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Etiqueta: extensión universitaria

Temporada de Tertulias 2023: «Sol Lucet Omnibus»

El pasado sábado 18 de noviembre se llevó a cabo la vigésima novena tertulia: “Sistema de extensión universitaria de la UNED: constructo inclusivo con participación activa de las comunidades”. La actividad consta de una serie de tertulias temáticas sobre el constructo del sistema de investigación de la UNED; además de ello, es la primera acción afirmativa de inclusión de las comunidades en dicho constructo. 

Recordar que las tertulias se establecieron en el año 2005 como una estrategia de vinculación de universidad/comunidad en la sede de Guápiles y se rigen por tres grandes principios: disentir con respeto, consentir con responsabilidad y asentir con humildad.

La actividad se realizó en compañía de las contertulias y contertulios:

  • Roxana Villegas Castro – Gestora Local Río Claro
  • Juan Carlos Villalobos Umaña – Gestor Local La Purruja, Golfito
  • Franklin Barrantes Montero – PANI La Palma de Pto. Jiménez
  • Pamela Castro Hidalgo – Jefe Sede UNED Osa
  • Luis Miguel Delgado Madrigal – Proyectista UNED Ciudad Neilly
  • Javier Ureña Picado – Director Extensión UNED
  • Rafael López Alfaro – Programa de Gestión Local UNED

Para observar la retransmisión de las tertulias, ingresar a los siguientes enlaces:

YouTube: https://www.youtube.com/c/unedguapiles16/live

Facebook: https://www.facebook.com/unedguapiles/live

Brindan acompañamiento productivo a migrantes nicaragüenses

Alrededor de 23 familias migrantes nicaragüenses habitan el asentamiento campesino Las Melinas, ubicado en Upala.

Por: Johnny Núñez Zúñiga
Periodista
Oficina de Comunicación-UNA

Mejorar la condición socioeconómica de familias migrantes nicaragüenses es el propósito del acompañamiento que brinda la Sección Huetar Norte y Caribe, Campus Sarapiquí de la Universidad Nacional (UNA), junto con la fundación Centro de Derechos Sociales del Inmigrante (Cenderos) y la Municipalidad de Upala, en un asentamiento campesino, ubicado en el sector de Las Melinas de Upala Zona Norte de Costa Rica.

Desde hace más de dos años el Campus Sarapiquí realiza una labor de extensión con el apoyo de diferentes escuelas de la UNA, entre ellas, Ciencias Agrarias, brindando asesoría técnica en la implementación de sistemas agro-productivos a 23 familias migrantes nicaragüenses, las cuales perdieron sus tierras y debieron abandonar su patria por ser opositores al régimen de Daniel Ortega.

Francisca Ramírez, responsable nicaragüense del asentamiento, agradeció al país por abrirles las puertas, así como resguardar sus vidas, ya que la mayoría son campesinos desplazados a la fuerza por la crisis política que se vive en Nicaragua. “Al ser familias campesinas decidimos juntarnos y trabajar de forma colectiva labrando los terrenos y criando animales de granja, con lo que aportamos un granito de arena a la economía y fortalecimiento de esta región de Upala”, precisó Ramírez.

Destacó que reciben y le brindan techo y alimentación a todo aquel migrante que huya del régimen, donde algunos deciden quedarse y otros marcharse a otras regiones del país o bien anhelar el sueño de continuar hacia los Estados Unidos. Cabe destacar que el terreno que habitan dichos migrantes es una finca rentada.

Jairo López, migrante nicaragüense que habita en el asentamiento, manifestó que llegó a esta región en marzo de 2019 en busca de ganarse el sustento para sus familias. “Quiero señalar que desde el principio la UNA nos ha motivado a echar para adelante y al ver nuestras carencias nos tendió la mano con programas agroecológicos, así como la debida asesoría técnica en el tema bovino, lo cual nos ayuda a sostener este proyecto agrario”, subrayó López.

UNA en el territorio

Sonia Montero, académica del Campus Sarapiquí de la UNA, acotó que a estas familias se les apoya con asesoría técnica de la Escuela de Ciencias Agrarias y de la Finca Experimental Santa Lucía en el manejo del bovino, donde ya cuentan con 100 cabezas de ganado, una granja de gallinas ponedoras y varios cerdos. “Los apoyamos con la vacunación a los animales, control del alimento, poner aretes a las vacas, elaboración de silos. Además del cultivo de árboles frutales y la producción de queso, leche y natilla”, puntualizó Montero.

Martín Parada, vicerrector de Extensión de la UNA, indicó que la alianza estratégica con la fundación Cenderos y Universidad Nacional con el proyecto de modelos de desarrollo territorial, vinculados y articulados con el Campus Sarapiquí de la UNA, garantiza que los productos del asentamiento se comercialicen en la feria del agricultor de los viernes y sábados en Upala, lo cual, en conjunto con el respaldo de la alcaldesa de dicho cantón, ha permitido que estas familias cuenten con ingresos sostenibles de autosuficiencia.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Las universidades públicas ante al cambio climático

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval
Académico Universitario Titular
Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera
Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales,
MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y Negocios Internacionales.
Ex Funcionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y, América Latina,
Escritor, Científico Social

luis.martinez.sandoval@gmail.com

Luis G. Martínez Sandoval.

La Tierra es nuestro hogar y el daño a la Madre Tierra es irreversible. Los límites del crecimiento (Meadows:1972) han sido superados y hemos talado el árbol de la ciencia del bien y del mal.  El Huerto del Edén creado por Dios para que el ser humano lo “labrara y lo guardase” (Génesis: 2:15) no solo está devastado y destruido sino también hemos eliminado los querubines (Génesis: 3:24) que con sus espadas encendidas guardaban el árbol de la vida.

Hoy, a veintitres años del Siglo XXI y la Tierra con más de 8 mil millones de seres humanos guiados por la sociedad capitalista hiperconsumista global como las sociedades de economia planificada que depredan sin límites los seres vivos de los reinos biológicos, la academia e investigación científica debe dar las respuestas a los problemas desde los centros de educación superior universitaria pública.

Las Universidades Públicas ante el cambio climático tienen la responsabilidad de asumir el liderazgo para crear seres humanos diferentes, que le hagan frente al calentamiento global inducido por: los seres humanos cuyos impactos (IPCC: 2023) son generalizados y severos con emisiones globales que alcanzarán su punto máximo antes de 2025 en las trayectorias alineadas a 1.5 °C y que son producto de la quema de combustibles como el carbón, petróleo y gas. La detonación de más de 2.500 bombas nucleares o dispositivos con carga atómica desde 1945 a nuestros días encabezados por EUA, ex URSS y Francia. La deforestación de selvas y bosques, el excesivo uso de fertilizantes, los residuos y  la ganadería.

Este cataclísmo guiado por ese “atlas del sufrimiento humano y una acusación incriminatoria del fallido liderazgo climático” obliga a  las universidades públicas a cumplir con la Carta de la Tierra y sus pilares: Respeto y Cuidado de Vida, Integridad Ecológica, Justicia Social y Económica, Democracia, No violencia y Paz para cuidar la Pachamama, o Madre Tierra. Están llamadas a liderar, guiadas por sus principios de la conservación, mejoramiento del medio ambiente y el fomento del desarrollo sostenible.

Desde la academia, la extensión, la acción social, la investigación, el movimiento estudiantil y el Consejo Universitario deben contribuir en la búsqueda de soluciones concretas y de corto plazo a los desafíos del cambio climático. Esa es su razón de ser en el Siglo XXI dado, que tienen el deber de desarrollar programas especiales para construir sociedades guiadas por la responsabildad social ambiental y la economía circular. Asimismo, deben estimular la indagación y la construcción de nuevos conocimientos y el impulso del modelo de desarrollo socio económico autosostenible.

En este momento crítico de la humanidad, las universidades públicas tienen el compromiso de hacer suyo el gran mensaje del Jefe indio Seattle, de la tribu Suwamish (1854) y la Carta de la Tierra (lanzada formalmente el 29 de junio de 2000) y sus pilares, para no solo ayudar a enfrentar el cambio climático sino la gran soledad espiritual que permea al ser humano, desde que perdió su misión de labrar y guardar el Huerto del Edén y proteger el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida.

Habitantes de Guanacaste se unen a Observatorios Ciudadanos del Agua

Por: Johnny Núñez Zúñiga/Periodista O.C-UNA
jnunez@una.cr

Como parte de su gestión en procura de la calidad de las aguas, gestión de cuencas hidrográficas, tratamiento y reutilización de aguas, el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y El Caribe (Hidrocec) de la Universidad Nacional (UNA), tiene a disposición de los habitantes de la región Chorotega la iniciativa conocida como: Observatorios Ciudadanos del Agua, concebidos como nueva forma de organización social que permite a los guanacastecos que así lo deseen, a participar en los procesos de monitoreo y restauración de los cuerpos superficiales de agua en las comunidades donde viven.

La presentación de este proyecto se realizó en el marco del encuentro: UNA Investigación-Extensión: Fortalecimiento a las comunidades, en el cual se expusieron las iniciativas de estas áreas, con actores sociales e institucionales de los lugares donde impacta la Sede Regional Chorotega de la UNA.

Cristian Golcher, investigador de Hidrocec y académico de la carrera de Ingeniería Hidrológica explicó que los Observatorios se inscriben formalmente ante la Alianza Nacional de Ríos y Cuencas de Costa Rica y gracias al Hidrocec las personas y comunidades involucradas pueden participar en la obtención del galardón del programa de Bandera Azul Ecológica. “Se ponen en contacto con nosotros, manifiestan su interés y voluntad de integrar un grupo para realizar estas actividades y los incluimos dentro de las acciones de este proyecto”, detalló Golcher.

Participación ciudadana

Indicó que la idea de establecer los Observatorios, surgió a raíz de los monitoreos realizados años atrás por la UNA y el laboratorio de Hidrocec a distintos cuerpos de agua de la provincia de Guanacaste, como lo es el río Liberia, donde desde 2011 se realiza el monitoreo de la calidad del agua, de acuerdo con las presiones de las actividades humanas, pero sobre todo con la intención de generar información que resulte útil en la toma de decisiones.

“Hemos notado que, si bien la información llega a los tomadores de decisiones, quizás no es suficiente; por esa razón estamos capacitando a las personas sobre cómo hacer las observaciones científicas del estado de los ríos, e involucrándolos de forma directa en el proceso de registro, análisis e interpretación de los resultados, para que apliquen esos datos en beneficio de su comunidad”, precisó Golcher.

El Hidrocec-UNA es un centro que busca contribuir a la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH) en Centroamérica y el Caribe, mediante la excelencia en la investigación, la extensión, la docencia y la vinculación con todas y todos los actores sociales relacionados con los distintos procesos de gestión, estableciendo alianzas intra e intersectoriales. Sus laboratorios modernamente equipados se inauguraron hace 11 años, en el campus Liberia de la Sede Región Chorotega de la UNA.

Vídeo:

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

UNA: Niños y niñas que construyen paces en la escuela

Antonio Arroyo Álvarez

Como parte de los esfuerzos realizados desde el Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional (Idela-UNA), el proyecto de extensión-investigación “Comunidades educativas que construyen paz”, realizaron durante el pasado mes de mayo un ciclo de talleres lúdicos con niños y niñas de cuarto grado de la Escuela Miguel Aguilar Bonilla, en San Rafael de Heredia, denominado “Niños y niñas que construyen paces en la escuela”.

Para la académica del Idela y coordinadora del proyecto, Evelyn Cerdas, esta iniciativa busca generar procesos pedagógicos para la paz por medio de una metodología lúdica y participativa para la promoción de una cultura de paz.

“El trabajo se realizó con la metodología del proyecto, la cual se basa en el modelo participativo y el enfoque socioafectivo por medio de técnicas participativas y lúdicas como los juegos cooperativos, permitiendo que los niños y niñas compartieran aprendizajes, tuvieran un espacio de disfrute con el arte, el diálogo, la reflexión y las vivencias en un espacio de confianza y afecto”, explicó Cerdas.

Los talleres realizados se enfocaron en el fortalecimiento de actitudes y habilidades para hacer las paces en el aula, como un proceso que parte del reconocimiento de las capacidades humanas para hacer las paces desde los propios espacios y a partir de las habilidades, vivencias y aprendizajes desde su propio contexto, en este caso, el escolar.

También, el programa implicó que cada niño y niña se mire como sujeto protagonista de la paz en el espacio escolar, en el que pueden construir diariamente relaciones basadas en el respeto, el buen trato, la confianza, la no violencia y el cuidado mutuo; esto a partir, de una visión en la cual se consideren como sujetos de derechos con capacidad de reconocer el valor de la otra persona.

Así, con los objetivos de potenciar relaciones amistosas basadas en la no violencia, reconocer el derecho a la paz en las prácticas del buen trato, así como reflexionar sobre el valor del cuidado de los compañeros y compañeras como práctica cotidiana para hacer las paces, se trabajaron temas como: relaciones pacíficas en el aula, el derecho a la paz y el buen trato, el cuidado como práctica para construir la paz y arte para la paz.

Delmis Patricia Diaz, trabajadora social del equipo interdisciplinario, de la Escuela Miguel Aguilar Bonilla, reconoce que este tipo de iniciativas abren las posibilidades para que las personas menores de edad desarrollen competencias y habilidades que les permita en la vida futura, enfrentar, gestionar espacios y relaciones interpersonales en forma afectiva; y le amplia a los estudiantes la posibilidad de estar en otros ámbitos que le permiten tener experiencias positivas que le fortalezcan el desarrollo personal.

“El bienestar social se ha visto fortalecido mediante estos proyectos, porque mediante actividades socioeducativas y con metodologías lúdicas y de cooperación le permite a las personas menores de edad tener una mejor calidad de vida mediante el compartir con compañeros y compañeras”, señaló Diaz.

El ciclo de talleres culminó con un encuentro financiado por el Fondo de Beneficio Social de la UNA, y llevado a cabo en el centro de recreo del fondo, donde los niños y niñas participaron en un taller de arte, compartieron un almuerzo y disfrutaron en las zonas verdes.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Los cincuenta años de la UNA y el ethos de sus fundadores (IV y final)

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA)

El surgimiento de la UNA o Universidad Nacional de Costa Rica estuvo marcado por grandes esperanzas y expectativas (en tiempos de crecimiento económico y auge del estado benefactor) de transformación de la sociedad costarricense, cuando los efectos del crecimiento demográfico sostenido desde los primeros años de la posguerra, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial,  se hacían sentir con demandas crecientes de servicios en el campo de la educación, la salud, las edificaciones y la infraestructura vial, en la medida en que una nueva generación, la del Baby Boom, tocaba las puertas de la educación superior cuando la Universidad de Costa Rica era la única institución de educación superior en el país. Fue entonces cuando se crearon nuevas universidades públicas como la UNA, el TEC y la UNED y se produjo una diversificación parcial del sistema educación superior pública de Costa Rica que nació en esos tempranos años de la década de los setenta. Lo paradójico del caso de la UNA es que no figurara entre sus planes la creación de carreras como derecho y medicina más aun, teniendo en cuenta que con la avalancha de universidades privadas surgidas durante las décadas posteriores, y la conversión de la educación en un mero negocio, esas entidades crearon numerosas escuelas de derecho y medicina, valiéndose de los docentes y la investigación que se realiza en las universidades públicas.

En el año de 1977, cuando el doctor Celedonio Ramírez aspiró a la rectoría de la UNA, frente a la candidatura del doctor Alfio Piva Mesén, quien fuera el segundo rector de la institución, recuerdo muy bien la afirmación de quien posteriormente fuera rector de la UNED, de haber recibido la oferta de asumir el Hospital San Juan de Dios, lo que hubiera sido un insumo importante para que la UNA creara una escuela de Medicina mucho antes de que las universidades privadas lo hicieran. ¿será por ese motivo que algunos estudiantes de entonces se sintieron defraudados con la nueva institución, alegando que la UNA les quedó debiendo?

La conmemoración de los cincuenta años de la nueva institución universitaria, que heredó buena parte de la tradición intelectual e instalaciones de la vieja Escuela Normal, fundada más de medio siglo atrás (1915), corre el riesgo de impregnarse del espíritu o ethos de estos tiempos marcados por el totalitarismo neoliberal, y el acelerado desmantelamiento del estado social de derecho que la acompañó durante la primera etapa de su desenvolvimiento institucional. Algunas de las reacciones. y comentarios de otros protagonistas de la vida institucional de entonces, publicadas en estos días, han sido omisas y acomodaticias hacia el presente neoliberal, soslayando así muchas dimensiones del proceso fundacional y el contexto sociopolítico en que se produjo (Ver al respecto José Eduardo Mora “La universidad “necesaria” del Padre Núñez” Semanario Universidad, edición 2454, 1 al 7 de marzo 2023,  página 18, Cultura, en especial en lo referente a las declaraciones de Rodrigo Carreras y Vladimir De La Cruz). Se tiende a obviar la naturaleza específica del proyecto llamado universidad necesaria, especialmente en lo académico, con sus implicaciones en un nuevo tipo de universidad (¿la universidad necesaria acaso?, la que más allá de su mera enunciación implicaba un proyecto académico muy ambicioso) y en cuanto al compromiso político con los sectores populares que planteaba, también en cuanto a la naturaleza del IESTRA y otras unidades académicas e investigativas, que representó una gran oportunidad para incursionar en las múltiples dimensiones del mundo del trabajo (algo que había planteado en una entrega anterior de este artículo), las que iban mucho allá de la docencia dirigida hacia el sindicalismo y el cooperativismo. Siempre estaremos expuestos a la naturaleza acomodaticia de las “verdades oficiales” o mentiras complacientes, motivo por el que sólo la vigilancia y el espíritu crítico, incluso hacia nosotros mismos, pueden librarnos de caer en esas trampas tan peligrosas en este medio siglo transcurrido, desde el nacimiento de la UNA.

En el área de las llamadas Ciencias de la Salud se optó por darle impulso a la Escuela de Medicina Veterinaria, con su hospital veterinario, ambos ubicados en el Campus Benjamín Núñez (Barreal de Heredia), los que han representado toda una revolución en ese campo, dada su enorme proyección hacia el conjunto del sector agropecuario, especialmente en los órdenes de la investigación y extensión.

En medio de la “normalización” y burocratización crecientes, los posgrados representaron una excelente oportunidad para el ensanchamiento de la investigación y la docencia universitaria, si bien la sincronía y la concreción de esas iniciativas no siempre fueron las que se requerían, incluso con urgencia, lo que puede haber dado lugar a una falta de retroalimentación hacia muchas de las propuestas académicas de los fundadores.

La creación de la Maestría en Política Económica, ligada a la Facultad de Ciencias Sociales marcó un punto de inflexión para la docencia y la investigación en la UNA, pues alimentó también los estudios de grado y se proyectó hacia el conjunto de la sociedad costarricense. Posteriormente, los posgrados en otras facultades y especialmente en la Filosofía y Letras, aceleraron el proceso de retroalimentación de la docencia en los estudios de grado. La doctora Magda Zavala jugó un gran papel para la expansión de esos estudios en la mencionada facultad, a pesar de las dificultades de orden institucional que tuvo que afrontar.

Concluyo manifestando que restan muchos temas y situaciones específicas de la vida universitaria, a lo largo de los cincuenta años transcurridos, sobre los que debería haber una discusión constructiva entre quienes fueron sus protagonistas, lo que resulta más urgente en la medida que muchos de ellos van abandonando el escenario histórico,  en especial los de la generación del baby boom.

Los cincuenta años de la UNA y el ethos de sus fundadores (III)

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA).

A lo largo de su medio siglo de existencia ya transcurrido, la UNA se fue dotando de una importante infraestructura física, tanto en sus campus Omar Dengo y Benjamín Núñez, el primero ubicado en la ciudad de Heredia y el segundo en el sector del Barreal de Heredia, donde se concentran algunas de sus actividades más importantes de docencia, investigación y extensión, como también en los de las sedes y subsedes regionales de Pérez Zeledón, Coto, Liberia, Nicoya y Sarapiquí por lo que la nueva universidad fue consolidando la proyección nacional que siempre la caracterizó, aunque también en esto hay una gran diversidad de opiniones, si bien algunas caricaturescas como la de quienes hablaban de la “Universidad de Heredia” o simplemente “la del río Pirro”, con connotaciones también peyorativas. Sin embargo, fue el abandono gradual del proyecto académico original, con sus proyecciones sociales e interdisciplinariedad, lo que tiende a pesar desapercibido, o silenciado en la manera de evocar (o verdad oficial y oficiosa, para el caso) el inicio de la vida universitaria durante su etapa fundacional.

Los aportes de la UNA en los campos de la investigación y la extensión han sido tan valiosos como los de la docencia, y abarcan un espectro muy amplio en diversos campos de actividad científica, la acción social y de respaldo a la cogestión de comunidades y cooperativas de agricultores, pescadores y apicultores en diversos puntos de la geografía nacional. También, han sido muy importantes las contribuciones específicas del Observatorio Sismológico y Vulcanológico de la institución (OVSICORI), la Escuela de Biología Marina y sus laboratorios acerca de los problemas planteados por la pesca de arrastre, la matanza de tiburones y la pesca abusiva en el domo térmico de nuestra zona exclusiva marítima del Pacífico, las investigaciones de la Escuela de Química sobre la contaminación ambiental en los espacios urbanos entre otras actividades, el programa de investigación de plaguicidas y las implicaciones su toxicidad en el agro, el programa de análisis de la coyuntura económica y social, auspiciado por las escuelas de economía y sociología, las investigaciones del IDELA y sus constantes publicaciones sobre nuestra área continental, los del IDESPO o Instituto de Estudios de Población con sus encuestas demográficas, sociales, como también de opinión sobre temas sociales y políticos. En fin, todo un conjunto de acciones con las que UNA impacta en la comunidad nacional para beneficio de todos sus habitantes, si bien advertimos que este no pretende, de manera alguna, ser enumeración exhaustiva del inmenso aporte de esta universidad pública a nuestra nación.

La UNA acogió como estudiantes a jóvenes provenientes de los sectores populares, tanto urbanos como rurales, lo que se reflejó en las estadísticas para cuantificar los resultados y tendencias de las políticas de admisión, becas y residencias estudiantiles dentro del ethos del proyecto inicial de la UNA. Los logros se pueden apreciar también en el orden de lo cualitativo y en la medida del tiempo transcurrido se han hecho mucho más evidentes.

En los inicios mismos de la nueva institución, la creación del Instituto de Estudios Latinoamericanos (IDELA), rescatando la colección del Repertorio Americano de Joaquín García Monge (publicado en Costa Rica entre 1919 y 1958), con la ayuda de su hijo, el doctor Eugenio García Carrillo, dando lugar a un largo proceso de recuperación, análisis y divulgación de los contenidos de esa extraordinaria revista que circuló por todo el continente (Francisco Morales Hernández y Mario Oliva Medina, dixit). Por otro lado, los esfuerzos del IDELA se orientaron hacia el análisis de las tendencias que caracterizan  al conjunto de nuestra región, en el plano de lo cultural, de la integración regional y el reconocimiento de una identidad común, y la del  Instituto de Estudios del Trabajo (IESTRA), con sus pioneras investigaciones y la docencia dirigida hacia los trabajadores sindicalizados, permitieron avizorar las tendencias y orientaciones  de la UNA hacia el mundo laboral, con toda su intrincada y compleja problemática, cuando aún no soplaban los vientos fríos del pensamiento único neoliberal, los que fueron alejando a la socialdemocracia regional de sus políticas keynesianas y reformistas en el mundo laboral y empresarial, al mismo tiempo que entraban en una crisis, incluso de identidad, la casi totalidad de los diversos sectores de la izquierda socialista o comunista (¿meras etiquetas acaso?), los que durante las décadas siguientes abandonaron gradualmente las reivindicaciones obreras y campesinas en materia de legislación laboral, contrato colectivo de trabajo, salud ocupacional, sindicalización y respeto a los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).Todo este lento y sostenido proceso, que si bien no se dio en términos del discurso pero sí en el de los hechos, como resultado del arribo de la llamada posmodernidad y presunto el abandono de los “grandes relatos” del período de entreguerras y la última posguerra, caracterizada por un crecimiento económico sostenido y el despliegue del estado de bienestar. Esto explicaría, al menos en parte, el cierre o reconversión del IESTRA en los últimos años del siglo XX, un hecho al cual hicimos alusión en la segunda parte de artículo y que marcó un punto de inflexión hacia una visión tecnocrática y utilitarista de la institucionalidad universitaria, frente al que al menos uno de los fundadores de la UNA, Francisco Morales Hernández protestó vehementemente. Tendremos que seguir conversando sobre otras dimensiones de la inmensa proyección de la UNA sobre el conjunto de la sociedad costarricense.

CONARE rechaza y desmiente declaraciones del Presidente de la República sobre financiamiento de la educación superior pública

3 de febrero del 2023. Ante las declaraciones del Presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, realizadas ayer durante la conferencia de prensa del Consejo de Gobierno, en la cual indicó que las universidades estatales no rinden cuentas del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y que se ha recortado presupuesto destinado a las becas, a la investigación y a la infraestructura, entre otras argumentaciones.

El Consejo Nacional de Rectores rechaza y desmiente enfáticamente los argumentos falsos del Poder Ejecutivo emitidos sin datos ni evidencia y que están alejados de la realidad y de la gestión de las universidades estatales.

1. La educación universitaria pública para el año 2021, contaba con una población de más de 143.000 estudiantes. De la cual el 82% de los estudiantes matriculados de primer ingreso procedían de los colegios públicos y más del 64% de los graduados de las universidades estatales provenían de hogares donde los padres no tienen un título universitario.

2. Durante el año 2021, el 63% de los estudiantes de las universidades públicas contaron con algún tipo de becas, porcentaje superior al 80% en las regiones periféricas del país.  Las universidades estatales han reforzado de manera significativa y sostenible los presupuestos de becas y apoyos socioeconómicos a estudiantes.

3. Aumento en el acceso a la universidad estatal de jóvenes de hogares más pobres afirma el último informe del Estado de la Educación (2021). En una década, la proporción de jóvenes de 18 a 24 años de hogares de quintil bajo de ingresos (quintil 1, quintil 2 y quintil 3) que accedió a la educación universitaria pública aumentó pasando de 8% en 2010 a 20,12% (2021) en el quintil 1, de 15,5% a 26,21% en el quintil 2 y de 21,7% a 32,47% en el quintil 3.

4. En Costa Rica son las Universidades Públicas las que más invierten en investigación científica, el desarrollo e innovación, más del 90% de la investigación desarrollada en el país se realiza en las universidades públicas. Durante el 2021, se realizaron 2.240 proyectos de investigación, más de 2.000 publicaciones científicas y se invirtió 67.599 millones de colones en I+D.

5. Las universidades públicas son las únicas que realizan proyectos de Extensión y Acción Social para solventar las necesidades de poblaciones y sectores claves para el país. En el 2021 se desarrollaron 1.259 proyectos, ejemplo de ello es el proyecto “Costa Rica aprende con la U pública”. Esta modalidad organiza cursos virtuales gratuitos y su oferta ha sido de 152 cursos que han impacto alrededor de 5.000 personas.

6. Las Instituciones de Educación Superior Universitaria Estatal, por la naturaleza de sus servicios, requieren de un fuerte componente de talento humano, y esto lógicamente se refleja en sus presupuestos. Para el 2021 y 2022, no hubo ningún tipo de aumento salarial, ni reconocimiento de la anualidad. Estas medidas y otras en materia salarial han hecho que el presupuesto destinado a “Remuneraciones” muestre una tendencia a la baja, disminuyendo en el periodo 2019-2022 en ¢2.782 millones de colones. Se debe tener presente que los resultados de las medidas tomadas en materia salarial tienen un efecto mayor a largo plazo.

7. El Consejo Nacional de Rectores trabaja en un régimen de empleo unificado para el Sistema de Educación Superior Universitaria Estatal con sus procesos de remuneraciones, reclutamiento, selección, nombramiento, administración, méritos, evaluación y sancionatorios, conforme a los principios del régimen de empleo del sector público, estipulados en las leyes, los Estatutos Orgánicos de las universidades y la Constitución Política, el cual estará listo para el 2024.

8. Las universidades estatales cumplen con el adecuado uso de los fondos públicos que les confieren los artículos 78 y 85 de la Constitución Política y su sistema de transparencia y rendición de cuentas. Se somete a aprobación de la Contraloría General de la República (CGR), los planes anuales operativos y sus respectivos presupuestos, los informes de ejecución presupuestaria y su liquidación final. Asimismo, las universidades públicas han cumplido ante la Autoridad Presupuestaria y la propia Contraloría con la Regla Fiscal.

9. El CONARE, en conjunto con representantes del Gobierno que conforman la Comisión de Enlace, definieron, desde hace más de ocho años, una estructura de indicadores homologados del Sistema de Educación Superior Universitaria Estatal para el Seguimiento de los Acuerdos de Financiamiento del FEES, en el cual las universidades estatales han evaluado su gestión con 104 indicadores en 6 ejes y 21 temas relacionados con: aseguramiento de la calidad, equidad, cobertura, la rendición de cuentas, vinculación con sectores productivos y excelencia académica.

10. El PLANES 2021-2025 define 43 indicadores y 171 desagregaciones de la actividad sustantiva: Docencia, Investigación, Extensión y Acción Social y Gestión; y 41 metas estratégicas que incluyen 90 indicadores para los ejes de Regionalización, Calidad y Pertinencia, Cobertura y Equidad, Internacionalización y Sostenibilidad, tomando como referencia los índices e instrumentos mundialmente reconocidos y utilizados en materia de Educación Superior Universitaria.

Lo anterior demuestra que la correcta aplicación e inversión del FEES está determinada y medida por una gran cantidad de indicadores, asociados con acciones y metas, que permiten evaluar el desempeño de las universidades públicas y también medir la eficiencia y eficacia de la ejecución del presupuesto universitario.

Es evidente que la posición del Poder Ejecutivo no tiene fundamento, los argumentos empleados son falsos y responden a un ataque que pretende debilitar y dañar la gestión de las universidades públicas, con la intención de intervenir en la educación universitaria estatal, como lo pretende hacer con el proyecto de ley 23.380, contrario a lo establecido constitucionalmente.

Desde las universidades públicas nos permitimos recordar que la mejor defensa de la ley y la institucionalidad, pasa por garantizar a la educación pública el presupuesto del 8% del PIB como un mínimo garantizando por la Constitución, esa es la mejor arma contra la politiquería, las noticias falsas, los discursos de corte populista y la polarización de la sociedad costarricense.

Pese al tono ofensivo de las palabras, emitidas en la conferencia de prensa, las universidades públicas seguirán esperando que el Poder Ejecutivo permita que se materialice la aspiración constitucional de que, en el marco de la autonomía, coordinemos para buscar potenciar el desarrollo nacional, como lo hemos hecho siempre.

Es por eso, que hacemos un llamado al Gobierno de la República al equilibrio, al respeto y a la observancia de la Constitución Política, a proporcionar información veraz que es la base para una sociedad más crítica, educada y que pueda tener herramientas para discernir las ideas que nos hagan progresar hacia una sociedad más democrática y equitativa.

UNA EXPLORA EL FUTURO

La Universidad Nacional de Costa Rica-UNA, ha venido realizando durante este año ingentes esfuerzos junto con la comunidad universitaria, para replantear de manera profunda la planificación de la institución con mirada de futuro de los próximos 20 a 30 años.

Para el Master Juan Miguel Herrera Delgado, director del Área de Planificación de la Universidad Nacional-APEUNA, en el mes de diciembre de este año, la Universidad Nacional-UNA alcanzará cuarenta y seis años de implementar procesos de planificación institucional, que buscan el desarrollo armonioso y coherente, tanto, de la acción sustantiva (la docencia, la investigación, la extensión, la actividad académica integrada y la producción académica), como de los servicios de apoyo a la academia en correspondencia a su misión histórica y siempre visualizando las oportunidades y los retos de futuro.

Herrera Delgado, hizo énfasis en que la UNA fue la primera universidad pública en contar con un sistema de planificación propio, de implementar y dar seguimiento a procesos de planificación estratégica, a incluir en ellos el análisis de riesgos para anticipar eventos que atenten al cumplimiento de sus objetivos: “ No obstante, estos procesos de planificación estratégicos han tenido un alcance de mediano plazo, por lo que las necesidades de explorar escenarios de largo plazo se hacen cada vez más ineludibles en un contexto sumamente cambiante, demandante y exigente, particularmente en lo relativo a la educación superior”.

Según criterio del director del Área de Planificación APEUNA, la Universidad Nacional nuevamente se pone a la vanguardia dentro de las instituciones de educación superior públicas, al impulsar en este momento un proceso de planificación estratégica con enfoque prospectivo a veinte años con la participación de autoridades y representantes de los distintos estamentos de la comunidad universitaria.

Herrera Delgado, quien ha participado de lleno en los diversos talleres y mesas de trabajo realizadas desde el mes de junio de 2021 a la fecha, como parte del Proyecto: Planificación Prospectiva Estratégica UNA 2040, afirmó que en este proceso se toman en cuenta las tendencias del contexto externo e interno, así como las necesidades de los distintos actores de la sociedad en las que la Universidad tiene la obligación de atender: “ Gracias a este proceso, la Universidad Nacional dispondrá en los próximos meses de un escenario apuesta a veinte años plazo, que deberá alcanzarse mediante el enfoque estratégico institucional, los planes tácticos vinculados a la estimación de recursos necesarios y su concreción anual mediante los planes operativos anuales”, indicó el director de APEUNA.

Las autoridades universitarias han decido acometer este gran desafío en la búsqueda de generar los cambios académicos y administrativos propicios para ser la universidad del futuro, aquella universidad necesaria que aporte al desarrollo de Costa Rica desde una visión humanista y de alcance a los sectores vulnerabilizados social y económicamente, indicó la Dra. Marianela Rojas Garbanzo, Rectora Adjunta de la UNA.

Desde principios del año 2021 se ha establecido como estrategia la realización de encuentros, talleres y mesas de trabajo, (Presencialidad Remota) con participación de un grupo personas representantes de diversas instancias de la universidad, tanto, académicos, estudiantes y administrativos; donde a través de ellos se han determinado aquellas variables de cambio, los retos y los escenarios probables, posibles y deseables que se deben visual para lograr el objetivo propuesto.

Cabe mencionar que en talleres anteriores se determinaron los actores clave y se categorizaron los retos de las variables y de ahí se redactaron las ideas de cada reto a modo de párrafo, que permitiera poner en perspectiva y análisis hacia donde debe mirar la UNA para emprender los desafíos de futuro.

“Este es un nuevo paradigma de reflexión sobre el futuro de la UNA que posibilitará identificar alternativas que nos enrumbe hacia una educación sostenible, innovadora, inclusiva y pertinente, que perfile a la universidad para continuar aportando al crecimiento y desarrollo de la sociedad costarricense, en la formación de personas, en la creación de conocimiento avanzado favoreciendo la equidad y el desarrollo territorial, generando bienestar público como contribución a la mejora de la sociedad en su conjunto”, acotó el Master Francisco González Alvarado, Rector de la UNA.

A modo resumen se indica que en la sesión anterior (24 08 21) las mesas de trabajo 1 y 4 expusieron ante la plenaria su análisis de los retos elaborados.

Entre los elementos importantes del grupo 1 sobre Generación de Recursos Propios, se destacó la promoción de una cultura institucional innovadora y solidaria de generación de recursos propios, que oriente la calidad, la pertinencia y la sostenibilidad de las acciones sustantivas, en su contribución en la construcción democrática, progresiva y el mejoramiento ecosocial. Además, renovar la normativa institucional, la plataforma e infraestructura tecnológica, así como las capacidades técnicas y humanas que dispone la UNA.

Por su parte la mesa de trabajo 4, expuso (2408 21) sobre la Internacionalización de la Oferta Universitaria, de ahí, se visibilizaron algunos aspectos, entre estos el desarrollo de una oferta académica atractiva, competitiva, flexible, pertinente, multimodal, multilingüe (de idiomas y de programación) y con diversas titulaciones. Asimismo, fomentar una cultura de internacionalización inclusiva, cultural, abierta y participativa; esto a su vez, se verá en la oferta académica, redes académicas y generación de capacidades que darán pie a la sostenibilidad y a profesionales capaces para el mundo.

Para continuar con el análisis de los retos institucionales para enfrentar el futuro proactivamente y con la mayor calidad posible, el martes 31 de agosto de 2021 se continuó con la realización el taller: “Construcción de escenarios y elección del escenario apuesta”, en el cual el Dr. Juan Carlos Mora Montero, Coordinador del Proyecto Planificación Prospectiva Estratégica UNA 2040, comentó: “es imperativo seguir con el análisis colectivo y consensuado de los retos que cada mesa de trabajo ha reflexionado y discutido, de esta manera, avizorar los grandes desafíos y determinar cuales son los actores claves para las variables de transformación que asumiría la UNA en cuanta a: generación de recursos propios, vinculación con el sector productivo y social, cobertura y presencia territorial, internacionalización y transformación tecnológica.

Para dar apertura de esta sesión (31 08 21) se presentó un corto video (“La Vida en un minuto”) en el que se rescata una recopilación de posibles hechos futuros presentado por el Instituto de Futuro.

El audiovisual expone como llevar dos personas a la Luna en el 2024 y consigo robots al espacio que permita estudiar las condiciones de vida necesarias para sobrevivir en este ecosistema.

Se expuso que para el 2030 se espera que China sea la potencia mundial y que la India sea una nueva potencia, para 2031 realizar donaciones con sangre artificial y en 2033 generar órganos con impresoras 3D, por otro lado, para 2039, que los celulares pasen a ser chips en el cerebro y que la pantalla sean los ojos de las personas, en 2041 contar con chips en el cuerpo para no tocar dispositivos, en el 2043 que las computadoras sean “conscientes” y la inteligencia artificial-IA, supere la inteligencia humana. Asimismo, el video expone la presencia de algunas problemáticas, como que en 2047 algunas zonas de medio oriente no podrán ser habitables debido a la crisis climática, además que la contaminación generará condiciones abruptas para el desarrollo de la vida en la Tierra y la hambruna será inevitable, también que en el 2050 habrá grandes dificultades para el acceso al agua y la conquista de Marte.

A partir de la proyección del video y de los comentarios sobre su contenido, se señaló, que el trabajo con los retos a definir por parte de las mesas de trabajo, éstos deben ser transformadores, no solo para sobrevivir un tiempo más, sino generar una universidad con alcances y formas diferentes de actuar manteniendo su esencia.

Como mecanismo utilizado para resumir la información y las conclusiones de los participantes en las sesiones de grupo, se usó lo que se denomina “Matriz Morfológica (Figura 1), que permite reflejar el producto de lo discutido. De esta forma, se utilizan columnas para facilitar la visualización de la información relevante.

En este caso las columnas 1 y 2 se destinan a las “variables y retos” con los que se ha trabajado a lo largo de las últimas sesiones, mientras que en la columna 3 se debe delimitar un vector que permitirá monitorear el alcance del reto empleando y mantener una observación constante de esta, por ejemplo: el PIB, competitividad nacional, igualdad social, valor público, entre otros.

En la columna 4, definida como “línea base”, permite dar seguimiento a la velocidad del avance y generar una predictibilidad de este y, finalmente, las ultimas columnas de la matriz (H1 H2 H3) corresponden a espacios para posibles hipótesis para enfrentar el problema. Estas hipótesis son definidas como: conservadora, moderada y ambiciosa.

En cuanto a la categorización de retos y determinación de actores, el grupo 2 se refirió a la vinculación con el sector productivo social. Aquí se rescata la importancia de que la universidad considere las necesidades de los diversos sectores sociales generando acción sustantiva y de calidad en la planificación académica; para ello, es vital la innovación, transformación, apoyo y preservación en los sectores sociales, productivos y culturales para dar espacio a una mejor vinculación.

Por otro lado, en cuanto a la vinculación con el sector social se debe tener presente a los actores como: los Ministerios de Gobierno, las Cámaras Empresariales, los Gobiernos Locales, IMAS, SINAC, ARESEP, A y A, ICE, INA, CINDE, entre otros.

Por su lado, la mesa de trabajo 3 presentó sus resultados respecto a la transformación tecnológica de la UNA. De ahí, se enfatizó que en medio de esta revolución 4.0/5.0 que vive el mundo, se debe mantener el humanismo como eje transversal en todo su el quehacer de la universidad, también, que deben abordarse acciones en el desarrollo de competencias tecnológicas, asignación de presupuesto, optimización de procesos, renovación de la dinámica institucional en esta materia (cultura, estructura, normativa…) y la innovación de la oferta académica; de esta manera se podrá mejorar las competencias digitales, conectividad y procesos de gestión, asimismo, brindar experiencias innovadoras y adaptables.

Se expuso que los actores que deben participar en estos procesos son: la Escuela de Informática, Centro de Investigación y Docencia en Educación CIDE, Vicerrectorías, Proveeduría UNA, ONGs, MICIT, Fundación Omar Dengo, universidades internacionales, CONARE, MIDEPLAN, entre otros.

Finalmente, la mesa 5 se refirió a la presencia territorial, donde la revolución 4.0/5.0 son importantes, así como las necesidades regionales y nacionales; esto se refleja en la necesidad de atender la gestión académica y administrativa desconcentrada, los aliados estratégicos y la inversión en regiones, para una oferta académica adaptada a las necesidades propias y generar una universidad holística y que juegue un rol estratégico de cada Campus Universitario.

Se discutió en plenario respecto la importancia de que la universidad se vea como una sola, no fragmentada en su quehacer, según la zona en la que la UNA esté presente y no centrarse solo en la GAM. Al respecto, se hizo hincapié que la institución nació regionalizada, sin embargo, los esfuerzos se han concentrado en la sede central y las regiones deben ser consideradas políticamente en la toma de decisiones de las autoridades y de la asignación de recursos.

El equipo de trabajo a cargo de la organización y realización del proyecto Prospectiva Estratégica UNA 2040, que se lleva a cabo en la universidad, está integrado por funcionarios de diversas instancias de la institución:

  • Marianela Rojas Garbanzo-Rectora Adjunta.
  • Martin Parada Gómez-Vicerrector Extensión
  • Ángel Ortega Ortega- Director Escuela de Planificación y Promoción Social (EPPS-UNA)
  • Juan Carlos Mora Montero (Coordinador)
  • Fanny Fonseca Keith, Cindy Fonseca Ramírez, Dahiana Vargas Jiménez, Yeimy Fonseca Cascante, Juan Miguel Herrera, Grettell Hernández Chavarría (APEUNA)
  • Ana Lorena Jiménez Paris- Vicerrectoría de Investigación
  • Daniel Cavallini Espinoza, Arianna Aguilar Ellis, Silvia Camacho Prado, Efraín Cavallini Acuña (EPPS-UNA)

 

Por:
M.Sc Daniel Alejandro Cavallini Espinoza-Académico EPPS-UNA
M.Sc Efraín Cavallini Acuña-Académico EPPS- UNA

dce/eca- 31 08 21

FEUNA: ¿Recuerdas de nuestro proyecto Tejiendo Redes más allá de la U?

El año 2019 se llevaron a cabo 6 iniciativas estudiantiles de extensión, con el fin de fomentar la participación y formación integral del estudiantado en acciones transformadoras de extensión desde diferentes disciplinas, personas y comunidades.

Como parte de la retroalimentación final del proceso les invitamos a participar en la presentación de las reflexiones, proceso y resultados significativos que nutrieron la experiencia de las personas participantes.

El espacio busca compartir con personas extensionistas, universitarias o no, así como con la sociedad en general los aprendizajes, las implicaciones de la extensión universitaria y la necesidad de construir espacios colaborativos entre estudiantes.

Día: sábado 8 de agosto
Hora: 4 p.m. – 6 p.m. (hora Costa Rica)
Vía: Transmisión en Vivo desde la página de FB: Federación de
Estudiantes de la Universidad Nacional, FEUNA.

Más información del proyecto:
https://www.unacomunica.una.ac.cr/index.php/octubre-2019/2753-estudiantes-tejen-redes-en-comunidades
¡Les esperamos! #AquíEstáelFEES

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