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Etiqueta: diario extra

El final del Diario Extra: un golpe mortal a las libertades públicas

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El cierre forzado de las actividades periodísticas del Grupo Extra y sus medios informativos Diario Extra, Canal 42 y Radio América, a partir del día jueves 1 de junio de 2023, no sólo constituye un grave atentado a la libertad de prensa y el derecho a la información del conjunto de la ciudadanía costarricense, sino que agrava el monopolio empresarial e ideológico hacia el interior de la prensa corporativa del país, intensificando la censura hacia las voces disidentes y reduciendo el campo visual y auditivo de los habitantes en materia informativa; los que, de ahora en adelante, quedarán en manos de un solo diario (o Grupo Editorial) para “informarse” y con cada vez menos posibilidades de opinar con algún grado de libertad.

Si bien, no siempre coincidimos con la línea editorial e informativa del Grupo Extra, recordamos su apertura hacia el movimiento del no al TLC, como uno de los pocos medios que permitió la colocación de la pauta publicitaria, originada entre quienes se oponían a ese acuerdo comercial con los Estados Unidos. Posteriormente, durante un buen número de años se mantuvo en las páginas interiores del diario Extra, el Suplemento “PÁGINA ABIERTA” (Suplemento de opinión, debate e ideas), que contó con la colaboración de un importante grupo de intelectuales de centroizquierda sobre temas nacionales e internacionales de sumo interés. Su consejo editorial estuvo integrado por Alberto Cañas, Rodrigo Madrigal Montealegre, Sonia Marta Mora, Haydeé Mendiola, Jaime Ordóñez, Rodolfo Silva, Marcia González Aguiluz, Juan José Sobrado, Armando Vargas Araya y Juan Manuel Villasuso.

En otros temas, la gestión editorial de La Extra fue omisa y desafortunada, sobre todo en años recientes, como sucedió con el tratamiento e información sobre las vicisitudes sufridas por los pueblos originarios en la lucha por la recuperación de sus tierras ancestrales, y con el tema de los asesinatos de los líderes Sergio Rojas, de los bribri y Jehry Rivera de los bröran víctimas del fuego de los terratenientes del cantón de Buenos Aires, aunque también coincidimos en otros asuntos relativos a una mayor pluralidad informativa en el país.

También es cierto que el diario Extra nos publicó algunos artículos en años recientes sobre temas polémicos, cosa que La Nación jamás hizo ni hará, como también en tiempos un poco más lejanos, con el acceso que tuvimos al diario Extra, asimismo en algunos programas de opinión en Radio América, en los que pudimos tomar parte, hace poco más de una década.

Además fue muy importante que el diario Extra acogiera la colaboración constante del dirigente sindical Albino Vargas Barrantes, con sus columnas en las páginas de opinión, especialmente en los días miércoles. Sin duda que hará falta ese espacio sindical, que con tanta constancia y seriedad supo mantener el dirigente de la ANEP.

Ahora, con el cierre, al parecer definitivo de estos medios se va cerrando el anillo de hierro, en materia informativa y en los procesos formación de opinión, con que los diarios, emisoras de radio y televisoras al servicio de la vieja oligarquía y su monopolio informativo, en particular El Diario La Nación, nacido en 1946 para oponerse a las garantías sociales, la sindicalización y el Código de Trabajo, nos aprietan las tuercas con su presunta además de falsa independencia, y su férrea censura que nos impidió durante muchas décadas a un gran sector de la ciudadanía poder publicar nuestras opiniones en sus páginas. Ahora estamos llegando a los tiempos históricos del casi total dominio informativo de la prensa monocolor, esa que se jacta de tener una profesión de fe democrática que no resiste la contrastación con los hechos.

Las causas anunciadas por la Gerente y vocera oficial del Grupo Extra, la señora Iary Gómez, hija de uno de los fundadores del Diario Extra, William Gómez persona con que traté y compartí hace muchos años en los talleres de los Borrasé, donde editaba una publicación con un grupo de amigos cercanos, durante la década de los ochenta, tienen su origen en asuntos empresariales, por diferencia con una de las accionistas de ese Grupo Editorial, del que se distanció durante los primeros años de este cambio de siglo. Aquí se perdió por completo el sentido de servicio público que debe tener la actividad periodística, y prevaleció el canibalismo reaccionario del capital financiero, dicho de otra manera de los amos del país.

El Diario Extra tiene una historia (o historias) de innumerables sucesos y circunstancias nacionales e internacionales que se vieron reflejados en sus páginas durante casi medio siglo, un período del que se pueden señalar también una serie de hechos muy relevantes y controversiales.

Recuerdo que durante los últimos meses de 1978, después del cierre del diario Excelsior, me encontré con mi amigo el periodista Guillermo Villegas Hoffmeister quien ya laboraba en el proyecto del nuevo tabloide La Extra, quien le abrió un espacio informativo a sectores políticos e intelectuales que jamás lo hubieran tenido en otros medios, entre ellos la recordada intelectual nicaragüense Gladis Miranda Arellano (1946-1990) que vivió muchos años en nuestro país, dándonos sus valiosos aportes en el campo de la literatura.

La información sensacionalista del diario y las chicas guapas que salían en contraportada como señuelos para la venta le hacían mucha gracia a Micón Villegas, quien nos decía que La Extra era el Play Boy de los pobres, en fin cosas del folklore de la época y que no gustan a quienes no tienen esa gota del humor alajuelense. Esa estrategia estuvo genial, por desgracia el acoso y la intolerancia terminaron por dar al traste con casi medio siglo de esfuerzos empresariales e intelectuales.

Diario Extra acusa sin ética ni fundamento a rector de la UCR por viajes al extranjero

henning jensen diario extra
El rector Henning Jensen, recalcó que las informaciones publicadas no solo dañan su honor, sino la imagen de la Universidad de Costa Rica, que por su calidad “es el trapito de dominguear de este país”. (foto Diario Extra,*tomada de la página oficial de la UCR.)

El periodismo, profesión que en principio tiene el noble fin de ser garante de transparencia y un puente entre la población y las autoridades nacionales, como servicio público de transmisión de información y rendición de cuentas, puede tornarse una profesión de apariencia ingrata y malintencionada cuando las investigaciones que llevan a cabo los reporteros escasean en pruebas contundentes o, siquiera, en otorgar la palabra a la parte señalada para darle la oportunidad de responder ante las acusaciones que se le atañen.

En medio de la cultura del apedreamiento mediático, tan popular en las redes sociales, la tentación de ejecutar este tipo de trabajos desde algunas de las salas de redacción de nuestro país ha sido mayúscula, a tal punto de olvidar los criterios de rigor – y ni mencionar los éticos – que cualquier investigación periodística que se respete debe observar.

Dicho lo anterior, es lamentable que la nota titulada «Rector de UCR llevó esposa a Europa en 8 giras de trabajo» (sic), publicada en el Diario Extra del miércoles 6 de julio, caiga justamente en los pecados profesionales antes mencionados, pues no hubo la corroboración exacta de los datos que señalan, y menos aún, el derecho del rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Dr. Henning Jensen Pennington, de pronunciarse sobre tal acusación. Este derecho es conocido en el mundo periodístico con el vocablo inglés fairness, principio básico que se enseña en cualquier universidad respetable que imparta periodismo.

Entrando en materia, los datos supuestamente suministrados por la agencia de viajes Times Square S.A. para aducir que el rector estaba solicitando casi el doble de los montos para sus viajes no son los mismos que esta misma agencia ha reportado a la UCR. Si el periodista Carlos Castro, redactor de esta nota, y el editor a cargo, hubiesen sido más cuidadosos, habrían solicitado la cotización, proforma y factura con los costos de los diferentes boletos en las fechas correspondientes a nuestra institución, material que con mucho gusto les habríamos facilitado.

Desconocemos el motivo por el cual la agencia de viajes Times Square S. A. suministró montos tan bajos al medio que cuestionamos. Si no recibió la consulta clara por parte de Diario Extra, o bien, si esta empresa le está cobrando precios inflados a la UCR, es algo que esperamos sea aclarado a la mayor prontitud por sus dueños. Pero, tal como mostramos en los documentos que adjuntamos, los precios reportados como «mucho más baratos» por Diario Extra no son, ni de cerca, los valorados o cancelados por la Universidad de Costa Rica.

Hay un procedimiento interno para solicitar viáticos que, evidentemente, el reportero de Diario Extra desconoce y que tampoco se preocupó por tener claro. Este proceso está debidamente estipulado por el Consejo Universitario y por la Contraloría General de la República, reglamentos disponibles desde el sitio web de ese primer órgano.

Cuando el rector solicita viáticos para un viaje internacional, lo primero que debe hacer es reportar el itinerario. Luego, presenta una proforma con el costo de los boletos, emitido por una determinada empresa. Superada esta etapa inicial, le corresponde a la institución verificar el itinerario con el precio.

Todo viaje que el rector realice requiere del visto bueno del Consejo Universitario (ocho votos a favor como mínimo). Cabe subrayar que salvo en caso de que el rector compre su boleto con sus propios medios y luego solicite su reintegro, en ningún momento el dinero pasa por las manos del rector, sino que el pago del billete de avión se realiza entre la Oficina de Administración Financiera de la UCR y la agencia de viajes o aerolínea correspondiente.

A manera de aclaración, si existe una rebaja en el costo del boleto de avión, la universidad solo paga su costo final. En el caso contrario, si por algún motivo el valor del tiquete es mayor al presupuesto aprobado por el Consejo Universitario, este debe ser cubierto por el propio funcionario.

En cuanto al cuestionamiento de si la esposa del rector lo acompaña o no en sus viajes, esto es un hecho que atañe directamente a la privacidad de ambos, pues tales viajes fueron cancelados con sus recursos personales y jamás con dineros institucionales.

Esperamos que, con esta explicación, quede zanjado este señalamiento, que quisiéramos llamar «malentendido», pero que con la frecuencia con la que este tipo de informaciones pasan últimamente, da la impresión de ser más que un error profesional.

Llamamos vehementemente a Diario Extra a verificar sus hipótesis para evitar que el honor de una persona o de una institución quede manchado por la falta de veracidad de las informaciones publicadas, afectando además a su público, difundiendo distorsiones en lugar de datos certeros.

 

Información enviada a SURCOS Digital por Rectoría UCR.

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