Ir al contenido principal

Etiqueta: Día Internacional de la Mujer

Patrimonio / patriarcado

Dr. Pablo Bonilla Elizondo. 10 de marzo del 2021

No es casualidad que la raíz de la palabra patrimonio sea la misma que la de patriarcado.

Ya lo decía Walter Benjamin, en la introducción a La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (2012) nociones heredadas (y añado rancias) de las artes como “genio” “legado” y “valor de eternidad” son comúnmente instrumentalizadas por el fascismo y las ideologías dominantes.

Esto lo demuestran la mayoría de monumentos conmemorativos y la arquitectura patrimonial, que, aunque se supone cumplen la función de guardar “la memoria nacional” o hacer presente relatos o valores que como sociedad requerimos para constantemente repensarnos, en cambio se levantan incuestionables e irreflexivos, siendo las más de las veces producto de decisiones políticas unilaterales, con nula participación ciudadana y escaso criterio profesional o técnico.

Todos esos dispositivos situados arbitrariamente en el espacio público y sacralizados, en realidad tienen una función muy distinta: legitiman un poder, un relato histórico o una cultura de clase. Más cuando vemos como el poder político o económico los utiliza como arma arrojadiza para desviar y deslegitimar los reclamos necesarios y justos de las manifestaciones del 8 de marzo. Bajo el pretexto de la defensa del patrimonio en realidad se defiende una hegemonía patriarcal, se exculpa una deuda histórica del estado por la equidad y de la responsabilidad institucional por violencia y asesinatos que tienen una causa estructural.

Es claro que la mayoría de esos “indignados” que replica esa instrumentalización patriarcal (desde los que se sitúan en la sombrita del poder, hasta los robots de redes sociales) no les interesa la memoria, el carácter intangible de lo patrimonial, por eso lo instrumentalizan dañándolo aún más que un grafiti que se borra en una mañana.

Pero, además, nadie se indigna por la mala gestión del mismo ni por los anuales recortes al sector cultura ni la precarización de los y las artistas, menos porque se roben las placas de monumentos o los orinemos “los maes”.

Mucho menos les interesa preguntarse por la naturaleza del patrimonio y llegar a la raíz del asunto: ¿Quién lo puso ahí? ¿qué representa? ¿qué valores transmite? ¿por qué debemos mantenerlo? En países con pasados dictatoriales estas preguntas han sido urgentes y han desembocado en una consecuente remoción de muchos “legados”, en realidad símbolos de opresión. También lo hemos visto de forma reciente en las reivindicaciones raciales en toda América. Esos monumentos, las más de las veces se constituyen en símbolos déspotas de una violencia sistemática reacia a exprimirse: ha sido necesario el enojo para señalar su presencia.

Aquí, en el nuestro país, no ajenos a pasajes oscuros en nuestra historia, esas preguntas no se hacen y hemos presenciado sin alterarnos, al contrario, como se sepulta la acción valiente de los y las estudiantes que se levantaron en contra de la dictadura de Tinoco con un ocurrente y especulativo Barrio Chino. Vemos como Diputados de la República legitiman el fascismo de León Cortés filmándose orgullosos a sus pies o la inoperancia de un Ministerio de Cultura que no le preocupa que un monumento a Vázquez de Coronado se levante a escasos metros de sus instalaciones…. incluso la ministra le dejó flores a Isabel la Católica el 12 de octubre de espalda a nuestras culturas prehispánicas.

Lo cual me hace pensar que en realidad no molesta el daño al patrimonio, les molesta el mensaje subrayado en su justo emplazamiento: en la apropiación de estos dispositivos simbólicos que hace de ese necesario e inevitable reclamo una evidencia contundente de las raíces patriarcales de nuestra sociedad y las deudas históricas del estado.

La defensa de la patria y la búsqueda por silenciar las reivindicaciones coinciden bajo interés muy claro de perpetuar un dominio, un colonialismo interno que encuentra un justo desafío en la deconstrucción de sus símbolos.

Dr. Pablo Bonilla Elizondo.
Doctor Cum Laude en Arte: Producción e Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia. Profesor e investigador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica en las áreas de arte público, semiótica y teoría del arte.

Referencias.

Benjamin, W. (2012). La obra de arte en la época de su reproducción técnica. En Obras Libro /vol 2. Madrid: Abada Editores.

Imágenes: compartidas en redes digitales.

Pan y Rosas: Feminismos plurales (Para leer después del 08 de marzo)

Para Nancy Sirker Urroz (1937-1963), vives en tu hijo que es mi hermano.

Jiddu Rojas Jiménez

1) El origen y el debate: La lucha por la igualdad olvidada

En conmemoración del llamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y como reconocimiento a su lucha permanente, valdría la pena recordar a su más destacada impulsora internacionalista, a Clara Zetkin (1857-1933), y a su compañera de lucha, Rosa Luxemburgo (1871-1919).

Ésta última, intelectual y líder socialista, y su amiga y camarada socialista de luchas, quien fuese asesinada salvajemente en Alemania, al fracasar el movimiento revolucionario “Espartaquista”, -después de la carnicería inter-imperialista de la Primera Guerra Mundial (1914-1919)-, y donde murieron millones de jóvenes europeos de ambos bandos.

Ambas mujeres, Zetkin y Luxemburgo, (casi siempre olvidadas), fueron las grandes impulsoras de esta fecha internacional, desde el Congreso de Mujeres Socialistas de 1910, realizado en Copenhague, Dinamarca.

De hecho la primera conmemoración internacional oficial es de 1911 en Dinamarca. Otros ejemplos son: Rusia en Marzo de 1917 (y que pasaría ese mismo año en Noviembre a constituir la URSS), o China en 1922, o España en 1936, etc. Estados Unidos oficialmente la celebra desde 1994.

Se conmemoraba formalmente así, la dolorosa y heroica lucha por las obreras textiles quienes marcharon y fueron brutalmente reprimidas en Nueva York en 1857, y además se recuerda, el posterior, doloso incendio de la fábrica Triangle en New York del 25 de Marzo de 1911, donde murieron cruelmente decenas de obreras textiles (123), junto a varios obreros (23), dejando gravemente heridas y quemadas a otras 70 mujeres, en circunstancias atroces.

Sobre esta última atrocidad, hay que agregar que la gran mayoría de las fallecidas eran obreras muy jóvenes y muy pobres, y muy vulnerables socialmente, pues eran casi todas migrantes empobrecidas de Europa del Este y de Italia. Y por supuesto, el incendio se dio en un contexto de luchas sociales obreras y de género.

Ahora, en honor a la verdad histórica, hay que reconocer, que esta dolorosa pero educativa conmemoración se realizaba, sin embargo, ya antes del Congreso Internacional de Mujeres Socialistas de 1910 de Dinamarca, localmente en Estados Unidos.

Se conmemoraba en ambos casos, la cruel represión de 1857 en Nueva York.

Ejemplos históricos de la misma, se encuentran en Chicago 1908 y Nueva York 1909.

Conmemoraciones norteamericanas anteriores a 1910, y dirigidas por valientes Mujeres Socialistas Norteamericanas, como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt, contra la represión de obreras en 1857.

Y obviamente después, se le sumarán, los trágicos sucesos del brutal incendio de 1911, pues con más razón, pues se juntaron esos acontecimientos en la memoria histórica socialista y feminista, no sólo en EE.UU. sino en el Mundo entero.

Estados Unidos tenía un vigoroso movimiento obrero, a veces gremialista, a veces laborista, incluso socialista de diferentes tonalidades, y un vigoroso movimiento anarquista y comunista, donde las Agendas Feministas y la Educación sexual para las Mujeres, se cruzaban, junto a otras diferentes luchas.

Añadimos que la histórica dirigente “Espartaquista”, Rosa Luxemburgo curiosamente fue asesinada brutalmente en Alemania, en fecha cercana, un posterior 05 de marzo de 1919.

En los 1960s y 1970s, por la influencia de los diversos Movimientos Feministas intercalados y retroalimentados por los nuevos sujetos políticos emergentes en las llamadas sociedades industriales avanzadas (Marcuse), pues se difundió aún más, esta conmemoración internacionalmente.

En 1975 la ONU sólo oficializa la fecha, y lo convierte en «Día Internacional de la Mujer»…

2) Diferentes Feminismos y luchas obreras y socialistas

Así fue en Europa y Latinoamérica, desde luego con sus matices y particularidades socio-históricas, según las asimetrías asignadas estructuralmente, en el Centro o en la Periferia colonial. Esto que es algo tan básico, a veces parece ser olvidado o invisibilizado adrede.

Las mujeres, en estos procesos políticos no sólo participaban, sino que eran líderes.

Es el cruce de las tareas Feministas y las tareas Socialistas.

Las mujeres, en estos procesos políticos no sólo participaban, sino que eran líderes.

Tal es el caso de la Anarquista Emma Goldman (1869-1940) quien murió exiliada de su propio país, Estados Unidos.

Tal fue el caso en Costa Rica Carmen Lyra (Isabel Carvajal) quien muere en el exilio, o de Corina Rodríguez, Adela Ferreto, o posteriormente Addy Salas. Sin embargo, hay que reconocer que no todas las Feministas curiosamente fueron Feministas.

Sin duda la Revolución Industrial y las relaciones capitalistas aceleradas, incorporaron de forma brutal a las mujeres al mercado laboral de las economías centrales, proletarizándolas progresivamente. Ese alto trajo distorsiones culturales, familiares, antropológicas, psicológicas, y personales, que expandieron la deshumanización del Capitalismo Mundial.

 Sin embargo, hay que reconocer que no todas las Feministas necesariamente fueron Socialistas o afines. La gran líder sufragista inglesa Emmeline Pankhurst, aunque fue primero parte del Partido Laboralista Independiente, fue reacia a colaborar con Liberales, Socialistas y Laboristas y fue profundamente anticomunista, e incluso apoyó la carnicería imperialista de la Primera Guerra Mundial, bajo el lema “Right to serve” (“Derecho para servir”).

Todas las hijas de Pankhurst fueron militantes radicales Sufraggettes y fundadoras de la temida y radical WSPU (Unión Social y Política de las Mujeres), pero una de sus hijas en cambio, Sylvia, al trabajar con East London con las Mujeres más pobres, fue militante Socialista, Internacionalista, Defensora de la URSS, luchadora Antifascista, Antimperialista y Anticolonialista, muriendo en Etiopía país de su residencia en 1960.

Pero hay que decirlo: ni la líder sufragista inglesa Emmeline Pankhurst (1858-1928) de la WSPU, o la primera abogada costarricense Angela Acuña Braun (1888-1983) o Ana Rosa Chacón (1989-1985) o Esther de Mézerville (1885-1971) de la Liga Feminista Costarricense, fueron necesariamente socialistas, al contrario. Y eso no las priva jamás de sus aportes históricos inconmensurables.

3) Las diferentes luchas feministas y de clase contemporáneas

No siempre han coincido las agendas sociales obreras o populares y la lucha feminista. Y agreguemos, que desde las luchas revolucionarias modernas también denotaron un control patriarcal y eurocéntrico evidente. Por eso es importante, aunque sea en términos muy generales mencionar algunos ejemplos históricos concretos.

Por ejemplo, puede sonar extravagante, pero en Estados Unidos, contrario a lo que se pueda pensar después y durante la Guerra Fría, las luchas Socialistas, Obreras y Feministas se podían cruzar… Igual en otros países.

Junto a las ya mencionadas alemanas de origen judío (no religioso), Zetkin y Luxemburgo (nacida en Polonia), encontramos en España («La Pasionaria»), Holanda (Henriette Roland-Holst), o pioneras Sufragistas Inglesas, o incluso en la Rusia Zarista (A. Kolontai) y obviamente luego en la URSS, etc.

Aún antes de las luchas propiamente obreras, tenemos a las primeras Feministas, como la revolucionaria Flora Tristán en Francia (nacida en 1803 de ascendencia peruana y fallecida en 1844), o a la inglesa Mary Wollstonecraft (1759- 1797), etc. Ambas con claros vínculos políticos progresistas, proto-socialistas, y contestarios dentro de su contexto.

Otro caso extraordinario es de la revolucionaria francesa, Olympe de Gouges (1748-1793) autora de «La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana» de 1791, y quién por ser defensora de la facción Girondina, fue juzgada y guillotinada durante el período del Terror.

De modo que estas relaciones políticas entre las diferentes luchas Feministas, y las luchas obreras y revolucionarias, nunca han sido lineales. Y se han constituido de forma problematizada, asimétrica y compleja, como corresponde a la también compleja y versátil, dominación patriarcal, capitalista, colonial y neocolonial.

Todo lo cual no debe servir de pretexto para no repensar en profundo, la lógica patriarcal de lo político desde la raíz, y en particular desde la lógica política alternativa de los procesos populares latinoamericanos y globales.

4) Desde Nuestra América: apropiación de los diversos discursos Feministas desde nuestro espacio y tiempo

Hasta los años 90s, y después de un conflicto armado impuesto, una columna guerrillera se detectaba fácilmente desde el aire por lo cabellos y las colas de las mujeres combatientes. Los Ejércitos criminales latinoamericanos casi no usaban mujeres combatientes. (Posiblemente ya no sea así). Las Oligarquías aprendieron bien su oficio de la represión desde la colonia.

No es necesario citar los cientos de miles de mujeres civiles, madres, hijas, compañeras, indígenas, ladinas, afrolatinas, todas ciudadanas ejemplares, obreras, campesinas, estudiantes, profesionales, etc., que fueron sometidas a todo tipo de atrocidades en todo el Siglo XX y el Siglo XXI.

Femicidios y Feminicidios, van y vienen, aún antes de que los conceptos jurídicos y feministas los nombrasen como tales. Pero así es nuestra historia teratológica.

Así fue desde la Conquista y la Colonia. Cómo iba a ser diferente en la «Patria del Criollo» y sus Oligarquías brutales o frente al Expansionismo Norteamericano y al Imperialismo.

Recordemos a algunas figuras femeninas emblemáticas de América Latina, a sabiendas de que los procesos colectivos y estructurales son más complejos, y de que la historia no la hacen figuras excepcionales o heroicas…

Repasemos un poco de nuestra historia latinoamericana.

Junto a los procesos criollos de Independencia después de Miranda, con Bolívar, y San Martín, ya encontramos a Manuela Sáenz (Ecuador 1797- Perú 1856).

Manuela Sáenz, todo un personaje, más allá de ser la compañera leal de Bolívar, merece su propio lugar en la historia de la Primera Independencia Latinoamericana. Cómo explicar sino, el triunfo de epopeya del primer proyecto Lautarino de Independencia de España, sino es con el apoyo y la participación activa de la Mujer.

Encontraremos luego en la cintura de Nuestra América, en el Caribe, en la Cuba ocupada por España hasta 1898 y luego por Estados Unidos, a la extraordinaria afrocubana Mariana Grajales Cuello (1815-1893) -Madre del líder patriota y héroe independentista Mambí, exiliado en La Mansión de Guanacaste, Antonio Maceo, y de sus hermanos Marcos, José, Rafael, etc. todos héroes y mártires, de la tardía Independencia de Cuba y Puerto Rico-, etcétera, tenemos a destacadísimas luchadoras indígenas.

Realmente vale la pena citar brevemente, y por aparte, como ejemplo ciudadano y humanista, a algunas de ellas. Todas representantes de ese dolor social latinoamericano, colonial, y brutalmente injusto y asimétrico. Y cuyo orden colonial se encarnizaba particularmente con el cuerpo de la Mujer en resistencia.

Si lo latinoamericano, mestizo y criollo, se cruzó con la lucha y participación de la Mujer, la particularidad de los pueblos indígenas, lo hizo antes contra la asimetría colonial española.

5) Cuerpos, violencias y encarnizamiento colonial

Recordemos desde la Costa Rica de Pancha Carrasco (1816- 1890), a nuestras hermanas y madres, y compañeras de La Patria Grande. Los testimonios centroamericanos y latinoamericanos son abundantes, desde las hermanas Mirabal en República Dominicana, hasta Las Caracolas en Chiapas, desde las estudiantes chilenas auto-convocadas que cambiaron el Chile heredado por Pinochet hasta las valientes Argentinas del Pañuelo Verde. Desde Arabia Saudita, hasta las trabajadoras sexuales organizadas de la India, hasta las luchadoras del Oeste de África contra la mutilación genital ritualística.

Sin embargo, recordemos desde nuestra identidad latinoamericana en abierta construcción, la genealogía histórica de nuestras asimetrías impuestas y sus dolores ancestrales.

Recordemos a Micaela Bastidas Puyucahua (1744-1781), esposa y compañera del líder revolucionario indígena Quéchua, Túpac Amarú II, quienes transformaron para siempre la subjetividad social y política de Los Andes conquistados por Imperio Español. Ella al parecer, hija extramatrimonial y de origen pardo- africano por parte de Padre, e indígena por parte de Madre, deviene en una de las líderes y estrategas revolucionarias del Levantamiento de Tinta en el Perú colonial.

Compartirá en esa gloriosa ruta emancipatoria, las espantosas torturas y muerte, y vejaciones de su esposo e Hijos. Pues claro, fue una destacada líder de la Rebelión.

La violencia contra estas líderes mujeres, es también contra sus Hijos e Hijas… Finalmente Micaela, fue muerta, después de cortarle la lengua en público, golpeada a patadas en el estómago y pechos, y por estrangulamiento (pues el vil garrote fracasó); claro sólo después de ver cómo le cortaban la lengua a su hijo Hipólito, de 18 años, y lo ahorcaban, en el mismo tablado en la misma Plaza. Su otro hijo combatiente, Mariano murió en 1784 a los 21 años en Brasil.

Su hijo menor capturado y de sólo 10 años, después de malos tratos de rigor, fue obligado a presenciar toda la tortura y martirio de sus Padres y hermano mayor. Además, fue desterrado a los 11 años a África a posesiones españolas, y luego de los malos tratos esclavistas, se le confinó a una mazmorra en Cádiz, muriendo a los 31 años, según señala el escritor peruano José Luis Ayala Olazábal.

Si creen, que la figura de la líder revolucionaria Micaela Bastidas es una excepción, hablemos de Tomasa Tito Condemayta (1740-1781), otra noble quechua rebelde, y otra de las líderes y estregas de la Rebelión, junto con Túpac Amarú II y Micaela Bastida. Igualmente fue torturada, mutilada y ejecutada en 1781 junto a otras y otros combatientes indígenas.

Si aún todavía tiene dudas, podemos investigar la figura de Bartolina Sisa (1750 ó 1753-1782), cónyuge del gran líder indígena Aymará, Tupac Katari (nombre adoptado por Julián Apaza en honor de los héroes Tupac Amarú II y Tomás Katari). Pero además, Bartolina Sisa, es una heroína Aymará por mérito propio, pues fue una importante estratega militar y política, fue una feroz combatiente, y una líder revolucionaria indígena por méritos propios. Bartolina, fue capturada, torturada y asesinada cruelmente por las autoridades españolas (arrastrada por caballos hasta morir y luego descuartizada), junto a otra líder revolucionaria indígena, Gregoria Apaza (1751-1782) hermana menor de Tupac Katari en La Paz, Bolivia. Su hijo mayor cruelmente asesinado, le sobrevivieron al parecer, en la clandestinidad dos hijos más y una hija.

La lista es más que eterna, sempiterna, y seguirá hasta nuestro presente, y sino Berta Cáceres desde Honduras o María del Mar Cordero desde el ecologismo costarricense movilizado contra la Stone Forestal, nos recordarán su cercanía en tiempo, espacio y sentido.

6) Conclusiones provisionales

Hay muchos Feminismos, y eso aunque evidente y repetitivo, siempre se nos olvida. Imagino que desde la revisión de la masculinidad, deberemos encontrar aportes en las diferentes expresiones de esos Feminismos.

Como puede haber diferencias y diferentes énfasis y aportes teóricos en Nancy Fraser o Judith Butler, hay diferencias en el acercamiento y la apropiación y resemantización de los diferentes esfuerzos femeninos y feministas, contra la dolorosa vivencia patriarcal.

Lo que tampoco podemos evitar, es reconocer, que inevitablemente los diferentes Feminismos, sean desde el Centro o desde la Periferia del Sistema -Mundo, necesariamente se cruzaran de forma compleja con otras variantes de las asimetrías sociales, sean éstas de clases, etnias, nacionalidad, identidad, diversidad sexual, culturales, etc.

La diversidad de esta composición humana, solo puede enriquecer a las diferentes luchas feministas.

No olvidar. Gracias.

¡Un saludo respetuoso, autocrítico y fraternal a todas las Mujeres Luchadoras!

Las académicas de la UCR empoderan a otras mujeres para liderar el cambio social

Día Internacional de la Mujer

En el Día Internacional de la Mujer, conozca a las docentes, investigadoras y administrativas que inspiran, impulsan y empoderan a otras mujeres para forjar un mundo más equitativo

Desde sus respectivos campos del conocimiento, las científicas y académicas de la UCR aportan decididamente a la construcción de un mundo más equitativo, en el cual las mujeres tengan pleno goce de sus derechos y oportunidades para incidir en el rumbo de la sociedad.

Sus aportes tocan las vidas de otras mujeres. Sus trabajos van desde generar evidencias para exigirle al Estado el respeto de sus derechos reproductivos, abrir camino en campos profesionales liderados tradicionalmente por hombres e, incluso, impulsar a jóvenes científicas a competir internacionalmente en el mundo de la ciencia.

Pueden encontrarse en un laboratorio, trabajando en el campo, en un aula o en la palestra pública. En cada lugar que pisan, ellas hacen la diferencia. En este Día Internacional de la Mujer, les presentamos a algunas de las mujeres de la UCR que representan a muchas otras docentes, investigadoras y administrativas de la Institución, mujeres comprometidas con la lucha por la equidad y la igualdad de oportunidades para todas.

En este Día Internacional de la Mujer, les presentamos a algunas de ellas #MujeresQueInspiran

La Dra. Jessie Usaga Barrientos es docente de la Escuela de Tecnología de Alimentos e Investigadora del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA).

Concluyó su doctorado en el 2014 en la Universidad de Cornell y, en el 2018, recibió la Beca Malaspina para jóvenes científicos excepcionales de parte del International Life Science Institute (ILSI), por la alta calidad de su trabajo sobre producción inocua de productos lácteos artesanales. Desde entonces, Jessie se dedicó a impulsar a otras jóvenes a formar equipos interdisciplinarios para desarrollar productos que contribuyeran a hacer una diferencia en la sociedad. También las instó a competir internacionalmente y a darse cuenta de su gran potencial en el mundo de la ciencia de alimentos.

Bajo la mentoría de la Dra. Usaga, sus estudiantes han trabajado en la estabilización de la leche materna que gestiona el Banco de Leche Materna de la CCSS, en el desarrollo de productos que contribuyan a la nutrición de poblaciones como mujeres embarazadas, así como en la elaboración de prototipos de productos que aprovechan las tecnologías autóctonas, incorporan tecnologías de conservación y promueven el desarrollo local.

Gracias a su apoyo, por cinco años consecutivos, las estudiantes de la Escuela de Tecnología de Alimentos han colocado la bandera costarricense en lo alto del podio, pues han logrado los primeros lugares en diversas categorías de competencias internacionales de investigación y desarrollo de productos del prestigioso Instituto de Tecnólogos de Alimentos de los Estados Unidos (IFT) y de la Unión Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (IUFoST), donde se han medido con competidores de todo el mundo.

La M. Sc. Gabriela Arguedas es farmacéutica, bioeticista y, desde el año 2008, investiga el campo de los derechos reproductivos de las mujeres. En el 2013, inició el abordaje de la violencia obstétrica, cuando ni siquiera se utilizaba este término en el mundo académico y hacerlo generaba diversas resistencias.

La académica ha desarrollado una amplia investigación cualitativa, así como trabajo conceptual y teórico para plantear una forma más robusta de comprender la violencia obstétrica y proponer posibles soluciones.

Su trabajo ha contribuido a mejorar los servicios de salud ginecoobstétrica y neonatal. Además, ha ampliado la discusión social sobre las diversas formas de discriminación y violencia contra las mujeres, acciones que siguen estando normalizadas en las relaciones sociales.

La Dra. Arguedas dirige actualmente el Observatorio de los Derechos Reproductivos de la Universidad de Costa Rica (UCR) y es integrante de numerosas redes académicas y asociaciones internacionales.

Patricia Sedó Masís

Patricia Sedó Masís es docente e investigadora de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica. Posee una Maestría en Gerontología y una Licenciatura en Nutrición. Es coordinadora, desde el 2003, del proyecto TCU-486, el Programa EC-436 sobre Cocina Patrimonial de Costa Rica y de diversas actividades de investigación y acción social en temas de alimentación y cultura.

Sedó es una apasionada de la acción social y trabaja en proyectos con un enfoque integral, motivo por el cual ganó el Premio de Acción Social en el área de Salud en el 2020. Para ella, la acción social permea la docencia y se nutre desde la investigación.

Ella ha tenido la oportunidad de vincularse con diferentes grupos, organizaciones e instituciones públicas en cuanto a la conservación de la cocina costarricense y en el trabajo directo con la población adulta mayor. Además, ha logrado acercarse a las comunidades y contribuir, bajo un encuentro de saberes, al mejoramiento de la alimentación y nutrición (campo principal de estudio de esta especialista).

Durante su trayectoria, Sedó también ha tenido la posibilidad de coordinar algunos proyectos de educación dirigidos a varias poblaciones, los cuales le han servido para seguirse nutriendo desde la mirada estudiantil.

La Dra. Tania Camacho Azofeifa es flautista y musicóloga. En la Universidad de Costa Rica obtuvo el Bachillerato en Enseñanza de la Música, así como el Bachillerato y Licenciatura en Música con énfasis en Flauta Traversa. Obtuvo su Maestría en Flauta y el Doctorado en Musicología Histórica, en la Universidad de Texas en Austin. Actualmente, es docente e investigadora en la Escuela de Artes Musicales y en la Sede de Occidente. Además, coordina la carrera de Enseñanza de la Música en dicha sede.

Entre sus proyectos destacan las investigaciones sobre la obra de la compositora costarricense Rocío Sanz, que incluyen la reconstrucción de la partitura y el montaje de su obra Cantata a la Independencia Centroamericana. También está dedicada a investigar sobre la cantante costarricense de música popular Julia Cortés, contemporánea de Rocío Sanz. De esta manera, Camacho Azofeifa busca visibilizar el aporte de las mujeres en la música.

Con ese mismo espíritu, desde el año 2017 organiza el Simposio Internacional Mujeres en la Música, un espacio feminista que reúne a personas nacionales y extranjeras con interés en explorar temas relacionados con el quehacer de las mujeres en todas las áreas de acción musical, investigación, composición, interpretación instrumental y vocal, educación, y gestión cultural tanto en la música académica como en la popular.

Viviana Guerrero es licenciada en Filosofía y máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica. Trabaja como docente en la Escuela de Filosofía de la misma Universidad desde el 2007, como investigadora del Centro de Investigaciones Históricas de América Central desde el 2013 y del Centro de Investigaciones en Estudios de la Mujer desde el 2015. A su vez, labora como consultora del Instituto Interamericano de Derechos Humanos desde el 2019. Sus investigaciones giran en torno a dos ejes: por un lado, la bioética y el género; y por el otro, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Viviana se ha caracterizado por combinar activamente la investigación académica con la lucha política en torno a los derechos humanos de las mujeres. En cuanto a investigación, ha desarrollado la temática de la violencia obstétrica, pero particularmente ha estudiado lo que ella llama la lactancia materna feminista. En cuanto a la lucha política, se ha involucrado con organizaciones de mujeres que promueven los derechos sexuales y los derechos reproductivos, y con organizaciones de víctimas de violencia obstétrica. A lo interno de la Universidad, ha participado en el establecimiento de las salas de lactancia en la Facultad de Letras y en la Facultad de Educación.

Stephanie Fallas Navarro es máster en Tecnología Educativa y Capacitación Corporativa, licenciada en Administración con énfasis en Dirección de Empresas y bachiller en Administración de Empresas con énfasis en Gestión Organizacional.

Gracias a su formación, ha aportado a la Universidad un modelo de capacitación en gestión directiva para autoridades académicas y al desarrollo de estrategias y capacitación para el aprendizaje en la virtualidad. También se ha identificado con otras oportunidades de mejora de la UCR, donde ha aportado junto con personas del sector administrativo a varias iniciativas que fortalecen la democracia y el bienestar de la comunidad universitaria.

Uno de sus objetivos es visibilizar el aporte de las mujeres en la Universidad de Costa Rica a la sociedad costarricense. Como madre, entiende y quiere evidenciar las desigualdades en cuanto a la responsabilidad en la crianza y cuido de la familia y cómo influye esto en la participación en el ámbito laboral y la remuneración. Se ha interesado por la flexibilización de procesos institucionales, que sean más equitativos para que las mujeres de la comunidad universitaria puedan acceder a oportunidades educativas de grado y posgrado, capacitación técnica y profesional en balance con sus ámbitos personal, familiar y sus proyectos de vida.

Fallas, actualmente, es la representante del sector administrativo en el Consejo Universitario. Ella es la primera mujer que ocupa este puesto.

La Dra. Ruth Cubillo Paniagua es doctora en Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente, es la directora del Posgrado en Literatura y profesora catedrática de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, ambos de la Universidad de Costa Rica. Entre los libros que ha publicado se encuentran Mujeres e identidades: las escritoras del Repertorio Americano (1919-1959), EUCR (2001); Mujeres ensayistas e intelectualidad de vanguardia en la Costa Rica de la primera mitad del siglo XX, EUCR (2011); Novelistas españolas del siglo de oro: la obra de Mariana de Carvajal y Saavedra, EUCR (2014), y Pobreza y desigualdad social en la narrativa costarricense: 1890-1940 (Editorial Costa Rica y EUCR, 2021). Además, ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas.

En sus más de 20 años como docente universitaria, ha sido profesora de grado y posgrado, ha dirigido más de 20 tesis, ha desarrollado múltiples investigaciones en temas de género, literatura costarricense y literatura centroamericana; así como diversos proyectos de acción social, entre ellos el programa radial Mis lecturas por la radio. Asimismo, ha impulsado el desarrollo de nuevos ámbitos de investigación y docencia en la UCR, en especial la literatura comparada y la transmedialidad, así como la realización de investigaciones inter y transdisciplinarias.

La Dra. Cecilia Díaz Soucy es docente de la Facultad de Educación, en el área de Administración de la Educación no Formal, y es miembro del Observatorio de la Educación Nacional y Regional del Instituto de Investigación en Educación de la UCR. Fue fundadora e integrante del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica.

Se le reconoce por su trabajo constante y comprometido en procesos socioeducativos que posibilitan una mayor inclusión, solidaridad, y equidad. El qué, cómo y por qué las mujeres necesitan espacios propios de convivencia y elaboración social han sido parte de sus investigaciones y publicaciones.

Sus indagaciones la han llevado a transitar una variedad de temas y abordajes en torno a la mujer, la teoría feminista, la educación popular y las mujeres campesinas. Esto se refleja en publicaciones como Ciudadanas concretas, visibles y notables, ¿un sueño posible?; Pensar la cultura política desde las mujeres; Experienciario: reflexiones en la cotidianidad con mujeres rurales; Reconociendo poderes entre mujeres: subjetividad feminista y liderazgos.

La Dra. Nadia Ugalde Binda es una de las mujeres que hacen la diferencia con su sello de calidad. Actualmente, es una de las cinco investigadoras más citadas en América Latina en temas de contabilidad. Es profesora de la Escuela de Administración de Negocios y docente de cursos sobre costos avanzados, costos en decisiones de corto plazo, costeo y contabilidad.

 

Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Sororidad: la clave en la búsqueda de la igualdad y el acceso al poder en los partidos políticos

“La sororidad constituye una experiencia práctica intelectual y política que se fortalece con la alianza entre las mujeres. Es más que la solidaridad ya que implica la modificación de las relaciones entre las mujeres para potenciar un mundo mejor”. Marcela Lagarde.

Pretendemos explorar algunos antecedentes internacionales y nacionales en la ruta de búsqueda de una mayor participación de las mujeres políticas en la vida pública de cara al Bicentenario de la democracia de Costa Rica. A partir de los antecedentes, nos referiremos a los obstáculos institucionales y partidarios a la participación efectiva de la mujer, a retrocesos en la democracia por desacato de los partidos políticos en Costa Rica. Frente a este reto, rescatamos la función de los mecanismos de la mujer en los partidos políticos; su lucha presente y futura en “sororidad” hacia una mayor igualdad y acceso al poder desde lo interno de los mismos partidos. Honramos el sentimiento colectivo que potencia y transforma al Frente de Mujeres de Partidos Políticos de Costa Rica (FREMUPP CR) en una alianza poderosa por la democracia paritaria y la equidad de género en el país.

LA LUCHA DE LAS MUJERES: CONTEXTO GLOBAL Y BICENTENARIO

La Costa Rica del Bicentenario es una realidad cada vez más cercana para nuestra nación; no obstante, la mitad de la población constituida por las mujeres, no se enrumba con un paso firme a celebrar doscientos años de igualdad. En tan crítica situación de la economía y la política nacional como han advertido el Estado de la Nación, los índices INEC sobre empleo, donde las mujeres y las jóvenes están sumidas en el subempleo, la informalidad y sujetas a altísimas tasas de endeudamiento y porcentajes de fracaso en sus emprendimientos, con pocas oportunidades de empleo digno y devueltas al ámbito doméstico con teletrabajo en triple jornada. Costa Rica en el 2019 ocupaba el número 44 entre 129 países en el índice global de igualdad de género y según el Foro Económico Mundial, el país se ubicó en el puesto 105, con una brecha de desigualdad del 32% en cuanto a sus oportunidades de educación, salario, participación económica y política en comparación con los hombres.

ONU Mujeres ha indicado que en gestión de talento empresarial, cuando hay más mujeres en los niveles gerenciales, aumenta la rentabilidad, el liderazgo horizontal y la innovación en la empresa. Es en este contexto y con un gran sentido de urgencia y preocupación por el futuro de nuestra sociedad costarricense, que las mujeres partícipes en organizaciones sociales y política partidaria, ocupamos desarrollar y ejercer liderazgos creando una mayor conciencia y participación ciudadana con equidad que persiga la igualdad y un mayor acceso al poder a través de nuestras mujeres en la toma de decisiones de alto nivel desde las organizaciones sociales y políticas.

A pesar de cumplir con 71 años de haber alcanzado el derecho y el ejercicio al sufragio para las mujeres en Costa Rica, la igualdad efectiva se asoma tímida mientras se nos enfatiza a las mujeres que somos seres humanos iguales en deberes y derechos políticos. Entonces, como mujeres políticas, requerimos del intercambio de saberes, herramientas y condiciones más favorables para el pleno ejercicio de nuestros deberes ciudadanos y el disfrute de nuestros derechos humanos y políticos en el país acorde con un mandato internacional dictado desde el Plan de Acción de la Conferencia de Beijing: buscar una mayor igualdad sustantiva de las mujeres y las niñas en todas las áreas de la vida nacional.

Abundan ejemplos de los compromisos suscritos internacionalmente para la búsqueda activa de la igualdad de género como son los pronunciamientos en América Latina y el Caribe de los Consensos de Brasilia, Montevideo, Santo Domingo, Quito, de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, 1979), dando impulso a temas vitales como la autonomía de las mujeres, la participación en todos los poderes del gobierno, la firma del protocolo facultativo, el establecimiento del aparato nacional para el adelanto de la mujer, entre otros. Costa Rica también suscribió la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente en su Objetivo 5, “Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres y las Niñas”, ha fijado la meta 5.5 del liderazgo y de la participación plena y efectiva de la mujer en la vida pública, política y económica.

Todos estos esfuerzos internacionales permean la cultura política y requieren de acuerdos concretos para dar pasos firmes hacia el cumplimiento de una mayor igualdad de género en todos los ámbitos públicos y privados. No obstante, una Auditoría Operativa sobre los ODS de la Contraloría General de la República citado en el Informe Técnico de la Dirección Estratégica del Instituto Nacional de las Mujeres, indicó que únicamente se podría superar el bajo índice integrado de implementación del ODS 5 (45%) por medio de un Pacto Nacional para planificar, ejecutar, financiar y evaluar 14 indicadores nacionales. Las alianzas estratégicas interinstitucionales y la cooperación internacional eran necesarias para elevar la implementación del ODS 5 de la Agenda 2030.

Al respecto, la anterior Comisionada Residente de las Naciones Unidas en Costa Rica, Alice Shackleford, insistía entonces que los temas sociales como el tratamiento de la pobreza y la reactivación económica del país, debían verse desde planteamientos integrales que permitieran transversalizar la equidad de género y la participación de las mujeres en la toma de decisiones. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2011) anotó que las mujeres seguimos siendo subrepresentadas en distintos ámbitos gubernamentales, en las esferas de la vida política y enfrentamos obstáculos estructurales a la participación tales como la desigualdad de oportunidades para encabezar nóminas, la falta de financiamiento para campañas y la violencia política.

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES: EL CONTEXTO NACIONAL

En ese contexto nacional por imposición legal, la participación política de las mujeres se sigue promoviendo desde los mecanismos de avance de las mujeres en los partidos políticos porque requieren dotar sus estructuras en un 50% de mujeres. Pero las voces de alerta de grupos organizados de mujeres, del PNUD, de foros políticos y comunicados de prensa del mismo INAMU surtieron efecto en la preocupación por la perspectiva de género en la labor formativa del Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED del TSE) y de otros entes como el Instituto de Formación y Capacitación Municipal y Desarrollo Local de la UNED, genuinamente interesados en tener mayor incidencia desde la capacitación para empoderar mujeres y lograr una mayor democracia paritaria.

El Instituto Nacional de las Mujeres como ente rector de la institucionalidad para la igualdad de género se basa en tres publicaciones tituladas Estado I, II y III de los Derechos Humanos de las Mujeres, (2011, 2015 y 2019 respectivamente) para trazar entre varios temas, la evolución de la autonomía, la ciudadanía y la participación política de las mujeres en dos cuatrienios. En estos períodos, se reconocen algunos pasos sustantivos hacia la igualdad efectiva en más espacios de toma de decisiones pero advierten del efecto “latigazo” (“cuando se avanza en un paso, se retroceden en dos”) en nuestros derechos políticos. El Tercer Estado de los Derechos de las Mujeres (INAMU, 2019) parte de un acercamiento a los retos, los problemas o nudos críticos y estructurales aún existentes en Costa Rica para evidenciar el rezago en algunos derechos de las mujeres como la participación ciudadana. La exclusión histórica de las mujeres en la esfera de lo político-público visto desde una construcción cultural y social limitante que reduce nuestros derechos políticos a “una clara relación entre el hacer política de las mujeres y su subordinación” (INAMU, 2015) se debe a que siempre tenemos que enfrentar la división sexual del trabajo en el ámbito político. La desigualdad de género entonces impera en cada una de las áreas revisadas en las investigaciones del INAMU como la educación, la salud, el trabajo, las oportunidades, el acceso a la tecnología, pero sobre todo en la participación política.

En especial, hay indicadores de rezago en la participación política de las mujeres en puestos de toma de decisiones, en tanto no se aborde el tema de la promoción de las autonomías. Según Marcela Lagarde, la autonomía es “algo por construir” y parte de “la estrategia de lucha de las mujeres en el mundo”. (Lagarde, 1997). Desde la CEPAL (2016), la dimensión de la autonomía que se refiere a los derechos políticos es la del poder y la toma de decisiones. Además de las diferencias político-partidarias, las mujeres enfrentamos retos comunes en relación a la inclusión de mecanismos paritarios, al techo en el ascenso político, a las oportunidades de ejercer un liderazgo autónomo y de combatir los escenarios de violencia política en todas sus manifestaciones. Si no trabajamos juntas las mujeres políticas, superando las divisiones partidarias, dando la lucha y desarrollando autonomía en el poder y la toma de decisiones dentro de los partidos políticos, aunque aumente la participación de más mujeres, no será real ni sustantiva en su capacidad de incidencia interna ni en el impacto nacional.

La participación de las mujeres debe ser entonces efectiva y real. Atrás deben quedar las imposiciones de nombres de mujeres para cumplir con una cuota o el llenado de papeletas con sus nombres en función de objetivos políticos patriarcales. La falta de autonomía se justifica en una construcción social-cultural que no permite ubicar a las mujeres fuera del ámbito doméstico-privado. Muchas mujeres con potencial político no se autoperciben como sujetos con derechos y aspiraciones políticas válidas a pesar de su gran trabajo y experiencia a lo largo de los procesos electorales. Ese liderazgo de mujeres a veces se sustituye en la inscripción de papeletas con el nombre de “la esposa, la hija o sobrina” de los liderazgos de hombres usurpando el derecho que por mérito le corresponde a las mujeres que sí han trabajado. El peligro es que esta práctica sea aceptada por las mujeres en aras de sólo llenar en la esfera de lo político-público aquellas que sean impulsadas por hombres y mujeres sin tener una visión o perspectiva de género.

Por eso, una de las premisas de igualdad descansa en la idea de que una mayor participación de las mujeres en la política va en paralelo con la construcción social-cultural de la entrada de los hombres en la vida doméstica-privada. El tema de la corresponsabilidad en el cuido y compartir las tareas del hogar entre ambos géneros cobra aún más interés como resultado del confinamiento por la pandemia del Covid-19, en donde el recargo sobre el trabajo y el tiempo de las mujeres, produjo un retroceso de las mujeres hacia los roles domésticos y de cuido. (OEA CIM, 2020) Es consecuente, entonces que el confinamiento pueda haber reducido también la participación política de las mujeres, lo cual amerita ser analizado en algún otro momento.

Por último, la misión de la Organización de los Estados Americanos que observó las elecciones municipales 2020 y entrevistó a varias representantes oficiales de las mujeres en algunos partidos políticos, reveló que Costa Rica debe limitar la cantidad de veces consecutivas en que se pueden reelegir los alcaldes, no existiendo un derecho humano absoluto para ocupar un cargo, y que los derechos a elegir y ser electos pueden ser regulados, criterio fundamentado en la Comisión Europea para la Democracia a través del Derecho. La misión reiteró una recomendación hecha en el 2016 de ponerle un tope a la reelección de los alcaldes a través de una revisión de la legislación vigente. Más alarmante la misión también detectó casos de violencia política contra las mujeres, resaltando que solo 9 mujeres fueran electas alcaldesas y recomendó avanzar en la elaboración de una ley sobre violencia político-electoral contra las mujeres para prevenir, investigar, sancionar y reparar todo tipo de violencia y discriminación en la política. (CRHoy, Febrero 3, 2020).

JURISPRUDENCIA Y VOTOS DE LA SALA: PARTIDOS MARCAN RETROCESOS EN LA RUTA NACIONAL Y MUNICIPAL HACIA LA PARIDAD

En este apartado se cita jurisprudencia, votos relevantes de la Sala Constitucional y resoluciones del Tribunal Supremo de Elecciones que permiten contrastar la normativa existente con lo que consideramos las mujeres políticas un retroceso en la ruta municipal y nacional hacia la paridad. En la Resolución Nº 16070 – 2015 “(…) la Sala afirma que -conforme al tenor literal y sistemático del Código Electoral- sí resulta exigido a los partidos políticos el respeto de la paridad no solo a lo interno de cada nómina sino a lo largo de todas las nóminas de elección popular, es decir la paridad en los encabezamientos o paridad horizontal, por lo cual dichas organizaciones deben tomar las acciones, acuerdos y procedimientos que juzguen más apropiados (incluyendo por supuesto las posibles consultas al Tribunal Supremo de Elecciones, como órgano competente) para dar cabal cumplimiento al mandato legal que se origina especialmente en los artículos 2 y 52 incisos ñ) y o) del recién citado cuerpo legal, según se ha explicado.” Apoyados en el principio de autonomía partidaria, no tanto los partidos más nuevos que han proliferado en Costa Rica, sino los partidos más tradicionales y patriarcales asumen riesgos incumpliendo o manteniendo los mínimos necesarios en sus estatutos con respecto a la paridad horizontal o en la implementación de los mecanismos a pesar de lo expresamente reglamentado en la normativa actual.

El TSE en la Resolución Nº 3603 – E8- 2016, que indica que “la paridad de las nóminas a candidatos a diputados no solo obliga a los partidos a integrar cada lista provincial con un 50% de cada sexo (colocados en forma alterna), sino también a que esa proporción se respete en los encabezamientos de las listas provinciales que cada agrupación postule. Los partidos políticos deberán definir, en su normativa interna, los mecanismos que den cumplimiento a este régimen paritario. No obstante, en caso de que se presenten nóminas de candidatos que incumplan este requerimiento, por la razón que sea, el Registro Electoral, previo sorteo de rigor, realizará los reordenamientos que resulten necesarios en esas nóminas.

Esta aparente permisibilidad del órgano electoral nacional ha consentido que los partidos continúen inscribiendo papeletas a pesar de que en sus estatutos vigentes incumplan con la normativa electoral en cuanto al mecanismo que implementen para la paridad horizontal, por cuanto, de haber algún incumplimiento, el TSE puede corregir y subsanar a través del mecanismo de rifa. Esta resolución no generó los cambios necesarios ni mejoró la representación de las mujeres desde los partidos políticos. En el sistema democrático occidental, el único acceso a los puestos políticos es por medio de la participación en los partidos políticos; por consiguiente, para lograr una participación efectiva de las mujeres es necesario que se cumpla con los principios de justicia, equidad y representatividad de las mujeres en los puestos de elección popular. En el caso de Costa Rica, el artículo 98 de la Constitución Política obliga a los partidos políticos a respetar la ley y a ser democráticos en su funcionamiento. Consecuentemente, si las mujeres representamos casi el 50% de la población electoral del país, debemos reclamar la paridad que define el Artículo 2 del Código Electoral, pero con reglas claras. Consideramos que es legalmente viable que se le niegue la inscripción a aquellos partidos políticos que incumplan con establecer en su normativa interna las reglas claras sobre la participación de la mujer en el acceso a los puestos de elección interna y popular. Pese a lo anterior, los partidos pueden seguir participando en procesos electorales sin establecer en sus estatutos y reglamentos, los modelos que garanticen la paridad y la igualdad en sus procesos de elección en flagrante incumplimiento al Artículo 98 constitucional y en contra de las convenciones internacionales suscritas en el país sobre la participación y representación política de las mujeres.

Otro gran obstáculo para la participación política de un mayor número de mujeres se debe al financiamiento electoral. No puede haber una paridad real sin el acceso a los recursos que establece este cuerpo normativo como obligatorio sino se realizan actividades formativas específicas para el empoderamiento de las mujeres o sin actividades de sensibilización a los hombres que en conjunto generen el cambio cultural y político necesario a lo interno de las estructuras partidarias hacia la democratización paritaria de sus partidos. Con respecto a la obligación de destinar recursos de la contribución estatal al rubro de capacitación, el TSE desde el 23 de setiembre de 1999, emitió la resolución N° 1863, revirtiendo el criterio imperante desde 1977 (a partir del que bastaba que los partidos cumplieran con el 40% de mujeres en las nóminas, sin que el lugar que ocuparan fuera de relevancia) y establece que los partidos deben ubicar ese 40% en puestos elegibles. En cuanto a la obligación de destinar un porcentaje de la contribución estatal a capacitación femenina, la nueva legislación tuvo por génesis la indicada declaratoria de inconstitucionalidad del artículo 193 del antiguo Código Electoral.

Nuestro Código Electoral reformado en el año 2009, a hoy instituye en sus artículos 2 y 52 la participación política de hombres y mujeres como un derecho humano, la alternancia como mecanismo para asegurar la participación de hombres y mujeres, la obligatoriedad de los estatutos de los partidos políticos en emitir normativa clara para la igualdad de condiciones de participación y la necesidad de fomentar la igualdad en la capacitación política. (Código Electoral, 2009). El resultado de la aplicación de la alternancia en la nómina de las diputaciones no rindió los resultados esperados dado que la mayoría de los encabezamientos fueron hombres por lo que inclusive se obtuvo una menor representación de mujeres diputadas que en el pasado. Este hecho demuestra que a pesar de la proliferación de nuevos partidos en la arena política de Costa Rica, la visión patriarcal se impuso y se manifestó en los encabezamientos de las nóminas de diputaciones de los distintos partidos participantes.

La labor del Tribunal Supremo de Elecciones aunque intencionada y corregida por la Sala Constitucional, fue insuficiente para impulsar junto con la reforma del 2009, la discusión de la democracia paritaria como un fin primordial en los partidos políticos, para crear mecanismos que impidieran la inscripción y participación electoral de aquellos partidos que incumplieran el espíritu del Artículo 2 del Código Electoral. La autonomía partidaria no es irrestricta: la Constitución Política y el mismo Código Electoral establecen requisitos de inscripción y funcionamiento partidario expresos en materia de paridad de género que los partidos políticos incumplen hasta el día de hoy como si nada.

Para las mujeres político-partidarias, el máximo órgano electoral llamado a promover desde el 2016 la cultura electoral hacia la democracia paritaria por la vía de la acción afirmativa-normativa es también omiso en coadyuvar ese proceso de cambio para las elecciones municipales 2020. Con la interpretación oficiosa en su Resolución No. 1724-E8-2019 dispensa a los partidos políticos de aplicar la paridad horizontal en los puestos uninominales, dictando que aplica únicamente para los puestos plurinominales, nóminas de regidurías y concejalías, que los encabezamientos de propietarios y suplencias serán el mismo género y que no aplicaba para alcaldías ni sindicaturas, que cada partido definiría su normativa y que la entrada en vigencia de la paridad horizontal en los puestos uninominales sería en el 2024.

La respuesta esperada por el comportamiento previo de los partidos políticos sería incumplir y boicotear la posibilidad de más encabezamientos de mujeres a los puestos de elección popular, delegaciones y órganos superiores. Es notorio que existen partidos de amplia trayectoria nacional que aunque hayan reescrito sus estatutos, incumplen con la aplicación de la normativa sobre la paridad horizontal o peor, los que aún no han realizado la reforma estatutaria necesaria haciendo caso omiso de los citados artículos 2 y 52 del Código Electoral. Por lo tanto, siguen en deuda con las mujeres que militan en sus filas por la incertidumbre que causa la falta de reglas de participación claras y la falta de certeza jurídica que al cabo, se da tanto para hombres como para mujeres. Como prueba de lo anterior tenemos, que de los 82 cantones que integran el país, sólo 9 mujeres son electas alcaldesas lo que equivale a únicamente el 9,7% de los gobiernos locales haciendo evidente la deuda histórica con los derechos políticos de las mujeres.

EL PAPEL DE LOS MECANISMOS DE LA MUJER EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y EL SENTIDO COLECTIVO DE LUCHA

La historia nos recuerda que una mayor inclusión de las mujeres a la vida partidaria se gestó a partir de las luchas feministas por obtener el sufragio y luego establecer las cuotas de participación. Ninguna de estas luchas previas por reivindicar derechos políticos de las mujeres ha sido fácil. El debate sobre las cuotas, por ejemplo, versó sobre la imposición de mujeres en forma alterna “sólo por su género y no por su capacidad”, repitiendo la violencia estructural que nos ha excluido del derecho a elegir y ser electas. No obstante, la necesidad de ésta y otras acciones afirmativas darían como resultado un incremento de mujeres en las filas de los partidos políticos colaborando en distintas áreas del quehacer político más allá de labores sexistas como la preparación y distribución de los alimentos en campaña, la confección de banderas, la jefatura de los centros de votación, las labores secretariales, etc.

A pesar de que solamente el 25% de la población se declara militante de un partido político en Costa Rica, debemos reiterar que en tanto el único medio de acceso real al poder político estatal ocurre a través de los partidos políticos, es ahí en donde deben darse los cambios estructurales de la normativa interna y de la cultura política para promover la democracia paritaria. Por consiguiente, las acciones afirmativas no solamente deben ser indicativas sino también sancionatorias para la inscripción y participación electoral partidaria. Al reproducir las estructuras esa división sexual del trabajo político en subordinación para las mujeres, se excluye de una manera u otra, la presencia de más mujeres en encabezamientos y en puestos de toma de decisiones en los órganos de representación partidaria a pesar de que en toda la estructura de campaña, las mujeres normalmente asumen serias responsabilidades organizativas y logísticas (humanización de cantones, censos electorales, coordinación y gestión de papeletas, búsqueda de miembros de mesa y fiscales, gestión de permisos y preparación del centro electoral, entre otras funciones). Por eso debe fomentarse en los partidos políticos una visión más integradora de la mujer como sujeto político con aspiraciones, habilidades y capacidades desarrolladas para ser electas en puestos de poder y para la toma de decisiones en todas las distintas áreas del quehacer político.

En los partidos políticos, para asegurar entre otras cosas que las mujeres participen, se capaciten y se formen, se debe contar con una instancia oficial con autonomía funcional como los frentes, sectores o movimientos de la mujer que también velan de manera consecuente por el avance de los derechos políticos de sus militantes. Debe de diferenciarse los órganos electos democráticamente entre las mujeres de los que son órganos delegativos por los órganos superiores del partido: los primeros cuentan con una autonomía intrínseca por ser el resultado de elecciones directas, no siendo sujetos de remoción por sus diferencias de criterios u opiniones, y los segundos están supeditados a su delegación, por consiguiente son puestos removibles por las cúpulas de resultar incómodos.

Cada partido tiene su estructura organizativa que debe respetar los principios de legitimidad y representatividad. Algunos partidos en los procesos internos para renovar sus estructuras, elijen representantes oficiales del movimiento o frente de mujeres partidario. Estos órganos o mecanismos oficiales son los que promueven los cambios necesarios dentro de los partidos para que las luchas como la paridad de género avancen. Mención aparte merecen las mujeres que han sido electas en un órgano superior y ostentan la Presidencia de un comité ejecutivo de su partido por mérito propio ya que representan la legitimidad democrática de su elección. Vemos de buena manera que en un futuro no muy lejano, tengamos en Costa Rica más partidos políticos liderados por mujeres en la presidencia pero con profunda perspectiva de género impulsando a las mujeres hacia las máximas candidaturas. Por ello, las representaciones de la mujer y los mecanismos de avance de las mujeres en los partidos políticos no deben ser una concesión de las estructuras patriarcales sino un espacio ganado y reclamado por ellas desde su trabajo y real empoderamiento, junto a una nueva concepción de “masculinidad política” (Chavarría, 2020) que habilite los acuerdos y consensos internos de cada partido para definir cual mujer debe ostentar tal designación.

Los mecanismos que velan porque esa aspiración política sea cada vez más real y efectiva para las mujeres de los partidos pueden llamarse secretarías, comisiones, fiscalías, movimientos y/o frentes de mujeres de los partidos políticos. Estas estructuras u órganos funcionales electos o creados en los partidos además de promover y capacitar a las nuevas lideresas en los principios ideológicos de sus organizaciones, garantizan y fiscalizan de manera dinámica la participación efectiva de las mujeres en los distintos procesos internos, promueven la aplicación de la normativa electoral sobre la democracia paritaria e impulsan los cambios necesarios desde la perspectiva de género como por ejemplo la prevención de la violencia contra las mujeres en política. Estas instancias que también son consultivas, deben coordinar acciones programáticas y formativas de manera directa con sus comités ejecutivos superiores o nacionales en aras de asegurar la paridad de los hombres y las mujeres participantes en todos los órganos superiores, órganos de representación, delegaciones, nóminas de elección popular y diputaciones. (Código Electoral, 2009)

En el 2018, por primera vez la Defensoría de la Mujer con Alejandra Mora Mora y bajo la dirección de Catalina Crespo y el INAMU coordinan un acercamiento a las representantes oficiales de los mecanismos de la mujer de algunos partidos políticos, pero se les invita a través de los presidentes de los partidos del PUSC, PLN, PAC, FA, PRSC, PNG y NR. En el primer encuentro de secretarias de la mujer y mujeres presidentes de movimientos y frentes de la mujer participaron Waizaan Hin Herrera, Carolina Delgado, Carmen Muñoz, Esther Camac, Rocío Alfaro, Marcela Sánchez y Cindy Quesada. La convocatoria fue hecha de manera indirecta a los mecanismos de los partidos políticos para hablar sobre la paridad horizontal. De ese primer encuentro, este grupo de lideresas reclama que se les convoque en su calidad de presidentes por derecho propio y por su representación legítima de las mujeres partidarias. Se revisan los resultados de las elecciones anteriores y se vislumbra un trabajo en conjunto con el INAMU, ante la oportunidad de crecer en sororidad para la consecución de objetivos comunes como mujeres de partidos políticos de Costa Rica.

Se plantea entonces la necesidad de un modelo de alianza interpartidaria en la lucha por los derechos políticos de las mujeres de manera representativa, legítima y sororaria que comparta una plataforma de acción común, una base de organización y formación política en igualdad de género para que las luchas por la equidad y el acceso al poder no se den en solitario y se puedan construir formas reales de inclusión e incidencia política de las mujeres desde sus organizaciones.

De esta manera en Mayo del 2019 confiando en la rectoría del INAMU en asuntos políticos de las mujeres, y en particular con ayuda del Departamento de Ciudadanía Activa, se traza una ruta para trabajar en alianza estratégica con las representantes oficiales de los mecanismos internos de avance de la mujer de los partidos políticos formalmente constituidos a nivel nacional o cantonal para luchar por las mujeres y la igualdad de género en los partidos. En un documento de la Dirección Estratégica que define esta alianza de trabajo entre mujeres políticas diversas, se advertía que las decisiones a tomar en ese momento coyuntural iban a impulsar o desalentar avances alcanzados por y para las mujeres en las estructuras de partidos. Dichas decisiones no solamente tendrían un efecto en el ámbito específico de los procesos electorales, sino que constituirían referentes teórico-prácticos en tiempos no electorales que podrían tener una fuerte repercusión en:

  • La visión de lo que implica la discriminación contra las mujeres, la igualdad y cómo se expresan en el acceso al poder,
  • La defensa de los derechos humanos y políticos de las mujeres,
  • el reconocimiento de la paridad como un pilar y principio fundamental de la democracia versus la autonomía de los partidos políticos y la definición de puestos “intocables”.
  • Promover la discusión de temas afines a todas las mujeres de distintos partidos en cuanto a la definición de la violencia política contra las mujeres.
  • Las alianzas estratégicas entre distintos mecanismos y actores estratégicos en defensa de los derechos políticos de las mujeres.
  • La discusión de retrocesos normativos en los estatutos de los partidos políticos y las organizaciones sociales.
  • El acompañamiento ante el desaliento, cansancio y solitud de lideresas y organizaciones que defienden la igualdad efectiva, que luchan por un puesto de decisión.
  • Además, la contención o manejo de una mayor rivalidad entre las mujeres que ya se encuentran y aspiran a los mismos espacios políticos.

De la valoración de importantes temas de coincidencia, las mujeres políticas acordamos indistintamente de nuestras diferencias, articular con la Sra. Patricia Mora Castellanos, Ministra de la Condición de la Mujer y las funcionarias Yensy Herrera y Juliana Sibaja del Departamento de Ciudadanía Activa, una alianza para el trabajo y una hoja de ruta estratégica para afianzar la lucha dentro de los partidos políticos en temas comunes: participación política, paridad de género en todo, violencia de género, violencia contra las mujeres en política y promoción y apoyo a iniciativas de ley en estas temáticas.

Coincidimos en el respeto a las luchas pasadas de nuestras mujeres políticas costarricenses, en el reconocimiento de la cuarta revolución de lucha hacia la democracia paritaria, en que el Frente de Mujeres de Partidos Políticos de Costa Rica sea una acción de cooperación multipartidaria para tratar problemas urgentes y comunes indistintamente de las diferencias ideológicas y programáticas en nuestras organizaciones. En un gran esfuerzo de diálogo abierto y desde la representación oficial de los mecanismos de avance de las mujeres dentro de nuestros partidos políticos, llámense Secretaria/ Fiscalía de la Mujer y/o Frente de Mujeres, varias organizaciones partidarias como el Partido Unidad Social Cristiana, el Partido Liberación Nacional, el Partido Acción Ciudadana, el Partido Frente Amplio, el Partido Nuevas Generaciones, el Partido Republicano Socialcristiano y el Partido Progreso Social Democrático, hemos discutido temas como la subrepresentación de mujeres en las elecciones municipales y nacionales, la falta de definición sobre mecanismos para la aplicación de la paridad horizontal en período electoral 2020, la falta de financiamiento a campañas de mujeres, la inaccesibilidad a los presupuestos de capacitación y la conceptualización de la violencia política en el ámbito municipal, legislativo y nacional.

Nuestra agenda fue impactada de manera inesperada por la entrada del COVID-19 obligándonos a poner un paréntesis para participar en el Foro Ampliado del INAMU y de la Mesa de Diálogo al lado de otros grupos organizados de mujeres de la sociedad civil y gremios sobre la contingencia por salud para las mujeres, la reformulación del FOMUJER e inclusive dialogar sobre los riesgos de recortes al presupuesto ordinario del INAMU. El producto de estas sesiones ampliadas del foro fue el envío de propuestas consensuadas a la Junta Directiva de la institución y un pliego de ideas al gobierno central sobre los temas de alta prioridad para las mujeres. Ante la difícil situación económica y laboral planteada por la pandemia principalmente a las mujeres, los grupos feministas y de mujeres con la rectoría del INAMU, solicitamos tener más sillas en representación y más voces de mujeres en las mesas de diálogo nacional. Ese intento de que el diálogo fuera inclusivo y respetuoso de las mujeres fue infructuoso y lamentablemente motiva la renuncia de la Ministra Patricia Mora Castellanos al INAMU a finales del año 2020.

Las mujeres políticas del país de cara al Bicentenario de la nación, debemos buscar los espacios apropiados para forjar alianzas estratégicas y avanzar en los temas que nos unen. El espacio compartido como el Frente de Mujeres de partidos políticos denominado FREMUPP CR deben consolidarse ya que es una instancia consultiva y de colaboración constructiva que legitima la lucha por los derechos políticos de las mujeres dentro del marco de los ODS concertando un espacio de diálogo permanente de las mujeres político-partidarias en el panorama nacional con la colaboración del ente rector INAMU. Refuerza la búsqueda del derecho a la participación política de la mujer sin violencia y la concientización sobre la democracia paritaria que son la base de nuestros derechos políticos.

Esta alianza nos ha permitido presentar de forma conjunta con INAMU, dos iniciativas de proyectos de ley Expediente No. 21.790 sobre las vicealcaldesas y el Expediente No. 21.791 sobre el fortalecimiento de las secretarías de la mujer en los partidos políticos. Con la venia de la Comisión Especial Permanente de la Mujer de la Asamblea Legislativa, FREMUPP CR espera la aprobación final de ambos proyectos de ley en favor de afianzar los mecanismos de avance de las mujeres en los partidos y de mejorar condiciones para las vicealcaldesas en los gobiernos locales. Se nos invita a participar en la revisión del texto sustitutivo del Proyecto 20.308 sobre la Violencia contra las Mujeres en Política cuya importancia radica en la necesidad de conceptualizar, prevenir, sancionar y reparar daños por incidentes de acoso y violencia para las mujeres políticas en general y para las mujeres en el ejercicio de altos cargos. Esperamos poder impulsar más legislación en favor de la igualdad de género tal como se acompañó la aprobación de la Ley No. 20.299 contra el Acoso Sexual Callejero en el 2020.

Las redes interpartidarias y plurales de mujeres en política han sido consideradas como fundamentales para el avance hacia la igualdad sustantiva según ONU Mujeres. Estas alianzas de mujeres políticas en la contemporaneidad podrían extenderse a otras instancias públicas que esperan que la paridad de género se aplique en los puestos directivos y también para visibilizar y vigilar la labor y cumplimiento de políticas públicas y institucionales en las unidades de igualdad de género. Con parámetros de unidades excepcionales como la UTIEG de la Asamblea Legislativa y la Secretaría de Género del Poder Judicial, se puede entablar un trabajo en conjunto que transversalice la perspectiva de género más allá de la Red de Unidades para la Igualdad de Género (RUPIG) existente desde el 2010 hacia toda la institucionalidad pública en Costa Rica.

Buscar el apoyo de actores estratégicos dentro de la arquitectura de género de la institucionalidad pública es vital para el logro de nuestros objetivos como el Frente de mujeres de partidos políticos. Resalta la iniciativa y colaboración de la Sra. Haydeé Hernández desde la Jefatura de la UTIEG quien ha realizado estudios comparativos de los estatutos de nuestros partidos políticos en cuanto a la normativa electoral vigente. Gracias a estos ejercicios, hemos podido detectar las falencias estatutarias y enfocar nuestros esfuerzos en luchar para reparar y subsanarlas. Estos puntos de encuentro se nutren del trabajo individual partidario de las lideresas que ostentan esa representación oficial tanto como del planeamiento estratégico como colectivo de mujeres políticas en la búsqueda del bien común. El caso de FREMUPP CR muestra sólo el comienzo de que trabajando en sororidad como mecanismos oficiales y representativos de los derechos de las mujeres político-partidarias, con las mujeres que están tomando decisiones dentro de los órganos representativos de los partidos, podemos caminar con más firmeza y acompañamiento en la búsqueda de un mayor acceso al poder dentro de los partidos políticos que al fin y al cabo son organizaciones humanas perfectibles, reflejo de las dinámicas del poder político en la democracia actual de cara al bicentenario de Costa Rica.

FRENTE DE MUJERES DE PARTIDOS POLÍTICOS DE CR

Waizaan Hin Herrera (PUSC), Carolina Delgado Ramírez (PLN), Marcela Sánchez Cortés y Rocío Alfaro (FA), Cindy Quesada (Unidos por Costa Rica), Esther Camac, (PAC), Luz Mary Alpízar Loaiza (PSP), Giselle Mora Peña (PRSC). Carmen Muñoz fue sustituida por Vivian Solís Espinoza (PAC).

Presentación de Proyectos de Ley No. 21.790 y 21.791. Nos acompañó la Comisión Especial Permanente de la Mujer de la Asamblea Legislativa y Yensy Herrera de Ciudadanía Activa del INAMU.

¿Mujeres como candidatas a la Presidencia, en la cercanía del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres?

Vladimir de la Cruz

Me preguntan con frecuencia sobre la posibilidad de una mujer candidata a la Presidencia de la República, y eventualmente ganadora de las elecciones. Mi respuesta, que en mucho deja en asombro a quienes me interrogan, porque están prejuiciados del Gobierno de Laura Chinchilla, es que es posible que eso vuelva a suceder. Y algunos quienes hasta aquí han leído podrán pensar parecido. Pero, veamos.

Las mujeres en general, y las costarricenses también, fueron marginadas históricamente de la vida pública, económica, cultural, social. Fueron una población excluida de Derechos y posibilidades sociales y políticas como las que tenían los hombres. Fueron una población marginal en la vida de nuestras sociedades en sus escenarios públicos y de relaciones sociales públicas. Estaban recluidas a su vida hogareña, donde se decidía incluso su matrimonio, como parte de las relaciones y negocios económicos de sus padres.

La religión católica y la Iglesia contribuyó a este papel de la mujer, que la señalaba, como se dijo a principios del siglo XX en Costa Rica, cuando se trataba de que niños y niñas fueran a educarse en una misma aula, a lo que la Iglesia se oponía, señalando que eso contribuiría a que las mujeres se masculinizaran y los hombres se afeminaran, porque el papel fundamental de la mujer era “el corazón del hombre”, el hogar.

En la colonia incluso carecían de derechos sustantivos, que a la muerte de sus esposos, los adquirían para su administración los hermanos de sus esposos o sus hijos mayores.

En los inicios de la vida republicana fue parecido. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789, y poco tiempo después, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, 1793, no llegaron con la fuerza institucional de igualarla realmente.

En materia de Derecho Civil estaban fuera hasta 1870, en muchos aspectos. En materia de herencias igual, hasta 1870, cuando empezaron a reconocerse esos derechos, con limitaciones. En materia de matrimonio, en las causales de divorcio, establecidas en 1888, las mujeres llevaban el peor peso y la mayor discriminación y opresión. En materia política peor era la situación.

A pesar del papel que jugaron las mujeres en la Campaña Nacional contra los filibusteros norteamericanos, sustituyendo a los soldados y voluntarios que fueron a combatir, salidos de los campos de trabajo, porque había que seguir produciendo para mantener la economía durante la guerra y para alimentar la tropa de casi 10.000 soldados. Igualmente, por el papel movilizador que tuvieron en los sucesos del 7 de noviembre de 1889, lo que motivó que el Presidente José Joaquín Rodríguez, 1890-1894, propusiera la posibilidad del voto femenino en las elecciones, lo que no se alcanzó hasta 1949, debiendo pasar varias décadas de luchas organizadas por obtener el Derecho de Voto, y participar en procesos electorales, de manera directa, con su voto, en 1951, y con sus candidaturas y elección, a diputadas, en 1953, y en adelante, hasta candidatas a la Presidencia y ser electa Presidenta una mujer.

La sociedad machista, misógina en muchos aspectos, marcó el ADN de mucha gente y ciudadanos hasta hoy. Por eso no se ve bien y se rechaza sutil, o francamente, la participación real y efectiva de las mujeres disputando puestos para diputados o la Presidencia.

Desde el primer Gobierno de Oscar Arias, 1986-1990, hasta su segundo gobierno 2006-2010, el papel de las mujeres se fortaleció en el campo político electoral. Se dictaron y aprobaron las leyes para asegurar, cada vez más, la mayor, real y efectiva participación. En el primer Gobierno fue nombrada la primera mujer Presidenta de la Asamblea Legislativa, ya había habido diputadas desde 1953, y la primera en ser Vicepresidenta de la República. Y, en su segundo gobierno escogió e impulsó a su Vicepresidenta para la candidatura presidencial, que lo logró, Laura Chinchilla Miranda, por mérito propio y por la buena imagen que había al final de su Administración, de su gestión gubernamental, a la que llegó con 40% de votos, y salió con el 48% de votos obtenidos por y para Laura Chinchilla, las votaciones más altas obtenidas para ganar la Presidencia de la República, después de muchas elecciones

Las mujeres históricamente han sido mayoritarias en la población. En términos generales hay más mujeres que hombres, aunque sea poca la diferencia. No recuerdo un caso estadístico en que la población haya sido mayor de hombres que de mujeres. En este momento hay más mujeres que hombres en la sociedad costarricense, y en el padrón electoral también. Mueren más hombres que mujeres a causa del COVID-19. En carreras universitarias, consideradas hace algunos años masculinas, o de preferencia de hombres, hoy tienen matriculadas más mujeres que hombres.

Hoy las mujeres compiten y desplazan a los hombres de sus reductos tradicionales, y también de la política, aunque todavía con mayores dificultades.

La legislación electoral ha avanzado en Costa Rica fuertemente para asegurar de manera real y efectiva, en condiciones de igualdad la participación y la nominación de mujeres a puestos de elección popular. ¿Por qué, entonces, desdeñar la participación de mujeres candidatas a la Presidencia para el próximo proceso electoral? Esa sigue siendo una posibilidad.

En el Partido Liberación Nacional los candidatos que suenan son masculinos. De nuevo Oscar Arias, propuso recientemente, una mujer que no aceptó su nominación, con lo cual en esa tienda política pareciera que, en esta ocasión, no juega ninguna candidata. En la Unidad Social Cristiana apareció Lineth Saborío Chaverri, que fue Vicepresidenta en el Gobierno de Abel Pacheco, en el Partido Acción Ciudadana suenan varias mujeres como candidatas, Marta Zamora, Carolina Hidalgo y la Embajadora en España, Ana Elena Chacón, que también fue Vicepresidenta de la República, 2014-2018. Milagrosamente Epsy Campbell no renunció a su Vicepresidencia actual, para ser candidata presidencial, y tampoco puede ser ya candidata a diputada. A ministra de un nuevo Gobierno del PAC, si ganan las elecciones del 2022, si puede llegar a ser.

En los Libertarios la que suena es Natalia Díaz, en el Frente Amplio suenan Rocío Alfaro, Sofía Guillen, Patricia Mora. No recuerdo, en este momento, otras candidatas que se oigan.

Mujeres hay para ser candidatas. Posibilidades presidenciales para ellas son iguales que las de los hombres. Unas más que otras, según el Partido al que pertenezcan, con más historia electoral y con mejores resultados electorales, que las potencia con mayor posibilidad, como es el caso de Ana Elena Chacón, que de serlo sería la candidata oficial del Partido de Gobierno que alguna ventaja le da.

Ahora el elemento subjetivo de todo este proceso. Soy de la idea, por lo que veo y he estudiado, que la sociedad costarricense, en general, y los hombres en particular, es muy apegada a la Mujer, como Abuela, como Madre, como Esposa, como Hijas. En lo particular los hombres en Costa Rica tienen “mamitis”, están muy ligados afectivamente a sus mujeres, especialmente están muy pegados a sus madres y abuelas.

Las mujeres cabeza de familia son muy importantes para una parte significativa de la población. Antes de la Pandemia había 350.000 mujeres cabeza de familia, que eran el principal ingreso de los hogares aun cuando tenían esposo o compañero. Los dos millones de mujeres que no están incorporadas al proceso productivo nacional atienden, cuando no son estudiantes, y muchas estudiantes lo hacen también, sus hogares, llevan las principales cargas y tareas de sus hogares, desde la buena administración de sus hogares, con los pocos recursos económicos que tienen, o que les dan sus maridos o compañeros, para sacar adelante, en sus dificultades y posibilidades su núcleo familiar. Tenemos más Mujeres Alfa en este sentido que Hombres Alfa, que lo pueden ser en otras dimensiones, pero no en su hogar.

En mi experiencia de vida he estado rodeado de Mujeres Alfa, mis abuelas, la materna y la paterna, mi madre, mis tías maternas y paternas, mi esposa, mi hija, mis nueras, mis primas, y siento que mis nietas están siendo formadas para ser Mujeres Alfa, lo que alegra y enorgullece mucho. Ha sido una experiencia maravillosa haber vivido en este contexto.

Por ello ante la inquietante pregunta, que originó esta reflexión, no veo por qué no pueda haber otra Presidenta en el próximo Gobierno, como posibilidad. Lo que me impide verla en concreto es que hasta hoy no está a la vista pública, ni se le conocen sus planteamientos políticos y hacia el nuevo Gobierno, ni de cómo va a enfrentar la grave situación que tenemos en todos los órdenes de la vida social, económica y política. Pero, como posibilidad, existe la candidata y la Presidenta de Costa Rica, al margen de la valoración subjetiva que se pueda tener del Gobierno de Laura Chinchilla Miranda. Todavía no se ha hecho la valoración histórica de ese Gobierno. Sobre él hay leyenda, nebulosa y mala memoria.

Foro Nacional con motivo del Día Internacional de la Mujer

SURCOS comparte la siguiente invitación

El Sindicato de Periodistas en conjunto con la Confederación Rerum Novarum, se invita al foro nacional con motivo del Día Internacional de la Mujer este 8 de marzo de 2021, a las 9:30 a.m.

Puede confirmar su asistencia al correo: sindicatoperiodistascr@gmail.com

Adjuntamos el programa:

“VIOLENCIA Y ACOSO EN EL MUNDO DEL TRABAJO: UNA VISIÓN DESDE LAS TRABAJADORAS DE COSTA RICA”

“Hacia la Ratificación del Convenio 190 de la OIT”

Invitados especiales:

  • Mario Rojas Vílchez, Secretario General de la CTRN de Costa Rica.
  • Jordania Ureña Lora, Secretaria de Política Sindical y Educación de la CSA.
  • Carmen Moreno, directora de la OIT.

Temas del foro:

Tema 1: El Convenio 190 de la OIT y la Recomendación 206 de la OIT. María Arteta, Especialista de Género de OIT.
Tema 2: Avances preliminares para la adopción del Convenio 190 de la OIT. Licda. Silvia Lara Povedano, Ministra de Trabajo y Seguridad Social, MTSS.
Tema 3: La violencia y acoso en el mundo del trabajo. Una visión desde las trabajadoras de Costa Rica. María Bastidas, Consultora de la OIT.
Tema 4: Plan de Acción sindical contra el acoso y violencia en el mundo del trabajo. Rose Mary Rodríguez Bustos, Secretaria de Género de la CTRN.

Preguntas y respuestas.

Invita: Sindicato Nacional de Periodistas de Costa Rica

Convocatoria oficial 8M en el Puerto

SURCOS comparte la siguiente invitación:

Este próximo lunes 8 de marzo a las 5:30pm se llevará cabo una marcha en Puntarenas saliendo del Parque Muellero en conmemoración del 8M Día Internacional de la Mujer.

Invita: Colectiva Brujas de la Mar

Adjuntamos invitación formal del evento:

Carta pública a la Asociación Costarricense de Juezas

Rosaura Chinchilla-Calderón

Aun tratándose de un tema de marketing publicitario, la campaña es un error.

Recientemente, una publicación de la Asociación Costarricense de Juezas de Costa Rica en su página de facebook nos sorprende anunciando —como evento a ‘celebrarse’ (sic) en el marco del ‘Día Internacional de la Mujer’ (sic) y en las instalaciones del Colegio de Abogadas y Abogados de Costa Rica— un taller de automaquillaje. Días después, ante las críticas surgidas por la inconveniencia del tipo de actividad en una fecha que pretende conmemorar las luchas históricas que han dado nuestras ancestras para disminuir la violencia estructural y las brechas de género que nos siguen agobiando, se efectúa una nueva publicación aludiéndose a otro taller, esta vez “de manicure” y a un cine foro sobre la telenovela “Corazón Salvaje”.

Además, en algunos de los comentarios en dichas publicaciones se pretende aleccionarnos al decirnos que: (i) las mujeres debemos ser sororas, sin criticarnos entre nosotras y respetando todos los gustos; (ii) la feminidad no excluye las luchas políticas y (iii) debemos preocuparnos por el autocuidado, pues solo así podremos desempeñar nuestras funciones sociales.

Por ello, quisiera dirigirme a quienes tomaron aquellas decisiones dentro de la Asociación Costarricense de Juezas de Costa Rica —organización a la que, de entrada, debo agradecer muchas de las luchas que han emprendido y reconocer la valía que representa estructurar un colectivo con tal propósito— pues, por el alto simbolismo que encierra el que aquellas manifestaciones surjan de un colectivo que agrupa a juezas de la República (de esta Segunda República en proceso de deterioro constante), es necesario abordar con mayor detalle, aun cuando, finalmente, el mensaje definitivo que pretenda darse sea exactamente el contrario. Es decir, esas publicaciones solo puedo entenderlas como parte de un “marketing” de publicidad inversa (basada en la psicología conductista, de cuestionables raíces epistemológicas) y no seriamente. Sin embargo, ni aun así me parece correcto el proceder de la citada Asociación, pues no todas las personas destinatarias de los primeros textos verán los sucesivos mensajes aclaratorios (de haberlos) y, en definitiva, se termina reforzando el contenido que debe combatirse sobre todo cuando el público destinatario no tiene toda la información para tomar posición.

Origen del Día Internacional de las Mujeres. El 8 de marzo fue el día institucionalizado en 1975 por las Naciones Unidas para con-memorar (es decir, para que todas y todos hagamos memoria) la lucha (siempre inconclusa) por los derechos de las mujeres, la cual tuvo varios eventos históricos desencadenantes sucedidos en ese mes: por una parte, el que durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas de Copenhague, en 1910, se proclamó esta fecha, a propuesta de Clara Zetkin, para luchar por el sufragio de las mujeres del mundo, por lo que luego se fueron dando mítines en varias partes de Europa.

En ese contexto, el 25 de marzo de 1911 casi 130 mujeres trabajadoras de la industria textil, la mayoría inmigrantes, entre 14 y 23 años de edad, murieron en un incendio dentro de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York mientras reclamaban mejores condiciones laborales. Finalmente, en el período entreguerras, el 08 de marzo de 1917, las mujeres trabajadoras de la industria textil de San Petesburgo (Petrogrado) organizaron una huelga obrera que se unió al movimiento popular y acabó con la monarquía rusa.

En suma, se trata de una fecha para actualizar (i) una lucha-política iniciada para lograr derechos laborales y por el sufragio, pero que se ha trasladado a otras áreas al tener una matriz común (patriarcado) y (ii) una lucha-política-de-clase, que ha implicado evolucionar hacia la noción de “intersectorialidad” (hay condicionantes de etnia, de clase, de género, de orientación sexual, de religión, etc. que están relacionados). Por ende, es absolutamente impropio que se pretenda trastocar su significado, ya sea asumiéndolo como ‘celebración’ (cuando las brechas de género siguen creciendo y la violencia estructural contra las mujeres no se detiene, sino que aflora de nuevas maneras); partiendo de una noción universal y abstracta de “mujer”, en singular, pues estamos atravesadas por diversas ubicaciones y circunstancias y, peor aún, se trivialice con frivolidades que remarcan los estereotipos de género (regalos de electrodomésticos, flores y demás) que son los que han posibilitado que se perpetúe la desigualdad.

Autocuidado, ‘feminidad’ y patrones de belleza. Es cierto que el autocuidado es esencial en la vida humana moderna, sobre todo en la de las mujeres, quienes, producto de los patrones socio-culturales imperantes, terminamos asumiendo múltiples jornadas en donde nos dedicamos a la preservación de la naturaleza y de otros y otras, muchas veces a costa de nuestro propio bien-estar.

Como parte del concepto y de la libertad inherente al ser humano, una de las miles formas que este puede asumir sea el de comportarse conforme a los patrones de belleza del occidente actual. Pero considerar que el autocuidado se limita a maquillaje y manicure no es sino una forma simplificada de ver el mundo, pues implica desconocer la complejidad de manifestaciones en que se desarrollan las vidas de las mujeres, según la sociedad y el estrato social, étnico o de otras variables en que se ubiquen. Nótese que, al lado de aquellas, la citada Asociación no programa (ni difunde, con igual intensidad, de ser solo un movimiento publicitario) otras ‘formas de cuidado’ sino que apuesta por un solo modelo, pese a que, hoy por hoy, para una buena parte de mujeres en el mundo, el autocuidado consiste en preservar su vida en medio de conflictos bélicos o de la violencia intrafamiliar; en tener acceso a pan, agua o medicinas para mantenerse con vida o en poder efectuar labores como ir a la escuela o conducir un vehículo sin perder la vida en el intento. Además, asociar ‘maquillaje’ y ‘uñas’ a la ‘feminidad’ (y asumir esta como sinónimo de “mujer”) es desconocer los aportes del feminismo sobre lo que tal concepto encierra.

Sororidad y ausencia de crítica. La sororidad (neologismo derivado del latín ‘soror’, hermana) es un término eminentemente feminista que alude a la solidaridad de mujeres en la lucha contra la desigualdad de género y la violencia estructural.

No implica, como puede creerse, eliminar la crítica sobre nuestros actos y omisiones, sobre todo cuando de unos y otros pueden surgir consecuencias impensables, como el creer que las juezas de un país, ya sea en forma real o a través de campañas publicitarias de cuestionables resultados, frivolizan las luchas históricas de sus ancestras y pares y contribuyen a perpetuar los estereotipos de género. La sororidad implica educarnos y luchar juntas para destruir el patriarcado, no para preservarlo y uno de los mecanismos que usa el patriarcado es la publicidad ligera.

Por ello, el que un grupo de mujeres con poder (porque quienes hemos tenido acceso a saberes tenemos alguna cuota de poder) y que, además, deben resolver conflictos en los que, en gran parte, están involucradas las vidas de mujeres de todos los sectores sociales, pretenda (ya sea porque la campaña sea real o porque use la publicidad inversa) no solo desconocer el significado histórico de la fecha, sino justificar aquel despropósito aludiendo a temas de autocuidado, pluralismo y tratando de desmovilizar la crítica en nombre de la sororidad, no es sino un error que debe ser reconocido y enmendado a la mayor brevedad. Yo, que no integro esa Asociación pero sí soy jueza, así lo añoro. Los temas serios se tratan con seriedad. La lucha contra la desigualdad no es un tema publicitario ni de pose o marketing.

El opresor no sería tan fuerte

si no tuviera cómplices entre los propios oprimidos

Simone de Beauvoir

Enviado a SURCOS por la autora.

DEI comparte cuaderno “La justicia de género para la vida”

  • Con motivo de la conmemoración del 8 de marzo

El Departamento Ecuménico de Investigaciones, DEI, nos comparte con motivo del Día Internacional de la Mujer, el cuaderno “La justicia de género para la vida”. Es parte de la serie «Por caminos de justicia» y fue producido conjuntamente por el DEI y la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL), con el apoyo del Departamento de Mujeres y Género de Mission 21.

Está dirigido sobre todo para mujeres de comunidades basadas en la fe, lideresas cristianas y de movimientos sociales, para fomentar prácticas de justicia de género en los espacios familiares, de trabajo, de celebración comunitaria de la fe cristiana y en la sociedad. “Es una expresión de nuestro compromiso social y político en un momento de tantos retrocesos y violación de los derechos de las mujeres”, se manifiesta en el comunicado enviado por DEI.

Este material introduce conceptos como género, justicia de género, violencia de género, y brinda herramientas para proponer cambios en distintas dimensiones de la vida social, política y eclesial, desde una perspectiva de fe.

Los agradecimientos están dirigidos a Karoline Mora y a Priscila Barreto, autoras, y a Olman Bolaños, ilustrador.

Cuaderno descargable

 

Enviado por Departamento Ecuménico de Investigaciones, DEI.

Sea parte de SURCOS:

https://surcosdigital.com/suscribirse/