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Etiqueta: Día Internacional de la Mujer

«Iremusical» rinde homenaje a mujeres históricas en video musical conmemorativo del 8M

Por José Daniel Gamboa Araya

El canal de YouTube «Iremusical» ha lanzado un poderoso y conmovedor video musical titulado «Mujer tenías que ser» en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Este proyecto, protagonizado por destacadas figuras femeninas de la historia, incluyendo a Cleopatra, Hipatia, Juana de Castilla, Sofonisba, Clara Campoamor y Hedy Lamarr, busca visibilizar los valiosos aportes de estas mujeres y criticar la invisibilización que han sufrido a lo largo de los siglos por parte de sociedades patriarcales.

El video, producido por el canal «Iremusical», presenta a cada una de estas mujeres emblemáticas interpretadas por talentosas artistas: Cleopatra por Iremusical, Hipatia por Mai Martín, Juana de Castilla por Beatriz Pastor, Sofonisba por Alba Rivera, Clara Campoamor por Carmen Oropesa, y Hedy Lamarr por Patry de la Torre. A través de una narrativa musical emocionante y visualmente impactante, el video celebra los logros y la fuerza de estas mujeres que desafiaron las normas de su tiempo y dejaron un legado perdurable en la historia.

Bajo la dirección de «Iremusical», el video «Mujer tenías que ser» destaca no solo los logros individuales de cada figura histórica, sino también la lucha colectiva de las mujeres a lo largo de la historia por la igualdad y el reconocimiento. Con una mezcla de nostalgia y empoderamiento, este tributo musical resuena como un recordatorio de la importancia de reconocer y valorar el papel fundamental de las mujeres en la construcción de un mundo más justo y equitativo.

Conferencia «Orígenes universitarios de la Biblioteca Nacional» por Matilde Amalia Cerdas

La Benemérita Biblioteca Nacional y la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, se complacen en invitarle a la conferencia Historia del Día Internacional de la Mujer por el historiador Vladimir de la Cruz.

Esta actividad es parte del ciclo «Recuperando nuestra historia«.

La actividad será virtual el lunes 11 de marzo a las 3:00 p.m. y se transmitirá por el Facebook https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Ideología de género ¿Qué es eso?

Marcia Aguiluz Soto.

Por Marcia Aguiluz Soto[1]

Soy feminista y no sé qué es la “ideología de género”. Tengo 18 años como defensora de los derechos humanos y defensora de los derechos de las mujeres, me ha correspondido representar a víctimas de violencia frente a instancias internacionales, dar conferencias, documentar casos, dar clases, escribir artículos… digamos que algo sé de temas de género, pero reconozco que no sé nada de la “ideología de género”, ninguna de mis maestras nunca me habló al respecto y nunca la he aplicado en mi vida.

En estos días y a propósito de las noticias sobre varios presidentes que se enorgullecen por prohibir esta ideología, me di a la tarea de indagar un poco más sobre el concepto. Lo primero que hice, por supuesto, fue “googlear” y preguntar. Resulta que fue el Papa Benedicto XVI quien primero se refirió a este tema y, desde entonces, grupos religiosos y conversadores han utilizado la frase para estigmatizar el concepto de género e intentar borrarlo.

¿Qué es el género? Marcela Lagarde lo describe como “una construcción simbólica que contiene el conjunto de atributos asignados a las personas a partir del sexo”. Seyla Benhabib explica que “es una categoría relacional que busca explicar una construcción de un tipo de diferencia entre los seres humanos. El género no es un hecho natural sino parte de un proceso histórico y social”.

El género nos permite comprender que las diferencias entre los seres humanos (hombres y mujeres) no están determinadas solo por la biología, sino que han sido construidas y asignadas por las sociedades, de acuerdo con sus culturas y creencias. Así, entre otras cosas, el género nos ayuda a entender por qué se asignan roles diferenciados en la familia a los hombres y a las mujeres, por qué los tipos de violencia que se ejercen contra las mujeres son distintos de aquellos que sufren los hombres, por qué los trabajos de cuidados no están bien remunerados, por qué a las mujeres se nos exige ciertos estándares de belleza y no a los hombres, por qué a los hombres se les cuestiona si son sensibles.

Gracias a este concepto y a la aplicación de la perspectiva de género en políticas públicas, así como en espacios públicos y privados, se han cuestionado los roles, y los estereotipos que históricamente se han asignado a los hombres y a las mujeres, y que han afectado profundamente a ambos, aunque la peor parte la han llevado estas últimas.

Aunque el camino es largo y los obstáculos siguen siendo importantes, hoy tenemos algunos avances que buscan equilibrar la balanza de la desigualdad y saldar algunas deudas históricas, por ejemplo: se reconoce que las mujeres podemos votar y acceder a cargos públicos, que podemos trabajar fuera de casa o decidir no hacerlo, que tenemos derecho a devengar salarios iguales a los de colegas hombres, que las tareas domésticas no son solo un asunto de mujeres, que los hombres pueden demostrar sus emociones, que los hombres pueden elegir asumir las tareas de cuidado, que las mujeres no debemos ser objeto de ningún tipo de violencia, entre otras. Claro está, estos avances no se expresan igual en muchas de nuestras sociedades, y las mujeres siguen siendo juzgadas y violentadas por transgredir el rol que históricamente se las ha asignado.

Entonces, me resulta insólito y lamentable que autoridades, e incluso personas ciudadanas, celebren la prohibición de la denominada “ideología de género”, o crean que no es relevante. Esta decisión, además de que estigmatiza el concepto de género como algo “negativo”, podría implicar una revisión de las políticas públicas que se han creado para avanzar en la igualdad. Es evidente que los políticos usan estas discusiones para distraer, polarizar y entretener a sus seguidores, mientras las diversas manifestaciones de violencia contra las mujeres persisten y no se pueden ocultar.

Las Naciones Unidas han señalado que nos tomará 286 años avanzar plenamente hacia la igualdad; ahora bien, si estos u otros gobernantes insisten en eliminar el género, lo único que estarán consiguiendo es que este plazo se duplique y que a las presentes y futuras generaciones se les niegue la oportunidad de crecer en sociedades más igualitarias y diversas. Aprovechemos este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para celebrar los avances, y recordar que los desafíos todavía son muchos como para dar marcha atrás.

[1] Abogada, experta en Derecho Internacional de los Derechos Humanos

Invitación al recital «Mujer y Palabra» con la Asociación Costarricense de Escritoras», en celebración del Día Internacional de la Mujer

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Asociación Costarricense de Escritoras se complacen en invitarle al recital Mujer y Palabra, con la participación de Julieta Dobles, Vilma Faingezicht, Leda García, Yolanda Bertozzi, Valeria Varas, Nayuribes Ramírez, Wendi Alvarado, Marilyn Batista y Elliette Ramírez.

Este recital se realiza en el marco de las actividades de celebración del Día Internacional de la Mujer.

La actividad se realizará en la Benemérita Biblioteca Nacional el viernes 15 de marzo a las 4:30 p.m. y se transmitirá por el Facebook: Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Foro Virtual «8M: Día Internacional de la Mujer: ¿Qué pasa en Costa Rica?» reúne destacadas voces feministas

Por José Daniel Gamboa Araya

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el foro virtual «8M: Día Internacional de la Mujer: ¿Qué pasa en Costa Rica?» se llevará a cabo el próximo 8 de marzo a las 6 p.m. Este evento, organizado por el programa ALTERNATIVAS, promete ser un espacio de reflexión y diálogo sobre la situación de las mujeres en Costa Rica.

El foro contará con la participación de destacadas figuras del activismo y la academia, entre ellas Ericka Álvarez Ramírez, presidenta de la ALAMUD (Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad), Darla Villarreal Medina, estudiante de la Escuela de Ciencias Políticas e Historia, la activista y educadora feminista Irené Barrantes Jiménez, y la activista feminista Enid Cruz Ramírez.

Durante el evento, se abordarán diversos temas relevantes para la lucha por la igualdad de género en Costa Rica, incluyendo los avances y desafíos en materia de derechos de las mujeres, la participación política y social de las mujeres, así como la violencia de género y otras formas de discriminación.

La transmisión en vivo del foro estará disponible a través de las plataformas de Facebook Live, Youtube y Spotify del programa ALTERNATIVAS. Además, se contará con la retransmisión por Radio Actual, Radio Guanacaste, Radio Soberanía y Radio Evolución, ampliando así el alcance y la accesibilidad del evento a nivel nacional.

Se invita a todas las personas interesadas en la lucha por los derechos de las mujeres a participar en este importante espacio de reflexión y debate, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para todas y todos.

Mesa redonda virtual: Derechos políticos de las mujeres y las nuevas tecnologías

SURCOS comparte la siguiente información:

¡No se pierda la mesa redonda virtual: Derechos políticos de las mujeres y las nuevas tecnologías! Este martes 5 de marzo, de 11 a 13 horas (hora de Costa Rica), en conmemoración al Día Internacional de la Mujer; nos sumergiremos en este debate desde una perspectiva actual y relevante.

Únase a la conversación y acompáñanos en nuestra transmisión en vivo por las redes sociales de la Corte IDH: https://www.facebook.com/CorteIDH

Luchas de las Mujeres: amarse a sí mismas

«Ama a tu prójimo, como a ti mismo«
Mt. 22: 39, RV

Las mujeres y su movimiento histórico de liberación y justicia, reconocido hoy como “Movimiento Feminista” ha mostrado y contextualizado el mandamiento “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Nos referimos en concreto que no podemos amar al prójimo/próximo si no sabemos amarnos a nosotros/as mismos/as. El amor se muestra en autoprotección, autocuidado, que trasciende lo personal hasta llegar a transformaciones político-culturales en la sociedad y época en la que nos toca vivir y aportar.

Así, las denuncias sobre los daños causados por la cultura patriarcal y los modos de producción que justifican, esclavizan, invisibilizan y explotan a las mujeres son muestras concretas del amor impropio que no capacita para “amar a nuestro prójimo” porque eso no demuestra el amor a nosotras mismas, ha sido un mal amor impuesto, que genera desigualdades, injusticias y violencias de género.

La violencia integral contra las mujeres, ha sido utilizada por las clases sociales dominantes y las naciones estructuralmente machistas/patriarcales, con la intención de establecer reglas y normas que favorecen sus privilegios e intereses. En todas las sociedades explotadoras se crearon múltiples sistemas de opresión, expresados en contextos socio-históricos específicos donde las mujeres fueron forzadas, pero ellas simultáneamente desarrollaron una vitalidad asombrosa de resiliencia.

En el capitalismo, por ejemplo, se han utilizado poderosos recursos simbólicos para perpetuar las desigualdades y las diferentes formas de discriminación, además de dividir las luchas populares en pequeños temas y sectores sociales, centrados exclusivamente en algunas de sus demandas y reformas liberales específicas, para evitar su articulación en un proyecto común de cambio de sistema. Con esas intenciones han saboteado las luchas de los movimientos obreros, campesinos, indígenas, feministas, ecologistas, animalistas, LGBTIQ+, pacifistas, entre otros. Corresponde ahora unificar las divisiones sectoriales y sociales en un mismo sentir, porque la unión hace la fuerza.

En ocasión de estar en el mes de marzo y en el contexto de los quehaceres del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), desde la Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense (IMWC), deseamos hacer una reflexión teológico-política, para mostrar, con base en el texto bíblico de Mateo. 22: 39 «Ama a tu prójimo, como a ti mismo» y Juan. 13: 34 «Amaos los unos a los otros, como Yo os he amado», como la conducta histórica de las mujeres ha sido modelo de protección y auto protección a través de sostener costumbres ancestrales.

Un ejemplo de ello ha sido, el trabajo arduo y extenso de denuncia sobre el patriarcado y sus secuelas en los hogares, en la calle, en el trabajo, en las ciencias y en las religiones

En Costa Rica, por ejemplo, del 2007, año en que se promulgó la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres (LPVcM), al 31 de diciembre de 2020, hubo un total de 385 femicidios, según el informe Nº 211-PLA-ES-AJ-2022 del 17 de marzo de 2022, del Subproceso de Estadística de la Dirección de Planificación del Poder Judicial, conocido por el Consejo Superior del Poder Judicial el 5 de abril de 2022. El año 2020, según el último análisis de la Subcomisión Interinstitucional de Prevención del Femicidio, en el país hubo 28 femicidios (45%), de un total de 62 muertes.

Al 13 de febrero del 2022, de un total de 48 muertes violentas de mujeres, 10 fueron clasificadas como femicidios: 7, como femicidios en otros contextos (Art. 21 bis de la LPVcM): 2 como femicidio ampliado, y 10 como homicidios. Las restantes 19 muertes están pendientes de ser clasificadas, a la espera de informes policiales y periciales o de revisión. Esos asesinatos fueron cometidos por su compañero o conviviente (79%) o por su esposo (21%). Según los asesinatos calificados como femicidios ampliados: Ex conviviente, 19%; Atacante sexual 26%; Otros, 36%; Padre, 7%; Amante; 6%; Pretendiente 4%; Ex esposo, 2%.

A esto se agrega el machismo estructural presente en el acoso laboral y el acoso callejero, en el tratamiento médico, en las burlas y otras manifestaciones que en los medios de comunicación se asoma, entre otros espacios.

Desde la IMWC, hacemos un llamado particular a los Tribunales de Justicia a revisar los parámetros para juzgar los asesinatos de género; a los liderazgos políticos, públicos y religiosos, para que asuman con toda conciencia el paradigma de justicia, de protección y autoprotección que las mujeres en particular y los movimientos feministas en general y de otros movimientos sociales de sujetos vulnerabilizados han mostrado en la historia humana, a fin de alcanzar una convivencia social humana, justa, equitativa para que retoñe y se geste una vida digna desde hoy y para las futuras generaciones.

Los modelos deben de ser feministas y de masculinidades diferentes que permitan generar conciencia crítica y la construcción de consensos científicos, políticos, populares, que son indispensables para avanzar en un proceso de vida plena de paz y armonía para toda la humanidad y la creación.

Así mismo, debe haber voluntad política social, cultural y religiosa que evite todas las formas de violencia de género que afectan particularmente a las mujeres, niñas, niños, adolescentes, personas en situación de vulnerabilidad, orientación sexual o identidades de género no hegemónicas.

La idea fundamental debe ser: desarticular la herencia patriarcal que naturaliza y reproduce las desigualdades, los estereotipos de género y las diferentes formas de violencia. Y articular la herencia amorosa del Maestro Jesús, basada en la igualdad, equidad y manifestaciones amorosas de solidaridad, acompañamiento y servicio de amor propio y de amor de los unos por los otros, incluyendo la Creación.

«Amaos los unos a los otros, como Yo os he amado«
Jn. 13: 34, RV

Mujeres limonenses se manifiestan a propósito del Día Internacional de la Mujer

Nosotras, mujeres y aliados que firmamos este manifiesto en el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer del miércoles 8 de marzo del 2023. 

Considerando: 

  • Nuestra pertenencia a organizaciones sociales, colectivas, asociaciones e instituciones que procuran el bienestar a la ciudadanía que habita Costa Rica y que trabajamos para poner a las mujeres en un justo sitial de reconocimiento y respeto. 
  • La vigencia de nuestro compromiso de incidir socialmente en el territorio y políticamente ante los gobiernos de turno para que se respete nuestra vida, integridad y derecho a ser protagonistas de nuestra vida sin interferencias, imposiciones, ni menoscabo en virtud de nuestro género. 
  • Que vivimos contextos crecientes de intolerancia, violencia de género, expresiones de discriminación aunadas a alza afectaciones visibles del cambio climático; Contextos de los que como mujeres somos testigo y víctimas al mismo tiempo.

Repudiamos: 

  • Las declaraciones estigmatizadoras y peyorativas dirigidas a las mujeres en la vida política y pública, incluidas las defensoras de los derechos humanos.
  •  El proyecto de ley 23.217 presentado por la ex defensora Catalina Crespo Sancho y, que pretende reformar la estructura organizacional de la Defensoría de los Habitantes, pues afectaría los servicios que esta defensoría presta a las mujeres. 
  • b) Las elevadas tasas de desempleo y empleo por cuenta propia entre las mujeres, la excesiva representación de las mujeres en el sector informal de la economía y los limitados planes de protección social para las mujeres que trabajan en él.

Reiteramos:

  • La imperiosa necesidad de que se establezcan medidas encaminadas a facilitar el acceso de las mujeres al empleo formal de acuerdo con la meta 8.5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre el logro de un empleo pleno y productivo y un trabajo decente para cada habitante. 
  • Que es imprescindible la elaboración de una estrategia para garantizar el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra y sus correspondientes títulos y mejore su seguridad de la tenencia de la tierra. 
  • El necesario aumento de mujeres rurales que se beneficien efectivamente de los proyectos de desarrollo rural y la participación de las mujeres en las instancias decisorias que determinan la gobernanza territorial. 
  • Que se adopten medidas jurídicas y normativas para proteger a las mujeres embarazadas durante el parto, se sancione la violencia obstétrica, refuerce los programas de fomento de la capacidad destinados al personal médico, y vele por la supervisión periódica del trato dispensado a las pacientes en hospitales y centros de atención de la salud. 
  • Que se facilite un acceso efectivo de las mujeres rurales a tecnologías de la información y las comunicaciones y a las redes móviles para asegurar su derecho a la igualdad de oportunidades. 
  • Establezca y utilice mecanismos eficaces de consulta para obtener el consentimiento libre, previo e informado de las mujeres indígenas y afrodescendientes para los proyectos de desarrollo y de otros usos de sus tierras y recursos naturales.
  • Coordinar con organizaciones como el Despacho de la mujer, la Defensoría de los Habitantes, entre otros, para abordar a aquellas mujeres menores de edad y mujeres en general, que se encuentran en riesgo social.
  • Formar asociaciones de desarrollo social para mujeres, jefas de hogar, las cuales hoy se encuentras desempleadas, y permitirles poder desarrollar algún tipo de emprendimiento a corto plazo que les pueda generar algún ingreso económico para sus familias.
  • Tener fácil acceso a instituciones como el INA, IMAS, entre otras, para una vez identificado y calificado el grado de escolaridad se pueda desarrollar algún programa específico para dar atención a las mujeres en riesgo social.

Nos comprometemos a:

  • Seguir fortaleciendo nuestros procesos de incidencia y promover procesos de auditoría social, articulando esfuerzos en torno al cumplimiento de los compromisos del Estado Costarricense. 
  • Trabajar de la mano con las instituciones idóneas, para iniciar de inmediato un mapeo general de las mujeres que, según la edad, escolaridad y riesgo, podamos dar la atención y el acompañamiento necesario, para dirigirlas al lugar correcto, que puedan ser atendidas y darles seguimiento de poder reinsertarlas a la sociedad. 
  • Mapear aquellos niños que hoy se encuentran en riesgo social, brindar el apoyo necesario para lograr que regresen a las escuelas, este mapeo se debe realizar desde cada escuela de la provincia, investigar porque nuestros niños hoy están abandonando las aulas. 
  • Trabajar con las instituciones de ayuda social para poder brindar la ayuda económica que hoy enfrenta nuestros hogares con tanto desempleo en la región. 
  • Dar fortalecimiento necesario para empoderar a aquellas mujeres que hoy se encuentran en riesgo, (femicidio), encontrar la forma de lograr que esas mujeres puedan recibir la atención de forma inmediata. Un ejemplo de trabajo en este empoderamiento se puede logar a través el MEP, logrando insertar un programa de educación a nivel nacional de empoderamiento y educación a nuestros niños y jóvenes, ejemplo de esto es el programa DARE, que se recibía en las escuelas, el cual logro buenos resultados.

Asimismo, instamos a nuestros gobernantes a una declaratoria de emergencia, dado al alto grado de desempleo y de violencia que hay en nuestra provincia, necesitamos que mediante mecanismos gubernamentales e institucionales se formen grupos de trabajo para poder generar fuentes de trabajo a nuestras mujeres jefes de hogar, dar seguimientos mediante el Patronato Nacional De La Infancia a aquellos niños que hoy día están en riesgo.

Conclusión

Recordarles que no estamos pidiendo que nos regalen las cosas estamos, solicitando el apoyo para poder instruir, a nuestras mujeres y educarlas en pos de una seguridad social más segura, justa y equitativa, para que puedan ganarse el sustento de sus familias, y rescatar a nuestros hijos e hijas de la delincuencia y del narcotráfico que tanto aqueja a nuestra provincia, dándoles una oportunidad de una educación y un trabajo digno para que puedan servir a la patria y de esa forma podamos vivir dignamente y desarrollar el potencial que tenemos. Una sociedad fortalecida hace un país desarrollado. 

Tenemos las herramientas a nivel de gobierno, solo debemos de activar a los Ministerios, las Instituciones, Municipalidades, Universidades, Organizaciones de bien social y la sociedad civil, a que se creen mecanismos de detención temprana y atención inmediata y eficaz a estos problemas que hoy vivimos en el país.

Las mujeres limonenses levantamos la voz ante todos los males sociales que nos aquejan, somos un pueblo pluricultural que aporta mucho a nuestro país y el cual merece ser escuchado y atendido.

 

Imagen ilustrativa, tomada de Red de Mujeres Rurales.

En el Día de la Mujer, hablemos los hombres de la sociedad patriarcal

Alberto Salom Echeverría

¿Desde cuándo y por qué se instituyó el día de la mujer?

El día Internacional de la Mujer fue oficialmente decretado por Las Naciones Unidas en el año de 1972, para que fuese celebrado cada 8 de marzo. Sin embargo, la celebración recuerda acontecimientos anteriores que tuvieron que ver con la lucha de las mujeres en Europa, en Los Estados Unidos y en otras partes del mundo, contra la desigualdad de que han sido objeto a lo largo de la historia. Las protagonistas de aquellas efemérides en un inicio fueron principalmente las mujeres socialistas, comunistas y anarquistas como parte de la clase obrera trabajadora; con posterioridad, obviamente se han sumado mujeres de muy variadas orientaciones ideológicas que convergen en la idea de alcanzar la igualdad en la convivencia entre el hombre y la mujer. Un punto álgido de esas batallas fue la lucha de las sufragistas quienes buscaron afanosamente alcanzar la igualdad de los derechos electorales entre hombres y mujeres.

Cada año, la ONU establece un énfasis; el año pasado, el lema central de la celebración fue por la “Igualdad de hoy por un mañana sostenible”. Estuvo dirigido a redoblar la lucha de las mujeres y las niñas contra el calentamiento global, así como también se orientó a mitigar y buscar la adaptación frente a los efectos del cambio climático. En el presente año 2023, el eslogan aboga “Por un mundo digital inclusivo: Innovación Tecnológica para la igualdad de género”. Esta vez, el objetivo consiste en explorar los efectos de la brecha digital de género en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas. Por otra parte, en concordancia con lo anterior, se pretende proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales y abordar la violencia de género en línea y la propiciada por las nuevas tecnologías de la comunicación. (Cfr. ONU Mujeres. “Día Internacional de la Mujer 2023: Por un Mundo Digital Inclusivo: Innovación y Tecnología para la Igualdad de Género.” Diciembre 2022).

¿Por quién doblan las campanas?

Esta frase que he insertado arriba, es del afamado escritor estadounidense radicado durante mucho tiempo en Cuba, Ernest Hemingway. El autor ganó el premio Pulitzer en 1953 por su obra “El Viejo y El Mar”, un año después ganó el premio Nobel de literatura por la integralidad de sus escritos. Casualmente entre 1939 y 1940 escribe la novela “Por quién doblan las campanas”, probablemente su obra más conocida; la novela versa sobre la guerra civil española. La frase la tomó Hemingway del poeta metafísico John Donne, quien a su vez la escribió en 1624. Hace alusión a que cualquier muerte de un ser humano nos concierne a todos, porque cada uno de nosotros es parte de “un todo”. Por lo consiguiente, John Donne había expresado en sus meditaciones “Devotions Upon Emergent Occasions” la siguiente memorable expresión que hoy comentamos: “La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.”

Hoy, seguramente las campanas doblan por el sufrimiento humano a causa de la flagelación, los castigos e injusticias recibidas por las mujeres en el mundo. La celebración del día de la mujer está jalonada por una cuota de felicidad, por un lado, porque se festeja su existencia, sus luchas, sus éxitos y glorias. Las honramos como madres, los hombres las debemos enaltecerlas como nuestras compañeras en la vida, con ellas procreamos a nuestros hijos e hijas. Pero, no siempre ocurre así. Por eso, la fecha también deviene conmemorativa, ya que todos somos responsables de la violencia que se ejerce contra ellas, de las violaciones de que son objeto, de la desigualdad y la opresión en la sociedad.

Dice la ONU que merced a las desigualdades persistentes, en el mundo hay nada menos que 383 millones de mujeres y niñas que viven en la pobreza extrema. Además, cada once minutos en el mundo una mujer o una niña fallece a manos de algún miembro de su propia familia. ¿Quién está exento de semejante responsabilidad? En mi opinión todos estamos concernidos, especialmente los hombres, ya que el contexto es el de una sociedad patriarcal, en la que se reproducen incesantemente valores culturales “machistas”.

Celebramos que se haya formado una comisión de Derechos Humanos en la ONU, que a su vez promovió la existencia de un Consejo de Derechos Humanos. Celebramos en parte, igualmente que, la comisión haya considerado que su misión no concluye hasta que sea un hecho la igualdad real de la mujer y el hombre en la sociedad contemporánea. Sin embargo, no podemos celebrar plenamente, porque la sola existencia de la comisión habla de las injusticias que subsisten en el mundo contra las mujeres, la violencia, las violaciones y muertes por maltrato, así como la desigualdad.

Celebramos los hombres la existencia de la otra parte de la humanidad, pero, no podemos celebrar que nos hayamos arrogado “el derecho” de subsumir a toda la Humanidad en la palabra “Hombre”. Y somos los primeros que debemos exigir en nuestras sociedades una nueva cultura, para que aflore una educación en la que se inculquen nuevos valores para infundir una “Nueva Masculinidad”. Una “Nueva Masculinidad”, que signifique compartir la vida con la mujer en condiciones de plena igualdad, donde en el hogar se asuman las tareas por partes iguales, donde no existan “roles” femeninos y masculinos. Las tareas en el hogar deben ser asumidas sin distingos de sexo. Ambos miembros de la pareja son corresponsables por igual, de velar por la educación de sus hijos, así como de las tareas que ello conlleva. Ambos deben ser mutuamente solidarios en las tareas cotidianas del hogar. Hay más, la “Nueva Masculinidad” supone entender que el amor de la pareja parte de un respeto irrestricto por el otro, de una manera tal que permita reconocer que el disfrute sexual debe ser compartido; el hombre y la mujer tienen el mismo derecho al disfrute pleno de las relaciones íntimas de la pareja, sin que ninguna de las partes se desentienda de la otra. Por otra parte, los bienes que se produzcan dentro de la relación deben ser compartidos, como ya se estipula en el derecho de familia a nivel internacional.

Quizás lo más importante radica en que la educación y los valores que se inculquen a los párvulos contemplen todo lo anterior, y particularmente, una nueva manera de visualizar la vida, conducente a erradicar para siempre, la desigualdad, la opresión de las mujeres, el sometimiento, la discriminación en los trabajos por razones de sexo; y especialmente se debe velar porque impere el mismo salario por las mismas tareas con independencia del sexo de quien las realice. El mismo derecho deben tener las mujeres y los hombres al trabajo, a la educación, a la ciencia y la tecnología. Debe prevalecer el derecho de las mujeres a tomar parte en las decisiones de todo orden en la sociedad, en particular las que tienen que ver con el desarrollo sostenible para enfrentar el calentamiento global, o también, paliar o buscar adaptación al cambio climático. Para ello la ONU creó una comisión que atiende todo lo concerniente con la agenda 2030, para ´acelerar la igualdad real de género y el empoderamiento de las mujeres´. La discriminación, los abusos y la misoginia se han trasladado al mundo virtual, lo que vuelve a colocar a la mujer en condición de desventaja frente al hombre en la sociedad. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, en 2023, señaló que la mujer es víctima en pleno siglo XXI de “…acceso limitado a la tecnología, a la violencia en línea…así como a la infrarrepresentación y el sesgo de género en las industrias tecnológicas.” (Cfr. ONU. “Promoción de los Derechos de la Mujer desde 1946: Cinco cosas que Debes Saber.” https:/news.un.org/es/story/2023/03/1519072).

¿Por quién doblan las campanas? Por ti. Porque las mujeres sufren y padecen descalabros en sus vidas ante la desigualdad y la violencia de las que son víctimas en la sociedad patriarcal. Pero en el largo plazo, todos perdemos; o sea los hombres incluidos, porque no hay verdadera opción al desarrollo que no comporte una igualdad real entre el hombre y la mujer, es decir un desarrollo inclusivo, sostenible y sustentable con la Naturaleza y, por lo tanto, con la vida de todas las especies existentes y sus hábitats.

En la lucha por una sociedad igualitaria e inclusiva de las mujeres, el hombre debe asumir su responsabilidad.

Para conquistar la igualdad real entre hombres y mujeres y crear sociedades que incluyan plenamente a las mujeres en las tareas del desarrollo sostenible, el hombre no puede considerarse exento. Por lo tanto, a los hombres nos asiste una doble responsabilidad: pagar las penas por los delitos contra la mujer por parte de aquellos que los cometen, pero al mismo tiempo, quienes desarrollen conciencia de todas las implicaciones que conlleva la conquista de una vida digna para las mujeres, debemos integrarnos a ese movimiento que nos es propio. Significa ni más ni menos que, bregar por alcanzar nuevas formas de convivencia social, con nuevos valores culturales que permitan iniciar la ruta para desterrar para siempre los privilegios varoniles de la sociedad patriarcal.

Se trata de una nueva cosmovisión de lo social, lo político y lo económico. En breve, estamos hablando de una “Revolución Cultural”, para educarnos todos con nuevos valores que orienten la necesidad de desmontar el paradigma machista y patriarcal por el que estamos regidos. Para alcanzarlo, hay que idear una nueva masculinidad en la que los roles tradicionales del “hombre que manda” tanto en la casa como en los diferentes planos de la vida social debe acabar. Pero no solamente se debe idear y ambicionar un nuevo paradigma, sino que en la medida en la que se conceptualiza esa nueva convivencia es urgente ir asumiendo en la práctica el nuevo papel solidario con la mujer ante la desigualdad que padece, confrontado la violencia instalada en la sociedad contra ellas, la falta de oportunidades a la educación formal. También debemos ser solidarios con las mujeres para que puedan asumir empleos de calidad; es urgente, además, educarnos para enfrentar conjuntamente la opresión y la subordinación de la que son objeto las mujeres en nuestras sociedades contemporáneas.

Esta, lógicamente es una tarea que compete en primer lugar a los movimientos femeninos y feministas que se han creado por todo el orbe, como se demostró este 8 de marzo en diversos países, tanto en nuestra América Latina, como en Los Estados Unidos, en Europa y en los demás continentes del orbe. Los hombres que estamos conscientes de la opresión que padecen las mujeres y sabemos de la desigualdad que acaece como resultado, es urgente que asumamos nuestro papel a la par de las abuelas, madres, compañeras de vida, de nuestras hermanas y amigas; o, simplemente a la par de la mujer que lucha por romper el indeseable, pero sólido cascarón del patriarcado que recubre la sociedad entera. Debemos convencernos que, no puede haber justicia plena, sin igualdad entre el hombre y la mujer; no puede existir equidad sin que acabemos con la desigual distribución de oportunidades en contra de las mujeres, sin que seamos capaces de abrir por igual para todas las personas, el acceso a la educación, a los empleos de calidad, al mundo de la ciencia y la tecnología. No habrá paz en tanto siga prevaleciendo la violencia contra las mujeres, las niñas, las personas que han alcanzado la ancianidad, las personas con discapacidad; en breve, no puede haber felicidad para uno solo de los sexos que componen la especie humana, mientras la otra mitad, las mujeres deben soportar el peso asfixiante del patriarcado.

La tarea se torna compleja por el hecho de que el patriarcado supone un molde cultural, que por lo tanto impone conductas inapropiadas, comportamientos arbitrarios, violencia de género por parte de la sociedad machista, que es la que carece de la consciencia de que otro mundo, otra sociedad más justa e igualitaria en la sociedad no solo es posible, sino que es deseable, urgente y alcanzarla por lo tanto nos compete a todos. El camino es complejo, pero hay que recorrerlo con esperanza y fervor; al mismo tiempo nos puede proporcionar felicidad saber que estamos a la par de nuestras compañeras luchando por derechos de ellas que les son inalienables y forman parte, por ende, de las justas aspiraciones para su plena realización como personas con dignidad. Entonces son luchas que nos implican a nosotros, los hombres, también. Llegará un día en que podamos celebrar el día de la mujer y en el que, la conmemoración de sus luchas forme parte consustancial de esa victoriosa y épica fecha: El Día Internacional de la Mujer.

 

Compartido con SURCOS por el autor.