistas obligados a quemar más selva tropical para cumplir con los objetivos de energía verde de la UE: cifras de 2017». 6 de junio de 2018. https://www.transportenvironment.org/press/motorists-forced-burnmore-rainforest-meet-eu-green-energy-targets-2017-figures (consultado el 28 de junio de 2018). 79 Rainforest Action Network. Las selvas tropicales de Indonesia: biodiversidad y especies en peligro de extinción. https://www.ran.org/indonesia_s_rainforests_biodiversity_and_ endangered_species/ (consultado el 10 de agosto de 2018); Banco Mundial. 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Marco de Asociación con el Banco Mundial e Indonesia 2016-2020. Op. Cit. 87 Lee, J.S.H., et al. «Los impactos ambientales de las empresas de palma aceitera a gran escala exceden los de las pequeñas propiedades en Indonesia». Op. Cit. www.oaklandinstitute.org 19 88 Indonesia Investments. Aceite de palma. Op. Cit.; Bovarnick, A. y S. Newport. «Las multinacionales no pueden prevenir la deforestación del aceite de palma por sí solas». The Guardian, 13 de mayo de 2015. https://www.theguardian.com/sustainablebusiness/2015/may/13/palm-oil-indonesia-collaboration-smallholdersmultinationals-government-ispo (consultado el 10 de agosto de 2018). 89 Fisher, R.J., Srimongkontip, S., y C. Veer. Números de pueblos «dependientes» de los bosques y tipos de personas Relaciones forestales. Op. Cit. 90 Li, T.M. «Después del acaparamiento de tierras: violencia de infraestructura y el «sistema mafioso» en las zonas de plantaciones de palma aceitera de Indonesia». Geoforum, 2017; Sirait, M.T. 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Mongabay, 21 de junio de 2018. https://news. mongabay.com/2018/06/indonesia-to-investigate-death-of-journalist-beingheld-for-defaming-palm-oil-company/ (consultado el 19 de julio de 2018). 109 Banco Mundial. Marco de Asociación con el Banco Mundial e Indonesia 2016-2020. Op. Cit., págs. 8 y 14. 110 Banco Mundial. Industrias extractivas. http://www.worldbank.org/en/topic/ industrias extractivas (consultado el 23 de julio de 2018). 111 Ibid. 112 «El 11 de agosto de 2010, MIGA emitió una garantía de US$207 millones a Strand Minerals (Indonesia) Pte. Ltd de Singapur por su inversión de capital en el PT Weda Bay Nickel Project. Strand Minerals es propiedad conjunta de Eramet SA de Francia y Mitsubishi Corporation de Japón. La cobertura fue inicialmente por un período de hasta tres años contra los riesgos de restricción de transferencia, expropiación, incumplimiento de contrato y guerra y disturbios civiles. El 9 de agosto de 2013 el contrato se extendió dos años más. MIGA. «Resumen del proyecto. PT Weda Bay Nickel (Indonesia).» https://www.miga.org/pages/ projects/project.aspx?pid=828 (consultado el 20 de julio de 2018). 113 Balaton-Chrimes, S., Macdonald, K. y S. Marshall. Estudio de caso del enfoque de la CAO a la queja de pt Weda Nickel Mine: Barreras a la mediación en un clima de miedo. Investigación de Responsabilidad Corporativa, 2016. 114 Ibíd. 115 Woodman, C. «Papúa Occidental: Cinco hechos sobre la ocupación de Indonesia». Campaña Papúa Occidental Libre, 20 de septiembre de 2017. https://www.freewestpapua. org/2017/09/20/west-papua-five-facts-about-indonesias-occupation/ (consultado el 18 de julio de 2018). 116 Brundige, E. et al. Indonesian Human Rights Abuses in West Papua: Application of the Law of Genocide to the History of Indonesian Control. Allard K. 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126 Banco Mundial. Desarrollo Integrado de Infraestructura para Áreas Estratégicas Nacionales de Turismo (Proyecto de Desarrollo Turístico de Indonesia). http://projects. worldbank.org/P157599?lang=es (consultado el 18 de julio de 2018); Banco Mundial. «Casi tres millones de indonesios se beneficiarán del proyecto turístico». Op. Cit.

127 Banco Mundial. Marco de Asociación con el País banco mundial-Indonesia 2016-2020. Op. Cit.; Véase también: Sheany. «El Banco Mundial estudia ayudar a Indonesia a impulsar el turismo y abordar la pobreza en las zonas costeras». Jakarta Globe, 10 de noviembre de 2017. http://jakartaglobe.id/news/world-bank-studies-help-indonesiaboost-tourism-tackle-poverty-coastal-areas/ (consultado el 18 de julio de 2018).

128 «Indonesia busca cerrar la brecha de US$157 mil millones en el plan de construcción de la nación». The Straits Times, 26 de enero de 2018. https://www.straitstimes.com/asia/ se-asia/indonesia-seeks-to-plug-us157-billion-gap-in-nation-building-plan (consultado el 23 de julio de 2018); Banco Mundial. «La inversión privada en infraestructura en los países en desarrollo mostró signos de recuperación en 2017». 17 de abril de 2018. https://www.worldbank.org/en/news/press-release/2018/04/17/privateinvestment-in-infrastructure-in-developing-countries-showed-signs-ofrecovery-in-2017 (consultado el 18 de julio de 2018).

129 «Indonesia prepara grupos de trabajo sobre la facilidad para hacer negocios». The Jakarta Post, 3 de noviembre de 2017. http://www.thejakartapost.com/news/2017/11/03/ indonesia-prepares-ease-of-doing-business-task-forces.html (consultado el 18 de julio de 2018).

130 Sinaga, D.A. «Jokowi promueve ‘Ten New Balis’ a los inversores en Hong Kong». Jakarta Globe, 2 de mayo de 2017. http://jakartaglobe.id/news/jokowipromotes-ten-new-balis-to-investors-in-hong-kong/ (consultado el 8 de junio de 2018); Rahadiana, R., Kutty Abraham, T., y R. Mathieson. «Indonesia busca inversores para proyectos por valor de cientos de miles de millones». Bloomberg, 16 de octubre de 2017. https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-10-16/ jokowi-roots-for-private-investment-as-freeport-dispute-lingers (consultado el 18 de julio de 2018); Personal de Reuters. «Indonesia promete una mayor flexibilización de las reglas para atraer a los inversores extranjeros». Reuters, 20 de junio de 2017. https://www.reuters. com/article/indonesia-investment-regulation/update-1-indonesiapromises-more-easing-of-rules-to-attract-foreign-investors-idUSL3N1JH3H5 (consultado el 18 de julio de 2018).

131 Indonesia Investments. «Alfombra roja para inversores privados en el sector hotelero de Indonesia». 17 de octubre de 2017. https://www.indonesia-investments. com/news/todays-headlines/red-carpet-for-private-investors-in-indonesias-hospitality-sector/item8289 (consultado el 19 de julio de 2018).

132 Ibíd.

133 Banco Mundial. «El Banco Mundial aprueba un nuevo financiamiento para apoyar el desarrollo de infraestructura en Indonesia». 13 de marzo de 2017. http:// www.worldbank.org/en/news/press-release/2017/03/13/world-bankapproves-new-financing-to-support-infrastructure-development-acrossindonesia (consultado el 19 de julio de 2018); Banco Mundial. Desarrollo Integrado de Infraestructura para Áreas Estratégicas Nacionales de Turismo (Proyecto de Desarrollo Turístico de Indonesia). http://projects.worldbank.org/P157599?lang=en (consultado el 18 de julio de 2018).

134 La Vía Campesina. «La Ley de Adquisición de Tierras y Construcción de Carreteras está dando como resultado el acaparamiento forzoso de casas y tierras campesinas: SPI, Indonesia». 28 de abril de 2018. https://viacampesina.org/en/law-on-landprocurement-highway-construction-is-resulting-in-peasant-houses-andlands-being-forcefully-grabbed-spi-indonesia/ (consultado el 19 de julio de 2018). El Banco Mundial prestó 208 millones a Indonesia para el desarrollo de la infraestructura vial entre 2006 y 2014. Véase: Grupo de Evaluación Independiente. Proyecto estratégico de infraestructura vial. 2015.

135 Ibíd.

136 Sinaga, D.A. «Jokowi promueve ‘Ten New Balis’ a los inversores en Hong Kong». Op. Cit.; Salna, K. «¿Como Bali? Indonesia quiere crear 10 de ellos para atraer a turistas chinos». Bloomberg, 19 de octubre de 2017. https:// www.bloomberg.com/news/articles/2017-10-19/creating-10-new-balisindonesian-tourism-plan-starts-with-china (consultado el 19 de julio de 2018).

137 Geddie, J. y A.S. Lefevre. «Las idílicas islas del sudeste asiático se doblegan bajo la presión del turismo». Reuters, 6 de abril de 2018. https://www.reuters.com/article/usasia-environment-beaches-analysis/southeast-asias-idyllic-islands-buckleunder-tourism-strain-idUSKCN1HD0KL (consultado el 19 de julio de 2018).

138 Banco Mundial. Indonesia – Bali Tourism Project (Inglés). 1974. http:// documents.worldbank.org/curated/en/705041468040578881/IndonesiaBali-Tourism-Project (consultado el 18 de julio de 2018); Banco Mundial. Proyecto de Infraestructura Urbana de Bali. 1997. http://projects.worldbank.org/P036047/ bali-urban-infrastructure-project?lang=en (consultado el 18 de julio de 2018); Banco Mundial. Indonesia – Proyecto de Infraestructura Urbana de Bali (inglés). 2005. http:// documents.worldbank.org/curated/en/625231468258305456/IndonesiaBali-Urban-Infrastructure-Project (consultado el 18 de julio de 2018); Banco Mundial. Indonesia – Segundo Proyecto de Desarrollo Urbano de Java Oriental, Proyecto de Infraestructura Urbana de Bali y Proyecto de Innovaciones Municipales (inglés). 2006. http://documents.worldbank.org/curated/en/794301468283544395/ Indonesia-Second-East-Java-Urban-Development-Project-Bali-UrbanInfrastructure-Project-and-Municipal-Innovations-Project (consultado el 18 de julio de 2018).

139 Benoa Bay, cerca del aeropuerto internacional de Depansar , fue designada como zona de conservación en 2011. Sin embargo , una regulación presidencial, firmada por el ex presidente Susilo Bambang Yudhoyono justo antes de dejar el cargo en 2014, cambió su estatus. Sobre el proceso de definición de la Bahía de Benoa como un sitio de conservación, ver: De Suryiani, L. «Bahía de Benoa propuesta como Sitio de Conservación del Agua». The Jakarta Post, 5 de septiembre de 2013. http:// www.thejakartapost.com/news/2013/09/05/benoa-bay-proposed-waterconservation-site.html (consultado el 20 de julio de 2018). Sobre el estado cambiante de la bahía y la resistencia de la sociedad civil contra el proyecto de recuperación, ver: Langenheim, J. «Mounting Opposition to Bali Mass Tourism Project». The Guardian, 22 de marzo de 2016. https://www.theguardian.com/environment/ the-coral-triangle/2016/mar/22/mounting-opposition-to-bali-masstourism-project (consultado el 20 de julio de 2018).

140 Fitria, P. «Trouble Brewing in Paradise Over Fate of Bali’s Benoa Bay.» Jakarta Globe, 19 de enero de 2014. http://jakartaglobe.id/news/troublebrewing-in-paradise-over-fate-of-balis-benoa-bay/ (consultado el 26 de julio de 2018).

141 Juniarta, I.W. «El gobierno ordena otro estudio sobre el proyecto de recuperación de la bahía de Benoa «. The Jakarta Post, 23 de febrero de 2017. http://www. thejakartapost.com/news/2017/02/23/government-orders-another-studyinto-benoa-bay-reclamation-project.html; Motoki, C. «Indonesia: la resistencia de lo sagrado en Bali a la «revolución verde» y la industria del turismo». Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales [blog], 29 de abril de 2018. https://wrm. org.uy/articles-from-the-wrm-bulletin/section1/indonesia-the-resistanceof-the-sacred-in-bali-to-the-green-revolution-and-the-tourism-industry/ (consultado el 26 de julio de 2018).

142 Langenheim, J. «Creciente oposición al proyecto de turismo masivo de Bali». Op. Cit.

143 ForBALI. http://www.forbali.org/en/ (consultado el 20 de julio de 2018).

144 Ibíd.; Topsfield, J. y A. Rosa. «El proyecto de islas de $ 3 mil millones para la bahía de Benoa en Bali tiene a los lugareños en armas». The Sidney Morning Herald, 29 de febrero de 2016. https://www.smh.com.au/world/3-billion-islands-project-for-balis-benoabay-has-locals-up-in-arms-20160228-gn5m1p.html (consultado el 26 de julio de 2018).

145 Wicaksono, E., Amir, H., y A. Nugroho. Las fuentes de desigualdad de ingresos en Indonesia: una descomposición de la desigualdad basada en la regresión. Instituto del Banco Asiático de Desarrollo, 2017. https://www.adb.org/sites/default/ files/publication/229411/adbi-wp667.pdf (consultado el 13 de agosto de 2018).

146 Banco Mundial. Poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida. 19 de abril de 2013. http://www.worldbank.org/en/news/feature/2013/04/17/ending_extreme_poverty_and_promoting_shared_prosperity (consultado el 6 de agosto de 2018).

Asomándonos a las políticas de desarrollo de Rodrigo Chaves

Gilberto Lopes, abril 2022

Desconocido del público en Costa Rica hasta su aparición en el equipo de Carlos Alvarado, su breve incursión en el ministerio de Hacienda le dio el impulso que lo llevó a la presidencia de la República. 

Como en el caso de Alvarado, una serie de circunstancias –más que el peso mismo del candidato o lo atractivo de sus propuestas– hicieron posible el resultado electoral. El presidente electo no tenía antecedentes políticos conocidos en el país y esto –en las circunstancias actuales– terminó favoreciéndolo.

Pero su historia política no era del todo desconocida. Durante seis años –entre 2013 y 2019– fue el director de la oficina del Banco Mundial en Indonesia. Si no me equivoco, la mayor oficina del banco fuera de Washington. Desde allí implementó políticas que podrían ser también impulsadas aquí. No solo eso: esas políticas son parte de una visión del mundo, de una concepción de desarrollo que no fue discutida en campaña.

En las páginas del Banco se puede encontrar estimaciones positivas de esas políticas. En otras páginas hay evaluaciones críticas, aportes a un debate que no deberíamos rehuir.

Traté de buscar antecedentes cuando Chaves apareció en el ministerio de Alvarado. Algo escribí cuando fue designado en Hacienda. Durante la campaña no quise escribir nada. No me sentía representado por ninguna de las candidaturas en la segunda vuelta y expuse mi posición sobre eso en un artículo “En defensa del abstencionismo”.

Pero no dejó de sorprenderme que la candidatura de José María Figueres no hiciera ninguna alusión a las políticas promovidas por su adversario al frente del Banco Mundial en Indonesia. Hay algunos aspectos devastadores, como veremos.

Pensé, al principio, que era resultado de la dirección de una campaña mediocre. Pero después me pareció que no se podía descartar una cercanía a políticas privatizadoras, de promoción de mejores “ambientes de negocios”, cosas así, en las que ambas candidaturas se diferenciaban poco y que me hacían imposible inclinarme por alguna.

Lo cierto es que los grandes temas de campaña fueron el acoso o la corrupción, naturalmente relevantes pero insuficientes para ilustrar un debate entre aspirantes a la presidencia del país.

Escenario electoral

El resultado final es conocido: poco más de 43% de ciudadanos prefirió no participar. Si se les suman los votos blancos y nulos tenemos alrededor de 46% de los electores.

Me parece imposible disociar el crecimiento de ese porcentaje de una cierta desilusión con la política a partir del desarrollo del modelo neoliberal que, desde principios de los años 80, fue demoliendo las bases de un estado social cuya piedra angular –desde mi punto de vista– fue el decreto de nacionalización de los depósitos bancarios de junio de 1948.

Considerando que “las grandes ganancias de los bancos, garantizadas por el Estado y por el ordenamiento social, no es justo que pertenezcan a los accionistas que representan una parte exigua del capital movilizado, sino que deben convertirse en ahorro nacional, cuya inversión debe estar dirigida por el Estado”, la Junta Fundadora de la Segunda República decretó la nacionalización de la banca. Una lógica impecable, de la que se derivó la resolución de que “Sólo el Estado podrá movilizar, a través de sus instituciones bancarias propias, los depósitos del público”.

No es casualidad que el primer paso en el camino de las políticas neoliberales haya sido el de la privatización del negocio bancario, con plata de la AID norteamericana. El proceso siguió luego, implacable: la educación, la salud, las telecomunicaciones, los seguros, las carreteras, los aeropuertos, los puertos, etc… Lo público al servicio de los privados. El país transformado en una enorme alcancía donde los costarricenses echan sus monedas para engordar el chanchito de otros. Esas políticas fueron desdibujando el llamado “bipartidismo”. Uno y otro venían y avanzaban en la misma dirección, con las consecuencias conocidas para la forma de desarrollo del país y para el nivel de vida de las mayorías.

Para los que les gusta poner fecha a las cosas, permítanme sugerir una para el fin del bipartidismo en Costa Rica: el día en que Guido Fernández pasó a integrar el gobierno de Oscar Arias. El triunfo total de ANFE no puede haber pasado desapercibido por Figueres, en su tumba.

No es posible entrar aquí en detalles de ese proceso. El pasado 3 de abril los electores tenían dos opciones: votar por un candidato que no solo había sido parte de ese proceso de descomposición política, sino que se había ido del país para evitar ser preso por acusaciones de cohecho; y otro, del que el gran público desconocía todo…

… Pero no todo era desconocido

Sin antecedentes políticos en el país, volvamos la mirada al mundo político de Rodrigo Chaves: el del Banco Mundial en Indonesia, la oficina a su cargo.

Para dar seguimiento a esto nos parece útil un trabajo bien documentado –Indonesia: the World Bank failed East Asia miracle–, realizado por una fundación norteamericana orientada especialmente a temas ambientales: The Oakland Institute (el texto original, en inglés, puede ser visto aquí: https://www.oaklandinstitute.org/indonesia-world-bank-failed-east-asian-miracle). 

No nos vamos a referir a las políticas promovidas por el Banco en Indonesia en los 31 años de la dictadura del general Suharto (1967-1998). Aunque sus consecuencias se extienden hasta hoy, trataremos de referirnos a lo más reciente, relacionado con el período en que Rodrigo Chaves estuvo al frente a la oficina, o a lo que, desde años anteriores, se proyectó sobre ese período.

Lo que sigue son referencias sacadas del texto del Oakland Institute. Ahí se menciona el “Doing Business 2018: Reforming to Create Jobs report” donde el Banco destaca el papel de Indonesia como uno de los diez casos más exitosos de reformas económicas orientadas a “mejorar el clima de negocios” y atraer inversiones privadas.

Es el punto de vista optimista del Banco, para quien la aplicación de las políticas neoliberales hicieron de Indonesia un ejemplo de milagro económico en el lejano oriente. Pero el estudio analiza luego las diversas consecuencias de esa política. En la carrera por las reformas y por atraer inversiones, millones de hectáreas de bosques hasta entonces manejados por la población local, han sido entregadas a empresas privadas extranjeras, provocando inevitables conflictos sociales, deforestación, desigualdad y pobreza para la vasta población afectada. 

Como Costa Rica, Indonesia adoptó las políticas de ajuste estructural en los años 90’s. En 1998 firmó un memorando con el FMI en el que, a cambio de apoyo financiero, debía promover una política de privatizaciones acelerada, de liberalización del comercio exterior y de las inversiones extranjeras y desregularización de las actividades locales. En 2003, los resultados de esas reformas, promovidas por el BM, desataron protestas en el país. Las imágenes que ilustran el texto son sobrecogedoras. 

Entre 2009 y 2017 el Banco prestó o respaldó préstamos por 20,6 mil millones de dólares a Indonesia, 22% de los cuales se destinaron a promover medidas de desregularización en las más diversas áreas, como reducción de impuestos, facilitación de procedimientos administrativos, reformas en la administración de tierras o proyectos de infraestructura comercial, entre otros.

Todo esto puede presentarse como grandes avances modernizadores del país. Algo parecido a lo que ha hecho el actual ministro de Hacienda de la administración Alvarado, que presume de haber puesto “orden” en las finanzas de Costa Rica, como si eso reflejara el resultado exitoso de una administración. 

Como consecuencia de estas reformas, Indonesia se adelantó rápidamente en el índice de negocios del Banco Mundial, pasando de la posición 106, en 2016, a la 72, en 2018, transformándose en la mayor economía del sudeste asiático. Supongo que el resultado fue considerado como un gran éxito de las políticas del Banco, precisamente en los años en que Chaves encabezaba la oficina. Un proceso del que es también gran entusiasta el presidente Joko Widodo, que gobierna Indonesia desde 2014. Widodo creó una Fuerza de Tarea coordinada por el ministro de Economía para promover las reformas. En Costa Rica un proyecto de reforma del Estado podrá estar en manos de una comisión legislativa que el diputado electo Rodrigo Arias ya anunció su interés en presidir, además de promover proyectos de cooperación público-privado mediante el cual avanzar en las privatizaciones.

Pero es evidente –dice el documento del Oakland Institute– que estos “logros” se alcanzaron a expensas de los trabajadores indonesios, de las comunidades indígenas y del ambiente. Un crecimiento destructivo mediante la atracción de inversión extranjera, que descuidó los derechos de los indígenas a la tierra.

En un documento sobre el marco de la cooperación con el país entre 2016 al 2020, el Banco reafirma su papel orientador en la política económica de Indonesia. La transferencia acelerada de tierras culturalmente ricas y productoras de alimentos a manos de empresas que buscan los beneficios corporativos “provocó el masivo desplazamiento de pequeños propietarios y de pueblos indígenas”. En muchos casos eso no se pudo hacer sin el uso de violencia extrema (nuevamente, las fotos que lo exhiben son estremecedoras). Solo en 2011 se registraron más de 600 conflictos por la tierra en Indonesia, con 22 muertos y centenares de heridos. Este proceso fue acelerado por el programa de reforma agraria aprobado en julio del 2018 y financiado por el Banco que, desconociendo el papel de las comunidades indígenas, sistemáticamente minó sus derechos en favor de las corporaciones.

Palma aceitera

Gracias a ese proceso, Indonesia se convirtió en el principal productor de palma aceitera del mundo. Las 6,9 millones de toneladas de aceite de palma que producía en 2000 se convirtieron en 32 millones en 2016. Más de 50% de los recursos dedicados por el Banco para la producción de palma se destinaron a Indonesia. “Solo entre 1995 y 2015 (Chaves asumió la dirección de la oficina en Indonesia en 2013), un promedio de 117 mil hectáreas anuales de bosques –un área mayor que Hong Kong– fue devastada todos los años para dar lugar a las plantaciones de palma aceitera. De acuerdo con los datos de la Oficina de Estadísticas de Indonesia, el total del área de las plantaciones de palma aceitera en el país eran de cerca de 14 millones de hectáreas, en 2017. Un área mayor que la de Grecia.

“Las inversiones privadas en palma aceitera son presentadas por las compañías y los funcionarios gubernamentales como una forma de crear empleo y construir carreteras, escuelas y casas. Pero la expansión de grandes plantaciones también amenaza la supervivencia de cerca de 40 a 65 millones de personas que dependen directamente de los recursos del bosque para su sustento”. Los responsables de las plantaciones destruyen pequeñas aldeas, campos de arroz, cementerios ubicados en los bordes de sus concesiones, mientras contratan a obreros en zonas lejanas, sin contacto con la población local, para el trabajo en las plantaciones.

Minas

Pero no se trata solo de la palma aceitera. El Banco desempeña también un papel clave en el apoyo de actividades mineras en Indonesia, principalmente mediante operaciones de su International Finance Corporation (IFC) y la Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA). Una actividad que, según el Banco, puede tener un impacto en la reducción de la pobreza.

Las enormes reservas de oro y de cobre son operadas por subsidiarias del gigante minero norteamericano Freeport McMoRan Inc, según el documento del Oakland Institute. Explotaciones que descargan diariamente 200 mil toneladas de productos contaminantes en los ríos. El resultado es que lejos de beneficiar a la población local, lo que fue alguna vez una fuente de alimentos para ellos se transformó en una tierra devastada por la minería. Como ocurre en todas partes y que también en Costa Rica ha provocado un intenso debate.

Turismo

En 2018, cuando preparaban su reunión anual en Bali, el Banco aprobó 300 millones de dólares para mejorar la infraestructura y el servicio y atraer inversión privada en el sector del turismo.

Pero construir nuevos aeropuertos y expandir el turismo de lujo para compartir la prosperidad con las comunidades locales es otra “falsa promesa”, dice el documento que hemos venido analizando.

Las políticas gubernamentales incluían una amnistía impositiva y eliminación de restricciones para nuevos proyectos de inversionistas extranjeros, incluyendo la expansión de la red nacional de carreteras, mil km de carreteras concesionadas; 3.258 km de nuevas líneas férreas; 15 nuevos aeropuertos (mejorías en otros 10) y 24 puertos marítimos (Indonesia es un archipiélago con más de diez mil islas, de las cuales 922 están habitadas).

La costa fue entregada a inversionistas extranjeros. El Banco apoyó los megaproyectos de desarrollo turístico, provocando nuevos problemas. La construcción de la autopista Batang-Semarang, en Java central, por ejemplo, provocó el apoderamiento de tierras de la población local y el desplazamiento de la comunidad de nueve ciudades, en abril del 2018. Vía Campesina, una organización local, denunció que el ambicioso proyecto de infraestructura del presidente Widodo “había traído miseria para miles de familias campesinas”.

El documento concluye afirmando que la asesoría del Banco para favorecer la inversión extranjera en infraestructura y turismo se basa en la explotación de los exuberantes bosques y playas de Indonesia. Pero “el fanatismo de la atracción de inversionistas para la nueva frontera de desarrollo pasa por alto los severos impactos en los medios de vida de los habitantes locales y del ambiente”.

El escenario político

Este es precisamente el debate, en vísperas de que Chaves asuma ahora, no la jefatura de una oficina del BM, sino la presidencia de Costa Rica.

Es razonable pensar que traerá las mismas recetas al país. Si es así (y conociendo los resultados de su aplicación en Indonesia y en el mundo, donde los años del neoliberalismo han llevado las tensiones y las desigualdades a niveles nunca vistos), también es razonable que sectores importantes de la sociedad se opongan a su aplicación.

Chaves no ganó las elecciones con este proyecto de gobierno. Como sabemos, los programas presentados en las elecciones no solo pecan de vaguedades, sino que son, en gran medida, una formalidad para cumplir con los requisitos electorales.

Pero el futuro gobierno cuenta con amplio apoyo en la asamblea para este tipo de políticas. Con Rodrigo Arias en la presidencia de la asamblea tendría una palanca importante para avanzar sobre la institucionalidad y las empresas públicas que todavía resisten los intentos privatizadores. Una persistente y abusiva campaña sobre abusos del sector público (que deben ser corregidos) ha sido orientada a minar todo apoyo a esa institucionalidad , sin que sectores importantes de la población alcancen a ver el objetivo de esa campaña. Y que los sectores que la adversamos no hemos sido capaces de explicarlo claramente.

Este será el escenario de los próximos cuatro años y la debida discusión de esas políticas es indispensable para que podamos enfrentar los esfuerzos privatizadores que la alianza Arias-Chaves (a la que se sumarán otras fracciones) impulsará en los próximos cuatro años.

¿Es la especie humana la más destructiva del planeta?

Alberto Salom Echeverría

Intentamos profundizar en este artículo un tema que no es sencillo. Para dilucidarlo se ha hecho un esfuerzo de desarrollar una metodología inter y multidisciplinaria, por la complejidad que el concepto entraña. Hemos debido consultar fuentes antropológicas, psicobiológicas y sociológicas, tanto en lo concerniente a la concepción misma de la especie, como en cuanto a sus diversos comportamientos sobre la faz de la tierra a lo largo de su existencia. Se parte, además, de una concepción evolucionista de la especie humana; que implica la convicción sustentada en la ciencia, de que nuestra especie proviene de una rama de primates simios ya extintos.

Desde el punto de vista que nos proporciona la antropología, en las investigaciones de los fósiles, el ser humano, por expresarlo de esta manera, anatómicamente moderno proviene del África. Según un artículo relativamente reciente de la revista “Nature” del 29 de octubre de 2019, los últimos vestigios fósiles de los seres humanos antes de migrar del continente africano, valga decir del “homo sapiens”, emergieron al sur del río Zambeze, en la parte más austral del continente. La investigación asegura que la región donde se hallaron los primeros fósiles del Sapiens, es la que hoy se conoce como Botsuana y algunas partes de Namibia y Zimbabue, en lugar de Etiopía como se había creído.

Para ubicarnos estamos hablando de una época que data de unos 200.000 años, de acuerdo con las investigaciones de la Doctora Vanessa Hayes y sus colegas, ella perteneciente al Instituto Garvan de investigación médica de Sídney, Australia; otros científicos del mismo equipo de investigadores fueron: Andy Moore, geólogo de la universidad de Rhodes en Sudáfrica y Axel Timmermann de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur. No obstante, los hallazgos mencionados, hay que advertir que las conclusiones de estos trabajos son controversiales aún entre la comunidad científica. De acuerdo con esta hipótesis reciente, la especie Homo Sapiens habría permanecido en estas tierras por un lapso de 70.000 años aproximadamente, antes de dispersarse y migrar primero hacia el noroeste de este inmenso continente, para luego partir al suroeste. Muchos de aquellos seres humanos primigenios trascendieron después por diversos puntos del continente africano primeramente hacia el continente asiático, antes de expandirse por todo el orbe.

Otras hipótesis anteriores, más conocidas habían fijado el asiento de los primeros Homo Sapiens en Etiopía hace alrededor de 150.000 años. Este hallazgo fue posible gracias al descubrimiento del científico Tim White de la Universidad de Berkeley, quien encontró un cráneo de un Homo Sapiens en Etiopía. Con sustento en sus investigaciones afirmó el profesor Whaite: “Nuestros antepasados de especie, primero emergieron de África para extenderse por Asia hace unos 100.000 años y a Australasia hace unos 60.000; más tarde, hace unos 45.000 años, alcanzaron Europa y, finalmente, hace unos 35.000 años, el continente americano.” (Cfr. elmundo.es/elmundo/2009/01/14/sapiensa/1231924539.html/). Esta hipótesis es contrastante con la anterior, como es obvio, principalmente en lo relativo al lugar exacto de la emergencia de la especie Homo Sapiens; en segundo término, se distancian las dos hipótesis, en cuanto a la cantidad de años que han transcurrido desde que aparecieron los primeros indicios de nuestros antepasados Sapiens, asimismo son divergentes las argumentaciones que subrayan el punto geográfico del cual comenzaron a migrar antes de iniciar la diáspora por todo el mundo.

Lo verdaderamente irrebatible (y es por lo consiguiente una tesis científica), es que el Planeta está habitado hoy por una sola especie Homo que evolucionó. Se sabe también que la especie del Homo Sapiens de la que provenimos convivió, no obstante, durante unos diez mil años en Europa con la otra especie más cercana, la del “Hombre de Neanderthal”. Inclusive se sabe que hubo cruces entre ellas, como en la Siberia rusa. Empero, estos cruces entre especies cercanas pero diversas, no fueron generalizados de acuerdo con la investigación paleontológica. Es interesante que esta última especie desapareció, a pesar de haber tenido un cerebro más grande que el del Homo Sapiens. La explicación es que esta última, es decir, nuestros antepasados poseían un cerebelo más grande que los neandertales.

El cerebelo es la zona occipital del cerebro, pegada a la nuca, que controla varias funciones relacionadas con el movimiento y la coordinación, el equilibrio para caminar o estar de pie. Recientemente se hipotetiza que el cerebelo tiene un papel en el pensamiento consciente, en la capacidad cognitiva (se cree que tiene incumbencia en el procesamiento del lenguaje y hasta en el estado de ánimo) y que interviene además en la capacidad de socialización con los demás miembros de su especie; todo esto mezclado habría sido, en gran medida, lo que le dio a los Sapiens mayor capacidad de adaptación para sobrevivir. No obstante, la investigación más reciente muestra que, la competencia entre ambas especies fue feroz por la apropiación de los recursos existentes, hasta que los neandertales sucumbieron.

La investigación antropológica y paleontológica muestra además que, ambas especies se alimentaban de los mismos mamuts y de las mismas plantas. Un reciente estudio, publicado en la revista especializada “Scientific Reports”, dejó en claro que el menú de nuestros ancestros Homo Sapiens era idéntico al de los neandertales. Por ello, la lucha fue sangrienta hasta la muerte de una de ellas, porque estaba de por medio la supervivencia de ambas; esta tesis tira por la borda la hipótesis de que nuestra especie sobrevivió merced a una dieta más diversa y flexible. En otras palabras, se ha llegado a creer que los parientes neandertales fueron exterminados primitivamente en gran parte merced a los enfrentamientos directos con nuestros antepasados, para desplazarlos de la competencia por los mismos recursos alimenticios. ¿Es posible -me pregunto- que este sea un vestigio de los instintos primitivos y destructivos que anidan en la especie humana desde sus orígenes dado que, la lucha por la supervivencia fue y ha sido normalmente violenta, no solo en la cacería de los mamuts y otros animales salvajes para proveerse de la alimentación básica que sustentó su desarrollo, sino inclusive como quedó expresado, en los enfrentamientos con una especie bastante similar a la nuestra como fue el Hombre de Neandertal?

La Historia recoge también ejemplos abundantes, en el sentido de que el “progreso científico técnico” se caracteriza por una lucha perenne y también normalmente cruenta entre las clases sociales desde la esclavitud hasta la contemporaneidad, donde impera el capitalismo más salvaje. En semejante tesitura, el hombre (escrito así en clave de género masculino, me niego a escribirlo por tanto con mayúscula en estos casos), es “el dueño de la naturaleza”, nos enseñaron a decir. Y, en verdad que se apropió violentamente de ella, y de todo lo que en ella anida; se adueñó de las mujeres y de los esclavos, de los mares, y de los ríos, de las tierras de otros, de todo.

La misma forma como nos hemos servido del medio y de la técnica para aprovisionarnos de las herramientas pone en evidencia la agresividad de nuestra especie. Ello queda patentizado, ora en las herramientas convertidas en armas primitivas y punitivas o castigadoras, como las hachas y las lanzas, ora en el uso del fuego, empleado desde tiempos ancestrales e inmemoriales para arrasar la maleza o los sembradíos que se van a desechar, hasta llegar a los tanques modernos de destrucción masivaa larga distancia, o a los más recientes cohetes atómicos. Con el uso del fuego empleado por el ser humano para la agricultura, se arrasa todo, se va la maleza, pero también se destruye lo bueno que pudo haber quedado y se erosiona el suelo. Los instrumentos de labranza, desde los antiguos arados y los insumos agrícolas como los químicos más sofisticados son empleados hoy para combatir las plagas al costo de erosionar los suelos. Por lo tanto, han servido para hender o agrietar la tierra, igual que los buques contaminadores hacen lo propio en el agua. Por otra parte, las bombas atómicas mortíferas han dejado una huella imperecedera en las ciudades donde cayeron merced a la estulticia o insensatez humanas quedando en muchas ocasiones, las grandes urbes casi desdibujadas como en Hiroshima lo mismo que en Nagasaki, en Saigón, como en Kabul o en la actual Bagdad capital del Irak “moderno”, o sea, nada menos que la antigua Mesopotamia y sus primeros moradores, los sumerios. En todos estos lugares, los millones de rostros humanos, fueran mujeres, hombres, niños o ancianos fueron alcanzados por esta vorágine de destrucción, fruto de la brutalidad de la misma sociedad industrial quedando una gran parte de la población inerte o pulverizada. Peor aún, los que no murieron y sobrevivieron aquellos holocaustos, quedaron mutilados, ciegos, paralíticos para el resto de sus pobres vidas y también los animales, sin saber éstos ni por qué; desde entonces el alma humana ha quedado profundamente lacerada. De esa manera este “hombre”, sobre todo el de la época industrial -debo insistir en ello- acaso inconscientemente, le ha ido abriendo paso a la modernidad y a la “civilización” de un modo inclemente, inhumano, despiadado y bárbaro. Todo mediante una combinación macabra de arte, magia, ciencia, tecnología y destructividad.

La peor señal del espíritu destructivo, el destino incierto nos lo deparó para los siglos XX y XXI. La industria de la mano de la innovación científica y de la tecnología emergió desde finales del siglo XIX, para irrumpir en la alborada del siglo XX hurgando en las profundidades marinas y terrestres, hasta descubrir la materia prima necesaria para producir combustión y mover así fábricas, vehículos terrestres, aéreos y marítimos. Sin embargo, después de todo esto el mundo ya nunca volvería a ser igual, ¿apacible, fragmentado, desconocido, “ancho y ajeno” como dijera Ciro Alegría en su novela? El progreso científico y tecnológico se convirtió en una constante a lo largo del siglo XX; cada día más intenso y devorador de todo a su paso. Las potencias que despuntaron en los siglos XVIII y XIX, se transmutaron en los imperios coloniales; después en el XX despuntaron los más bárbaros imperios neocoloniales; estos últimos llevaron al mundo en su disputa por repartirse el resto del vasto globo terráqueo, a dos guerras mundiales hiper destructivas, la primera (1914-1919) y la segunda guerra mundial (1939-1945).

La capacidad destructiva en las dos guerras, en especial la segunda, fue aumentada por la invención en armas super poderosas, propias del industrialismo. El desenlace derivó en una carrera armamentista entre las nuevas potencias reinantes de signo ideológico contrapuesto: Los Estados Unidos comandando el sistema capitalista, y la Unión Soviética al frente de lo que llegaría a ser el bloque de países del llamado “socialismo real”. Finalmente, hasta los países socialistas participaron de la vorágine crecientemente destructiva, ya que, aunque habían estatizado más que socializado los medios de producción, entraron de lleno en la era del industrialismo e igual que las potencias capitalistas basaron su producción sobre la base de los combustibles fósiles (Carbón, petróleo y gas natural). Desde los años setenta del siglo XX, se crearon los indicadores que detectaron el espeluznante incremento del calor en todo el planeta. Entramos sin remedio a la época del calentamiento global y el cambio climático que tiene en vilo a toda la humanidad. Pero, las empresas multinacionales exploradoras y productoras de carbón, petróleo y gas continúan explorando y explotando a mansalva los yacimientos, donde quiera que se encuentren. De ahí que la propuesta de estudiar las energías limpias para producir recursos renovables no alcanza los umbrales que debería, para detener la ola infernal de calor derivada de la evaporación de gases contaminantes que quedan atrapados en la atmósfera terrestre produciendo el efecto invernadero ya conocido.

Se saben y son harto conocidos ya los efectos, pero no se detienen las transnacionales; los gobiernos, por su parte, carecen de la voluntad política para ponerles tope. Los efectos son conocidos de sobra: sube el nivel de los mares a causa del derretimiento de los casquetes polares por la ola de calor; las aguas marinas invaden las costas y ciudades de los litorales por todas partes; arrecian las tormentas provenientes de los océanos por el calentamiento de las aguas; lluvias torrenciales provocan desbordamientos de ríos; aunado a todo ello se talan los bosques frenéticamente, acarreando con ello que aumente la escorrentía de las aguas, llevando consigo los contaminantes del suelo que se escurren hacia los manantiales de aguas limpias y nacientes, y un largo etcétera de eventos extremos.

Estoy lejos de coincidir con Thomas Hobbes. Este gran intelectual fue uno de los grandes pensadores iusnaturalistas que vivió entre los siglos XVI y XVII (Nace en abril de 1588 y muere en diciembre de 1679). Fue quien en sus trabajos llegó a la conocida conclusión de que el “Hombre es un lobo para el Hombre”, por lo que la sociedad debe llegar a un pacto social entre ellos y con el Estado (Leviatán). Es el Estado el que tiene que controlar la agresividad entre los hombres. (Cfr. Hobbes, T. “Leviatán”, 1651). Psicológicamente, la agresividad es un instinto humano, pero no tiene por qué traducirse necesariamente en una conducta violenta. La agresividad bien canalizada nos sirve para acometer grandes tareas e inclusive procrear. De ahí que la conducta agresiva de los individuos y de las colectividades puede ser mal canalizada deviniendo por ende en la actitud confrontativa, hostil contra los demás o contra la misma sociedad. Por tanto, la conducta agresiva es básicamente aprendida y se ha desarrollado sobre todo en la sociedad industrial. Coincido por ello en cambio con el pensamiento de Juan Jacobo Rousseau (Nace en junio de 1712 y muere en julio de 1778). Rousseau, por contraposición con Hobbes llega a la conclusión de que el “Hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe”. Por ende, considera que se debe llegar a un nuevo “contrato social”, tesis básica del pensador. (Cfr. Abreu Suárez, Alirio. “Lo Político en Jean Jacques Rousseau”. http:/www.indteca.com. Véase también de la obra de Rousseau: “El Origen de las Desigualdades entre los hombres”, “El Contrato Social”, “El Emilio” “La nueva Eloisa”).

En suma, estamos en un punto de inflexión muy peligroso, en el que la capacidad destructiva demostrada por la especie humana ha llegado a atentar contra sí misma, así como contra todas las formas de vida conocida sobre la superficie terrestre. Ciertamente muchos líderes políticos han tomado la iniciativa de realizar grandes cónclaves mundiales, para llegar a acuerdos y detener la frenética ola destructiva desatada por el uso de los combustibles fósiles, incrementados en las guerras recientes entre naciones y agravados por las inconscientes empresas devastadoras y contaminadoras de bosques, selvas, ríos, mares y océanos. O ponemos punto final a esta insensatez humana que ha prevalecido, o llegaremos a un extremo de no retorno en cuanto al combate contra el calentamiento global. Todos tenemos responsabilidad. Mucho más los líderes de las naciones de la tierra, en especial los de las potencias vigentes.