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Etiqueta: educación política

¿Quiénes están siendo amenazados?

Freddy Vargas Aguilar
Teléfono 8620 0780

¿Conversamos?

¿Quiénes están siendo amenazados? Los estudiantes, sus padres, los usuarios de los servicios de salud de la CCSS.

¿Qué amenazan? Salarios para que no haya personal, infraestructura, materiales, equipos necesarios vía reducción de presupuestos. Esto hará que miles no tengan acceso a la salud, ni a la educación y, que otros miles, salgan a comprarlos al capital, en el sector privado.

¿Quiénes deberían organizarse y luchar por estos derechos? Estudiantes, padres de familia, usuarios de la CCSS, educadores, trabajadores de la salud. Un pueblo organizado que todavía no existe.

No obstante, para usuarios y familias, lo que está siendo amenazado son los privilegios de costarricenses con corona. Privilegios financiados con sus bolsillos. ¿Por qué apoyarlos?

¿Cómo enseñar al pueblo la Verdad? ¿Cuáles recursos humanos, financieros, materiales pueden integrar las organizaciones sindicales, sociales, para una estrategia de educación-organización popular? ¿Quién y cómo usar los espacios naturales de educación y salud para educar políticamente y no tener miedo de hacer esta educación?

Detener las desafiliaciones, incrementar las afiliaciones, reforzar la educación política al interno de las organizaciones, mantener y ampliar las mesas de conversación, es imprescindible, urgente.

¿Quién se atreve?

El show quemado

Jiddu Rojas Jiménez

¿Se nos fue Costa Rica? ¿Se nos va el Estado Social de Derecho, nuestras conquistas sociales y laborales, y hasta la Democracia?

Lamentable. Pero más lamentable sería no denunciar, callar y no luchar. Por eso escribo esto, casi como un imperativo más que moral, existencial.

Recientemente, por ejemplo, nos deleitaron con el Show Legislativo de Doña «Pilarsh», producido por el mentado «Malacrianza», «also starring by»: Mr. Baruch (y no Spinoza) y La Nación, SA., y los diferentes sectores empresariales en disputa y rapiña.

En esta guerra interna entre diferentes cúpulas empresariales, — pocas con sentido de Patria y Solidaridad —, el nivel de sus operadores políticos tránsfugas, ha decaído aceleradamente. Sobre todo, para el oficialismo acostumbrado al populismo neocón, más irracional.

¿Todo se vale para el gobierno actual cuando sale a comunicar algo? ¿Es acaso como un gran «Vodevil» barato televisado y de muy mal gusto? ¿Es un sueño, un delirio, una pesadilla totalitaria tropicalizada?

Sin embargo, su «rating» además, objetivamente, está bajando aceleradamente, frente a la ferocidad de la crisis real.

¿Sarcasmo aparte, será de verdad entonces que la Casa Presidencial de Zapote, se convirtió en la Plaza de Toros?

Repasemos por si fuese poco, el anterior contexto de desesperanza y caos social construido nacionalmente, frente a esta especie «teatro- político» del mal gusto:

Los troles, los ramashekos, los fanáticos, la corrupción normalizada, la demagogia vil, el estilo comunicativo de «matón» del Ejecutivo, y el cinismo en la propaganda. La crisis nacional tiene historia.

Los «logros» concretos del Gobierno actual son apabullantes:

El ataque permanente a la Caja (CCSS), la venta del BCR, al AYA y ASADAS, al ICE, al INA, al MEP, el ataque al FEES y a la universidad pública; la intensa destrucción del sector agro, y el sabotaje a la posibilidad de soberanía alimentaria, más la fracasada «Ruta del Arroz» en beneficio de los amigos importadores; la desigualdad creciente; las amenazas a sindicalistas; el narco; el sabotaje a la credibilidad del Poder Judicial; el atribuirse logros de otras administraciones (v.gr., el nuevo tramo de la circunvalación); los escándalos de nombramientos de funcionarios no idóneos y las renuncias subsecuentes; la insólita huelga de policías; la crisis económica eterna; la inseguridad ciudadana; la miope receta neoliberal contra el sector público; etc. La lista crece y crece.

Mientras, el discurso de odio y la confusión siguen creciendo, ¿qué más seguirá?

¿Más polarización, más desinformación sostenida, más fanatismo, más manipulación, más prejuicios, más mentiras, hasta llegar a la violencia política?

Persiste la cínica estrategia del oficialismo y sus medios, de la llamada «Inversión Axiológica» (Franz Hinkelammert): Presentar a la «víctima» como el «victimario», y viceversa.

¿Es como si se alimentaran sólo del caos organizado, de la discordia gratuita, de la ignorancia sostenida, del miedo provocado, de la mentira permanente, de la hipocresía descarada, del dolor social, o sea, del «Tánatos» colectivo?

Muy triste nuestro panorama político y general, como República.

Anunciado estaba. Desgraciadamente, no nos equivocamos. Lo advertimos incluso.

En consecuencia faltan tres años de resistencia, de hacer posible lo imposible, de construir la articulación de nuestras diferencias, para una más amplia unidad democrática y popular; sobre todo es hora para la creatividad, para la educación política, para la formación ciudadana, para la movilización inteligente, para pensar la política ontológicamente desde la «Esperanza Concreta» (Ernst Bloch), y sobre todo, para reconstruir el amor por el prójimo, para la verdadera fraternidad, y para volver a soñar con la Igualdad social con Libertad.

Pero… «Caute», reza el epitafio del gran filósofo Baruch Spinoza. ¡Cuidado!

Urge repolitizar a la sociedad costarricense

“El principal desafío que tenemos en este momento es repolitizar a la sociedad costarricense. Tenemos una sociedad con un bajo nivel de politización”, afirmó José Andrés Díaz, politólogo e investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA), quien participó en el foro “Ciencias Sociales y Elecciones 2022: diálogo abierto”, organizado el pasado 11 de febrero, por la Facultad de Ciencias Sociales.

El académico explicó que en el país vemos la política como algo negativo, en vez de verlo como un asunto que nos afecta en la vida cotidiana. 

Añadió que las personas no quieren estar en partidos políticos, que aunque no es la única forma de participación, es la base en una democracia representativa. Además, juzgamos negativamente e incluso vemos de forma despectiva a las personas que se involucran en política. 

“Cuando alguien se involucra en política, ya de una vez se dice que va a ser corrupto, que anda buscando su propio provecho, entonces no es un espacio que la sociedad quiera aprovechar o utilizar, por lo cual termina siendo controlado por grupos pequeños”, advirtió Díaz.

En ese sentido, el investigador del Idespo se refirió a la teoría del “selectorado” -propuesta por reconocidos investigadores internacionales- según la cual a los grupos de poder les funciona tener bases de apoyo pequeñas, porque entre más abstencionismo hay, menos votos tienen que obtener para poder pasar a obtener el poder.

En la recién pasada elección en Costa Rica, por ejemplo, el candidato ganador José María Figueres obtuvo aproximadamente un 15% de los votos del total del electorado, el cual estaba conformado por más de 3.5 millones de personas. Mientras tanto, el candidato Rodrigo Chaves llegará a la segunda ronda, el próximo 3 de abril, con el apoyo de menos del 10% del total del padrón electoral. 

“O sea, la suma de los votos de ambos candidatos llegaría apenas a un 25% de apoyo de todo el electorado y eso les alcanza para llegar al poder, con todas las dificultades de representación y demás que esto pueda ocasionar”, destacó Díaz. 

Otro aspecto que resaltó el politólogo es el ambiente de polarización política que se vive en el país, lo cual -según su hipótesis- tiene que ver también con la baja politización. 

Explicó que dejamos de conversar de política y ya no vemos al otro simplemente como una persona que piensa diferente de nosotros, sino que se convierte en un adversario, casi en un enemigo, y nos cerramos al diálogo. 

“Una sociedad democrática necesita diálogo para poder avanzar, construir y es una pieza fundamental para la politización de la sociedad”, resaltó. 

En su criterio, mientras no nos volvamos a repolitizar, el país va a seguir viviendo en las condiciones políticas actuales”.

Educación política

Norman Solórzano, abogado y académico del Idespo, también resaltó la necesidad de la repolitización de la sociedad y abogó por la educación política.

Recordó que la educación política en Costa Rica comenzó a resquebrajarse desde los años 80 y quedó prácticamente clausurada en los años 90 en los distintos espacios, ya no solo en el sistema educativo formal, sino también como una de las tareas centrales de los partidos políticos. 

Solórzano destaca que la educación en este campo era uno de los elementos para la deuda política, este subsidio que la ciudadanía daría a los partidos en tanto estos estuvieran haciendo esta tarea. No obstante, dice, la tarea de educación política dejó de cumplirse y más bien el tema de la deuda política se ha convertido en otro de los tantos elementos creadores de asimetrías y de desigualdad, e incluso, se añade una perversión como es el caso de los bonos de cesión de deuda.

El conversatorio “Ciencias Sociales y Elecciones 2022: diálogo abierto” se organizó como antesala de un proceso que lleva adelante la Facultad de Ciencias Sociales, tendiente a generar una posición de cara a la segunda ronda electoral, no solo frente a las dos propuestas que quedaron en la contienda, sino sobre otros temas trascendentales para el país, según afirmó Guillermo Acuña, vicedecano de la Facultad.

Enlace al foro:  https://www.facebook.com/watch/live/?ref=watch_permalink&v=630856388203388

 

Compartido con SURCOS por UNA Comunica.

La Asamblea de Asambleas: Utopía Necesaria

Esteban Beltrán Ulate
beltrandeheredia@yandex.com

El artículo 105 de nuestra Constitución Política indica “La potestad de legislar residen en el pueblo, el cual la delega en la asamblea legislativa…”. Una sentencia que debe tener múltiples posibilidades de reflexión, pero que quisiera, inspirado en el título del presente texto, dirigirlo hacia una reflexión sobre el mecanismo de elección de las y los votantes, así como las potestades con las que se envisten las y los servidores del pueblo. Uno de los grandes problemas que se revelan es el abismo que crece entre las y los legisladores y el pueblo que delega. Es un abismo bilateral, por un lado, la falta de vínculo de algunas diputaciones con la base provincial que les brindaron el respectivo aval mediante voto popular para asumir las 24 atribuciones exclusivas que le compele nuestra carta magna -en el capítulo II del Título IX-, por otro lado, el desconocimiento de muchas y muchos votantes respecto a los legisladores que le representan según su provincia.

Es claro, nuestro sistema democrático, que muchos respetamos y valoramos -por lo que puede llegar a ser-, cuenta con una serie de características que imposibilitan una democracia profunda, parece que en la dinámica democrática actual algunos son elegidos y otros son para elegir, una clara visión piramidal del “ejercicio de poder”. Esta falta de madurez ciudadana, esta ausencia de mayoría de edad ciudadana, propiciada por una insuficiente formación en educación política, desencadena una visión de democracia reducida al acto de efímero voto, una clara cosificación del acto. Esta cosificación de la democracia, en el marco de una sociedad cuyo sentido común descansa en una concepción mercantil de la vida, se configura en plataforma para una política al servicio de la mercancía, donde “las y los ungidos para el ostentar el poder” se tienen que “vender” como “productos de mercado” con el objetivo de satisfacer la “demanda” de un pueblo (con minúscula) que resulta simple “consumidor”, pues en una truncada democracia “unos son elegidos y otros para elegir… unos son mercancía y otros consumidores”.

La salida de esta dinámica-bucle es compleja, y no puede derivar de las prácticas tradicionales, la solución pasa la radicalización de la democracia, por una acción posabismal (de abajo hacia arriba para modificar la orientación, para la concreción de un modelo horizontal y no vertical), que deviene del Pueblo (con mayúscula) hacia la estructura de Poder mediante una delegación constante y presente. La democracia cosificada delega con el voto la responsabilidad como un medio de pago, en cambio, la democracia profunda en clave posabismal co-delega con el voto la posibilidad de ser voz de las voces, de ser representación de las y los presentes, mediante una ruta planificada y mediante un ejercicio de diálogo permanente desde las comunidades mismas, por lo que resulta necesario la creación de instrumentos de interacción para la transformación de la Asamblea por medio de las Asambleas (Foros Sociales Permanentes en las Comunidades), de modo tal que el y la legisladora electa mediante una concepción de democracia profunda será el Caballo de Troya por el cual entrará voces del Pueblo (con mayúscula) a la Asamblea Legislativa, como legislación en acto.

Candidatos a Presidente y a diputados

Vladimir de la Cruz

El sistema electoral costarricense es en toda su forma presidencialista, aunque el mismo día se elijan los diputados, y como se hacía antes que también se elegían regidores y síndicos municipales. Toda la campaña electoral gira en torno a las figuras presidenciales, alrededor de quienes son los candidatos de los distintos partidos políticos.

Cuando se separó la elección de alcaldes, regidores y síndicos, lo que viene funcionando desde el 2002, y cuando se separaron estas elecciones de la nacional, como se hace actualmente, se avanzó en enriquecer la posibilidad de escoger mejor a los alcaldes, regidores y síndicos, en darle más importancia a los gobiernos locales, en hacer de estos y de sus municipalidades mejores espacios de participación ciudadana, y especialmente de darle fuerza a los gobiernos locales, lo que no se ha logrado porque en las comunidades y municipalidades no funcionan, en términos reales, los partidos políticos nacionales, ni provinciales y tampoco sus expresiones locales o los locales propiamente dichos, excepción hecha de los cantones de Escazú, Santa Ana, Curridabat donde ha habido experiencias de gobiernos locales con partidos locales que le dieron vida a esos cantones, y lograron cierta participación popular alrededor de sus proyectos políticos cantonales, sin poderse desarrollar como fuerzas políticas mayores y hasta perdiendo los gobiernos que habían logrado. La izquierda política que llegó a tener cierta influencia en los cantones de Barva y Montes de Oca, poco pudieron hacer, aparte de que en el ejercicio de su gobierno dilapidaron su pequeño capital político.

Los candidatos presidenciales siguen siendo los grandes motores de toda la campaña política, aunque debilitados de sus bases municipales, hoy separadas electoralmente. Las elecciones de diputados no mueven tanto a la población como lo hacían las elecciones municipales, cuando estaban todas estas elecciones juntas.

Para lo inmediato tenemos las elecciones nacionales, las de presidente y vicepresidencias, y las de diputados, que se realizarán el primer domingo del próximo febrero, dentro de nueve meses. En esta dirección se mencionan precandidatos en los principales y más grandes partidos del espectro electoral, y algunos candidatos ya consolidados en los partidos pequeños. De estos últimos es interesante que en su mayoría se vislumbran participando en la doble candidatura, como candidatos presidenciales y a la vez como candidatos a primer puesto a diputados en aquella provincia donde consideran que son más fuertes.

Siguen débiles y casi inexistentes las coaliciones electorales. Nos hace falta cultura política, educación política, madurez política para avanzar en este camino de coaliciones, que pueden resultar victoriosas como lo fueron en las elecciones de 1958, 1966 y 1978, donde en esos tres procesos electorales fue derrotado el Partido Liberación Nacional.

No se mencionan, al menos en el escenario público, los candidatos a diputados. En algunos partidos personas que se presentan como candidatos presidenciales, en lucha con otros candidatos, lo hacen en tanto esa participación les da un reconocimiento posible para que puedan ser considerados como candidatos a diputados, u otros puestos de la Administración Pública en caso de que su partido gane.

El peso está entonces en los candidatos a Presidente. Los electores, el pueblo electoral, sigue marginal del conocimiento de candidatos a diputados, los que aparecerán como abejones en mayo en esos partidos.

Las encuestas como métodos de medición por ahora se mueven en ver cuáles candidatos son más conocidos, o cuales son más apoyados o rechazados, principalmente a escala nacional. No se están haciendo todavía distinciones importantes al interior de cada partido políticos de los que tienen varios candidatos, con su propio caudal electoral, con los propios simpatizantes de cada partido.

En la mentalidad política de analistas y gestores de opinión pesa el resultado electoral de los últimos procesos electorales, por lo menos de las campañas electorales del 2010, 2014 y 2018, para sobre ellas valorar si los partidos políticos tienen músculo político y hasta para presagiar la posible segunda vuelta electoral en el 2022.

Las posibilidades de un triunfo de un partido en la primera vuelta electoral, la de febrero, como la posibilidad de que haya que ir a la segunda ronda, con dos candidatos en abril, existen de manera igual. Ello dependerá de los candidatos presidenciales que lleven los partidos políticos en primer lugar, y de los temas centrales de campaña electoral que cada uno agite. Aparte se sumará su experiencia política, sus vínculos nacionales e internacionales, sus ofertas al electorado sobre los principales problemas del país y de cómo solucionarlos.

Los temas de campaña electoral que ya se están agitando y tratando de introducir, como interrupción de embarazo y eutanasia, sin que existan en la realidad parlamentaria como Proyectos de Ley en trámite, me parecen altamente distractores de los principales problemas inmediatos que tenemos, y artificialmente montados con la intención de que se coloquen como temas principales.

Si se quiere montar un debate artificialmente alrededor de estos temas nadie puede asegurar cual va a ser su resultado final en elecciones, pero podría suceder como se resolvió el tema del llamado matrimonio igualitario, con mucha tensión nacional, pero con resultado progresista y liberal más que conservador.

El tema central para los partidos políticos será el de ganar las elecciones, claro está, pero ganarlas con la mayor cantidad de diputados posibles, para tratar de asegurar la mejor posibilidad de gobernar, para tener el músculo parlamentario en posibilidad de aprobar proyectos de ley y asegurar en ese sentido la mejor gestión de gobierno posible. Ningún candidato ni partido político puede estar aspirando a gobernar con 10 diputados como tiene el actual gobierno, o 14 como tuvo el anterior. El Partido Liberación Nacional sabe al menos que ha tenido no menos de 18 en los últimos dos gobiernos, lo que aún no le da la fuerza suficiente para un buen gobierno, porque ello también depende de la capacidad de negociación del Gobierno y de su fracción parlamentaria, lo que ha hecho muy bien el actual Gobierno y el Partido Acción Ciudadana, que le han aprobado prácticamente toda su agenda legislativa, que no era diferente a de la de los partidos Unidad Social Cristiana y de Liberación Nacional, porque han tenido la misma élite política económica dominante que, desde esas trincheras, han aprobado toda la agenda neoliberal, que el mismo Presidente Carlos Alvarado Quesada lidera en silencio, desde la misma campaña electoral, y que el Partido Acción Ciudadana de manera camaleónica ha disfrazado también muy bien, excepción hecha de los distanciamientos últimos que hace la Comisión Política del PAC, de su propio gobierno en aspectos o políticas que no le parecen, que debe hacerlo en esta etapa de gobierno y de campaña electoral. Ese carácter camaleónico es justamente su posibilidad de volver a ganar el Gobierno. Quedará por ver quién será su candidato o candidata presidencial para tratar de asegurar esa posibilidad de triunfo.

La campaña del 2022 la veo, en forma estrecha, promoviendo candidatos presidenciales, y a estos y a sus partidos, pidiendo votos para ellos pero también para sus diputados, como equipo de gobierno. De allí la importancia que puedan llegar a tener los candidatos a diputados que hasta hoy se desconocen, que están invisibilizados, pero que ya deberían empezar a sacar sus orejas, y algunos para verles sus colmillos y dientes, como se hace con algunas especies que se ofrecen en venta, para ver que gozan de buena salud, en este caso salud pública, salud política, personal, profesional, empresarial… la que tengan, y puedan y deban exhibir, para poder pagar con los votos el paquete de Presidente y diputados, y no sufrir un PACquetazo.