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Etiqueta: economía

Ampliar la jornada de trabajo sería perjudicial para nuestra economía

OBSERVATORIO ECONÓMICO Y SOCIAL, Escuela de Economía, Universidad Nacional

Desde el Observatorio Económico y Social, de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, se considera que la aprobación del Proyecto de Ley de Jornadas Extraordinarias es perjudicial, tanto para las personas trabajadoras como para las empresas en el país y, por consiguiente, para nuestra economía.

En varias ocasiones en los últimos años el Observatorio ha hecho análisis y manifestado su posición respecto a este tema. Les compartimos las razones más importantes:

  1. Al proponer la creación de jornadas ampliadas de trabajo a un menor costo, Costa Rica está apostando a crear condiciones de competitividad empresarial basándose en el dumping social. Para un país de renta media con un nivel de desarrollo humano alto, esto es un retroceso, pues más bien se debería apostar por la transferencia de conocimiento, el incremento en los niveles de formación laboral y la mejora de la productividad del trabajo, como una estrategia para competir en atracción de inversión. Competir mediante la reducción del costo laboral perjudicará las posibilidades de ascenso social de la clase trabajadora, tendrá un efecto negativo en el consumo de las familias y afectará a la economía nacional. Valga decir, además, que como país miembro de la OCDE nos pone contra la tendencia entre los países de esa organización, de reducir jornadas de trabajo semanal.
  2. Al comprimir la jornada de trabajo semanal en 4 días, la dinámica familiar se ve afectada, lo que podría mantener fuera del mercado de trabajo a una cantidad importante de personas, o incluso, complicar el mantenerse en sus empleos a personas que hoy laboran. La falta de un sistema universal de cuido en este momento podría estar creando problemas entre una cantidad muy importante de personas, a fin de que puedan conciliar su deseo de trabajar con sus responsabilidades familiares. En el país hay pocas opciones de cuido, las existentes son claramente insuficientes y no están diseñadas para operar hasta 12 horas diariamente. Según la Encuesta Nacional de Hogares del 2022, 473.029 personas no estaban buscando trabajo debido a sus obligaciones familiares, lo que muestra la enorme presión que este factor produce en las posibilidades laborales de las personas.
  3. La pandemia del Covid-19 fue particularmente perjudicial con las posibilidades de incorporación al mercado laboral de las mujeres, pues la participación de estas en el mercado de trabajo es menor en el periodo post pandemia que previo a esta. La extensión de las jornadas de trabajo podría hacer aún más difícil el acceso de las mujeres al empleo y desmejorar su participación en el mercado de trabajo, en la medida que se complique la conciliación de sus actividades en el hogar con las responsabilidades de su empleo. Según la Encuesta Nacional de Hogares del 2022, 213.611 mujeres que tienen empleo, dedican 14 horas semanales o más a las actividades domésticas, y es poco probable que estas se puedan ejecutar únicamente en los días libres, incluso en caso de poder hacerlo no serían entonces días de absoluto descanso. Por su parte, a pesar de tener más peso entre las personas ocupadas, los hombres que dedican 14 horas semanales o más a labores domésticas son 155.936, lo que deja claro que el peso del trabajo doméstico es mayor entre las mujeres trabajadoras.
  4. La condición de voluntariedad en el caso de las jornadas de trabajo extendidas difícilmente se mantendrá en la práctica, debido a que las empresas no podrán sostener dos esquemas de trabajo, en el que un grupo de trabajadores labore en jornadas extendidas y otro en el que se labore un máximo de 8 horas por día. Además, los supuestos beneficios de atracción de empresas en función de la extensión de la jornada estarían supeditados a que los trabajadores de estas acepten trabajar en esas condiciones, según lo señalado por el proyecto, lo cual en sí mismo es una contradicción: o la voluntariedad no está asegurada en la práctica o los supuestos beneficios del proyecto no están del todo confirmados.
  5. La propuesta crea una jornada anualizada de hasta 2320 horas en horario diurno y de hasta 2030 horas en horario mixto. Según las estadísticas de la OCDE (2019) el número de horas de trabajo promedio anual en Costa Rica es de 2060, siendo el segundo país de la OCDE en este indicador, mientras que el promedio de los países miembros de esta organización es de 1730 horas1. Con la propuesta se estaría autorizando una jornada laboral anualizada que está por encima del promedio de OCDE en casi 600 horas, para un promedio semanal adicional de 11,3 horas más de trabajo en relación con el promedio OCDE. Costa Rica debería, más bien, avanzar a una reducción paulatina de la jornada anual de trabajo, que se refleje también en una reducción de la jornada semanal.
  6. Laborar durante largas jornadas puede aumentar las muertes por enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, según un comunicado de la OIT del 2021, que cita un estudio del año 20162. En ese estudio se señalaba que las muertes por largas jornadas de trabajo aumentaron un 29% entre el año 2000 y el año 2016, propiamente las muertes por cardiopatías habían aumentado un 42%, mientras que las muertes por ictus cerebral crecieron un 19%. Trabajar más horas al día, por lo tanto, pondría en riesgo a los trabajadores del país, afectaría su estado de salud y generaría una presión adicional sobre los servicios que presta la seguridad social costarricense, lo que redundaría en costos de atención mayor, costos mayores por cobertura de incapacidades y en mayores atrasos en la atención de otros casos vinculados (por la mayor presión en las listas de espera).
  7. Finalmente, la propuesta podría tener consecuencias negativas sobre la productividad del trabajo, un aspecto del que se ha hablado muy poco o incluso ha estado ausente de la discusión pública. Al ampliar la jornada de trabajo diaria a 12 horas, es esperable que la capacidad productiva de las personas decline conforme avanza el día, o sea, serán mucho menos productivos en la hora doceava de trabajo que en la primera hora de sus jornadas laborales. De esta manera, si la productividad promedio por hora de las horas laborales 9, 10, 11 y 12, no es al menos igual al promedio de la productividad del trabajo de las horas laborales 1 a la 8, entonces ampliar la jornada de trabajo será perjudicial para las empresas en cuanto a sus niveles de producción. Además, si la incidencia de problemas de salud aumenta, debido al alargamiento de las jornadas, eso reduciría aún más la productividad del trabajo. Esa reducción de la productividad podría incluso borrar los eventuales ahorros que la ampliación de la jornada de trabajo produciría por la eliminación del pago del tiempo extraordinario.

Ante esto, el Observatorio Económico y Social recomienda lo siguiente:

  • Dado que Costa Rica tiene uno de los peores indicadores de productividad del trabajo de la OCDE, inferior incluso que países con jornadas laborales menores, deberíamos centrarnos en mejorar la productividad del trabajo, más que en reducir el costo de nuestra fuerza laboral.
  • La búsqueda de formas para hacer más eficiente el trabajo en el país no debe centrarse en dumping social, cuyas desventajas se volverían contra nuestro nivel de desarrollo humano y nuestro bienestar. Mejorar las capacidades, conocimientos y destrezas de nuestros trabajadores nos hará más competitivos y productivos.
  • Es fundamental trabajar en la universalización del servicio público de cuido, garantizando los recursos para su ampliación en cuanto a tamaño y alcance territorial, de forma que se facilite no solo la permanencia de las personas trabajadoras, especialmente las mujeres, en el mercado de trabajo, sino también, que promueva una mayor inserción laboral de ellas, especialmente, en mejores condiciones que las actuales.
  • Rechazar el Proyecto de Ley No. 21.182, REFORMA DE LOS ARTÍCULOS 136, 142, 144, 205 Y 274 Y ADICIÓN DE LOS ARTÍCULOS 145 BIS Y 145 TER DEL CÓDIGO DE TRABAJO, PARA ACTUALIZAR LAS JORNADAS DE TRABAJO EXCEPCIONALES Y RESGUARDAR LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS TRABAJADORAS, que se discute en este momento en la Asamblea Legislativa y entrar a buscar soluciones a los puntos antes citados.

1https://www.oecd.org/espanol/estadisticas/horas-trabajadas.htm

2https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_792231/lang–es/index.htm

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Situación política,económica y social: lectura crítica del primer año de gobierno

Este miércoles 31 de mayo el programa de Posgrado de Sociología de la Universidad de Costa Rica realizará un conversatorio sobre la situación política, económica y social en el primer año de gobierno. Se llevará a cabo en la Sala de Audiovisuales de la Facultad de Ciencias Sociales, Torre C a las 5 p.m.

La actividad también será transmitida por YouTube y Facebook en los perfiles del programa de Sociología para todas aquellas personas que no puedan asistir.

A las puertas de un cambio Histórico

Edgar Chacón Morales

Edgar Chacón Morales
Mayo de 2023

El cambio en el nuevo orden mundial tendrá que ver más allá de cuestiones económicas, políticas y militares. Es un cambio más profundo, más amplio y determinante. Desde los griegos, desde Alejandro.

Algunos milenaristas tal vez dirán que estamos ante un cambio de era.

En la Escuela primaria nos enseñaron que luego de la prehistoria, la historia se divide en cuatro edades, la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y la Edad Contemporánea.

La Prehistoria va desde hace tres millones de años, hasta la aparición de la escritura; la Edad antigua, desde el 3,500 aC, hasta la caída del Imperio Romano (s. V); la Edad Media, desde el siglo V, hasta el descubrimiento de América siglo XV; la Edad Moderna, desde el siglo XV, hasta la Revolución Francesa (s. XVIII); la Edad contemporánea hasta la actualidad. (Elia Tabuenca).

Visto así, la Edad Antigua, que comprendió las influencias de otras civilizaciones, se cierra en Europa, con el Imperio Romano y el peso relativo de la Historia hasta nuestros días, se abre en Europa. Entonces, el centro de la Historia, hasta ahora, ha sido Europa y Estados unidos, la civilización occidental y cristiana, con puntos secundarios en Asia y África.

Ahora, ese centro se mueve y además, ya no habrá un solo centro o polo, estamos a las puertas de que termine la centralidad europea y estadounidense en la Historia.

Hay un cambio en el peso relativo de las capitales políticas mundiales y se avizoran: Pekín, Moscú y Washington. En el futuro puede estar presente Nueva Delhi.

Así también en las capitales financieras, en las que es indudable la presencia de Shanghái.

Esto conlleva un cambio en quiénes hacen la Historia y quiénes la escriben, quiénes la registran. Dicho en otras palabras, en la Historia que se conoce, en la Historia que se enseña y divulga y en la que existe y prevalece.

Por lógica, esto deberá traer un cambio también, en cómo se construye el conocimiento histórico, quiénes participan en esta tarea.

Hay motivos de esperanza y optimismo, para que la Historia ya no sea más la Historia del genocidio, el saqueo, el despojo, la esclavitud, la discriminación que lleva a injusticias, el oprobio y otras aberraciones antiguas, medias, modernas y contemporáneas.

En cuanto a Nuestra América, se dice: fulano de tal parte, fue el conquistador de tal lugar y la Historia del pueblo de ese lugar, es de ahí para atrás. De ahí para adelante es la Historia del país que sojuzgó, el país que resultó y el pueblo sojuzgado.

Y se ensalzan los héroes metropolitanos y se les llama bandidos, a los que opusieron resistencia.

De los pueblos vencidos, sólo se recuerdan tumbas, pirámides, estelas, monolitos y leyendas. Se construyen templos sobre templos; dioses sobres dioses y mitos sobre mitos, o a lo más, se hacen sincretismos.

Se recordarán historias, anécdotas y datos de algunos personajes de los vencidos, pero sólo serán eso en la Historia oficial.

Un cambio en la legitimidad, en el derecho y en la ética. Geo cooperación vrs. geo explotación y saqueo

Actualmente, algunos actores en el plano internacional justifican sus procederes, con base en principios, valores, que según ellos los legitiman, por lo tanto, son éticas y les dan derecho de ejecutarlas.

De acuerdo con esto, por ejemplo, USA/G7/OTAN, ejecuta una acción política en un país, justificando que es para restaurar o preservar la democracia, o la libertad, por lo cual tiene el derecho de hacerlo, de acuerdo con el “orden internacional basado en reglas”, lo que le da legitimidad a la acción y por lo tanto es ética.

Pero hay reglas y organismos internacionales, que pueden ponerse en el tapete del cuestionamiento y por lo tanto los procederes que con base en ellas se legitiman, por ejemplo, la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea.

¿Es legítimo y ético que USA/G7/OTAN invada países, amenace y desestabilice la paz mundial, según sus conveniencias, con base en lo que esgrime y por lo tanto: tiene el derecho de hacerlo?

¿Es legítimo, justo y ético y por lo tanto fuente de derecho, que el mundo occidental y sus instituciones sean emisores y reguladores de la conducta mundial?

Eso está en cuestionamiento, y por lo tanto se avizoran cambios en este orden.

Estamos entonces también ante cambios en el ser, hacer y pensar de grupos y personas y en la convivencia.

Para que este cambio se realice, tenemos que poner de nuestra parte. Un esfuerzo enorme es el desapego a figuras e iconos. Todo aquello que tiene que ver con el esfuerzo nuestro por no ser parte más, del área de influencia del colonialismo ideológico, creer que podemos construir nuestro ideario y construirlo.

Una batalla dura es contra todo aquello que nos inculcan por los “medios de comunicación”; todo aquello que nos llama al engaño de los falsos miedos y las falsas realizaciones; todas las mercancías materiales e ideológicas que nos “ponen” a consumir.

La trampa del consumismo no está sólo en consumir, sino también en olvidar. Por ejemplo, la trampa de la moda no está sólo en lo explícito: comprar, desechar, volver a comprar y volver a desechar, hasta el infinito; sino también en lo implícito: una moda borra la anterior (que tal vez volverá después, pero desarticulada).

Desarticular nuestra historia, la continuidad de nuestra vida, pensamientos y acciones y la desarticulación entre generaciones.

Que no haya memoria; que se le dé la espalda a las luchas y los logros; que una generación no se dé la mano con la otra; la compulsión es a hacer un corte, borrar; todos los días, borrón y cuenta nueva, sin memoria.

Entonces la experiencia no cuenta, cuentan las mentes nuevas por alienar.

Además, que unos pueblos no se den la mano con otros. Así no tendremos pasado ni futuro, sólo presente consumista y que se agota en sí mismo.

En cuanto a los países al sur del río Bravo, que nuestro nacimiento fue en el marco de la independencia del colonialismo europeo.

Contradiciendo el conocido refrán, “Más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”, podemos estar ante una situación distinta:

Más vale ignorancias y miedos por dejar y oportunidad nueva y propia por construir, que tragedia vieja, segura y conocida, por seguir padeciendo.

Costa Rica, la importancia de la geopolítica… sin perder de vista potencial de sus regiones

Miguel Sobrado

Nuestro país se ha caracterizado por ser relativamente pacífico en una región tradicionalmente convulsa. Esto obedece en gran medida a su historia y capacidades en organización regional, social, económica y política interna que han creado un clima propicio para la democracia.

No obstante, la posición geopolítica del país lo hace vulnerable al entorno regional. De hecho, los grandes conflictos históricos han estado ligadas a los intereses e intervenciones externas. Así fue en el siglo XIX en la guerra contra los filibusteros donde nuestro país tuvo el talento y visión para establecer alianzas con Inglaterra, la potencia dominante entonces que se sentía amenazada por la expansión de los Estados Unidos y con Cornelius Vanderbilt millonario norteamericano propietario de la compañía del Tránsito que trasladaba por el rio San Juan a los colonos que atraídos por la fiebre el oro viajaban a California, cuyos vapores habían sido expropiados por Walker. Amén de la incorporación posterior de las otras naciones centroamericanas a la guerra y la solidaridad financiera latinoamericana de países como Perú, crearon condiciones; que junto con la visión y preparación de nuestro gobierno de entonces para que se diera el triunfo contra los invasores. También en el pasado siglo XX siglo, cuando la guerra en Centro América amenazaba la paz regional, y la estabilidad de nuestro país en las décadas de los 70s y 80s pudimos actuar con el apoyo de alianzas externas, por una parte de los demócratas norteamericanos y social demócratas europeos y por otra con la URSS de Gorbachov para llevar a buen puerto el Plan de Paz centroamericano y hacer callar los cañones de la guerra.

Actualmente con la emergencia de un mundo multipolar y la revolución tecnológica se mueven con fuerza las “placas” políticas y económicas. Por una parte, están los intereses de las potencias emergentes en posicionarse económica y políticamente en la región. Especialmente China que además del estadio, ofreció a nuestro país la construcción de una zona económica especial que abarcaba Limón, Puntarenas y San Carlos que nos hubiera permitido paliar los problemas de estas regiones, si no metemos su propuesta al congelador por presiones externas.  Por otra parte, está la fuerte irrupción del narco tráfico con un poder inédito por su capacidad económica y de terror que utiliza nuestro territorio para consolidar el envío de la droga hacia el norte del continente y Europa.  Ya que tienen cada vez más dificultades para hacerlo por aire o por mar por el control en el aire y el mar de la armada norteamericana.

Esta nueva coyuntura sin embargo, nos ha tomado desprevenidos, el narco ya se ha instalado en nuestro país en las zonas costeras y fronterizas aprovechando la exclusión y falta de oportunidades de la población local. Los sicarios actúan cada vez con mayor impunidad luchando por el control de territorios mientras el narco penetra progresivamente la institucionalidad de nuestro país y avanza hacia el centro del país. Al que encuentra con un aparato institucional del siglo XX entrabado e incapaz de hacer frente a los retos emergentes.

Hay que cambiar el rumbo institucional, pero ha hecho falta, ante todo una visión que ajuste la nueva institucionalidad articulándola de acuerdo los procesos de cambio mundiales y a nuestras necesidades actuales. Especialmente sacando provecho de nuestra posición geopolítica que es nuestra fortaleza y al mismo tiempo generadora de conflictos. Procurando siempre mantener buenas relaciones con todas las potencias desde una política de neutralidad y respeto al ordenamiento internacional sin ceder a presiones indebidas como de las que fue objeto la zona económica especial china. En este sentido tomar conciencia que la multipolaridad va a exigir cambios de los Estados Unidos para atraer el apoyo de América Latina y verse así menos afectados por las migraciones masivas. En este sentido, no puede mantener, a contrapelo del derecho internacional la política de sanciones unilaterales que promueven la emigración masiva y deberá asociarse con los países de la región para proteger el medio ambiente y centrar el control y combate de las drogas en los consumidores y no tanto en los productores.

Hacia lo interno retomar nuestra historia para ver los orígenes de nuestras fortalezas regionales y actualizar nuestro conocimiento sobre nuestro potencial como nación, aprendiendo de las mejores prácticas.

El tema de lo geopolítico, que ha sido vital en la historia toda la región centroamericana y Caribe por su posición estratégica, lo he tocado en otros artículos en este diario, pero además ha sido destacado don Armando Vargas Araya y por la Academia Morista; e incluso le ha mereció el premio Nobel al expresidente Arias por sus intervenciones por la paz durante el siglo pasado.

Mientras que el tema de las regiones del país: conocer sus fortalezas, posibilidades y debilidades no ha tenido el estudio ni el aprendizaje que se merece. Sin embargo, su análisis es clave para poder configurar así no solo las reformas institucionales que se requieren sino las políticas públicas que puedan dinamizar el potencial y la participación activa de las comunidades en las diversas regiones del país. Conocer sus logros, así como sus limitaciones, es fundamental para aprovechar su experiencia en la configuración de modelos y senderos de desarrollo que nos permitan ajustar las políticas públicas con firmeza.

En un próximo articulo dirigiremos la atención hacia las regiones históricas del país sus fortalezas, limitaciones y enseñanzas perfilando las enseñanzas para el país de una sociología regional.

Nueva era económica (II). El nuevo consenso de Washington

Óscar Madrigal

El 27 de abril pasado, el Asesor de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan, quien es el asesor más influyente de Biden, realizó un discurso en el Instituto Brooking sobre las nuevas orientaciones económicas de la Administración Biden y anunció al mundo una nueva estrategia geoeconómica.

Lo primero que llama la atención es que haya sido un asesor en esta materia el que se refiera a las perspectivas económicas que se plantea USA para las próximas dos décadas. Sin embargo, vale la pena reseñarlo, algo que ya hizo el economista José Luis Arce en La Nación el pasado 5 de mayo.

Lo primero que se deduce es que el Consenso de WASHINGTON no dio los resultados esperados en cuanto al fortalecimiento de algunos países como el propio EEUU y mucho menos en los llamados países en desarrollo. Esas políticas ya son anacrónicas y se quedaron para los años 80s y son insuficientes para el momento actual, una guía para los años 20 y 30 del presente siglo. La globalización y los TLC, se dice, se quedaron solo en asunto de aranceles sin comprender otros aspectos importantes.

La globalización o el neoliberalismo del Consenso de Whashington lo que produjo fue una enorme concentración de la riqueza, un sistema tributario regresivo, disminución radical de los derechos de los trabajadores con el consecuente aumento de la desigualdad y la pobreza. Este Consenso no se preocupó por problemas como el cambio climático, las inversiones sociales o la renovación energética. Debe quedar claro que esto no lo dice ningún izquierdista sino el gobierno de Estados Undios.

Así lo menciona el asesor estadounidense:

“Ahora, los impulsores de la desigualdad económica, como muchos de ustedes saben incluso mejor que yo, son complejos, e incluyen desafíos estructurales como la revolución digital. Pero la clave entre estos impulsores son décadas de políticas económicas de goteo: políticas como recortes de impuestos regresivos, recortes profundos a la inversión pública, concentración corporativa sin control y medidas activas para socavar el movimiento obrero que inicialmente construyó la clase media estadounidense”.

El nuevo Consenso parece replantear la globalización y hasta el mismo neoliberalismo. Piensa en una globalización o libertad de comercio y de mercado limitada, que no vaya más allá de lo que se considera la seguridad nacional estadounidense y un neoliberalismo que regule a las corporaciones y la participación privada, especialmente mediante una gran participación de la inversión pública. También propone controles más allá del uso del mercado como el eje regulador de la economía, para pasar a un sistema tributario sobre las grandes empresas, el combate a la pobreza y la desigualdad o el fortalecimiento de los derechos de organización de los trabajadores y trabajadoras.

El objetivo central del nuevo Consenso es controlar y limitar a China en cuanto al uso de la tecnología de punta, la de seguridad nacional y el dominio que China tiene sobre materias primas como el litio, el cobre o el cobalto y grafito; China procesa el 80% de las materias primas fundamentales y los semiconductores esenciales para la tecnología más desarrollada y la IA.

En estas circunstancias, el gobierno de Biden se propone:

1-. Fortalecer la industria estadounidense con grandes inversiones públicas. Es volver a lo nacional, sin descuidar -dicen- la colaboración internacional.

2-. A nivel internacional se proponen que llamados sus socios, desarrollen su capacidad, resiliencia e inclusión. En otras palabras, dejen de depender de China y se acerquen a USA en un trabajo conjunto.

3-. El tercer paso de la estrategia gringa es pasar de acuerdos solo comerciales a una nueva colaboración, una asociación económica centrada en los desafíos de los EEUU.

4-. El último punto enunciado por el funcionario estadunidense es que EEUU se propone movilizar billones de dólares en inversión en las economías emergentes, lo cual implica un cambio en los modelo de funcionamiento de bancos como el Banco Mundial o el FMI. Ahora se quiere superar en gran medida las políticas de austeridad, la férrea disciplina fiscal, las privatizaciones, las desregulaciones y la liberalización de los mercados financieros o la reducción del gasto social que pregonaba el Consenso de los 80s.

El señor Sullivan manifestó claramente los intereses del nuevo Consenso de Washington:

“El mundo necesita un sistema económico internacional que trabaje para nuestros asalariados, que trabaje para nuestras industrias, que trabaje para nuestro clima, que trabaje para nuestra seguridad nacional y que trabaje para los países más pobres y vulnerables del mundo”.

Países como Costa Rica se aprestan a formar parte de esta política global de los EEUU cuya carácterística principal es trabajar para los intereses nacionales de los Estados Unidos conforme a los dictados que éste le marque. En esta nueva concepción del comercio, de la economía y de la política, el país tendría que adaptarse a ellas, tal vez aprovechando para su provecho algunas de esas políticas, pero a cambio de ser más sometido, sumiso o vasallo de una concepción geoestratégica que tiene como centro trabajar todos por el fortalecimiento de la seguridad de los EEUU.

Como han dicho algunos comentaristas es el viejo imaginario estadounidense conquistador en la que la prosperidad del mundo está ligada a EEUU en una relación de codependencia.

Evidentemente, este tema apenas queda esbozado pero necesitará mayor estudio y un análisis más detallado para extraer las consecuencias que en toda su magnitud se producirán para nuestro país.

Aquí el enlace del discurso: https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2023/04/27/remarks-by-national-security-advisor-jake-sullivan-on-renewing-american-economic-leadership-at-the-brookings-institution/?fbclid=IwAR3oxofQe4G9eUraVbBwjo9g_kYNk-ji3rRaK4PUL6viBJLNiajVlbjgVp4

El gobierno Ortega-Murillo canceló la personería jurídica del COSEP – análisis con Vladimir de la Cruz

El lunes 6 de marzo el gobierno Ortega-Murillo a través del Ministerio de Gobernación canceló la personería jurídica del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), y también de todas sus cámaras agremiadas, en total, 18 organismos sin fines de lucro por incumplimiento, -según el Ministerio de Gobernación-, de las leyes que lo regulan.

Las cámaras canceladas fueron, Asociación Nicaragüense de la Industria Textil(ANITEC), Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (CADUR), Cámara Nicaragüense de la Construcción, Asociación Cámara de la pesca de Nicaragua (CAPENIC), Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (EXCAN), Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos (ANIFODA), Cámara de Microfinanzas (ASOMIF), Cámara de Energía de Nicaragua (CEN), Asociación Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC), Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua. Las cámaras mencionadas anteriormente y 8 más formaban parte del Consejo Superior de la Empresa Privada(COSEP).

Dichas acciones repercuten en el ámbito social, político y económico.

Vladimir de la Cruz quién es historiador se refirió al respecto en una entrevista con Sergio Marín Cornavaca, en donde menciona que, en Nicaragua y Costa Rica por el régimen económico que tienen, el sector privado es relevante y clave en el proceso de desarrollo y en el proceso de la economía por la gestación de fuentes de empleo, por lo que concluye que si la situación de Nicaragua continúa por esa ruta, Estados Unidos podría cerrar mercados, entre otras posibles consecuencias y la economía del país se vendría al suelo.

 

Imagen ilustrativa, Vladimir de la Cruz.

Conferencia: Sobras en el sistema; muerte y regeneración en la economía haitiana del carbón vegetal

La Cátedra de Estudios de África y el Caribe organiza la conferencia “Sobras en el sistema: muerte y regeneración en la economía haitiana del carbón vegetal” con el expositor: el Dr. Rodrigo C. Bulamah de la Universidad Federal de São Paulo, quien es un antropólogo social y becario de la Fundación São Paulo (FAPESP) en la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Actualmente investiga en el interfaz entre historia y antropología, la vida tecnopolítica y afectiva de la fabricación de carbón vegetal en Haití y sus conexiones con las prácticas ecológicas regenerativas. Le interesan los debates acerca de las ruinas, los nuevos estudios sobre plantaciones, las relaciones entre humanos y animales, la esclavización y la revolución. Este año, en 2023 se incorporará al Departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ) como Profesor Asociado de Teoría Antropológica. 

La conferencia será el cabo el lunes 13 de febrero de 2023 a las 2:00 p.m., en la sala de audiovisuales de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de Costa Rica, y será también transmitido en vivo en la plataforma de Facebook Live de la página de Cátedra de Estudios de África y el Caribe. 

Como tema central y en resumen de la conferencia se hablará sobre el carbón vegetal y la leña; estos representan la base del sistema energético haitiano, se calcula que el 70% de la demanda energética en Haití se abastece de dicho combustible. La producción de carbón vegetal es presentada por los grupos de élite nacional y por las agencias humanitarias mundiales como irracional y causante de una deforestación supuestamente incontrolada en dicho país. La cadena del carbón vegetal está mediada por técnicas y afectos que implican procesos vitales, como los regímenes de propiedad y herencia, cálculos económicos y ecológicos, la agencia de los espíritus que habitan los árboles y otros elementos del paisaje. Por tanto, el Doctor se centrará en los restos de la economía del carbón vegetal y sus conexiones con los conceptos locales de la vida y la muerte, además de debatir cómo se cultiva localmente la esperanza y cómo se vislumbran nuevos futuros agrarios.

 

Información compartida con SURCOS por Vania Solano Laclé.

La baja del dólar: sus implicaciones para la economía costarricense

Luis Paulino Vargas Solís

La baja del dólar contribuye a la reducción del precio de los combustibles, lo cual libera poder adquisitivo que la gente podría utilizar incrementando sus compras de consumo, a la vez que ello alivia los costos de las empresas. Y, sin embargo, es muy posible que el efecto estimulante que ello pudiera tener, es mucho menor de lo que, de entrada, podría creerse, puesto que, con mucha seguridad, una parte significativa de esa mayor demanda se desviará hacia las importaciones.

El caso es que la revalorización del colón frente al dólar no solo afecta la competitividad de las exportaciones y del turismo, sino que, asimismo, golpea a todas las actividades económicas que producen mercancías -desde las galletas y detergentes a los frijoles y el calzado- que compiten con productos importados. No esperemos que estos últimos tengan una gran rebaja, puesto que el comercio importador es un negocio controlado por oligopolios que están en posición de manipular los precios. Basta, en todo caso, con llevar las cosas a un nivel que ponga en aprietos a los productores nacionales y les robe mercado, hasta, eventualmente, sacarlos del juego.

Al abaratarse las importaciones, se abaratan no solo bienes importados que las personas consumimos, sino también insumos que las empresas requieren para producir. Resulta entonces que insumos que podrían producirse en el país, se importarán, lo que impide que se desarrollen nexos entre los diversos sectores productivos. Ello simplemente agrava el viejo problema del desmembramiento de la economía: no hay encadenamientos y, entonces, el sistema productivo costarricense, termina convertido en una tela deshilachada. Un ejemplo para ilustrar este punto: recientemente Dos Pinos anunció que sacará al mercado nacional una nueva marca de galletas. Solo que… las galletas no se producirán en Costa Rica.

Todo esto reduce sustancialmente, tanto el dinamismo de la economía como la generación de empleos.

La revalorización del colón frente al dólar es un problema viejo. Empezó a manifestarse en 2008, y se cronificó a partir de 2010. Lo acaecido en el último semestre ha sido, sin embargo, un movimiento abrupto, nunca visto antes.

Es necesario entender que la tasa de cambio colón-dólar es un precio demasiado importante como para dejarlo en manos del mercado. Necesitamos que sea estable y realista, sin movimiento descontrolados ni hacia arriba ni hacia abajo.

Y en cuanto a la revalorización crónica del colón, la única forma saludable y sostenible de resolverla es mediante una política industrial, destinada a elevar la productividad y modernizar y diversificar la economía. Lamentablemente eso está totalmente ausente de la agenda política nacional.

Microempresas en Costa Rica: sobreviviendo al límite

Luis Paulino Vargas Solís

Según la encuesta del INEC sobre microempresas (año 2022), en Costa Rica hay cerca de 411 mil empresitas de este tipo. Son emprendimientos minúsculos: en el 75,5% de los casos, solo hay una persona laborando; en un 12,5% adicional, hay dos personas. O sea: el 88% de estas microempresas emplean solamente una o dos personas (incluyendo a la persona dueña).

En total, proveen empleo a poco más de 647 mil personas, lo que nos da un promedio de 1,57 empleos por cada microempresa. Representan aproximadamente el 30% del empleo total en Costa Rica. Eso significa que aportan 5,4 veces el número de empleos que proveen las zonas francas.

Estas últimas, como sabemos, gozan de toda clase de privilegios. Las microempresas, en cambio, deben bregar con condiciones extremadamente adversas y limitantes.

Cierto que cuentan a su favor con una retórica de lo más florida y corronga. Políticos, cámaras empresariales, prensa. Nadie desea contener su exuberancia verbal, si de las microempresas se trata. Pero, en la práctica, su pan de cada día es el abandono y el olvido. Incluso la banca de desarrollo, es, para ellas, solo un cuento de hadas.

Puede que algunas sean exportadoras. Pero, con toda seguridad, la enorme, enorme mayoría, están orientadas hacia el mercado interno. Y ese mercado interno se les vuelve cada día más hostil. Primero, porque está sometido a fuertes presiones restrictivas: el sector público bajo el amarre asfixiante de la regla fiscal, y los salarios que, por todo lado, van en caída libre. Súmele que las importaciones entran cada vez más baratas y gozan de toda clase de graciosas concesiones.

Son, con gran diferencia, empresitas informales (el 98,3% no están inscritas; el 80,5% ni siquiera llevan registros contables; el 99,0% no tienen un salario fijo asignado). Los ricos de Costa Rica dicen que, por ser informales, son “evasoras” de impuestos. Bonita manera de criminalizar a quien lucha cotidianamente para no morirse de hambre. Bonita manera, asimismo, de encubrir sus indecentes y carísimas “ingenierías financieras”, gracias a las cuales se “ahorran” en forma “legal” el pago de muchísimos miles de millones en impuestos.

En las microempresas trabajan básicamente personas con bajo nivel educativo (43,9% solo tiene primaria; un 86,3% jamás hizo estudios universitarios). Recuérdese que Costa Rica es un país donde, desde hace muchos años, y hasta hoy día, se decidió que las personas que no cumplen con los requisitos que solicitan las transnacionales de zona franca, no tienen derecho a trabajar. Pues, vea usted, esas son las personas que están en las microempresas.

En conclusión: las microempresas son el último hilito de esperanza al que se aferran centenares de miles de personas, para no caer en el desempleo. Ni más ni menos. De otra forma, las tasas de desempleo fácilmente se triplicarían, hasta sobrepasar cómodamente el umbral del 30%.

Todo esto nos confirma dos cosas: el ruidoso fracaso del modelo de desarrollo vigente, y la absoluta falsedad de la retórica hueca de los gobiernos.

¿Es Costa Rica un país muy caro?

Luis Paulino Vargas Solís

Lo de si un país es caro o barato, es, en mucho, un asunto relativo. Pongámoslo así: supóngase un país F donde el kilo de arroz vale el equivalente a ₡1000 y otro país G en el cual vale ₡500. O sea: parece que el arroz es el doble de caro en F. Supóngase, además, que el salario promedio mensual en F es ₡100.000, mientras en G es ₡5.000. Así las cosas, el arroz resulta realmente más barato en F que en G, puesto que en el primero una persona que gane el salario promedio podrá adquirir hasta 100 kilos de arroz, mientras en el segundo solo 10 kilos.

Decimos habitualmente que Costa Rica es un país caro. Y hay sectores en que posiblemente sí lo es, sobre todo ahí donde predominan estructuras de mercado dominadas por un pequeño grupo de empresas oligopólicas. Sucede seguramente con los medicamentos, y posiblemente también con alimentos tan básicos como el frijol. En ambos casos estamos en manos de un pequeño grupo de empresas importadoras. Gracias a los desatinos de Rodrigo Chaves, probablemente hacia ahí irá también el arroz.

Si uno hace comparaciones con base en parámetros internacionales estandarizados, observaremos que no es cierto que somos un país caro. Hice un pequeño ejercicio de ese tipo con una muestra de 13 países: desde Noruega, con el PIB por habitante más alto, hasta Nicaragua, con el más bajo. Nicaragua y Honduras son primero y segundo entre los más baratos; Costa Rica, el quinto más barato. Noruega el más caro de todos.

Y, sin embargo, Noruega es, con mucho, el país que tiene el más alto nivel de vida en ese grupo de 13 países. Es el más caro, y, sin embargo, y paradójicamente, es también el más barato, en el sentido de que su población tiene posibilidades de mayor confort material.

El tema es, a fin de cuentas, un asunto de mayor productividad de la economía, con base en lo cual lograr mayores niveles de ingreso y un nivel de vida más elevado. Pero, si queremos meter el bisturí más a fondo, también es un asunto de equidad distributiva, ya que, como ocurre con algunos países petroleros, poco se gana con un alto PIB, si todo queda en manos de una monarquía de jeques. Y también en ese particular, Noruega tiene una gran ventaja, puesto que es uno de los países más igualitarios del mundo.

¿Por qué sentimos que somos un país caro? Dicho de forma muy simplificada, la razón es la siguiente: no es tanto que los precios sean altos, sino que los ingresos de la población son bajos. O sea: es un caso como el del país G que mencioné en el primer párrafo. Y siendo que Noruega tiene un nivel de precios bastante más alto que el de Costa Rica, también tiene un nivel de vida muy superior. Y eso es posible, porque su productividad promedio es mucho más alta.

Por cierto, nada de esto se resuelve con “apps” para comparar precios.