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Etiqueta: economía

Descarbonizar la economía con soluciones reales

COECOCEIBA, mayo del 2018

 

La descarbonización fue el gran tema del hoy presidente Carlos Alvarado, durante la campaña electoral. Este concepto fue mencionado un sinfín de veces pero su contenido, es bien amplio y nunca se precisó cuáles acciones se llevarían a cabo para hacerla realidad. En este sentido, la descarbonización nos recuerda el cambio, caballo de batalla del ex-presidente Luis Guillermo Solís. Con esto resaltamos que puede ser cualquier cosa y por esto mismo, puede decepcionar a mucha gente.

En este sentido, las declaraciones del Señor Ministro Carlos Manuel Rodríguez[1] son más que pertinentes: porque por un lado nos dice que la descarbonización es disminuir la huella de carbono de las actividades productivas del país y por otro lado, hace énfasis en que esto se logrará cuando el país, baje el uso de combustibles fósiles que hoy consumimos. En su intervención, el Ministro Rodríguez enfatiza el sector de transporte de personas -público y privado- como el principal actor en lo que se refiere a producción de emisiones. En otros documentos que analizamos[2], no se desprende tan claramente qué es la descabonización.

Pareciera entonces, que el nuevo gobierno dirigirá sus esfuerzos para buscar la descarbonización de la economía al sustituir los combustibles fósiles por otros (electricidad y posteriormente hidrógeno) en el transporte público y privado de personas. De los documentos analizados, también hará algo en materia energética (investigación en biocombustibles, estimulo de fuentes renovables no convencionales, en mantener y darle mayor fuerza legal a la declaratoria de país libre de exploración y explotación petrolera y de gas natural), en materia de transporte (sustitución de la flotilla vehicular a futuro por una eléctrica, mejorar transporte público de pasajeros en área metropolitana con un tren o metro); y declarar a Costa Rica como país carbono neutral en el 2021. Además y “paralelamente en un Laboratorio Mundial de Descarbonización mediante la inversión y búsqueda de investigación y tecnología que apunte a los sectores estratégicos para la reducción de emisiones como transporte, agricultura, ganadería y residuos; así como en el manejo de sumideros de carbono (planes de uso del suelo, reforestación, deforestación evitada, etc). Para esto será vital la captación de recursos por medio del Fondo Verde del Clima.

Esta propuesta a nuestro juicio, puede quedarse en los síntomas sin atacar la enfermedad. En materia de transporte el énfasis está puesto en el de personas dejando de lado el transporte de carga cuando también es una fuente importante de emisión de carbono. Si bien es importante tener un sistema de transporte de personas, es necesario tener mayor énfasis en el público y no centrarse tanto en el privado a través de las acciones propuestas en vehículos eléctricos porque finalmente, los mismos cuentan con una huella de carbono y adicionalmente, tampoco solucionan otros problemas asociados como la congestión vial y por ende, la mala calidad de vida. Las acciones en materia energética pueden conllevar, en el caso de los biocombustibles, a generar mayores emisiones debido a posibles talas, además de que es repetir caminos ya transitados por otros países donde se ha comprobado que esta no es una fuente de energía sustentable porque además de la tala, sustituye la siembra de alimentos, entre otros impactos.

Creemos que esta propuesta de descarbonizar la economía, conlleva grandes retos. De parte nuestra, proponemos las siguientes acciones como parte de ese esfuerzo por descarbonizar la economía:

  • fortalecer la agroecología como la forma de producir alimentos en forma sustentable que se basa en unidades familiares de pequeña escala que producen con base en la diversidad. En nuestro país existe un gran número de iniciativas que indican que con mayor apoyo vía políticas públicas, pueden ser una fuente más que importante para suplir al país con alimentos que nos garantizan además, salud.[3] De esta forma, no se fomentaría los nocivos monocultivos que son una fuente importante de emisiones;
  • promover y fortalecer el manejo comunitario de bosques mediante políticas públicas que garanticen a las comunidades el derecho a manejar sus bosques. Esta actividad garantiza una mejor conservación de los bosques, disminuye la deforestación y degradación de los bosques, garantiza una mayor biodiversidad y además, fortalece a las comunidades y Pueblos Indígenas.[4] Con todo lo anterior, se garantiza menos emisiones y mejor calidad de vida. En el acuerdo que el actual presidente firma con el Frente Amplio se hace referencia al fortalecimiento de bosques comunitarios, creemos que esta propuesta que hacemos cabe dentro de este acuerdo;
  • mantener con fuerza la buena decisión de que el país sea libre de exploración y explotación petrolera y de gas natural. Esta decisión fue tomada por un gobierno anterior gracias al trabajo de comunidades principalmente del Caribe, movimientos sociales, organizaciones ecologistas que trabajaron seriamente durante muchos años;
  • el país no debe ser parte de la Alianza del Pacífico dados los impactos que conlleva en nuestra agricultura. Creemos que sería importante analizar los impactos que a nivel de huella de carbono tiene los demás tratados de libre comercio: cuanto nos cuesta un saco de frijol traído de China o las papas de Canadá por nombrar solamente dos productos que además, impactan negativamente nuestra sociedad.

Si el gobierno de Carlos Alvarado en realidad quiere descarbonizar la economía, hay iniciativas que con tan solo fortalecerlas, caminaríamos hacia buen puerto. Adicionalmente, se fortalecería a muchas comunidades y contaríamos con mayor salud ambiental y personal. Ojalá y este tema, no se convierta como el cambio esbozado por el expresidente Solís, algo que se escuchaba bonito pero dada su amplitud, no fue llevado a cabo y generó mucha frustración. De parte nuestra, colaboraremos como lo hemos hecho siempre, a través del fortalecimiento de estas soluciones que existen y han probado su eficacia. ¿Se nos unirá el gobierno?

 

[1]Véase https://www.youtube.com/watch?v=WSyJ6ZRYv1E

[2]Consúltese plan de gobierno: “Creer y crear la Costa Rica del siglo XXI” así como los acuerdos que marcan su agenda: Gobierno Nacional: acuerdo por la esperanza, la equidad y el desarrollo suscrito con Rodolfo Piza; documento con el mismo título suscrito con el Frente Amplio, Acuerdo Nacional entre los partidos políticos con representación legislativa por la Costa Rica del Bicentenario.

[3]En esta nota, https://www.foei.org/es/noticias/alimentar-al-mundo-proteger-nuestros-bosques-un-cambio-de-sistema puede ampliarse sobre el tema y además se recalca que es el campesinado quien alimenta al mundo y no las grandes corporaciones y sus monocultivos.

[4]Consúltese https://www.foei.org/wp-content/uploads/2018/04/El-Manejo-Comunitario-de-Bosques_SP.pdf

 

Imagen tomada de http://www.vocesnuestras.org/2016-02-08/hora-movimientos-sociales/manos-tierra-agroecologia-autonomia

Enviado por Coecoceiba.

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Flagelos contra Costa Rica

Marlin Oscar Ávila

11 de mayo de 2018

 

Cómo podría estar tranquila la ciudadanía costarricense ahora que ha logrado colocar en su nuevo gobierno a un equipo de sus mejores hijas e hijos, cuando a su entorno hay más de una jauría de fieras depredadoras de la honradez, de la eficiencia, la gobernabilidad, del compromiso hacia las grandes mayorías y a los sectores minoritarios de la sociedad y, del verdadero ejercicio democrático participativo.

Además de las sectas del fundamentalismo religioso alertas a evitar cualquier iniciativa que vaya en procura de una administración laica que asegure la libertad de culto y el respeto a los derechos del ser humano, y permita decidir sobre lo que su propia conciencia le dicta sobre sus relaciones personales y sociales siempre que se enmarque en el respeto al derecho ajeno y las leyes del país, están otras amenazas a la vida social y económica costarricense.

Con las reformas estructurales exigidas por los organismos multilaterales y, de potencias mundiales en acciones bilaterales, orientadas a establecer las bases de la libre oferta y demanda, las cuales han favorecido más que todo a los países y empresas con mayor poder industrial y comercial en los tratados de libre comercio. Esto ha estado ocurriendo sin el desarrollo institucional que previniera los excesos de los sectores empresariales, incluyendo personas inescrupulosas, ahora tenemos un sinnúmero de empresas y compañías involucradas en pactos afuera de las leyes en sectores básicos, en áreas de la salud, la construcción, el transporte, la minería y otros.

En América Latina, solamente las multas por estas irregularidades alcanzan la suma de 2,600 millones de dólares. De este flagelo Costa Rica ya es víctima, como ha ocurrido con individuos, entidades privadas y públicas tal es el caso del soborno denominado “Cementaso”. Esto lo que salió al público, pero hay quienes aseguran que hay otros hechos corruptos que aún se mantienen sin sacar la testa de la cloaca y otros que están por ser judicializados.

Solamente con el caso de la compañía brasileña Odebrecht, confirmados se tiene una docena de países, donde desde los más altos funcionarios hasta entes financieros han sido sobornados. Esa compañía conspiró y acordó con otras, proveer cientos de millones de dólares en pagos y otros beneficios corruptos, llevándose de encuentro a oficiales, partidos políticos y sus dirigentes, estimándose una inversión en sobornos directos de aproximadamente 800 millones de dólares.

Pese al procesamiento y detención de muchos de los cabecillas de estos millonarios sobornos y estafas, estas actividades irregulares, y sus agentes, siguen con vida vigorosa, pues nadie y ningún país se ha curado con el antídoto y vacuna que le garantice inmunidad. Es allí donde hay un arduo trabajo para el fortalecimiento de los sistemas de justicia, de inteligencia fiscal y, definitivamente de las organizaciones ciudadanas, quienes son las principales víctimas, para cortar las venas por donde corre el veneno de la corrupción y la impunidad.

Además de estas temibles amenazas al buen gobierno en Costa Rica, se encuentra el crimen organizado, que hacen una compleja madeja con los carteles de la droga, la trata y explotación de personas, el mercado de las armas, el turismo sexual y el lavado de activos. El poder de estas organizaciones es tal que se han tomado el control de instituciones de Estados completos, como es el denunciado muchas veces, caso hondureño. Así se extiende hasta llegar a zonas completas de México y no deja de lado la cooptación del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA). Aun cuando se ha concentrado la atención en la persecución de las pandillas juveniles o “Maras”, éstas son parte, pero de ninguna manera, lo medular de la combinación delincuencial internacional que padecemos, de extremo a extremo del continente, con canales comunicacionales con África, Asia y Europa.

Cualquiera diría que, con estos fenómenos, Costa Rica tiene suficiente de qué preocuparse para el éxito de su nueva administración, sin embargo, hay otras amenazas latentes en su entorno. Las fuerzas exógenas que han estado cotidianamente sobre cada país de América Latina, no van a dejar de asechar nuestras instituciones responsables del modelo de economía, hasta ahora sobreviviente y con un relativo éxito.  Después de varios períodos gobernando, el Partido Liberación Nacional (PLN), se esforzó por privatizar muchas de las instituciones, empresas de servicios e instituciones, lográndolo sólo parcialmente, gracias a la resistencia popular. En Costa Rica aun sobrevive su sistema educativo y de salud basado en el bienestar de las mayorías, así como el Instituto Costarricense de Energía (ICE), la CCSS y, algunos bancos se mantienen con una participación importante del Gobierno Central.  Es decir, que pese al asecho constante y frenético de los paladines del neo liberalismo nacional e internacional, no se han privatizado importantes instituciones para el servicio de su ciudadanía. Con lo que sí se privatizó en esos períodos de gobierno liberal, se enriquecieron algunas familias, e incluso, aquellos altos funcionarios de esos gobiernos.

Como es de harto sabido, los organismos multilaterales como el FMI, BM, BID y BCIE, constantemente asechan a los gobernantes, en alianza con grandes empresarios y medios de desinformación nacional e internacional, para hacer desaparecer cualquier fuerza de los gobiernos. Es el caso actual de Argentina. Exigen reducir la institucionalidad pública, sin importar las consecuencias socio económicas que conllevan esas medidas. Para ellos, y unos malinchistas nacionales, la panacea es la privatización, porque les genera ganancia a sus empresas.

Sabe bien el pueblo costarricense que en este gobierno de unidad el Partido de Unidad Social Cristiana (PUSC) se quedó no solamente con el mando de los principales organismos locales de economía, pero con la Secretaría de la Presidencia. Este partido político no está muy distante de los esfuerzos del PLN en privatizar y reducir el tamaño del Estado, para beneficiar a unas familias empresarias, aunque lo argumentan con principios patrióticos. Su principal escusa es la creciente deuda pública, al estar pagando uno de cada tres dólares que ingresan.  Anteriormente (2008), se lograba recoger un 70% de los gastos del gobierno central, mientras que ahora solamente se recoge en impuestos la mitad. Es por ello que este nuevo gobierno y la Asamblea Legislativa heredaron un proyecto para aumentar las grabaciones fiscales. Sin embargo, se tiene la opción de cobrar la alta morosidad en el pago de impuestos que tiene al país, pero que los gobernantes, particularmente los partidos tradicionales, no quieren rescatar, prefiriendo las medidas ya clásicas del FMI. Es probable que esa mora sea mucho mayor en los grandes empresarios y militantes de esos partidos, así que estos prefieren que se recargue al pueblo trabajador con impuestos, antes de cobrársele a ellos su abultada deuda con el Estado.

Los problemas y amenazas hasta aquí descritas, obvian el cambio sustancial en la política del tradicional aliado de Costa Rica: EUA, quien ahora tiene unos inquilinos en su Casa Blanca, muy especiales. El presidente, Trump y, el vicepresidente, Pence, tienen un perfil de guerreristas, fundamentalistas y neofascista, sin precedentes en esa gran nación del norte. En el poco tiempo que tienen de gobernar, han creado una nueva Guerra Fría con fuerte tendencia a una tercera guerra mundial. Se han peleado con Mundo y Reymundo, con solamente dos éxitos económicos para sus grandes corporaciones, pese a su prestigio de magnates comerciales: el aumento al precio del petróleo y de las industrias de las armas. Lógicamente, esa situación política de la mayor potencia mundial, tendría repercusiones en la economía y política externa de Costa Rica.

Por la situación descrita, la ciudadanía no puede distraerse, dejando al PAC con la gran responsabilidad de cumplir con su programa, pero sí seguir atenta a que se ejecuten decisiones que vallan en beneficio de las grandes mayorías y no de una minoría elitista.

 

Enviado por el autor.

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El problema fiscal: Lo que no debería hacerse pero insisten tercamente en hacer

Luis Paulino Vargas Solís

 

Sin duda nos conviene, incluso nos urge, encontrar una salida pronta al problema del déficit fiscal y la escalada ascendente sobre la deuda pública que trae consigo. Pero ello no debería de ninguna manera ser pretexto para la precipitación y la chapucería. De acuerdo con la evidencia empírica y la teoría más seria y mejor fundamentada, hay cosas que no deberían hacerse. Lo malo es que se insiste en hacerlas.

El problema fiscal, la economía y el empleo

El primer serio error es no captar la relación entre el problema fiscal y el desempeño de la economía y del empleo. Si en otras épocas, se decía que el “mejor ministro de Hacienda” era una buena cosecha de café, hoy, tiempos del gobierno de Carlos Alvarado, podemos afirmar que la “mejor ministra de Hacienda” es una economía boyante que genere muchos empleos de calidad. El dinamismo económico, que pone a caminar todos los engranajes de la maquinaria productiva y provee empleos abundantes con salarios al alza, automáticamente genera mayores ingresos al gobierno. En cambio, por ya casi diez años la economía tica crece claramente por debajo de sus estándares históricos, con el agravante –incluso mucho más importante– que ese mediocre dinamismo es sumamente deficitario en términos de su capacidad para generar empleos y contribuir al sostenimiento de las finanzas públicas.

Según como se haga, el abordaje de lo fiscal puede dañar la economía y el empleo

Si se opta por un abordaje que enfatiza el recorte de gastos del gobierno, y la imposición de impuestos que obliguen a los sectores pobres de la población y a los grupos medios a recortar sus gastos de consumo, lo que tendremos, con casi total seguridad, es un bajón de la economía que deteriorará aún más la de por sí lamentable situación del empleo. Es como si decidiéramos despedir a nuestra “mejor ministra de Hacienda”, para sustituirla por algún tipo inepto y descuidado. El problema podría empeorar en vez de mejorar, y resolverlo conllevará costos aún más elevados.

A mediano y largo plazo la factura podría ser muy onerosa

Tenemos entre manos propuestas fiscales que, claramente, se desentienden de los problemas del empleo. Se arriesga con ello agravar la anemia crónica de la economía y la masiva carencia de empleos decentes. Pero, además, son propuestas inequitativas, que recargan los costos del proceso sobre los sectores más pobres y, en segundo lugar, sobre los grupos medios. Ello agravará la de por si aguda desigualdad que hoy fractura nuestra sociedad. Y, para peores, se apuesta (por medio de la regla fiscal) a un debilitamiento de la institucionalidad pública que, por encima de todo, golpeará a quienes más necesidad tienen. Esto puede provocar inestabilidad social en lo inmediato y, en todo caso, es algo que daría combustible al hervor a fuego lento del malestar y el disgusto que siente mucha gente en Costa Rica, especialmente en las zonas periféricas empobrecidas y olvidadas, y en los barrios marginales de las ciudades del Valle Central. Es echar leña a una hoguera que eventualmente puede convertirse en una enorme conflagración. Ya lo vimos en esta última campaña electoral, cuando caminamos al borde del abismo. La próxima podríamos caer.

Las propuestas en discusión: ejemplo perfecto de lo que NO debería hacerse

La transformación del impuesto sobre las ventas en impuesto al valor agregado (IVA), generalizando su aplicación a muchos servicios que hoy están exentos, tendrá dos consecuencias principales: en lo inmediato obligará a un recorte de los gastos de consumo por parte de familias pobres y de clase media, lo que implicará un frenazo a la economía y, posiblemente, un deterioro en los pésimos indicadores de empleo que tenemos. Segundo, en el mediano y largo plazo, agudizará la desigualdad, ya que es un impuesto que pesa más fuertemente sobre el bolsillo de quienes menos tienen.

El IVA podría ser aceptable, dadas las ventajas que tiene como herramienta para el control del fraude en el impuesto sobre la renta, pero solo si fuese parte de una propuesta integral que hiciese que, en su conjunto, el sistema tributario fuese realmente justo y equitativo. No es lo que se propone. El impuesto sobre rentas y ganancias de capital, incluido en el proyecto en discusión, podría dar un aporte en ese sentido, pero en gran medida pierde ese cualidad, en vista del diseño que se le da (una tasa “plana” del 15%, que lo mismo sería pagada por el pequeño inversionista o ahorrante, que por los grandotes). El incremento en el impuesto sobre salarios por encima de 2,1 millones al mes, tiene cierto grado de progresividad o justicia (poquitas personas en Costa Rica reciben tal monto de ingresos), pero es claramente, un impuesto que afectará a los profesionales asalariados del sector público, y el cual no toca en absoluto a los ricos-realmente-ricos, propietarios de grandes patrimonios (como acciones de empresas; bonos del gobierno; mansiones principescas; edificios de alquiler; yates, autos de lujo y aviones privados, etc.).

La llamada regla fiscal (véase mi artículo Regla fiscal parte II: para entenderla y entender el disparate) es claramente un receta animada por una feroz ideología anti-sector público, que inevitablemente conducirá a un mayor debilitamiento de los servicios públicos, con graves consecuencias: para la población más pobre en primer lugar, así como para estabilidad social y política en su conjunto.

Por su parte, todo el discurso que insiste en el recorte del gasto público, y que en buena medida traduce un odio mal disimulado hacia los empleados y las empleadas públicas, confunde la mojigatería moralizante con las realidades de la economía. Eso sumará a los factores regresivos, dañinos en lo inmediato para la economía y el empleo, y, a mediano y largo plazo, para la desigualdad, la estabilidad democrática y la paz social.

Necesitamos una propuesta fiscal diseñada sobre la base de otros criterios. Sobre eso volveré en un artículo posterior.

 

En imagen de portada: Rocío Aguilar, nueva ministra de Hacienda.

Tomado del blog: http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com

Enviado a SURCOS por el autor.

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El gabinete económico del nuevo gobierno ¿Qué mensaje nos da Carlos Alvarado?

Luis Paulino Vargas Solís (*)

 

Para comprender mejor la cuestión, y poder contextualizarla apropiadamente, conviene empezar por explicar un poquito sobre las diversas corrientes de pensamiento que subyacen a la economía, en cuanto que ciencia social.

En particular, existe una corriente ampliamente hegemónica. Llámela perspectiva teórica o, si usted prefiere, digámosle paradigma. Alguna gente la llama la “teoría neoclásica”. Los economistas que se adscriben a esa corriente, eligieron hace ya más de 40 años, otra designación, aún más pomposa: “la nueva macroeconomía clásica”.

Es una teoría que recurre a un lenguaje matemático muy sofisticado, con lo que, a menudo, termina siendo simple gimnasia mental, con poquísima o nula relevancia desde el punto de vista económico. Si se examina más en profundidad lo que esta teoría plantea, queda en evidencia que, en lo fundamental, representa un retorno a las teorías que eran dominantes a finales del siglo XIX e inicios del XX, las cuales entraron en crisis y se desacreditaron gravemente a raíz de la Gran Depresión de los años treinta, y ante el ataque teórico proveniente del economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946), en especial, aunque no exclusivamente, su “Teoría General” (1936).

Esas teorías prekeynesianas básicamente afirmaban una cosa: los mercados capitalistas poseen capacidades de autorregulación automática que garantizan que la economía siempre funcionará de manera óptima y con pleno empleo (una idea en mucho deudora al trabajo del economista francés, León Walras, 1834-1910). O sea, y con arreglo a tales teorías, la Gran Depresión jamás debió ocurrir…pero ocurrió. Keynes elaboró una crítica que, de diversas formas, torpedeaba la médula de tales teorías. Demostró que había rasgos de irracionalidad en los comportamientos propios de los mercados capitalistas, lo cual, en combinación con la incertidumbre y el peculiar papel del dinero, determinaba la posible emergencia de situaciones de crisis, como esa Gran Depresión.

Mientras en Carlos Marx (1818-1883), el problema principal detrás de la crisis capitalista era la tendencia declinante de la tasa de ganancia (o sea, de los índices de rentabilidad relativamente al monto del capital invertido), en Keynes el énfasis se ponía en el lado de la demanda.

Keynes, más incluso que el propio Marx, se ganó el odio de esa ortodoxia, precisamente porque la atacó desde dentro de ella misma. Luego, esa economía neoclásica intentó, con notable éxito propagadístico, apropiarse de Keynes reintroduciéndolo en su ortodoxia y limándole garras y dientes. Pero, en realidad, no lo lograron, porque sobrevivió y con el tiempo se ha fortalecido una corriente crítica –el poskeynesianismo– de la que casi nadie en Costa Rica parece saber nada. Fue desde ahí que se elaboraron críticas radicales a aspectos sustantivos de la teoría ortodoxa (en relación, por ejemplo, con su teoría del capital, la función de producción, la teoría de la distribución y la teoría del equilibrio en competencia perfecta, entre otros).

Pero, bueno, la ortodoxia neoclásica siempre ha tenido a su favor el poder económico, porque, a su vez, ese poder económico ha entendido que aquella ortodoxia le ofrece un inmejorable aparato de justificación de sus intereses, aparte que logra hermosear su ideología, al colgarle trajes de aparente cientificidad. No extrañe entonces ese resurgir que se da sobre todo hacia los setenta del pasado siglo (aunque con antecedentes en el decenio anterior). El “paraguas” que lo engloba es la ya mencionada (según designación elegida por los propios interesados) “nueva macroeconomía clásica”, a cuyo amparo florece toda una gama de teorías, aparentemente nuevas: expectativas racionales, mercados eficientes y ciclos reales, posiblemente la tres principales. De donde surge, además, una larga lista de galardonados con el llamado premio Nobel de economía.

Lo de “nueva” es más que discutible. Un examen detenido pone en evidencia que viene siendo básicamente lo mismo que se decía antes de Keynes (y que permanecía invulnerable a lo que el marxismo por entonces proclamaba), que luego Keynes desbarató con parricida entusiasmo, para enseguida recomponerse en una especie de “frankestein” teórico a medio camino entre Keynes y la ortodoxia neoclásica. Aunque pulverizado posteriormente por la crítica poskyenesiana, en todo caso sobrevivió tomando el atajo de decirse “aquí no ha pasado nada” y hacerse los desentendidos. Efectivamente, es teoría prekeyenesiana, pero maquillada con nuevos términos y una sobredosis de matemática.

Tal es el trasfondo teórico-ideológico que informa, guía y motiva al común de los y las economistas costarricenses. Por ello usted les oye decir: “la economía de Costa Rica no crece lo suficiente ni genera el suficiente empleo, por causa de las malas expectativas que el déficit fiscal le ocasiona a los empresarios”. O bien: “recortar el gasto público para reducir el déficit fiscal le devolverá la confianza a los empresarios, y así la economía crecerá más y creará más empleos”. Detrás de esta forma de razonar está la “nueva macroeconomía clásica”, sobre todo la hipótesis de las expectativas racionales. Ni más ni menos. O sea: lo mismo que los economistas habrían dicho 100 años atrás, aunque con términos parcialmente distintos.

De la gente que Carlos Alvarado está colocando en su equipo económico, conozco relativamente bien a Edna Camacho y a Rocío Aguilar. La primera era candidata vicepresidencial del PUSC, siendo yo el del Frente Amplio, cuando, con mucho honor, puse el pecho a las balas en debates económicos en los que a mí solito, frente a todo el resto de candidaturas vicepresidenciales, me tocó defender tesis económicas progresistas y alternativas. Con la segunda compartí en una comisión convocada por el Programa Estado de La Nación. Creo poder decir que sé bien cómo piensan y cómo miran los problemas económicos de nuestra Costa Rica. No conozco personalmente a Rodrigo Cubero, quien ocupará la presidencia del Banco Central, pero las referencias disponibles sugieren que hará equipo, con amplia coincidencia de criterios, con las señoras Aguilar y Camacho.

Desde luego, celebro que este par de mujeres, tan capaces y calificadas, ocupen puestos tan importantes en el ámbito económico, los cuales en el pasado siempre fueron asignados a hombres. Pero me temo que ellas dos, en conjunto con Cubero, formarán un poderoso tridente, que con gran vigor y energía, presionará por llevar adelante una agenda económica muy ortodoxa y conservadora: ajuste tributario severo y muy regresivo; restricción al gasto público, inclusive el gasto social; reducción de derechos laborales (y no solo en el sector público) y avance en la agenda de liberalización financiera.

 

(*)Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE-UNED)

 

Texto y foto aportados por el autor.

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Irresponsabilidad fiscal O de cómo ayudarle a Fabricio

Luis Paulino Vargas Solís (*)

 

Durante los días previos al sábado 20 de abril de 2018, La Nación publicó varios reportajes que resaltaban criterios emitidos por expertos o encumbrados representantes de dos influyentes organizaciones de alcance global: el Banco Mundial (BM) y la OCDE. El diagnóstico compartido era: el problema fiscal de Costa Rica es una grave amenaza. La propuesta era igualmente consensuada: realizar un severo ajuste que reduzca de forma pronunciada los desequilibrios fiscales, la cual debería llevarnos, en un plazo relativamente breve, a una situación de superávit, o sea, de exceso de los ingresos del gobierno sobre sus gastos. Todo lo cual ha culminado –al menos de momento– en el editorial de La Nación de este sábado 20 (https://www.nacion.com/opinion/editorial/editorial-banco-mundial-ocde-y-la-urgente/H5EGHLAMXVHPNJXX27OJRK7QDM/story/) con el que se pone la cereza sobre el pastel.

Irresponsabilidad fiscal O de como ayudarle a Fabricio

Los datos que el editorial cita, tomados a su vez de lo que el BM receta, habla de pasar de la actual situación de “déficit primario” a una de “superávit primario”. Aclaremos los términos: “déficit primario” hace referencia al exceso de los gastos del Gobierno Central sobre sus ingresos, pero sin considerar los pagos por concepto de intereses de la deuda. Alcanzar “superávit primario” implica, por lo tanto, pasar a un exceso de los ingresos sobre los gastos, pero siempre sin incluir esos intereses.

Pues bien, hoy día el “déficit primario”, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), o sea, del valor monetario total de la producción de bienes y servicios de la economía costarricense, se ubica algo por encima del 3%. En términos absolutos, ello significa alrededor de un millón de millones de colones, o sea, un billón de colones. Una cifra gigantesca que equivale a cerca de 3,5 veces el presupuesto del Ministerio de Salud, o más del doble del presupuesto de las universidades. Entonces, y de la mano con el BM, La Nación nos propone pasar a un superávit primario que, como mínimo, ha de ser del 4.5% del PIB, aunque lo más deseable, nos dice, es que alcance el 5,2% del PIB. Lo primero, según indican, estabilizaría la deuda pública, o sea, frenaría su crecimiento. Lo segundo nos daría un singular honor: las llamadas agencias calificadoras internacionales (Moodys, Standard & Poor’s, Fitch), nos concederían “grado de inversión”, que viene siendo como pasar a ser parte de las familias elegantes y de buena reputación.

Un superávit del 4,5% implicaría un excedente positivo de alrededor de 1,4 billones de colones. Llevarlo al 5,2% significaría aproximadamente 1,6 billones. Sume usted, entonces: partiendo del “déficit primario” actual, eso significaría un ajuste fiscal –vía aumento de impuestos y/o recorte de gastos– por un monto total de 2,4 billones en el primer caso y de 2,6 billones en el segundo. O sea, más de 8% como proporción del PIB.

Supongamos que fuera un ajuste “gradual” en tres años. O sea: a razón de 2,7 puntos del PIB por año. Si es vía recorte en el propio gobierno, ello significará menos compras públicas y despido de gente, y, por lo tanto, contracción del consumo público y privado. Si es vía impuestos sobre los ingresos de sectores pobres y medios (que es lo que esta gente privilegia), ello también contraerá el consumo privado. Y un recorte de tal magnitud, podría hacer que la economía caiga y entre en recesión, con lo que la situación del empleo, que ya es muy mala, se deterioraría aún más.

Todo lo cual sería simplemente desastroso: por el deterioro en las condiciones de vida de mucha gente, el agudo disgusto social que provocaría y el impacto negativo sobre el de por sí maltrecho prestigio del sistema político.

Suponer otra cosa es, sencillamente, pensamiento mágico. Y eso, según parece, es a lo que apelan el BM, la OCDE y La Nación. No hay forma posible de empujar el crecimiento de la economía, cuando ésta es sometida a un ajuste de tales dimensiones. Imaginar que ello devolverá la confianza al empresariado para estimularlo a invertir y generar nuevos empleos, pasa por alto un hecho objetivo simple y contundente: las empresas no se ven estimuladas por un mercado y una demanda en caída libre. Y ese sería el efecto directo que tendría un ajuste fiscal tan severo.

Por ello resulta risible esta afirmación de La Nación: “…si la economía del país alcanzara tasas de crecimiento superiores al 6 % anual, no solo ello coadyuvaría a reducir el endeudamiento público…sino que contribuiría a aumentar la recaudación fiscal sin necesidad de aprobar nuevos impuestos ni elevar las tasas impositivas”. Por supuesto: si la economía alcanzase tales niveles de dinamismo, y sobre todo si se logra que sea un crecimiento que genere muchos empleos, lo resolución de los problemas fiscales, sería muchísimo más fácil. Pero lo asombroso es que esta gente tan sabia no se entera que el violento ajuste fiscal que promueve funciona exactamente a la inversa: en contra del crecimiento y en contra del empleo. Es, con toda certeza, una fórmula para agravar los problemas fiscales.

Lo cierto es que todos estos expertísimos personajes, insisten unilateralmente en un severo ajuste fiscal, agarrados a un artículo de fe que la realidad ha comprobado reiteradamente fallido: que la austeridad fiscal genera dinamismo económico y empleo. Desde ese principismo dogmático, omiten toda propuesta para reactivar la economía, porque imaginan que eso se dará mágicamente.

Detrás de los proyectos fiscales actualmente en discusión –en particular la “mega-moción o texto sustitutivo del proyecto de ajuste tributario (expediente 20.580)– subyace el mismo error, la misma visión parcial y fragmentada. Miran el problema fiscal sin captar el contexto social, político y económico más amplio. No quieren saber nada del daño que sus propuestas podrían causarle a la economía, ni querrán admitir que por esa vía se arriesga agravar los problemas fiscales que dicen querer resolver. Y jamás aceptarán que esta es una vía regresiva e injusta, que agudizará el malestar ciudadano, generará inestabilidad social y profundizará el descrédito de la institucionalidad democrática.

Ottón Solís, por quien guardo gran respeto, ilustra el problema de estas élites políticas con particular claridad: esta es, según él, la única respuesta posible, y cualquier oposición que se exprese –por ejemplo esta que aquí planteo– es irracional y motivada por estrechos intereses gremiales (por ejemplo: https://www.elmundo.cr/otton-solis-critica-a-lideres-sindicales-y-populistas-de-derecha-por-oponerse-a-reforma-fiscal/). Tal grado de intransigencia contribuye a echarle más leña a la hoguera. No debería desestimarse tan a la ligera las críticas que plantean dudas sobre la equidad de todo esto, ni las reservas que, justificadamente, se puede tener acerca de su impacto en la economía.

Irresponsabilidad fiscal O de como ayudarle a Fabricio2

Todo lo cual resulta mucho más inoportuno en un país aquejado por niveles intolerables de desigualdad, y en el que hierve a fuego lento un profundo malestar ciudadano. El mensaje de la gente en la última campaña electoral, en que se estuvo a punto de elegir a un candidato fundamentalista, enemigo de la democracia y los derechos humanos, parece no haber sido captado por estas élites políticas. Siguen en lo mismo de siempre, como si nada hubiese ocurrido. La gente, furiosa y decepcionada, podría optar incluso por las apuestas más arriesgadas. Esta vez nos asomamos al abismo. La próxima podríamos caer. Urge enderezar la ruta, solo que estas élites políticas ni se enteran de ello.

(*) Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE-UNED)

 

Tomado del blog http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com

Enviado por el autor.

El empleo en el acuerdo Alvarado-Piza: cuando todos estemos muertos

Luis Paulino Vargas Solís (*)

 

El acuerdo firmado por Carlos Alvarado y Rodolfo Piza, que justificó ante la ciudadanía el apoyo que el segundo dio al primero en la campaña electoral de la reciente segunda ronda, contiene un apartado titulado “empleo y crecimiento”. Se supone que son medidas destinadas a devolverle dinamismo a la economía y reactivar el empleo, lo cual, por supuesto, tendría sentido como un esfuerzo para el corto plazo, es decir, para rendir frutos en un plazo de un año, aproximadamente.

Esto es bien importante. Veamos las razones.

Primero, en lo que se refiere al débil crecimiento de la economía, la historia se resume en lo siguiente:

– Es un problema que empieza a finales de 2008, hace casi 10 años. De ahí en adelante, e incluso si dejamos de lado la etapa (noviembre 2008 a septiembre 2009) en que se sintieron con más fuerza los impactos negativos de la crisis económica mundial, el dinamismo de la economía costarricense queda situado varios escalones por debajo de sus tendencias históricas previas.

– Entre mediados de 2015 y mediados de 2016 hay una cierta recuperación, cuando la economía crece en los alrededores del 5% (inclusive un trimestre que lo hizo al 6%), algo que, sin embargo, resulta muy modesto comparado con otras recuperaciones registradas en otros momentos (cuando se lograba crecer arriba del 8%).

– Ese mediocre recuperación fue posible sobre todo gracias a condiciones internacionales propicias, en particular, el fuerte bajón de los precios del petróleo, lo que, a su vez, empujó el consumo de las personas y las familias (esto último favorecido, además, por el crédito y la deuda).

– Las condiciones que propiciaron esa recuperación se han agotado: los precios del petróleo volvieron a subir pero, además, el peso de las deudas está obligando a mucha gente a frenar sus gastos de consumo.

– Todo lo cual ha hecho que en el último año el crecimiento económico caiga por debajo del 3%, con el agravante de que son las actividades de zona franca las más dinámicas, lo que significa que a “la economía donde realmente vive la mayor parte de la gente”, le va bastante mal.

En cuanto al empleo, la historia se cuenta en pocas palabras: en 2009 se registra un repentino y abrupto deterioro de los diversos índices sobre empleo, y la verdad, de entonces a la fecha no ha habido prácticamente ninguna mejoría. No solo tenemos problemas gravísimos (que afectan a más de 1,2 millones de personas trabajadoras), cuyas manifestaciones más agudas se dan entre las mujeres, la población joven y la de mayor edad, sino que, incluso, el porcentaje de personas que potencialmente podrían incorporarse al mundo del trabajo remunerado pero que no lo hacen, tiende a aumentar con el tiempo. Es una situación desastrosa, que no solo implica un grave despilfarro de capacidades productivas, sino, lo que es peor, pone de manifiesto la carencia de oportunidades laborales decentes, con todo el daño que esto inflige a la dignidad de las personas.

¿Y por qué es necesario reactivar la economía y, en especial, reactivar el empleo? Bueno, pues primero que nada por la gente misma, urgida de un empleo decente. Pero también por otras razones, incluso porque sin reactivación de la economía y del empleo, resolver el problema fiscal será mucho más difícil e implicará costos mucho más altos.

Y, entonces, ¿qué propone el acuerdo Alvarado-Piza?

Es innecesario entrar en mayores detalles. Lo escrito ahí corresponde al tipo de propuestas cliché que la demagogia en Costa Rica ha puesto a circular: créditos para micro y pequeñas empresas; capacitación en el INA; cursos de inglés; simplificación de trámites, y otras babosaditas por el estilo, todo perfectamente inofensivo.

Si uno se pone optimista, y asume que todo lo planteado va en serio y que, en efecto, se pondrá mucho empeño en lograrlo, lo que se podría decir es: “esto podrá quizá dar algunos frutos positivos dentro de unos cuantos años, quizá cuatro o cinco, no antes”. Pero la verdad yo no metería las manos al fuego por esto, ni creo que logre gran cosa, puesto que, para empezar, lo que se formula es un “frankenstein” construido a retazos, carente de integralidad y coherencia.

Pero, además, como ya dije, se necesita una reactivación inmediata de la economía y, en especial, del empleo. Parafraseando a Keynes: no para cuando todos estemos muertos.

La reactivación de la economía depende esencialmente de dos cosas que, en el contexto de una economía capitalista como la costarricense, son esenciales, por completo ignoradas en el documento que comento: la demanda y la rentabilidad.

Primero, porque las empresas no producen si no hay una demanda vigorosa que estimule esa producción. Segundo, porque no lo harán si su inversión no tiene una tasa de rentabilidad apropiada. Son un par de cosillas elementales que, en su momento, fueron puestas en evidencia por los que quizá son los dos más grandes economistas de la historia: Keynes y Marx, ambos cordialmente aborrecidos por la ortodoxia económica (incluida la ortodoxia marxista, que no soporta que le mencionen a Keynes).

La demanda anda floja porque el consumo de la gente y la propia inversión de las empresas andan muy flojas. La inversión de las empresas anda floja porque la rentabilidad también está adolorida, y porque no hay demanda saludable que la estimule. El consumo de la gente anda también averiado porque los salarios permanecen estancados, los problemas del empleo son de pegar gritos y, encima, el endeudamiento acumulado –que ha sido la forma como la gente suple sus malos salarios y sus problemas de empleo– ha llegado a un punto que obliga a apretarse el cinturón.

Y encima nos vienen con un paquete tributario que siendo en sí mismo una colección de parches, está formulado con total despreocupación respecto de esa delicada situación económica y del empleo, lo cual viene siendo como recurrir a las recetas de la medicina de otras épocas, cuando al paciente debilitado, se le debilitaba aún más sangrándolo.

Ahora, ¿Y por qué la rentabilidad anda damnificada? Pues un factor es la debilidad misma de la demanda. Otro –voy a pronunciar una grave blasfemia– tiene que ver con el tipo de cambio, algo que –lamento decirlo– fue explotado demagógicamente por Carlos Alvarado.

Por ahora, omitiré una explicación en detalle sobre esto. Solo quiero enfatizar una cosa: la gestión neoliberal de la política sobre el tipo de cambio nos ha llevado a un peligroso callejón sin salida. Apegados al dogma de la baja inflación, han utilizado el tipo de cambio colón-dólar como al modo de un ancla para mantener los precios bajo control. Pero al hacerlo de esa forma, han propiciado que se pongan en marcha tendencias muy dañinas. Por un lado, el tipo de cambio se ha desconectado de la realidad de la economía y ello, al dañar la rentabilidad de muchas empresas pequeñas, medianas e incluso empresas grandes de capital nacional (exportadoras, del ámbito turístico o que compiten con importaciones) ha frenado la inversión y la generación de empleos (aclaro que la historia de las zonas francas es bien distinta). Pero ello además ha promovido el endeudamiento en dólares, por parte de personas, familias y empresas cuyos ingresos son en colones. Si se diera una devaluación significativa, esto último tendría muy perniciosos efectos. Pero el caso es que ese peligro también alcanza al sector público, cuyo endeudamiento en dólares también ha crecido considerablemente.

El tipo de cambio dificulta cualquier posible reactivación de la economía y el empleo, pero su corrección conlleva graves amenazas. Jugando con fuego, el neoliberalismo criollo nos ha puesto en un difícil predicamento.

Luego volveré sobre esto.

 

(*)Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo, (CICDE-UNED)

 

Tomado del blog http://sonarconlospiesenlatierra.blogspot.com/

Enviado por el autor.

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UCR entregará “honoris causa” a Premio Nobel de Economía

  • El Dr. Joseph Stiglitz visitará el país el próximo 26 de abril
UCR entregara honoris causa a Premio Nobel de Economia
El Dr. Joseph Stiglitz estará de visita en Costa Rica a finales de abril. (foto:http://www.fotoseimagenes.net/joseph-stiglitz)

El estadounidense y Premio Nobel de Economía, Dr. Joseph Stiglitz, será distinguido por la Universidad de Costa Rica (UCR) con el título doctor honoris causa.

El Consejo Universitario aprobó el máximo reconocimiento con base en una propuesta de la Escuela de Economía, y la entrega se hará el jueves 26 de abril, a las 6:30 p. m., en el Teatro Nacional, ceremonia durante la cual Stiglitz dará la conferencia «Futuro y reto del desarrollo económico de Costa Rica y la región».

La decisión de la UCR se sustentó en el aporte significativo que este teórico de la economía le ha dado a las Ciencias Sociales, en particular a la economía de la información, desde una visión proactiva, esperanzadora y humanista, pues sus planteamientos permiten el análisis crítico sobre el papel de los organismos financieros internacionales en el contexto mundial.

Esta casa de estudios destacó la vasta obra intelectual y la trayectoria de Stiglitz, quien en el 2001 recibió el galardón de mayor prestigio mundial, el Premio Nobel de Economía, compartido con sus colegas George Akerlof y Michael Spence, por el amplio estudio de la dinámica de los mercados y el acceso dispar a la información por parte de los agentes económicos.

Es considerado por la Academia Sueca como «uno de los fundadores de la economía del desarrollo moderno», pues demostró que el acceso a la información es clave para entender muchos fenómenos de los mercados, incluido el desempleo y las políticas financieras.

Aparte de impulsar la creación de la economía de la información, Stiglitz ha hecho importantes contribuciones en los campos de la macroeconomía, la teoría monetaria, la economía del desarrollo, las finanzas públicas y corporativas, entre otros.

También, la UCR tomó en consideración sus análisis sobre la situación de los países subdesarrollados a partir de la crítica que hace a la creación del Fondo Monetario Internacional y de otras instituciones económicas vinculadas, como el Banco Mundial. Para él, las políticas macroeconómicas impulsadas en las últimas tres décadas por los organismos financieros internacionales lo que han hecho, más bien, es aumentar las diferencias entre países ricos y pobres.

Además, la Universidad destacó la capacidad intelectual de Stiglitz, la cual se evidencia en su larga formación académica y experiencia laboral por más de cuarenta años, con estudios en varias universidades de prestigio internacional, entre ellas, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Cambridge, particularmente en economía y economía política, así como sus labores en investigación por varios años en la Universidad de Yale y en la Universidad de Columbia, donde actualmente es profesor.

CONSULTE: listado de honoris causa entregados por la Universidad de Costa Rica

La amplia trayectoria de este economista ha sido reconocida con numerosas distinciones en diferentes países, entre las que sobresalen más de cincuenta títulos doctor honoris causa, múltiples premios de organismos internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y más de 15 becas de universidades europeas, asiáticas y latinoamericanas.

Sus teorías las ha planteado en cientos de artículos publicados en revistas científicas, al igual que en medios, como The New York Times y la revista The Economists Voice, entre otros.

Asimismo, es autor de una serie de libros muy conocidos y que han tenido gran influencia en los debates a escala global, entre los que destaca su libro Los descontentos de la globalización, que ha sido traducido a 35 idiomas y ha vendido más de un millón de ejemplares en todo el mundo.

La visita del Dr. Stiglitz a Costa Rica es posible gracias a las gestiones del Centro de Estudios y Capacitación Cooperativa (Cenecoop) y de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el marco de la celebración del 75 aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas, y del Gobierno de la República, entre otras organizaciones.

 

Zaida Siles Rojas

Periodista Consejo Universitario

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Restauración Nacional esquiva diálogo con estudiantes de la UCR

Comunicado de prensa

En días previos, representantes estudiantiles de 9 Asociaciones de la UCR invitaron al partido a participar de conversatorios “¿Dialogamos por Costa Rica?”. Sin embargo, a la fecha el partido no ha contestado la invitación

  • Los espacios de conversación girarán en torno a 4 ejes temáticos: Cultura, Economía, Planificación Territorial y Salud. Además, cada uno tendrá preguntas relacionadas a pueblos originarios, educación, ambiente y desarrollo regional

 

6 de marzo de 2018. En días previos, representantes de 9 asociaciones estudiantiles de la UCR invitaron a los partidos Restauración Nacional y Acción Ciudadana a participar en un evento denominado “¿Dialogamos por Costa Rica?”; el cual busca tender puentes de conversación entre partidos y ciudadanía.

Para sorpresa de las y los estudiantes, el Partido Restauración Nacional no contestó a su invitación; negándole así, consideran las y los universitarios, otra oportunidad de diálogo y acceso a la información a la ciudadanía. Es importante señalar que, pese a que el candidato Fabricio Alvarado, había manifestado que él no participaría en más espacios de debates o conversatorios, la actividad invita a referentes partidarios en los diversos temas planteados; no a su candidato.

Arelis Chavarría, Presidenta de la Asociación de Estudiantes de Salud Ambiental, indica que “Esta negación a participar de un proceso de diálogo e intercambio de ideas repercute en la democracia costarricense y afecta el derecho de las personas jóvenes a conocer las propuestas de los partidos políticos en esta segunda ronda electoral.”

De acuerdo con José David Cubero, Presidente de la Asociación de Estudiantes de Arquitectura, “la actividad se va a realizar, pese a la negativa de Restauración Nacional, porque estas mesas diálogo son espacios necesarios en la coyuntura actual de la política nacional”. Por su parte, el Partido Acción Ciudadana sí confirmó su participación y estuvo presente en la sesión previa de explicación metodológica del evento.

 

Contacto de prensa

Fernando Martínez

Correo: fernando.martinez242@gmail.com

Teléfono: 8720-9254

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la nota de la UCR: 22 iniciativas estudiantiles de Accion Social serán apoyadas por la UCR para el 2018.

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Estudiantes de la UCR invitan a los partidos políticos a dialogar de cara a la segunda ronda electoral

Comunicado de prensa

“¿Dialogamos por el país?” es un evento compuesto por 4 conversatorios se estarían realizando del 12 al 15 de marzo, de 6:00 p.m a 8:30 p.m en la Universidad de Costa Rica

  • Los espacios van a girar en torno a 4 ejes temáticos: Cultura, Economía, Planificación Territorial y Salud. Además, cada uno tendrá preguntas relacionadas a pueblos originarios, educación, ambiente y desarrollo regional.
  • La decisión de realizar estos eventos, se tomó a raíz de un acuerdo unánime del Consejo Superior Estudiantil, máximo espacio de toma de decisiones del estudiantado de la UCR

 

1 de marzo de 2018. El estudiantado de la Universidad de Costa Rica decidió tomar acción e invitar a los partidos políticos a dialogar con la ciudadanía de cara a la segunda ronda electoral. Las y los universitarios se decantaron por realizar 4 conversatorios enfocados en establecer puentes de diálogo entre ambos partidos políticos.

Los conversatorios mencionados girarán en torno a 4 ejes temáticos: Cultura, Economía, Planificación Territorial y Salud. Los mismos contendrán preguntas relacionadas a pueblos originarios, educación, ambiente y desarrollo regional; cada uno pensado en propiciar un voto informado y combatir el abstencionismo. Estos conversatorios se realizarán del lunes 12 al jueves 15 de marzo, como antesala al debate oficial del 16 de marzo organizado por la Universidad de Costa Rica; en los auditorios de Bellas Artes, Ciencias Económicas, Educación y Estudios Generales, respectivamente.

De acuerdo con Gabriel Quesada, presidente de la Asociación de Estudiantes de Artes Plásticas, “con la realización de estos espacios interdisciplinarios, se ve la capacidad del estudiantado de la UCR de gestionar canales de discusión y respeto ante la coyuntura política del país”. Asimismo, de acuerdo con Camila Marín – estudiante de Derecho y colaboradora de la Federación de Estudiantes – “estos conversatorios tienen un componente único debido a que son resultado de un trabajo transdisciplinario, que busca visibilizar distintas sensibilidades y realidades estudiantiles”.

Por su parte, Fernando Martínez -presidente de la Asociación de Estudiantes de Comunicación indica que “las candidaturas de Fabricio y Carlos Alvarado, por su formación como comunicadores, otorgan una responsabilidad distinta a sus partidos; sus equipos deben dar la cara y trabajar por brindar la información que la ciudadanía merece ante el contexto actual”.

Las invitaciones fueron enviadas a los partidos en días pasados, y próximamente en la página de Facebook del Consejo Superior Estudiantil se estará brindando más información al respecto.

 

Contacto de prensa

Fernando Martínez de Lemos

Correo: fernando.martinez242@gmail.com

Teléfono: 8720-9254

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la nota de la UCR: 22 iniciativas estudiantiles de Accion Social serán apoyadas por la UCR para el 2018

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UCR: ¿Es posible la ganadería orgánica en Costa Rica?

UCR Es posible la ganaderia organica en Costa Rica
El ganado de carne y de doble propósito que se encuentra en pastoreo es una de las actividades con mayores posibilidades de desarrollarse en forma orgánica. No obstante, la falta de insumos dificulta la conversión de los sistemas (foto Archivo ODI).

Pese a que existen esfuerzos desde los años 80, en Costa Rica la actividad pecuaria orgánica aún no logra despegar

Producir en forma orgánica ha sido la aspiración de muchos productores del sector agropecuario desde los años 80 y el sueño de consumidores que buscan opciones alimenticias más saludables y amigables con el medio ambiente. Sin embargo, en Costa Rica la actividad pecuaria orgánica aún no logra despegar.

«A la fecha no hay un solo productor que tenga la denominación de productos orgánicos en Costa Rica» asegura el Ing. Michael López Herrera, especialista en agricultura ecológica, de la Escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica (UCR), una afirmación que pone en claro la situación actual de esta actividad productiva en el país.

Desde el año 2007 Costa Rica cuenta con el marco normativo necesario para el desarrollo de esta actividad contenido en la Ley Nº8591 Para el Desarrollo, Promoción y Fomento de la Actividad Agropecuaria Orgánica. No obstante, el nivel de implementación ha sido muy bajo y aún no existen productos pecuarios orgánicos, según constató Rocío Aguilar Ramírez, Coordinadora del Programa Nacional de Agricultura Orgánica del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) A pesar de este avance, una década después el sector aún enfrenta serias limitaciones que impiden a los productores entrar en el mercado de los productos orgánicos de origen animal debidamente certificados. Varios especialistas de la Escuela de Zootecnia de la Universidad de Costa Rica (UCR) analizan estas limitaciones y también los avances logrados hasta el momento en materia de investigación.

Certificación

La actividad agropecuaria orgánica es aquella que se sustenta en sistemas naturales para mantener y recuperar la fertilidad de los suelos, la diversidad biológica y el manejo adecuado del recurso hídrico, y que propicia los ciclos biológicos en el uso del suelo. Esta actividad rechaza el uso de organismos transgénicos y agroquímicos sintéticos, cuyo efecto tóxico afecta la salud humana y el ambiente.

Para que un producto sea reconocido como orgánico en el mercado y pueda ser etiquetado con esta denominación debe tener una certificación que cumpla con la normativa nacional. En el caso de productos agrícolas, rige desde el 2006 el Reglamento para la agricultura orgánica (Decreto ejecutivo 29782-MAG), pero para los productos de origen animal aún no existe un reglamento, lo que impide a los productores certificarse,según explicó Aguilar.

Para producir en forma orgánica y eventualmente poder obtener una certificación, el productor debe seguir una serie de pautas que van desde la elección de las razas más adaptadas que permitan mayor resistencia a las condiciones ambientales y enfermedades hasta el manejo que se hace de las excretas de los animales en sus fincas.

Además de aplicar todas las reglas de la producción orgánica en su finca, el productor deberá asegurar en plantas de cosecha certificadas que cumplan con una serie de requisitos. Finalmente, para obtener la certificación tendría que contratar a una agencia certificadora privada, autorizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), o aplicar a un esquema de certificación participativa.

Todas estas reglas aumentarían los costos de la producción, los cuales se trasladan al precio del producto y finalmente al consumidor. Aunque existen algunos nichos de mercado, el problema radica en que el grueso de los consumidores no está dispuesto a pagar el sobreprecio, pues no existe una cultura amplia de consumo de este tipo de productos, explica López

¿Cómo producir orgánico?

Los productores deben lograr establecer un reciclaje adecuado de los propios nutrientes de su finca y reducir la dependencia de insumos externos tanto para la alimentación de los animales como para el control y tratamiento de enfermedades. Por ejemplo, las excretas deben utilizarse como fertilizantes procesados mediante las técnicas de compostaje, fermentos o lombricultura.

Las instalaciones deben brindar libertad de movimiento y comodidad a los animales, éstos deben tener acceso al agua y alimento, ventilación y entrada de luz natural. Además, se prohibe el uso de desparasitantes de origen sintético y el uso de antibióticos promotores del crecimiento en animales como cerdos o aves.

Uno de los aspectos críticos en la ganadería orgánica es la alimentación que se brinda a los animales. Según la normativa, el 50% de los alimentos deben ser producidos en la misma finca y en la etapa de producción se puede utilizar hasta un 40% de la materia seca total, de alimentos balanceados orgánicos.

Debe tomarse en cuenta que en los sistemas convencionales el rubro de mayor costo corresponde precisamente a la alimentación, explica el M.Sc: Augusto Rojas Bourillón, director del CINA. En gandería de leche representa el 56%-60% y en cerdos y aves la alimentación representa 75%-80% de los costos totales de producción.

Pollos Estación Fabio Baudrit
Los huevos y la carne de pollo al pastoreo no pueden calificarse como productos orgánicos, ya que solo cumplen con una de las condiciones del esquema orgánico (foto Archivo ODI).
Esquema preventivo de la actividad agropecuaria orgánica:

1- Utilice la raza correcta para su sistema (adecuada al ambiente)

2- Utilice la alimentación apropiada que llene los requerimientos de los animales. Así tienen todos los nutrientes necesarios para que el sistema inmunológico funcione bien.

3-Aplique vacunas. Así ayudamos a que los animales generen los anticuerpos para defenderse de las enfermedades.

4-Provea las condiciones de bienestar animal para que puedan expresar su comportamiento natural, para que no se estresen y así mantener sano su sistema inmunológico.

5-Utilice tratamientos fitoterapéuticos, es decir, elaborados con productos naturales.


Limitaciones

La principal limitante para la producción agropecuaria orgánica es que en el país no existen insumos certificados, una problemática que desde hace una década ya señalaba el M.Sc. Augusto Rojas Bourillón, actual director del Centro de Investigación en Nutrición Animal (CINA).

La mayor parte de los alimentos balanceados e importados que se comercializan en el país no cumplen con la normativa orgánica, ya que son elaborados a base de granos de soya y maíz transgénicos. Rojas explica que además, los costos de producir en finca algunos granos como el maíz orgánico son más altos.

López agrega que nuestros sistemas de producción tienen fuertes dependencias de alimentos concentrados importados (sobre todo en especies como aves y cerdos) y también de productos sintéticos como desparasitantes y antibióticos. Si un productor tiene alguna de las dos dependencias, es poco probable que se aventure a cambiar hacia sistemas orgánicos donde tendrá que renunciar a los paquetes tecnológicos que le aseguran mayor productividad.

Además, se ha comprobado en diferentes ensayos realizados en la UCR, que los rendimientos en sistemas orgánicos son menores que en los sistemas convencionales. Por ejemplo, en el caso de fincas ganaderas el uso de abonos orgánicos afecta el contenido de proteína y provoca que los sistemas tengan un tiempo de respuesta más lento que puede variar de 3 a 5 años.

Para Rocío Aguilar, del MAG, la ausencia de un reglamento en esta materia y deficiencias a nivel institucional para impulsar la capacitación a los productores y la vigilancia son algunos de los factores que han limitado el desarrollo de esta actividad en el país.

«No es solo decir quiero ser orgánico, tiene que estar bien claro que se quiere invertir, hay que generar una estructura de trabajo, buscar alternativas con laboratorios para que produzcan los extractos naturales (para sustituir productos veterinarios) o empezar a comprar productos fuera del país certificados para la producción orgánica» Rodolfo Wingching.

Experiencias en ganado vacuno

En Costa Rica se han desarrollado, tanto a nivel de fincas como en el ámbito académico, prácticas alternativas o amigables con el ambiente que pueden ser incorporadas dentro del sistema orgánico como; la producción de abonos orgánicos a partir de excretas, el control de garrapatas de forma manual, el uso de bacterias como fertilizantes para la producción de forrajes y la investigación de compuestos orgánicos para sustituir antibióticos.

Algunas experiencias se han llevado a cabo en el Módulo Lechero de la Sede de Turrialba. Allí desde el 2009 se implementó un método manual para controlar las garrapatas que consiste en arrancarlas manualmente dos veces por semana. «Por cada garrapata que se extrae, 2.000 huevos se dejarán de depositar en el suelo» explicó el M.Sc. Rodolfo Wingching, coordinador del Módulo.Esta estrategia permitió eliminar el uso de productos acaricidas, reducir el número de garrapatas en los animales y a la vez producir leche libre de residuos de acaricidas, según se constató mediante análisis realizados por el Centro de Investigaciones en Contaminación Ambiental (CICA).

También se han realizado adelantos en el control de garrapatas mediante el uso de hongos entomopatógenos como el metariso que puede sustituir los desparasitantes sintéticos que terminan en el suelo afectando otros elementos del sistema, esta estrategia es más lenta pero viable y aceptada por la normativa orgánica.

Para reducir el uso de fertilizantes sintéticos en la producción de forraje, también se utiliza una bacteria fijadora de nitrógeno (Azospirillum spp) como biofertilizante, cuya efectividad fue comprobada mediante una investigación realizada con el laboratorio de Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA).

UCR Es posible la ganaderia organica en Costa Rica3
La producción ganadera orgánica debe estar vinculada a la tierra, de forma que el estiércol generado se utilice para hacer abonos para los cultivos (foto Archivo ODI).

Experiencias en producción avícola

También existen experiencias a nivel académico en la producción de pollo orgánico. En el 2004 investigadores de la Escuela de Zootecnia lograron producir pollo totalmente orgánico para lo cual tuvieron que producir todos los granos para la alimentación bajo prácticas orgánicas. Este estudio determinó que el tiempo de cría de los pollos aumenta de 8 semanas en sistema convencional a 16 semanas en sistemas orgánicos, y que producir de los granos para alimentar los pollos aumenta los costos de producción.

Actualmente se lleva a cabo un proyecto en la Escuela de Zootecnia para probar la efectividad de diferentes productos disponibles en el mercado nacional o internacional elaborados a base de extractos naturales como el orégano, clavo de olor, tomillo y ajo que podrían sustituir los antibióticos promotores de crecimiento que se utilizan en la industria avícola.

En este proyecto, a cargo de la Ing. Catalina Salas, del M.Sc. Michael López Herrera y del M.Sc. Sebastián Dorado Montenegro, se experimenta con combinaciones de estos ácidos orgánicos, las cuales se adicionan al alimento o al agua con el fin de mantener la salud intestinal de las aves y mejorar sus rendimientos zootécnicos.

La leche producida en el Módulo se comercializa por medio de la Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos y sus ganancias se reinvierten en el proyecto para la compra de insumos agrícolas y veterinarios.
La producción avícola es la actividad con menos posibilidades de realizarse en forma orgánica debido a la dependencia que existe de alimentos importados, los cuales son elaborados a base de maíz y soya transgénicos (foto Archivo ODI).

Conversión y oportunidades

A pesar de las dificultades que existen para la producción pecuaria orgánica en el país, los investigdores de la UCR consideran que es posible que algunas explotaciones se conviertan de sistemas convencionales a orgánicos. López y Rojas coinciden en que las actividades con mayor facilidad de convertirse son, de mayor a menor: primero, el ganado de carne; segundo, el ganado de doble propósito y cabras; tercero, el ganado de leche especializado y cuarto, aves y cerdos.

Reducir la dependencia de insumos es la clave, especialmente en lo referente a alimentación. Para esto, es necesaria la implementación de una política nacional que estimule la siembra e industrialización de materias primas orgánicas, indicó el M.Sc. Augusto Rojas.

También es fundamental contar con un reglamento para poder avanzar hacia la certificación. Al respecto, Rocío Aguilar del MAG informó que, luego de un largo proceso de negociación ya casi está listo el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) de productos agropecuarios orgánicos, requisitos para la producción, el procesamiento, la comercialización, la certificación y el etiquetado; el cual servirá como marco normativo para Costa Rica. La aprobación de este reglamento podría tardar al menos un año más, indicó la funcionaria.

Posteriormente se debe entrar en un proceso con la Unión Europea para ver si reconocen el RTCA y le dan la equivalencia, lo cual permitiría que el país tenga las puertas abiertas al mercado europeo, tal como se ha logrado en el caso de la agricultura orgánica cuyo reglamento es equivalente al de la Unión Europea.

El M.Sc. Wingching opina que debe existir un verdadero compromiso, interés de invertir, capacitación a los trabajadores de las fincas en prácticas orgánicas y finalmente se tendría que pensar también en cómo hacer el procesamiento y la comercialización de un producto diferenciado.

«Estamos en un punto en que el sistema de producción tiene que pagar de más para certificarse y demostrar que no contamina cuando debería ser todo lo contrario. Los que deberían estar etiquetados son los que contaminan» Michael López Herrera.

 

Katzy O`neal Coto

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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