Ir al contenido principal

Etiqueta: EUA

OTAN, UE, Ucrania y EEUU: un cuarteto bélico y perdedor

Mg. José A. Amesty Rivera

El tema actual sobre EEUU, Rusia, Ucrania, la Unión Europea y la OTAN está en primera plana y, para entender esta dinámica de varios países y organizaciones en pugna, hay que explicitarlas, en este sentido, este artículo pretende dar luces, sobre la relación entre todas ellas.

Recordemos inicialmente que, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, tiene sus orígenes en la firma del Tratado de Washington del 4 de abril de 1949, que establece las obligaciones y bases de la OTAN, establece un sistema de defensa colectiva entre los países miembros, establece que un ataque contra uno o más miembros se considera un ataque contra todos, establece que las partes se comprometen a resolver conflictos internacionales por medios pacíficos, establece que las partes se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, mediante el cual diez países (inicialmente) de ambos lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos.

En realidad, inicialmente, fue creada para contener a la URSS, y la expansión del comunismo, luego China, India y otros países «peligrosos», que pueden y han sido intervenidos por esta organización.

Ahora, actualmente la OTAN cuenta con 32 países miembros, veámoslos con su fecha de adhesión: Albania (2009), Alemania (1955), Bélgica (1949), Bulgaria (2004), Canadá (1949), Chequia (1999), Croacia (2009), Dinamarca (1949), Eslovaquia (2004), Eslovenia (2004), España (1982), Estados Unidos (1949), Estonia (2004), Finlandia (2023), Francia (1949), Grecia (1952), Hungría (1999), Islandia (1949), Italia (1949), Letonia (2004), Lituania (2004), Luxemburgo (1949), Macedonia del Norte (2020), Montenegro (2017), Noruega (1949), Países Bajos (1949), Polonia (1999), Portugal (1949), Reino Unido (1949), Rumanía (2004), Suecia (2024), Turquía (1952).

Según la página oficial de la OTAN, es una alianza político-militar que «promueve» valores democráticos y «permitiendo» que los miembros se consulten y cooperen en cuestiones relacionadas con la defensa y la seguridad, para «solventar» problemas. Asi mismo, la OTAN tiene un «compromiso» de resolución pacífica de controversias. Cuando los esfuerzos diplomáticos no dan fruto, la fuerza militar emprende operaciones de «gestión de crisis». En realidad, estos postulados están en el papel y no siempre se cumplen y se actúa en consonancia con ellos.

Para no confundirnos y esclarecer, ¿Cuál es la relación entre la OTAN y la Unión Europea?, La OTAN y la Unión Europea UE, son organizaciones que colaboran en materia de defensa y seguridad. Ambas comparten valores, miembros, formas de gobierno y objetivos. ¿Cuál es la cooperación entre la OTAN y la UE?, condenan la supuesta «agresión» rusa contra Ucrania, apoyan la soberanía y el derecho a la legítima defensa de Ucrania, cooperan en materia de ciberseguridad y defensa, intercambian información y mejores prácticas sobre respuesta a emergencias informáticas, participan en ejercicios de ciberdefensa, cooperan en proyectos para reducir el tráfico de personas y la migración ilegal. ¿Cuál es el acuerdo entre la OTAN y la UE?, El acuerdo Berlín Plus, que es la cooperación entre ambas organizaciones, esto permite que la OTAN apoye operaciones de la UE, en las que no participa la OTAN en su totalidad. Da acceso a la UE, a las capacidades de planificación de la OTAN. Permite a la UE, recurrir a algunos de los activos militares de la OTAN, en sus propias operaciones de mantenimiento de la paz. Intercambia inteligencia clasificada bajo normas de protección de seguridad recíproca. Esta cooperación, en general, entre la OTAN y la UE, permite a esta última utilizar los activos de la OTAN, pero con ciertas condiciones. ¿Cuáles son los países-Estados miembros de la UE?, un país candidato que cumple con los criterios de adhesión, que estipuló el Consejo Europeo de Copenhague de 1993, y firma el Tratado de Adhesión con los Estados miembros individuales, se convierte en Estado miembro de la Unión Europea (UE). Había veintiocho Estados miembros, hasta el 1 de febrero de 2020, cuando el Reino Unido se retiró de la UE, y se convirtió en un país no perteneciente a la UE). Ahora hay veintisiete Estados miembros: Bélgica, Bulgaria, Chequia, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Malta, Países Bajos, Austria, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia y Suecia. Como vemos, hay muchos países miembros de la UE, que lo son igualmente de la OTAN.

En síntesis, la UE se originó después de la Segunda Guerra Mundial. Los primeros pasos fueron impulsar la cooperación económica entre los países. En 1957, seis países (Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y Holanda) firmaron los Tratados de Roma, dando origen a la UE.

Para concluir este relacionamiento, ¿Cuál es la relación entre la OTAN y Ucrania?, Hay que señalar que Ucrania y la OTAN, tienen una relación de cooperación estrecha, pero Ucrania no es miembro de la OTAN. ¿Cuál es la cooperación entre Ucrania y la OTAN?, la OTAN y Ucrania, han colaborado en el desarrollo de capacidades militares, la reforma del sector de defensa y seguridad, y en actividades no militares. La OTAN ha proporcionado apoyo político y asistencia práctica a Ucrania. La OTAN ha creado un fondo fiduciario, para apoyar a Ucrania en la obtención de asistencia militar no letal y apoyo a largo plazo. La OTAN ha reconocido la instalación militar de Yavoriv, en el oeste de Ucrania, como el primer centro de entrenamiento de la PfP en la ex Unión Soviética.

La Asociación para la Paz (PfP), es un programa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN. El objetivo de este programa es fortalecer las relaciones entre la OTAN y otros estados europeos y la antigua Unión Soviética. A saber: Ucrania se unió a la Asociación para la Paz de la OTAN en 1994. Otros vínculos entre Ucrania y la OTAN son: En 1997, Ucrania se unió a la Comisión OTAN-Ucrania. En 2002, Ucrania acordó el Plan de Acción OTAN-Ucrania. En 2005, Ucrania se adhirió al programa de Diálogo Intensificado de la OTAN. En fin, Ucrania ha buscado cada vez más su adhesión a la OTAN.

En general, Ucrania aspira a unirse a la OTAN, pero la guerra con Rusia impide una adhesión inmediata. La OTAN ha reafirmado su «compromiso» con la independencia y la paz de Ucrania. La OTAN ha proporcionado a Ucrania, los medios militares necesarios para «defenderse» de los ataques de Rusia.

Según algunos especialistas en el tema, el futuro de Ucrania está en la OTAN, pero no se arriesgan a ponerle una fecha ni a invitarla formalmente. Y algunos miembros de la OTAN, podrían «vetar» la adhesión de Ucrania para no provocar a Rusia.

Consideraciones Reales en torno a estas Relaciones:

  1. Recordemos el papel guerrerista de EEUU en esta trama-cuarteto, en un artículo de mi autoría titulado: EEUU, y su amor por las guerras, 25/02/2022, citando a Philip Zimbrado en su libro: El efecto Lucifer. El porqué de la maldad, «la guerra necesita de alguien que la prepare y que la cocine, sin su inestimable impulso, la guerra sencillamente no sucede». Y es lo que ha pasado en lo que se refiere a la OTAN, años participando en la dominación y en la violencia de los países de esta organización, y de su servilismo a los intereses de EEUU con sus bases militares incluidas. Años de desprestigio a los ejércitos, haciendo uso de ellos, desde un incendio, una catástrofe natural, una voladura de tuberías de gas, desde una crisis sanitaria, entre otros.

  2. En otro artículo, titulado: EEUU, divide y vencerás, de julio de 2022, indico citando al portal Sputnik y La Haine, en el artículo Exoficial de inteligencia de EEUU: la derrota en Ucrania podría significar el fin de la OTAN. “El analista crítico de política exterior estadounidense, Scott Ritter, señaló que, lejos de lograr el objetivo declarado por el Pentágono de «debilitar» a Rusia, la guerra subsidiaria de Washington en Ucrania está desarmando gradualmente a los ejércitos de los Estados miembros de la OTAN. Siguiendo ese razonamiento, la victoria rusa sobre Ucrania supondría el fin de la alianza de la OTAN liderada por EEUU, tal como la conocemos hoy, según el ex inspector de armas de la ONU”.

-Igualmente, indicó, “La OTAN y EEUU se enfrentan a un tipo de derrota moral y física a manos de Rusia que probablemente significará el fin de la OTAN”, “No creo que la OTAN sobreviva a esto”, “Creo que la gente ha olvidado que justo en agosto del año pasado, la OTAN sufrió una enorme humillación: la retirada derrotada de Afganistán”.

  1. Otro artículo titulado: ¿Qué tan real es una eventual Guerra Nuclear?, de junio de 2024, enfatizo «Recordemos que, la alianza EEUU, OTAN, y la Unión Europea, se han empeñado en librar una guerra contra Rusia. Y han utilizado la guerra en Ucrania, para calentar la zona, provocando a Rusia». Asi mismo, «últimamente se ha estado propiciando, por iniciativa del presidente francés Emmanuel Macron, la posibilidad de enviar tropas de la OTAN y de Francia a Ucrania, para atacar a Rusia, lo cual exacerbaría el conflicto».

-Así mismo, el presidente ruso Vladímir Putin denunció: «¿Y quién es el principal enemigo de EEUU y la OTAN? Eso lo sabemos. Es Rusia. En los documentos de la OTAN, nuestro país es declarado oficial y directamente la principal amenaza a la seguridad del Atlántico Norte. Y Ucrania está considerado como trampolín para el ataque».

-A su vez, se declara: «En esta idea de EEUU, de empujar a la OTAN y la Unión Europea, en irse a Ucrania y atacar desde allí a Rusia, se ha suscitado un ataque a una instalación de defensa nuclear rusa, por medio de drones, logrando, cegar al ejército ruso para que no pudiera detectar misiles balísticos con armas nucleares atacantes, lo que podría servir como pretexto para un intercambio nuclear».

  1. El político Narciso Isa Conde señala en su artículo No más OTAN del 19 de marzo del 2022: «la guerra desatada en territorio ucraniano con apego a la verdad, esto es, como expresión puntual de un conflicto mundial en el que la OTAN, organización militar de las grandes potencias capitalistas de Norteamérica y Europa, tiene una responsabilidad ineludible, provocando riesgos mayores que es urgente conjurar».

-Igualmente, cita parte de un comunicado público: «… la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), convertida en el brazo militar del capitalismo neoliberal, se expande con sus armas de destrucción masiva por Europa y por los territorios de otros continentes, cuestión que genera una amenaza a la vida, la soberanía de los pueblos y a la paz mundial».

-Finalmente, denuncia que hay que, «condenar el expansionismo de la OTAN, la proliferación de sus bases militares en el mundo y especialmente, sumar nuestras voces al rechazo del despliegue de armas nucleares. Adicionalmente, deplorar de la forma más enérgica la utilización de mercenarios en la guerra, por partes de las grandes potencias, y repudiar el suministro de material bélico a los bandos contendientes, ya que esto contribuye a una escalada del conflicto».

  1. Por otro lado, la Revista Política y Poder, en su artículo ¿La OTAN atacará a Rusia?, indica que: «los miembros europeos de la OTAN podrían concluir que provocar una confrontación ahora, mientras Estados Unidos sigue involucrado en el conflicto en Ucrania y contiene a Rusia, sería un escenario preferible a la perspectiva de soportar solo la carga de enfrentar a Moscú en el futuro, escenario que no descartan».

-También señala: «En términos prácticos, los Estados miembros de la OTAN realmente se están preparando para un choque militar con Moscú. El nuevo modelo de fuerzas de la alianza, aprobado en la cumbre de Madrid 2022, y los planes regionales elaborados y basándose en él, suponen el despliegue de un importante grupo de 300.000 personas en un plazo de 30 días, además de las tropas ya estacionadas a lo largo de las fronteras de Rusia».

  1. Igualmente, en la mencionada Revista anterior, el escritor Pascual Serrano en su artículo, La prensa, la libertad de expresión y las mentiras de la OTAN, del 16 enero 2023 enfatiza: «… el modus operandi de la OTAN en otras guerras, porque si en algo se ha especializado EEUU y la OTAN es en montar escenarios falsos para iniciar guerras y legitimar bombardeos e invasiones».

-También indica: «Los gobernantes occidentales se comprometieron con la URSS, uno tras otro, a frenar cualquier intento de expandir la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una vez disuelto el Pacto de Varsovia, 1991. Pues bien, en 1999 se incorporaron Polonia, Hungría y República Checa. En la segunda expansión, en 2004, la OTAN incorporó a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía. En la tercera, llegó el turno a Albania y Croacia. Y a primeros de 2017, se incorporaba Montenegro, en medio de protestas masivas contra su ingreso».

-Finalmente, señala Serrano: «Las maniobras nucleares rusas son presentadas como “chantaje de Putin”, las de la OTAN “Defender” como “muestra de la credibilidad de la Alianza”. Hasta sus condiciones comerciales para la venta de gas o petróleo le llamamos chantaje, mientras la UE y la OTAN cancelan contratos, prohíbe comerciar, envía armas a Ucrania, envía mercenarios y entrena a los militares ucranianos». «Por último, hay un término ausente en el discurso oficial de Occidente sobre la guerra de Ucrania. No se habla de negociación, ni de acuerdos de paz. Nadie parece que en occidente se lo plantee. Hasta el responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que esta guerra se tenía que ganar en el campo de batalla.

Para ir concluyendo este artículo, deseamos enfatizar que, la OTAN y, por ende, la UE y EEUU, están implicados en las operaciones militares en Ucrania. Los oficiales militares de la OTAN, transmiten información de inteligencia a los militares ucranianos, esto ha sido denunciado y confirmado por militares extranjeros.

Finalmente, deseamos citar dos aspectos importantes en esta situación:

  • En una reciente llamada del presidente Trump al mandatario ruso Vladimir Putin, donde se abordó la derrota de Ucrania y un posible Plan de Paz, derivó en que, por un lado, Europa con Francia y Reino Unido, plantean agudizar el conflicto, mientras que, por otro lado, Ucrania desconoce las negociaciones entre Rusia y EEUU por no estar incluida. Lo cierto es que el único ganador en esta guerra es Zelenski, sus generales, los oligarcas ucranianos y sus familias, quienes, de acuerdo a Elon Musk, se han quedado y repartido al menos el 50% de la inversión que EEUU, hiciera en esta guerra.

  • Por otro lado, recordemos que Trump sugirió que, para tratar de recuperar los dineros invertidos, Ucrania permitiera la libre explotación de minerales y tierras raras, pero lo cierto es que la mayor parte de los territorios donde están estos minerales, se encuentran en los territorios recuperados por las fuerzas rusas, que de ningún modo cederán tan fácilmente, es decir, tendrían que negociar.

En fin, los hechos verídicos son que la OTAN, la UE y los EEUU, perdieron esta guerra; Ucrania perdió a más de un millón de sus ciudadanos, la mitad de su territorio y gran parte de sus riquezas naturales; y Rusia ganó la guerra. ¡Y los acontecimientos están en pleno desarrollo!

24 de febrero, 2025

Como en una gran partida de ajedrez, el mundo asiste a un enfrentamiento en el que se juega su futuro

Gilberto Lopes
San José, 24 de febrero del 2025

E4 jugó Karpov, en la movida con que abrió la tercera partida del campeonato mundial de ajedrez de 1984. C5 respondió Kasparov, con una defensa siciliana, en la que sería su primera derrota en un enfrentamiento de titanes, resuelto después de 48 partidas, con un polémico triunfo de Karpov.

Era otro campeonato. El torneo hoy es otro. Como en una enorme partida de ajedrez, se mueven las piezas en la apertura de un juego en el que se definirá el futuro orden mundial, entre dos contendientes formidables: Estados Unidos y China.

Trump abrió con su primer movimiento en Riad, el pasado 18 de febrero, en la reunión de su Secretario de Estado, Marco Rubio, con el canciller ruso, Serguei Lavrov.

E4, mueve Trump

Los objetivos de Estados Unidos en la cita con Moscú fueron enumerados por Rubio al final del encuentro. El primero es normalizar las relaciones diplomáticas entre los dos países, que habían llegado a niveles prácticamente inexistentes, como lo describió hace meses Lavrov. La expulsión y la limitación de la actividad de los diplomáticos rusos, el cierre de consulados, la suspensión de todo contacto relevante entre las cancillerías de ambos países, entre otras medidas, habían reducido la relación a niveles sin precedentes. Para comenzar a normalizar esas relaciones decidieron renovar el nombramiento de embajadores e ir removiendo las limitaciones que se habían impuesto a las actividades diplomáticas y consulares de Rusia en Estados Unidos, respondidas con medidas recíprocas por Moscú.

Lavrov señaló que en la reunión no se discutieron aspectos en que los dos países mantienen posiciones discrepantes.

Lo segundo era discutir las bases para la negociación del fin del conflicto entre Rusia y Ucrania. Algo que, para los rusos, no es solo el fin de la guerra, sino un acuerdo sobre lo que perciben como las causas del conflicto: la expansión de la OTAN hacia el este, la violación de los derechos de las poblaciones rusas en Ucrania, el fin de un régimen al que acusan de neonazi, entre otras medidas.

Finalmente, una proposición de alcances mucho más amplios, de límites difíciles de precisar: explorar las posibilidades de cooperación, tanto en el terreno de los negocios como en materias geopolíticas.

«Si este conflicto llega a un final aceptable, existen enormes oportunidades de asociarnos con los rusos geopolíticamente en temas de interés común y, económicamente, en temas que permitan mejorar nuestras relaciones a largo plazo», dijo Rubio.

El presidente del fondo de inversiones ruso, Kirill Dmitriev, estimó en 300 mil millones de dólares las pérdidas de las empresas norteamericanas que abandonaron Rusia a raíz de las sanciones impuestas por Occidente desde 2014 y, principalmente, a partir de febrero del 2022.

Lavrov también expresó un gran interés “en reanudar consultas sobre problemas geopolíticos, incluidos conflictos en diferentes partes del mundo donde tanto Estados Unidos como Rusia tienen intereses y en eliminar los obstáculos artificiales para el desarrollo de una cooperación económica mutuamente beneficiosa».

Es una agenda que podría abarcar las más diversas esferas de las relaciones bilaterales, incluyendo las abandonadas negociaciones de desarme y que sentarían las bases para poner fin a las sanciones económicas impuestas a Rusia por Estados Unidos.

Naturalmente, el desarrollo de esta agenda está condicionado a un acuerdo para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania, que deberá resolver situaciones delicadas, como la delimitación de nuevas fronteras entre los dos países, las garantías de seguridad exigidas por Ucrania, los costos de la reconstrucción del país y la suspensión de las sanciones económicas a Rusia.

Las afirmaciones de Trump, calificando a Zelensky de “incompetente” y expresando su frustración por la posición adoptada por Ucrania frente al encuentro de Riad, indican su poca disposición para considerar las demandas de Kiev. En todo caso, no serán solo las de Kiev, acuerpadas por una Unión Europea que, en todo caso, aun no sale de su asombro ante los cambios ocurridos en el escenario desde la llegada de Trump al poder.

Trump no lo tendrá fácil tampoco dentro de su propio país, donde deberá enfrentar oposición inclusive de republicanos que ven con reticencias su aproximación a Moscú.

Como dijo Fyodor Lukyanov, director de Investigación del Club de Valdai, uno de los principales académicos rusos sobre temas internacionales, esta guerra no es solo sobre Ucrania, ni siquiera sobre Rusia; es el resultado del colapso “del orden liberal mundial”.

El nuevo escenario ha despertado una gran ansiedad en Europa, donde en ninguna de sus principales potencias –Alemania, Francia e Inglaterra– los gobiernos cuentan con un escenario político o económico sólidos, sobre el que ofrecer una alternativa a sus aliados. Una ansiedad que deriva no solo del cambio en la política norteamericana, sino también en una “hostilidad de larga data hacia Rusia”, como recordó Zhang Hong, investigador del Instituto de Estudios de Rusia, Europa del Este y Asia Central de la Academia China de Ciencias Sociales.

Perfilando el medio juego

Como una “pesadilla” calificó el presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Christoph Heusgen, el resultado de la reunión de este año, que se celebró entre el 14 y el 16 de febrero. En lágrimas, terminó su intervención diciendo que el presidente Trump parece vivir “en otro planeta”. Se refiere a las relaciones establecidas por Estados Unidos con Europa, una de las bases del orden político mundial después de la II Guerra Mundial y de la Guerra Fría.

Un giro de 180 grados en esas relaciones fue anunciado por el vicepresidente J.D. Vance en su discurso ante la conferencia, con particular relevancia para las negociaciones sobre el conflicto en Ucrania.

Cuando todo es aún incertidumbre sobre la marcha de esas negociaciones, cuando resulta todavía imposible vislumbrar un acuerdo, o ver mejor perfilados los objetivos norteamericanos, me parece que lo más ambicioso es la propuesta de acuerdos geopolíticos y económicos.

En un artículo publicado el pasado 20 de febrero, Dimitry Trenin, investigador del Institute of World Economy and International Relations y miembro del Russian International Affairs Council (RIAC) llega a la conclusión de que Trump parece haber concluido que sus predecesores –Joe Biden y Barack Obama– hicieron cálculos equivocados, que terminaron por empujar Moscú a la órbita china. Un esfuerzo por revertir esa situación explicaría el acercamiento y la propuesta de acuerdos geopolíticos y económicos.

Pero Trenin dice algo más: Rusia no se hace ilusiones. Un acuerdo de cese al fuego puede estar siendo negociado, pero un acuerdo más amplio parece poco probable. Trump y su equipo parecen creer que Rusia, debilitada por la guerra, está desesperada por un acuerdo. “Eso es un error”, advierte. (El artículo de Trenin puede ser visto aquí: https://www.rt.com/news/612823-trenin-russias-long-term-play/)

El artículo de Trenin ayuda a ordenar algunas ideas. Una es la de que China es el verdadero objetivo de las políticas de Trump. Lo que está ocurriendo entonces es la puesta en marcha de una política que busca romper la alianza entre a Rusia y China, de aproximar nuevamente Moscú a Washington, de corregir el resultado de las políticas de Obama y Biden.

Si fuera así, se trataría de uno de los movimientos más atrevidos y ambiciosos en el escenario internacional. Un movimiento que pondrá a Putin frente al desafío político más importante de su vida política: elegir su lugar en la confrontación entre Estados Unidos y China, donde se definirán las reglas que regirán el escenario político mundial en las décadas venideras.

C5, responde China

En esta partida importa no solo oír lo que Beijing tiene para decir, sino también ver cuándo y cómo lo dice.

El movimiento siguiente en este tablero fue el encuentro de los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia y China, el pasado 21 de febrero, en la reunión del G20 en África del Sur (a la que el Secretario de Estado Rubio prefirió no asistir).

El canciller chino, Wang Yi, había expresado en Sudáfrica la disposición de profundizar los acuerdos a que llegaron los jefes de Estado de los dos países.

Al cumplirse el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, Putin llamó a Xi, mientras los dirigentes europeos se reunían en Kiev con Zelenski y anunciaban nuevas sanciones a Rusia y renovadas ayudas militares a Ucrania.

China ha insistido en la necesidad de que todas las partes involucradas sean incluidas en las negociaciones en algún momento y que el conflicto en Ucrania se resuelva mediante el diálogo, “tomando en consideración la preocupación de todos los países por su seguridad y respetando la soberanía e integridad territorial de todos los países”.

Consultado sobre si a China le preocupaba que una resolución del conflicto en Ucrania permitiría a Estados Unidos concentrar más recursos militares en la región Asia-Pacífico, si le preocupaba que la paz en Europa pudiera facilitar un mayor despliegue militar norteamericano en Asia, el portavoz de la cancillería china, Guo Jiakun, afirmó que China ha explicado reiteradamente su postura sobre la crisis ucraniana: “esperamos que todas las partes colaboren para abordar las causas profundas de la crisis, establecer una arquitectura de seguridad equilibrada, eficaz y sostenible, y lograr la paz a largo plazo en Europa”, declaró. Una fórmula compleja, que no será fácil llevar a la práctica.

Al mismo tiempo subrayó que China siempre ha creído que la región Asia-Pacífico debe ser un terreno adecuado para el desarrollo de todos los países, en vez de convertirse en un escenario para la confrontación geopolítica de las grandes potencias.

Hablando la semana pasada, en una mesa redonda celebrada el viernes 14, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el ministro de Defensa de Singapur, Ng Eng Hen, afirmó que los supuestos asumidos en los años posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial “habían cambiado radicalmente”.

Desde la perspectiva asiática –agregó– Estados Unidos había dejado de ser percibido como una fuerza de “legitimidad moral” para ser percibido como algo parecido a “un casero cobrando un alquiler”.

¿Se reescribirá hoy el resultado de la formidable partida de 1984? Habrá que esperar su cierre.

FIN

EE.UU. elige la multipolaridad

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Mauricio Ramírez Núñez.

Esta segunda administración del presidente Donald Trump ha marcado un hito en la política exterior estadounidense. Por primera vez desde el final de la Guerra Fría, Washington está abandonando su papel de guardián del orden unipolar y aceptando la nueva realidad del sistema internacional: un mundo multipolar donde grandes potencias como Rusia, China o India desempeñan un papel central en la recomposición del equilibrio global. Este giro estratégico nos recuerda a la escuela realista de relaciones internacionales, donde el Estado y la soberanía nacional vuelven a ser los ejes primordiales de la política global.

Un aspecto clave de esta transformación es el desacoplamiento de EE.UU. respecto al Occidente político tradicional, entiéndase, de Europa y sus centros de poder clásicos. Durante décadas, Washington dirigió la agenda global en conjunto con sus aliados europeos, pero el nuevo enfoque geopolítico de la administración Trump pone en duda este alineamiento incondicional, lo cual tiene a los europeos con los nervios de punta. Estados Unidos prioriza ahora sus intereses nacionales y redefine sus alianzas en función de la competencia global con China y Rusia, en lugar de seguir sosteniendo el peso del sistema occidental en su conjunto.

Durante años, se sostuvo la idea de que la unipolaridad era un orden natural, propio del “fin de la historia”, pero en realidad se trataba de una anomalía histórica disfrazada de multilateralismo y libertad. No puede existir un mundo con un solo poder sin un contrapoder que lo limite o lo regule. La estabilidad requiere equilibrio, y la unipolaridad, al no tener frenos efectivos, generó desorden y conflictos interminables en distintas partes del mundo. La OTAN fue el brazo armado de ese (des)orden. Ahora, con el ascenso de otras potencias al escenario de la toma de decisiones, ese espejismo de dominio absoluto ha quedado atrás.

El actual secretario de Estado Marco Rubio, lo expresa con claridad en una entrevista el pasado mes de enero en el programa de Megyn Kelly:

Y creo que eso se perdió al final de la Guerra Fría, porque éramos la única potencia en el mundo, y por eso asumimos esta responsabilidad de convertirnos en el gobierno global en muchos casos, tratando de resolver todos los problemas. Y están pasando cosas terribles en el mundo. Hay. Y luego hay cosas que son terribles que afectan directamente a nuestro interés nacional, y tenemos que priorizarlas de nuevo. Así que no es normal que el mundo simplemente tenga un poder unipolar. Eso no lo era, eso era una anomalía. Fue un producto del final de la Guerra Fría, pero eventualmente ibas a volver a un punto en el que tenías un mundo multipolar, múltiples grandes potencias en diferentes partes del planeta. Nos enfrentamos a eso ahora con China y, hasta cierto punto, con Rusia, y luego tienes estados rebeldes como Irán y Corea del Norte con los que tienes que lidiar”.

El reconocimiento de esta nueva realidad por parte de Washington plantea grandes incógnitas. Uno de los desafíos más relevantes es el de la desigualdad soberana, es decir, la brecha entre Estados en cuanto a su capacidad para ejercer plenamente su soberanía dentro del sistema internacional. En teoría, todos los Estados son iguales en términos de soberanía, pero en la práctica, las potencias pueden influir en las decisiones de los más débiles mediante presiones económicas, militares y diplomáticas. La multipolaridad no elimina esta desigualdad, pero sí redistribuye el poder entre varios actores, dificultando que una sola nación imponga unilateralmente su voluntad global.

Es evidente que los desafíos no desaparecerán, pero se abre la posibilidad de actuar desde una postura diferente a la hegemonía unipolar occidental. En la misma entrevista citada anteriormente, Rubio reconoce esta verdad. En sus propias palabras:

Ahora más que nunca debemos recordar que la política exterior de Estados Unidos debe estar orientada a promover nuestro interés nacional y, en la medida de lo posible, evitar la guerra y los conflictos armados. En el siglo pasado, vivimos dos guerras mundiales que demostraron su alto costo. Este año se conmemora el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto de escala y destrucción sin precedentes. Hoy, el impacto de una guerra global sería aún más catastrófico, posiblemente amenazando la vida en el planeta. Y aunque pueda sonar exagerado, la realidad es que múltiples países poseen ahora la capacidad de aniquilación total. Por ello, debemos esforzarnos al máximo para evitar conflictos armados, pero nunca a expensas de nuestro interés nacional”.

Rubio deja entrever un cambio en la lógica estratégica de Estados Unidos; la guerra ya no es una opción sostenible en un mundo donde el equilibrio de poder se ha diversificado. Su declaración refleja el reconocimiento implícito de que la unipolaridad ha caducado y que la coexistencia con otros polos de poder es inevitable. En este contexto, las naciones que sepan moverse con pragmatismo y estrategia podrán aprovechar las oportunidades que ofrece un sistema más distribuido, sin quedar atadas a los dictados de una sola potencia.

Es contundente y queda claro, que la era del mundo dominado por una única superpotencia ha llegado a su fin. El modelo en el que Estados Unidos determinaba unilateralmente la política global sin restricciones externas ha colapsado, y Washington lo ha entendido. Europa hoy debe reinventarse, se encuentra sola y sin ese compañero que en los últimos treinta años fuera su amigo fiel. Ahora, el reequilibrio del poder global dependerá de la interacción entre múltiples actores, donde Rusia, China, India, Turquía, Irán y otras naciones históricas pero emergentes en este contexto serán claves en la configuración del siglo XXI y sus retos globales.

Defensoría identificó fallas en abordaje para atención de personas deportadas

Reporte de observación activa de Defensoría en aeropuerto

Tal y como ha sido ampliamente señalado por los medios de comunicación, el día de ayer ingresó a nuestro país un grupo importante de personas deportadas de los Estados Unidos. La Defensoría de los Habitantes estuvo presente en el Puesto 2 del Aeropuerto Juan Santamaría, realizando una observación activa de las acciones coordinadas por el Gobierno Costarricense y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), realizándose con total facilitación y apertura.

Al personal de la Defensoría previo a la llegada de las personas deportadas se nos dio una información muy general sobre el “protocolo” a utilizar, por parte de las autoridades migratorias nacionales. A la llegada de la aeronave en el hangar se observó el descenso de las personas deportadas, se ingresó a los tres buses, se realizaron entrevistas con el apoyo de equipo de traducción tecnológico, la colaboración de personas traductoras facilitadas por OIM y el conocimiento del idioma inglés por parte del equipo de la Defensoría.

Se observó una importante cantidad de personas deportadas, bebés en brazos, niños y niñas, mujeres, personas adultas mayores, quienes transmitieron llamados de ayuda, especialmente para poder informar a sus familias donde se encontraban y, evidenciaban y expresaban su angustia.

Se constató la provisión de insumos básicos de aseo para niñas y niños, alimentos (botella de agua, emparedado, manzana y repostería), leche en fórmula, toallas sanitarias, libros de pintar y crayones. Además, los buses contaban con servicio sanitario y aire acondicionado.

De dicha observación, corresponde a la Institución Nacional de Derechos Humanos hacer de conocimiento público, situaciones vejatorias y ajenas al efectivo y pleno disfrute de Derechos Fundamentales de las personas extranjeras que arribaron a nuestro al país las cuales se detallan a continuación:

No se dispuso en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de un lugar adecuado para su llegada y permanencia hasta su traslado al CATEM-Sur, considerando que se trató de un número elevado de personas. A partir del aterrizaje de la aeronave (más de cuatro horas de vuelo) inmediatamente fueron trasladados a los autobuses para un nuevo viaje, ahora terrestre, de aproximadamente seis/siete horas hacia el CATEM-Sur. Era mandatorio garantizar el acceso a la información al primer momento de haber pisado suelo nacional. Esta primera medida tuvo impacto en diferentes aspectos que a continuación se detallan.

Tratándose del acceso a la información sobre el proceso migratorio llevado a cabo por el Gobierno de los Estados Unidos y participación del Gobierno de Costa Rica, a partir de la información compartida por las personas deportadas a esta Defensoría en los buses, indicaron carecer de información del país de llegada, procedimientos migratorios que se aplicarían, lugar y tiempo aproximado de traslado, pedían ejercer su derecho de comunicación con sus familiares y solicitaban apoyo para lograrlo, consultaban sobre la permanencia en el país, plazo estimado de permanencia, entre otros. El faltante de esta información incrementó la angustia y la incertidumbre de estas personas.

La traducción fue limitada en la amplitud de idiomas de las personas deportadas. La intervención de las personas traductoras fue para transmitir un mensaje inicial muy básico, sin abordar las necesidades o el llamado propio de las personas deportadas.

Agregar que, tratándose del Derecho a la identidad, las personas consultadas por la Defensoría manifestaron haber sido despojados de sus documentos de identidad, sus pasaportes, lo cual limitó poder verificar el vínculo familiar.

Entre las entidades que se hicieron presentes en el lugar estuvo la Cruz Roja, el PANI, el MAG, el Ministerio de Hacienda, así como Fuerza Pública, UEI, Policía Turística y la Policía Profesional de Migración, cuerpo responsable del operativo efectuado. No obstante subrayar que, su sola presencia no fue suficiente, dado que tratándose del PANI, su intervención no fue coordinada para realizar un abordaje integral de la población menor de edad en el aeropuerto.

Las personas menores de edad están siendo víctimas de un proceso injusto. Luego de un transporte aéreo de más de cuatro horas, fueron trasladadas en forma inmediata a un segundo medio de transporte. Agregar que sus madres manifestaron que tenían horas sin haber podido dormir adecuadamente, a su ingreso a los autobuses mostraban gran apetito. Costa Rica ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño, por lo que es mandatorio garantizar que el interés superior del niño sea garantizado.

A pesar de que había un número alto de mujeres, en su mayoría madres de familia, el INAMU no estaba presente. Tampoco estuvo presente el CONAPAM, pese a la presencia de personas adultas mayores con dificultad para trasladarse y que también requerían de un abordaje especial.

Era urgente que, a su llegada al territorio nacional, se verificara que estas personas recibieran una valoración médica que permita identificar si tenían alguna necesidad de salud o si requieren de alguna intervención para resguardar su vida, por ejemplo, acceso a medicamentos tratándose de patologías crónicas. Es decir, no hubo una atención prioritaria individualizada para cada una de las personas que identificara requerimientos médicos particulares. Algunos hombres mostraron las marcas en varias partes de su cuerpo e indicaron ser producto del uso de esposas en el viaje aéreo.

Se observó que algunas de las personas requerían una atención de contención, no obstante, no hubo primeros auxilios psicológicos. No se contaba con personal médico en cada una de las unidades de buses dispuestas para su traslado al CATEM-Sur.

Subrayar que, el Principio de No Devolución, regulado en la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, pretende la protección de los bienes jurídicos de la vida, la libertad, la integridad y seguridad de las personas extranjeras, precisamente, por ese deber que tienen los Estados de tomar todas las medidas necesarias para proteger esos bienes jurídicos, independientemente de la nacionalidad o condición migratoria de la persona extranjera. Por tanto, es mandatorio verificar que, al regresar a sus países de origen, ninguna de estas personas será sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Lo anterior especialmente considerando la situación de conflicto existente en varios de los países de origen de estas personas deportadas, lo cual se hizo evidente en su llamado a “no volver a sus países”, así lo manifestaron a esta Defensoría.

Ser testigo de lo antes descrito, nos debe llevar a todas y todos a la reflexión: Costa Rica no se puede alejar de una tradición histórica de respeto a los Derechos Humanos y de ayuda humanitaria, ni puede desconocer los compromisos internacionales que ha asumido en esta materia, a pesar del interés político que pueda motivar a la implementación de acuerdos de cooperación migratoria con otros países de la región.

La Defensoría de los Habitantes continua presente realizando visitas al CATEM-Sur y reiterando al Estado Costarricense la obligatoriedad de garantizar derechos fundamentales, de estas personas deportadas.

Por el Día Mundial contra las Bases Militares Extranjeras

Por Pablo Ruiz*

En el marco del Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjeras, se realizó este jueves 20 de febrero pasado el Foro Internacional “Territorios de Paz, Bases Militares Extranjeras y Militarismo Global”.

En el foro compartieron su análisis Gabriel Aguirre, organizador para América Latina de Un Mundo Más allá de la Guerra; Ángeles Diez, del Frente Antiimperialista Internacionalista y de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad de España; Mahfud Bechri de la Campaña Internacional contra el Muro de la Ocupación Marroquí en el Sáhara Occidental; Basilio Gutiérrez, embajador de Cuba en Ecuador; Luis Ángel Saavedra, de la Coalición contra la Intervención y Base Militar Estadounidense en Galápagos en Ecuador; y de Carlos Padilla Roiz de la organización Los Necios de Honduras.

Gabriel Aguirre, señaló que esta actividad se enmarca en el Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjera «porque el 23 de febrero es la fecha en la que se firma un tratado ilegal en el cual Estados Unidos logra hacerse de la posesión de Guantánamo de una forma ilegítima, de una forma ilegal, y por supuesto contraviniendo todos los principios de respeto al derecho internacional y la soberanía de los pueblos sobre sus territorios».

Aguirre indicó que el mundo está plagado de bases militares, de aproximadamente 900 bases militares, que se encuentran en 96 países. La mayoría son de los Estados Unidos y países de la OTAN.

«¿Cómo se justifica la presencia de las bases militares hoy en el mundo? sustentan la presencia y el derecho que ellos se dan para establecer bases militares en todo el mundo y el primer elemento que debemos mencionar, por supuesto, es la denominada Doctrina Monroe, definida en el año de 1823, diseñada por James Monroe, el quinto presidente de los Estados Unidos, donde, principalmente, se habla de cuál va a ser la orientación de la política exterior de Estados Unidos partiendo de un principio fundamental reclamar 35 de los 28 territorios de las nacientes repúblicas que se estaban independizando de las colonias europeas. Bajo este principio de «América para los americanos» hay que mencionar que el libertador Simón Bolívar decía que los «Estados Unidos parecen estar destinados, por la Providencia, a plagar a América de miserias en nombre de la libertad».

«Un segundo elemento, que también sustenta todo esto, tiene que ver con la tesis del «destino manifiesto» donde John Sullivan, en 1845, dice «otras naciones han emprendido una interferencia hostil contra nosotros con el objeto de frustrar nuestra política y obstaculizar nuestro poder, limitando nuestra grandeza, y frenando el cumplimiento de nuestro destino manifiesto de extendernos por el continente asignado, por la providencia, para el desarrollo libre de nuestros millones que se multiplican anualmente». Es decir, para quienes tengan una interpretación rápida de esto, no es otra cosa más que el pueblo anglosajón destinado por la Providencia, por la divinidad, a hacerse del control del mundo entero. Creo que es un discurso muy similar al que utiliza hoy el Estado sionista de Israel, justamente para justificar su intervención contra el pueblo palestino», dice Gabriel Aguirre.

En embajador de Cuba en Ecuador, Basilio Gutiérrez, recordó que «la República de Cuba, que nació en mayo de 1902, fue una República, como decimos nosotros los cubanos, mediatizada porque dejamos de ser Colonia de España para convertirnos en una semicolonia de los Estados Unidos y eso fue como resultado de la imposición, por la fuerza, de la Enmienda Platt que le daba a los Estados Unidos el derecho de intervenir en los asuntos internos de Cuba, incluso por la vía de la fuerza, cada vez que viera en peligro sus intereses en la isla. Por otra parte, le concedió el derecho de firmar un acuerdo para bases navales y carboneras y establecerlas en la isla. Como resultado de este acuerdo, impuesto, es que se estableció la base naval de Guantánamo, en febrero de 1903, y que está allí, hasta hoy, en contra de la voluntad del pueblo cubano».

«Hoy 117 km cuadrados del territorio nacional de Cuba están ocupados por la base militar de los Estados Unidos, la más antigua del mundo, en contra de la voluntad, en contra de la aceptación del pueblo y del gobierno de Cuba y desde que triunfó la revolución, el 1 de enero de 1959, Cuba, en todos los escenarios, ha dado y sigue dando la batalla para que le sea de vuelta a nuestro país. Es parte de nuestro territorio, que nos ha sido arrebatada por la fuerza y que incluso de manera denigrante ha sido utilizada para traer supuestos terroristas del mundo y ahora para traer allí y hacer una prisión de inmigrantes que dice la administración del presidente Trump son una amenaza para los Estados Unidos y lo hacen violando los Derechos Humanos algo que está probado cómo se violan los Derechos Humanos allí, en la base naval de Guantánamo, cómo se han aplicado torturas terribles contra las personas que están allí», señala el embajador cubano.

Por su parte, Carlos Padilla Roiz, de la organización Los Necios, de Honduras, señaló que el intervencionismo de EEUU «también se manifiesta a nivel ideológico y simbólico y se ha realizado por medio del financiamiento de ONGs, a través de USAID, como el escándalo que hace poco ha sido conocido a nivel mundial, pero también se sabe que desde los años 80, a través de las iglesias protestantes, de las ONGs, de supuesta cooperación cívico-militar que daba una cara más favorable del ejército nacional ante la población, se han ido introduciendo esos procesos de dominación cultural».

«Los Estados Unidos también apoyaron dictaduras militares en muchas décadas y esto también llevó a que el ejército nacional se comportara prácticamente como una extensión del ejército norteamericano a través de la asesoría técnica de lo que ya conocemos de la Escuela de las Américas que han ido introduciendo sus criterios y su visión en el cuerpo de las fuerzas armadas», dice Padilla quien recordó que desde la Base Militar de EEUU en Soto Cano fue expulsado el presidente Manuel Zelaya en el golpe de Estado en Honduras el 2009. La presidenta Xiomara Castro, «se ha manifestado a favor de revisar la relación con EEUU en el marco de la expulsión de nuestros migrantes lo que pone a la vista que no hay una relación soberana o que no hay una relación, mejor dicho, equitativa entre el gobierno de los Estados Unidos hacia nuestro gobierno».

El foro fue organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; la Coordinadora Ecuatoriana del Movimiento de Amistad y Solidaridad con Cuba; la Asociación Ecuatoriana de Amistad con el pueblo saharaui; el Centro de documentación de Derechos Humanos Segundo Montes Mozo; la Fraternidad Ecuménica Ecuatoriana; y Un Mundo más allá de la Guerra (World Beyond War).

El Día Mundial de Acción Contra las Bases Militares extranjeras, este 23 de febrero, ha sido convocado por la Oficina Internacional de la Paz (IPB), No a la guerra – No a la OTAN, Pace e Bene, RootsAction, Veteranos por la paz, Red de resistentes de la industria de la guerra, Internacional de Resistentes a la Guerra y World Beyond War.

El Foro Virtual Internacional «Territorios de Paz y Bases Militares Extranjeras» está disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=oe6g9oxjWmk

* Pablo Ruiz es parte del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas, editor de la Revista El Derecho de Vivir en Paz.

Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas – Chile

www.derechoalapaz.org

Trump y sus ejes geopolíticos

Juan Carlos Durán Castro
Asesor Sindical ANEP-CCSS
Secretario de Prensa FECTSALUD

Un señor de derecha, de la vertiente nacionalista del que ahora denominan capitalismo fascista nacionalista, como Trump, «que difiere » de la vertiente transhumanista hegemonizada por George Soros de Davos, está exclusivamente golpeando la mesa con 5 ejes centrales de geopolítica:

1- Canal de Panamá

2- Groenlandia

3- «Golfo de América»

4- Anexar Canadá

5- Aranceles como espada de Damocles.

Una agenda enorme, que habrá que ver como avanza realmente, por lo cual es menester político separemos que las bombetas y cachiflines mediáticos globales, que controlan corporaciones informativas y aspiremos a ver la realidad y posibles avances temporalizando apropiadamente los tiempos políticos para aspirar a guiar adecuadamente.

La verdad lo que hace Trump, es aspirar con urgencia equilibrar la correlación de fuerzas global, pues EEUU, viene arrastrando una policrisis en varios estamentos como país hegemón desde 1945 y es igualmente cierto que no desaparecerá, pues mantiene tres valuartes esenciales: el aparataje militar industrial, un mayor control de la narrativa global » informativa» que le permite llevar ventaja en la guerra cultural- cognitiva y el manejo del patrón dólar, ejes que se han debilitado, pero que aunados a algunas acciones le va a permitir colarse en esta nueva era multipolar ya en total desarrollo.

Al final como era de esperar, en esa tarea de equiparar las fuerzas mundiales, la prioridad es Ucrania y los negocios que de ahí se derivarán, los cuáles son el elemento central para hacer llegar recursos a los EEUU y cumplir con el discurso de enfoque nacionalista, como una expresión del nuevo liberalismo proteccionista, que es contrario al discurso neoliberal que hemos conocido por décadas, pero que encaja en el contexto actual para EEUU y que sin duda presenta pocas o nulas diferencias con el enfoque fascista del otro enfoque globalista transhumanista, que se deriva del control que emana del foro de Davos.

Dicho esto, está claro a nuestro humilde juicio, que el 14 de febrero 2025, no dudamos marca un punto de inflexión histórico, con la comunicación entre Trump y Putin, lo cual derriba buena parte de la narrativa engañosa de los operadores y operadoras europeas, que llevan desde 1945, siendo alfombra de los EEUU, cuya postración muestra hoy sus consecuencias.

Una llamada marca hoy una implosión brutal en la UE, que ha sido abofeteada tanto en la Conferencia de Inteligencia Artificial, como en la de Seguridad en Múnich, Alemania, en las cuales han sufrido un remesón histórico que ya ha provocado dos sesiones de emergencia en Paris y que parecieran indicar que Macron aspira a asumir algún liderazgo, pero no nos engañemos, la UE, no se va a atrever a enviar soldados a Ucrania, el discurso de poses mediáticas revela su sumisión al golpeado hegemón del norte que está jugando bien sus cartas.

Pero las cosas están claras, una buena parte de la dis que dirigencia de Europa, no se atreverá a romper su cordón umbilical y se plegarán a los designios gringos.

Por otro lado, EEUU con su consenso con Rusia de 3 ejes iniciales:

Lograr frenar el conflicto en Ucrania.

Elecciones democráticas en ese país (que deja fuera a Zelenski sin duda) y cerrar la etapa final de la paz, resulta ser una táctica y una estrategia que trasciende a ese conflicto y nos coloca ante un escenario de un acuerdo que marca el inicio de una nueva fase en la cual el multipolarismo reinará y marcará un momento que brinde las condiciones para una nueva repartición del mundo de cara a los negocios, que son al final del día la agenda de Donald Trump, actor que amarrará con Rusia el devenir del planeta.

Esta realidad puede presentar diversos problemas, pero más allá de todo, decimos con reservas incluidas, que nos alegrarnos, pues nos parece que la consolidación de un escenario como este que nos aleje de la estupidez de una guerra nuclear le agrega valor al mundo como tal y enciende algunas luces.

Así las cosas, Rusia y EEUU, van a definir las características del mundo a partir del 14 de febrero 2025 y sentarán a la mesa a Ucrania, a la UE y a otros actores, para que sigan la ruta trazada, consensuada sin duda con una China y una India, con un perfil más bajo, pero altamente estratégico.

O sea, la reunión inicial en Arabía Saudí marca un antes y un después para el mundo y deja clara cuál es la lógica de Trump y la de Putin, los roles de China e India y los efectos e impactos que empieza a sufrir el mundo en el siglo XXI.

Al final en este reacomodo de las piezas del lego, no olvidemos nuestra América y la relevancia en el actual contexto y sin duda alguna la lectura obligatoria que debemos tener en relación con nuestra patria y los enormes riesgos a los cuáles está expuesta en la actual coyuntura, puesto que no dudamos que las consignas de siempre de los movimientos sociales y sindicales, se mantienen intactas y es menester en tal sentido construir los mecanismos para blindar, mejorar y humanizar la institucionalidad nacional ante un proceso global que tendrá repercusiones de diverso tipo que requieren de acciones para la protección social y económica de las mayorías residentes en el país y el respeto a los derechos humanos, en Tiquicia.

Defensoría: País queda obligado a garantizar derechos de personas deportadas por Estados Unidos

Si bien la Defensoría de los Habitantes desconoce los detalles del acuerdo o negociaciones existentes entre el Gobierno de Costa Rica y el de los Estados Unidos para “colaborar en los procesos de repatriación de 200 inmigrantes a su país”, la Defensoría de los Habitantes hace un llamado de atención a las autoridades de nuestro país, en relación con los procedimientos migratorios que se implementarán una vez que se reciban a estas personas extranjeras provenientes de Asia y de la India.

El Estado costarricense debe garantizar la protección de los derechos humanos de las personas extranjeras que son sujetas de estos procesos migratorios coordinados:

– Condiciones de salud y necesidades de atención prioritarias de las personas extranjeras provenientes de los vuelos de los Estados Unidos. Es urgente que, a su llegada al territorio nacional, estas personas reciban una valoración médica que permita identificar si tienen alguna necesidad urgente de salud o si requieren de alguna intervención para resguardar su vida.

– Condiciones de permanencia de estas personas hasta su traslado al CATEM-Sur y durante su permanencia en dicho centro. Resulta urgente que se defina un espacio adecuado para la permanencia de estas personas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, considerando que se trata de un número elevado de personas y que se desconoce si el grupo está integrado por personas menores de edad, personas adultas mayores, personas con discapacidad y grupos familiares. Igualmente, considerando que, como es sabido por esta Defensoría, en el CATEM Sur ya se encuentran más de 140 personas que han realizado su viaje de regreso hacia el sur sin que medie una autoridad migratoria, es necesario que se verifique que dicho lugar tendrá las condiciones y capacidad suficiente para albergar, en condiciones dignas, a estos grupos numerosos que forman parte de los acuerdos binacionales en cuestión.

– Independientemente del proceso migratorio que haya aplicado el Gobierno de los Estados Unidos, es necesario que el Estado costarricense verifique que, al regresar a sus países de origen, ninguna de estas personas será sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes. El riesgo de que una persona pueda ser víctima de tortura en caso de “retorno, repatriación, deportación o devolución”, según se trate de la legislación de cada país de origen, obliga a Costa Rica a realizar un análisis integral de la normativa que resultaría aplicable en estos países, para casos como el presente.

Debe tomarse en cuenta que, con la ratificación de la Convención contra la Tortura, Costa Rica asumió el compromiso de que “no se procederá a la expulsión, devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura” (artículo 3). Por otro lado, el Principio de No Devolución, regulado en la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, pretende la protección de los bienes jurídicos de la vida, la libertad, la integridad y seguridad de las personas extranjeras, precisamente, por ese deber que tienen los Estados de tomar todas las medidas necesarias para proteger esos bienes jurídicos, independientemente de la nacionalidad o condición migratoria de la persona extranjera.

La Defensoría de los Habitantes se mantendrá vigilante de que el Estado costarricense, independientemente de la existencia de acuerdos de cooperación de carácter migratorio con otros países de la región, genere los mecanismos y acciones necesarias para garantizar la protección de los derechos humanos de las personas extranjeras que, por diferentes razones se han visto obligadas a dejar sus países de origen y que, en este momento, están siendo forzadas a regresar a ellos, a pesar de no tener certeza de que su vida, libertad o integridad personal no estará en riesgo.

Comunicación
Defensoría de los Habitantes

Rusia, China y la lección aprendida sobre el islam radical

Mauricio Ramírez Núñez.

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La historia de la Guerra Fría dejó muchas enseñanzas estratégicas, pero quizás una de las más importantes para Rusia y China fue el uso que Estados Unidos y Occidente hicieron del islam radical como herramienta de desestabilización contra la influencia soviética y comunista en Asia Central.

Durante décadas, Washington financió y promovió grupos yihadistas para enfrentar a la URSS en Afganistán y otras regiones, basándose en la incompatibilidad ideológica entre el materialismo marxista-leninista y la cosmovisión religiosa islámica. Sin embargo, con el tiempo, esos mismos grupos entendieron que solo fueron utilizados por Occidente, lo que llevó a su enfrentamiento directo con EE.UU. en episodios como el 11 de septiembre y la expansión de la insurgencia islamista global con el Estado Islamico posteriormente, y su guerra santa contra occidente.

El comunismo soviético, al ser un producto de la modernidad ilustrada, compartía con Occidente un mismo origen filosófico basado en la razón, la secularización y el materialismo. En el mundo islámico, que mantiene una visión profundamente espiritual y tradicionalista, este enfoque resultaba profundamente ajeno, lo que facilitó que Occidente explotara esas diferencias ideológicas. Estados Unidos financió figuras como Osama bin Laden y promovió el surgimiento de grupos como Al Qaeda con el propósito de debilitar la presencia soviética en Afganistán, en lo que se conoce como la «trampa afgana». Sin embargo, una vez que la URSS colapsó, el islamismo radical, lejos de ser un aliado eterno de Washington, comprendió que sus patrocinadores occidentales solo los habían instrumentalizado, lo que llevó a una ruptura de sus relaciones.

La contradicción más evidente en la estrategia estadounidense quedó expuesta con la victoria de los talibanes en Afganistán en 2021. Los mismos Estados Unidos que se presentan como defensores de los derechos humanos y la igualdad de género fueron los que financiaron, entrenaron y armaron a los talibanes en los años 80, ayudándolos a convertirse en la fuerza política y militar que son hoy. Sabían perfectamente que este grupo no permite ni siquiera que las mujeres hablen en público, que impondrían un sistema de gobierno basado en una interpretación extrema de la sharía y que restringirían libertades fundamentales.

Sin embargo, en nombre de la democracia y la libertad, les dieron apoyo logístico, dinero y armas. El colapso del gobierno prooccidental de Kabul y el regreso de los talibanes al poder fueron la prueba final del fracaso de la política estadounidense en la región. Durante 20 años, Washington vendió la idea de que estaba construyendo una democracia en Afganistán, pero la realidad es que nunca tuvo un proyecto sostenible. Cuando llegó el momento de la retirada, abandonaron el país al mismo régimen que décadas atrás habían financiado y utilizado como instrumento contra la URSS.

Rusia aprendió de esta experiencia y, tras la disolución de la URSS, abandonó el comunismo en favor de una revalorización de su identidad histórica basada en el cristianismo ortodoxo y la tradición nacional. Este giro no solo sirvió para cohesionar su sociedad internamente alrededor de la figura del presidente Putin, sino que también le permitió redefinir su política exterior hacia el mundo islámico.

A diferencia del Occidente liberal, que insiste en imponer su visión de democracia, derechos humanos y progresismo (nihilismo) moral, Rusia se ha posicionado como una potencia respetuosa de las tradiciones y creencias de los pueblos musulmanes. Esta estrategia de soft power ha permitido que muchos países islámicos, en lugar de ver a Rusia como un enemigo, la perciban como un aliado en la defensa de los valores tradicionales frente a la ofensiva cultural, y en algunos casos hasta militar, de Occidente.

China, por su parte, también ha tomado nota de esta historia. A pesar de sus propias tensiones internas con minorías musulmanas, Pekín entiende que el islamismo radical fue una creación occidental y que, en términos geopolíticos, es preferible construir lazos pragmáticos con el mundo islámico basados en el respeto mutuo y la no injerencia en asuntos internos. Su estrategia en Medio Oriente y África refleja esta visión, centrada en el comercio, la inversión y la cooperación, en lugar de intentar imponer modelos políticos o ideológicos.

De esta manera podemos contrastar y ver grandes diferencias que marcan la pauta hacia un mundo cada vez más multipolar. Occidente sigue atrapado en su lógica de superioridad civilizatoria, donde se presenta como la cúspide del desarrollo humano y descalifica a cualquier sistema que no encaje en su esquema liberal-democrático. Esta actitud, que remite a la vieja dicotomía entre civilización y barbarie de la época colonial, ha generado un profundo rechazo en muchas partes del mundo, incluidas las sociedades musulmanas. Mientras EE.UU. y Europa predican valores de «progreso» y «derechos humanos», al mismo tiempo imponen sanciones, intervenciones militares y desestabilización política en países que no siguen su línea.

Así, el mundo musulmán ha comenzado a ver en Rusia y China socios más confiables y menos intrusivos que Occidente. Esto es algo que tiene muy claro el presidente Trump. El tiempo ha demostrado que la estrategia de instrumentalizar el islam radical terminó siendo un arma de doble filo para Estados Unidos y Europa, mientras que Rusia y China, con su enfoque de respeto por las tradiciones, han logrado acercarse a un mundo que antes les era hostil. La lección de la Guerra Fría ha sido bien aprendida, y la reconfiguración del poder global así lo demuestra.

Trump frente al mundo

Por Arnoldo Mora

En la ceremonia de juramentación, Trump asumió una actitud desafiante frente al mundo entero; se mostró como lo que pretende ser: el último emperador de Occidente. Por eso considero que el título que encabeza estas líneas pudo ser también: Trump enfrenta al mundo. Pero cabe ahora preguntarse cuál es ese mundo que Trump no teme en desafiar, porque el presidente tiene al menos dos mundos frente a sí: el doméstico y el planetario, aunque, ante sus ojos, no poseen el mismo valor. El primero, como lo señala en su conocido slogan de campaña y que tanto éxito le ha deparado: “América primero”, equivale a decir que, para sus compatriotas y, sobre todo, para él, los Estados Unidos está muy por encima del resto del mundo, por lo que lo primero, por no decir lo único que realmente importa son sus propios intereses; más que su país como totalidad son él, Donald Trump y sus incondicionales, lo que realmente cuenta; es en función de esa élite y sus intereses que él se propone gobernar la nación más poderosa del mundo, ese es su único programa de gobierno, con lo que lograría la realización de sus sueños hegemónicos, ejerciendo el poder en función de sus intereses gremiales; el resto del mundo interesa en la medida en que sea útil a la plena realización de los mismos. Empleando una grandilocuencia enfática, ve en su retorno a la Casa Blanca la definitiva, por no decir última oportunidad, de hacer realidad el sueño que, desde que vino a este mundo, acaricia. Para lograrlo se siente, no sólo privilegiado, sino también ungido por fuerzas sobrenaturales. Como emperador, Trump no siente la urgencia de buscar el aval de su pueblo; todo lo contrario, es este quien debe estarle agradecido.

Esta arrogante actitud se inspira en una filosofía o concepción del mundo, del hombre en concreto. Para emplear el término consagrado por Max Weber, según el cual las grandes civilizaciones se caracterizan por tener un modelo de hombre ideal, un “arquetipo” o idea platónica de ser humano, el “hombre de negocios” (businessman) es el hombre ideal del que se nutre la “american way of life”, del norteamericano medio. Es gracias a la realización de este ideal que el pueblo norteamericano ha logrado ser la civilización más exitosa de la humanidad. Él, Donald Trump, encarna ese ideal mejor que nadie; eso explica el éxito político que ha logrado y que hoy, y durante los próximos 4 años, no cesará de exhibir orgulloso ante el mundo entero. Siempre había luchado por hacer de su vida la realización plena de ese ideal, ahora disfruta por haberlo logrado en el ocaso de su vida y como hombre escogido por la Providencia para servir de modelo a toda una nación. Por eso se rodea de gentes que esperan participar de sus sueños, por lo que le son fieles incondicionalmente. Trump se ha rodeado de un equipo unido por el vínculo de su lealtad al líder, pero muy diverso e, incluso, contradictorio en sus métodos y en sus ambiciones personales. Por lo que ahora la incógnita es saber hasta cuándo durará ese equipo una vez que haya pasado la euforia de la victoria y deban enfrentarse a los retos de cada día y a las intempestivas decisiones de un hombre que concentra todo el poder y sólo confía en sus ocurrencias.

Hay, sin embargo, un hombre que aparece como clave, especie de primer ministro que goza de la plena confianza del líder. Es un advenedizo, que no nació en su actual país, sino en Sudáfrica, lejana no sólo en la geografía, sino en su historia política. Me refiero a Elon Musk, cuya biografía es la negación total de los valores democráticos de que los Estados Unidos dice ser el modelo ante el mundo entero. Elon Musk es un “afrikaner”, es decir, un ferviente defensor del apartheid, un esclavista, convencido de que los nativos de África son una “raza inferior”. A la llegada a la presidencia de Pretoria de Nelson Mandela, el héroe de las luchas libertarias de su pueblo y padre de la patria, Musk huyó con sus millones a una tierra que le ha permitido convertirse en el multimillonario más grande del mundo, por lo que se considera el modelo ideal, el arquetipo de hombre weberiano” según la mentalidad yanqui; no es, por ende, ninguna casualidad que Trump lo haya convertido en la eminencia gris, el poder detrás del trono, no sólo para apoyarlo en su trajín y ante las muestras crecientes de deterioro físico y mental y del estrés que acarrea el ejercicio del poder supremo de la nación más poderosa del mundo, sino también para mostrar un modelo de éxito total a una nación dividida y sedienta de inspiración.

Este proceder de un presidente salido de las filas del Partido Republicano no constituye ninguna novedad; todo lo contrario, todos los presidentes republicanos posteriores a la II Guerra Mundial siempre fueron así. Veamos. Un anciano Eisenhower en su segundo período de gobierno dejó que el joven y ambicioso vicepresidente, el californiano Richard Nixon, gobernara mientras un convaleciente presidente se entretenía jugando golf. El poder detrás del trono en tiempos del comediante Ronald Reagan era Bush padre. Cuando éste llegó al poder, su vicepresidente Cheney era el que gobernaba con poderes omnímodos, lo que le permitió, luego de la sangrienta invasión a Irak, que la empresa liderada por su hijo se apropiara de los pozos de petróleo de ese país. Pero el caso más reciente y de peores consecuencias para América Latina, fue el del secretario de Estado (ministro de Relaciones Exteriores), Henry Kissinger; de origen alemán y proveniente de una familia askenazi, Kissinger fue formado en las juventudes nazis, de donde logró huir para hacer una carrera política exitosa en su segunda patria, los Estados Unidos. En Nuestra América Latina es considerado como el mayor genocida porque, en su condición de secretario de Estado de Nixon, planeó e impulsó a los ejércitos cipayos del Cono Sur (Chile, Argentina, Uruguay) a ejecutar implacablemente el Plan Cóndor, imponiendo dictaduras fascistas llamadas “regímenes de seguridad nacional”, que causaron a esos sufridos pueblos más de 60 mil asesinatos y cientos de miles de exiliados políticos dispersos por el mundo entero.

Ante esos antecedentes, cabe preguntarse no sin angustia ¿qué les espera a nuestros pueblos cuando Trump anuncia como una de las prioridades de su gobierno, anexionarse Canadá y Groenlandia, militarizar la frontera con México para garantizar “la seguridad nacional”, lo mismo que ocupar militarmente el Canal de Panamá, a fin de monopolizar su uso y obstaculizar el comercio con su archirrival China? Frente a tan ominosa amenaza, sólo cabe una respuesta, la que ya fuera soñada por Bolívar: dejar de lado las diferencias y unirse.

Emisario de Trump en Iberoamérica

Marlin Óscar Ávila.

Por Marlin Oscar Ávila

No cabe dudas que al presidente de EUA le gusta mucho ser el centro de atención mundial. Para ello ha tenido exabruptos con temas que no son de su dominio. Sus actitudes se distinguen mucho de la modestia en las de representantes de otras potencias mundiales. Su perfil es de un neofascista que se considera dueño no solo del mundo occidental, sino de la compleja economía política mundial. Después de décadas de haberse superado al imperio invasor, expansionista y guerrerista que tuviéramos en los años 70s y 80s, volvemos al asecho de la ultraderecha, esta vez, con una fuerza intervencionista que puede acabar con los procesos democráticos en nuestro continente, los que nos ha costado más de una generación construirlos.

Lamentablemente, tenemos algunos gobiernos que se aferran al mandato inconsulto, a los cuales les atrae gobernantes imperialistas como Donald Trump, ya vemos la gran cercanía del gobernante salvadoreño y no sería extraño que Rodrigo Chávez, se alinee fácilmente con ese gobierno. El presidente Novoa de Ecuador, con facilidad se inclinaría ante los mandatos de Trump. Títeres hay suficientes como para montar una ofensiva fascista en nuestra Iberoamérica.

Sin embargo, cuando vemos las grandes movilizaciones de mexicanos y de migrantes iberoamericanos que protestan por las acciones del gobierno racista y sectario de EUA, nos damos cuenta de que hay esperanzas en nuestra democracia y en nuestra juventud.

Sabemos que debemos seguir con la educación política sin temor a las amenazas de los grupos oligarcas en cada país. El proceso democrático debe seguir, aunque con la aparición de un líder estadounidense con ese perfil, estamos en un grave riesgo de retroceder. Trump nos ha enviado a su secretario de Estado, Marco Rubio, como emisario de un emperador romano, para asegurar sus posiciones territoriales y la voluntad de sometimiento de los gobernantes locales. Es claro que ese emisario no visitará Nicaragua, Honduras y Venezuela, menos a la isla de Cuba.

Nuestro proceso de democratización debe seguir creciendo sin permitir el vasallaje de nuestros gobiernos y pueblos. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum nos sigue mostrando diariamente cómo se debe hacer.