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Etiqueta: dictadura

«100 Guitarras para Víctor Jara»

El Exilio Chileno en Costa Rica (Chileniticxs) y Newen Producciones, en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado civil militar en Chile, le invita a unirse a este acto de memoria, solidaridad: «100 Guitarras para Víctor Jara», evento que busca rendir un homenaje a la vida y obra del inigualable cantor popular chileno.

Este concierto tiene un significado especial, pues está enmarcado en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile rindiendo tributo a la memoria de Víctor Jara, cuyo legado resiste en la historia y en nuestros compromisos sociales y latinoamericanos. Sus letras profundas y melodías envolventes son un símbolo de resistencia y valentía, no sólo para el pueblo chileno, sino para cualquier país que luche por sus derechos sociales conculcados.

La primera presentación se realizó el pasado sábado 9 de septiembre, en el aula Magna, Ciudad de la Investigación de la UCR.

La siguiente se realizará el próximo sábado 23 septiembre, a las 5:00 pm, en el Anfiteatro Municipal de Cartago.

La entrada al concierto es totalmente gratuita y abierta a todas las personas amantes de la música comprometida y defensoras de los derechos humanos. Por favor, confirme su participación en: https://forms.gle/s1kbBnvkpmVhhaX57

50 años del golpe militar de Chile de 1973: Estados Unidos desclasifica documentos secretos

Foto extraida de esta nota de prensa de El Pais (España) Titulada «La reunión privada entre Kissinger y Pinochet: «Queremos ayudarlo: simpatizamos con lo que están tratando de hacer aquí» (25/05/2023) elaborada con ocasión de los 100 años de Henry Kissinger y la desclasificación de nuevos documentos sobre Chile en Estados Unidos.

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR). Contacto: nboeglin@gmail.com

En los días previos a la conmemoración de los 50 años del golpe de estado militar en Chile de 1973, Estados Unidos ha decidido oficialmente desclasificar documentos mantenidos en reserva desde cinco decenios: véase nota de The Progressive Magazine y nota de RFI.

Se trata de nuevos documentos que vienen a añadirse a muchos otros liberados en años pasados por algunas administraciones norteamericanas, y registrados en este sitio de la Universidad George Washington: se trata de un extenso programa de investigación dedicado a Chile – que no se limita únicamente a la desclasificación de documentos norteamericanos – y que cuenta con este enlace con abundante información.

Documentos aún sensibles, 50 años después

Si bien la prensa internacional ha puesto de relieve las razones por las que este golpe de estado de 1973 estremeció a América Latina y a la comunidad internacional en general (véase por ejemplo, esta nota de la BBC cuya lectura recomendamos), el involucramiento de Estados Unidos ampliamente documentado desde entonces es un aspecto que merecería ser añadido (por ejemplo a los cuatro puntos mencionados en el precitado artículo de la BBC).

No está de más referir a este documento manuscrito de 1970 en el que se autoriza a derrocar al futuro Presidente de Chile si llegara a tomar el poder (véase enlace cuando se desclasificó en el 2020, en el que se indica que: «Fifty years after it was written, Helm’s cryptic memorandum of conversation with Nixon remains the only known record of a U.S. president ordering the covert overthrow of a democratically elected leader abroad» ).

En esta otra nota se lee que la más reciente desclasificación de documentos por parte de Estados Unidos en agosto del 2023 obedeció a solicitudes expresas realizadas por las actuales autoridades de Chile:

«After withholding this document in its entirety for decades, the CIA finally released the September 11, 1973, PDB today in response to a formal petition from the Chilean government of Gabriel Boric for still secret records as the 50th anniversary of the coup approaches. The CIA also partially declassified a second PDB, dated September 8, 1973, which erroneously informed President Nixon that there was “no evidence of a coordinated tri-service coup plan” in Chile and said that “should hotheads in the navy act in the belief they will automatically receive support from the other services, they could find themselves isolated.”

The two PDBs are among the most historically iconic of missing records on the September 11, 1973, military coup because they contained information that went to President Nixon as a military takeover that he and his top advisor Henry Kissinger had encouraged for three years came to fruition«.

Para información de nuestros estimables lectores, las dos precitadas citas refieren al texto en inglés que se lee, elaborado por el programa de investigación sobre documentos desclasificados de la Universidad George Washington, que analiza cada uno de los documentos liberados en los últimos años por parte de Estados Unidos.

La entrega de documentos oficiales ante el derecho a la verdad: luces y sombras

Desde la perspectiva del derecho internacional público, cabe precisar que no existe obligación alguna para un Estado de liberar documentos de la reserva en la que los mantiene al considerarlos «sensibles«. Cada Estado dispone de un sistema nacional de archivos con informes internos, datos y registros de diversa índole: sus máximas autoridades son las que deciden, si son documentos confidenciales, mantenerlos fuera del alcance del público o bien revelar su existencia.

Es así como Panamá debió esperar que se cumplieran los 30 años desde la invasión norteamericana de 1989 para que Estados Unidos aceptase finalmente liberar una gran cantidad de documentos clasificados (véase nota de El Pais – España).

En otros casos, documentos e informes policiales son «encontrados«, como los denominados «archivos del terror» descubiertos gracias a informantes en una casa en la localidad de Lambaré en Paraguay en diciembre de 1992 (véase publicación de la Corte Suprema de Justicia paraguaya e interesante video del momento en el que un juez paraguayo ingresa a la vivienda para verificar la presencia de dichos archivos e incautarlos).

Los documentos encontrados en Paraguay permitieron documentar una gran cantidad de causas en distintas partes del Cono Sur. También permitió a la justicia italiana condenar el 8 de julio del 2021 a 14 personas por la muerte de 43 personas, víctimas del Plan Condor (a saber 6 italo-argentinas, 4 italo-chilenas, 13 italo-paraguayas y 20 uruguayas): véase nota en italiano de la ONG italiana CILD. De igual manera en el 2010, la justicia francesa condenó a los responsables de la desaparición de cuatro ciudadanos franceses en Chile (véase nota de Le Monde del 18/12/2010).

Volviendo al caso de Chile, es de saludar la voluntad férrea de sus actuales autoridades de obtener la liberación de documentos clasificados por parte de la actual administración norteamericana.

Cabe precisar que en materia de «soft law«, la resolución E/CN.4/RES/2005/66 de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas – hoy denominada «Consejo de Derechos Humanos» – adoptada por consenso en el 2005, a iniciativa de Argentina (su texto está disponible en la red), y titulada «El derecho a la verdad» se limita únicamente a indicar que:

«5. Alienta a los Estados a que presten a los Estados interesados la asistencia necesaria al respecto«.

La ausencia de obligación jurídica entre dos Estados de entregar información que posee uno a otro, relacionada a violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado, en nada impide que tengamos una dinámica totalmente distinta cuando nos interesamos a los tribunales nacionales e internacionales de cara a la implementación del derecho a la verdad. En este caso, son los colectivos de víctimas y de familiares y asociaciones de derechos humanos los que han hecho valer ante sus propias autoridades o bien ante los tribunales nacionales (y si estos fallaron en su contra, en los tribunales internacionales) este derecho que asiste a toda víctima de exacciones cometidas en el pasado por autoridades estatales (sea en su contra o en contra de alguno o varios de sus seres queridos).

Al respecto, un muy completo informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el Derecho a la Verdad, publicado en el 2014 (véase texto) detalla los alcances del derecho a la verdad en el sistema interamericano de protección de los derechos humanos. La larga lista de casos conocidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que figura al final de este artículo del 2008 titulado «El derecho a la verdad en situaciones de post-conflicto bélico de carácter no internacional» da una idea de las pautas que ha venido fijando al respecto la jurisprudencia del juez interamericano, y ello desde sus primeras sentencias contra Honduras a finales de los años 80.

Es de notar que los significativos avances observados en América Latina en materia de derecho a la verdad siguen sin lograr permear al sistema judicial en España: la primera exhumación del cuerpo de una víctima del franquismo ordenada por la justicia se logró en el 2016 gracias a una solicitud proveniente de … la justicia argentina (Nota 1).

Las actuales autoridades chilenas: más decididas que sus antecesoras

A diferencia de su antecesor al cargo, el Presidente actual de Chile se ha mostrado mucho más exigente en cuanto a la búsqueda de la verdad a partir de lo ocurrido el 11 de setiembre de 1973 en Chile.

El pasado 30 de agosto, se firmó en Chile un Decreto para lanzar un nuevo Plan Nacional de Búsqueda de los aún miles de ciudadanos chilenos que aparecen en listas de personas desaparecidas en Chile (véase comunicado oficial). Desde el 2013, un informe del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas sobre Chile así lo recomendaba (véase informe). El 22 de diciembre del 2017, de manera bastante tardía y finalizando su segundo mandato, una primera iniciativa había sido lanzada por la entonces Presidenta de Chile (véase nota de France24).

Incluso en su cuarto informe (1989) el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la situación en materia de derechos humanos en Chile, el costarricense Fernando Volio Jiménez, refería a la importante labor que esperaba a la sociedad chilena con relación a conocer el paradero de las víctimas de desaparición forzada (véase enlace a informe) (Nota 2).

Este reportaje de The Guardian del 2019 titulado «Where are they?: families search for Chile´s disappeared prisoners» (véase enlace) detalla de una manera muy completa el drama de familias chilenas ante la falta de información sobre lo sucedido a sus seres queridos y la falta de voluntad política que significó la llegada en marzo del 2018 del Presidente Piñera en lo que respecta a la búsqueda de personas desaparecidas en Chile.

La Operación Cóndor ante el derecho a la verdad: la respuesta del juez interamericano ante la poca (in?) capacidad de la justicia nacional

Otra trágica iniciativa para América Latina como lo fue el denominado «Plan Condor«, que involucró no solamente a Chile (y a Estados Unidos), constituye un ámbito en el que aún quedan muchos documentos por desclasificarse en Estados Unidos: este informe del CELS (una reconocida ONG de Argentina) explica cómo funcionó a partir de 1975 entre los Estados del Cono Sur este plan coordinado tendiente a borrar el efecto protector que significa para una persona que se siente amenazada cruzar una frontera.

Cabe recordar que fue tan solo en el 2016 que el Plan Cóndor fue objeto de una primera decisión condenatoria por parte de la justicia penal argentina, con respecto a altos mandos militares argentinos, varios de ellos nonagenarios al momento de escuchar la sentencia (Nota 3).

Al 2023, los sistemas judiciales en el Cono Sur siguen tramitando causas de víctimas y de familiares de víctimas: en este enlace se registran algunas de las acciones legales ante tribunales nacionales relacionadas al Plan Condor.

Ante la resistencia de algunos jueces a nivel nacional para investigar y sancionar hechos relacionados al Plan Cóndor, el sistema interamericano de protección de los derechos humanos ha ofrecido (y sigue ofreciendo) a las víctimas una posibilidad de obtener justicia.

En esta importante sentencia del juez interamericano del 2011 (caso Gelman vs. Uruguay) se lee que:

«51. El plan Cóndor operaba en tres grandes áreas, a saber, primero, en las actividades de vigilancia política de disidentes exiliados o refugiados; segundo, en la operación de acciones encubiertas de contra-insurgencia, en las cuales el papel de los actores era completamente confidencial y, tercero, en acciones conjuntas de exterminio, dirigidas a grupos, o individuos específicos, para lo cual se conformaban equipos especiales de asesinos que operaban dentro y fuera de las fronteras de sus países, incluso en Estados Unidos y Europa.

  1. Esta operación fue muy sofisticada y organizada, contaba con entrenamientos constantes, sistemas de comunicación avanzados, centros de inteligencia y planificación estratégica, así como con un sistema paralelo de prisiones clandestinas y centros de tortura con el propósito de recibir a los prisioneros extranjeros detenidos en el marco de la Operación Cóndor«.

En la sentencia dictaminada contra Argentina 10 años después, en septiembre del 2021 (caso familia Julien Grisonas vs. Argentina), la Corte Interamericana de Derechos Humanos indicó que el «plan criminal interestal» amerita un esfuerzo coordinado de sus integrantes, al precisar que:

«288. En congruencia con las solicitudes efectuadas, la Corte dispone que el Estado argentino, en el plazo de un año contado a partir de la notificación de este fallo y por las vías que considere adecuadas, haga las gestiones pertinentes para convocar a los otros Estados que habrían tenido intervención en la ejecución de los hechos del caso: la República Oriental del Uruguay y la República de Chile, y, en general, en el contexto de la “Operación Cóndor”, es decir, la República Federativa de Brasil, el Estado Plurinacional de Bolivia, la República del Paraguay y la República del Perú, a efecto de conformar un grupo de trabajo que coordine los esfuerzos posibles para llevar adelante las tareas de investigación, extradición, enjuiciamiento y, en su caso, sanción de los responsables de los graves crímenes cometidos en el marco del referido plan criminal interestatal. Dicha coordinación deberá reflejarse en un plan de trabajo común entre las autoridades competentes, según la materia de que se trate, ejecutado en observancia del marco jurídico nacional e internacional aplicable, y con auxilio de los mecanismos de cooperación internacional y asistencia mutua. Así, el trabajo coordinado entre autoridades de los distintos Estados habrá de emprender esfuerzos conjuntos para el esclarecimiento de lo ocurrido durante la “Operación Cóndor”, como escenario en el que fueron perpetradas sistemáticas violaciones a los derechos humanos, incluidas las que damnificaron a las víctimas del presente caso«.

A modo de conclusión

Pese a los 50 años que nos separan de aquel fatídico día para Chile y para el mundo que significó el 11 de setiembre de 1973, aún muchas preguntas persisten en el tiempo: desde ya Estados Unidos podría útilmente aclararlas, liberando todos los documentos clasificados que aún posee en sus archivos secretos con respecto a lo ocurrido en Chile.

Para las víctimas chilenas y sus familiares que siguen persiguiendo la verdad a través del tiempo, y buscan conocer el destino de sus seres queridos, desde Chile o desde afuera, su extenuante combate es ejemplar: ha inspirado, inspira y seguirá inspirando, estamos seguros de ello, a muchas familias y a varias generaciones de América Latina y del mundo en su exigencia de verdad y de justicia.

– – Notas – –

Nota 1: Véase al respecto BOEGLIN N., «JusticiA con A de Ascensión: a propósito de la exhumación de una fosa española a solicitud de una jueza de Argentina«, Revista de Pensamiento Penal, 2016. Texto disponible aquí.

Nota 2: Sobre las estrechas relaciones existentes entre el derecho a la verdad y las víctimas de desaparición forzada, véase la obra FERRER MAC-GREGOR E. & GONGORA MAAS J.J., Desaparición forzada de personas y derecho a la verdad en el sistema interamericano de derechos humanos, UNAM/IIJ/CNDH, México 2019. Texto integral disponible aquí.

Nota 3: Véase al respecto BOEGLIN N., «Plan Condor: la justicia argentina se pronuncia«, sitio jurídico de DerechoalDia, edición del 6/06/2016, texto disponible aquí.

Fiesta en el infierno el 10 de diciembre del 2006

Isabel Ducca D.

El 28 de julio de 1999 fue una fecha extraordinaria en la vida del diablo. Ese día Juan Pablo II afirmó que el infierno no existía. El demonio, como había estado tan ocupado, desde hacía tantos siglos, en repartir latigazos, avivar calderas o mantener helados ciertos círculos, no supo qué hacer. La orden le llegó tan de improviso que no le quedó más que sentarse a cavilar sobre aquella nada en que se le había convertido el infierno. Sus subalternos pedían explicaciones y él no sabía qué responder. Les dio a todos vacaciones mientras se despejaban los nublados de su mente y los citó para algún día incierto.

Decidió irse a dar una vuelta por Roma para ver qué explicaciones obtenía. Tenía tanto tiempo de no andar por estos rumbos que hasta le pareció buena idea esa clausura del infierno y ese descanso. No se lo tomó a mal. Con el mejor de los ánimos, se lanzó a su nueva aventura.

No había terminado de llegar a la plaza de San Pedro cuando se llevó su primera gran sorpresa. Se abrió paso entre una multitud de mujeres para observar qué sucedía. Había una gran hoguera en media plaza y aquellas mujeres gritaban: “¡Nunca más una torturada!”, al momento del grito lanzaban al fuego una sotana con el nombre de algún inquisidor. Ahí figuraron: el papa Adriano VI, Alonso de Salazar, Bernardo Gui, el papa Alejandro II, el papa Paulo IV, Konrad von Marburg, Pedro de Arbués, Roberto Belarmino, Tomás de Torquemada; hasta sotanas con el nombre de Calvino y Lutero desfilaron ante sus ojos. Cuando vio que lanzaban al fuego un ejemplar de El martillo de las brujas, se interesó `por el asunto; como pudo le robó a una mujer un ejemplar cuando estaba a punto de lanzarlo a la hoguera.

Se fue a un rincón y empezó a leerlo. Esa edición contaba con un prólogo en el cual explicaban lo sucedido y cómo la cacería de brujas había servido a los grandes intereses económicos para empobrecer el campesinado, arrebatar tierras comunales y engrandecer las riquezas del Vaticano y de otros reinos.

No sabía qué hacer ni qué decir. Suspendió la visita a Juan Pablo II y siguió a las mujeres. Por casualidad, se fue detrás de unas mujeres latinoamericanas que se dirigían a un foro donde las Madres de la Plaza de Mayo iban a exponer sus veinte años de lucha. Ahí escuchó hablar del Plan Cóndor, Richard Nixon, Henry Kissinger, Rafael Videla, Augusto Pinochet, dictadura de los militares y un gran etc. Por su parte, las centroamericanas dieron su versión de la guerra de baja intensidad emprendida por Ronald Reagan y demás desastres como empobrecimiento, persecución, desapariciones, matanzas, aldeas quemadas y otro gran etc.

El diablo no sabía por dónde empezar a ordenar aquel rompecabezas. Sin embargo, llegó a una primera conclusión. Desde que el imperio romano se había cristianizado, él había estado a las órdenes de los señores de la dominación, de los Señores de la Muerte. Él debía estudiar y aprender mucho de lo que sucedía en este mundo, pues se había limitado a ejecutar castigos y recibir órdenes; había sido su burócrata. Por lo que estaba escuchando y observando, se había dedicado a castigar a las víctimas. Encima de que habían sido explotadas, castigadas, torturadas, violadas en este mundo, llegaban al infierno a recibir castigos por pensar y sentir diferentes o simplemente por ser humanos con dignidad.

En América Latina, se enteró de todo lo que había sucedido desde 1492, cuando desembarcó Colón y los misioneros empezaron a repartir torturas y castigos en su nombre. Después de eso, ya no tuvo dudas: “Estos desalmados, mis hijos más auténticos, han renegado hasta de mí. Han venido creando infiernos aquí en la tierra y me lo han ocultado. Llevan mi sello. ¡Ahora sabrán quién soy!”.

Cuando en abril del 2007, Benedicto XVI afirmó que el infierno sí existía el diablo no dijo nada. No se reunió con nadie. Ya él había su quehacer desde mucho antes. Había enviado a todos sus diablos a recabar información con nombres, fechas, datos, crímenes de todos los que crean verdaderos infiernos en este mundo. Se había encontrado un viejo archivo guardado con mucho esmero en el Hades, donde se enteró que el verdadero rol de Satanás había sido el de acusador frente al juicio divino. Pero no le dio importancia. Las fiestas seguirían como siempre que recibían a un gran criminal. Pero esta vez, se había asegurado de que ninguno se le escaparía. En plena agonía del que lleva la marca diablo, están del más allá asegurándose que se lo llevan derechito.

Por esa razón, cuando Augusto Pinochet murió en diciembre del 2006 el demonio ya lo reconocía con su marca. Él no podía dejar escapar a un perverso de esa estatura. Cuando estuvo frente al demonio y este lo empezó a condecorar, los diablillos a aplaudir y a decirle una y mil lisonjas, se puso furioso, gritó que él no se merecía estar ahí, que él era un verdadero salvador y padre de los chilenos, que los había salvado del demonio del comunismo.

El demonio se esperaba esa respuesta. Ya sabía, porque lo había escuchado andando por aquí, que los victimarios se sienten como dioses; no son, según ellos, culpables de nada y no quieren saber nada de los efectos depredadores de sus acciones. Por esa razón, a quienes no se reconocen como creadores de infiernos terrenales, les da su propio veneno.

Ahí está Pinochet sentado en una sala vacía, en medio la nada, escuchando los testimonios de todas las personas que fueron torturadas, de quienes tuvieron que salir huyendo de Chile para salvar su vida, de todas las madres que perdieron a sus hijos e hijas, de toda la niñez que creció con hambre y con miedo, de todas las personas que mandó matar, sufrir o explotar de alguna forma. Para no multiplicar los padecimientos de las víctimas, solo se escuchan sus voces. Ellas fueron liberadas de cualquier infierno, pues al demonio no le interesan las víctimas, se sintió rebajado. Él quiere victimarios tan auténticos como él.

Cada genocida, escuchará por toda la eternidad las voces de sus víctimas hasta que se reconozca con la marca de la perversidad.

A los cincuenta años del golpe militar contra el pueblo chileno, no debemos olvidar nunca lo que genocidas como Augusto Pinochet o Henry Kissinger hicieron.

¡En nombre de sus víctimas, prohibido olvidar!

Imagen: https://nuso.org

Pronunciamiento de la Universidad de Costa Rica en defensa de la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA)

Aula en el campus de la UCA, Managua, Nicaragua.

La Universidad de Costa Rica hace un llamado a la comunidad internacional, a las instituciones de educación superior y a todas las personas defensoras de la libertad y la justicia a condenar este acto atroz de represión

La Universidad de Costa Rica (UCR), consciente de la importancia de la educación superior y el libre pensamiento en la construcción de sociedades justas y democráticas, denuncia con vehemencia el cierre de la Universidad Centroamericana (UCA) en Nicaragua por parte de la dictadura de Ortega y Murillo. Este lamentable acto refleja el temor del régimen a las voces críticas y al pensamiento independiente y autónomo que ha caracterizado a esta destacada institución a lo largo de su existencia. No es casualidad que con esta acción, la dictadura orteguista haya clausurado ya a más de 30 universidades.

La UCA, universidad jesuita fundada en 1960, ha sido un pilar en el desarrollo educativo, social, económico y cultural de Nicaragua. Concebida con el objetivo de ofrecer una educación superior de calidad, inspirada en valores solidarios y profundamente comprometida con el desarrollo humano, social y ambiental, ha sobrepasado ampliamente ese propósito, convirtiéndose en un referente universitario en Centroamérica.

El legado académico de la UCA es indiscutible. Fue la primera universidad en Nicaragua que tuvo la visión de ofrecer carreras tan vitales para el desarrollo humano y social como psicología, sociología, comunicación social y economía. Pero no solo su oferta académica la hace destacable: la UCA también fue pionera en la creación de centros e institutos de investigación sobre asuntos cruciales como los derechos humanos, el medio ambiente, la cultura, la política y la educación.

La UCA ha sido siempre una voz crítica y constructiva frente a las diferentes realidades históricas de Nicaragua. Ortega y Murillo no deberían olvidar la posición de la UCA en la lucha contra la sombría dictadura somocista, que apoyó valientemente el movimiento popular que anhelaba el cambio social y la democracia.

Campus UCA Managua, Nicaragua. Foto: flickr.com.

Pero esta firmeza y compromiso con la verdad y la justicia no estuvieron exentos de riesgos. Recordamos con profundo dolor los atroces actos de violencia y represión que la UCA ha enfrentado. En 2018, en medio de protestas contra el régimen, grupos paramilitares armados de la dictadura atacaron a estudiantes inocentes que buscaban refugio dentro del campus.

Finalmente, el 13 de agosto de 2023, bajo el pretexto de incumplimientos administrativos, el gobierno de Ortega y Murillo ha clausurado a la UCA. Esta medida es una flagrante violación a la autonomía universitaria y una violación más de los derechos humanos.

La Universidad de Costa Rica hace un llamado a la comunidad internacional, a las instituciones de educación superior y a todas las personas defensoras de la libertad y la justicia, a condenar este acto atroz de represión y a unirse en solidaridad con el pueblo nicaragüense y su derecho a una educación libre, crítica y de calidad. La educación es un derecho inalienable.

Desde la Universidad de Costa Rica, levantamos nuestra voz en solidaridad, esperanza y resistencia, confiados en que la luz del conocimiento y la verdad siempre prevalecerán sobre las sombras de la opresión.

Nicaragua: revolución fallida, el colapso de la democracia y el ascenso de la dictadura / conferencia

Sea partícipe de la edición XVII del Congreso Centroamericano de Sociología “Resistencias y alternativas frentes a la erosión de los derechos humanos y de las democracias en el Itson Centroamericano” 2023, con la conferencia inaugural “Nicaragua: Revolución fallida, el colapso de la democracia y el ascenso de la dictadura”, a cargo de la conferencista Mónica Baltodano Mercenario. 

Este evento se llevará a cabo en el Auditorio Cora Ferro Calabrese en el Campus Higuerón UNA en Heredia el día lunes 05 de junio a las 10:30 a.m, siendo también transmitido por el canal Auditorio Institucional Cora Ferro Calabrese.

Convoca: Asociación Centroamericana de Sociología (ACAS).

Coordina: Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional y Colegio de Profesionales en Sociología (CPSCR).

Colabora: Universidad Estatal a Distancia (UNED) y Universidad Técnica Nacional (UTN). 

Perú: no más sangre e irracionalidades

Macv Chávez

El último y primer mes del 2022 y 2023 hemos visto y observado una serie de manifestaciones contra la “dictadura”, “corrupción”, “marginación o discriminación del pueblo”, “desigualdad social”, entre otras cosas que merecen su indignación y que deben ser depurados de nuestro sistema de vida y también de nuestra sociedad, pero pienso que nuestra manifestación de indignados no debe ser violenta, sino inteligente, puesto que la violencia finalmente no nos conduce a cambios reales, sino solo a estados momentáneos de aparentes cambios y de supuestas victorias, porque finalmente la historia nos demuestra que gracias a nuestras revoluciones hormonales hemos llegado a más injusticias sociales, como la que ahora hemos podido observar con mayor claridad durante estos meses de protestas en el Perú, gracias a las nuevas tecnologías que nos permiten ver más de cerca estos sucesos, aunque jamás nos permiten ver el panorama completo, ya que siempre terminamos con las versiones alteradas o convenientes, acordes al grupo de poder o acordes a las intenciones de los amos que dirigen al pueblo esclavo, puesto que todavía el Perú sufre de esclavitud, gracias a esa sería incapacidad de razonar que tiene el peruano en mayoría, y todo porque seguimos creyendo que el problema del país es un problema político, cuando es más que evidente que el principal problema que enfrenta el país es un problema pedagógico, puesto que solo un pueblo culto puede cambiar su historia para bien de su sociedad; y cuando digo culto no me refiero a que tengan que ser como Mario Vargas Llosa, Dios nos libre de tener más sujetos así, con él nos basta y sobra, porque aquí me refiero a personas capaces de elegir entre el bien y lo mejor sin perder la conciencia ni caer en la esclavitud, es decir, sin perder el honor, buscando siempre hacer las cosas en favor de la vida y la dignidad, por ende no necesitamos un título para ser cultos, ya que la historia nos ha demostrado que hay grandes tiranos que cuentan con muchos títulos y son bien leídos; y por eso digo que todo lo que necesitamos para ser cultos es contar con la capacidad de razonar para saber elegir entre el bien y lo mejor, asumiendo nuestras responsabilidad y errores personales y sociales; porque creo que es así cómo debemos analizar la situación que pasa en el país para poder mirar más allá del histórico vicio social que tenemos, para que no sigan habiendo más muertes por lo que es digno.

Es evidente que ninguna persona en su sano juicio puede justificar los hechos ocurridos a lo largo de estos meses, hacerlo es una falta a la verdad y a la dignidad, porque no es digno ver cómo una tanda de protestantes arremeten contra la dignidad de otros por culpa de su comprensible indignación, dejando varados y bloqueados a otros para hacer sentir su rabia, ira e impotencia ante el olvido de las autoridades nacionales (dizque presidentes y congresistas, olvidándose de los gobernadores y alcaldes, los que creo que finalmente han hecho más daño que los primeros), a los que me atrevo a llamar dizque porque no representan a nadie, bueno, tampoco a nadie, es indiscutible que sí representan a los que con ellos sangran al país, puesto que tanto el político como muchos profesionales han perdido el sentido de su existencia, aunque es más probable que jamás lo hayan tenido y por eso viven actuando como seres que buscan sobrevivir a cualquier costo, sin siquiera detenerse a pensar o reflexionar sobre lo que están haciendo, es decir, si están siendo simples animales domésticos o animales racionales que no razonan, porque penosamente así nos lo exige el sistema de vida que lleva la humanidad en los miles de años de existencia, puesto que la humanidad todavía sigue en pañales, pues todavía no aprende a ser persona, todavía no evoluciona; y por eso vemos que muchos dizque profesionales, o sea, seres dizque capaces e inteligentes, viven con una mente tan Pedro Castillo o tan Mario Vargas Llosa, ambos incapacitados para razonar y arrastrados por el odio hacia un nivel de vida que les da vergüenza tener –en uno- y ver –en el otro-, demostrando con sus acciones que finalmente el país en el fondo les importa un bledo, puesto que solo quieren aprovechar la oportunidad para figurar y creerse “el salvador”, aunque desde perspectivas distintas; y por eso digo que ambos han sufrido del mismo síndrome, el síndrome de “el salvador”, de esos que sufren solo los que son incapaces de salvar su propia existencia; y por esa razón son incapaces de ver el daño que hacen al país con sus obsesiones u odios, al punto de que hacen primar sus ideas u obsesiones sin sentir el más mínimo remordimiento por las inútiles muertes que causan buscando una revolución, por un lado, y persiguiendo la conservación de la clase social, por otro; puesto que finalmente ambos están sometidos a una ideotología que los ciega y convierte en incapaces de ver más allá de sus absurdas ideas, y por esa razón no pueden pensar en maneras trascendentales de lograr cambios en bien de la dignidad.

Es lamentable ver cómo la gente del pueblo se enfrenta contra el mismo pueblo o cómo el mismo pueblo se enfrenta con la gente del pueblo, acto que para mí representa la más clara muestra de irracionalidad, puesto que por un lado tenemos a la gente del pueblo, la que vive en el campo, y por otro lado al pueblo que vive en la ciudad, conformada por la policía y demás profesionales, atacándose constantemente hasta mutuamente destruirse sin llegar tocar a los verdaderos culpables de tanta desigualdad social, esos que principalmente están conformado por las autoridades dizque gubernamentales, esos a los que en más de una ocasión elegimos para que sigan desbaratando las arcas del pueblo, desde alcaldes hasta presidentes, simplemente por no tener conciencia ni memoria histórica, porque si tuviéramos ambas cosas nos dejaríamos de andar cayendo en las mismas órdenes del amo, de ese amo que intenta gobernarnos bajo la ilusión de que nos desarrollaremos bajo su mando, a pesar de estar viendo que no es así en más de una ocasión, ni lo será jamás, porque sus obras dicen todo lo contrario, hecho que no podemos ver por nuestra latente incapacidad de razonar, la que muchas veces nace porque se deposita ciegamente la fe en una ideotología que nos da la esperanza de ser salvados, sin comprender que los únicos que nos salvarán son nosotros mismos como pueblo, si es que dejamos de pelear el uno contra el otro para ponemos a trabajar en conjunto con la intención de cambiar la historia del país, para convertirnos en un pueblo digno de estas tierras, a la altura de la maravillosa y extraordinaria riqueza que posee este país; y por eso considero que no podemos aplaudir ningún acto violento, ni del dizque pueblo ni de los dizque protectores de la seguridad nacional, porque si queremos mejorar como sociedad no podemos seguir apoyando actos fracasados como suelen ser las protestas, puesto que la historia siempre nos demuestra que al seguir en el mismo sistema de elecciones de nuestros políticos caemos en los mismos tropiezos de la vida sistemática del Perú: se levantan protestas, aparecen muertos que son considerados mártires, les conceden el capricho hormonal o se cansan, luego resulta ser todo un engaño porque más adelante se aprueba la misma ley con otras tonalidades para que el pueblo no se dé cuenta, sacan cortinas de humo para tapar el escándalo, sobresalen algunos personas que luego alcanzan un curul para seguir en la misma cadena y se olvidan de andar de capataces o amos de las protestas porque alcanzaron su objetivo; y finalmente todo pasa a la historia del olvido, mientras que los muertos se convierten en tontos útiles, porque pasada la revolución hormonal nadie más allá de sus amigos y familiares los recuerda; y por esa razón considero indispensable detenernos reflexionar sobre ¿qué nos está pasando como pueblo?

Durante las violentas protestas de diciembre y enero hemos podido observar que por un lado el pueblo causó destrozos en algunas instituciones o instalaciones del Estado, como pistas, aeropuertos, entre otros centros, los que fueron construido o arrendados con dinero del pueblo –y que de alguna manera, no de forma ideal, beneficia al pueblo, – y lo hicieron sin el menor remordimiento, con absoluta inconciencia, porque finalmente una vez más continuamos con el vicio de malgastar el dinero en cosas innecesarias, siguiendo el ejemplo de las dizque autoridades, puesto que al destrozar estos espacios del Estado es evidente que es el mismo Estado el que tendrá que arreglarlos y por lo tanto antes de avanzar retrocedemos, cosa que me parece lo más irracional de un actuar revolucionario, ya que el país tiene demasiadas carencias, tantas que no podemos darnos el lujo de destruir espacios públicos, por contrario, necesitamos dejar de destrozar y saquear al país para crecer, y para eso es vital e indispensable que el peruano deje de destrozar espacios públicos, así como también el gobierno debe dejarse de andar arrendando grandes locales por largos años, pudiendo adquirir la propiedad a un precio menor de lo que arrienda por decena de años, cosa que es desleal para la nación y beneficio para unos cuantos mantenidos de la nación. Y viendo esto me pregunto: ¿Cuántas personas se han puesto a analizar o ver cuánto dinero derrocha el Estado Peruano en alquileres de edificios y espacios a terceros durante años de años?

¿Será que algún día este pueblo dizque revolucionario se indigne por estas inútiles formas de malgastar el dinero de los peruanos?

En fin, este grado de irracionalidad me lleva a comparar a ese pueblo “indignado” agresor con los otros agresores de la patria: los políticos y los ricos del país y el extranjero que se siguen enriqueciendo sin dejar de explotar al pueblo para seguir teniendo sus dizque privilegios de vida, a pesar de ser un pueblo opresor minúsculo, porque es minoría popular, pero claro, ellos se consideran de otro nivel y no pueblo, cuando al final son lo mismo que el pueblo oprimido: unos incapacitados para pensar o razonar, puesto que ambos han renunciado a ser persona desde hace mucho tiempo, desde que renunciaron a tener conciencia de la vida, de su ser y de la sociedad, con la intención de no sentir el más mínimo remordimiento por sus irracionales actos, porque es aquí donde se contempla a ese animal doméstico que son, puesto que solo un animal podría olvidarse de su naturaleza y vivir netamente del instinto, solo porque su naturaleza le impide tener conciencia, ya que se supone que el ser humano es el único animal racional, aunque cada día voy pensando todo lo contrario, porque causan destrozos para oprimir al otro con tal de conservar la vida o su nivel de vida bajo cualquier circunstancia, puesto que están incapacitados para distinguir entre el bien y el mal, incapacitados para aceptar los errores y fracasos de la vida diaria, o sea, incapacitados para trascender, para ir más allá de sí mismos, puesto que están domesticados para vivir en la ley de la selva, con distintas posturas de vida y política, pero finalmente adiestrados para vivir en la ley de la selva: donde el débil se somete al poder del tirano; y por eso vivimos en esta constante lucha entre pobres y ricos a lo largo de historia, simplemente porque el ser humano no ha dejado de ser un animal doméstico, y todo porque no ha aprendido a ser persona, y por ende a tener y vivir desde la conciencia. Porque ¿quién en su sano juicio malgastaría millones de millones cuando hay gente que se muere de hambre, cuando hay gente que carece de necesidades básicas, cuando hay gente que carece de atención médica, cuando hay gente que deja de tener vida propia para laborar hasta más no poder, cuándo hay ancianos y niños abandonados, cuando hay mujeres y varones violentados por la malformación humana? Entre tantas cosas en las que se podría invertir el dinero malgastado en la vida diaria de los dizque ricos, así como en las protestas y destrozos del país por parte de los grupos de poder y del pueblo, bandos con supuesta razón para sus demandas y posturas personales, aunque ninguna es realmente personal, puesto que si hablamos desde lo personal habría que hacer un análisis de conciencia y preguntarse: ¿Acaso comprenden que todo ser proviene de una sociedad y por ende el hombre es un ser social por naturaleza, así como también por naturaleza ambos bandos tienen la misma oportunidad ante la vida y la muerte, de la que no te libras ni con dinero? Aunque claro, es evidente que con dinero el sufrimiento psicológico de la enfermedad es menor, puesto que carecer de dinero para una atención digna te consume la existencia atrozmente, te brinda mayores preocupaciones que el yo adinerado, por eso si algún día me enfermo de gravedad, disfrutaré de mi sufrimiento hasta más no poder, puesto que no creo en el suicidio como un acto racional, ya que lo considero un acto intrascendental, ya que lo veo como lo más paupérrimo del ser y hacer, antes prefiero el martirio de la vida diaria o morir a lo Sócrates, eso sí me parece maravilloso y admirable, por lo trascendental que representa su muerte; así que si algún día aparezco muerto por suicidio, es evidente que fui asesinado.

Por eso, pienso que es imperdonable e injustificable las dos acciones realizadas por los protestantes y las fuerzas del orden, aunque sé que ambos son títeres de los bandos sanguinarios de las ideotologías de derecha e izquierda, a las que a partir de ahora me atreveré a llamar libremente las ideologías, aunque creo que también podemos considerar a los paupérrimos de centro, que en el país son lacras porque andan de comodines y no de ideólogos, por razones que se resumen a su silencio en tiempos difíciles, pero bueno, por ahora quiero decir que ambas ideotologías son sangradoras de la patria, delincuentes de las arcas y con un nulo interés por la dignidad de las personas, y por eso ambos son modelos fracasados para la democracia real, porque ambos son extremos de la miseria, miseria con diferentes matices, aunque con la misma acción de gobierno, porque en uno la dictadura se da de manera descarada, porque así es la izquierda socialista de los ejemplos que siguen los dizque pensadores peruanos, puesto que siempre terminan mencionando a Cuba y Venezuela como ejemplos de grandes gobiernos de izquierda, cuando en realidad son ejemplos de la más grande miseria humana, a esa que podríamos llamar el gobierno de la desenfrenada opresión saqueadora del pueblo y no de izquierda, porque si hablamos ideológicamente de la izquierda ahí tenemos a Finlandia, Alemania, entre otros, pero no, estos ideotologizados citan a estos países de izquierda fracasada, gracias a que son incapaces de darse cuenta que sus países ejemplos representan a la miseria, cosa que se comprende por esa incapacidad de pensar más allá del adiestramiento de ideotología política que profesan o a la que se adhieren para protestar.

Por otro lado, tenemos la otra cara de la moneda, la derecha capitalista que se disfraza de democracia, cuando no es más que la misma miseria que la izquierda radical solo que sin ser tan descarada y opresora como esa izquierda, sino más bien como las grandes mafias del mundo, puesto que todo se hace disimuladamente, sino miremos al más atroz ejemplo de esta ideotología política de derecha: EEUU, el país más irracional del mundo, donde se cometen dentro y fuera de su patria las más grandes atrocidades del mundo, siempre buscando una razón para justificar sus barbaridades humanas, cosa que también me parece despreciable, aunque este tipo de ideotología nos hace soñar con la posibilidad de alcanzar una vida digna a través del alcance de un nivel clase media, y por eso se vive soñando con una vida digna siempre de la mano del dios dinero y del poder, sin darnos cuenta que el poder no está en los bolsillos sino en nuestras mentes y acciones que pueden cambiarlo todo si caminamos juntos hacia un objetivo firme y claro, a pesar de las tormentas que significa acabar con las mafias, y para eso es necesario e indispensable que nos dejemos de vicios sociales que nos nublan el pensamiento y nos impiden trascender, es decir, el pueblo debe salir de malgastar el dinero en el alcohol y la ignorancia, esa que hoy en día se puede llamar mediocridad, porque en estos tiempos existen medios para acceder a la información y al conocimiento por voluntad propia; y así también los ricos deben alejarse de la opresión al pueblo, porque no tiene nada de digno humillar a otros para sentirse mejor o – como ellos llaman- superior.

Es evidente que estos dos sistemas provienen de la ambición del hombre, aunque siempre de una minoría de incapacitados para razonar, porque solo los incapacitados para pensar van a querer oprimir al otro, a través del saqueo y de una serie de argucias que “el poder” les permite, puesto que todavía se vive en un sistema de emperadores, reyes, burgueses, ricos, políticos y plebe, pueblo, esclavos, clase obrera, cosa que es lo más descorazonado que puede consentir la descorazonada humanidad dizque racional, porque si estos tuvieran un mínimo de razón o de sentir humano el mundo sería otra cosa, pero lastimosamente no lo tienen, por ende, vemos toda la miseria de su vacío existencial reflejado en la opresión de los más débiles; y por ende es gente que solo busca llenar el hambre de poder que no pueden saciar porque su vacío es existencial es demasiado grande y hambriento, cosa que sucede también gracias a un pueblo que se deja someter ante los amos, ya sea por costumbre o resignación, puesto que no se analiza ni se cuestiona nada, puesto que seguimos siendo esclavos de nuestra propia incapacidad de ser, y por ende vivimos esperando que venga un dizque “salvador” que quiera darse de revolucionario e intente convencernos de levantarnos en martirio para que ellos puedan conseguir sus objetivos sin que nosotros nos demos cuenta jamás, porque conocen bien nuestra incapacidad de pensar, razón por la cual a lo largo de la historia hemos tenido más de un tirano en el poder, luego de librarnos de otra tiranía.

Ahora, si vemos estos casi dos meses de protestas en Perú vamos a poder comprender mejor de lo que comento, porque estos meses nos enseñan de que es más que evidente que en este país tenemos en cancerización un problema político recurrente, aunque yo me atrevo a decir que más que político es un problema pedagógico, puesto que la educación es la que nos permite tener a este pueblo incapacitado para pensar o razonar, y todo porque todavía seguimos siendo un pueblo de supervivencia y ahora trataré de demostrarlo por qué:

1) ¿El pueblo tiene derecho a protestar? Sí. ¿Tiene libertad de elegir protestar o no? Sí. ¿Tiene derecho de joder la vida de los demás? No. ¿Tiene derecho para perjudicar la economía de los demás? No. Entonces, ¿por qué es incapaz de ver que está destruyendo al país sin lograr nada trascendental, es decir, sin lograr nada para que los pobres no sigan sufriendo más penurias? ¿Acaso se han puesto a pensar en cuántos están vendiendo su alma o cuerpo para poder sobrevivir a estos tiempos de elevados precios gracias a sus protestas, la crisis mundial y los desastres naturales? ¿Acaso se han puesto a pensar en todo el trabajo de los agricultores que se desperdicia como si no existiera gente muriéndose de hambre, gracias a los bloqueos de las carreteras?

2) ¿La policía y fuerzas armadas tienen derecho a matar a las personas? No, absolutamente NO. ¿Tienen derecho a proteger al pueblo de la delincuencia? Sí. ¿Hacen un juramento de honor o ético para servir a la justicia? Sí. ¿Entonces por qué están cometiendo tantos atropellos contra la gente del pueblo? ¿Por qué el país está tan cargado de delincuentes? ¿Por qué se quedan atados de manos, como esclavos, obedeciendo órdenes que destruyen su propia dignidad?

Sí, es evidente que ambos bandos están siendo borregos, animales domésticos que han caído en manos de los amos que se dieron cuenta que estos animalitos racionales requieren de un amo que les dé las órdenes para actuar, y por eso son incapaces de ver que ambos están a punto de destruir al país para que gane uno de los dos delincuentes de la nación ideotologizada, es decir, la izquierda o derecha. Sí, es evidente también que no me gustaría respuestas que intenten justificar estos actos irracionales de ambos bandos, quien lo justifica simplemente es un ser ideotologizado, vamos un idiota manipulado, una mente lavada, un incapaz para razonar o pensar, un miserable o simplemente un tirano más que aparentemente piensa en el pueblo o país, cuando en sí solo está pensando en su sobrevivencia, justificando toda violencia según su bando de pensamiento, y digo bando porque sucede que hoy en el Perú no existen partidos políticos, y esto pasa justamente por la misma razón por la cual no es ideología sino ideotología política, puesto que los partidos políticos carecen de filosofía política, por ende, carecen de esa capacidad de pensar o razonar en qué cosas contribuyen a que una sociedad se desarrolle mejor según la ideología política que se pretenda postular en el partido, sea de izquierda, centro o derecha, y por ende son un fracaso de partido político, un fracaso ideológico, porque lo que finalmente existen en esos dizque partidos políticos es la filosofía del fundador del partido, en los viejos partidos, y la filosofía de vida del fundador o dueño del partido, en los nuevos, simplemente porque hoy los partidos han caído en el mundo del hampa, en el sistema de los bandas organizadas, puesto que son casas de organizaciones criminales, porque viven en los grandes y profundos hoyos de la corrupción descarada, tal y como lo vemos en la actualidad, desde los nacionales hasta los locales, es decir, un partido político se ha convertido en una cuna de criminales organizados que roban a la patria como un delincuente simple lo hace en las calles a los ciudadanos, porque estos son ciudadanos que todavía no han aprendido lo que es tener dignidad, simplemente porque no conocen el amor propio ni el amor a los suyos, tal y como lo hace la mayoría del pueblo, y por eso vemos que el pueblo sigue dando oportunidades a través de su voto a las mismas organizaciones criminales de siempre. Por ende, es irracional que alguien esté pidiendo a estas alturas del partido la liberación de Pedro Castillo o que ande haciendo hurras a los actos de dina boluarte o del congreso de la república y toda la lacra fujimorista, así con minúscula, porque ninguno de ellos merece ser tratado con respeto o dignidad, peor después de estos hechos que nos han conducido a la miseria más grande de los últimos 20 años, porque en estos dos meses de protestas el pobre se hace más pobre y los ricos siguen siendo ricos, puesto que el pueblo protestante no ha logrado nada, nada más que perjudicar terriblemente a los otros pobres; y todo por culpa de la maldita mediocridad nacional que nos embarga, razón por la cual no se realizan actos racionales para cambiar la historia del país, para cambiar las cosas con dignidad, puesto que esta mediocridad nacional nos embriaga hasta colocarnos en planos de borregos en un pequeño grupo dizque de poder, los amo de la patria, los nuevos emperadores del siglo XXI, donde prima la indiferencia de unos contra los otros, donde finalmente todos son una sarta de mediocres por esa incapacidad de pensar, inherente al ser que vive como los animales salvajes: buscando sobrevivir ante la realidad existente, sin trascender, sin ir más allá de sí mismo; y es por eso que los ricos solo se preocupan por seguir siendo ricos, como la mayoría de la clase media, los que se creen inteligentes y todopoderosos porque se han hecho de una carrera profesional o una empresa que les da cierto nivel de vida, porque pueden ganar un sueldo dizque digno, mientras siguen buscando salir de la pobreza en la que se encuentran antes de ser pobres y por eso muestran su indiferencia ante los más pobres, debido a que penosamente en este sistema de vida que tenemos es necesario e indispensable oprimir a otros para crecer; dejándonos como resultado final a los pobres que siguen añorando que la pobreza desaparezca de sus vidas en algún momento, mucho antes de que venga la muerte; y por esa razón muchas veces estos viven esperanzados en la venida de un “salvador” que les rompa la cadena de la podredumbre.

Sí, es verdad que el pueblo tiene derecho a protestar y exigir cambio de las autoridades cuando le dé la gana, cuando no está de acuerdo con ellos. Nadie dice que no lo hagan, pero, por favor, sin actos que perjudiquen a otros, porque ya no son tiempos para andar con salvajismos, puesto que son tiempos donde solo la inteligencia podrá liberarnos de la opresión si es que sabemos actuar como pueblo consciente, por tal razón invito al pueblo peruano a ser más inteligente y a protestar estratégicamente para acabar con la plaga de ratas que se ha convertido la política nacional, y empecemos con los gobiernos locales que tenemos, participemos más en las políticas locales, exijamos y supervisemos más las obras de los alcaldes distritales, provinciales y de los goberladrones, perdón, gobernadores, y aprendamos a pensar, porque solo así podremos saber elegir, solo así podremos comprender que jamás vamos a sacar nada bueno de cimientos podridos, es decir, que si el fundador de un partido o el partido está putrefacto jamás vamos a poder cosechar buenos frutos en tierra muerta; por ende, es tiempo de que aprendamos a protestar con razones, con inteligencia, para cambiar esta penosa realidad, porque ya es tiempo de dejar de destruirnos los unos a los otros para empezar a destruir a cualquier pensamiento paupérrimo del opresor.

Sí, definitivamente necesitamos que la actual presidenta del Perú renuncie y que el congreso se vaya, pero que se larguen dándonos cambios constituciones que nos permitan no tener la misma lacra nacional en el poder. En lo particular yo jamás aceptaría que los despreciables políticos se vayan simplemente renunciando o convocando a elecciones, buscaría formas inteligentes de cambiar el sistema y golpear a los ricos, donde sean ellos los que pierdan, más que los pobres más pobres, y me dejaría de andar gritando y muriendo como revolucionario hormonal, dispuesto a liberar a Barrabas, porque esa es la orden que nos dan los amos en medio de nuestra revolución hormonal, puesto que somos incapaces de morir como Sócrates, porque carecemos de ideas para defenderlas, porque si tuviéramos un pueblo indignado de verdad, tendríamos un pueblo que se ha preocupado por leer la constitución y en estos momentos en vez de andar gritando que castillo era inocente, que era el presidente que el pueblo ha puesto, debería estar exigiendo que modifiquen el artículo que impide revisar los contratos ley con las concesiones estatales que se dan a las empresas en el Perú, que modifiquen esa obligatoriedad de ir a votar, que se elimine la multa por el voto, que se modifiquen tantos otros artículos que son necesarios para tener una mejor constitución para una vida más digna, porque es necesario modificar los artículos que no merecen la pena tenerlos, porque gracias a esos cualquier cosa pueda ser presidente, cualquier ser puede ser congresista, cualquier cosa pueda ser funcionario público, y para exigir eso debemos usar mecanismos donde no le damos ni a los ricos ni a la prensa lo que quieren, es decir, sin exponer la vida de inocentes inútilmente y sin la necesidad de causar destrozos. Y esta debería ser la forma de protestar de todos los peruanos, sea de pensamiento de derecha o de izquierda: no más manifestaciones violentas, porque se lo debemos a esas más de cincuenta víctimas que han muerto durante estos días de protestas, tanto a los del pueblo como a los policías, porque ninguna muerte puede justificarse, quien justifique la muerte del pueblo protestante por los disturbios tiene un problema genocida que debe contemplar, y quien justifique la muerte de los policías por la rabia de las otras muertes tiene un problema de conciencia y personalidad, porque estamos justificando atrocidades en cualquiera de los dos bandos y quien dice gozar de conciencia y razón no puede permitir ni justificar estos actos violentos, porque todas estas muertes que se dieron en estas protestas son muertes inútiles, muertes que se pueden evitar sin tan solo aprendemos a protestar con razón, de forma inteligente, como nos lo permite un artículo de la Constitución, esa que nos permite poder eliminar, modificar y crear leyes en favor del pueblo si tan solo recolectamos determinadas cantidades de firmas, cosa que es numerosa, pero no imposible si tan solo nos ponemos la camiseta para hacer historia y armar una revolución de verdad, una revolución acorde a estos tiempos, una revolución intelectual; pero como esto no es lo que les ordena el amo y su mediocridad el pueblo no sabe sobre esta forma de protestar ni lo hará, y mientras tanto esta forma de protestar seguirá siendo un sueño de un adolescente de quinto de secundaria que se enteró de ese detalle de la Constitución Política del Perú.

Por otro lado, pienso que el principal problema del peruano de estos días radica en dos puntos: por un lado tenemos al bando que mueven los izquierdistas, a los revolucionarios hormonales, esos que estos días para mí son como perros rabiosos que están dispuestos a cargarse a todo el país, porque carecen de lógica y razón, de ideas claras, de propósitos reales, simplemente porque sé que la indignación o impotencia cuando estalla es asesina e irracional; y por otro lado tenemos al bando de los que moverían la derecha, los clasemedianos que no quieren perder su estatus social que el sistema de vida o Constitución les ha permitido obtener o desarrollar, quienes también han perdido lógica y razón, solo que de forma no violenta, sino gracias al conformismo y egoísmo de su “individualismo”, ese que de hecho tuvo que hacer sacrificios para alcanzar el nivel en el que se encuentran actualmente; y desde el donde –quizás– están haciendo obras de caridad para intentar sentir alivio ante las paupérrimas realidades de otras gentes que no tienen la misma oportunidad que ellos, ya sea de padres que le brinden la mano para progresar, ya sea de genética que le permita seguir en pie de lucha sin rendirse ante los obstáculos, sin cavar su tumba por depresión, sin matarse por corrupción, sin morir en manos de los que tienen el poder por querer cambiar las cosas con claras ideas, sin ver manchado su imagen por los que no quieren perder el poder de la opresión al pueblo; razones por la cual todavía seguimos teniendo un pueblo dividido que sigue cosechando la misma miseria año tras año, así como la misma revolución hormonal una y otra vez, simplemente porque no hacemos esos cambios Constitucionales necesarios e indispensables para cambiar la historia del país; y por esa razón me gustaría invitar a los peruanos a alzar su voz de protesta contra las autoridades actuales y exigir esos cambios Constitucionales necesarios, esos que realmente terminarán golpeando más a los ricos, más que a los pobres más pobres del país, y esto podemos lograrlo si tan solo nos uniéramos de verdad para ello, cambiando nosotros mismos los artículos de la Constitución usando el artículo que nos da ese poder. Pero como el peruano está acostumbrado al show y la victimización dudo que esto pase, porque gracias a ese show y victimización en los últimos veinte años hemos elegido al mismo prototipo presidencial, al dizque mal menor, yendo cada vez a peor elección, teniendo resultados más degradantes que el anterior, simplemente porque conforme fue pasando el tiempo la mediocridad nacional se fue incrementando, a tal punto de que en estos tiempos está en proceso de metástasis nacional, puesto que son incapaces de comprender que en vez de salvar al país lo estamos destruyendo sin lograr ningún cambio sustancial, algo que no vamos a lograr si nos seguimos manteniendo en esta mediocridad nacional que nos cancerígena la racionalidad y la dignidad, cosa que no nos permite ver más allá de nuestra indignación y esclavitud, esa que no nos permite vivir o estar acordes a las riquezas que poseemos como la nación, desde la tierra hasta las costumbres nacionales que vamos perdiendo por la falta de conciencia y humanidad, por falta de amor propio, por la falta de razón, por falta de educación, por la pésima costumbre de andar esperando un salvador en vez de salvarnos a nosotros mismos y mejorar nuestra forma de vida, dejándonos de los vicios sociales y de la incapacidad de pensar para formar generaciones más conscientes de la vida y de la dignidad.

Pucallpa, 29 de enero de 2023 a las 09:12 horas

El Perú en un callejón sin salida

«Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua». Con esta frase, hoy 18 de enero, recordamos el nacimiento del escritor, antropólogo y etnólogo peruano autor de “Los ríos profundos”, José María Arguedas.

Rogelio Cedeño Castro. Sociólogo y escritor costarricense.

La pérdida de más sesenta vidas de ciudadanos peruanos, como fruto de la represión del gobierno instaurado, mediante un golpe de estado congresal militar, por los perdedores de las elecciones de 2021, no es un acto que se pueda calificar como democrático, más bien representa la instauración de una dictadura sangrienta y represora, un régimen donde los derechos humanos y el estado de derecho no existen. Las grandes mayorías del Perú Profundo: gentes de los Andes, la costa y la selva que han salido a defender su voto, además de su derecho legítimo de participar en la toma de decisiones en un país profundamente desigual, racista y discriminador de las grandes mayorías urbanas y rurales.

Cuando se mencionó el caso de Brasil, con el asalto a los edificios de los poderes públicos en la capital brasileña, y los peligros que estas acciones representan para la democracia en la región latinoamericana, se omitió profundizar en las condiciones mínimas de legitimidad y de respeto al estado de derecho que se requieren para que la democracia latinoamericana vaya más allá de las mascaradas electorales que se organizan cada cuatro o cinco años en nuestros países. La ausencia o el irrespeto sistemático al debido proceso, la presunción de inocencia, las garantías de contar con una defensa legal y el habeas corpus conforman una peligrosa corriente que nos deslizan hacia el autoritarismo y el totalitarismo de una derecha agresiva, inculta, mentirosa y enemiga de la libertad de pensamiento: todo ello con el concurso decisivo de los poderosos medios de comunicación corporativos, y de un poder judicial manipulado por los poderes fácticos e imperiales, donde algunos jueces, y fiscales manipulan descaradamente los mecanismos de la “justicia” tornándola inviable, tanto como la democracia misma en los países de América Latina, al judicializar la política en beneficio de sus intereses acusando falsamente, a través de los mecanismos del lawfare, a aquellos políticos que se quieran salir de la disciplina neoliberal, con sus políticas de saqueo sistemático de nuestros países y de irrespeto a los derechos humanos. En síntesis una institucionalidad presuntamente democrática de espaldas al pueblo, sin su participación más allá del manipulado sufragio.

Además, la intervención descarada de los defensores incondicionales de los intereses de las corporaciones transnacionales europeas y estadounidenses (incluida la jefe del Comando Sur de los Estados Unidos) acentúan lo que constituye el mecanismo, mediante el que se ha tornado imposible el ejercicio democrático efectivo en la mayoría de los países de nuestra región, por lo que nos encontramos en una profunda crisis de la democracia, sólo equivalente a la que planteó en 1966, el expresidente dominicano Juan Bosch (1909-2001) en su libro CRISIS DE LA DEMOCRACIA DE AMÉRICA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA, a raíz de la invasión de la República Dominicana, en abril de 1965, por cuarenta mil marinos estadounidenses, con el propósito de impedir el retorno a la democracia en ese país caribeño, emprendido por los revolucionarios constitucionalistas de aquella generación dominicana. Bosch calificó esa figura dándole el nombre de pentagonismo, ahora estamos ante un ascenso neofascista a escala internacional y regional.

Dado lo anterior, es que surge la obsesión de algunas gentes, por descalificar el recurso de acudir a los planteamientos teóricos de algunos autores y estudiosos de la sociología política, o la sociología del conocimiento (que trata de destrabar-por así decirlo- o explicitar la intrincada y compleja relación entre el conocimiento y la existencia social en sí misma), para intentar explicar o entender los alcances y componentes de la presente crisis peruana y latinoamericana, no importa si los aportes de los años sesenta y setenta del siglo pasado, o los de este cambio de siglo, en cuanto a los alcances de sus elaboraciones teóricas y trabajo de campo sobre estos temas, esa hostilidad latente aunque agresiva es algo que raya en el desvarío, el ridículo y la sinrazón manifiesta por parte de algunas gentes de la derecha totalitaria, que incluso se atreven a opinar sobre temas que no conocen o de los que no han leído ni una página.

Lo cierto es que, tanto la sociología como la antropología y la historia social, como las mismas sociedades latinoamericanas en tanto objeto de estudio, han experimentado grandes cambios en este medio siglo transcurrido, dentro del tiempo de la larga duración histórica: un hecho esencial, en el caso del Perú, es que hasta la década de los sesenta las grandes mayorías campesinas de los Andes Centrales del Perú estaban sometidas a un régimen de servidumbre, discriminación y racismo manifiesto, un tema que trataron con una dosis de empatía, e identificación con los pueblos originarios, no carentes del rigor analítico y el conocimiento sobre el terreno en el que se ponen de manifiesto esas realidades, autores como el antropólogo, novelista, poeta y traductor quechuahablante José María Arguedas Altamirano (Andahuaylas 1911-Lima 1969) y el periodista, escritor, cronista, poeta y novelista Manuel Scorza ( Lima 1928- Madrid 1983), con su saga de novelas cortas sobre las luchas campesinas en los Andes Centrales en aquellos años, previos a las reformas que introdujo el general Juan Velasco Alvarado, entre 1968 y 1975, quienes no necesariamente fueron sociólogos o se asumieron como tales, además de Héctor Béjar, el gran maestro de la sociología peruana, dada la inmensa producción bibliográfica producto de varias décadas de investigación y reflexión sistemática.

La verdad es que en un texto como este no pretendo, ni podría jamás agotar todo el complejo problema de la nación peruana, desde sus orígenes en cuanto a estado-nación, dos siglos hacia atrás, cuando fue inventada por los criollos herederos de los colonizadores españoles como un país, sin tener en cuenta a los pueblos originarios y poblaciones afrodescendientes.

La sociología, en tanto ciencia social, al igual que historia y la economía política no legitima en sí misma a los gobernantes de una nación, pero el apoyo del pueblo sí. En el caso peruano, nos encontramos con que Dina Boluarte, la presidenta de facto y sus titiriteros militares y oligarcas fujimoristas son rechazados por casi el noventa por ciento de la población(88 por ciento, según una encuesta de las más recientes).

A propósito de las acusaciones contra el presidente derrocado Pedro Castillo Terrones. formuladas por jueces y una fiscal oficiosa, además de parcializada, alguna gente parece olvidarse del debido proceso, la presunción de inocencia y el habeas corpus pilares del estado de derecho en una sociedad que sea democrática de verdad, tal y como habíamos mencionado al inicio de este texto. Ahora bien, de lo que se acusa a Pedro Castillo es de “acciones ilícitas” por las que no podía ser juzgado siendo presidente, las que, de ser ciertas, resultan ser insignificantes a la par del prontuario de todos los presidentes que lo antecedieron en el cargo, a lo largo de los últimos treinta años: unos presos, otros en fuga y uno suicidado (Alan García Pérez).

En el contexto actual, resulta inocultable la necesidad de destacar lo antidemocrática y mala perdedora que es la mayoría de la derecha en esta parte del mundo, no sólo en el Perú, sino también en Bolivia y hasta en Brasil, donde hace unos días trataron de dar un golpe de Estado. Por supuesto que esos son temas que a algunas gentes de la derecha no les interesan por lo que prefieren obviarlos, al igual que las más de sesenta víctimas mortales ocasionados por la represión ultraderechista ¿será que esos peruanos asesinados no son seres humanos? algo muy similar, a lo que pasó en Bolivia, en noviembre de 2019, con las víctimas de Sakata y Senkaba (alrededor de 40) durante la dictadura de Yanine Áñez, esa que el valiente pueblo boliviano supo revertir.

El presidente legítimo del Perú, el señor Pedro Castillo Terrones continúa secuestrado por gentes que usurparon el mando de la fuerza pública, cuando aún no había sido vacado por el congreso, ni se había seguido el debido proceso para concretarla. En lo que fue una clara violación del orden constitucional, algo que resulta de suyo evidente.

La lamentable ignorancia y cinismo manifiesto de algunas gentes las alejan cada vez más de la realidad. A fin de cuentas, tal vez no haya ciencia social o ciencias sociales(tal vez la brujería y la nigromancia podrían resultar mejores para algunos) como suelen afirmar sin ningún fundamento, pero lo cierto es que la mentira descarada sobre lo social tampoco nos aproxima al conocimiento de lo que de verdad ocurre: Todos los anteriores presidentes del Perú se agacharon ante la oligarquía y firmaron su hoja de ruta, a pesar de ello Alan García Pérez se suicidó cuando iba a ser detenido hace ya tres años(¿se asiló en los infiernos acaso?) al haber graves evidencias en su contra, Alejandro Toledo sigue detenido en Estados Unidos esperando ser deportado por defraudaciones multimillonarias, Ollanta Humala sigue procesado y con detención domiciliaria, Alberto Fujimori en la cárcel por crímenes contra la humanidad y así sucesivamente. Lo extraño es que a Pedro Castillo Terrones, que de socialista o comunista no tiene nada, no se le siguió el debido proceso y continúa secuestrado por el nuevo régimen, ese que ya ha asesinado a más de sesenta peruanos. Dina Boluarte, al igual que Jeanine o Yanine Áñez, la aprendiz de dictadora de Bolivia en 2019-2020, tiene manchadas las manos de sangre, al igual que su premier militar ultraderechista Alberto Otárola, terminará en la cárcel como la boliviana y el ultraderechista Fernando Camacho, otro de los ejecutores del golpe de estado de 2019 en Bolivia.

Es que solo quiero despertarte

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

De aquellos años viene el recuerdo de la intensa lluvia de papel picado y las banderas celeste y blanco ondeando en las gradas del Monumental de Núñez, el mítico estadio donde la Selección mayor de fútbol de Argentina ganaba su mundial, en un ya lejano y pálido 1978.

Recuerdo si, también, los discursos de las autoridades de entonces: las del fútbol, con un enconchado y astuto Avelange en su desafinado portugués, hablando maravillas de Argentina, su gente, sus autoridades, a las que retorcía sus ojos en procura que todo saliera bien en ese, su primer mundial de varios que engrosarían su carrera, pero sobre todo su esmirriada y cuestionada fortuna.

Recuerdo también a las autoridades políticas suturando discursos sobre la democracia y el agradecimiento al pueblo argentino por su “ejemplar comportamiento”.

Entonces me llamaba la atención la cohorte de personas investidas de legitimidad, denominando a un mundial de futbol como el “mundial de la Paz”, en esos, los años magros para los derechos humanos en un país como Argentina.

Entonces sobre la cancha de ese mítico estadio, decenas de estudiantes formaban figuras al compás de marchas militares. Quizá la más recordada sea aquella alegoría de dos brazos alzando un balón. Pero si nos fijamos con atención, con memoria, bien podrían haber sido dos brazos alzados a la señal de detención.

Cerca de allí, muy cerca, compañeros y compañeras suyos eran torturados en centros clandestinos administrados por la dictadura de un cínico llamado Jorge Rafael Videla, entonces acuerpado por medios de comunicación y el departamento de estado representado por Henry Kissinger, uno de sus amigos invitados de honor en esos días.

Tan cínico que, por aquellos días de mundial se hacía acompañar de personas detenidas para que funcionaran como escudo humano, por si algún contrario suyo se sentía incómodo y organizaba un atentado para acabar con su vida.

Mis registros sobre aquellos tiempos eran hasta hace poco, más que anecdóticos. No procesaban, lo confieso, nada de esto. Recuerdo si haber visto la ya clásica final Argentina-Holanda con mi padre. Uno de tantos rituales que habríamos de repetir en la vida por nuestra afición al fútbol.

Por eso ahora intento reparar esa memoria anecdótica en mí y convertirla en otra cosa. En amplificación, por ejemplo. Y la única forma de hacerlo es pidiendo perdón por la liviandad del recuerdo.

Mientras los cientos de miles de papeles picados hacían fiesta como una bandada de origamis migrantes hacia la libertad, otros cientos de miles de personas vivían el horror, el maltrato y la indignidad a las sombras, en la oscuridad, en la penumbra, en los sótanos. Lloraban en el fondo.

Aquellos fueron días oscuros para Argentina y para América Latina. Las cifras no concuerdan, pero las más comprometidas hablan de 30.000 personas desaparecidas por la dictadura.

Por eso hoy reconozco y resueno la valentía de mujeres como Margarita, que sobrevivieron y se quedaron con nosotros y nosotras, porque tienen una tarea fundamental que cumplir en la vida: decir nunca más a los horrores de la barbarie y la deshumanización, en contextos como el latinoamericano.

Nacida en Argentina y de profesión docente, el más político de los oficios apunta Freire, Margarita Drago se asume así misma como ex-presa política, sobreviviente de una de las más cruentas dictaduras experimentadas por este hermoso continente “canción con todos”, dicho alguna vez por la hermosa voz sanadora de la negra.

En un libro testimonio publicado este 2022 por Editorial Dunken (Buenos Aires) Margarita recompone los hilos de una memoria que necesitaba restituir: la suya propia, en la que recopila los cinco años de horror vividos en la clandestinidad de la detención (1975-1980), los abusos y la violencia, así como la de aquella compañera que entonces se convertiría en su ancla a la vida, su corazón bombeante, su amor absoluto.

En “fragmentos de la memoria, mi vida en dos batallas”, la querida Margarita descose los amarres del pasado y los cuelga amorosamente como mariposas en un tendedero del tiempo. Allí están meciéndose al vaivén de su historia, contada en primeras personas del plural intenso y luchador. Porque ella es una y varias al mismo tiempo

Entre el aquí y el allá, la oscuridad y la luminosidad, lo furtivo y lo permanente, lo esquivo y lo real, nos enseña que más allá de los dictados del canon para escribir crónica, ella misma es una crónica viviente.

Podría aquí citar tantos fragmentos de este texto magnífico que me erizó la piel, pero quiero concentrarme en uno donde Margarita levanta una bandera necesaria en nuestros días. Cito:

“La risa y el canto eran también nuestras armas de resistencia, aunque estaba prohibido reírse, hablar en voz alta, cantar, expresarse artísticamente a través del teatro u otras artes. Aun así, no dejamos de manifestarnos, de crear, de reír, incluso de parodiar nuestra situación de desventura. Las más creativas y talentosas en el arte escénico se lucían y, a escondidas, en los recreos internos y bajo la protección de un equipo de guardia, nos turnábamos para que las compañeras disfrutasen, rieran en un ambiente de genuina sororidad. Manifestar la alegría era otra manera de resistir y de combatir los embates del miedo” (p. 195).

La alegría, entonces como un recurso político. La alegría entonces como resistencia, la alegría entonces como instrumento por amasar el pan de la dignidad.

Es este libro una pieza en dos partes, que así es como Margarita ha querido recomponer una segunda impresión de esas memorias, añadiendo en este caso una historia no contada originalmente sobre esa otra lucha que dio estando presa: la lucha por un amor y su legitimidad en una sociedad aún carente de sensibilidad para asumir estas relaciones disidentes y en una estructura partidaria vertical y autoritaria, controladora de los cuerpos y las emociones, politizadora del afecto y el beso.

Al tiempo que leía estas memorias, la mía iba tratando de dejar su laxitud sobre aquellos días lejanos de finales de los años setenta. Quisiera encontrar las palabras precisas y adecuadas, pero todo lo dejó dicho Margarita en este texto, que invito a leer y vivir intensamente.

Quizá decir que su exilio forzado, al igual que el de cientos de miles de personas de nuestra América, produjo cicatrices que con el tiempo han empezado a sanar, pero no a desaparecer. El exilio no es una acuarela que se borre con el agua. Permanece. Se tatúa en el cuerpo de quien lo padece. Por eso abrazo a la mujer que con el exilio a cuestas hace hermosas pintas y poemas. Para la vida. Para su vida.

Margarita Drago, compañera, maestra. Intensa tu vida y tu obra. Por ello, como el más afecto de tus amigos te digo:

“Pero que libres vamos a crecer”.

Memo Acuña, Heredia. Octubre de 2022.

Camino a la dictadura

Imagen: Allan McDonald

Bukele y su proyecto de reelección

Todas las actuaciones políticas del presidente Nayib Bukele indican que está llevando rápidamente a la república de El Salvador hacia una dictadura de derechas.

David Mena

El último acto lo efectuó el 15 de septiembre, celebración de un nuevo aniversario de la independencia, cuando anunció que será candidato a la presidencia en 2024, violando la constitución, que prohíbe la reelección de manera inmediata.

La prohibición de la reelección inmediata se basa en la previsión de eliminar las ventajas que tendría un presidente en funciones porque utilizaría el poder del Estado para asegurar su triunfo sobre otros aspirantes.

La argumentación de los publicistas de Bukele consiste en afirmar que es un presidente popular y que nadie ha hecho lo que él ha logrado, y que eso le da derecho a reelegirse.

En el camino de la reelección se inscribe la destitución inconstitucional por el parlamento de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que fueron remplazados por otros, dóciles al gobierno.

Justificaciones y falacias

Los publicistas del gobierno “justifican” el proyecto de reelección en que Bukele ha sido un buen administrador, sobre todo cuando la pandemia, pero “olvidan” que en esta legislatura se dictó una ley para eliminar el acceso a la información de todo lo realizado por el ministro de Salud (como el uso discrecional de varios centenares de millones de dólares provenientes de Estados Unidos) y otros ministerios que también usaron fondos públicos.

Otro de sus argumentos refiere a la reducción notable de la cifra de homicidios desde que Bukele asumió, el 1 de junio de 2019 (no hubo ninguno hasta marzo de 2022, cuando como rayo en cielo sereno hubo 80 asesinatos en un fin de semana).

El periódico virtual El Faro demostró que en esos casi 3 años Bukele estableció un pacto secreto con las pandillas (maras). Luego rompió con una de ellas, la Mara Salvatrucha 13 (MS 13), por incumplimiento de las prebendas pactadas. No obstante, en ese mismo periodo crecieron las cifras de personas desaparecidas, así como el hallazgo de cementerios clandestinos, acciones atribuibles a las pandillas.

El Faro demostró, años atrás, que funcionarios de los gobiernos de ARENA y del FMLN tuvieron acuerdos secretos con las pandillas, por lo que fueron procesados por la fiscalía general de la república.

Pero eso no ha sucedido con funcionarios del gobierno de Bukele, porque la asamblea legislativa constituida el 1 de mayo de 2021, con mayoría absoluta de diputados del partido del presidente, destituyó, en la misma sesión de apertura, al fiscal general que investigaba las operaciones secretas del mandatario con las pandillas y la corrupción de otros funcionarios del gobierno actual.

El Fiscal General nombrado el 1 de mayo de 2021, obediente a las directrices del presidente, destituyó a los fiscales que investigaban el pacto con las pandillas y eliminó el acuerdo con la OEA que creaba la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIES).

Un régimen de excepción

A partir de marzo pasado, para encubrir la mentira del control territorial que ejercía el gobierno, Bukele tuvo una reacción violenta para “castigar” a los pandilleros y mostrar ante la población su poder.

Así, se instaló el “régimen de excepción”, que supone la pérdida de cuatro garantías constitucionales: el derecho a la libertad de reunión y asociación; el derecho a la defensa; el derecho a la inviolabilidad de la correspondencia e intervención de las comunicaciones sin que sea necesaria una orden judicial y el plazo de detención administrativa solo por 72 horas (que pasó a 15 días).

Entre marzo y septiembre últimos, el ejército y la policía nacional civil han capturado a más de 50 mil personas, incluidas muchas que no tienen relación con las pandillas pero que viven en los barrios populares y su condición de pobreza da a los captores la justificación para su apresamiento.

Se sabe sin embargo que las dirigencias de varias pandillas no están encarceladas y que además, hay decisión gubernamental de no entregar a líderes pandilleros solicitados por la justicia de Estados Unidos para ser juzgados en ese país.

Hay restricciones para que los presos accedan a procesos legales para demostrar su inocencia. No tienen acusaciones por delitos cometidos sino la presunción de que son pandilleros por apariencia o por lugar de residencia y porque forman parte de las cuotas de capturados que deberían cumplir los soldados y los policías diariamente.

Hoy hay en El Salvador, entre estos nuevos presos y los anteriores, unos 80.000 detenidos hacinados en las cárceles del país, que tienen una capacidad máxima cuatro veces inferior a esa cifra.

Durante los últimos seis meses ha habido denuncias de homicidios efectuados por autoridades carcelarias o por otros prisioneros y de muertes por negligencia en la atención médica de las personas privadas de libertad.

El factor del desencanto

Bukele ha destruido la institucionalidad democrática y ha creado una maraña de manejables funcionarios para su propósito de la relección.

Cuenta a su favor el desencanto de la población con todos los gobiernos que se han sucedido en los últimos años (cuatro de ARENA y dos del FMLN), que no proporcionaron alivio a la pobreza y miseria grandes sectores. La antigua estructura de dominación política y de concentración económica sigue vigente. Es pasado y presente.

La miseria ha llevado a grandes cantidades de salvadoreños, buena parte de ellos jóvenes, a emigrar, a integrarse a las maras, que se han constituido en un poder territorial y hasta político, o a sumarse al ejército de desocupados que no encuentran trabajo.

El Salvador tiene además acumulados problemas como una estructura económica concentradora del ingreso; marginación y exclusión social; inseguridad generalizada; emigración obligada; desempleo creciente; medio ambiente amenazado; deterioradas finanzas públicas y creciente endeudamiento externo; uso corrupto de presupuestos públicos; estancamiento educativo…

Bukele ha sabido captar ese desencanto, atacando a los partidos tradicionales y prometiendo mano dura a la delincuencia, y al mismo tiempo ha copado las instituciones del Estado para eliminar toda oposición.

El presidente considera un lastre para su gobernabilidad autoritaria las reglas democráticas constitucionales y con su mayoría legislativa controla todos los resortes del poder político.

Tras tres años de gestión está claro que gobierna para su grupo familiar y amistades, aliados a familias de la vieja oligarquía, de la cual sigue el mismo patrón de conducta: utilizar el aparato del Estado para incrementar su patrimonio.

Ahora necesita ser reelecto para evitar que un nuevo gobierno investigue su corrupción y para mantener el control del Estado con el fin de continuar la acumulación económica de su familia y allegados.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/el-salvador-2/camino-a-la-dictadura/

El estilo de gobernar

José Luis Pacheco Murillo

Cuando el estilo de gobernar se convierte en el tema de noticia y el tema de conversación en la ciudadanía y cuando las encuestas sobre si esa forma agrada o no y el resultado es positivo en favor del gobierno, implica que lo que se hace y lo que se dice por parte de los gobernantes es algo que llama la atención y que es diferente a lo que hemos estado acostumbrados sobre las actuaciones de gobiernos anteriores.

Desde luego que esa forma no es del agrado de todos. Aunque las encuestas den como resultado una aprobación de la mayoría sobre esas actuaciones, hay muchos que sienten temor por la forma y por las manifestaciones que se dan cada miércoles en las conferencias de prensa.

Por ahora, las decisiones que se han tomado implican acciones que nunca antes las habíamos visto pero todas al parecer dentro del marco de la ley. A pesar de eso hay preocupación en algunos sectores si esas formas y esas manifestaciones no se encaminan a una forma de gobierno que va en contra del sistema democrático y que se puede convertir en una tiranía o una dictadura, algo que asusta a algunos y que alegra a otros que consideran que lo que se está haciendo es lo que quería el pueblo.

Costa Rica es y ha sido una democracia en donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial tiene muy definidos sus roles y hasta hoy ha habido respeto entre quienes dirigen esos poderes y confiamos en que las cosas sigan de esa manera. Que no haya intromisiones entre ellos y que haya respeto a las funciones de cada uno. Mientras eso suceda la democracia se mantendrá. Aunque pueda parecer que las decisiones que tome el gobierno sean muy fuertes, pero si se hacen dentro del marco de la ley, no hay porqué suponer que hay abuso o tiranía. Quizá no estamos acostumbrados a la forma, pero si se hace dentro de ese marco legal es válido.

Dios quiera que no caigamos nunca en situaciones que hagan peligrar el sistema democrático y eso implica que nuestras opiniones también deben ser muy cuidadosas y fundamentadas para no crear ambiente desestabilizante y que vayan a crear polarización entre nosotros, eso puede ser más peligroso que las mismas acciones del gobierno.