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Etiqueta: economía de mercado

Los acontecimientos y cambios en el primer cuarto del siglo XXI

German Masís

Había pensado escribir, como un cronista más de la historia, sobre los acontecimientos más importantes del primer cuarto del siglo XXI, entre los que estaban los avances tecnológicos, los cambios políticos, las modificaciones en la hegemonía económica mundial y las pandemias, tratando de establecer cuáles han sido los acontecimientos más determinantes y relevantes en las sociedades actuales y en la vida de las personas.

Comencé identificando los avances tecnológicos en el mundo, como el acceso extendido de internet a casi todo el mundo, la generalización del uso de los teléfonos móviles, el desarrollo de equipos como los smartphones, el surgimiento de las redes sociales y de la inteligencia artificial y haber descifrado el genoma humano.

Luego pasé a valorar los cambios políticos de mayor repercusión como las primaveras árabes y la caída de algunos gobernantes en los países del norte de África, el brexit en Inglaterra que rompió la Unión Europea, la elección de Putin como presidente de Rusia, el movimiento de los chalecos amarillos en Francia, la elección del primer Presidente negro en Estados Unidos, el surgimiento de gobiernos progresistas en los países de América del Sur y la creación de UNASUR, la difusión de atentados terroristas en varios países occidentales, que incluye los atentados a las torres gemelas en Nueva York, el ascenso de Trump en Estados Unidos y la invasión de Ucrania por Rusia.

También puse atención a algunos acontecimientos, como la disolución de la ETA, las guerras de Irak y Afganistán, a los atentados terroristas en varios países europeos, que incluye los atentados en las torres gemelas en Nueva York, en Inglaterra, en Francia y en España y la preocupación mundial por el terrorismo y la violencia, la invasión de Ucrania por Rusia y la de Israel a los territorios palestinos.

A nivel económico, acontecimientos destacados como el auge de la economía global, la consolidación de China como segunda potencia económica global y su expansión a otros continentes, el surgimiento de la Economía del conocimiento y el predominio de las empresas tecnológicas, la relocalización del capital y su incursión plena en países asiáticos y latinoamericanos y el auge de las grandes corporaciones comerciales y del consumismo, el surgimiento y consolidación del bloque económico de los BRICS, la crisis financiera e inmobiliaria del 2007 y el boom de los tratados de libre comercio impulsado por Estados Unidos.

En el campo ambiental, hechos como el tsunami del Océano Indico, el huracán Katrina y otros huracanes de gran impacto, el impulso de las energías alternativas, la afirmación del calentamiento global y del cambio climático como fenómeno global y en el ámbito de la salud, la pandemia de gripe A1N1 en el 2009 y la del covid-19, la más letal en 100 años.

Por su parte en los deportes, los mundiales de futbol en los continentes africano y asiáticos, de Sudáfrica del 2010 y el de Qatar 2022, abrieron esta competencia a otros continentes, mientras los juegos Olímpicos de Sídney del 2000 y de Río de Janeiro en 2016, llegaron a Australia y Sudamérica, después de muchos intentos.

Quizá ya hemos olvidado los acontecimientos de este cuarto de siglo, pero lo que no podríamos olvidar son las consecuencias de algunos de ellos y el impacto que tuvieron en la vida del país y en nuestras propias vidas.

Probablemente siempre recordaremos la llegada de los teléfonos móviles, de internet y de las redes sociales, el ascenso al poder de Barak Obama y de Lula Da Silva, pero aún más impactante la caída de las torres gemelas en el 2001.

También impactante la crisis económica internacional del 2007 y el Tratado de Libre comercio con Estados Unidos, Canadá, México, los países de Centro América y República Dominicana, que conmocionó y dividió al país en el Referéndum.

El cambio climático ha sido una realidad con sus efectos y desastres por huracanes y los cambios en la temperatura y el clima y en salud, sin duda la pandemia del Covid-19, que puso en emergencia al sistema de salud y restricciones a la población por casi 2 años.

En tanto el mundial de futbol del 2014, marcó una verdadera hazaña para la selección nacional con sus triunfos épicos contra Italia y Uruguay, quedando en el primer lugar del grupo y luego en la siguiente ronda contra Grecia.

Sin embargo, lo realmente importante es establecer cuáles acontecimientos han generado transformaciones que han trascendido y que han cambiado el rumbo del mundo y que son las que explican la realidad actual de los países.

En ese sentido, las tecnologías de la información y de la comunicación, no solo han cambiado las formas de informarse y comunicarse, sino también las relaciones sociales y la veracidad de la información y han generado una brecha tecnológica que no ha sido superada.

Los cambios políticos en el mundo no siempre han sido para el bienestar de la población, si no para llevar al poder a líderes populistas y autoritarios con el apoyo del voto de un segmento pequeño de la población, decepcionado de los partidos y la política tradicional, que apuesta a un cambio que resulta riesgoso e incierto.

Mientras las guerras de este siglo, como las de Irak y Afganistán, Yemen, Sudán, Etiopía, El Congo, Siria, Israel con Irán, Líbano y Palestina y la de Rusia con Ucrania, nos han recordado que éste ha sido el período de mayor cantidad de guerras desde la II guerra mundial y que la paz no ha tenido espacio en este siglo, más allá del terrorismo que ha sido una expresión más de ese estado de guerra permanente en el mundo.

A nivel económico, el predominio de la economía de mercado, de la empresa corporativa multinacional y de la inversión extranjera en un mundo de negocios y finanzas globalizadas, se debate en la actualidad frente al cuestionamiento del libre comercio y la imposición de barreras arancelarias al comercio por parte del otrora promotor de estas estrategias económicas: Estados Unidos; es la globalización y la desglobalización en apenas un cuarto de siglo.

Los acontecimientos y cambios del siglo XXI nos han dejado inmersos en un mundo capitalista más desigual, dominado por el 1% de la población, los ricos y superricos, frente al 99% que se debate en la pobreza y la exclusión. Así mismo, nos han dejado democracias representativas, cada vez más débiles, en ciudades polarizadas, acechadas por el narcotráfico y el crimen organizado y el deterioro de los derechos humanos, dentro de una sociedad líquida, caracterizada por “su estado fluido y volátil, en la que predomina la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios que ha debilitado los vínculos humanos”, según la concepción del maestro Zygmunt Bauman. (2003).

Reconstruyendo el Estado Social de Derecho

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

Al parecer, la resolución de la Sala IV respecto del “Proyecto Ley Marco de Empleo Público” tuvo algo de “salomónica”. Por un lado, reafirmó el precepto constitucional y democrático de división de poderes, por lo tanto, salió en defensa del Estado de Derecho y la democracia como régimen jurídico. Y, por otro, legitimó la propuesta de un salario único sin pluses y limitó la negociación, vía convenciones colectivas, en esta materia, lo que implica en cierta forma apoyo a una política de salarios decrecientes en el sector público y, por consiguiente, un golpe al Estado Social.

Avance en materia de gestión democrática, un freno a los aires oligárquico-autoritarios del pluripartidismo neoliberal en alzada. Y retroceso en materia socio-laboral en un sector estratégico para el desarrollo del país, a pesar de que ha sido intensamente vilipendiado por parte de quienes solo ven virtudes en el sector privado y vicios y privilegios en el público, atendiendo a esa trillada lógica maniquea con la que la prensa y los “publicistas” del neoliberalismo han venido atizando el fuego de los odios entre ambos sectores.

Celebramos la decisión de la Sala IV porque significa ponerle límites a una clase política que, como bien señala Marcos Roitman, al igual que “los hacedores del capitalismo transnacional rechazan los valores democráticos. Pero como creadores de la nueva derecha y seguidores del fascismo societal se manifiestan en fervientes defensores de la idea de progreso a favor de la economía de mercado, de la propiedad privada y del beneficio personal […] Sus ideas no se encuentran en la cruz gamada o en las camisas negras, las defienden los representantes de los organismos internacionales del FMI. El Banco Mundial, La OMC y de los gobiernos conservadores, neoliberales o defensores de la economía de mercado en sus versiones progresistas y socialdemócratas” (Roitman, Marcos (2007) Democracia sin demócratas y otras invenciones. Madrid, Ediciones sequitur, p.94).

Efectivamente, lleva razón el autor citado al calificar de “fascismo societal” a este conjunto de ideas y acciones políticas que vienen impulsando las nuevas fuerzas políticas, que se visten de progresistas y socialdemócratas, pero que en lo esencial son portadoras de un proyecto conservador cuya meta es desmantelar el Estado Social de Derecho, para favorecer a los grandes intereses empresariales y financieros nacionales y extranjeros.

Con gran acierto, el movimiento sindical ha convocado a un “Encuentro Nacional por la defensa del Estado Social de Derecho”. El país se encuentra en la encrucijada entre retroceder a la Constitución Liberal de 1871 o defender el Estado Social de Derecho de la Constitución vigente de 1949. Definitivamente, llegó la hora de demandar a los poderes del Estado actuar en consecuencia con los preceptos constitucionales que abogan por una repartición equitativa de la riqueza, la defensa y el respeto de los derechos humanos, así como la salvaguarda de la división e independencia de los poderes de la república.

NO al Estado Asocial sin Derecho de las fuerzas políticas del autoritarismo antidemocrático y SÍ al Estado Social de Derecho de las fuerzas sociales de la dignidad y la solidaridad.

Nota de redacción: En la foto de cabecera se aprecia una vista parcial del Encuentro Nacional por la Defensa del Estado Social de Derecho realizado este martes 3 de agosto, en el Centro Internacional de Convenciones de la ANDE. Asistieron más de cien personas de organizaciones sociales y sindicales.

La transformación educativa será transformación política

Esteban Beltrán Ulate.

Por Esteban Beltrán Ulate
Profesor
esbeltran@yandex.com

El sistema educativo no se ha liberado del martillazo neoliberal que pretende movilizar la economía sin importar la vida humana. La estrategia de la economía de mercado tiene como única meta la generación de riquezas sin importar los medios, y es que, en el neoliberalismo el fin justifica los medios: jornadas flexibles, emasculación de contratos, exposición de la fuerza trabajadora a la pandemia, debilitamiento de la estructura sanitaria, entre muchas estrategias más.

El sistema educativo costarricense, viene anunciando a modo de mantra desde finales del 2020, la estrategia “Regresar” (2), todo esto tras una nebulosa de incertidumbres, que parece que solo son reconocidas por aquellos que tienen vínculos cercanos con las instituciones educativas públicas de manera global. La ausencia de indicaciones claras, orientaciones específicas según condiciones por parte de la institución encargada de dirigir el sistema educativo, es la migaja de hambre de cada día.

Luego de que se anuncia un llamado de atención por parte de Contraloría General de la República respecto al llamado Regresar del MEP (2), la Ministra Cruz de manera elocuente en redes sociales, anuncia el retorno, ahora bajo una aparente estrategia responsable llamada “#YoMeCuidoYoTeCuido” (3), como si estuviera a las puertas del Edén. Pero más allá de toda esta parafernalia, la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido” no es nada más que un “sálvese quien pueda” con las uñas, ¡quién tenga! Lo anterior implica nuevamente un ensanchamiento: no solo entre instituciones públicas y privadas, sino también, entre el centro y periferia estudiantil de las mismas instituciones públicas. Por otro lado, queda expuesta -entre líneas- la visión del educador por parte de la dirección del sistema educativo costarricense: el maestro máquina. ¿Qué es esto?

En la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido”, que será a la medida de cada centro educativo, y bajo la perspectiva de cada director de centro educativo (cabe destacar que al día de hoy hay centros sin una dirección nombrada, por lo que están bajo la tutela del supervisor del circuito educativo), esto implica que la estrategia es poco más que individualista, con las únicas indicaciones de respetar protocolos (sin tener conocimiento si existe en cada centro educativo las condiciones materiales para la adquisición de materiales de limpieza e higiene) y con un aforo determinado que debe responder a las condiciones espaciales de cada aula, servicios sanitarios y lavatorios de cada centro.

En la estrategia “Regresar+YoMeCuidoYoTeCuido” no hay matemática, no hay sentido común; lo que se vislumbra es un desplazamiento de la responsabilidad a los directores y directoras de los centros educativos (que serán consultados constantemente por “estadísticas” frías), y que estos a su vez, posiblemente ejercerán un efecto de presión en cadena a las educadoras y educadores.

Bajo esta metodología que la pandemia ha exacerbado, los centros educativos serán las nuevas maquilas, donde los maestros máquina, sin vacuna de por medio, asumirán la tarea de enfrentar sub-grupos presenciales y megagrupos virtuales, todo dentro de una misma modalidad de jornada que “no es ni chicha ni limonada” (que no distingue día de noche, no distingue días de la semana, no distingue a las y los docentes que pertenecen a más de un centro educativo), pues no es un sistema de trabajo presencial ni mucho menos teletrabajo, sino una mera estrategia bonapartista desde la dimensión política para poder responder a medias a los intereses económicos que se alimentan del sistema educativo formal.

Las y los maestros se expondrán al virus neoliberal y al coronavirus por igual bajo un modelo de explotación, las y los estudiantes (que están excluidos de la vacuna, pero que no están exentos de contagio ni de transmisión a terceros) estarán mediados de manera desigual, los centros educativos bajo la tutela de juntas de educación y juntas administrativas tendrán que sorteárselas para atender las angustias diarias, y desde una oficina seguirán pidiendo las estadísticas, a directores que terminan ahogándose en papeles o bailando al son de la parafernalia.

¿Qué hacer?, (a) las y los docentes debe unirse a nivel institucional y circuital en núcleos educativos, para plantear rutas de resistencia a las directrices emanadas por el Ministerio de Educación Pública (MEP), (b) visibilizar por medio de los medios de comunicación tradicionales y alternativos los escenarios de peligro que exponen la salud pública de la comunidad educativa, (c) presionar con los sindicatos para un plan de educación a distancia con alternativas de tutorías bajo un sistema unificados de aprendizajes base y con un acompañamiento integral de los medios de comunicación masiva, tanto públicos como privados, (d) encontrarnos como comunidades educativas abiertas a la sociedad y abrazar la incertidumbre con brazos de esperanza, hacer una pedagogía popular liberadora al margen de las formalidades que solicite el MEP.

Finalmente, a partir de esta tensión que será resistencia-creatividad durante el 2021, construir redes comunitarias para escribir el bosquejo de la historia que queremos construir, y plasmar de manera local y regional, planes de desarrollo, proyectos de ley, y construir una base popular para una transformación política que nacerá por medio de la transformación de conciencia-educativa-popular desde las bases comunitarias.