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Etiqueta: empresas transnacionales

Justicia y derechos para el pueblo Ngäbe de Sixaola*

Por Eusebio Julián, indígena Ngäbe de Sixaola

Tenemos el día de hoy una petición al gobierno de Costa Rica. Exigimos el derecho a nuestro territorio, estamos enfrentando mucha vulnerabilidad, el no tener garantizado el acceso a la tierra nos impide poder sembrar, no podemos hacer nuestras actividades culturales, necesitamos acceder a salud, contar con agua, luz, servicios, acceso a vivienda y mucho más.

Nuestro pueblo ha sido históricamente transfronterizo, una vez que construyeron la frontera nos dejaron aislados. Tenemos más de 500 años de estar en la lucha, solicitando una condición de vida digna para nuestro pueblo originario.

En este momento estamos en una situación crítica. Nos obligan a vivir en territorio de las dos empresas transnacionales que nos han invadido durante los últimos años, valiéndose de la explotación laboral y el atropello de los derechos humanos de los trabajadores. Hemos comunicado ya nuestra preocupación y necesidades a las autoridades, al señor Rodrigo Chaves, a través de la carta entregada al viceministro de Justicia y Paz, Sergio Sevilla, quien nos indicó que para la segunda o tercera semana de mayo se haría presente, o enviaría algún representante al territorio para escuchar nuestras demandas. No estamos pidiendo más de lo que nos corresponde. El Estado costarricense está en la obligación de acatar lo estipulado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas.

Como pueblo indígena tenemos derecho a organizarnos desde nuestra cosmovisión, organizarnos desde nuestra cultura, nuestras creencias y resolver nuestros conflictos como usualmente lo hacemos, y no con mecanismos impuestos que nos son ajenos. El Gobierno está en la obligación de realizar la consulta indígena cuando se toman decisiones que nos afectan, y no lo han hecho así. En ocasiones han consultado a los pueblos Cabécar y Bribri, pero a nosotros, como pueblo Ngäbe nadie nos ha consultado, precisamente por no tener un territorio reconocido como tal. Ya no estamos pidiendo, estamos exigiendo un derecho para nuestra juventud, para las nuevas generaciones, estamos luchando también por ellos y ellas.

La explotación laboral nos tiene en una situación vulnerable. Las empresas bananeras buscan implementar las leyes laborales de los países de donde provienen, lo que abre más espacio para esta explotación, ya que se saltan las regulaciones que deberían aplicar en territorio nacional. Las empresas bananeras no nos proporcionan seguro social. Cuando los trabajadores se accidentan, la empresa no se hace responsable y no hay seguro que nos cubra. Los salarios son cada vez más bajos, los precios de la canasta básica siguen subiendo todos los días y el dinero ya no nos alcanza. Sufrimos también de persecución, los trabajadores que se manifiestan contra el maltrato y explotación son reprimidos por los jefes. Han venido haciendo persecuciones hasta los hogares y no nos permiten tener fogones dentro de las casas, aunque sea nuestra tradición.

En este momento hay compañeros trabajadores en huelga, ya que no les han pagado sus prestaciones, los desalojan de sus casas y se valen de la ayuda de la Fuerza Pública para hacerlo, sacan a las mujeres, niñas y niños de sus casas también. A pesar de que Costa Rica se diga ser democrática, en Sixaola son las empresas quienes mandan. El capataz es el dueño y los trabajadores no pueden reclamar nada, aunque prácticamente todos los trabajadores somos indígenas. Cuando alguno de nosotros se queja de todo lo que estamos viviendo, el capataz usa la violencia contra nosotros. Todo esto que estoy contando ocurre porque el Estado lo ha permitido, porque no ha intervenido en estas situaciones y ha facilitado la permanencia de las empresas bananeras en nuestro territorio indígena.

Nosotros, existiendo ya el Convenio 169, no vamos a permitirlo, estamos cansados de tanto maltrato y tanto abuso, somos más de 10 mil indígenas en Sixaola discriminados todos los días por el gobierno de Costa Rica.

*Con base en participación del Programa Voces y Política de Radio Universidad del 19-4-23.

Kioscos Ambientales UCR

Sobreexplotación y autoengaño a la vez

Foto: Gerardo Iglesias.

El salario a destajo en la piña

La reciente nota de Frank Ulloa sobre el pago por rendimiento tuvo una extraordinaria repercusión. Ahora el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (SINATRAA) suma sus críticas a la forma de pago de salarios por destajo. Es inadmisible, dice en esta columna Obeth Morales Barquero, secretario general del gremio.

Obeth Morales

Si el trabajador acepta esta forma de pago se está autoengañando, y por ende autoexplotándose laboralmente, mordiendo el cebo del empresario al trabajar a un ritmo y una intensidad por encima de lo que debería ser normal.

Esa modalidad trae a corto plazo perjuicios para la salud de los trabajadores. Lo vemos en la piña, concretamente en los problemas de columna, desgaste en brazos, muñecas, rodillas entre otros, producto de los movimientos repetitivos y la intensidad.

Las grandes empresas obtienen resultados y los trabajadores en la mayoría los casos terminan siendo atendidos por la Caja Costarricense de Seguro Social porque el empleador no garantiza siquiera la atención por medio del Instituto Nacional de Seguros, ya que esto aumentaría el costo de las pólizas.

Los empleadores (léase empresas transnacionaels) evitan la atención de sus empleados en el INS afirmando que no existe nexo de causalidad entre los padecimientos y las labores que desempeña el trabajador.

Precarización y explotación

Tenemos el caso concreto del departamento de deshije*. La empresa ha decidido tramitar amonestaciones y despidos por supuestos bajos rendimientos de trabajadores, siendo que la realidad es que cuando determinó de manera unilateral las tarifas por destajo, hace más de cinco años, las condiciones eran más favorables para el trabajador y la trabajadora.

Con el paso de los años las labores se han precarizado, motivo por el cual el rendimiento de los trabajadores no es el mismo, a pesar de que laboran con mayor intensidad y ritmo.

En Costa Rica el Consejo Nacional de salarios es el órgano competente para fijar los salarios del sector privado. Sin embargo, los pagos por destajo son establecidos de manera unilateral y arbitraria por el empleador.

Las representaciones sindicales ni siquiera son informadas sobre las fórmulas, los procedimientos y los parámetros utilizados. Y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) es permisivo y tuerce la vista.

La productividad aportada por los trabajadores y trabajadoras que laboran bajo esta forma despreciable de trabajo no es proporcional ni racional al salario que reciben.

En una ocasión me informó el MTSS que ellos no podían hacer nada porque el salario estaba sobre el mínimo, o sea que las “autoridades” de gobierno permiten la explotación laboral siempre y cuando se garantice el pago del salario mínimo de ley.

Y aun me queda la duda si en el país se está pagando realmente el salario mínimo al comparar la distribución de la riqueza con la productividad del trabajador.

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/sobreexplotacion-y-autoengano-a-la-vez/

Libro virtual y serie de videos animados: fortalecer el feminismo anticapitalista y antirracista

El material es el resultado del proceso de elaboración feminista de la 5ª Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, que tiene como eje central la denuncia de las empresas transnacionales. La organización y producción de los materiales se basó en las contribuciones de las integrantes de la Marcha Mundial de las Mujeres en el Brasil, de la SOF Sempreviva Organización Feminista y de las integrantes del Comité Internacional de la MMM, además de las contribuciones organizadas en el debate regional de la Región de las Américas.

El libro reúne artículos de Nalu Faria, Marianna Fernandes, Tica Moreno, Natália Lobo y Taís Viudes. Los textos hablan sobre la precarización y digitalización del trabajo, la explotación de la naturaleza y la mercantilización del feminismo. Está disponible para descarga gratuita en portugués y español: https://bit.ly/enlacelibro

Las animaciones introducen el funcionamiento del poder corporativo de tres sectores (textil, alimenticio, digital), y también evidencian nuestras propuestas feministas alternativas. Están disponibles en Youtube:

Español https://bit.ly/videosMMMespanol
Inglés https://bit.ly/videoWMWenglish
Francés https://bit.ly/videosMMFfrances
Portugués https://bit.ly/videosMMMportugues

Enfrentar el poder de las corporaciones transnacionales es enfrentar el capitalismo racista y patriarcal. Estos materiales tienen como objetivo fortalecer el feminismo anticapitalista y antirracista construido por mujeres que, en movimiento, resisten para vivir y marchan para transformar.

 

Compartido con SURCOS por Carmen Chacón y Juan Carlos Cruz Barrientos.

Tratado internacional obligaría a empresas transnacionales a cumplir Derechos Humanos

  • Llamado al Gobierno de Costa Rica para que apoye el avance de un tratado vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos

14-10-2018, Ginebra. Del 15 al 19 de octubre en Ginebra, tiene lugar la 4ta Sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental de composición abierta (OEIGWG por sus siglas en inglés) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU cuyo mandato consiste en elaborar el Tratado Vinculante sobre empresas trasnacionales y Derechos Humanos

Sobre el mandato

En junio de 2014, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó la resolución 26/91 para la elaboración de un instrumento internacional legalmente vinculante para las empresas transnacionales en materia de derechos humanos, esta resolución marco un hito histórico después de décadas de discusiones y de intentos fallidos dentro de las Naciones Unidas.

El Consejo estableció un Grupo de Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta, en adelante GTICA, para poner fin a las lagunas legales a nivel global y garantizar que las empresas se hagan responsables de las violaciones de derechos humanos y crímenes medioambientales que puedan cometer, ya que es necesario ir más allá de los actuales marcos voluntarios, y de los principios rectores propios de la responsabilidad social corporativa.

Para octubre del 2017, el GTICA, aprobó un informe que incluía primero, convocar al grupo de trabajo a una cuarta sesión en el 2018 y segundo presentar un borrador (conocido como borrador cero) cuatro meses antes de dicha sesión, con el fin de recibir enmiendas que permitan llegar a consensos y a su aprobación.

Ecuador ha encabezado la iniciativa, pero es esencial que el mayor número posible de Estados apoye la propuesta del grupo de trabajo intergubernamental. Actualmente, un importante número de países que conforman la Unión Europea pone en peligro la iniciativa y Costa Rica ha tenido un perfil bajo durante las sesiones de trabajo, incluso nuestro país se abstuvo durante la votación de la resolución 26/9 en 2014.

Sobre el Borrador Cero

En este momento, octubre del 2018, el “Proyecto de instrumento jurídicamente vinculante”, presentado al Grupo de Trabajo Intergubernamental sobre las Empresas Transnacionales en materia de Derechos Humanos en su cuarto período de sesiones, contiene elementos interesantes como los derechos de las víctimas, la prevención de las violaciones de los derechos humanos cometidas en el contexto de actividades empresariales de carácter transnacional, los mecanismos de cooperación entre estados y la asistencia legal mutua, y otros todavía.

Desde la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (FECON) y CoecoCeiba Amigos de la Tierra Costa Rica hacemos un llamado al Gobierno de nuestro país y a su cancillería para que se tome una posición enérgica a favor de los Derechos Humanos.

Información:

Coecoceiba AT. Teléfono: 83022360

1 http://www.ohchr.org/_layouts/15/WopiFrame.aspx?sourcedoc=/Documents/Issues/Business/ForumSession3/ParallelEvents/Ecuador.doc&action=default&DefaultItemOpen=1

*Imagen ilustrativas tomada de la nota titulada: UCR Trabajadores de plantaciones buscan reivindicación de sus derechos laborales

Enviado por Fecon.

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Transgénicos amenazan campesinado, soberanía, salud y biodiversidad

Transgénicos amenazan campesinos, soberanía, salud y biodiversidad3

Ana María Primavesi, et al.

ALAI AMLATINA, 07/08/2014.- [A finales de abril de este año, ocho científicos de diversos continentes del mundo enviaron al Papa Francisco una carta sobre los cultivos transgénicos y su impacto sobre las poblaciones rurales y urbanas, con un documento anexo que recoge los principales argumentos para que se posicione críticamente en esta materia, y en apoyo a la agricultura campesina. Esta carta y el documento salieron a luz pública el 6 de agosto, luego de que el Papa autorizara su publicación. A continuación va el texto del documento presentado por Ana María Primavesi, Andrés E. Carrasco, Elena Álvarez-Buylla, Pat Mooney, Paulo Kageyama, Rubens Nodari, Vandana Shiva y Vanderley Pignati.]

 

 Introducción

Casi veinte años de cultivos transgénicos ¿Qué nos han dado? Al contrario de lo que prometían las empresas, la realidad de los cultivos transgénicos, basada en las estadísticas oficiales de Estados Unidos –el mayor productor de cultivos transgénicos a nivel global– muestran que éstos han tenido menor productividad por hectárea que las semillas que ya estaban en el mercado, pero han significado un aumento exponencial en el uso de agrotóxicos. (Benbrook, 2012; Gurian-Sherman, 2009).

Esto se tradujo además en fuertes impactos negativos tanto en salud pública [1] como en el medio ambiente en todos los países donde se han cultivado a gran escala. Los cultivos transgénicos han sido un instrumento clave para facilitar la mayor concentración corporativa de la historia de la alimentación y la agricultura.

Seis empresas transnacionales controlan el total de los transgénicos sembrados comercialmente en el mundo. Las mismas seis son los mayores fabricantes globales de agroquímicos, lo cual explica que el 85% de los transgénicos sean cultivos manipulados para resistir grandes dosis de herbicidas y plaguicidas, ya que este es el rubro que les deja mayores ganancias. (ETC Group, 2013b).

¿Han servido para aliviar el hambre en el mundo? No. Además, producto del avance de la industrialización de la cadena alimentaria a manos de las corporaciones de agronegocios, desde 1996, año en que se comienzan a sembrar transgénicos, aumentó la cantidad de personas malnutridas y obesas, fenómeno que ahora es sinónimo de pobreza, no de riqueza. (FAO, 2012; OMS, 2012).

Transgénicos amenazan campesinos, soberanía, salud y biodiversidad

La siembra de transgénicos aceleró el desplazamiento de productores chicos y medianos, empobreciéndolos, al tiempo que sustituyeron gran parte de la mano de obra por maquinaria, aumentando el desempleo rural. Por ejemplo en Argentina, los transgénicos y sus llamados “pools de siembra” llevaron a una verdadera “reforma agraria al revés”, eliminado una gran parte de los establecimientos agrícolas pequeños y medianos. Según los censos de 1988 y 2002 en esos años desaparecieron 87 000 establecimientos, de los cuales 75 293 eran menores de 200 hectáreas, proceso que continúa con la misma tendencia. (Teubal, 2006). La secuela es que en la actualidad, el 80% de la superficie cultivada está arrendada por 4 000 fondos de inversión: no se trata de un modelo para alimentar, es una plataforma agrícola para especular.

Han agravado los problemas para las bases de supervivencia del planeta. En el mismo período en que se comenzaron a sembrar cultivos transgénicos, se agudizó seriamente la crisis climática y se agravaron ocho de los nueve problemas ambientales más graves del planeta definidos por el Stockholm Resilience Center como los “límites planetarios” que no podemos transgredir si queremos que La Tierra sobreviva. Siete de ellos: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la acidificación de los océanos, la contaminación y agotamiento del agua dulce, la erosión de suelos, la excesiva cantidad de fósforo y nitrógeno vertidos a mares y suelos y la contaminación química, están directamente relacionados con el sistema industrial corporativo de producción de alimentos, en el cual los transgénicos son su paradigma central. (Rockström, 2009; ETC Group, 2013a, GRAIN, 2011).

¿Necesitamos cultivos transgénicos? Una gran diversidad de sistemas alimentarios campesinos y de pequeña escala son los que actualmente alimentan al 70 % de la población mundial: 30-50 % de esa cifra lo aportan parcelas agrícolas pequeñas, las huertas urbanas entre el 15 y el 20 %, la pesca artesanal un 5-10 % y la caza y recolección silvestre un 10-15 %. (ETC Group, 2013a). Es una producción de alimentos más saludable, en su gran mayoría libre de agrotóxicos y transgénicos. Los alimentos del sistema alimentario agroindustrial, por el contrario, sólo llegan al 30 % de la población, pero usan el 75-80 % de la tierra arable y el 70 % del agua y combustibles de uso agrícola. (GRAIN, 2014). De la cosecha a los hogares, el 50 % de los alimentos de la cadena industrial van a parar a la basura.

Para alimentar al mundo no se necesitan cultivos uniformes, de alta tecnología y alto riesgo, en sistemas industriales. Se necesita una diversidad de semillas, en manos de millones de campesinos y productores pequeños y medianos. El avance de las corporaciones de agronegocios, con transgénicos y agrotóxicos, amenaza gravemente esta opción, que es la que ya alimenta a los más pobres y a la mayoría de la humanidad.

Transgénicos amenazan campesinos, soberanía, salud y biodiversidad2

Ana María Primavesi, Andrés E. Carrasco, Elena Álvarez-Buylla, Pat Mooney, Paulo Kageyama, Rubens Nodari, Vandana Shiva y Vanderley Pignati.

 

Texto completo: http://alainet.org/active/76040

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